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LAS REFORMAS POLÍTICAS:

UN FACTOR CLAVE DEL

REAJUSTE CONSTITUCIONAL

D AVI D R O LL E I S A A C M O R A LES
¡REFORM A POLÍTICA YA!

INTRODUCCIÓN

La historia política colombiana ha tomado un nuevo rumbo gracias a


diversos hechos. Entre ellos se encuentran la finalización del proceso de
paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia,
Ejército del Pueblo (farc-ep) y su posterior constitución como partido
político; las reformas políticas propuestas en la agenda legislativa en los
últimos años, que no han resultado en cambios estructurales trascen-
dentales; el surgimiento de nuevos partidos y movimientos políticos
alternativos, como el partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del
Común (farc), el movimiento de la Colombia Humana y el movimiento
Compromiso Ciudadano; y el más reciente, la elección de un candidato
uribista como presidente de la República. En ese sentido, es necesario
definir y contextualizar lo que sucedió en el pasado para poder entender
las actuales dinámicas políticas que vive el país, ya que frecuentemente
la comprensión del pasado depende de la forma como este se aborde y
del transcurso generacional.
El objetivo de este capítulo es hacer un recorrido de los cambios
políticos que se han gestado a lo largo de la historia de Colombia. De
esta manera, se busca identificar la pertinencia de varias propuestas de
modificación del sistema de pesos y contrapesos, del sistema electoral y
del sistema de partidos en general. Con esto en mente, este capítulo se
organiza de la siguiente forma: en primer lugar, se presenta una revisión
histórica de los principales cambios constitucionales en Colombia hasta
1991. A continuación, se expone cómo cada uno de esos aspectos del pa-
sado aporta lecciones útiles para el actual proceso de cambio político y
de eventuales reformas políticas. Luego se plantea la lista cerrada como
un elemento esencial en las reformas políticas que están por proponer-
se y se presenta una breve cronología del proceso de paz y su relevancia
en cuanto a los cambios políticos que demanda. Finalmente, se hace
una contextualización del más reciente intento de reforma política que
tuvo Colombia en el 2017. Además, este capítulo aporta unos cuadros
que sintetizan diversas perspectivas de aspectos de la reforma política y
electoral que requiere Colombia.

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Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

LA REFORMA POLÍTICA. LECCIONES DEL


PASADO: DE FINALES DEL SIGLO XIX A 1991

La puerta que abre dicha revisión histórica es la Independencia de


Colombia. Durante el siglo xix, los cambios políticos fueron produ-
cidos principalmente por guerras civiles a partir de las cuales se gene-
raron los cambios constitucionales. Hernando Valencia Villa (1987), en
su libro Cartas de Batalla, afirma que las constituciones no surgían del
debate ni del consenso, sino a partir del triunfo de una batalla: aquel
que se declarara vencedor imponía las reglas; por otra parte, aquellos
que resultaban vencidos como consecuencia de asumir la guerra debían
aceptar ese nuevo orden.
La última “carta de batalla” importante en la historia política de
Colombia fue la Constitución de 1886. Este texto recibió la oposición
de los liberales, hecho que definió el inicio la Guerra de los Mil Días,
sellada con la victoria del Partido Conservador, el partido del Gobierno.
Esta Constitución se caracterizaba por ser centralista, con un presi-
dencialismo fuerte, sumamente confesional y, en general, con gran nú-
mero de elementos represivos. Antes de la firma de esta Constitución
existieron regímenes federalistas a los cuales se les solían adjudicar los
principales problemas nacionales. Es por lo que los promotores de esta
Constitución afirmaban: “regeneración o caos”; la carta regeneracionista
tuvo vigencia hasta 1991, periodo en el que se aplicaron algunas modi-
ficaciones de importancia.
Después de 1886, la Constitución se reformó en 1910, 1918, 1936, 1954,
1968 y 1975. La reforma de 1910 suavizó la rigidez de la época. El Partido
Conservador se mantuvo en el poder entre 1886 y 1930, año en el que
los liberales asumen el gobierno tras su triunfo electoral. Un Partido
Conservador debilitado por las disputas internas entre sus dirigentes,
la masacre de las bananeras, la pérdida de Panamá, la modernización
puesta en segundo plano por los conservadores, entre otros, da lugar
a la elección de Enrique Olaya Herrera, hecho que marca el inicio de
la República Liberal; Olaya Herrera intentó desarrollar un gobierno
de unidad nacional conciliando entre los liberales y los conservadores.
Su sucesor, Alfonso López Pumarejo, también liberal elegido en
1934, propuso realizar una reforma constitucional. Gerardo Molina,
un liberal con ideas de izquierda, sugirió tajantemente la realización de

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una nueva constitución. Sin embargo, López Pumarejo abogó por una
reforma que pretendía cambiar la columna vertebral a la Constitución,
pero que conservaba los elementos básicos de dicha carta. La reforma
constitucional, denominada “La revolución en marcha”, incorporó el
concepto de propiedad con función social, una clara idea socialista;
además, apostó por la secularización, el traspaso de la educación de la
Iglesia al Estado58, la entrega de la función pública a manos del Estado
y el cambio de relación entre el Estado y los ciudadanos a través de la
participación de estos en la política; de este modo amplió dicho espacio,
antes dominado exclusivamente por la élite.
Esta “revolución en marcha” se constituyó en la reforma constitucio-
nal de 1936 que despertó descontentos en varios sectores del país, entre
ellos, la Iglesia, los gremios, los congresistas —que en su mayoría eran
propietarios de tierras— e incluso recibió la oposición armada de los
conservadores. Este desacuerdo se centraba en el concepto de propie-
dad, ya que incluía la idea de expropiación, con lo cual se podía ejecutar
esta acción sobre las tierras que no se utilizaban para entregárselas a los
campesinos para su provecho59. Esta reforma fue el primer intento de
modernización política en Colombia. López Pumarejo consiguió apro-
bar la reforma con el apoyo de la izquierda que, en ese momento, bus-
caba abrigarse en los partidos progresistas. Sin embargo, en el posterior
proceso de su implementación, a través de un marco legislativo, el ala
derechista del Partido Liberal hundió los proyectos de ley que hacían
curso en el Congreso de la República.
El Partido Liberal llegó dividido a las elecciones presidenciales
de 1938 donde triunfó la facción de derecha representada por Eduardo
Santos. Su gobierno congeló las reformas políticas realizadas en el go-
bierno de López Pumarejo. Especialmente, quedó postergada la promesa
de propiedad de tierras a los campesinos en un plazo de cinco años. En

58 “Hizo construir la Ciudad Universitaria de la Universidad Nacional de Colombia


e impulsó la reforma universitaria sobre el fundamento del saber tecnológico
en función del desarrollo económico y social de Colombia, porque según él, la
ciencia es puro saber especulativo” (Ayala, 2003, p. 150).
59 Uno de los puntos centrales del acuerdo con las farc-ep (2016) tiene que ver
con la creación de un fondo de tierras para los campesinos, además de la lega-
lización de las que no tienen ningún sustento legal de propiedad. La idea de
expropiación no aparece; más bien el exministro Juan Camilo Restrepo insiste
en que no se tocará la propiedad privada (RCN Radio, 25 de agosto del 2016).

