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pandemia
Mientras las autoridades en casi todos los rincones del planeta insisten en la necesidad de
aplanar la curva del coronavirus para reducir la mortalidad y evitar el colapso de los sistemas
de salud, los intelectuales ya están preocupados del mundo al que nos enfrentaremos tras el
fin de esta pandemia. Términos como globalización, comunismo, vigilancia digital,
soberanía, capitalismo y solidaridad se han vuelto comunes en las reflexiones de reconocidos
filósofos, historiadores y escritores sobre el impacto del Covid-19.
El filósofo italiano Giorgio Agamben fue uno de los primeros en abrir los fuegos. En su
columna titulada “La invención de una epidemia”, publicada originalmente el 26 de febrero
en la revista italiana Quodlibet, el autor de la serie Homo Sacer minimiza al coronavirus,
diciendo que era apenas diferente de una simple gripe y reflexiona acerca de la relación entre
el miedo a una epidemia que extiende el pánico a través del planeta y la aceptación -en
nombre de la seguridad- de medidas que limitan gravemente la libertad de las personas.
A juicio de Agamben, dos factores pueden ayudar a explicar este comportamiento que
califica de “desproporcionado”. “Primero, una vez más, hay una tendencia creciente a utilizar
el estado de excepción como paradigma normal de gobierno”, plantea. “El otro factor, no
menos inquietante, es el estado de temor que se ha extendido explícitamente en los últimos
años al interior de las conciencias de los individuos y que se traduce en una necesidad real
de estados de pánico colectivo, frente a los cuales la epidemia vuelve a ofrecer, una vez más,
el pretexto ideal”, agrega.
Hay una necesidad real de estados de pánico colectivo, frente a los cuales la epidemia ofrece
el pretexto ideal.
Al día siguiente, el filósofo esloveno Slavoj Žižek planteó en una columna publicada en el
portal ruso RT que esta epidemia era “un golpe a lo Kill Bill” al sistema capitalista e, incluso,
podría conducir a la reinvención del comunismo. "A menudo se escucha la especulación de
que el coronavirus puede conducir a la caída del gobierno comunista en China", escribe. No
obstante, asegura que existe una paradoja: "El coronavirus también nos obligará a reinventar
el comunismo basado en la confianza en las personas y en la ciencia".
El coronavirus es un golpe al capitalismo a lo ‘Kill Bill’ que podría reinventar el comunismo.
“Igual que en una campaña militar, la información tiene que ser compartida y los planes
coordinados. A esto es a lo que me refiero con el ‘comunismo’ que hoy se necesita. O, como
dice Will Hutton: ‘En este momento está muriendo una forma de globalización no regulada,
basada en el libre mercado, con su propensión a las crisis y las pandemias. Pero está naciendo
una nueva forma que reconoce la interdependencia y la primacía de la acción colectiva basada
en la evidencia’”, sostiene Žižek.
Tasuku Honjo, Premio Nobel de Medicina 2018: “Dar pasaportes de inmunidad a los
recuperados de Covid-19 es peligroso”
25 ABR 2020
En su columna, el filósofo surcoreano también contrasta las medidas adoptadas y los
resultados dispares obtenidos en Asia y Europa frente a la pandemia del coronavirus. Y es
precisamente en este “Estado policial digital” donde Han radica el motivo de estas
diferencias. “Los países asiáticos están gestionando mejor esta crisis que Occidente. Mientras
allí se trabaja con datos y mascarillas, aquí se llega tarde y se levantan fronteras”, grafica.
Žižek cree incluso que el virus podría hacer caer el régimen chino. Se equivoca. Nada de eso
sucederá.
(Foto: Reuters) Una enfermera espera en la entrada de un sitio de exámenes por coronavirus
en el hospital Saint Michel, en Bruselas, Bélgica.
En su columna publicada en el Financial Times, titulada “El mundo después del coronavirus”,
Harari dice que hay dos formas de frenar la pandemia. “Una de ellas es que el gobierno
monitorice a la gente y castigue a quienes incumplen las normas”, afirma el escritor, que
señala a China como principal ejemplo de la monitorización biométrica. Sin embargo, existe
otra posibilidad: “Podemos elegir proteger nuestra salud y frenar la pandemia sin instaurar
regímenes de vigilancia totalitaria, dando la fuerza a la ciudadanía. En las últimas semanas
algunos de los esfuerzos más exitosos se produjeron en Corea del Sur, Singapur y Taiwán.
Mientras estos países han hecho uso de aplicaciones de rastreo no han renunciado a un uso
honesto y de cooperación para mantener a la sociedad bien informada”.
Podemos frenar la pandemia sin instaurar regímenes de vigilancia totalitaria, dando la fuerza
a la ciudadanía.
Yuval Noah Harari, historiador y filósofo israelí
El segundo frente se presenta a la hora de plantear las soluciones, si desde la óptica del
aislamiento nacionalista o la solidaridad global. En este punto, Harari es claro: es tiempo de
actuar más globalmente que nunca, porque “las decisiones que tomen los gobiernos y pueblos
en las próximas semanas probablemente darán forma al mundo que tendremos en los
próximos años”.
(Foto: Reuters) Personas caminan por Park Avenue, en el distrito de Manhattan de la ciudad
de Nueva York, aprovechando el cierre al tráfico de vehículos por el brote de coronavirus.
Esta pandemia va a estar en los libros de Historia. Aparecerá como epígrafe en el capítulo
del auge de China.