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COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL

ESTRÉS LABORAL

Maria camila Echeverry Cardona


Maria María Franco Ospina
Silvana Patiño Cardona

Universidad tecnológica de Pereira


Escuela de Tecnologías
Tecnología Industrial
Pereira, Colombia
Mayo 2017
COMPORTAMIENTO ORGANIZACIONAL
ESTRÉS LABORAL

Maria Camila Echeverry Cardona


Maria Maria Franco Ospina
Silvana Patiño Cardona

Presentado a:
Martha Judith Correa Vallejo
Psicóloga industrial

Universidad tecnológica de Pereira


Escuela de tecnologías
Tecnología industrial
Pereira
2017
Introducción

El presente trabajo comprende las definiciones del estrés laboral, Causas del
estrés laboral, Tipos de estrés laboral, Fases del estrés, Factores estresores y las
diferentes teorías destaca-das del estrés laboral.

Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado, ser menos
producti-vo y tener menos seguridad laboral; además, la entidad para la que
trabaja suele tener peo-res perspectivas de éxito en un mercado competitivo.

El estrés puede estar ocasionado por problemas domésticos o laborales. Por lo


general, los empleadores no pueden proteger a sus empleados contra el estrés
originado fuera del traba-jo, pero sí pueden protegerlos contra el estrés derivado
de su actividad laboral.

El estrés laboral puede suponer un auténtico problema para la entidad y para sus
trabajado-res. Una buena gestión y una organización adecuada del trabajo son la
mejor forma de pre-venir el estrés.

El principal objetivo de este trabajo es dar a conocer lo que es el estrés laboral y


lo que puede llegar a producir en un individuo si no es bien manejado, asimismo
explicar en este, como podemos controlar y evitar el estrés laboral.
Estrés laboral

En la década de 1930, Hans Selye , observó que todos los enfermos a quien estudiaba,
independientemente de la enfermedad que padecieran, presentaban síntomas comunes:
fatiga, pérdida del apetito, bajada de peso y astenia, entre otras sintomatologías. Por ello,
Selye llamó a este conjunto de síntomas “el síndrome de estar enfermo”. En 1950 publicó la
que sería su investigación más famosa: “Estrés. Un estudio sobre la ansiedad”.

El estrés laboral o estrés en el trabajo es un tipo de estrés propio de las sociedades


Industrializadas, en las que la creciente presión en el entorno laboral puede provocar la
Saturación física o mental del trabajador, generando diversas consecuencias que no sólo
Afectan a su salud, sino también a la de su entorno más próximo.
El estrés laboral aparece cuando las exigencias del entorno superan la capacidad del
Individuo para hacerlas frente o mantenerlas bajo control, y puede manifestarse de
Diversas formas. Algunos de sus síntomas más frecuentes van desde la irritabilidad a la
Depresión, y por lo general están acompañados de agotamiento físico y/o mental.
Además, el estrés en el trabajo está asociado con una reducción de la productividad de
las empresas y un descenso de la calidad de vida de aquellos que lo sufren, pudiendo
Incluso ser motivo de baja laboral en los casos más graves, por lo que es conveniente
Aprender cómo combatirlo, y conocer técnicas eficaces para su manejo.

En palabras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el estrés laboral es una


“enfermedad peligrosa para las economías industrializadas y en vías de desarrollo;
Perjudicando a la producción, al afectar a la salud física y mental de los trabajadores”

La mayoría de autores define el estrés laboral como un conjunto de reacciones físicas y


Mentales que sufre un empleado cuando se ve sometido a diversos factores externos,
Que superan su capacidad para enfrentarse a ellos. Estas reacciones pueden ser
Fisiológicas, cognitivas, conductuales o emocionales y por lo general van acompañadas
De agotamiento físico y/o mental, angustia y sensación de impotencia o frustración ante
la incapacidad del individuo para hacer frente a la situación o situaciones que generan
Ese estrés.

CAUSAS DE ESTRÉS LABORAL

Las causas del estrés laboral pueden ser diversas. A continuación mostramos una lista con
algunas causas o factores más comunes:

1. El volumen y ritmo de trabajo.


Excesiva carga de trabajo debido a una mala planificación por parte de los gestores. Los
plazos ajustados y la obligación de terminar tareas contrarreloj elevan los niveles
de cortisol en el trabajador (hormona causante del estrés), lo que puede aumentar su
ansiedad, volviéndolo irritable y disminuyendo su capacidad para resolver los problemas y
ejecutar las tareas previstas.
2. Tareas aburridas o monótonas.
falta de estímulos y la monotonía en el puesto. Trabajos excesivamente repetitivos y que
no varían en el tiempo, pueden producir en el trabajador una sensación de vacío y de
rechazo ante la obligación de repetir día tras día la misma tarea

3. Empleo inestable.
El miedo a perder el puesto de trabajo es otra de las causas de estrés laboral. Este
temor puede hacer que el empleado se encuentre en un continuo estado de estrés. En
muchas ocasiones, esta situación se combina con una inadecuada remuneración, por lo que
al miedo a ser despedido o sustituido, se une el estrés económico causado por unos ingresos
muy ajustados, con los que difícilmente puede hacer frente a los gastos del hogar.

