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Orewa - Plan de Vida PDF
Orewa - Plan de Vida PDF
En lengua EMBERA.
Esta integralidad dió como uno de sus resultados, la urgencia de llevar a cabo
cambios, la adopción de nuevas tecnologías y el impulso de los cultivos propios a
las comunidades. Todo con el objeto primordial de proporcionar elementos y
beneficios que garanticen el mejoramiento de la calidad de vida de los pueblos
indígenas en el momento actual y hacia el futuro; sin llegar a violentar sus
tradiciones culturales.
Aspectos Generales
Un lineamiento básico planteado por los indígenas fue la lucha por el territorio,
que ha venido avanzando en diferentes propuestas, las cuales se ubican en
primera instancia en la exigencia al reconocimiento de la propiedad, a través de
los Resguardos Indígenas.
Esta relación se puede ejemplificar con la definición del líder Embera, Delmiro
Palacios: “El territorio para las comunidades indígenas es la vida, en ella
desarrollamos las prácticas tradicionales de producción; cuando hablamos de
territorio para nosotros es la lengua, las costumbres, las creencias que tenemos,
las autoridades tradicionales, la tradición oral, los cuentos y la historia. Para
nosotros los árboles, los animales, y todo lo que hay en la naturaleza tienen
espíritus, que nos han ayudado a tener fuerza; ellos cantan, gritan, hoy ellos están
tristes, botando lágrimas por la explotación que se hace de los recursos naturales
y la violencia que ha llegado a nuestras comunidades”.
Los pueblos negros e indígenas han venido realizando desde 1.989 encuentros
para analizar la situación de las comunidades, en los que se ha planteado la
necesidad de trabajar por la defensa de los territorios y en la búsqueda de
alternativas de desarrollo que busquen el bienestar de las comunidades. En este
contexto, las comunidades negras requerían urgentemente el reconocimiento de
sus derechos étnicoculturales y territoriales, por lo cual la OREWA se solidarizó
con el proceso de las comunidades negras en este propósito. (Asamblea Nacional
Constituyente, At. 55 y Ley 70/93).
Todo ello sirvió de base para que en el Cuarto Congreso Regional se definiera
como objetivo principal la defensa del territorio tradicional del pacífico, que
integra los elementos anteriores con el proyecto de vida cultural y define la
necesidad de establecer una propuesta de desarrollo integral bajo criterios de
autonomía, beneficio comunitario y respeto ecológico. (Conclusiones del V
Congreso Regional OREWA, Junio de 1.991). (Ver Figura 2).
En este sentido cobra gran importancia el papel que asumieron los Líderes
Indígenas en las diferentes zonas donde establecieron la relación en las
comunidades indígenas con las autoridades tradicionales, familiares y en general
con el conjunto de la comunidad y con otros actores presentes en la región, que
inciden al interior de las comunidades, con los cuales en algunos casos se
definieron criterios de relación y convivencia. Por ejemplo en la zona del Medio
Atrato 2 (Región Minera del Proyecto, Ver acápite Zonificación), éstos líderes
realizaron varias reuniones con las comunidades negras para que evitaran
conjuntamente con los indígenas, la explotación minera con motobombas que se
venía haciendo en el río Bebará. (Informe de Zona, Plácido Bailarín, César
Querágama).
De acuerdo a los criterios que predominan de una u otra actividad de gestión del
territorio, se seleccionaron cinco regiones: Agrícola, Minera, De Gestión
Tradicional del Territorio, Maderera, De Crisis Ecosistémica y Cultural, las
cuales se identifican como muestras que tipifican la situación actual de la relación
Cultura-Territorio y las pautas a seguir para plantear zonal y regionalmente las
bases del desarrollo integral. (Ver Mapa 1). Estas regiones se constituyeron, por
lo tanto, en objeto de trabajo en la medida en que, a través de un proceso de
diagnóstico cualitativo sociocultural y ambiental, se posibilitó la formulación de
unas pautas y lineamientos sobre el ordenamiento territorial que junto con el
grupo de propuestas emanadas de las comunidades, se llevó a cabo la
formulación de este documento.
Reconocemos que todavía falta trabajar mucho más en este tema, pues hasta
ahora está planteada la discusión alrededor de la protección de los derechos que
sobre el Conocimiento tienen las comunidades; sin embargo, se considera que se
hizo un avance importante en términos de la relación contractual, lo cual aportó
nuevos elementos a la discusión y marcó pautas importantes en el hecho de poner
en igualdad de condiciones la legislación indígena y los convenios internacionales
que protegen derechos a los pueblos indígenas y tribales; además reafirmó que los
territorios indígenas tienen un marco legal especial, que protege y reconoce la
diversidad cultural y en si mismo los conceptos de integralidad que tienen los
pueblos indígenas.
Este trabajo recoge algunos elementos que sirven para ahondar en los análisis y
discusiones sobre el tema, esperando que contribuyan a proteger los derechos de las
comunidades sobre su conocimiento. (Ver documento Para Garantizar el Respeto y
la Valoracion del Conocimiento Tradicional).
2. ASPECTOS METODOLÓGICOS
Para los líderes indígenas que trabajarían en las diferentes zonas se planteó el
siguiente perfil:
Curso de Inducción
Como base para abordar el trabajo, durante cuatro días se realizó en la ciudad de
Quibdó un curso de inducción para el personal técnico y líderes indígenas del
proyecto, en el cual se desarrollaron los siguientes temas:
Trabajo de Campo
Teniendo en cuenta que el desarrollo para los indígenas debe ser integral, se
determinó que todos los profesionales en forma conjunta recorrerían las zonas y
que los Líderes Indígenas estarían de tiempo completo en las comunidades
escogidas. Mientras tanto el Coordinador debería hacer reuniones zonales para
darle el seguimiento respectivo al trabajo; sobre esta base se realizó una
programación para el Equipo Técnico, los Líderes Indígenas y el Coordinador del
proyecto, que comtemplaba espacios de evaluación, seguimiento y estadía
conjunta en las zonas de trabajo. (Ver Anexo 1).
Teniendo en cuenta que los líderes además de ser integrantes del equipo, son
actores importantes al interior de las comunidades indígenas, su trabajo consistió
no sólo en recoger propuestas de las comunidades, sino también aportar
elementos importantes a través de los informes que cada uno elaboró sobre su
trabajo de campo junto a los mapas temáticos, que orientaron las pautas a seguir
para el ordenamiento territorial. Igualmente, tuvieron una activa participación en
los análisis que se hicieron de cada zona. (Ver Anexo 2)
Recolección de la Información
En la zona del Bajo Atrato, región Maderera del proyecto, se desplazaron hacia el
río Domingodó desde el Chintadó (afluente del Truandó), considerando las
expectativas de explotación del catival que se ubica en la parte baja del río
Domingodó. (Ver Mapa 7)
Se considera que los líderes que participaron en este trabajo, se cualificaron tanto
por los aportes que cada uno dió, como por su capacitación pues ganaron
elementos para analizar la problemática particular de una localidad dentro de una
situación regional. Además del ejercicio valioso de escribir informes y análisis
propios de la situación de las comunidades y las expectativas que frente al
desarrollo tienen ellos y las comunidades indígenas, teniendo en cuenta que
pertenecen a una tradición oral.
Informes
Los informes se elaboraron sobre las actividades programadas y realizadas, a
partir de las guías que fueron discutidas previamente por todo el equipo. Los
informes que se sustentan en este trabajo son los siguientes:
* Profesionales:
* Líderes Indígenas:
* Coordinador:
* Secretaría Técnica
Este trabajo fue muy importante, pues permitió que los miembros del equipo le
dedicaran mucho más tiempo del que estaba previsto al análisis y discusión de
cada zona.
En la última etapa del trabajo de campo, se realizó una reunión de todo el equipo
para analizar la información que se tenía y verificar las pautas metodológicas que
se habían propuesto.
Previamente a los espacios de análisis y discusión de cada zona se hizo una
reunión para entregar los informes de cada una, evaluar el trabajo realizado y fijar
los criterios de discusión de esa etapa del trabajo.
1. Revisión de las encuestas, censos, mapas e informes entregados por los líderes
indígenas, entre el equipo técnico y el líder de cada zona. Se realizaron reuniones
donde se hizo una revisión de este material, para que los informes de cada
profesional y los líderes indígenas se complementaran, se pudieran ver las
diferencias y hacer propuestas al respecto.
• Identificación de la problemática
• Análisis general
• Propuestas
3. Análisis de las zonas con todos los integrantes del equipo, en el que cada líder
indígena hizo una exposición general de la ubicación de la zona y posteriormente
cada profesional profundizaba desde su área de conocimiento. Igualmente se
trabajaron los mapas de cada zona, ubicando los espacios de uso y las áreas de
conflicto.
Esta etapa definió con más elementos la situación de las comunidades del Chocó,
su problemática, su situación organizativa y comenzó la elaboración de lo que
serían los objetivos, políticas y estrategias.
