Está en la página 1de 6

21/10/2019

Audiencia Provincial de Valencia, Sección 11ª, Sentencia 595/2010


de 9 Dic. 2010, Rec. 786/2010
Ponente: Arolas Romero, José Alfonso.
Consultar JURIMETRÍA de este Magistrado

LA LEY 297231/2010
ECLI: ES:APV:2010:6206

PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA. El contrato de compraventa en cuya virtud la demandada


ha venido poseyendo durante diez años y sin oposición, la franja de terreno
posteriormente reivindicada por los demandantes, debe considerarse justo título a los
efectos de la usucapión ordinaria, por lo que se aprecia la concurrencia de los requisitos
exigidos para la adquisición por usucapión, frente al título que esgrime la actora, y que
resulta igualmente válido, eficaz y suficiente en orden a acreditar la adquisición
dominical.

La AP Valencia desestima el recurso de apelación y confirma la sentencia de instancia que


desestima la acción reivindicatoria ejercitada por la demandante.

En Valencia, a nueve de diciembre de dos mil diez


AUDIENCIA PROVINCIAL
SECCIÓN UNDÉCIMA
VALENCIA
NIG: 46250-37-2-2010-0004682
Procedimiento: RECURSO DE APELACION (LECN) Nº 786/2010- T -
Dimana del Juicio Ordinario Nº 000516/2009
Del JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCION NUMERO 5 DE LLIRIA
Apelante/s: DÑA. Silvia .
Procurador/es.- ALBERTO MALLEA CATALA.
Apelado/s: D. Ezequias Y DÑA. Coral .
Procurador/es.- JUAN FRANCISCO NAVARRO TOMAS.
SENTENCIA Nº 595/2010
===========================
Iltmos/as. Sres/as.:
Presidente
D JOSE ALFONSO AROLAS ROMERO
Magistrados/as
D ALEJANDRO VALIÑO ARCOS
D JOSE LUIS GOMEZ MORENO MORA

1/6
21/10/2019

===========================
Vistos por la Sección Undécima de esta Audiencia Provincial, siendo ponente el Ilmo. Sr/Sra D/Dña.
JOSE ALFONSO AROLAS ROMERO, los autos de Juicio Ordinario - 000516/2009, promovidos por
DÑA. Silvia contra D. Ezequias Y DÑA. Coral sobre "Procedimiento Ordinario ", pendientes ante la
misma en virtud del recurso de apelación interpuesto por DÑA. Silvia , representado por el
Procurador D/Dña. ALBERTO MALLEA CATALA y asistido del Letrado D/Dña. JOSE VICENTE ALABAU
ORTEGA contra D. Ezequias Y DÑA. Coral , representado por el Procurador D/Dña. JUAN FRANCISCO
NAVARRO TOMAS y asistido del Letrado D./Dña. JOAQUIN FUERTES LALAGUNA.

ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- El JUZGADO DE PRIMERA INSTANCIA E INSTRUCCION NUMERO 5 DE LLIRIA, en fecha
22.2.2010 en el Juicio Ordinario - 000516/2009 que se tiene dicho, dictó sentencia conteniendo el
siguiente pronunciamiento: "FALLO: DESESTIMAR la demanda interpuesta por el Procurador D Jose
Antonio Navas González, en nombre y representación de Dª Silvia contra D Ezequias y Dª Coral .
CONDENAR a Dª Silvia al pago de las costas que se hayan podido causa en esta instancia."
SEGUNDO.- Contra dicha sentencia, se interpuso en tiempo y forma recurso de apelación por la
representación procesal de DÑA. Silvia , y emplazadas las demás partes por término de 10 días, se
presentó en tiempo y forma escrito de oposición por la representación de D. Ezequias Y DÑA. Coral .
Admitido el recurso de apelación y remitidos los autos a esta Audiencia, donde se tramitó la alzada,
se señaló para deliberación y votación el día uno de diciembre de dos mil diez .
TERCERO.- Se han observado las prescripciones y formalidades legales.