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Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

1942, López Pumarejo volvió al gobierno, implementó el código labo-


ral y apoyó la creación de los gremios patronales, así como en su primer
periodo creó centrales sindicales.
Todos estos cambios y convulsiones al interior del Partido Liberal
despiertan la opinión de uno de sus miembros, quien cuestiona las accio-
nes de López Pumarejo acusándolo de no defender a la gente, de crear
unas falsas expectativas y que por ello decide formar un movimiento que
buscaría una verdadera reforma, una verdadera revolución. Ese liberal
era Jorge Eliécer Gaitán, quien apareció como un líder que generó un
cambio radical al interior del partido y en las lógicas políticas a nivel
nacional. La diferencia entre Gaitán y López Pumarejo radicaba en que
López era un miembro de la aristocracia que pretendía desarrollar la
revolución para el pueblo, pero sin el pueblo60; caso contrario a Gaitán,
quien concebía la revolución para el pueblo y con el pueblo. Gaitán se
presentó entonces en representación de un partido independiente y, en
las elecciones de 1946, dividió al Partido Liberal. La votación del par-
tido quedó fragmentada y triunfó el Partido Conservador. Gaitán no
ganó, pero arrasó y asumió como su nuevo líder.
El nuevo presidente, Mariano Ospina Pérez, un conservador mo-
derado, intentó formar un gobierno de conciliación y unidad nacional;
durante su mandato ocurre uno de los hechos más trascendentes del siglo
xx para Colombia: en 1948 es asesinado Jorge Eliécer Gaitán, hecho que
generó un episodio de violencia, protesta y desórdenes en la capital del
país, capítulo de la historia de Colombia conocido como el Bogotazo.
Ospina Pérez, en una acción desesperada, citó a los liberales con la in-
tención de calmar los ánimos y propuso compartir el poder entre los dos
partidos. Darío Echandía, testigo del caos en la ciudad, pregunta: “¿y el
poder para qué?”. Sin llegar a un acuerdo con los conservadores, su ala
más radical se impuso y el Congreso fue disuelto. Este hecho se suele
llamar “dictadura civil”, es decir, cuando un presidente elegido popular-
mente cancela el Congreso. En ese contexto se realizaron las elecciones
de 1950 en las que ganó el conservador radical Laureano Gómez.

60 Esta visión política provenía quizás de su formación —fue educado en Londres—


y de sus múltiples influencias: eran los tiempos de la Revolución mexicana, de
la Revolución rusa de Octubre, de la República española. En los contextos
ideológicos estaba Keynes, Roosevelt, Trotsky, Rosa Luxemburgo. Quizás
estas combinaciones expliquen su visión de una revolución institucionalizada
y paternalista.

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¡REFORM A POLÍTICA YA!

Hacia 1953, la situación de violencia era insostenible; el país se desan-


graba y Colombia estaba sumida en una guerra bipartidista61. Llegó a la
escena política un golpe de opinión, una “dictablanda”, Gustavo Rojas
Pinilla tomó el poder por medio de esta estrategia. En 1954, logró con-
cretar una constituyente a través de la cual alcanzó la aprobación parcial
de un conjunto de propuestas de cambio, entre ellas, permitir el sufragio
a las mujeres y su permanencia en el poder.
Sin embargo, los liberales y conservadores no vieron con buenos ojos
esta pretensión de Rojas y ambos partidos adelantaron una oposición a
su gobierno para derrocarlo. Reunidos en Benidorm y Sitges (España),
los líderes de ambos partidos se encontraron, reunión de la cual surgió
el “pacto entre caballeros” llamado Frente Nacional.
Desde 1936 hasta 1957 no hubo un cambio político importante62. La
reforma política de 1957 no era una reforma modernizadora; lo que se
buscaba era imponer un orden y evitar que los conservadores y libera-
les siguieran manejando el poder como lo venían haciendo desde 1850,
cuando ya se habían consolidado como partidos. Supuso que durante
dieciséis años los conservadores y liberales compitieran en las elecciones
con unas reglas de juego cambiadas, elecciones arregladas, pero con el
aval electoral del pueblo.
Esta reforma, aprobada por plebiscito de 1957, dio lugar a la con-
solidación del Frente Nacional que, con dificultad, pretendió evitar las
guerras bipartidistas turnándose el poder, lo que garantizaría la estabi-
lidad de un gobierno o del otro63. Para dar seguridad sobre este tema,

61 El comienzo de la década marcó también el comienzo de la resistencia armada


y organizada del campesinado que, algunos años después, daría origen a las
farc-ep. Es el inicio de la llamada Guerra de Villarrica en la que los campe-
sinos desplazados de sus tierras enfrentaron, por medio de las autodefensas, la
ofensiva del Estado.
62 Aunque sí se produjeron hechos luctuosos que marcaron la historia colombiana
de ese periodo: la masacre de estudiantes el 8 y 9 de junio de 1954 a manos del
Batallón Colombia, el Plan Tenaza contra la resistencia campesina ordenado
por Rojas Pinilla para ocupar el Sumapaz y el oriente del Tolima, en 1955; en
1956 las fuerzas del Estado dejan varios muertos y heridos en la Plaza de Toros
de Santamaría.
63 Los resultados del plebiscito (octubre de 2016) y la polarización política con
motivo de las negociaciones de paz con las farc-ep han hecho surgir rumores
acerca de un nuevo Frente Nacional: “No podemos regresar a otro Frente
Nacional, que ahora sería entre Gobierno-farc contra el Centro Democrático.

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se refrendó el artículo 218 de la Constitución de 1886, el cual prohibía


modificar la Constitución por una vía distinta a un acto legislativo dis-
cutido y aprobado por el Congreso. Incluía reglas exageradas, mayorías
imposibles de lograr y grandes controles, a lo que debe sumarse la au-
sencia de voluntad política para modificar la Constitución.
Cuatro presidentes se alternaron el poder durante 16 años, Alberto
Lleras Camargo, liberal, de 1958 a 1962. Guillermo León Valencia,
conservador, de 1962 a 1966, y quien asumió con un papel pacificador
—llamado el Milimetrista porque era muy exacto en repartir los cargos
entre los liberales y conservadores—. Carlos Lleras Restrepo, liberal,
de 1966 a 1970, quien se sentía en un sistema poco funcional, razón por
la cual vio necesario crear un régimen presidencialista en Colombia y
propuso una reforma constitucional en 1968 en la que se otorgaba poder
extra al presidente al declarar estado de sitio, decretos de estado excep-
ción y de emergencia económica. Así, el presidente era quien legislaba.
Este hecho provocó en el Congreso la necesidad de recibir algo a cam-
bio, para lo cual Lleras Restrepo les otorgó “auxilios parlamentarios”, a
saber, una parte del situado fiscal donde cada congresista tenía un fon-
do de dinero para repartir a la gente de sus regiones. Esta estrategia se
volvió la legitimidad del sistema político ya que, al recibir beneficios,
la gente lo aprobaba; así los congresistas se convirtieron en la presencia
del Estado en el territorio nacional. Por último, llega al poder Misael
Pastrana Borrero, conservador, de 1970 a 1974, quien se enfrentó a Gustavo
Rojas Pinilla. En esta época surgió el Movimiento Diecinueve de Abril
(m-19), que realmente nace como una escisión de las farc-ep para con-
vertirse en una guerrilla urbana —aunque se inspiró en la pérdida de
las elecciones por parte de la Anapo, tras un oscuro conteo electoral—.
El siguiente presidente elegido popularmente, una vez finalizado el
acuerdo del Frente Nacional, es Alfonso López Michelsen, liberal, hijo
de Alfonso López Pumarejo, quien trata de hacer una reforma política
necesaria para la época, aunque le resultó muy difícil sacarla adelante
debido a las normas del Frente Nacional y a las condiciones del plebiscito
de 1957. El descontento generalizado de la población se convirtió en un
paro nacional sin precedentes en la historia de Colombia en septiem-
bre de 1977, una protesta urbana solo superada por la insurrección del

El Gobierno que gane en el 2018 debe respetar los acuerdos de La Habana.


Sería un despropósito que al país lo apresaran para siempre en esa discusión
mientras ocultan los otros problemas” (El Colombiano, 5 de diciembre del 2016).