Una vez elaborado el documento final de “Lo que queremos y pensamos hacer en
nuestro territorio”, se realizó un encuentro regional con la participación de los
representantes de las comunidades indígenas del Chocó, con el fin de socializar el
trabajo final. Se llevó a cabo el trabajo en grupos conformados por delegados de
cada zona, donde se discutieron las propuestas sobre cada una de ellas y
posteriormente en plenarias se expusieron las generalidades del trabajo.
La entrega del trabajo se hace en una reunión donde los líderes indígenas hacen la
sustentación del mismo no sólo ante el Proyecto Biopacífico-Ministerio del
Medio Ambiente, sino también con la participación de otras entidades.
Primera Etapa
Segunda Etapa
Socialización de la información y
evaluación del proceso adelantado..................................7
Análisis del resultado del diagnóstico..............................7.8
Análisis del proceso y proyección
del Comité Ejecutivo y los programas.............................7.8
Tercera Etapa
Cuarta Etapa
Socialización de la propuesta y
devolución de resultados a las comunidades indígenas...............10
Entrega del plan de desarrollo al Proyecto
Biopacífico-Ministerio del Medio Ambiente y sustentación........10.11
3. PARTICIPACION
Para mirar las formas de participación de los pueblos indígenas del Chocó, se
debe partir de la identificación de los diferentes niveles que se dan, tanto al
interior de la comunidad como en su proceso organizativo. Situación esta que
debe ser respetada y reconocida por el gobierno antes que negarla por
conveniencia política.
Todo lo anterior está relacionado con los procesos de socialización, los cuales se
dan a partir del control social que los pueblos indígenas hacen a su interior, a
través de la autoridad tradicional, que en este momento a pesar de sus
mecanismos de resistencia están a punto de afectar estructuralmente su
organización interna, por lo que el Estado debe plantear una política de
participación que tenga en cuenta la diversidad cultural de los pueblos indígenas,
evitando caer en la homogenización legislativa de las autoridades y formas de
organización indígenas, desconociendo las diferentes instituciones que rigen en
los diversos pueblos, como ocurrió con el decreto que crea las asociaciones de
cabildo y de autoridades tradicionales.
Para dar respuesta a los problemas que afrontan las comunidades, se vió la
necesidad de plantear especializaciones en las labores, para lo cual se ha contado
con el apoyo de personas no indígenas.
Esta situación ha llegado por la presión que se ejerce sobre los indígenas para que
accedan a la negociación de sus recursos naturales y por la incomprensión de las
entidades estatales que creen que su papel es el de forzar a los pueblos indígenas
para que concerten los planes y programas que quieren ejecutar, con lo cual
vemos que en la toma de decisiones al interior de los territorios indígenas se están
perdiendo los niveles de garantía cultural y organizativa.
4. ZONIFICACION
REGIONES ZONAS
Esta gestión parte de una cosmovisión especial que tiene varios elementos que se
manejan dentro de la cotidianidad; los lugares sagrados como los cementerios
donde están sepultados los ancestros, el lugar de nacimiento identificado a partir
de la práctica de enterramiento del cordón umbilical y la placenta por parte de las
madres en las fincas, que da un elemento de posesión de las parcelas familiares; y
por último, el manejo de los jais o espíritus por parte del médico tradicional,
quien dispone de una población de jais en lugares inaccesibles del territorio como
abismos o montañas, para dar una apropiación comunitaria por parte de las
familias y que tiene que ver con el manejo del territorio por cuencas.
Región Agrícola
Región Minera
Esta región comprende la parte media del río Atrato, desde la microcuenca del
Neguá hasta la microcuenca del Bebará, la cual corresponde a la subzona del
Medio Atrato 2 y a la jurisdicción del municipio de Quibdó1 . Siendo
consecuentes con el criterio de unidad étnica, algunas comunidades ubicadas
geográficamente en la zona de la carretera (Motordó, Playa Alta y El Veintiuno),
fueron incluidas dentro de esta subdivisión. (Ver Mapa 4).
Los suelos se caracterizan por su baja fertilidad de bajo a muy bajos contenidos
de fósforo, nitrógeno y potasio; y una alta acidez acompañada de altos contenidos
de Aluminio intercambiable presentando grandes limitaciones para adelantar
actividades de producción agrícola y por ende de producción pecuaria. (I.G.A.C.,
1977).
En general, las comunidades indígenas de la zona del Medio Atrato siempre han
estado al margen de toda acción emprendida por el Estado. Por un lado, no hay
presencia de funcionarios del área de Salud y la proliferación de graves
enfermedades sigue causando grandes índices de mortalidad, especialmente
infantil; por otro lado, hay una ausencia generalizada de escuelas y maestros.
Esta región comprende el curso alto del río Baudó, la cuenca del río Bojayá y la
parte de la Costa Pacífica que corresponde a las microcuencas de los ríos Jurubidá
y Chorí, bajo la jurisdicción de los municipios de Alto Baudó, Bojayá y Nuquí,
respectivamente. Es de resaltar que el 85% del área del Parque Nacional Natural
de Utría hace parte de los resguardos del Alto Bojayá, Alto Baudó y Valle
Boroboro ubicados en esta región, lo que obligó a que la OREWA estableciera un
convenio con el INDERENA y la Fundación NATURA, para controlar las
actividades de investigación. (Ver Mapas 2 y 5).
Es en esta región del Departamento donde los indígenas aun conservan el sistema
de producción tradicional característico de la cultura Embera, basado en la
recolección de productos del bosque, la cacería de autosusbsistencia, la pesca
artesanal y la agricultura. Este sistema se ha podido conservar gracias a que el
ecosistema ofrece una gran riqueza en sus recursos. A su vez, este tipo de gestión
tradicional es el que ha garantizado la conservación de los recursos naturales y la
alta biodiversidad de la zona.
La riqueza de los recursos naturales en está región se debe a que tanto la fauna
como la flora, se han desarrollado en condiciones geográficas que hicieron
posibles una diversidad de ecosistemas y hábitats, que van desde el marino, los
manglares, las fuentes de agua dulce y el bosque húmedo tropical con grandes
particularidades en la vegetación especialmente del Alto del Buey2 , cuya
composición florística presenta elementos afines al bosque Alto Andino,
(Lellinger y de la Sota, 1978).
Región Maderera
Sus suelos se caracterizan por presentar un nivel de medio a alto de fertilidad, con
topografías planas, ricos en minerales fácilmente alterables lo cual quiere decir
que son disponibles para las plantas.
La consecuencia más grave de esta actividad es la alteración del bosque del cual
depende la supervivencia de las comunidades nativas de la zona. Su efecto se
hace más crítico, cuando la tala rasa abre frentes de colonización con el
respectivo avance de la potrerización y deterioro del ecosistema en sus
componentes florísticos, faunísticos, hídricos y edafológicos; al mismo tiempo
desplazamiento de las comunidades nativas hacia la cabecera de los ríos, siendo
éstos los únicos lugares donde el bosque aun se conserva medianamente estable.
A diferencia del resto del Departamento, esta es una zona donde tanto la OREWA
como algunas entidades estatales han hecho presencia, a través de diversos
programas y proyectos que hasta ahora no han arrojado los beneficios esperados.
En esta parte se recogen las discusiones y análisis de los líderes indígenas sobre el
desarrollo y su concepción.
Estamos seguros de que si se mantienen con vida los espíritus que conforman
nuestros mundos, el territorio y todo lo que sostiene la naturaleza, brinda
permanencia a nuestros procesos de socialización, a la lengua materna que
dinamiza nuestra simbología y significación, a la seguridad alimentaria, a la salud
cuya base primordial es el médico tradicional y al equilibrio de los ecosistemas
que garantiza la prevención de enfermedades, a la conservación y uso adecuado
del bosque, donde existen nuestros lugares sagrados con su connotación religiosa
y filosófica. La productividad de nuestros trabajos, los acontecimientos
cotidianos forjados por los mitos y ritos que impregnan la vida da sentido
profundo desde valores de solidaridad, unidad y respeto. Todo esto que
representa la tranquilidad de nuestras comunidades, entonces eso es el desarrollo
porque es eso lo que nos da bienestar.
Somos concientes que no sólo nosotros habitamos este mundo sino que nos
relacionamos con otras culturas, como la “occidental”, a la cual creemos que
podemos ofrecerles una experiencia histórica que les aporte en la búsqueda y el
encuentro de un sentido de vida, cuyo centro sea la armonía, la convivencia y la
paz y no la sobrevivencia en una sociedad de violencia e injusticia.
Asi mismo como a nuestras vidas han llegado de manera impuesta situaciones,
valores y elementos ajenos, que todavía no terminamos de comprender y que han
puesto en peligro nuestra armonía introduciendo nuevos problemas, creemos que
podemos y necesitamos aprender de los no indígenas el significado de esos
elementos, para que podamos transformar y resolverlos y también enriquecernos
de las experiencias, conceptos y conocimientos que les han brindado bienestar,
pero eso sí, cirniéndolas de manera conciente, esclareciendo la calidad de sus
aportes, para poder decidir acogerlas desde nuestra lógica, de manera que redunde
en un beneficio real a nuestros pueblos.