FUNDAMENTOS DE DERECHO
Se aceptan los de la sentencia impugnada, que este Tribunal comparte y que se completan como a
continuación se expone:
PRIMERO.- Se recurre la Sentencia dictada, desestimatoria de la demanda formulada por el
apelante, alegando, en síntesis, la carencia de título del demandado para ostentar, como pretende, el
dominio de una superficie de terreno de 205,11 m2 ubicada en la parcela NUM000 del Polígono
NUM001 (antigua parcela NUM002 del Catastro de Rústica) sita en el paraje Corral de Papel del
municipio de Llíria (Valencia) e inscrita a favor de la actora y su difunto marido en el Registro de la
Propiedad de Llíria, finca registral nº NUM003 el 7 de junio de 2004. Dicha finca fue inmatriculada a
su favor por el Ayuntamiento de Llíria el 25 de febrero de 1983 por los trámites del art. 206 de la LH
, aduciendo posesión inmemorial. El título del que trae causa la invocación del dominio de la actora
es la adjudicación por subasta de manos del Ayuntamiento de la mencionada parcela (folios 21 y
sigs.), de una extensión superficial de aproximadamente 806 m2, el 11 de abril de 2003, inscrito en
el mencionado Registro de la Propiedad el 9 de mayo de 2003 (folio 31 y sigs.), si bien por una 3ª
inscripción (la actualmente vigente) de 7 de junio de 2004 se rectificaron los linderos de la finca. Del
contraste de la distinta documentación aportada por la parte actora puede observarse una continuidad
en la descripción de los linderos, con la salvedad del cambio de numeración y de la insuficiente
justificación por parte del Ayuntamiento de Llíria de la rectificación de los linderos de la finca
perteneciente a la parte actora. Así, el Pleno del Ayuntamiento en sesión extraordinaria celebrada el 6
de marzo de 2003 y a la vista de un informe técnico de 26 de febrero de 2003 que no obra en autos
rectificaba el error habido en el acuerdo de 16 de enero de 2003 en relación con la adjudicación de
parcela al difunto esposo de la actora, desprendiéndose del primero de los acuerdos que no era la
totalidad de la parcela NUM000 la que se enajenaba en pública subasta. También el informe pericial
elaborado a instancias de la parte actora por D. Amador (folios 40 y sigs.) corrobora tanto la

