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PÉRDIDA SANGUÍNEA POR EL PESO DE LOS TEXTILES Y SU

CORRELACIÓN CON LA HEMOGLOBINA POSQUIRÚRGICA

Muchos modelos matemáticos han sido propuestos con el objeto de predecir las
pérdidas sanguíneas permisibles en pacientes en quienes se supone que sufrirán
pérdidas de este tipo, como son las intraoperatorias, y simultáneamente recibirán
líquidos, manteniendo la volemia, aproximadamente, constante. Esta situación,
aunque puede observarse en servicios de hospitalización, urgencias y cuidados
intensivos, es particularmente frecuente en cirugía en donde recae
necesariamente el cálculo al anestesiólogo en turno.

En muchos de los modelos referenciados en la literatura, se proponen


aproximaciones lineales al fenómeno. Si se pierde una proporción de un volumen
de concentración definida y fija y se remplaza, por ejemplo, por agua, la
concentración de la solución en cuestión disminuirá en esa exacta proporción.

En términos globales, la valoración visual, subdiagnostica 89% de las


hemorragias, este error se incrementa cuanto mayor es la hemorragia. El cual
consiste en pesar gasas, compresas y campos cuyo peso conocemos de
antemano y que se clasifican con valores subjetivos de 1 mL, 5, 10, 20, y hasta 50
mL.

Equivalencias:

 Una gasa chica de 10 x 10 cm, completamente empapada, tiene 60 ml de


sangre. Una compresa de gasa grande, de 30 x 30 cm, en las mismas
condiciones, se recogen 140 ml aproximadamente.
 En caso de pesar las gasas embebidas, 1 gr. de las mismas contienen 1 ml
de sangre.

 Cuando las sábanas de la camilla están embebidas en sangre en forma


abundante, la pérdida es cercana a 1000 ml.

 El tapete contiene aproximadamente 500 ml de sangre, con el plástico en


un lado y el caucho en el otro lado. Si se supera el límite de 500 ml de
sangre, la esterilla comenzará a gotear en plástico o en el suelo, señalando
hemorragia postparto.

Recolección directa de sangre Tarro de medición estándar La sangre recogida se


vierte en un frasco de medición estándar proporcionado por la OMS y se mide su
volumen. Inmediatamente después de que el cordón se pinza y se corta, la
extracción de sangre se inicia pasando una cuña plana debajo de las nalgas de
una mujer en la entrega de una cama.

Los errores en la estimación de la pérdida de sangre se deben a falta de


recaudación de toda la sangre en la sábana manchada, extracción incompleta del
dispositivo de recogida, hacer caso omiso de la sangre materna dentro de la
placenta (aproximadamente 153 ml), confusión relacionada la mezcla de sangre
contaminada con líquido amniótico y orina, e imprecisiones técnicas asociadas con
la transferencia de la sangre recogida a un dispositivo de medición.

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