Por lo anterior decimos que el desarrollo para nuestros pueblos se labra desde
nuestra forma de ver el mundo y de vivir, desde nuestras concepciones sobre el
bienestar y no desde las personas que vienen de lugares ajenos a nuestra realidad
a imponernos un pensamiento que desconoce e irrespeta el nuestro, ha llenar de
cruces y “pecados” nuestras vidas, personas que nos inyectan la lógica
maniqueista del bien y del mal; personas que vienen a engañarnos para robarnos
el conocimiento tratándolo como objeto de lucro, que no les interesa dimensionar
las consecuencias nefastas que tiene para nosotros de manera directa y para ellos
de manera indirecta, sus actos de explotación y arrazamiento del bosque y los
ecosistemas.
La experiencia nos enseña que estas personas tratan de aniquilar todo lo que no
actúa como ellas o todo lo que no hace lo que ellas quieren, eso nos muestran sus.
Por ello el desarrollo en nuestras comunidades desde que llegó el no indígena
implica que haya igualdad de derechos a partir del respeto a la diferencia, que se
traduce en el respeto a la vida.
Por ello las transformaciones culturales que queremos tener, son las que esten
basadas en estas normas que entretegen nuestros orígenes, todas sistémicamente
relacionadas, desde el eje fundamental de cuidar la naturaleza para el bienestar de
nuestra propia vida.
Los factores antes mencionados han logrado que nuestra fortaleza cultural se vea
debilitada, provocando que se rompa el sentido de relación con la naturaleza; se
explote la madera; se introduce el monocultivo y se viva del jornaleo en otras
poblaciones o departamentos; se deje a un lado la lengua materna, con
consecuencias noscivas para la unidad familiar y la convivencia comunitaria. La
interiorización, por parte de nuestras comunidades, de un modelo de desarrollo
que niega la concepción de lo propio, generando con ello relaciones de poder
cuyos intereses fluctúan entre el dominio político y el económico, instaurando
valores individualistas.
A pesar de la dosis de negación que nos han inyectado, aún no logran nuestra
muerte cultural. Aunque la crisis nos convierta también en sujetos de destrucción
propia todavía no hemos perdido totalmente nuestra fuerza, ni las relaciones de
solidaridad y comunidad que nos dan solidez cultural; aún conservamos el
concepto propio de bienestar.
No nos hemos cruzado de brazos ante esta difícil problemática y por ello es un
gran logro la unidad alcanzada dentro del proceso organizativo de la OREWA. Se
ha dado un escate de nuestra valoración como indígenas, si profundizamos en el
significado de la sigla podemos dimensionar que se trata de la lucha por preservar
la solidaridad del ser humano, ya que Embera, Wounaan y Tule significan cada
uno en su lengua: gente.
En este sentido nuestra lucha consiste en revindicar el proyecto de vida que tienen
los pueblos indígenas. Proyecto que se forja, se labra, se teje, en la relación que
establecemos con los animales, las plantas y en general la selva.
Por ello lo que pensamos y queremos hacer en nuestro territorio no puede
concebirse, partir o definirse desde el gobierno, sino desde la cosmovisión propia
de cada étnia en donde el pasado se actualiza permanentemente y el origen orienta
el futuro; incluyendo no solo sus problemas sino también sus potencialidades y
fortalezas.
6. DIAGNOSTICO
Lo anterior está presente en las descripciones que hacen del país los estudios
sobre los recursos naturales, en las investigaciones históricas y antropológicas
sobre su población, así como en el manejo y atención del Estado para con las
regiones del país. Existe gran cantidad de información que puede sustentar y
evidenciar la tesis inicialmente enunciada, (PLADEICOP, 1983) y así se puede
constatar a lo largo del diagnóstico que se presenta en este documento.
6.1.1 Localización
La región objeto del Plan de Desarrollo Integral para las Comunidades Indígenas
del Chocó, comprende un territorio demarcado por una división política de 21
municipios que son: Juradó, Bahía Solano, Nuquí, Bajo Baudó (Pizarro), Alto
Baudó (Pié de Pató), Tadó, Istmina, Condoto, Nóvita, Sipí, Acandí, Litoral del
San Juan, Riosucio, Unguía, Cantón de San Pablo, San José del Palmar, Bojayá
(Bellavista), Lloró, Carmen de Atrato y Quibdó como su capital. (Ver Mapa 1 y
9).
Los límites departamentales son: el mar Caribe (65 km.), el océano Pacífico (350
km.), el Valle del Cauca (278), el departamento de Antioquia (570) y el
departamento de Risaralda (100 km.).
Geología
Cuaternario: ocupa las parte bajas del territorio chocoano correspondientes a los
valles de los ríos Atrato, San Juan y sus afluentes, a la costa pacífica y a pequeñas
planicies y abanicos aluviales y terrazas. En este periodo se formaron los
aluviones de oro y platino.
Oro: se explota actualmente en las cuencas del Alto San Juan (Municipios de
Tadó, Condoto, Itsmina), Medio San Juan (Municipio Sipí y Nóvita) y Alto
Atrato (Bagadó, LLoró, Quibdó).Se explota fundamentalmente en yacimientos
aluviales.
Platino: explotado en menor proporción en la cuenca Alta y Media del río San
Juan.
Geomorfología
• Playas y Barras Marinas: se refiere a las playas y barras marinas originadas por
la actividad sedimentaria del mar. Generalmente son de color oscuro,
posiblemente como resultado de la influencia de las diabasas y basaltos que
bordean la costa. I.G.A.C.(1980).
• Marismas y Lagunas. Los primeros hacen referencia a los ecosistemas que
predominan en las desembocaduras de los ríos en el mar, donde se desarrolla la
vegetación de manglar. I.G.A.C.(1980).
Las lagunas se forman detrás de las playas y barras marinas como cuerpos
separados, o solo parcialmente conectados con el mar.
Incluye todas las formas originadas por procesos de sedimentación aluvial entre
las que se destacan:
• Complejo de Orillales: son originados por las corrientes de agua que bañan el
departamento y hacen referencia a los complejos de islas, orillas y diques
naturales, compuestos por aluviones recientes y actuales depositados en
distintos periodos de desbordamientos y sujetos a continuas inundaciones,
(I.G.A.C., 1977).
Colinas
Cordilleras
Suelos
Dentro de las formaciones aluviales, los diques presentan suelos con un horizonte
superficial de 10 a 15 cm. de espesor, con textura media y gruesa que descansa
sobre secuencias de capas con textura franco-limosa. Los bajos o cubetas
(basines), presentan capas superficiales con residuos orgánicos de unos 20 cm. de
espesor que descasan sobre capas de textura arcillosa; permanecen durante la
mayor parte del año bajo una lámina de agua de 5 a 10 cm. como consecuencia
del desbordamiento de los ríos. Son suelos moderadamente ácidos, bajos en
fósforo, potasio y saturación de bases; útiles básicamente para agricultura de
subsistencia, mejorables con sistemas de drenaje (I.G.A.C. y CODECHOCO,
1989).
Hidrología
El sistema hidrológico del departamento del Chocó esta conformado por cuatro
grandes cuencas principales:
Se extiende desde el límite con Panamá, al norte, hasta la desembocadura del río
San Juan, en el sur. La divisoria de aguas la constituye la Serranía del Baudó. En
esta serranía nacen los ríos Juradó, Partadó y Jampavadó, que desembocan en la
barra litoral. El río más grande de esta parte es el Valle con una longitud de 25
Km., se encuentran además otros ríos cortos como Jurubidá, Nuquí, Virudó,
Catripe, Purricha y Pilisa, (Lobo-Guerrero, 1993).
Río Atrato
Este río nace en los Farallones de Citará sobre la Cordillera Occidental, a una
altura aproximada de 3.000 m.s.n.m. Desde su nacimiento hasta el corregimiento
de Yuto su curso sigue una dirección NO, para continuar después su dirección
SN. Es navegable desde le municipio de Lloró hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico, en el golfo de Urabá.
Cobija las hoyas de los ríos San Juan y Baudó. El primero se extiende 180 Km.
con dirección SW - NE, al occidente de la Cordillera Occidental con un ancho de
unos 80 Km.
En su curso bajo conforma el límite entre los departamentos de Chocó y Valle del
Cauca. Recibe numerosos afluentes, siendo algunos de ellos los ríos Iró, Condoto,
Tamaná, Sipí, Cucurrupí, Copomá, Munguidó y Calima. El caudal total del río es
de 2.721 m³/seg, según INGETEC (1978), citado por Lobo-Guerrero, (1993).
El delta del río San Juan abarca una extensión de 700 Km² y presenta varias
bocas entre ellas, Togoromá, Charambirá, Chavica y San Juan, según Lobo-
guerrero (1993).
La hoya del río Baudó abarca un área de 5.400 Km². Se extiende con dirección
SW-NE, hasta NS. La escorrentía total que llega al mar por este río ha sido
cuantificada en 706 m³/ seg, según Mejía y Perry (1984), citados por Lobo-
Guerrero (1993).