2/6
21/10/2019

ubicación de la parcela, como la cabida superficial de la misma, comprensiva también de los 205,11
m2 actualmente ocupados por los codemandados en el presente procedimiento. Y, aunque como esta
Sala tiene declarado en Sentencia 15 de mayo de 2008 , el Catastro, institución creada a efectos
contributivos, no es prueba del dominio ni de la extensión atribuida en él a una determinada finca o
parcela en relación a su superficie real (Sentencias del Tribunal Supremo de 30 de septiembre de
1994 , 2 de marzo de 1996 y 26 de mayo de 2000), en este caso la coincidencia con la información
registral y el hecho de que los linderos de la parcela de la actora no hayan sido objetados de
contrario acentúan el valor de la presunción iuris tantum de veracidad de los asientos que obran en el
Registro de la Propiedad de Llíria.
SEGUNDO.- Siendo que la documentación aportada por la actora no ha sido impugnada de contrario
y no obstante en el ejercicio de la revisión de la prueba practicada por esta Sala se han advertido
ciertas anomalías en orden a la delimitación de los linderos no suficientemente justificadas, se ha de
concluir que concurre en la parte actora legitimación suficiente para el ejercicio de la " vindicatio rei "
por lo que respecta a la superficie predial litigiosa. En efecto, como ya tiene declarado esta Sala, para
el ejercicio exitoso de la acción reivindicatoria es necesaria la concurrencia de tres requisitos, cuales
son: el título de dominio, la identificación de la finca que se reclama como propia y la detentación o
posesión por los demandados. Y, en orden al primero de ellos, que el actor presente un título que
acredite su propiedad sobre la cosa o, mejor dicho, que justifique su adquisición. En lo que al
segundo afecta, que implica la cumplida prueba de que el bien que se reivindica coincide con aquel a
que se refiere el título de adquisición, coincidencia que se alcanza mediante la fijación de la
situación, cabida y linderos de la finca o, lo que es lo mismo, que la realidad física se identifique con
la que resulta del título, sin perjuicio de que pueda resultar de menor o mayor cabida, pues para la
identificación de los predios la superficie de los mismos constituye una cualidad de menor relevancia
frente a los linderos de los mismos. Y, por lo que se refiere a la posesión del demandado, que dicha
posesión o, incluso, detentación sea injusta o carente de título jurídico o que el título que ostente el
demandado sea de calidad inferior al del accionante. Y hallándose plenamente identificada la
superficie predial que motiva el ejercicio de la acción reivindicatoria, esto es, la superficie de 205,11
m2 que catastralmente se encuentra sita dentro de la parcela NUM000 propiedad de la actora y
colindante con la parcela NUM004 que pertenece a los codemandados; y hallándose éstos en
posesión de la misma, ha de ser entonces la parte actora quien justifique su derecho de propiedad
sobre la superficie reivindicada, conforme al gravamen probatorio que dimana del art. 217 de la LEC .
Si, como en el caso que nos ocupa, todo apunta a que el título de la actora es válido, eficaz y
suficiente en orden a acreditar la adquisición dominical de la totalidad de la parcela NUM000 y que en
los codemandados concurre simplemente el presupuesto fáctico de la posesión que les confiere la
legitimación pasiva en el ejercicio de la acción recuperatoria, es claro que habrá de pesar sobre ellos
la carga de la prueba de su derecho preferente sobre la franja de terreno controvertida, lo cual es
llana y lisamente aplicación del juego del onus probandi consagrado por el precepto mencionado de
la LEC, pues la alegación de la existencia de un título que ha de prevalecer sobre el del actor
representa un hecho extintivo respecto al constitutivo cuya prueba correspondía a la parte actora, que
venía representado por la concurrencia de los elementos fácticos que comportan la acción
reivindicatoria, es decir, el título de dominio, la identificación de la finca que se reclama como propia
y la detentación o posesión por parte de los codemandados.
TERCERO.- Siendo, por consiguiente, indiscutido el título en el que funda su pretensión el
accionante, se han de examinar seguidamente las razones expuestas de contrario como motivos de
oposición que, de prosperar, traerían consigo la desestimación de la pretensión del reivindicante
como consecuencia de la "possessio ad usucapionem" que han venido cumpliendo los codemandados.
Y, en efecto, consta que los codemandados adquirieron por compra el 15 de julio de 1976 una de las
tres parcelas segregadas de una finca hereditaria perteneciente al vendedor, identificándose la
finalmente adjudicada por sorteo informal entre los tres compradores (como quedó puesto de relieve