4. Elevado nivel de responsabilidad.


La posibilidad de que un pequeño error tenga graves consecuencias es otra de las
causas de estrés laboral. El trabajador se ve obligado a mantener concentración
absoluta durante un largo periodo de tiempo

5. Exposición a tareas insalubres o peligrosas.


Estar expuesto a este tipo de situaciones obliga a nuestro organismo a estar continuamente
en estado de alerta, con elevados niveles de cortisol en sangre, lo que en el medio y largo
plazo resulta perjudicial para la salud.

6. Falta de apoyo.
En ocasiones, el estrés laboral puede estar causado por la falta de apoyo que el
empleado recibe tanto por parte de sus subordinados, como de sus superiores e incluso de
sus propios compañeros.

7. Acoso por parte de sus compañeros o superiores.


Si en el punto anterior el trabajador se veía privado del apoyo necesario para realizar
satisfactoriamente sus tareas, en este caso se va más allá y no sólo se ve privado de apoyo,
sino que además es objeto de burlas, insultos, intimidaciones, amenazas e incluso
violencia física

8. Utilización inadecuada de las posiciones de poder.


Una mala gestión de la capacidad de mando por parte de aquellos que ostentan las
posiciones de poder en el reparto de tareas y la toma de decisiones puede ser otra de las
causas del estrés laboral.

9. Falta de reconocimiento.
La carencia de estímulos positivos hacia el trabajador cuando obtiene un logro
beneficioso para la empresa, puede encontrarse entre las causas que producen estrés
laboral. Este tipo de estímulos no necesariamente tiene por qué ser en forma de
gratificación económica, en muchas ocasiones una simple felicitación por parte del jefe, por
los resultados obtenidos, puede hacer al empleado sentirse valorado y aumentar su
motivación en lugar de hacerle sentir que su trabajo se desprecia o no se tiene en cuenta.
Dentro de este punto se encontrarían también aquellos casos en los que la posibilidad de
promoción laboral es escasa o nula.
10. Condiciones ambientales del lugar de trabajo.
Otra de las causas de estrés laboral puede ser una inadecuada gestión de los recursos
básicos que el trabajador necesita para sentirse cómodo en su puesto de trabajo, como
pueden ser la temperatura, la luz o en ocasiones, el silencio, que puede estar contaminado
con ruidos desagradables, que impiden al empleado concentrarse adecuadamente cuando lo
necesita.

11. La combinación de cualquiera de los anteriores factores.


En general las causas del estrés laboral no se limitan a un único factor, sino que es
resultado de la combinación de varios de ellos, lo que agrava el problema. Por otra
parte, no todas las personas reaccionan de igual modo ante los estímulos que generan estrés,
por lo que situaciones que pudieran generar grandes niveles de estrés en una persona,
podrían causar niveles de estrés muy reducidos en otra o incluso casi nulos. Por todo ello es
importante valorar la situación y analizar cuáles son las causas del estrés laboral antes
de tomar medidas

TIPOS DE ESTRÉS LABORAL


El Doctor Oscar E. Slipak (Revista Alcmeon, 1996) distingue dos tipos de estrés laboral en
este sentido:

ESTRÉS LABORAL EPISÓDICO

Es aquel que se produce de modo puntual y momentáneo en el tiempo. Éste tipo de estrés se
caracteriza por su corta duración y su naturaleza esporádica. Un ejemplo podría ser un pico
de trabajo puntual en el puesto laboral, que ocasiona un aumento del nivel de estrés en el
empleado. Otro ejemplo sería una situación de despido. En la mayoría de casos se trata de
una situación limitada en el tiempo (el nivel de trabajo vuelve a la normalidad y el
trabajador encuentra un nuevo empleo), por lo que sus efectos negativos son apenas
perceptibles. Sin embargo, en ocasiones, estos factores estresantes se prolongan demasiado
en el tiempo, dando lugar al estrés laboral crónico.
Otros ejemplos:
-Una discusión entre dos compañeros de trabajo.
-La noticia de un traslado geográfico del puesto laboral.
-La asistencia a una reunión importante para negociar un acuerdo comercial.

ESTRÉS LABORAL CRÓNICO

Es aquel que se produce como consecuencia de una exposición repetitiva y prolongada a


diversos factores estresantes. En algunos casos es una evolución del estrés laboral
episódico, que gradualmente ha ido reduciendo la resistencia ante el estrés del empleado
(por ejemplo el Síndrome de Burnout). Se trata de un tipo de estrés mucho más dañino y
que puede ocasionar consecuencias graves a medio y largo plazo.
Otros ejemplos:
Continuas discusiones entre compañeros de trabajo.
Inestabilidad del puesto y continuos traslados de un lugar para otro.
Gran exigencia del puesto y trabajador sometido a presión constante.
¿Estrés laboral bueno o malo?

Podemos distinguir otros dos tipos de estrés laboral en función de si se trata de estrés
positivo o negativo:

Eustress (positivo o beneficioso):


Se produce como una respuesta eficaz al estrés por parte de nuestro organismo, que se
prepara para hacer frente a situaciones nuevas o que requieren un mayor nivel de atención.
Se trata de la situación ideal, ya que mantiene alerta nuestro organismo, pero sin forzarlo en
exceso. Éste tipo de estrés laboral resulta beneficioso, ya que aumenta nuestras
capacidades, nos motiva, y nos hace más productivos.