Climatología
Algunos de los factores que más influyen en esta característica son, los procesos
convectivos, térmicos, dinámicos; los ascensos y descensos de aire, que guardan
una relación directa con la Zona de Confluencia Intertropical; los movimientos
horizontales y verticales del aire, determinados por causas locales y
condicionados por la configuración del relieve, la vegetación y la relación tierra-
agua, básicamente.
Los diferentes ascensos de aire originados por las múltiples causas o factores
climáticos que se presentan en las cuencas de los ríos Baudó, San Juan y Atrato,
exceptuando las subcuencas limítrofes con el mar caribe, se unen para producir
lluvias intensas y frecuentes, llegándose a presentar promedios anuales superiores
a los 10.000 mm., tales como: LLoró 12717 m.m., Tutunendo 11394 m.m. y
Quibdó con 10749 m.m., (Núñez y Lowry, citados por Eslava, 1993)
La temperatura media en la región del Chocó es de 26.3 °C. Los valores más
bajos se presentan en las épocas más lluviosas. Las mayores variaciones ocurren
en los días de los meses menos lluviosos. Los valores más altos de temperatura
registrados en el departamento se han presentado en La Teresita con 38.8 °C; el
aeropuerto el Caraño con 38.0 °C y Noanamá con 39.8 °C, (Eslava,1993).
Los valores de humedad relativa media más altos o cercanos al 100% se presentan
desde las 20:00 hasta las 6:00 hora local; los intermedios en las primeras horas de
la mañana y los más bajos en las horas del medio día y comienzo de la tarde,
(Eslava, 1993).
Los valores medios de velocidad del viento, generalmente muy bajos (1.5m/seg),
presentan una distribución muy coincidente con el desplazamiento del Frente de
Convergencia Intertropical. Los máximos relativos se presentan en abril-mayo y
noviembre-diciembre. Predomina en la superficie la presencia de vientos locales
(brisas de mar, tierra, valle-montaña-valle). (HIMAT, 1987).
Biodiversidad
Con el fin de obtener las herramientas necesarias para lograr estos objetivos, los
estudios de composición y distribución de los seres vivos, no se deben limitar a
los datos actuales que ofrece la Naturaleza; sino además, se debe remontar a la
reconstrucción de procesos históricos que pueden determinarse a través de
evidencias geológicas, paleogeográficas, paleosedimentológicas,
3
El vocablo endémico hace referencia a una especie que sólo habita en un lugar determinado. El grado de
endemismo que es el rango geográfico al cual está limitada la especie para vivir, puede ser de dos tipos:
Endemismo restringido o localizado cuando las especies cubren rangos de menos de 50000 Km². ( Terborgh y
Winter, 1983); y Endemismo expandido aquel en donde el hábitat de la especie supera los 50000 Km².
Estos bosques son excepcionalmente ricos en endemismos tanto en su flora como
en su fauna. Con respecto al Reino Vegetal se considera que del 20 a 25% de las
especies no se encuentran en ningún lugar sobre la tierra y se sugiere que cada
uno de los bosques de niebla semiaislados, ubicados a lo largo de las laderas
andinas de la región, pueden tener un significativo número de especies
endémicas, (Gentry, 1993). Con respecto al Reino Animal también hay un gran
número de especies endémicas, especialmente en la Serranía del Darién y del
Baudó.
Se calcula que deben existir un poco más de 5000 especies vegetales que
pertenecen a más de 1400 géneros y a unas 270 familias en las ocho zonas de vida
del departamento del Chocó. Dentro de esta jerarquía taxonómica de Familia
sobresalen los Helechos, Orquídeas, Rubiaceae, Mimosaceae, Caesalpinaceae,
Fabaceae, Araceae, Melastomataceae, Piperaceae, Compositae y Gesneriaceae.
Dentro los géneros los más abundantes son Piper (79 sp), Psychotria (71 sp),
Miconia (55 sp), Anthurium (53 sp), Peperomia (48 sp), Thelypteris (45 sp),
Maxillaria (38 sp), Cavendishia (34 sp), Solanum (32 sp), entre otras. (Gentry,
1993).
Toda esta variedad fue producto de un proceso evolutivo que comenzó con el
levantamiento de las cordilleras Central y Oriental, lo cual produjo una dispersión
de la flora existente en los territorios previamente emergidos, como la Amazonía
y la zona Andina. En los flancos externos de las cordilleras se originaron
microclimas, donde se producía alta condensación y lluvia orogénica; lo cual
permitió la sobrevivencia de los elementos de la selva húmeda durante los
períodos secos y en mejores condiciones, debido a que la humedad en estos
lugares era mayor que la de la propia Amazonía.
- Selva costanera baja desde el nivel del mar, hasta los 200 m. de altitud.
Fauna
Después de los murciélagos, los roedores (Orden Rodentia) son el segundo grupo
taxonómico de mamíferos más diverso con 28 especies, que representa el 19% del
total de las especies de mamíferos presentes en Colombia.
4
Con respecto a la avifauna, Colombia posee el primer puesto a nivel mundial en cuanto al número de especies.
6
El 65% del total de la madera utilizada en el país es sacada de los bosques del Chocó
seguir abasteciendo esta descomunal demanda de madera, los recursos forestales
del departamento se habrán agotado en un lapso de sólo 15 años. (Casas, 1994).
Los recursos hídricos se han visto afectados por la tala en las cabeceras, lo que ha
ocasionado un disminución del cauce y una contaminación por los químicos y los
desechos propios de la actividad forestal. Por otro lado, la actividad minera ha
causado la sedimentación y aumento de envenenamiento de los cuerpos de agua.
Todo lo anterior ha provocado un desequilibrio en las condiciones biofísicas que
exige la fauna y la flora de estos ecosistemas, para mantenerse estables y poder
cumplir con su función en el medio.
Demografía
La situación de salud del departamento es una de las más críticas del país. Se
caracterizada por la alta incidencia de enfermedades infecciosas que acompañan a
la pobreza, la desnutrición y la falta de higiene ambiental, debido
fundamentalmente a los cambios en la dieta alimenticia por la pérdida de algunas
prácticas tradicionales de producción. Este perfil de salud conlleva tasas muy
elevadas de natalidad, acompañadas de altas tasas de mortalidad general. La
interpretación de los indicadores de salud expresa la inadecuada condición
sanitaria de sus habitantes, por ello la tasa de mortalidad infantil se encuentra
entre las más altas, no solo a nivel nacional sino mundial.
La atención estatal se caracteriza por una baja cobertura que no llega al 40% de la
población, debido a la escasa presencia institucional, la falta de cooordinación
interinstitucional, la escasa capacitación de los recursos humanos, lo obsoleto de
los recursos físicos y la no existencia de un modelo de atención en salud que
responda a la estructura epidemiológica predominante y a la diversidad étnico-
cultural de la región.
Sin embargo, la relación que las etnias del Chocó han construído con el territorio,
es una realidad cultural que se ha venido transformando históricamente, debido a
complejos procesos de colonización por parte de otros grupos sociales, que han
dado paso a formas de relación etnocéntricas en lo ideológico, centralistas en lo
político y extractivistas en lo económico. El resultado de estas interrelaciones ha
sido el surgimiento de no pocos factores de crisis social, cultural y territorial.
El conjunto de todos los factores descritos han llevado a ver al Chocó como una
zona de frontera, a la cual se le deben diseñar los planes y programas de
desarrollo con la “cooperación” del capital extranjero, al cual sin dudarlo la
sociedad y el gobierno colombianos le han cedido parte del territorio chocoano,
con sus recursos naturales y su diversidad cultural sin recibir nada a cambio de
ello, ya que se ha llegado a creer que así se está emprendiendo una gran empresa
civilizadora, la cual crea fuentes de empleo y genera desarrollo.
Sin embargo, este reconocimiento está mediado por una gama de intereses y
fuerzas que impiden la consolidación de un verdadero proyecto de desarrollo para
la región, negando derechos o disfrazando sus realidades culturales y sociales.
Según Vargas (1984), las cuencas altas de los ríos Atrato, San Juan y los afluentes
orientales del bajo Baudó, se constituían en los límites naturales del territorio
ocupado por los Emberá a principio del siglo XVII. Es así como el río Atrato
desde su curso medio hasta sus cabeceras, junto con sus afluentes orientales, y
desde el medio San Juan hacia el occidente incluyendo las cabeceras del mismo,
con sus afluentes Tatamá y Sima, se encontraban poblados por gentes de “sólo
lengua Chocó”. Los Emberá en ambas cuencas ocupaban los lugares más
apropiados para la producción agrícola.
Con respecto a los Katío, éstos se encontraban distribuídos desde el páramo del
Paramillo (3500 m.s.n.m.) hasta el Valle del Cauca (500 m.s.n.m.), por lo que
disponían de gran variedad de climas y diversidad de cultivos. Aunque existían
diferentes grupos Katíos, fueron recogidos todos bajo este mismo nombre,
debido a que hablaban la misma lengua.