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pueblo después del asesinato de Gaitán. Fue un paro cívico en el que el


pueblo levantó una sola voz en contra de las condiciones nacionales y de
los partidos políticos tradicionales que habían manipulado el país a sus
anchas; la crisis laboral y la desigualdad social atizaron el desconten-
to64. El pueblo exigía un cambio social y político, sin embargo, López
no logró dar solución a esta problemática.
En 1978 llega a la presidencia el liberal Julio César Turbay Ayala,
político salido del cacicazgo y con una amplia experiencia en el sector
público. A raíz del paro de 1977 y la presión de la guerrilla como su opo-
sición fuerte, Turbay decidió crear el Estatuto de Seguridad, una ley
según la cual cualquier ciudadano podía ser aprehendido por cualquier
motivo que representara alguna amenaza. En el marco de esta ley se
violaron múltiples derechos humanos, se persiguieron grupos rebeldes,
hubo desapariciones, no existía habeas corpus; en efecto, una especie de
régimen militar dentro de la normalidad política65. Mientras tanto, el
escenario internacional asistía a una confrontación ideológica y militar
denominada Guerra Fría, y al surgimiento de guerrillas urbanas y ru-
rales. Lo anterior intensifica la persecución para los militantes de estos
grupos, sin embargo, Turbay fue pionero al iniciar los acercamientos y
los pactos con la guerrilla.
Tras la “derechización” del Partido Liberal, apareció un liderazgo
similar al gaitanismo que cuestionó al partido en su momento y criticó
su proceder, a lo que agregó la creación del “nuevo liberalismo” en ca-
beza de Luis Carlos Galán66. Con la presentación del movimiento de

64 El Paro Cívico Nacional de 1977, que el 14 de septiembre de 2017 cumplió 40


años de su realización, fue convocado por cuatro centrales obreras: la ctc, la
utc, la cgt y la cstc. La protesta popular desbordó las expectativas de los
convocantes y asumió un papel autónomo y radical en las calles. La represión
policial y militar dejó más de un centenar de muertos. En la actualidad, de las
cuatro centrales mencionadas, solo subsiste la cgt.
65 Recientemente se han establecido relaciones comparativas entre el Estatuto
de Seguridad y la política de Seguridad Democrática implementada durante
el gobierno de Álvaro Uribe, del cual fue ministro de Defensa Juan Manuel
Santos. En especial, por las consecuencias en cuanto a graves violaciones de
los derechos humanos (Ramírez, 21 de abril del 2014).
66 Candidato presidencial asesinado por el narcotráfico durante una intervención
pública en el municipio de Soacha y por el cual se encuentran presos y condenados
varios exfuncionarios del Estado; el más importante de ellos es el exdirector
del das, Miguel Maza Márquez.

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Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

Galán a las elecciones presidenciales, el liberalismo llegó notoriamente


dividido a la contienda. El candidato conservador, Belisario Betancur,
obtuvo la victoria. Betancur asumió con ideas de cambios constitucio-
nales, al igual que los anteriores presidentes. No obstante, el único lo-
gro significativo en términos constitucionales durante su gobierno fue
la elección popular de alcaldes, que hasta el momento eran elegidos por
el presidente de manera directa y poco democrática. Betancur sella un
acuerdo con el m-19, grupo guerrillero que se tomó el Palacio de Justicia
en 1985, tras haber reclamado constancia en los diálogos de paz.
Virgilio Barco consiguió la presidencia en 1986; ganó con la votación
más alta de la historia de Colombia hasta ese momento. Los liberales
buscaron con Barco presentar la imagen de un líder natural. Barco lle-
ga con un portafolio de propuestas de reforma a causa del ascenso de
la guerrilla, el fortalecimiento del narcotráfico, la violencia urbana que
se volvía cotidiana en las principales ciudades del país y los constantes
asesinatos de miembros de la Fuerza Pública. El país se sentía al filo del
caos, como lo llamaron los politólogos de la época.
Mientras la Constitución de 1886 llegaba a su centenario, surgieron
en el país propuestas de evolución y cambio institucional. Las carac-
terísticas que definían al país a finales del siglo xix eran notoriamente
diferentes. De ser un país rural, sin comunicaciones, con altos índices
de analfabetismo, Colombia pasó a ser una nación urbana, más comu-
nicada, con mayor educación y con variadas ideologías. Además, en el
contexto mundial, el espectro de Guerra Fría se deshizo.
Todos estos elementos definieron las condiciones principales para el
surgimiento de una nueva constitución. Barco se empeñó en esta idea
y acudió a un académico fundador de la Ciencia Política en Colombia,
Fernando Cepeda, a quien nombró ministro del Interior. Cepeda propuso
un gobierno de partidos con garantías para el ejercicio de la oposición y
una reforma a la extradición que despertó algunas voces a favor y otras en
contra. El narcotráfico volvió la no extradición de colombianos como su
bandera de momento; incluso Pablo Escobar llegó como suplente de Jairo
Ortega a la Cámara de Representantes con el aval del nuevo liberalismo.
Fue el mismo Luis Carlos Galán quien lo expulsó de dicho movimiento,
hecho que lo condenó a la muerte. Barco, en su guerra contra el narco-
tráfico, fue vencido por la idea de la no extradición, hecho cuestionable
que aún suscita debates en la vida política de Colombia, pues provocó
la iniciativa del ministro Carlos Lemos Simmonds de retirar la reforma
que había incluido entre líneas la no extradición.

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En ese momento no se pudieron hacer reformas políticas importantes


y la gente se cuestionó por el verdadero problema. La respuesta que sur-
gió fue el plebiscito de 1957, el cual bloqueaba las formas de modificación
de la Constitución. Regularmente, la Constitución puede ser reformada
por el Congreso, pero la crisis del país obligaba a considerar otros me-
canismos para su modificación. Cabe anotar que el poder constituyente
constituido y el poder constituyente originario (el pueblo), juegan papeles
diferentes en estas circunstancias. Cuando se acepta un contrato social
y se decide delegar el poder de la toma de decisiones a ciertas personas,
también es posible arrancar ese poder, pues no existe renuncia al poder
sino delegación. El pueblo le presta el poder al Congreso.
Sin embargo, Colombia se ha caracterizado por ser un país muy
legalista y la idea de que el pueblo debería decidir sobre su devenir no
tenía cabida hasta que apareció la estrategia de la “séptima papeleta” un
grupo de la sociedad colombiana, animado por estudiantes, propuso in-
cluir una séptima papeleta en las urnas de las elecciones parlamentarias
de 1990 que preguntó al pueblo sobre la convocatoria de una Asamblea
Nacional Constituyente, esto es, una reforma política por encima del
Congreso. La séptima papeleta fue aprobada y se concretó la Asamblea
Nacional Constituyente. Aunque, con menos votos de los que obtuvo
el Congreso, fue un espacio abierto y democrático. Se invitó a las gue-
rrillas a participar; algunas como el m-19 lo hicieron, otras, como las
farc-ep, se negaron.
La constituyente reunió tres fuerzas políticas importantes: el Partido
Liberal, la fuerza política más importante del momento, con Horacio Serpa
Uribe, un socialdemócrata liberal, como representante; el Movimiento de
Salvación Nacional, en cabeza de Álvaro Gómez Hurtado, quien había
creado una disidencia radical del Partido Conservador; y el movimien-
to Alianza Democrática m-19, liderado por Antonio Navarro Wolff,
exguerrillero del m-19. Estos tres personajes de la vida política del país
se convirtieron en presidentes de la Asamblea Nacional Constituyente.
La Constitución de 1886 fue modificada totalmente. La nueva
Constitución de 1991 incluyó una amplia lista de derechos fundamen-
tales y modificó el régimen político colombiano:
• Inclusión de terceras fuerzas.
• Creación indiscriminada de partidos políticos.
• Lista de inhabilidades e incompatibilidades para los congresistas.
• Aprobación de la elección popular de gobernadores.
• Creación de la circunscripción nacional para el Senado.

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• Democracia interna de partidos, —aunque al final no fue aprobada—.


