Está en la página 1de 7

Documento final, Manifiesto sobre las afectaciones del conflicto armado y la

resistencia de las comunidades en el río Magdalena

1. Presentación
La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición
en el marco de su mandato tiene la tarea de dar sentido de futuro a la verdad del
conflicto. Es así como busca poner en marcha procesos de diálogo que permitan el
reconocimiento y participación de diversos sectores y actores, que con sus
testimonios y experiencias contribuyan a una comprensión amplia del conflicto
armado; al análisis y explicación de las afectaciones de éste en los contextos y
comunidades de diferentes territorios; al reconocimiento de los procesos que han
dignificado y transformado las dinámicas de la violencia, y las contribuciones a la
construcción de paz para la convivencia y la no repetición. Por ello, es necesario
que se desarrollen procesos en los que participen activamente dichos sectores,
actores y comunidad, que a mediano y largo plazo contribuyan no solo con los
objetivos político-estratégicos que hoy tiene la Comisión para el esclarecimiento de
la verdad, sino que además trasciendan su mandato.
Es importante aclarar que el artículo 4 del Decreto 588 de 2017, establece que la
Comisión de la Verdad, será un mecanismo extrajudicial, por tanto, sus actividades
no tendrán carácter judicial, ni servirán para la imputación penal ante ninguna
autoridad jurisdiccional. La información que reciba o produzca la Comisión no podrá
ser trasladada por esta a autoridades judiciales para ser utilizada con el fin de
atribuir responsabilidades en procesos judiciales o para tener valor probatorio, ni las
autoridades judiciales podrán requerírsela.
En ese espíritu y mandato, la Comisión busca impulsar la iniciativa de Diálogo Social
alrededor de temas centrales de lo vivido en el contexto del conflicto armado en la
región y en particular en el Río Magdalena. Es así como, sobre la base de una
comprensión compartida de los daños y afectaciones del territorio ocasionados por
el conflicto, desde el 2020 se inició un proceso de diálogo que busca situar el agua
y el río como un eje de articulación y convivencia de quienes se vieron involucrados
en las dinámicas del conflicto.
En tal sentido, se pretende “dimensionar al río Magdalena como un sistema vital
(infraestructura para la paz), favoreciendo un proceso de diálogo amplio y
participativo en la macro Magdalena Medio dirigido a que, partiendo de un
reconocimiento inicial de los daños generados por el conflicto armado en el
ambiente/actores/colectivos, permita llegar a acuerdos y compromisos que
fortalezca el cuidado del río como bien público para la convivencia en la región”.
Bajo ese propósito, para el año 2020 se desarrolló el proceso de alistamiento que
logró establecer una visión concertada, la conformación de un grupo motor, el
acercamiento bilateral de actores que permitieron indagar sobre los daños y
afectaciones del río en el marco del conflicto armado y la exploración de voluntad
de acuerdos y compromisos.
En este 2021 se está desarrollando la profundización del diálogo, la cual se
desarrollará en tres etapas: 1. El consenso de afectaciones (Manifiesto sobre la
verdad del río); 2. El acuerdo por el cuidado del río Magdalena, y 3. La entrega del
legado
En ese proceso, presentamos a continuación el Manifiesto a Colombia sobre la
Verdad del Río Grande de la Magdalena, fruto de un proceso de diálogo amplio,
participativo, interinstitucional y organizacional, que recoge las voces sobre los
hechos, afectaciones y además la resistencia de las comunidades en el río grande
de La Magdalena en el marco del conflicto armado, respondiendo a la primera etapa
de este proceso asociada al consenso sobre las afectaciones.