3/6
21/10/2019

de las testificales practicadas en el acto del juicio) con la actual parcela NUM004 del mencionado
Polígono NUM001 del municipio de Llíria, predio rústico colindante con la parcela NUM000 , que
accedió al Registro de la Propiedad en 1983 por inmatriculación promovida por el Ayuntamiento de
Llíria al amparo del art. 206 de la LH; que las tres fincas segregadas y adquiridas en el mismo acto
por los tres compradores fueron informalmente medidas por un vecino cualificado de Pedralba; que,
de inmediato, los tres compradores tomaron posesión de las fincas adquiridas con arreglo a los
linderos que constaban en el título de adquisición, esto es, desde el monte blanco que figuraba como
límite Norte hasta el camino vecinal como límite Sur; que, por lo que respecta a los codemandados,
amparados en tal título habilitante para la adquisición del dominio por usucapión, han poseído
pública, pacífica y no interrumpidamente, no sólo la parcela NUM004 tal como constaba
catastralmente, sino también aquella franja de la parcela NUM000 que tenían como propia, ignorando
su ajenidad; que dicha posesión se ha venido cumpliendo desde la fecha de adquisición de la parcela
NUM004 hasta el momento en que el difunto esposo de la actora adquirió en pública subasta la
parcela NUM000 y requirió fehacientemente a los codemandados para el desalojo de la superficie
ocupada el 6 de noviembre de 2007.
Y de lo dicho ha de concluirse que la superficie ocupada fue objeto del acto traslativo de dominio que
se verificó en julio de 1976 y que accedió al Registro de la Propiedad el 11 de mayo de 1977 (folios
94 y sigs.) como primera inscripción de dominio de la finca NUM005 por segregación de la finca
matriz NUM006 , puesto que los linderos que figuran en la escritura notarial de compraventa (folios
158 y sigs.) no ofrecen dudas al respecto de cuál fue la voluntad de los contratantes en relación con
la extensión del objeto del negocio jurídico; que el defecto concurrente en el acto traslativo de la
propiedad por lo que se refiere a la superficie litigiosa, esto es, la ausencia de facultades en el
transmitente por lo que respecta a los 205,11 m2 objeto de la controversia, todo ello de conformidad
con los principios "nemo dat quod non habet y nemo plus iuris transferre potest quae ipse habet ",
nos coloca delante de un supuesto de adquisición a non domino al cual el ordenamiento jurídico,
desde tiempo inmemorial, da respuesta en aras del principio de seguridad jurídica a través del
instituto de la usucapio del derecho romano clásico o, incluso, de la " longi temporis praescriptio "
del derecho justinianeo, cuyos plazos reproduce el art. 1957 del Cc ., siendo que el contrato de
compraventa habido entre las partes fue válido por la concurrencia de todos los elementos esenciales
del mismo (objeto, consentimiento y causa, ex. art. 1261 del Cc .), pero no eficaz en cuanto que no
sirvió para atribuir de forma inmediata el dominio sobre la entera superficie entregada. Puede verse
una conclusión semejante en la STS 545/2008, de 17 de junio: "en el presente recurso, hay que
considerar que la recurrente tenía justo título para usucapir, porque en el contrato de compraventa,
se le vendió una parcela que contenía una franja de terreno que no era propiedad de los vendedores.
La circunstancia de que sólo una parte de la finca vendida no perteneciera a los vendedores no
impide que identificada la finca vendida a la recurrente por sus linderos, deba negarse la existencia
del justo título para usucapir esta franja. El acto de transmisión hubiera debido bastar para transmitir
la propiedad de la completa finca trasmitida si los vendedores hubieran sido propietarios de la
totalidad; al no serlo, el título existe, pero no es suficiente para producir los completos efectos
traslativos. Es entonces cuando la usucapión sustituirá la falta de la propiedad del vendedor que no
era propietario de la totalidad del perímetro vendido cuando transmitió. En consecuencia, debe
considerarse justo título a los efectos de la usucapión ordinaria, el contrato de compraventa en cuya
virtud la recurrente poseyó durante diez años y sin oposición la franja de terreno posteriormente
reivindicada por los demandantes, ahora recurridos, por lo que debe considerarse que probada la
concurrencia de los requisitos exigidos en el Código civil para la adquisición por usucapión, la
demandada devino propietaria de dicha porción de terreno".
Todo ello permite calificar a los codemandados de poseedores en concepto de dueño o poseedores
con justa causa o justo título, única posesión que es susceptible, de acuerdo con la doctrina sentada
por el Tribunal Supremo, para adquirir el dominio (arts. 447 y 1941 del Cc .), porque precisamente el