Para finales del siglo XVI y principios del XVII, cien años después de la invasión
de Colón a las islas de los Caribe o gente fuerte, el río Atrato era independiente
del imperio español. No obstante los territorios de los Chocó (Embera y
Wounaan) y Cuna, estaban rodeados por áreas de frontera militar, conformadas a
partir de la influencia de las ciudades cristianas vecinas. (Vargas, 1990).
Con la primera colonia, Santa María la Antigua, fundada por Balboa en el Darién,
se inicia para las sociedades nativas de la región, la reacción a las políticas de
exterminio, pacificación, civilización e integración al sistema mercantilista
internacional, propugnado por los colonos cristianos europeos. En 1513 esta
población albergaba 515 vecinos y 1500 indios esclavos, con cien bohíos
construídos. Hacia 1524 la ciudad fue incendiada por las comunidades indígenas
del Darién. (Vargas, 1990).
Los Katío o Carautas fueron en gran parte integrados a las encomiendas de Santa
Fé de Antioquia. Estos grupos tenían una organización alrededor del cacique al
que pagaban tributo, después de la primera época de la guerra, los líderes
principales son asesinados y las sociedades más centralizadas entran en un
proceso de desintegración; después de dicho aniquilamiento, los españoles
eligieron a los caciques entre la gente más “ladina” y cristiana. Las haciendas de
estilo español que se empezaron a construir, fundadas aprovechando el trabajo
del pueblo Katío eran básicamente ganaderas.
A través del sometimiento por parte de la autoridad civil y eclesiástica, así como
la sobreexplotación, las nuevas enfermedades, la desintegración étnica y familiar
y las continuas luchas de resistencia, redujeron de manera significativa el número
de pobladores precolombinos. (Rueda, 1993).
EPOCA TRANSFORMACIONES
Familia S. Un solo territorio Embera dividido en tres
Lingüística XVI provincias, con una organización social
Chocó: dispersa, sólo nucleados en caso de guerras.
-Tatamá Se agrupaban al rededor de un líder por
-Citará cuenca o un jefe militar.
-Cirambirá
-(Wounaan)
Frente a los Chamí los datos son más imprecisos, sólo se tiene claridad de sus
asentamientos sobre la carretera Quibdó-Medellín, donde su población se
aproxima a los 370 indígenas y de unos asentamientos en lo límites del Chocó
con el Valle, por el cañon del Garrapatas..
Los Wounaan están localizados hacia la cuenca del San Juan (Municipios de
Itsmina y Litoral del San Juan) con algunas comunidades en Buenaventura. Hacia
el Municipio del Bajo Baudó se localiza la Serranía Wounaan y otros
asentamientos de gran importancia por su gran arraigo cultural, sobre ríos de
curso corto que desembocan al Océano Pacífico. Se presentan algunas
7
DANE. Censo indígena, 1994.
comunidades dispersas en el departamento registradas en la Tabla 2. Algunas
comunidades se ubican en el Darién panameño. La población Wounaan asciende
aproximadamente a los 6500 indígenas.
Los Wounaan
Algunas versiones sobre la procedencia de los Wounaan, dan cuenta que llegan al
Chocó continental procedentes de la isla de Gorgona en el Océano Pacífico
(Vargas, 1993). Los Wounaan explican su procedencia a través de su tradición
oral, contando que Êwandam (su Dios Mitológico) los creó en un lugar de la
playa de Charambirá, en el delta del río San Juan y otros afirman que fue en
Pizarro. Así como también relatan sus procesos de poblamiento y los múltiples
enfrentamientos con los Tule (Cuna) por el territorio, con quienes se enfrentaron
en el Río Bebedó, en Cajón, en Sivirú, en Remolino y en la quebrada Guiniguini
.
“Ewandama antiguamente se les aparecía a los hombres y les decía lo qué debían
hacer, qué trabajo debían realizar. Cuando iban a hacerlo, el trabajo ya estaba
adelantado, por Êwandam. Las mujeres no tenían dolor en el parto, pero se
aburrieron de eso y Êwandam les puso sus partos con harto dolor”. (Piraza, 1995).
Los Wounaan tienen una forma especial de adorar a Êwandam, por medio de una
ceremonia colectiva llamada rogativas que dura varios días, por medio de cual
invocan su intervención para evitar enfermedades o fenómenos naturales, para
pedir protección de los males que aquejan a la comunidad, que las siembras
salgan bien y haya alimentos para toda la población, en especial los Wounaan y
para que el fin del mundo se postergue. En ella se emplea una canoa pequeña, de
madera similar al balso llamada T`aik K`ierr, es acompañada musicalmente por
los niños, con una especie de Capador denominado Tokemia. Esta celebración
cada vez se practica menos y se encuentra en vías de desaparición.
Los Wounaan, como otros pueblos indígenas, han asumido como estrategia
cultural la prohibición, formalizada a través de sus visiones sobre el bién y el mal,
de establecer relaciones de pareja con personas de otras culturas, aunque como se
ha dicho los del Bajo San Juan mantienen un estrecho contacto con los Eperara
Siapidara del sur del Pacífico.
Los Wounaan se caracterizan por ser un pueblo con un sentido religioso muy
fuerte y tener una concepción de la terminación del mundo en forma de desastres
naturales y por ello han sido víctimas de sectas y personas que se han
aprovechado de ellos, generando conflictos al interior de las comunidades,
dispersión organizativa y pérdida de costumbres y tradiciones, que han cambiado
por nuevos rituales y ceremonias impuestos por estas sectas y personas.
Se hace necesario comentar que a pesar de los cambios culturales los Wounaan
han ofrecido gran resistencia, la cual les ha hecho posible que sean uno de los
pocos pueblos indígenas del Chocó que conservan el dominio sobre las orillas de
un río importante, objeto de codicia por parte de los españoles, ingleses y
norteamericanos a lo largo de la historia: el río San Juan.
Los Embera
Sus mitos de origen dan cuenta de su creación en las playas del Baudó de donde
iniciaron su recorrido.
Los Embera Dóvida se encuentran ubicados en la parte más alta de los afluentes
del río Baudó, Atrato y en la Costa Pacífica que va desde la parte norte en el
límite con Panamá hasta el sur con el Municipio del Bajo Baudó. Así como desde
el occidente con el oceano Pacífico hasta el oriente con los departamentos de
Antioquia y Risaralda.
A pesar de que han sido culturalmente muy avasallados, principalmente por los
procesos de evangelización de la religión católica, a través de la educación
contratada, conservan su propia religión, aunque en algunas comunidades no se
practican fiestas religiosas propias, ello se puede ver con mayor intensidad donde
ha habido internados orientados por la iglesia católica. (Ver Figura 6).
La labranza de canoas es una de las artes de los Embera, que se aprende desde
niño. Este trabajo requiere un proceso de aprendizaje en donde el aprendiz va
aprendiendo a través de un maestro, que generalmente es su padre. La labranza
hace parte de las responsabilidades que va a tener cuando se independiza del
hogar paterno.
Embera Eyávida:
Como se ha dicho al interior de los Embera se distinguen por el medio en que
viven, los de montaña son los Katío y Chamí
Los Katío
Los Katíos actuales viven unidos en caseríos. Sus casas están hechas con techo de
guadua y lámina de zinc. Las paredes interiores son combinadas, unas de madera
y otras de guadua.
Este es uno de los pueblos más influenciados por la iglesia católica, debido al
proceso de evangelización.
La base del mundo Katío gira en torno a la palabra, los encargados de dar la
palabra son los Mayoría y los Tabarau. Ellos son los responsables de que este
mundo se siga manteniendo, son los encargados tácitamente por parte de la
comunidad, de entregar la palabra en representación suya, por esto, cuando hay
una reunión dentro o fuera del territorio, se enviará a las personas con mejor
capacidad de entregar palabra, quienes tienen el conocimiento que se logra
mediante la experiencia. Son ellos, los encargados de llevar la palabra de todo el
grupo humano. (Murcia, 1993).
Así explican los indígenas Katíos su forma de vida y visión del mundo:
“Para poder juntarnos con una mujer, primero hay que reunirse con toda la
familia de la mujer (tíos, primos, hermanos, papá y mamá). Si quieren entregarla,
lo hace alguno de ellos. Si alguno se niega, no la entregan durante uno o dos
meses. En ese tiempo, el hombre que la pide debe trabajar muy duro, para
volverse luego a reunir con la familia de la mujer y demostrarles que sí puede
mantenerla. Cuando se celebra el matrimonio, hay fiesta grande donde se toma
chicha y se invita a toda la familia y los compadres. En la fiesta, la mujer primero
tiene que bailar con hombre trabajador y honesto.
Para el trabajo agrícola, se hacen mingas por familia, en las que participan
también las mujeres. Se van rotando los trabajos de terreno en terreno..
Los Chamí
Existe la discusión, entre los academicos, de si los Chamí deben ser considerados
como parte del extenso pueblo Embera o como un pueblo aparte. Lo que es
importante es que ellos mismos se consideran al igual que los katíos como
Embera de montaña. Su vocación actual es la horticultura con actividades
paralelas de caza y recolección. Son un grupo con alta capacidad de migración
por ello se ven grupos Chamí en del Cañón del Garrapatas, Valle, y en Caquetá.