• Libertad de cultos.
• Tutela.
• Revocatoria del mandato.
• Mecanismos de democracia participativa.
• Modificación del régimen de centralización.
• Creación de la Corte Constitucional que defenderá la Constitución.
• Mecanismos de reforma política.
El referirse a las lecciones del pasado no se limita solo y puntual-
mente a la realización de esta introducción histórica, sino considerar
los hechos que ocurren entre 1991 y 2014. En 1991, cuando se hace la
Asamblea Nacional Constituyente, César Gaviria es presidente de
la República —Galán había sido asesinado por el narcotráfico en
alianza con algunos políticos—; Gaviria fue elegido e hizo posible la
Constitución de 1991. Después se presenta Ernesto Samper, quien lle-
gó en 1994 con el Partido Liberal; pero se encuentra en un problema
grave, ya que su campaña durante la segunda vuelta fue financiada por
narcotraficantes de Cali como lo denunció Pastrana.

LECCIONES DE UN PASADO RECIENTE

El periodo posterior a la entrada en vigencia de la Carta Constitucional


de 1991 ha servido para observar si, en efecto, se están alcanzando las
diversas metas para las cuales fue concebida. Esta segunda parte del
capítulo se ocupará en revisar aspectos relacionados con el tema de las
reformas políticas ulteriores a la emergencia de la carta. Ello, con el ob-
jeto de analizar si alcanzan los derroteros que se requieren para fundar
un nuevo estado de cosas dentro del sistema político colombiano.
Después de la Constitución de 1991 se generó un desencanto gene-
ralizado, principalmente motivado por la incompetencia para enfrentar
los problemas endémicos que asfixiaban al país tales como la violencia,
la deficiencia en la administración de justicia, el clientelismo y la mar-
ginación social. Todo ello, a pesar de que la nueva carta fue un éxito
en su elaboración y transformó el país realmente en muchos aspectos.
Como primer presidente después de la constituyente, asumió Ernesto
Samper, en 1994, envuelto en un escándalo sobre el financiamiento de su
campaña a segunda vuelta presidencial por parte del cartel de Cali, res-
ponsabilidad que asumió el jefe de campaña, quien lo acusó a él también,

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aunque fue exonerado de ello. La investigación judicial que encerró este


escándalo fue conocida como Proceso 8000. Al margen de este caso,
Samper se preguntó por el funcionamiento de la reciente Constitución;
comenzó con la provisión de mayores recursos financieros a la admi-
nistración de justicia. La redistribución política del país, no obstante,
se consideró un tema para no tocar. Pero Samper hizo un balance de la
constituyente y señaló como negativa la reforma política que surgió en
1991. La evaluación se basaba en que la Constituyente había revocado
el Congreso y había convocado nuevas elecciones, pero sin renovar sus-
tancialmente el nuevo Congreso.
La Constitución de 1991 fue un “golpe de Estado consentido”. Samper
propuso al Congreso una reforma constitucional para el funcionamien-
to de la política tras la escasa renovación partidista. En su momento,
el expresidente Ernesto Samper afirmó que la reforma política debe
buscar la conformación de un nuevo sistema de representación política
más dinámico, más participativo, más transparente, más democrático,
y más alternativo. En su análisis de la Constitución de 1991, el presi-
dente Samper critica fuertemente el reconocimiento indiscriminado a
movimientos y partidos minoritarios, la prohibición a la regulación so-
bre la democracia interna de los partidos y la circunscripción nacional
del Senado. De igual forma, Samper hace un análisis sobre los partidos
políticos; al respecto sostuvo que los partidos dejaron de ser una alter-
nativa real, hecho que dio lugar a nuevas formas de acción y expresión
política: los partidos abandonaron su papel de opositores y asumieron
una labor fiscalizadora. Por último, para Samper los partidos dejaron
de representar una voz de opinión; en esta función fueron reemplazados
por los medios de comunicación.
La abierta posibilidad de formar partidos y el esquema de inhabi-
lidades e incompatibilidades para ello no funcionaron. Samper, un li-
beral socialdemócrata, del ala más cercana a la izquierda del partido, se
ingenió un proyecto de reforma política creado por algunos expertos y
representantes de la sociedad colombiana a través de la Comisión para
la Reforma de los Partidos. En principio, los medios de comunicación
interpretan la conformación de esta comisión como una maniobra de
distracción por parte de Samper. Esta comisión estudió las falencias
de la política colombiana y propuso algunas observaciones para el le-
vantamiento de un proyecto de reforma política. Los miembros de este
cuerpo fueron los jefes de los partidos —miembros del Partido Liberal,
Conservador y de la Alianza Democrática m-19—, el sindicalismo, el rector

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Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

de la Universidad Nacional de Colombia, el profesor Eduardo Pizarro,


Javier Sanín, decano de Ciencia Política de la Universidad Javeriana,
Pedro Santana de la Corporación Viva la Ciudadanía y Alberto Casas.
Entre las tareas de la Comisión figuraban:
• Diagnóstico de los partidos en Colombia.
• Recomendación de reformas a los partidos políticos.
• Modernización de los partidos.
• Democratización de los partidos.
• Transparencia en la financiación.
• Control ético al interior de los partidos políticos.
• Estatuto de Oposición.
• Mejorar la relación entre los medios y los partidos políticos.
La comisión sentenció que la nueva Constitución hacía persistir las
falencias en el sistema de partidos. Si bien, se reconoció la importancia
de un sistema multipartidista, sostuvo que lo que se provocó fue la frag-
mentación de un conjunto de partidos inmanejable y la prolongación en
el poder de los dos partidos tradicionales. A raíz de ello, se restringie-
ron los avales y se limitaron las listas por partido. Así, se permitiría la
presentación de un candidato por partido a cargos uninominales y una
lista para corporaciones públicas hasta por el total de escaños disponi-
bles de determinada corporación.
También se incorporó la discusión de la democracia interna. Era evi-
dente que para organizar los partidos había que partir por la democra-
cia interna —que no había sido aceptada por la Constitución de 1991—.
Además, la Corte Constitucional declaró inexequible la Ley 30 de 1994
sobre democracia de partidos en este punto. De esta forma, continuó
la aplicación de la norma constitucional sobre el impedimento de la ley
para intervenir en la organización de los partidos. Por su parte, la acade-
mia apoyaba la propuesta de democracia interna partidista. Aunque los
partidos lucieron poco convencidos de desarrollar este tema, finalmen-
te la democracia interna de los partidos fue aprobada por la Comisión.
La Comisión para la Reforma de Partidos abordó una variedad de
temas pertinentes para consolidar una reforma política, entre ellos, la
democratización interna de los partidos —a la que ya se ha hecho refe-
rencia—, restricciones a la financiación de las campañas electorales, el
estatuto de oposición que garantizaría una competencia transparente,
la ética de los partidos, su coherencia respecto a la doble militancia, la
reglamentación para el funcionamiento y organización del Congreso, la
idea del voto obligatorio —que se consideraría poner a prueba durante

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ocho años—, la participación de las mujeres en cierto porcentaje de


acuerdo con la lista, el calendario electoral y la carrera administrativa.
La Comisión propuso el fortalecimiento de los partidos y su cali-
dad a través del umbral. El gobierno sostuvo que el umbral era la única
opción para robustecer los partidos y desincentivar la multiplicación de
partidos débiles. Aunque el umbral recibió el rechazo de la izquierda,
que advertía sobre su eliminación política, hubo acuerdo sobre la ne-
cesidad de implementar este sistema para reconocer a los partidos en
virtud de su desempeño en las elecciones.
Durante el segundo año del gobierno de Samper, su ministro de
Defensa, Fernando Botero, fue capturado por recibir dineros del narco-
tráfico para la campaña presidencial. Botero acusó a Samper de conocer
dicha situación; Samper se ocupó en su defensa, lo cual impidió el se-
guimiento del trámite de aprobación del proyecto de reforma. Así pues,
a causa del escándalo del Proceso 8000, la reforma política de Samper,
construida y propuesta por la Comisión, fue rechazada en su tránsito
por el Congreso de la República durante su primer debate y archivada
a finales de 1995.
Todo intento de reforma política tiene un efecto positivo y otro
perverso67. Después del hundimiento de su primera propuesta, Samper
presentó una contrarreforma ante el Congreso; varios puntos fueron
aprobados en su trámite, como el umbral —el partido político que no
tuviese suficientes votos no podía competir en elecciones— y la de-
mocracia interna que también tuvo eco. Sin embargo, el Congreso no
apoyó tal iniciativa y la hundió a mediados de 1996. Así, el gobierno de
Samper no pudo dar vida a una nueva reforma política.
Bajo estas circunstancias, el país necesitaba un cambio político de-
finitivo. En 1998, Andrés Pastrana, conservador, llegó a la presidencia
con la intención de hacer cambios sustanciales. El expresidente Andrés
Pastrana afirmó en su momento que para rescatar las instituciones se
emprendería una reforma política a fondo, pues no se puede echar vino
nuevo en vasijas viejas. Su ministro del Interior, Néstor Humberto

