For my sweet baby Brenda ٩(◕‿◕｡)۶

by: Elliott (♡˙︶˙♡)

El empirismo

El termino empirismo proviene del griego έμπειρία empiria (experiencia), se opone al racionalismo
como antítesis: la única fuente del conocimiento humano procede de la experiencia. No hay ideas a
priori, sino que el espíritu nace vacío, se llena de conceptos e ideas solamente por la experiencia.

El empirismo parte de los hechos concretos. El conocimiento y el pensamiento humano evoluciona

de manera gradual, el niño recibe impresiones concretas y aprende sobre la realidad hasta formar
representaciones abstractas y conceptos, los cuales no podrían surgir sin la experiencia. Dicho
conocimiento no “aparece” de manera mágica en la razón, siempre surgen por las experiencias de
los individuos.

La mayoría de los empiristas proceden de las ciencias naturales. Es comprensible, pues en dichas
ciencias se busca comprobar hechos mediante cuidadosa observación. En un plano filosófico,
entendemos experiencia como la percepción de estados por medio de nuestros sentidos. Suele
distinguirse una doble experiencia: la interna, que consiste en la percepción de uno mismo, y la
externa, que percibe todo a nuestro alrededor por los sentidos.

El empirismo aparece desde la antigüedad: primero con los sofistas y luego los estoicos y epicureos.
Pero el desarrollo mas sistemático sucede en la edad moderna por el británico John Locke. Para el,
las personas son una “hoja en blanco” que la experiencia va llenando poco a poco. Hay una
experiencia externa (sensation) y una interna (perception). Los contenidos internos son
representaciones simples o complejas, que se forman por las cualidades externas que captamos por
las sensaciones, pueden ser primarias o secundarias. En todo ello, la razón no añade ningún
conocimiento adicional.

David Hume divide las percepciones de Locke en impresiones e ideas. Las impresiones son las
sensaciones vivas de los sentidos, y las ideas son las representaciones de la memoria y la fantasía,
siendo copias de las impresiones. Sin embargo, Locke y Hume reconocen el problema de las
matemáticas y su contenido independiente de la experiencia y por lo tanto dos fuentes de
conocimiento: el de las sensaciones y el de la razón matemática.

Por ello el francés Condillac admite que como única fuente de conocimiento la sensación: el alma
no crea verdades, solo experimenta sensaciones. A esto se le llamó sensualismo.

John Stuart Mill rebasa a los anteriores reduciendo la matemática a la experiencia: no hay nada
independiente de la experiencia, hasta las leyes logias tienen su base en la experiencia, son
generalizaciones de la memoria.

Sin embargo, al igual que el racionalismo que cae en un dogmatismo metafísico el empirismo puede
caer en un escepticismo metafísico: el conocimiento humano queda encerrado en los limites del
mundo empírico, todo lo metafísico es fantasía.

El intelectualismo

El intelectualismo proviene del latín intelligere → intus legere (leer en el interior) y es un intento de
mediación entre racionalismo y empirismo: se acepta que hay juicios lógicamente necesarios y
universales, pero estos proceden de la experiencia. Esto es así porque la conciencia cognoscente lee
en la experiencia y extrae los conceptos. Parte del principio “nada hay en el intelecto que no haya
venido de la sensación”. Significando que ademas de las representaciones sensibles hay conceptos
en las cosas, no intuitivos y contenidos en la experiencia.

Este planteamiento viene desde su fundador, Aristóteles, colocando el modelo racionalista de Platón
en la realidad empírica. Las ideas no están en otro mundo, sino dentro de las cosas mismas. Las
ideas son las formas esenciales de las cosas, siendo su núcleo una esencia racional y envueltas por
los accidentes empíricos. El conocimiento es posible por el Nous Poieticos o entendimiento agente.
Esta facultad humana es la que puede ver más allá de las imágenes sensibles, hasta hallar la esencia
de la cosa, que es percibida por el Nous Patheticos o entendimiento pasivo.

En la edad Media Tomás de Aquino desarrolló aún mas esta posición. “toda nuestra cognición
intelectual se deriva de la sensación”: empezamos recibiendo las imágenes sensibles, y de ellas
extraemos las esencias generales. De las esencias se obtienen por medio del entendimiento, los
conceptos supremos como las leyes lógicas.