Distress (negativo o perjudicial):


Éste tipo de estrés se da cuando el organismo reacciona de modo inadecuado o excesivo al
estrés. Puede darse ante situaciones estresantes que superan nuestras capacidades o ante
sucesos estresantes que se repiten de modo prolongado y repetitivo en el tiempo.
Se trata de un tipo de estrés laboral perjudicial para el organismo y que reduce
notablemente nuestro rendimiento, por lo que es conveniente aprender a manejarlo
correctamente.

Fases del Estrés

Ante una situación de amenaza para su equilibrio, el organismo emite una respuesta con el
fin de intentar adaptarse. Este proceso se caracteriza por tres fases: Fase de alarma, fase de
resistencia, fase de agotamiento.

a) Fase de alarma

Ante la aparición de un peligro o estresor se produce una reacción de alarma durante la que
disminuye la resistencia por debajo de lo normal. No obstante, todos los procesos que se
producen son reacciones encaminadas a preparar el organismo para la acción de afrontar
una tarea o esfuerzo. Esta primera fase supone una reacción instantánea y automática que se
compone de una serie de síntomas:

• Movilización de las defensas del organismo

• Aumento de la frecuencia cardiaca

• Se contrae el bazo, liberándose gran cantidad de glóbulos rojos

• Redistribución de la sangre, que abandona la piel para acudir a músculos, cerebro y


corazón.

• Aumenta la capacidad respiratoria

• Se produce dilatación de las pupilas


• Aumenta la coagulación de la sangre

• Aumenta el número de linfocitos (defensas)

Se genera también una activación psicológica, aumentando la capacidad de atención y


concentración. Una vez que el estímulo desaparece, el sistema nervioso se restablece y
retorna a su condición normal. Esta reacción transitoria es necesaria y no resulta
perjudicial, siempre y cuando el organismo tenga tiempo suficiente para recuperarse. Es
una fase de corta duración. No obstante, si el estímulo es intenso o se prolonga en el
tiempo, aparece la fase de resistencia.

b) Fase de Resistencia

Cuando la exposición a los factores estresores continúa, lo cual es frecuente en la vida


laboral, el organismo no tiene tiempo para recuperarse; sin embargo, se mantiene
reaccionando para tratar de hacer frente a la situación. Es decir, en esta fase el organismo
intenta superar, adaptarse o afrontar la presencia de los factores que percibe como amenaza
y se produce una desaparición de la sintomatología. Cuando el estímulo es excesivamente
prolongado o alcanza una gran intensidad y el individuo es incapaz de rechazarlo,
eliminarlo o superarlo, aparece la fase de agotamiento.

c) Fase de Agotamiento

Tras una exposición larga y continuada a factores estresantes, la energía de adaptación se


agota, por lo que el organismo no es capaz de mantener un equilibrio y de resistir la
situación. El individuo entra entonces en un estado que puede desembocar en alteraciones
graves.

FACTORES ESTRESORES
Se ha demostrado que existe una influencia de ciertas características personales en la
producción de estrés. Esto no quiere decir que el solo hecho de tener una serie de
características personales determinadas desencadene por sí mismas el estrés, sino que
aumenta la vulnerabilidad de esos sujetos para que cuando se den unas determinadas
situaciones o demandas, el sujeto tenga más probabilidades de sufrir una situación de
estrés. Existen ciertos aspectos de la personalidad que hacen a las personas más vulnerables
al estrés:

• Personalidad tipo A: Hace referencia a una tipología de personalidad característica que se


manifiesta en ciertos sujetos con un interés desmesurado por la perfección y por el logro de
metas elevadas, una implicación muy profunda con su profesión que lleva al desarrollo de
grandes esfuerzos, a una tensión constante, a una incapacidad de relajarse y a una
preocupación constante por el tiempo. Estos sujetos son activos, enérgicos, competitivos,
ambiciosos, agresivos, impacientes y diligentes.
• Dependencia: Las personas poco autónomas toleran mejor un estilo de mando autoritario
y un ambiente laboral muy normalizado y burocratizado. Sin embargo, tienen más
problemas en situaciones que implican tomar decisiones o cualquier tipo de incertidumbre y
ambigüedad que las personas más independientes.

• Ansiedad: Las personas nerviosas experimentan mayor nivel de conflicto que las no
ansiosas.

• Introversión: Ante cualquier problemática, los introvertidos reaccionan más intensamente


que los extrovertidos, ya que son menos receptivos al apoyo social.

• Rigidez: Las personas rígidas presentan un mayor nivel de conflicto que las personas
flexibles.

• Formación, destrezas, experiencia y capacidad intelectual y física: Tienen capital


importancia como fuente de estrés, por la posible incongruencia que se puede dar entre la
posición ocupada y la capacidad o capacitación del trabajador.

• La mala condición física y los malos hábitos de salud: Pueden disminuir de alguna manera
la capacidad de enfrentarse a los problemas de trabajo.

• Las necesidades del individuo: Necesidad de contacto social, de intimidad, de


reconocimiento personal, de autorrealización...

• Las aspiraciones: Deseos de logro personal, de alcanzar un determinado estatus, de


dominar y controlar el trabajo

• Las expectativas: Esperanzas que el individuo tiene de obtener en su trabajo ciertos


beneficios personales, sociales...