Manifiesto a Colombia sobre la Verdad del Río Grande de


la Magdalena
Quienes firmamos el presente manifiesto, representantes de instituciones y
organizaciones de víctimas, de excombatientes, de pescadores, académicas,
campesinas, de empresarios, religiosas, de activistas, de ambientalistas, culturales
y gubernamentales, diversos en la base y unidos por la convivencia, más allá de
nuestras diferencias y motivados por el reconocimiento, la reflexión y la necesidad
de una conmoción positiva que requiere con urgencia el país para generar
transformaciones reales, presentamos este consenso sobre las afectaciones del
conflicto armado y la resistencia de las comunidades en el río grande de la
Magdalena, para que esta verdad brille y nos conduzca al cuidado integral del río
como bien público y sujeto de derechos.(1)
Desde cualquier perspectiva, el agua del río recorrió está tierra primero que nosotros
y desde una visión concertada mucho más global, todas las formas de vida que
habitan el planeta tierra están conformadas principalmente por este elemento, lo
que nos lleva a afirmar que los animales y las plantas son presentaciones diferentes
de este líquido preciado y que los seres humanos somos agua que piensa y habla;
es decir, que hablar del río es hablar de nosotros mismos y el valor de la vida. (2)
Es así como, ninguna actividad social y colectiva realizada por la sociedad es
posible sin agua sana. En efecto, el río grande de la Magdalena está presente en
nuestros procesos económicos, políticos, sociales, culturales y en general en todas
las formas en las que nos relacionamos en este espacio que compartimos. No
obstante, reconocemos que el conflicto armado ha afectado profundamente nuestra
forma de relacionarnos con el río, con acciones en las que todos, por acción,
omisión o indiferencia hemos participado. Por esta razón, reconocemos
públicamente a través de este manifiesto que: (3)
1. En la forma más degradante del conflicto armado colombiano, hombres y
mujeres fueron asesinados y echados al río. Esto ha generado un dolor
tan profundo, que las lágrimas de sus familias aún navegan el Magdalena
en la búsqueda de sus cuerpos. ¡Lo reconocemos, rechazamos y no
queremos que se repita! (4)

2. Los pobladores ribereños siempre han estado en medio de un conflicto


armado que persiste a pesar de sus plegarias, son ellos los que han visto
cómo se ha ido deteriorando el río grande de la Magdalena y su llanura
aluvial, perdiendo bienes y servicios ambientales. ¡Lo reconocemos,
rechazamos y no queremos que se repita! (5)

3. El río ha sido usado para la movilización de actores armados, para ocultar


evidencias y responsabilidades de asesinatos, en definitiva, para la guerra,
lo cual provocó que familias enteras fueran desplazadas forzadamente de
sus territorios en la búsqueda de seguridad para salvar sus vidas. Al ser
arrancados de su tierra, de su río, lo perdieron todo y tuvieron que volver a
buscar esa vida querida en lugares desconocidos para ellos. ¡Lo
reconocemos, rechazamos y no queremos que se repita! (6)

4. Las aguas del río y sus complejos cenagosos han sido profanadas
siendo usadas para cultivos ilícitos y minería ilegal, con el fin de sostener
una economía ilegal que financia la guerra. Esta realidad ha generado
grandes impactos ambientales como contaminación, tala indiscriminada,
erosión, desaparición de la fauna, entre otros. A esto se suman los atentados
a la infraestructura petrolera que han generado los derrames que tiñen las
aguas de tristeza. Y por si fuera poco, hicieron uso perverso de animales
silvestres extranjeros y propios para sembrar terror. ¡Lo reconocemos,
rechazamos y no queremos que se repita! (7)

5. Los ciudadanos hemos dejado de amar al río. Desde el páramo hasta el


mar, persisten acciones de ingratitud hacia el río grande de la Magdalena,
reflejadas en el insuficiente compromiso de quienes realizan actividades
económicas con afectaciones en las riberas; de quienes no hacen posible
infraestructura como acueductos y alcantarillados en municipios,
corregimientos y veredas, de quienes desarrollan proyectos infraestructura
en el río sin tener en cuenta los impactos ambientales y de quienes vierten
residuos que contaminan día a día las aguas. ¡Lo reconocemos,
rechazamos y no queremos que se repita! (8)
6. Hay una sociedad fragmentada. El miedo que deja a su paso el conflicto
armado, alimentado por discursos de odio y la desconfianza, ha generado
que no exista un propósito concertado para proteger el río. ¡Lo
reconocemos, rechazamos y no queremos que se repita! (9)

7. La cultura ha sido violentada. Las letras de canciones que acompañan


tambores, llamadores, millos, tiples, guitarras, marimbas, gaitas y en general
toda cultura ribereña, no hablan ya tanto del amor y la naturaleza, ahora
también narran el dolor de la tragedia causada; hablan de los líderes
asesinados, de los hijos que quedaron solos, de un río que llora. El conflicto
le impuso al río calificativos de miedo, dolor y angustia. ¡Lo reconocemos,
rechazamos y no queremos que se repita! (10)

No obstante, en medio de esta tragedia resiste la esperanza y al seno del río grande
de la Magdalena se aferran los labios de la fe, por eso también manifestamos que:

1. La macro cuenca del río grande de la Magdalena, recorre de sur a norte toda
Colombia, regando con su gran caudal 19 departamentos y 729 municipios
del país. A su paso se erige el hogar de comunidades anfibias, que
navegan a diario por el río, los caños, las ciénagas y los humedales, que
hacen del agua la protagonista del espacio engalanando con una
biodiversidad inigualable en el mundo. ¡Somos la voz del agua, somos
fuerza que cuida! ¡Somos agua, somos vida y nos comprometemos a
cuidarla! (11)

2. Pescadores, campesinos, ambientalistas, académicos, religiosos, activistas,


defensores de derechos humanos con organizaciones, instituciones y
comunidades, arropan con sus voces y acciones al río para protegerlo,
llenos de persistencia en el propósito de preservar bajo el principio del
respeto, el río de vida y la vida en el río que es sagrada. ¡Somos la voz del
agua, somos fuerza que cuida! ¡Somos agua, somos vida y nos
comprometemos a cuidarla! (12)

3. El río grande de la Magdalena hace la mayor contribución a la calidad de


vida de quienes habitamos esta tierra, pues gracias a las riquezas que
emergen a su paso, familias enteras gozan de dignidad. Desde alimentos,
agua, trabajo, recreación, transporte e inspiración, hasta las condiciones que
hacen prosperar al sector energético, minero, agropecuario, de transporte,
entre otros, el río nos da todo. ¡Somos la voz del agua, somos fuerza que
cuida! ¡Somos agua, somos vida y nos comprometemos a cuidarla! (13)
4. Las aguas del Magdalena corren con fuerza por las venas de los
colombianos de la ribera, ellos han resistido con valor los embates
históricos que han buscado despojarlos de su agua, de su tierra y de sus
recursos naturales. Sus cicatrices narran una historia llena de resiliencia
ante cada golpe a su vida querida, dignidad y futuro. Hoy por hoy, persisten
con su mirada fija en el horizonte y la seguridad de que sus hijos tendrán un
mejor futuro. ¡Somos la voz del agua, somos fuerza que cuida! ¡Somos
agua, somos vida y nos comprometemos a cuidarla! (14)

5. El río define nuestra identidad y cultura ribereña, en definitiva, lo que somos


es la expresión de sonidos, formas y pensamientos que han surgido del agua
y que produjeron piezas de arte magníficas que hoy recorren los sentidos de
personas en todo el mundo. Como los afluentes al Magdalena, la
convergencia multiétnica, multicultural, multicéntrica, se entrelazó con el
agua para dar como resultado una raza y etnia fuerte que posee un melódico
rugir de manifestaciones llenas de riqueza poética. ¡Somos la voz del agua,
somos fuerza que cuida! ¡Somos agua, somos vida y nos
comprometemos a cuidarla! (15)

Creemos profundamente que este momento de la historia del país es trascendental


para lograr consensos y acciones sobre una ruta que nos lleve a lograr que nuestros
hijos gocen de un mejor futuro; hemos aprendido que el problema no es que existan
diferencias y conflictos, sino la forma como los tramitamos. De la forma más
dolorosa hemos visto como una agresión genera otra y así sucesivamente resultan
en la decadencia de este hogar.
Este consenso sobre las afectaciones del conflicto armado y la resistencia de las
comunidades en nuestro Magdalena del alma, nos lleva a seguir en la ruta de
construcción de Acuerdos por el Agua, un acuerdo ético que propenda por
acciones urgentes para no repetir esta triste historia llena de dolor. Para lograrlo
es indispensable el compromiso de todos los procesos sociales, económicos,
políticos, ambientales y culturales que se adelantan en el territorio, donde
desde ya invitamos a todo el país a que se sume con entereza para garantizar la
dignidad de todos los ciudadanos y nuestra tierra.

Magdalena Medio, mayo de 2021

*En el 2020, organizaciones sociales, empresariales, instituciones educativas y culturales de


diferentes municipios del Magdalena Medio atendieron el llamado de la Comisión de la Verdad con
el fin de iniciar un proceso de diálogo que, partiendo de un reconocimiento inicial de los daños
generados por el conflicto armado en el ambiente, los actores y colectivos, permita llegar a acuerdos
y compromisos que fortalezca el cuidado del río como bien público para la convivencia en la región,
un acuerdo para dimensionar al río grande de la Magdalena como un sistema vital (infraestructura
para la paz), en un proceso de diálogo amplio y participativo en la macro Magdalena Medio.