67 En efecto, en una ponencia del año 2014 ante el II Congreso Internacional de


Estudios Electorales, Clara Rocío Rodríguez Pico sostuvo lo siguiente: “Para
muchos, la reforma política del 2003 contribuyó a acentuar la problemática
en la medida en que el voto preferente operó como una puerta de entrada de
recursos ilegales, de difícil control por parte de las directivas de los partidos”
(Rodríguez, 2014, p. 16).

108
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

Martínez, encabezó una delegación del gobierno y expertos para sacar


adelante un proyecto de paquetes de reforma política.
Hacia su primera legislatura, la reforma contemplaba aspectos como
la modificación del sistema electoral y de partidos, su organización in-
terna y el reconocimiento de la personería jurídica. Sobre el aspecto
electoral, convertía los votos en curules con nuevos sistemas de conteo,
consideraba el umbral, las listas únicas, la cifra repartidora y el voto
preferente. Definía los mecanismos de postulación y elección, y las fun-
ciones de los órganos de control público —Contraloría, Procuraduría y
Registraduría—. De igual forma, contempló una reforma al Congreso
concerniente a la presentación de proyectos y sugirió la necesidad de
contar con un respaldo y soporte jurídico, económico y político. Sobre
el trámite de proyecto, se consideró la prohibición de la votación en la
misma sesión del debate y contempló el trámite de urgencia para evitar
la declaración de Estado de Excepción por parte del presidente.
La reforma se volvió asunto de opinión pública: abordada por los
medios de comunicación nacional, también se discutió en universida-
des entre académicos y en audiencias públicas; en ese momento, diríase,
se dio una suerte de “democracia deliberativa”. Los congresistas que se
mostraban reacios a eso se incluyeron en esta lógica, lo cual permitió
generar un consenso frente a la importancia de esas normas desde todo
punto de vista. A pesar de que se dio tal consenso, los congresistas aún
seguían muy divididos; Pastrana no tenía el carisma, ni contaba con
una unidad nacional comparable a la de Santos hoy, para aprobar un
proyecto de tal envergadura.
Este proyecto arrancó su carrera legislativa de ocho debates, se die-
ron discusiones constantes sobre el umbral y sobre la naturaleza de los
partidos (locales o departamentales); poco a poco fue recibiendo modi-
ficaciones radicales respecto a la propuesta original. Se dieron diversas
críticas respecto a la coherencia de los mecanismos propuestos frente
a la realidad colombiana. Debido a la mutación que sufrió su reforma
política, la falta de un norte político claro, la presión de la oposición ra-
dical y el fracaso del proceso de paz, Pastrana se vio obligado a retirar
su propuesta de reforma de los debates parlamentarios y, por tanto, a
presenciar su hundimiento.
Álvaro Uribe Vélez tomó posesión como presidente en 2002. En
un principio se pensó que no realizaría reformas políticas de fondo. Sin
embargo, recién llegado al gobierno sacó a la luz su idea de reforma.
Su reforma, construida sin una buena asesoría, contenía normas que se
contradecían en términos técnicos. A pesar de esto último, la reforma

109
¡REFORM A POLÍTICA YA!

se aproximó a los temas que había propuesto la Comisión de Reforma a


los Partidos de Samper y a las ideas de Pastrana. Al apelar a su popula-
ridad, Uribe decidió llevar a referendo dicha reforma. A esta propuesta
se le agregaron un conjunto de normas fuera del marco de reforma polí-
tica; se acuñó, pues se le sumó una reforma fiscal muy fuerte que incluía
rebajas en los salarios de los empleados públicos. En general, lo cierto
es que era un referendo de un texto complicado. Debido a la importan-
cia de su contenido, no se permitió que la reforma política se hiciera en
conjunto, sino que se tratara cada uno de los puntos cuidadosamente.
Al final, ese referendo fracasó, ya sea porque era un referendo confuso,
o por la oposición de la izquierda y de los liberales. Así pues, tampoco
se dio una reforma política en este primer intento de Uribe.
Finalmente, se aprobó una reforma política en el 2003 mediante el
Acto Legislativo 01 de este año. Varios hechos marcaron la consolidación
de esta reforma política: junto a la dinámica ya mencionada, los antece-
dentes que definieron la importancia de esta reforma son los siguientes.
Primero: hasta el momento los partidos políticos estaban en manos de
los “Caciques” regionales; además, estos se encontraban fragmentados
por los individualismos ya en decadencia y atomización. Segundo: no
existía claridad frente a las reglas de juego de los partidos respecto a la
doble militancia ni a la expedición de avales.
La reforma política del 2003 se caracterizó por impedir la doble mili-
tancia (art. 107), trazó el camino a la democracia interna en los partidos,
permitió el acceso de los partidos a medios de comunicación, estableció
nuevas reglas para la personería jurídica, fijó un umbral del 2 % y abogó
por el régimen disciplinario interno de los partidos. Además, trató temas
como la financiación de las campañas por parte del Estado (reposición
de votos), las limitaciones y controles en los gastos de las campañas,
buscó estimular la actuación de los partidos como bancada, establecer
garantías para la oposición, exigir la presentación de listas únicas por
partido y la implementación del voto preferente. También estableció la
cifra repartidora68.

68 “Otras normas, sin embargo, representaron un retroceso, como sucedió con las
definiciones sobre las autoridades electorales, que derivaron en la politización
del Consejo Nacional Electoral por la forma de elección de sus miembros, y que
eliminó de ese organismo la presencia de los partidos de oposición” (Rodríguez,
9 de enero del 2011).

110
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

Esta reforma se aprobó porque existía un terreno abonado previa-


mente para cultivar una propuesta de cambio político: había suficiente
madurez y consenso sobre ella, los debates ilustraron a la sociedad en
general y a los demás partidos sobre su pertinencia. La reforma del 2003
modificó el sistema de partidos al regular su existencia, aproximándose
a un sistema de izquierda-derecha.
Después del 2003 se dan otras reformas, en 2005, 2009 y 2011, en las
que se hicieron ciertos ajustes al sistema de partidos y al sistema elec-
toral. Para 2014, la reforma fue fuerte en términos de partidos y equili-
brio de poderes, pero la circunstancia del posconflicto supuso el mejor
momento para asumir esas asignaturas pendientes en temas electorales.