• Los valores: La adhesión al principio de autoridad, importancia del trabajo o del status...
Debemos tener en cuenta que las características de las personas antes mencionadas no
tienen un carácter estático y reactivo con respecto a las demandas del entorno, sino que las
expectativas, deseos y necesidades de la persona tienen un efecto dinámico y activo en la
relación con el entorno laboral y, en último término en la generación del estrés.

b) Demandas de Trabajo

Hacen referencia a todo tipo de exigencias y características del trabajo y de su


organización, que pueden ser factores desencadenantes del estrés. Entre los estresores
exteriores podemos destacar los siguientes:

• Sobrecarga de trabajo: El volumen, la magnitud o complejidad de la tarea,


está por encima de la capacidad del trabajador para responder a esa tarea.
• Infracarga de trabajo: El volumen de trabajo está muy por debajo del necesario para
mantener un mínimo nivel de activación en el trabajador.

• Infrautilización de habilidades: Las actividades de la tarea están por debajo de la


capacidad profesional del trabajador.

• Repetitividad: No existe una gran variedad de tareas a realizar, suelen ser monótonas y
son repetidas en ciclos de muy poco tiempo.

• Ritmo de trabajo: El tiempo de realización del trabajo está marcado por los
requerimientos de la máquina, concediendo la organización poca autonomía para adelantar
o atrasar su trabajo al trabajador.

• Ambigüedad de rol: Existe una inadecuada información al trabajador sobre su rol laboral
y organizacional

• Conflicto de rol: Existen demandas conflictivas o que el trabajador no desea cumplir.

• Relaciones personales: Problemática derivada de las relaciones que se establecen en el


ámbito laboral tanto con superiores y subordinados como con compañeros de trabajo.

• Inseguridad en el trabajo: Incertidumbre acerca del futuro en el puesto de trabajo

• Promoción: La organización dificulta o no ofrece canales claros a las


expectativas del trabajador de ascender en la escala jerárquica

• Falta de participación: La empresa restringe o no facilita la iniciativa, la toma de


decisiones, la consulta a los trabajadores tanto en temas relativos a su propia tarea como en
otros aspectos del ámbito laboral

• Control: Estricta supervisión por parte de los superiores, restringiendo el poder de


decisión y la iniciativa de los trabajadores

• Formación: Falta de entrenamiento previo al desempeño de una tarea

• Cambios en la organización: Que supongan por parte del trabajador un gran esfuerzo
adaptativo que no es facilitado por la empresa

• Responsabilidad: Tareas peligrosas, responsabilidad sobre las personas

• Contexto físico: Problemática derivada del ambiente físico del trabajo, que molesta,
dificulta o impide la correcta ejecución de las demandas del trabajo y que en algunos
momentos puede provocar por su peligrosidad, una amenaza para el individuo. (ruido,
iluminación, temperatura, vibraciones) Conviene señalar que junto a estos dos factores
estresores encontramos un tercer tipo vinculado a la relación trabajo / familia que consiste
en la necesidad de conseguir un equilibrio entre la vida de trabajo y la vida familiar Se
habla de conflicto de rol cuando resulta incompatible el desempeño del rol laboral y el rol
familiar. La sobrecarga de rol supone la acumulación de demandas laborales y familiares
resultando en su conjunto excesivos para la persona dados los recursos de que este dispone.

TEORIA DE LA SOMATIZACION

El termino trastornó psicosomático se define como enfermedad física que se cree que es
causada o agravada por factores mentales el trastornó de somatización es básicamente una
afección crónica en la cual la persona presenta síntomas de malestar físico pero no se
encuentran causas que lo justifiquen sin embargo el dolor y los síntomas son reales y no son
creados ,ni simulados dichos síntomas son recurrentes he interfieren negativamente en su
vida laboral , social y hasta personal .

Parecer ser que puede ser que su origen se debe a altos grados de ansiedad que pueden ser
causados por un alto nivel de estrés o problemas emocionales que pueden ser causados mas
o menos importantes estos padecimientos además causan angustia he incapacitan a la
persona para funcionar normalmente. Aunque este transtorno este relacionado
principalmente con la vinculación emocional los sintomas son reales y la persona no tiene
control conciente sobre ellos

Cuando alguien lo padece sufre dolencias y síntomas desagradables mucho tiempo , incluso
años. Afecta varias áreas del cuerpo, estas personas no describen sus síntomas en términos
imprecisos pero dramáticos y muy emocionales. Suelen buscar ayuda u opinión de distintos
médicos y se quejan de que los exámenes médicos no solucionan nada no es extraño que
como consecuencia se encuentren en estado de depresión y ansiedad sintiéndose asi inútiles
y sin animos

Los síntomas mas habituales que se pueden sufrir , aunque se cree que pueden existir mas
todavía estos son los que se han podido describir :

-DOLOR
-DOLOR DE CABEZA
-DOLOR DE ESPALDA
- DOLOR ARTICULAR
- DOLOR EN EL PECHO
- LATIDOS CARDIACOS IRREGULARES
-DOLOR EN BRAZOS Y PIERNAS
- DOLOR EN LA VAGINA O PENE A LA HORA DE TENER RELACIONES
SEXUALES
- DOLOR AL ORINAR

Síntomas gastro intestinales:


- NAUSEAS
- DISTENCION
- VOMITO Y DIARREA
TRANSTORNOS SEXUALES
- INCAPACIDAD PARA MANTENER UNA ERECCION
- PERIODOS IRREGULARES
- SANGRADO MENSTRUAL EXCESIVO
- DOLORES MENSTRUALES

