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ESTADO DEL ARTE

ANTECEDENTES

La obesidad infantil ha aumentado en las últimas décadas, según el centro para el control de las
enfermedades el 15% de los niños y adolescentes sufren sobrepeso, y el 30% de la obesidad adulta
comienza en la niñez.

En las últimas décadas se ha producido un incremento alarmante de las cifras de sobrepeso y


obesidad, y esto se ha relacionado con una menor competencia social y una peor autoestima.   , Se
realizó un estudio con una muestra representativa de 296 estudiantes en donde se puede observar
que los estudiantes con peso normal llevan una vida más tranquila, y los estudiantes con problemas
de obesidad manejan un nivel de autoestima bajo, se debe encaminar la tolerancia en la educación.

La obesidad ha sido reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un


problema de Salud Pública. Asociación con las dislipidemias, hipertensión arterial, diabetes
mellitus tipo 2 y algunos tipos de cánceres así lo han determinado.

Estudio:
Se estudió los 50 primeros niños y adolescentes de 6 a 18 años “obesos” todos tenían una masa
corporal encima del 95 percentil. Se les tomo peso y talla, con la finalidad de determinar el índice
de masa corporal. Existe una amplia evidencia que la obesidad en los niños está asociada a factores
de riesgo cardiovascular, entre ellos las dislipidemias. Uno de cada dos niños presenta valores de
hipertrigliceridemia dentro de lo que se considera riesgo alto. La presencia de dislipidemias, en
especial la hipertrigliceridemia, en los niños obesos es muy preocupante, ya que el riesgo de su
salud se ve incrementado. Por otro lado, existen otros tipos de riesgos demostrados en diversos
Estudios, que ameritan medidas preventivas como el mejor camino para mejorar los factores de
riesgo cardiovascular y por ende una mejor calidad de vida.

ESTADO ACTUAL

Las sociedades modernas, urbanas en su mayoría, parecen converger hacia el consumo de dietas de
alta densidad calórica, ricas en grasas y azucares libres y bajas en fibra, que se asocian con una vida
cada vez más sedentaria. La inactividad asociada con dietas mal balanceadas de alta densidad
calórica se relaciona con condiciones crónicas del adulto, entre ellas, diabetes, hipertensión,
trastornos de lípidos, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, que aparecen en
edad cada vez más temprana.

La obesidad en la niñez no suele ser un trastorno benigno, cuando mayor tiempo ha tenido
sobrepeso, más probable es que continúe su estado hasta la adolescencia y la vida adulta.
Se ha observado que la obesidad va a la par con el aumento de riesgo de mortalidad en todas las
edades. Cuando el peso es 30 a 40% mayor del promedio, se presenta un 50% más de mortalidad y
en personas con 40% más del peso promedio es del 90%.

La masa corporal (índice de masa corporal) promedio de mujeres colombianas entre 15 y 49 años
fue de 24.5; el 31% tienen sobrepeso (obesidad grado 1) y el 9% obesidad (> 30).
Estudios nacionales y locales en Colombia muestran que la distribución de peso para la talla de pre
y escolares es semejante al patrón de referencia y con un sesgo hacia pesos altos. En varios
informes de estudios nacionales y de comunidades pobres se encuentran cifras de más de 15% de la
población con peso superior a + 2 desviaciones estándar –DE.

Clasificación menores de 18 años

Sobrepeso +1, +2 DS
Grado 1 +2, +3 DS
Grado 2 +3, +4 DS
Grado 3 > 4 DS

Clasificaciones mayores de 18 años

Normal 18.5 a 24.9


Sobrepeso 25 a 29.9 Aumentado
Obesidad clase I 30 a 34.9 Moderado
Obesidad clase II 35 a 39.9 Severo
Obesidad clase III > de 40 Muy severo

PERPECTIVAS DE LA PROPUESTA

La obesidad y sus comorbilidades son un problema de alto impacto tanto a nivel individual como de
salud pública, produciendo enfermedades respiratorias, la diabetes y la hipertensión en la adultez.
Serán necesarios más estudios para proponer acciones intensivas preventivas y de control de la
obesidad en la infancia para disminuir el impacto de la obesidad y sus comorbilidades en la edad
adulta.

Aspectos como malos hábitos de alimentación, exceso en el consumo de elementos calóricos e


hipercalóricos y aumento en el consumo de comidas rápidas, ricas en carbohidratos y grasas. Todo
acompañado por otro factor importante, que es la disminución en la actividad física. 

Algunas recomendaciones Promover la actividad física en todos los entornos (escolar, laboral,
comunitario, recreativo), Aumentar la disponibilidad, accesibilidad y el consumo de agua simple
potable, Disminuir el consumo de azúcar y grasa en bebidas, Aumentar el consumo de verduras y
frutas, legumbres, granos enteros y fibra en la dieta, Mejorar la capacidad de toma de decisión sobre
una dieta saludable a través un etiquetado simple y del fomento al alfabetismo en nutrición y salud,
Promover y proteger la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, y favorecer una
alimentación complementaria adecuada a partir de los 6 meses de edad.

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