ENSEÑANZAS DEL PASADO PARA LA EVENTUAL


REFORMA POLÍTICA DEL POSCONFLICTO

Varias han sido las lecciones del pasado lejano y reciente. A continuación,
y a manera de conclusión, se hace una revisión de los hechos más relevan-
tes, discriminando años específicos, y un comentario como enseñanza.
Por ejemplo, en 1886, el hecho de pretender una reforma política
y la imposición de una nueva constitución contraria a los partidos de
oposición. Aunque esto no resultaría tan peligroso porque eran otras
las circunstancias históricas y no se pretendía una nueva carta, sí es
importante que la nueva reforma no se apruebe por mayoría partidaria
sino por consenso. De la experiencia de 1936, año en el que se presen-
tó una reforma modernizadora, aprendimos que primero debe haber
pleno consenso al interior del partido o coalición que la presenta, de lo
contrario, no podría ser desarrollada legalmente la reforma. Es decir,
la Unidad Nacional primero debe concretar un acuerdo en su interior
sobre los puntos de la reforma, a través de la construcción de una cohe-
rencia en la unidad, antes de negociar con otros partidos y evitar así caer
en contradicciones al momento del debate. 1957 nos enseñó a no hacer
una reforma política solo para tener contentos a los partidos; esta debe
ser modernizadora, o sea, que las normas de reequilibro de poderes o
circunscripción deben ser para más gobernabilidad y representatividad
respectivamente, mas no para tener tranquilos a los políticos, ya que
esto implicaría un costo enorme para el país.
De la experiencia de 1968 se entiende que no es posible ceder de-
masiado frente a los parlamentarios, a cambio de aprobar una buena

111
¡REFORM A POLÍTICA YA!

reforma, porque ellos deben asumir el papel de ser quienes pasarán a


la historia como los ejecutores del cambio, aunque este no les beneficie
demasiado. Esto quiere decir que se puede fortalecer el legislativo, pero
no para su favor e interés, sino para que asuma con responsabilidad su
función, en este caso, en especial, la de elegir a los órganos de control.
Así pues, las reformas políticas no aprobadas antes de 1991 sugieren
la necesidad de crear consensos antes de intentar aprobar normas, en
especial, con los órganos que controlan la constitucionalidad de los cam-
bios, ya que probablemente serían rechazadas o el mismo gobierno las
negaría si se transforma su texto original. Es posible que una propuesta
se apruebe en primera legislatura, como experimento, pero, entre tanto,
los partidos, las cortes y la sociedad deben estar de acuerdo en unas co-
sas básicas para que se aprueben fácil. La lección de la Constituyente de
1991 es que, entre más debatida sea una reforma o nueva constitución, es
decir, entre más cuente con una amplia participación, se consigue más
legitimidad en los procesos futuros. En otras palabras, abrir un gran
debate en los medios, universidades, gremios y la sociedad civil da lugar
a un parlamento moral de la reforma 69.
La Comisión de Reforma de los Partidos del gobierno de Samper,
un grupo de personas que, aunque escogidas a dedo, reunía una buena
representatividad, demuestra que un conjunto de expertos, como los
de esta comisión, puede llegar a buenas conclusiones sobre una refor-
ma, incluso contrarias a lo que el gobierno proponga, razón por la cual,
sus sugerencias deben ser tenidas en cuenta para aplicarlas al proyecto
—como ya se ha planteado—. Al respecto, también es pertinente evaluar
la fuerte consistencia de la unidad del gobierno para defenderla o, de lo
contrario, se hundiría rápido. O sea, sería oportuno crear una comisión
simultánea al debate y fortalecer la unidad para lograr su aprobación.
Un claro ejemplo de estas circunstancias fue el intento de Pastrana: si
no se crean consensos deliberativos, nace un Frankenstein donde todos
realizan ajustes acordes a sus intereses, lo que resulta en el hundimiento
de la reforma. Esto significa que soltar la reforma al Congreso sin pactar

69 En este sentido, luego de la firma del Acuerdo Final en noviembre de 2016, el


papel de los movimientos sociales, como fue el caso de la Séptima Papeleta, es
el que podría garantizar un trabajo previo que logre ese consenso y respaldo
desde diversos ángulos de la participación social, no exclusivamente a partir
de los acuerdos entre los partidos políticos.

112
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

bien los consensos dentro y fuera de la Unidad Nacional de Colombia


puede desembocar en otro Frankenstein similar al de Pastrana.
La experiencia de Uribe, al intentar aprobar una reforma por medio
de referendo, indica la posibilidad de incluir un poco de todo; algo así
como un “arbolito de navidad” al que se le cuelgan otros asuntos y, por
tanto, deforma la intención original de determinada reforma, lo cual
derivaría en un inevitable fracaso aun teniendo legitimidad. Si se pone
a consideración del pueblo una reforma de este calibre, los temas deben
ser concretos y fáciles de entender para su aprobación o no.
En el 2003, el Congreso aprobó una reforma política gracias al largo
consenso, de años, sobre estos temas, lo que generó su éxito. Esto indica
que se debe aprobar lo que recoja suficiente consenso y que incluso ya
haya sido practicado por algunos partidos70. Si no lo hay, por transcurso
de tiempo, por lo menos debe tratar de lograrse claramente en tiempo
récord. De las reformas posteriores a 2003, resulta que es mucho mejor
no dar puntaditas a una reforma buena, como la del 2003, sino cons-
truir otra que la supere en calidad. Es decir, las reformas electorales en
el posconflicto son la oportunidad de un cambio radical consensuado,
efectivo y plasmado en una reforma pertinente con la realidad del país
y construida sobre la base de las lecciones del pasado.

LA LISTA CERRADA COMO ESPEJISMO DE LA INGENIERÍA


INSTITUCIONAL O UNA OPORTUNIDAD POSIBLE

Ahora bien, diversos temas deben ser objeto de análisis y desarrollo de


cara a las eventuales reformas políticas y electorales tras la firma de los
acuerdos de La Habana; la publicación del documento definitivo así lo
demanda. Por ello, y debido al reciente debate sobre la reforma del equi-
librio de poderes, se ha considerado adherir a esta conclusión un análisis
referente al carácter de la lista cerrada, entendida, como se ha señalado
ya en varios trabajos sobre reforma política (Roll, 1997; 2001), en calidad

70 “La reforma reflejó de nuevo y de manera clara una de las principales carac-
terísticas de las actuaciones de los políticos colombianos: sus decisiones son el
resultado de negociaciones donde ellos, al sentirse amenazados por las normas
que modifican, lo hacen bajo criterios y cálculos de costo-beneficio para que
los cambios no alteren radicalmente sus propias posibilidades de continuar su
carrera política” (Rodríguez, 9 de enero del 2011).

113
¡REFORM A POLÍTICA YA!

de un espejismo de la ingeniería institucional o de una oportunidad po-


sible. Según Sartori, la ingeniería institucional es apropiada para mo-
dificar la realidad, pero no lo es tanto, como sostiene Dieter Nohlen, si
las costumbres políticas de un país están muy internalizadas (Nohlen,
1995). Esto significa que, según sea el contexto donde la lista cerrada se
apruebe, es posible que esta no genere los efectos esperados o que incluso
deriven de ella algunos negativos. Esto sucede frecuentemente con las
reformas políticas por varios motivos y puede ocurrir que se convierta en
un espejismo de la ingeniería institucional.
Lo primero que debe señalarse es que la lista cerrada no implica or-
ganizar internamente los partidos, idea que contradice lo que ha sugerido
el ministro del Interior en los últimos debates de la Comisión Primera
del Senado. Es decir, como el proyecto no dicta reglas de democracia
interna o normas que regulen la elección de candidatos y el orden de
sus listas, el temor de muchos de quedarse por fuera de las “roscas” de
quienes harán las listas tiene sentido. Así, no solo para poder implan-
tar la obligatoriedad de las listas cerradas, sino para que tenga efecto
la norma, se necesita algo más que esta prohibición de listas abiertas:
una ingeniería más audaz para democratizar internamente los partidos.
Adicionalmente, aun si la lista cerrada es buena objetivamente, la
verdad es que va en contraposición de ese factor personalista de la po-
lítica colombiana. Es decir, en caso de existir la lista cerrada, es posible
y probable que no se elija al candidato que cierto grupo de personas
quería ver elegido. Esto, sin duda, afecta la representación y desanima
al elector, ya que este vota por su candidato más que por el partido. Los
candidatos en Colombia y en el mundo andino en general se deben a sus
regiones, tal como se demostró en las encuestas que realizó la Universidad
de Salamanca, en las que ha participado el Grupo de Investigación de
Partidos Políticos de la Universidad Nacional de Colombia - un Partidos
(Roll, 2009). Por ello, una transición brusca a listas grupales y defini-
das centralmente puede generar, si no se maneja bien, un aumento de
la apatía de los ciudadanos que se manifestaría en el abstencionismo o
en la mayor compra de votos. Incluso, puede suceder que las elecciones
internas no sean votadas por falta de cultura política y por la inexisten-
cia del registro único de militantes.
Por otra parte, hablar de listas cerradas no garantiza, en ningún mo-
mento, unidad ideológica, pues pocos son los casos en los que la homo-
geneidad e incluso cierta coherencia ideológica se presentan en nuestros
partidos. Siempre suelen existir tendencias al interior de ellos que van