Generalidades de contexto

1. El primer párrafo introductorio hace referencia a las múltiples organizaciones que vienen
participando del proceso de Acuerdos, propiciados por la Comisión de la Verdad dado su
mandato contemplado en el Decreto 588 de 2017, que contempla entre sus objetivo “Promover
la convivencia en los territorios, en el entendido de que la convivencia no consiste en el simple
compartir de un mismo espacio social y político, sino en la creación de un ambiente
transformador que permita la resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la más
amplia cultura de respeto y tolerancia en democracia.”.
2. Se habla del río como sujeto de derechos de acuerdo a la sentencia de tutela de primera
instancia N° 071 del juzgado primero penal del circuito de Neiva, donde en el ‘Resuelve tercero’
reza: “Reconocer al río Magdalena, su cuenca y afluentes como una entidad sujeta de derechos
a la protección, conservación, mantenimiento y restauración…”
3. Documento se sistematización ‘Acuerdos por el Agua” diciembre de 2020.
4. Intervenciones de expertos en el marco de la reunión llevada a cabo el 3 de marzo de 2021.
(Memorias de reunión, grupo motor, Comisión de la Verdad).

5. Ejemplo. Caso Puerto Berrio (Antioquia)


https://www.ubpdbusquedadesaparecidos.co/actualidad/unidad-de-busqueda-realiza-
medida-de-proteccion-a-416-cuerpos-que-se-encontraban-en-riesgo-de-desaparicion-en-
puerto-berrio-antioquia/
6. Todas las formas de violencia pasaron por el río Magdalena:
https://comisiondelaverdad.co/actualidad/noticias/todas-las-formas-de-violencia-pasaron-
por-el-rio-magdalena
7. La tragedia persigue a Simití https://noticias.caracoltv.com/caribe/la-tragedia-persigue-a-
simiti-un-grupo-armado-asalto-a-40-familias-y-no-les-dejo-ni-la-comida
8. Foro Nacional Ambiental - ¿Para dónde va el río Magdalena? Riesgos sociales, ambientales y
económicos del proyecto de navegabilidad http://www.foronacionalambiental.org.co/wp-
content/uploads/2011/09/RIO-MAGDALENA-CON-LINKS-3PM-2.pdf
9. Desplazamiento forzado en el Magdalena Medio
https://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/Publicaciones/2007/5761.pdf
10. Colombia, más de 8 millones de desplazados https://www.unidadvictimas.gov.co/es/registro-
unico-de-victimas-ruv/37394
11. En 30 años, el desplazamiento forzado dejó 145 mil víctimas
https://www.vanguardia.com/santander/barrancabermeja/en-30-anos-el-desplazamiento-
forzado-dejo-145-mil-victimas-JCvl320966

12. Diagnóstico de la información ambiental y social respecto a la actividad minera y la extracción


ilícita de minerales en el país http://www.humboldt.org.co/images/documentos/2-diagnstico-
actividad-minera-y-explotacin-ilicita-expertos.pdf
13. Otro derrame de petróleo amenaza al río magdalena
https://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-280661
14. Contador de historias ‘Los cocodrilos de los paramilitares’, disponible en:
https://www.youtube.com/watch?v=gon3kNnJ2qk
15. En las fauces de las fieras https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-5346135
16. Diagnóstico de la información ambiental y social respecto a la actividad minera y la extracción
ilícita de minerales en el país http://www.humboldt.org.co/images/documentos/2-diagnstico-
actividad-minera-y-explotacin-ilicita-expertos.pdf
1. Colombia: País Fragmentado, Temporalidad Dividida
https://cepri.upb.edu.co/index.php/lineas-de-investigacion/gobierno-territorio-y-
seguridad/colombia-pais-fragmentado-temporalidad-dividida
2. Río Magdalena, patrimonio de la humanidad https://unperiodico.unal.edu.co/pages/detail/rio-
magdalena-patrimonio-de-la-humanidad/
17. Plan de Manejo de la Cuenca Magdalena – Cauca.
18. Río Magdalena, patrimonio de la humanidad https://unperiodico.unal.edu.co/pages/detail/rio-
magdalena-patrimonio-de-la-humanidad/

También podría gustarte