4/6
21/10/2019

justo título es el contrato de compraventa, comprensivo, por la descripción de los linderos del objeto
vendido, de los 205,11 m2 que motivan el presente procedimiento. De este modo, la buena fe se liga
estrechamente a la causa que condiciona la toma de posesión, no siendo bastante para usucapir con
que el demandado se considere propietario del terreno, esto es, la intención de poseer en concepto
de dueño (animus pro domino possidendi), sino que la creencia de haber la cosa como propia se ha
de fundar en un acto o negocio jurídico antecedente de esos que sirven naturalmente para la
adquisición o la transmisión del dominio. De este modo, la Sala hace suyos los argumentos
esgrimidos por el juzgador de instancia en la medida en que ha concurrido de parte de los
codemandados la llamada buena fe positiva, que, en el campo de los derechos reales, según
jurisprudencia del Tribunal Supremo, tiene que ver con el creer o ignorar que la titularidad del
transmitente es o no exacta. Y, en efecto, conforme al art. 1950 del Cc ., los codemandados siempre
tuvieron la creencia de ser dueños de la finca hasta el acceso al camino vecinal situado en el Sur, sin
que la parte actora haya podido desvirtuar semejante extremo. Pero también ha habido buena fe
negativa en los términos del art. 433 del Cc ., esto es, ignorancia por parte de los codemandados de
que en su título o modo de adquirir pudiera haber vicio alguno que lo invalide, puesto que en el
contrato de compraventa que ha operado como título habilitante no ha habido vicio alguno
determinante de su nulidad.
Y ha de estimarse probado a la vista de la prueba testifical practicada que la posesión de la franja de
terreno se inició al tiempo del otorgamiento de la escritura, incluso antes de que el Ayuntamiento de
Llíria inmatriculara a su favor aquella finca por los trámites del art. 206 de la LH. Y , en
consecuencia, que tal " possessio ad usucapionem " se ha extendido por tiempo netamente superior a
los diez años que establece el art. 1957 con la consecuencia de quedar los codemandados en una
posición inatacable en relación con la cosa poseída. De este modo, se pone de relieve cómo el
transcurso del tiempo sirve tanto para adquirir el dominio como para perderlo. Son las dos caras del
fenómeno jurídico de la prescripción, que en el primer caso se concreta en la prescripción adquisitiva
o usucapión, modo de adquirir la propiedad reconocido por el art. 609 del Cc ., con carácter general
y, más concretamente, por los arts. 1940 y sigs.; y en el segundo da origen a la prescripción
extintiva de las acciones, como contemplan los arts. 1961 y sigs. del Cc .
CUARTO.- Por todo ello, procede la íntegra desestimación del recurso interpuesto y, de acuerdo con
lo dispuesto en el art. 398 de la LEC , la imposición al apelante de las costas causadas en esta
alzada.
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación, así como jurisprudencia.

FALLO
PRIMERO.-
SE DESESTIMA el recurso de apelación interpuesto por Dña. Silvia contra la sentencia dictada el 22
de febrero de 2010 por el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción nº 5 de Llíria en Juicio Ordinario
516/2009.
SEGUNDO.-
SE CONFIRMA íntegramente la citada resolución
TERCERO.-
SE IMPONEN a la parte apelante las costas causadas en esta alzada
Notifíquese esta resolución a las partes, y, a su tiempo, devuélvanse los autos principales al Juzgado
de procedencia con certificación literal de la misma, debiendo acusar recibo.
Contra la presente resolución no cabe recurso alguno, según doctrina del Tribunal Supremo sentada

5/6
21/10/2019

reiteradamente, entre otros, en autos de fecha 21 y 28 de noviembre de 2006, 19 de febrero de 2007,


3 de julio de 2007, 8 de septiembre de 2008, 14 de julio de 2009, 8 de septiembre de 2009 y 27 de
octubre de 2009.
Así por esta nuestra Sentencia, de la que se unirá certificación al rollo, lo pronunciamos, mandamos
y firmamos.

6/6

También podría gustarte