Estas migraciones fundamentalmente se deben a procesos de conflictos internos
que se dan y que traen como consecuencia que el grupo de famílias que se sienta
derrotada o discriminada se separe del grupo original y pase a ocupar un nuevo
territorio y a fundar una nueva comunidad. Por ello, son considerados como el
pueblo indígena con mayor dispersión territorial en Colombia pero con menor
densidad poblacional sobre los territorios que ocupa.
Se definen como los hombres del Chóco, que es una vasija de barro que
acompaña los ritos de jovenciada y fija la pertenencia al grupo. Representa las
fuerzas de la naturaleza por el maíz y la actividad humana de la mascada.
Para el Chamí, el maíz era el alimento de los seres que habitan el mundo
subterráneo y de los espíritus que fue robado por los hombres, por eso los Chóco
poseen forma humana que simboliza a los primeros ancestros Chamí.
En ellos se puede ver los sistemas de reciprocidad entre familias que viven en
diferentes pisos térmicos. Son famosos al igual que los Katíos por el veneno que
utilizan y que sacan de la rana llamada nia´ara, que es pequeña y se encuentra en
la cabecera de las quebradas. (Perafán, 1996)
Es necesario resaltar que los elementos que cohesionan a los pueblos indígenas
de la región son por un lado la lengua, su relación mágico-religiosa con los
espíritus de la naturaleza y su relación con el territorio.
Igualmente es importante anotar que, tanto los Embera Dóvida como los Eyávida,
emplean la pintura facial y corporal como una de las manifestaciones más
importantes de su cultura; representa y comunica actitudes sociales que se
generan a partir del individuo hacia la colectividad y viceversa. Es a través de la
pintura que el indígena es reconocido y es la forma como expresa sus estados y
ciclos vitales. Mediante ella comunica su cambio de niño a adulto y que está en
capacidad cultural de formar una familia.(Ulloa, 1992).
Los Tule
Los Cuna son afamados constructores de botes, para los cuales utilizan el
caracolí, ceiba blanca, cedro, etc., especies asociadas a criterios de calidad y
navegabilidad.
Su cosmovisión está dada por la organización del mundo en doce capas, cada una
de las cuales funciona según los preceptos del creador de los Cuna Ibelel. En
cada capa se encuentra un Kalu, lugar descrito como un edificio habitado por las
plantas y animales que le sirven a los Tule.
Para los Cuna todos los seres vivos y no vivos tienen un alma, Purba, responsable
de su esencia y comportamiento. Los intermediarios con ese mundo sobrenatural
son los Inatuledi, Nele y Absogedi, guías espirituales del pueblo Cuna; los
primeros curan enfermedades; los segundos son los más sabios y ven lo
sobrenatural; los últimos curan las epidemias (Morales 1992).
Motivados por los cambios culturales los conflictos internos son cada día más
fuertes, se ha pasado del chisme y pequeñas peleas, a la muerte de Jaibanas,
lesiones personales graves y hurtos dentro de ellos; los casos de maleficio y
jaibanismo se acrecentaron. Esto unido a las formas de resolución ha conllevado a
que poco a poco en las comunidades indígenas se presenten confusiones respecto
a quien ejerce la Autoridad, pues al tener relaciones familiares directas con los
involucrados en problemas graves, tanto el Cabildo como las Autoridades
Tradicionales, se opto por defender a su familiar, sin darle salida a los problemas
y en algunos casos agudizandolos más.
Por estas razones, podemos ver que en algunas zonas prima más el dominio de la
autoridad tradicional y en otras el Cabildo, pero también se tiene que reconocer
que han surgido nuevos factores de poder en las comunidades como los maestros,
los promotores de salud, los líderes, los bachilleres, las personas que se han
integrado al comercio de los recursos naturales y han logrado acumular pequeños
recursos, que inciden en las decisiones al interior de la comunidad.
Conocimiento Tradicional
Es así como entre los Embera: “...se tiene un maestro muy identificado dentro de
la historia del aprendizaje, sobre medicina tradicional y es el Pâcôrê, quien ha
sido considerado como el dueño de la selva y el dueño de los conocimientos sobre
la medicina. Este personaje mítico, fue el primero en enseñar sobre el manejo de
las plantas, raíces y árboles medicinales a los Embera, de igual manera sobre el
manejo de los jai, de manera que combinando el manejo de estos, el Embera
realiza actividades curativas.
Justicia Indígena
Es una propuesta de trabajo que se viene desarrollando desde 1989 para definir
nuevas reglas de convivencia entre los indígenas, a partir de los conceptos básicos
de autoridad tradicional y espiritual que aún se conservan. Se trata de desarrollar
el derecho interno, de recrear los espacios y niveles de autoridad teniendo en
cuenta las nuevas realidades. Por ello, el fundamento de este trabajo es el
Fortalecimiento organizativo y cultural de las comunidades indígenas del Chocó.
Otro aspecto que hay que destacar es la sistematización que se hiciera de los
conflictos para proponer una clasificación de delitos teniendo en cuenta las
particularidades de la región, por ello en la actualidad tenemos tres grandes
bloques: Delitos Sociales, Culturales, Tierras y recursos naturales.
Educación
Con los cambios sufridos en el aparato estatal y con la conformación del Instituto
Indigenista Interamericano se propuso a mediados del presente siglo un nuevo
modelo educativo basado en el bilingüismo y la biculturalidad, cuyo
planteamiento fundamental fue la aceptación de la lengua materna, pero
priorizando el uso del español.
Cabe destacar, que entre los indígenas chocoanos hay tres actitudes y posiciones
frente a la escuela. La primera que es bastante generalizada y que está causando
un gran rompimiento de la identidad propia, consiste en aceptarla tal como viene
de la sociedad occidental. Los que apoyan esta posición argumentan que es
necesario saber leer y escribir, aprender español para poder comunicarse con
negros y paisas. pero sobretodo para poder desarrollarse. Se critica a los
maestros que enseñan en lengua materna; cuando dejan que los niños jueguen y
cuando trabajan elementos propios de la cultura, porque se considera que son
cosas que ya se saben y que los niños las vean en la escuela equivale a perder el
tiempo.
Se encuentra como obstáculo el ritmo en que se dan las capacitaciones que está en
contradicción con los ritmos de aprendizaje de las comunidades, sobretodo
cuando se trata de elementos, contenidos, formas nuevas y lógicas diferentes.
Los maestros indígenas son personas que ejercen su labor docente en las
comunidades. Algunos son bachilleres pedagógicos, pero la mayoría apenas
cuenta con algún grado de primaria. Su capacitación ha estado a cargo de la
Experiencia Educativa, a través de cursos de nivelación académica y
profesionalización como docentes, además de algunos cursos específicos de
pedagogía y lingüística, por ejemplo.
De los cuarenta promotores indígenas que hay la mitad han sido capacitados por
esfuerzo de la OREWA, algunos son oficiales, pagados por los municipios o la
seccional de salud y los demás tienen el carácter de voluntarios.
Territorio
Es así como los indígenas del Chocó, a partir de sus diferencias que han poblado
los territorios que hoy habitan y de sus elementos culturales que desarrollan su
proceso de distribución en ríos y quebradas.
Esta forma de ordenamiento territorial que han desarrollado los indígenas en estos
territorios, es una de los aspectos que les ha permitido resistir y adaptarse a las
duras condiciones de vida a las que se han visto sometidos.
Los procesos económicos extractivos que poco a poco se han ido afianzando en la
región, han venido causando rompimientos a este sistema de apropiación
territorial, generando conflictos con otros grupos étnicos y sociales. Y creando
fisuras a sus formas tradicionales de manejo.
Así mismo, la Ley 160 de 1994, en sus artículos 60, inciso final, y 85, parágrafos
5º y 6º, establece el derecho que tienen las comunidades indígenas a que el
INCORA constituya resguardos de tierras en beneficio de ellas, sobre los baldíos
donde se encuentren asentadas o que constituyan el hábitat de las mismas, sobre
las reservas indígenas y sobre los territorios tradicionales utilizados por los
pueblos indígenas nómadas o seminómadas o agricultores itinerantes, para la
caza, recolección y horticultura, que se hallaren ubicados en zonas de reserva
forestal a la fecha de vigencia de dicha Ley. Derechos que se encuentran
desarrollados en el Decreto No 2164 del 7 de Diciembre de 1995.
Debido a las condiciones particulares del suelo y a los sitios a los que les ha
tocado desplazarce para sobrevivir fisicamente la mayoría de los territorios
reconocidos por el gobierno bajo la figura de resguardo no son aptos para la
agricultura. Lo cual hace que sus condiciones de vida sean muy difíciles por los
problemas agroalimentarios que presentan, pero a su vez, paradógicamente son
estos mismos territorios los que están en la mira de los procesos extractivos por
mantener aún su riqueza forestal y biológica, lo que va a hacer mucho más difícil
a los pueblos indígenas no solo mantener su territorio sino su existencia misma
como culturas.