La persona que somatiza suele ser alguien muy dependiente en sus relaciones sociales
pide continuamente apoyo emocional y puede irritarse con facilidad cuando siente que no
recibe suficiente atención , sus síntomas somáticos son como una llamada de atención para
solicitar ayuda emocional , tanta insistencia he intensidad a costa de la propia salud refleja
su deseo excesivo para ser atendidos en todos los aspectos de su existencia COMO POR
EJMEPLO aceptar cargos mas altos y demandantes ,

SINDROME DE BURNOT O “QUEMADO”


El Síndrome de Burnout (también llamado simplemente "Burnout " o "síndrome del
trabajador quemado") es un tipo de estrés laboral conocido como crónico.
El Síndrome de Burnout (del inglés "burn-out": consumirse o agotarse) se caracteriza por
un progresivo agotamiento físico y mental, una falta de motivación absoluta por las tareas
realizadas, y en especial, por importantes cambios de comportamiento en quienes lo
padecen. Éste cambio de actitud, relacionado generalmente con "malos modales" hacia los
demás o con un trato desagradable, es una de las características clave para identificar un
caso de Burnout.
Este síndrome suele darse con mayor frecuencia en aquellos puestos de trabajo relacionados
con atención a terceros, como docentes, personal sanitario o personas que trabajan en
atención al cliente y puede llegar a ser motivo de baja laboral, ya que llega un momento en
que el empleado se encuentra física y mentalmente incapacitado para desarrollar su trabajo.
Esta patología, fue descrita por primera vez en 1969 por H.B. Bradley y al principio se
denominó "staff burnout", para referirse al extraño comportamiento que presentaban
algunos oficiales de policía que trabajaban con delincuentes juveniles.
Posteriormente, en la década de los 70, Herbert Freudenberger profundizó en dicho
fenómeno e incorporó el término "Burnout" al campo de la psicología laboral. Herbert, que
trabajaba como voluntario en una clínica para drogadictos en Nueva York, pudo observar
como muchos de sus compañeros, entre uno y tres años después de empezar a trabajar allí,
sufrían una pérdida de energía y motivación, junto con síntomas como ansiedad y
depresión.
A principios de los años 80, las psicólogas norteamericanas C. Maslach y S. Jackson
definieron el Síndrome de Burnout como "un síndrome de cansancio emocional,
despersonalización, y una menor realización personal, que se da en aquellos individuos que
trabajan en contacto con clientes y usuarios".
Volver arriba.

¿CUALES SON LOS SÍNTOMAS DEL BURNOUT?

Los síntomas del Síndrome de Burnout son muy similares a los síntomas asociados al estrés
laboral de modo general, sin embargo, en el caso del Burnout pueden aumentar de
intensidad, especialmente en lo relacionado con cambios de comportamiento o de carácter.
Entre ellos, podemos encontrar:
Síntomas a nivel emocional

- Cambios en el estado de ánimo: Se trata de uno de los síntomas principales del Síndrome
de Burnout. Es frecuente que el trabajador se encuentre irritable y de mal humor. En
muchas ocasiones los buenos modales desaparecen y se generan conflictos innecesarios con
clientes y usuarios. La suspicacia o "estar a la defensiva" y el sarcasmo suelen ser
habituales. En algunas ocasiones este cambio de actitud se produce en un sentido
totalmente diferente, en el que el trabajador simplemente muestra indiferencia hacia los
clientes o usuarios, e incluso hacia los compañeros.

- Desmotivación: El trabajador pierde toda ilusión por trabajar . Las metas y objetivos dejan
paso a la desilusión y al pensamiento de tener que soportar día tras día situaciones
estresantes que superan su capacidades y cada jornada laboral se hace larga e interminable.

- Agotamiento mental: El desgaste gradual que produce el Burnout en el trabajador, hace


que su resistencia al estrés sea cada vez menor, por lo que al organismo le cuesta cada vez
más trabajo hacer frente a los factores que generan ese estrés.
- Falta de energía y menor rendimiento: Se trata de una consecuencia lógica del punto
anterior; como el organismo gestiona de modo deficiente los recursos de que dispone, su
capacidad de producción disminuye y el rendimiento por tanto baja. Además, toda situación
de estrés laboral prolongada en el tiempo, produce a medio y largo plazo un deterioro
cognitivo, lo que puede provocar pérdidas de memoria, falta de concentración y mayor
dificultad para aprender tareas o habilidades nuevas.

Síntomas a nivel físico

Pero el Síndrome de Burnout no nos afecta sólo a nivel psíquico, entre los síntomas a nivel
físico que produce, podemos encontrar:

- Afecciones del sistema locomotor: Es frecuente la aparición de dolores musculares y


articulares, que se dan como resultado de la tensión generada por el estrés laboral y que por
lo general están provocadas por contracturas musculares.
- Otras alteraciones psicosomáticas: como problemas gastrointestinales, cardiovasculares,
afecciones de la piel, dolores de cabeza o cefaleas, mareos, alteraciones del apetito sexual y
mayor riesgo de obesidad entre otros.

CONSECUENCIAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT

Además de todos los síntomas vistos anteriormente, el Síndrome de Burnout puede tener
consecuencias como las siguientes:

- Aumento del riesgo de alcoholismo o consumo de drogas: Se ha demostrado que el estrés


laboral aumenta el riesgo de conductas perjudiciales, como el consumo alcohol, tabaco u
otras drogas. En aquellos empleados en que el consumo ya estaba presente, la tendencia es
a incrementar el consumo.

- Alteraciones del sueño: Al igual que otros tipos de estrés laboral, el "Síndrome de
Burnout", puede producir dificultades a la hora de conciliar el sueño (insomnio), además, es
frecuente que la persona tienda a despertarse repentinamente en varias ocasiones a lo largo
de la noche, con el trastorno que ello ocasiona a quien lo sufre.

- Bajada de las defensas: El "síndrome del trabajador quemado" repercute negativamente


sobre nuestro sistema inmunológico, haciendo que seamos más propensos a sufrir
enfermedades infecciosas provenientes del exterior. Además un sistema inmune más débil
prolongará la duración de las mismas una vez que las hallamos contraído e incluso puede
provocar situaciones más graves.
Además, las consecuencias del "Burnout" se extienden más allá del propio empleado y
llegan a afectar a su familia, amigos y pareja e incluso pueden ocasionar importantes
pérdidas económicas a las empresas.
Para saber más, puede consultar las consecuencias del estrés laboral.
CAUSAS DEL SÍNDROME DE BURNOUT

Cualquiera de las siguientes causas puede desencadenar una situación de "Burnout",


especialmente cuando se dan por largos periodos de tiempo y de modo continuado:
- Puestos relacionados con atención al público, clientes o usuarios: Se da en aquellos
puestos de trabajo en los que el empleado se ve sometido a un contacto continuo con
clientes o usuarios, y por consiguiente, a un gran número de quejas, reclamaciones o
peticiones por parte de los mismos. Ésto puede generar grandes niveles de estrés en el
trabajador y a la larga puede terminar por afectar a su conducta. En la mayoría de
ocasiones, un cliente insatisfecho o descontento con el servicio prestado no suele ser
demasiado agradable y ésto puede acabar "contagiando" la conducta del trabajador.

- Acoso laboral: El acoso por parte de compañeros o superiores en el lugar de trabajo


también puede favorecer la aparición de este síndrome. El acoso laboral o "mobbing"
consiste principalmente en el maltrato psicológico de la víctima para destruír su autoestima,
muchas veces con el objetivo de que abandone el puesto por propia voluntad. Si lo desea
puede saber más en nuestra sección sobre el acoso laboral.

- Elevado nivel de responsabilidad: Algunos puestos de trabajo exigen un gran nivel de


atención y concentración sobre la tarea realizada. El más mínimo error puede tener
consecuencias desastrosas. Un ejemplo sería el del personal médico, de cuyas manos
muchas veces depende la vida de un paciente. Se trata de profesiones sometidas a altos
grados de estrés y por tanto propicias para sufrir el Síndrome de Burnout.

- Jornadas laborales o "turnos" demasiado largos: Otra de las causas del "Burnout" son las
jornadas demasiado largas. Trabajos en los que el empleado debe mantenerse en su puesto
por 10, 12 e incluso 16 horas, pueden aumentar drásticamente la posibilidad de padecer este
síndrome.

- Trabajos muy monótonos: Paradójicamente, los puestos laborales aburridos, repetitivos o


carentes de incentivos también pueden ser causa del Síndrome de Burnout . El trabajador
no encuentra ninguna motivación en lo que hace y ésto le causa frustración y estrés. A nadie
le gusta pasar cientos de horas al mes realizando una actividad que no le motiva en absoluto
y con la que no se siente cómodo.
El estrés laboral y el Síndrome de Burnout, comparten la gran mayoría de sus causas , si
desea más información puede consultar las causas del estrés laboral.

TIPOS DE BURNOUT

Ante la disparidad de tipologías de Burnout existentes en la literatura, David F. Gillespie


(1980), propone una clasificación sencilla en función de la conducta del trabajador:
Burnout activo y pasivo.

Burnout activo:
En este tipo de Burnout, el empleado presenta comportamientos de resistencia activa frente
al Burnout y su conducta es asertiva, es decir, con iniciativa para el cambio a través de
estrategias de afrontamiento. Algunos ejemplos de conductas asertivas:
-Tratarse a uno mismo y a los demás con respeto.

-Ser educado pero firme.

-Ser directo y honesto con los demás.

-Saber expresar aquello que nos preocupa o desagrada frente a los demás con educación.
-Saber hablar y escuchar sin enojarse.

-Ser capaz de controlar nuestras emociones.

-Ver las críticas de los demás como una oportunidad de mejorar.

Burnout pasivo:

El Burnout Pasivo, por el contrario, se caracteriza por una actitud derrotista, marcada por la
apatía y la retirada del esfuerzo por cambiar la situación, prefiriendo el distanciamiento
frente a las situaciones que provocan estrés. Algunos ejemplos de conductas no asertivas:

-Reprimir las emociones.

-Enojarse fácilmente.

-Preferir ignorar e problema o alejarse de él antes que buscar una solución.

-No ser capaz de expresar nuestros sentimientos o reclamar nuestros derechos.

-Dar demasiada importancia a lo que puedan decir los demás de nosotros.

-El Burnout activo parece estar más asociado a elementos organizacionales o externos al
trabajador, mientras que el Burnout pasivo, se encontraría más asociado a elementos
internos psicosociales.