114
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

más allá de simples facciones, hasta el punto de hablar de fragmentación


crítica (Roll, 2005). No se ve cómo sentarse a elaborar una lista cerrada
haga que se logre la unidad ideológica, pues, aunque puede ayudar, esto
depende de muchos otros factores. Por ejemplo, en el dilema que plan-
tea Panebianco entre libertad y restricción, la tendencia de los partidos
colombianos está más con la libertad y casi con la anarquía (Panebianco,
2009), como bien lo ha dicho en los debates el propio ministro Cristo,
en su momento proponente de la Reforma en cuestión.
Finalmente, hay que tener en cuenta que, como algunos temen
—especialmente el Polo Democrático—, la lista cerrada favorecería a los
partidos grandes y llevaría al abismo a los partidos políticos pequeños,
débiles en fuerza electoral, porque no pueden darse el lujo de pelear por
los primeros puestos en las listas. Es decir, si un candidato pertenecien-
te a un partido grande se retira porque no quedó entre los primeros en
la lista, y se va con sus votos, esto lastimaría la estabilidad del partido,
pero no sería grave porque aún quedarían varios candidatos más. En
cambio, en un partido pequeño, tal acontecimiento puede resultar en
una debacle si hay una pelea entre los cuatro o cinco grandes candida-
tos y dos de ellos desertan. Este es un peligro adicional de aprobar la
lista cerrada sin añadir otras normas o tomar otras medidas adicionales
para preparar el terreno.
En síntesis, además del peligro de que no se apruebe la lista cerrada
obligatoria, como ya pasó en el 2003, existe también la posibilidad de
que, una vez aprobada, esta no tenga efectos realmente benéficos. Es
un horizonte complicado, pero no cerrado a posibles estrategias de tipo
político y de ingeniería institucional que también deben ser presentadas
tanto a los legisladores, que aprobarán el acto legislativo o la reforma
constitucional, como al gobierno que lo lidera y a la ciudadanía en general.
La principal recomendación para que la norma de la lista cerrada
se apruebe y sea usada adecuadamente por los partidos es que se le dé
mucha más visibilidad al debate de ingeniería institucional por fuera del
Congreso, por ejemplo, en foros de discusión. Pero no de una manera
meramente formal, como se intentó legitimar la fallida reforma política
de Pastrana —con audiencias públicas a las que el Gobierno llegaba con
las conclusiones ya impresas—, sino de auténtica democracia deliberativa.
El gran debate debe ser parecido al que dio lugar a la reforma del
2003, la cual llegó a aprobarse luego de que, en un centenar de foros, un
millar de papers académicos, artículos y reportajes, se fuera consolidan-
do un consenso nacional experto sobre las normas ineludibles por parte

115
¡REFORM A POLÍTICA YA!

del Congreso. Costó mucho que temas tan delicados como el umbral,
la lista única y hasta la democracia interna en los partidos —que absur-
damente había sido negada en la Constituyente—, fueran aceptados por
mayorías y minorías, por legos y novatos, por el Gobierno y la oposición,
y, finalmente, por el Parlamento. Aunque el rechazo de la lista cerrada
obligatoria fue un fracaso, el resto de la reforma transformó para bien
el sistema de partidos en Colombia. No obstante, ahora sus normas son
insuficientes, motivo por el cual requieren una nueva generación de re-
glas que incluyan no solo la pura lista cerrada, sino también directrices
obligatorias de democracia interna y otras cuestiones que los expertos
han venido señalando por décadas, como el registro estricto de mili-
tantes, entre varias más71.

BREVE CRONOLOGÍA DEL PROCESO DE PAZ


CON LAS FARC-EP EN COLOMBIA*

Finalmente, es necesario realizar una aproximación al estado actual del


cambio político en Colombia, aspecto que, sin duda, se relaciona con
el recién culminado proceso de paz entre las farc-ep y el Gobierno
nacional. Para ello, y sin descuidar este capítulo de la historia del país,
se ha preparado esta breve cronología de dicho proceso de paz, la cual
incluye algunas fechas y hechos importantes que marcaron su recorrido.
El proceso de paz en Colombia será ubicado temporalmente en-
tre los años 2012 y 2016. De aquí se destaca que por medio de la vía de
institucional fue posible llegar a un acuerdo de paz entre el Gobierno
nacional y la insurgencia de las farc-ep. Este proceso tuvo varios pun-
tos álgidos, manifestados en los temas de negociación, entre los que se
destacan principalmente los siguientes acontecimientos:
2012: Debate sobre los temas a dialogar en el naciente proceso de paz.

71 “Cumpliendo con los compromisos establecidos en el nuevo acuerdo final de


paz, el Gobierno Nacional creó la Misión Electoral Especial que se encargará de
entregar —en un plazo no mayor a cuatro meses— las recomendaciones sobre
los ajustes normativos e institucionales necesarios para la reforma del régimen
y de la organización electoral, tal como quedó consignado en el punto 2.3.4 del
texto suscrito en La Habana” (El Espectador, 29 de noviembre del 2016).
* La elaboración de este anexo contó con la colaboración de Juan David López
García y Alejandro Bustos López, miembros del Grupo de Investigación
un Partidos.

116
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

2013: Discusiones sobre la financiación política y la necesidad de


una reforma electoral.
2014: Diálogos respecto al narcotráfico y los cultivos ilícitos. Reelección
de Juan Manuel Santos, en segunda vuelta, como presidente de Colombia.
2015: Este año se destaca por ser el de mayor tensión en el desarrollo
del proceso de paz debido al fin del cese unilateral al fuego y al repliegue
de las farc-ep en el territorio nacional. También se destaca por ser el
año en el cual se radica en el Congreso el Acto Legislativo para la Paz.
2016: Firma del acuerdo de paz, victoria del no en el plebiscito y el
uso del fast track para la implementación del acuerdo de paz por medio
del Congreso.
2017: Aprobación del Estatuto a la Oposición y de la Jurisdicción
Especial para la Paz.
Con el propósito de poner al lector en contexto y hacer un acerca-
miento histórico al tema de la reforma política, es pertinente compren-
der cuáles fueron los principales hechos que condujeron a la firma final
del acuerdo bilateral entre las farc-ep y el Gobierno de la República
de Colombia, en cabeza del presidente Juan Manuel Santos Calderón.

2012
Para empezar, en agosto del año 2012 se da a conocer a la opinión
pública cuáles serán los temas a tratar en los diálogos que tendrán por
objetivo la solución pacífica de un conflicto armado de más de medio si-
glo. Después de varios acercamientos, que datan desde 2011, el Gobierno
nacional y las farc-ep definieron los cinco puntos a tratar: 1) política de
desarrollo agrario integral; 2) participación política; 3) fin del conflic-
to; 4) solución al problema de las drogas ilícitas; 5) víctimas y verdad.
El punto 2 de la agenda tiene un papel central. De este surge la ne-
cesidad de modificar el sistema político y electoral en Colombia con el
fin de ampliar la participación política y de ofrecer garantías a la oposi-
ción. Asimismo, de este punto surgirá el debate respecto a la necesidad
de modificar el sistema electoral para que responda a la organización
social del país y a los cambios consecuentes del acuerdo.
El 4 de septiembre, el presidente reconoce de manera pública que se
instalará una mesa de conversación con las farc-ep con sede en Noruega
y Cuba. Las anteriores naciones, junto a Venezuela, serán las garantes
del proceso de paz. Un mes y medio más tarde, la primera mesa de diá-
logos de paz es instalada en Oslo (Noruega).

