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Saturno devorando a su hijo

Francisco de Goya, España 1823.

Es una de las llamadas pinturas negras, debido a la utilización del pigmento oscuro
pero también por su temática sombría.

Está obra está basada en la mitologia en la que cuenta que la que el dios Saturno
(Crono), el padre de Júpiter (Zeus), se come a uno de sus hijos pues tenía el temor
de que estos le quitaran el trono en el futuro (como había hecho él con su padre
Urano. Júpiter, otro de sus hijos, se salvó de ser un aperitivo más para Saturno. Con
ayuda de su madre, se escondió, y el padre glotón se tragó una roca envuelta en
pañales sin desconfiar nada. Con el tiempo Júpiter se convertiría en el jefe de los
dioses, destronó a su padre, obligándolo a vomitar a sus hermanos (en otras
versiones le cortó directamente el vientre).

Sea como sea, es una imagen terrible, violenta, oscura en la que los contrastes
lumínicos son creados por manchas de color gruesas, Goya, se adelanta, haciendo
directamente arte contemporáneo. Un arte moderno en todos los aspectos.
Está obra puede tener múltiples interpretaciones, como inicialmente lo menciona, un
conflicto entre padres e hijos, sin embargo creo que es importante relacionarla con
el tema que se ha estado trabajando respecto a la imagen del cuerpo, la imagen
muestra una figura con un rostro de desesperación, angustia, la expresión es muy
clara, hay un sentimiento en esta figura, no retomaré la idea de verlo como un Dios
porque considero que también puede ser algo no determinado, en ese sentido
podría decir sin conocer la historia en la que está basada, que puede representar
también al sujeto en general, que es sometido a devorar a otro cuerpo, que está en
constante relación con la muerte del otro, a verse rodeado de imagenes que hablen
sobre la muerte, a la exposición de cuerpos mutilados y ver la violencia que se
ejerce a estos cuerpos, envuelto un entorno donde la violencia es parte de lo
cotidiano.

Otra forma de consumo puede verse desde otra perspectiva, el consumo de cuerpos
estéticos, de cuerpos perfectos, la angustia reflejada en el rostro pudiese ser la
expresión del sentimiento de no saciarse, de estar tan bombardeado de imágenes
que solo son parte de lo imaginario, en donde la falta no está, lo que se muestra en
las redes sociales, los medios de comunicación que influyen directamente en lo que
desea alcanzar el sujeto, un estado de bienestar pleno, en donde no hay lugar para
los cuerpos enfermos, las ideas negativas, los estados depresivos, de angustia, de
ansiedad, razón por la que el sujeto mantiene la idea de buscar la salud, o buscar
de diferentes formas estar conforme a los demás, externado solo la parte que es
socialmente aceptada, quedando otra vez la importancia de los otros en cómo se
construye el yo, como se constituye la idea de necesidad o bien estar a partir del
contacto con los otros.

Referencia:
Santos Calvo Miguel, Saturno devorando a su hijo; la más negra de las pinturas
negras. Recuperado de: https://historia-arte.com/obras/saturno-devorando-hijo

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