-Muchas veces, el Burnout comienza con una resistencia activa del trabajador, que
gradualmente decrece ante la falta de control y el desbordamiento sobre sus recursos o
expectativas iniciales.

ACOSO LABORAL O “MOBBING”


El acoso laboral, conocido asimismo como acoso moral, y muy frecuentemente a través del
término inglés mobbing ('acosar', 'hostigar', 'acorralar en grupo'), es tanto la acción de un
hostigador u hostigadores conducente a producir miedo o terror en el trabajador afectado
hacia su lugar de trabajo, como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador.
Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de
actos negativos y hostiles en el trabajo por parte de sus compañeros, subalternos (vertical
ascendente) o superiores (vertical descendente o el tradicional bossing), de forma
sistemática y recurrente, durante un tiempo prolongado, a lo largo de meses e incluso años.

Lo que se pretende en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación


es el abandono del trabajo por parte de la víctima o víctimas.

El científico sueco Heinz Leymann investigó el fenómeno en la década de 1980, y fue


quien utilizó por primera vez el término mobbing para referirse al problema.

¿Qué es el mobbing o acoso laboral?

Comúnmente, el acoso laboral o mobbing es confundido con el síndrome del quemado, o


burn-out. Sin embargo no representan el mismo fenómeno. Burn-out significa 'estar
quemado', o desgastado por circunstancias puntuales o características inherentes a la
profesión o el trabajo, el cual genera en el trabajador una intensa demanda en el aspecto
emocional, exigencia muy común entre maestros o enfermeras, por citar un ejemplo.

También es confundido con el bullying o el acoso escolar, al que se asemeja en mayor


medida; la diferencia radica en que en este último siempre está presente la violencia física,
mientras que en el mobbing, las estrategias que utilizan los acosadores o mobbers siempre
son más sutiles, más bien de índole psicológica, pues la intención es no dejar rastro o huella
del acoso, para hacer notar al acosado, o mobbed, como un incompetente o problemático, y,
de paso, no poder ser acusados de nada, debido a la difícil demostrabilidad de una agresión
de tipo psicológico.

El término mobbing (del verbo inglés to mob, con el significado antes aludido) proviene de
la etología, ciencia que estudia el comportamiento de los animales, sobre todo del campo de
la ornitología, donde la conducta defensiva de un grupo de pequeños pájaros consiste en el
atosigamiento continuado a un enemigo más grande, con frecuencia un ave rapaz.
Estos comportamientos en la naturaleza terminan frecuentemente, o bien con la huida, o
con la muerte del animal acosado por varios otros.

El mobbing puede desembocar en enfermedad profesional, es decir, derivada del trabajo,


aunque tanto autoridades como empresas se muestran muy reacias a admitirlo como tal.

1. Acoso laboral según la posición jerárquica


Dependiendo de la posición jerárquica, el mobbing puede ser:

Mobbing horizontal
Este tipo de mobbing se caracteriza porque el acosador y la víctima se encuentran en el
mismo rango jerárquico. Es decir, que suele darse entre compañeros de trabajo, y las
repercusiones a nivel de psicológico para la víctima pueden ser devastadoras.
Las causas de este tipo de acoso laboral pueden ser muchas y variadas, aunque las más
comunes son: para forzar a un trabajador a conformarse con determinadas normas, por
enemistad, para atacar al más débil, por las diferencias con la víctima, o por falta de trabajo
y el aburrimiento.

Mobbing vertical
El acoso laboral vertical recibe este nombre porque o bien el acosador se encuentra en un
nivel jerárquico superior a la víctima o se encuentra en un nivel inferior a ésta. Por tanto,
existen dos clases de mobbing vertical: ascendente y descendente.

Mobbing ascendente: Ocurre cuando un empleado de nivel jerárquico superior es atacado


por uno o varios de sus subordinados.

Mobbing descendente o bossing: Ocurre cuando un empleado de nivel jerárquico inferior


recibe acoso psicológico por parte del uno o varios empleados que ocupan posiciones
superiores en la jerarquía de la empresa. Tal y como hemos visto en el caso de Cristóbal,
puede llevarse a cabo como estrategia empresarial para conseguir que el trabajador acosado
abandone la empresa.

Acoso laboral según el objetivo


En función de los objetivos que el hostigador pretenda conseguir con el mobbing, este
puede clasificarse de la siguiente manera:

Mobbing estratégico
Este es un tipo de acoso descendente o “institucional”. Se caracteriza porque el mobbing
forma parte de la estrategia de la empresa, y el objetivo suele ser que el acosado rescinda su
contrato de forma voluntaria. De esta manera, la empresa no tiene que pagarle la
indemnización que le correspondería por despido improcedente.

Mobbing de dirección o gestión


Este tipo de mobbing es llevado a cabo por la dirección de la organización, generalmente
por varios motivos: para prescindir de un trabajador poco sumiso, para llegar a situaciones
de esclavismo laboral o para acabar con un trabajador que no se ajusta a las expectativas del
jefe (por ejemplo, por estar demasiado capacitado o para dejarle en evidencia).

Además, este tipo de acoso laboral puede realizarse para maximizar la productividad de la
empresa a través del miedo, empleando amenazas reiteradas de despido en caso de no
cumplir los objetivos laborales.