También es importante resaltar que desde hace unos años no ha existido voluntad
política por parte del INCORA regional y nacional para solucionar los problemas
territoriales de las comunidades indígenas. Inexplicablemente no se ejecutan los
programas de Constitución, Saneamiento y Ampliación de Resguardos Indígenas.
Todo ello, hace que algunas comunidades estén siendo obligadas a desplazarce
poco a poco hacia la frontera con Panamá, como es el caso de los indígenas de
Tanela, Chidima, Pescadito, en Unguía, y La Raya, Perancho, Peranchito en el
Bajo Atrato.
En la zona del Bajo Atrato y Bajo San Juan los territorios indígenas se encuentran
afectados por la acción de compañías madereras grandes y a escala familiar que
hacen un aprovechamiento contínuo del recursos forestal.
Todo ello hace que la situación territorial de los indígenas del Chocó, se deba
convertir en prioridada para las entidades gubernamentales como el INCORA,
como de las que tienen competencia sobre los recursos naturales y el medio
ambiente, pues si no se hace una intervención de apoyo a los pueblos indígenas
para su Control Territorial, sino se brindan las garantías suficientes para que los
indígenas permanezcan en sus territorios, se va a ver mermada la biodiversidad en
la región, además de que se connstituye en una violación de los derechos
fundamentales de las comunidades indígenas.
Todo el trabajo que sobre este aspecto se asuma requiere el concurso de los
miembros de las comunidades indígenas, sus líderes y de las entidades para que
se logre el mantenimiento y conservación de los territorios indígenas para el
desarrollo de la cultura de sus pueblos.
Relaciones Interétnicas
Los dos grupos desarrollaron sus culturas y sus procesos de intercambio social y
económico sobre la base de la sostenibilidad de los recursos de la zonal, pero
cada uno de ellos establecio relaciones diferentes con la sociedad nacional.
Por esto la problemática que afecta las relaciones de los pueblos indígenas con
las comunidades negras debe ser mirada y explicada desde el análisis historico,
económico y político de los procesos de poblamiento territorial del Chocó, solo
de esa forma se pueden entender y explicar varios fenómenos y circunstancias
que inciden en el deterioro de las relaciones entre los pueblos indígenas y las
comunidades negras.
Las relaciones establecidas con la sociedad colombiana por los indígenas y las
comunidades negras, no han sido iguales, pero ello no quiere decir que se hayan
establecidos tratos asimetricos, pues las establecidas con los pueblos indígenas se
plantearon dentro de una conbinación de procesos de exterminio con politicas de
asimilación que no lograron consolidarse plenamente por la resistencia de los
pueblos indígenas y de sus procesos organizativos, en cambio las comunidades
negras fueron cooptadas, en forma desigual y desventajoza, por la sociedad
colombiana al entrar en relación directa con una económia de mercado, con su
respectivos valores monetarios y filosoficos..
Por ello es que las relaciones económicas establecidas entre la comunidad negra y
los pueblos indígenas, después de su manumisión, se definieron de una manera
desigual, aprovechando mecanismos de relación como el compadrazgo para
cambiar territorios por bienes y servicios.
Esta situación se agrava, por las formas disímiles y diferentes que tiene cada
grupo para acceder al uso y aprovechamiento de los recursos naturales. Las
comunidades negras han sido permeadas por una economía de tipo extractivo que
tiende a desestructurar sus formas tradicionales de producción y se monetaricen
sus relaciones. Igual ocurre con los pueblos indígenas, con la diferencia que en
sus sistemas tradicionales de producción, subsisten los valores de solidaridad,
reciprocidad y organización sociocultural.
Esto hace que miembros de comunidades negras, entren a los territorios indígenas
a explotar el recurso maderable, y que se disputen entre indígenas y negros
territorios por acceder al bosque, por ello se presentan problemas en el
reconocimiento de los límites territoriales de cada uno, llegándose incluso a
desconocer los resguardos indígenas legalmente constituidos.
Otra fuente de conflicto se presenta por haber quedado, dentro de los límites de
resguardos, tierras de familias de comunidades negras.
Como el pacífico se ha convertido en una de las regiones más codiciadas por sus
innumerables riquezas, aún sin explotar, intermediarios del gran capital y de
intereses mezquinos de los políticos dificulta el proceso organizativo de las
comunidades negras e interfiere en los mecanismos de relación con las
comunidades indígenas y por ende hace difícil el reconocimiento territorial.
Las comunidades de los Embera Katío y Chamí, llamados Eyávida por ser
hombres de montaña, generalmente habitan la Cordillera Occidental hacia los
límites con los departamentos de Antioquia y Risaralda, donde se han presentado
procesos de colonización debido a la apertura de las dos carreteras que comunican
a Quibdó con el resto del país. Este proceso ha traído como consecuencia la
ganadería y potrerización con la consecuente alteración de los suelos, la venta de
los recursos forestales y reducción de la capa forestal a las cimas de las
montañas, la disminución del número de especies faunísticas y de las poblaciones
silvestres de aquellas que han logrado permanecer en estas condiciones tan
precarias. Como consecuencia de lo anterior, ha ocurrido una alteración de la
cosmovisión propia, reflejada en la ruptura de la relación cultura-territorio, pues
tal situación ha conducido a una pérdida de las prácticas tradicionales de
producción y a la búsqueda de alternativas económicas inadecuadas.
Es necesario precisar que los pocos bosques que se presentan en estos territorios,
evidencian un mal estado sucesional, con una pobreza florística reflejada en una
floresta muy heterogénea con fustes muy delgados, poca variedad de especies y
en muchos casos con suelos tan pobres, que han perdido toda la capa vegetal
protectora donde se aprecian procesos erosivos.
Los Embera Dovidá denominados así por ser hombres de río, junto con los
Wounaan y los Tule o Cuna, han establecido una relación integral con su
territorio basada en el río, del cual dependen para el desplazamiento y el
transporte de los alimentos. Los Embera Katío y los Chamí a diferencia de los
anteriores viven en las montañas, por lo cual la relación con el río es diferente, ya
que éste no entra a formar parte de sus actividades principales.
Por la llegada de personas ajenas a su etnia muchos indígenas de río han sido
desplazados hacia las cabeceras, las cuales se han convertido en los últimos
rincones del departamento, en donde se puede decir que aún se conserva intacto el
bosque. Aquí se presenta un gran diversidad tanto florística como faunística,
reflejada en una capa forestal abundante con un inventario faunístico más amplio
que en el resto de los sectores del departamento. Estos relictos de conservación se
han logrado mantener por el uso equilibrado que hacen los indígenas de los
recursos naturales.
Son las culturas nativas las únicas capaces de aprovechar los recursos naturales
sin interrumpir la forma natural de automantenimiento, lo cual se puede
comprobar en el equilibrio ecosistémico de los bosques donde han vivido durante
milenios, los grupos de minorías étnicas aún existentes en el país y en el mundo.
Esta base ética es la clave principal para entender la peculiar relación de las
comunidades indígenas con el medio ambiente que las rodea, con sus procesos de
producción y de reproducción que conforman su sistema económico. Esta ética
está ausente de la racionalidad económica que conocemos, y si ella existe, se
materializa en la relación entre los hombres, adquiriendo la forma de una
economía política. Para el indígena ésta ética implica un comportamiento moral
con los diferentes sentidos dados a la naturaleza.
Ello no quiere decir que no se den relaciones de intercambio pues tenemos que
reconocer que estos pueblos no producen todo lo que necesitan ni necesitan todo
lo que producen. Pero, el intercambio y la producción para él, están dirigidos a la
manutención, no a las “ganancias”. En ese sentido su organización productiva
está dada con base en una función social de beneficio a toda la comunidad o
familia.
Bajo estas bases estos sistemas de producción están integrados por los siguientes
factores:
Agricultura
La agricultura en las comunidades indígenas del Chocó se caracteriza por ser una
actividad fundamental dentro del Sistema de Producción Tradicional (STP), pues
se constituye en la principal fuente de alimentos. El conocimiento acumulado a
este respecto les ha permitido desarrollar diversas formas de producción, en las
que se busca hacer más eficiente el uso de la tierra sin agotarla, sobre la base de
un trabajo de tipo solidario, no remunerado, factores asociados a un conjunto
germoplásmico de gran diversidad inter e intraespecífica. Estas interacciones dan
respuesta a las limitaciones que a nivel climático y edafológico presenta el medio.
La producción agrícola entre los indígenas del Chocó se lleva a cabo a través de
diversas formas que difieren en la demanda de mano de obra, la distribución y
duración en el espacio y en el tiempo, el objetivo de la producción, el lugar que
ocupan dentro de la dieta alimenticia y la distribución de las labores.
En zonas donde no existe una alta presión por la tierra, se posibilita el descanso
del suelo (barbecho) por 8-10 años. El tiempo de duración del barbecho está
influenciado por la relación entre el número de habitantes y la cantidad de tierras
disponibles para la producción agrícola; así existen zonas con una alta densidad
de población, donde el suelo sólo se puede dejar descansar entre 1 y 3 años.
Las rotaciones son de gran importancia para manejar la fertilidad del suelo,
mucho más cuando se introduce en ellas un período de barbecho que posibilita el
mantenimiento o recuperación de las propiedades fisicoquímicas y
microbiológicas, en una relación directamente proporcional al desarrollo
alcanzado por la sucesión natural.
Para hacer más eficiente el trabajo, los indígenas se organizan através de la minga
o de la mano cambiada. La minga es una forma solidaria de trabajo donde se
congregan hombres y mujeres, con el fin de desarrollar en un menor tiempo
labores como la tumba, la siembra y la recolección; al igual que la mano
cambiada, en la que existe un compromiso de ayuda mutua para llevar a cabo
actividades productivas. (Ver Figura 17).
Estos tipos de organización constituyen una forma social del trabajo, donde se
busca que todos sean beneficiados y beneficiadores y se caracteriza por hacer más
eficiente las labores en términos del uso del tiempo y de la calidad de los oficios
realizados.
Azoteas: Por su diseño son los únicos espacios posibles para el cultivo de
hortalizas, utilizadas fundamentalmente para condimentar los alimentos, donde se
destacan especies como cebolla de rama, orégano y ají. (Ver Figura 20). Es el
sitio que sirve como vivero para la propagación de las especies requeridas con el
fin de renovar o ampliar el huerto familiar.
Este tipo de producción es atendida por la mujer, quien se encarga de ella desde la
preparación del suelo hasta el aprovechamiento de los productos.
En general para todas las formas de producción agrícola, puede decirse que no
existe un manejo sistemático de plagas y enfermedades, lo cual depende
básicamente del grado de equilibrio de las poblaciones insectiles (plagas y
benéficos), que interactúan en los agroecosistemas. Con relación a las
enfermedades, el equilibrio se refleja en la capacidad de las plantas para resistir al
parasitismo de los patógenos, como una muestra del proceso evolutivo de muchas
de las especies agrícolas en las condiciones adversas de la región.
Las diversas formas de producción agrícola cuentan con algunos elementos que
permiten conocer el estado ambiental, para el mejor desarrollo de las actividades
productivas. Estos elementos reciben el nombre de indicadores y se encuentran
presentes en el ecosistema o hacen parte del cosmos y funcionan en una forma
asociada de modo tal, que la presencia o ausencia de algunos de ellos
simultáneamente, sirve para programar las diferentes labores agrícolas en el
tiempo y en el espacio. A través de estos indicadores los indígenas evalúan
fundamentalmente:
NOMBR EN FE M A M J J A S O N D
E E B A B A U U G E C O I
R R Y N L O P T V C
Lechrero * *
* *
* *
* *
Malambo ** *
** *
*
*
Envica ** **
** **
Cenizo *
*
*
*
Rjacabez *
a *
*
*
Pigunsí *
*
*
*
Chocho * *
* *
* *
* *
Carrá *
*
Choibá * *
* *
Chape * *
* *
Churimo * *
* *
Opogape * *
a * *
*
*
Los productos son para el consumo familiar, aunque es frecuente que se comparta
con los familiares, compadres o amigos de la comunidad. Cuando se convoca a
una minga para la recolección de una cosecha, se comparte algo de esta con las
personas que asisten o con aquellos que por algún motivo perdieron su
producción en el año y no cuentan con semilla para la siguiente siembra.
Maíz Chicha, guacho (sopa con cabeza de animales), envuelto o zoque, birimbí o
colada con primitivo maduro, guate (especie de mazamorra), arepa frita, pocurá
o pó (harina, de gran importancia entre los Katíos).
Arroz Guate o chicheme, envuelto o bodoche, birimbí o colada con primitivo maduro,
becá (envuelto en hoja de caña blanca), quenpure (envuelto con plátano o
primitivo maduro), guacho (sopa con cabeza), masa (especie de arepa frita), jujú
(especie de masa) y arroz cocido.
Plátano Cocido (tuco), beguía (chicha con guarapo de caña), asado (verde y maduro),
rayado (ûrrama, es cocido en hojas y ahumado, sirve para conservar el plátano
por varios días).
Banano Cocido, asado, rayado (ûrrama), epanara (rayado y asado en sartén), sopa,
guacho, importante en la alimentación de cerdos.
Primitivo Jujú (entre los Katío se almacena, entre los Embera se cosume fresco), asado,
cocido, en fresco el fruto maduro, importante en la alimentación de cerdos.
Caña En fresco, se prepara guarapo, miel (importantísimas entre los Wounaan), viche
(bebida alcohólica), tiratira (dulce), panela, cocada, chiricano o cortada (mezcla
de chicha con guarapo y en ocasiones también con banano maduro, bebida
embriagante), curaciones del Jaibaná.
Yuca Cocida en chicha, con las cáscara se evita la salida de vellosidades en recién
nacidos.
Papachina Cocida (es de gran importancia en la dieta alimenticia de los Wounaan).
Producción Pecuaria
Este sistema tradicional para la cría de cerdos no demanda altos niveles de mano
de obra, asignándose el suministro de alimentos para estos animales como una
responsabilidad de la mujer.
Las gallinas y los patos son criados en los alrededores de las viviendas, siendo el
huerto familiar y el río respectivamente, los lugares donde se les puede encontrar.
Esta localización les posibilita el aprovechamiento contínuo de los residuos
orgánicos de las casas. (Ver Figura 22).
Recolección
Como componente del STP la actividad de la recolección, por medio del uso de
herramientas y utensilios, incorpora a sus otros componentes productos como
hojas, madera, semillas, frutas, plantas, etc., que se utilizan en bruto, se
transforman o procesan para su posterior uso. Lo anterior se puede representar en
la Tabla 4:
Pinturas
Guascas
ACUATICO Plantas Macerado, Sin Proceso Medicinal
Caracoles Cocción Alimentación, Medicinal,
Artesanías
Espumas Sin Proceso Medicinal
Piedras Sin Proceso Magico-religioso, Artesanías,
Utensilios, Herramientas
Las comunidades indígenas como lo demuestra el anterior cuadro, realizan un uso
extenso de los productos del bosque, lo cual marca una diferencia con los
sistemas de producción de otras etnias, que aunque también pueden realizar
actividades similares, extraen una gama de productos muy limitada. Esta
diferencia también se reafirma porque el uso que hacen de los productos está
enmarcado dentro de una concepción cultural, la cual se ha desarrollado a través
del tiempo como mecanismo de adaptación del hombre indígena a su medio, ya
que ellos y el bosque forman una sola unidad.
Este componente del sistema está ligado íntimamente con los otros componentes,
los cuales reciben productos provenientes de éste, como por ejemplo: los
componentes de cacería y pesca reciben las materias primas con las cuales se
elaboran los instrumentos y accesorios para poder llevar a cabo estas actividades,
como el algodón que colocan en las cerbatanas, la carnada para los peces, las
trampas, etc.; el componente de la producción pecuaria recibe insumos para
ayudar al mantenimiento de los animales, como el choibá, el hobo o la iraca; la
recolección le aporta al componente agrícola el material con el que se hace el
proceso de domesticación de especies promisorias, que siguen siendo la base para
ampliar el rango de productos agrícolas con fines de alimentación, como es el
caso del ñampí, el pacó y la papachina o achín, y algunos materiales para el
almacenamiento de los productos como la corteza del balso.
Cacería
Esta actividad está definida como la captura de animales con fines de consumo,
utilizando herramientas como las armas, la lámpara o los perros. Durante esta
actividad participan indígenas adultos muchas veces acompañados por jóvenes,
ya que la cacería para el indígena no tiene como objetivo solamente la captura del
animal, sino que además es otra forma de reafirmación de la cultura.
• Alimentación
• Magico-religioso
• Curativo
• Elaboración de instrumentos musicales
• Elaboración de collares
• Cría (informantes de predadores, lujo, limpieza de la vivienda, etc.)
• Comercialización e intercambio
• Prestigio social
Los pueblos indígenas utilizan en lo posible todas las partes del animal capturado,
tratando de evitar al máximo el desperdicio, contribuyendo de esta manera a la
utilización eficiente de los recursos naturales. En las ceremonias que realizan el
Jaibaná y el Tonguero durante sus prácticas en la medicina tradicional y durante
las ceremonias magico-religiosas como la ombligada, los indígenas utilizan restos
de animales (pelos, uñas, etc.).
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Las indígenas no se casan con individuos que no cultiven o no cacen.
tenidos en cuenta como consejeros en la comunidad, por lo cual los cazadores
cuelgan los cráneos de sus presas en sus tambos como trofeos.
Este componente aunque no mantiene una relación directa con los otros
componentes del sistema, si le aporta todos sus productos a la familia,
garantizándole de esta manera su existencia; por tal motivo y desde el punto de
vista de la alimentación y además del fortalecimiento cultural, este componente
tiene una importancia relevante en el funcionamiento efectivo del sistema.
Pesca