Mobbing perverso
El acoso laboral perverso hace referencia a un tipo de mobbing que no tiene un objetivo
laboral, sino que las causas se encuentran en la personalidad manipulativa y hostigadora del
acosador. Es un tipo de mobbing muy perjudicial porque las causas que producen el acoso
no pueden solucionarse implantando otras dinámicas de trabajo mientras la persona que
acosa siga en la organización o no sea reeducada.
Este tipo de acosador suele llevar a cabo el mobbing frente a la víctima, sin testigos. Es
muy seductor y rápidamente consigue la confianza de los demás. Es habitual que el
mobbing perverso sea un mobbing horizontal o ascendente.

Mobbing disciplinario
Este tipo de mobbing se emplea para que la persona acosada entienda que debe “entrar en el
molde”, porque si no lo hace será castigada. Pero con este tipo de acoso no solo se infunde
miedo en las víctimas, sino que también advierte a los demás compañeros de lo que podría
sucederles de actuar así, creando un clima laboral en el que nadie se atreve a llevar la
contraria al superior.

También se emplea en contra de esas personas que tienen muchas bajas laborales, mujeres
embarazadas, y todos aquellos que denuncian el fraude de la institución (por ejemplo, el
contable que presencia sobornos por parte de la empresa).

POSIBLES SOLUCIONES PARA EL ESTRÉS LABORAL


Antes de ir al trabajo

1. Mide bien tu tiempo. Aunque no lo crean, el levantarse tarde e ir en contra del reloj para
llegar a tiempo a la oficina, puede ser un gran causante de estrés.

2. Repasa tus tareas del día. Haz un análisis rápido de tus responsabilidades diarias,
asegurándote de llevar todo lo necesario para poder cubrirlas, de esa manera no tendrás que
regresar por alguna cosa que hayas olvidado, causando un mayores tensiones a lo largo del
día.

En el trabajo

3. Planea tus tareas. Es importante que pongas prioridad a tus responsabilidades. Sabemos
que tienes muchas cosas por hacer, sin embargo, si no organizas adecuadamente tu atención
a las prioritarias, todas pueden salir mal.

4. Deja un tiempo para pensar. Al sentirte ahogado por las numerosas tareas a entregar, son
muchas las veces que las llevamos a cabo sin darles la precisa atención a cada una de ellas,
presentando errores en las mismas. Esta situación reduce la eficiencia y productividad en
TODOS los casos.

5. Toma un descanso. Son varias las empresas que cuentan con salas o cocinetas donde
puedes reunirte con algunos compañeros para distraerte aunque sea 5 minutos.

Esta actividad es sumamente recomendable ya que el trabajar horas sin parar no sólo
disminuirá tu capacidad de concentración, sino que tu capacidad de retención se verá
mermada.

Un simple ejercicio de estiramiento, levantarte y caminar por la oficina puede reducir


dramáticamente tu cansancio mental y nivel de estrés.
6. Organiza tu lugar de trabajo. Inconscientemente nuestro lugar y ambiente de trabajo
influye de gran manera en nuestra estabilidad mental. Por ejemplo, tienes que entregar un
proyecto en menos de 10 minutos, y aunque ya lo tenías listo con una semana de
anticipación, no logras encontrarlo entre la pila de papeles que tienes sobre tu escritorio por
el desórden que tienes entre tus archivos.

7. Evita distracciones. Sabes que hoy es tu día límite para entregar esa tarea en la que tanto
has trabajado, sin embargo, recibes 10 llamadas al día, de las cuales poco menos de la
mitad suelen ser personales, lo que provoca que estés corriendo al último momento para
poder concluirlo. evita atender asuntos personales lo más posible y dedicarle el tiempo
laboral a temas laborales.

Fuera del trabajo

8. Desconéctate del trabajo. Sabemos que para muchos de ustedes, el desconectarse


por completo del trabajo puede ser un gran reto, incluso estando de vacaciones.

Si has decidido pedir días de vacaciones, disfrútalos al máximo, deja tus tareas cubiertas
con antelación (lo más posible) y olvídate en la medida de lo posible de esa tensión laboral,
te aseguramos que al regresar te sentirás con mucha más claridad mental.

ACTIVIDADES ROPESTAS

“YO TENGO UN TICK”


Esta busca disminuir el estrés laboral con el que llegan algunos compañeros al aula de
clase y lo que les impide tener un nivel de concentración mínimo, por eso se buscara que su
mente se distraiga mediante la expresión corporal para iniciar con una buena atención

“EL SOMBRERO”

El sombrero busca que la innovación de ideas, que su mente se refresque para continuar
asimilando información, además nos brinda la posibilidad de cuestionar a nuestros
compañeros de lo antes ya informado. Y asi mirar su nivel de atención

“EL MOSTRUO DEL ESTRÉS”


Mediante una pancarta le pediremos a nuestros compañeros desahogarse de su diario vivir,
que nos proyecten que les gustaría decir a estas personas que hacen su dia a dia un poco
mas complicado y asi plantearles la pancarta mas llamada como “el monstruo del estrés del
salón” donde estará el nombre de cada una de estas personas que nos estresan (esta pancarta
solo la podrán mirar las personas que participan de la actividad)

“DANZO TERAPIA” ACTIVIDAD PRINCIPAL

Se busca que todos participen en una actividad física que les ayude a sacar todo este estrés
recogido durante el dia con el estudio y jornada laboral.

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