117
¡REFORM A POLÍTICA YA!

Los voceros de cada delegación son dados a conocer dos días después.
Por el Gobierno: el exvicepresidente, Humberto de la Calle; el alto co-
misionado para la paz, Sergio Jaramillo; el presidente de la Asociación
Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Luis Carlos Villegas, y
los generales retirados Jorge Enrique Mora Rangel, del Ejército, y Óscar
Naranjo, de la Policía. Por las farc-ep: Luciano Marín Arango, alias
Iván Márquez; Rodrigo Granda, alias Ricardo Téllez; Jesús Emilio
Carvajalino, alias Andrés París, y Luis Alberto Albán, alias Marco
León Calarcá.
El 6 de noviembre, las dos comisiones se reúnen en La Habana para
hablar sobre cómo se realizará el inicio de las conversaciones el día 15
del mismo mes. El 19 de noviembre, las farc-ep declaran un cese al
fuego unilateral que duraría hasta el 20 de enero de 2013. A pesar de
la invitación de aquellos al Gobierno nacional de hacer de ese cese un
acuerdo bilateral, el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, anunció
que la fuerza pública no cesaría sus actividades.
La comisión de paz del Congreso de la República es recibida en
La Habana a finales de este mes. Así, con la apertura de las mesas de
diálogo a otros actores diferentes a las farc-ep y los comisionados del
Gobierno nacional, se termina el 2012.

2013
A finales de enero del 2013 se retoman las actividades. El 21 de enero,
como se había estipulado, las farc-ep anuncian el fin al cese al fuego
unilateral. Sin embargo, a pesar de esta decisión, el presidente insiste
en acelerar las conversaciones debido a la lentitud del desarrollo de las
negociaciones y amenaza con levantarse de la mesa. No obstante, el
presidente toma de manera positiva el anuncio de las farc-ep y decide
continuar los diálogos al advertir que se debe acelerar el desarrollo del
proceso de paz.
Finalmente, se llega a un avance sustancial en los diálogos el 26 de
mayo, día en el que ambas delegaciones reconocen el consenso respecto
al primer punto de la agenda que trata sobre el desarrollo agrario, más
tarde titulado: “Desarrollo Rural Integral”.
Durante el mes de octubre del 2013 se evidencia una profunda ten-
sión respecto al desarrollo de los diálogos entre ambas partes. Mientras

118
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

que el Gobierno pide que agilicen los diálogos, la guerrilla afirma que
la intención del presidente es mostrar resultados con el único fin de ser
reelegido en el 2014. El 6 noviembre ambas partes reconocen que han
logrado llegar a un acuerdo en el segundo punto de la agenda.
Los cinco meses durante los cuales tuvo lugar la discusión del punto
número 2, a saber, “Participación política: Apertura democrática para
construir la paz”, dan muestra de la relevancia que este tiene para el
cumplimiento y consolidación de la paz estable y duradera. El debate se
inició en La Habana el 11 de junio del 2013 y culminó el 6 de noviembre
del mismo año.
La mayoría de las posturas de cada una de las partes confluían en
la participación política de las farc-ep y en la protección y promoción
de la participación política. Sin embargo, la pujanza y el gran debate se
dieron en el marco de dos puntos planteados por las farc-ep que, en
últimas, no quedaron insertos en los acuerdos.
Uno de ellos era el “Estímulo a la participación social y popular en
los procesos de integración de nuestra América” (El Tiempo, 19 de junio
del 2013), cuya parte contradijo la delegación del Gobierno en la medida
que iba en contra del principio de soberanía y no inserción. El siguiente
punto fue la “Convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente”
(El Tiempo, 19 de junio del 2013), el cual fue destinado por el Gobierno,
pero sin negar su intención de realizarlo en el futuro.
Los puntos sobre los cuales se logró un acuerdo fueron publicados
el 8 de diciembre del 2013 en el segundo informe conjunto de la mesa
de conversaciones de paz, con previo anuncio el 6 de noviembre del
mismo año.
En el primer apartado, “Sobre derechos y garantías para el ejercicio
de la oposición política en general” (Delegación de las farc-ep, 2013),
se plantea el refuerzo de la participación de movimientos y organiza-
ciones, y la protección de la oposición. Esta última contemplaba un es-
tatuto capaz de dar garantías a los derechos y libertades, y de brindar el
espacio adecuado para ejercer la oposición. Con el fin de garantizar lo
anterior, el apartado número dos, que se refiere al estatuto de garantías
para el ejercicio de la oposición política, expone que se precisa convocar
una comisión integrada por los partidos políticos que tienen persona-
lidad jurídica y los más importantes exponentes de la oposición, junto
con expertos en el tema, con el fin de conformar una comisión, a saber,

119
¡REFORM A POLÍTICA YA!

la Misión Electoral Especial, cuyo objetivo sería asesorar al Gobierno


para que este presente un proyecto de ley de “reforma del régimen y de
la organización electoral” (Delegación de las farc-ep, 2013).
Con el objetivo de garantizar la seguridad de la oposición, el tercer
apartado expone la creación de un sistema integral de seguridad para el
ejercicio de la política, el cual brindará seguridad y libertad a aquellos
declarados en oposición a través de cuatro pasos: 1) la creación de una
jurisdicción, controlada por la Presidencia de la República, que esté en
constante contacto con los partidos y movimientos políticos; su finalidad
será garantizar la seguridad física de la oposición; 2) prevención con base
en planes de choque que tengan en cuenta los antecedentes; 3) protección
física, y 4) evaluación y seguimiento; paso que consiste en la presenta-
ción de informes a la audiencia pública por parte del Gobierno y en la
creación de una comisión que evalúe los alcances que tendrá ese sistema.
Además de la protección de aquellas personas consideradas en opo-
sición, también se acordó la seguridad de los líderes de organizaciones,
movimientos sociales y defensores de derechos humanos, asunto que
contará con los mismos pasos del anterior sistema (Delegación de las
FARC-EP, 2013).
El cuarto apartado, relacionado con el reconocimiento, fortaleci-
miento y empoderamiento de todos los movimientos y organizaciones
sociales, habla de ingresar en el marco de la Constitución, el derecho de
réplica y rectificación a comunicados del Gobierno, el auxilio técnico y
legal a las organizaciones y movimientos políticos, y, por último, de la
ayuda financiera a propuestas y proyectos de las organizaciones sociales
(Delegación de las FARC-EP, 2013).
En lo correspondiente a la reforma del régimen y de la organización
electoral, el quinto apartado, referente al pluralismo político, la igualdad
de condiciones y la representatividad del sistema de partidos, plantea
cuatro temas principales (Delegación de las FARC-EP, 2013):
• Eliminar y redefinir la adquisición de personería jurídica por me-
dio del umbral y brindar la personería jurídica a partidos de orden
municipal y departamental, mas no solo nacional.
• Promover una distribución más equitativa de los recursos por medio
del aumento del porcentaje en partes iguales que se distribuye entre
los partidos y movimientos políticos, el incremento del fondo de fi-
nanciación de los partidos y movimientos políticos, y el crecimiento
de la transparencia de los programas de los partidos y movimientos
representados al Congreso.

120
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

• Accesibilidad del voto a todas las personas, en especial aquellas


afectadas por el conflicto y en condición de vulnerabilidad, hacer un
gran censo electoral y realizar una capacitación a la población sobre
las dinámicas y procesos que rodean las elecciones.
• Promover de la transparencia en los procesos electorales por medio
de la prevención de actos de corrupción y la instauración de una
veeduría tanto institucional como ciudadana. Para cumplir con la
primera veeduría, se planeó la creación de un tribunal nacional de
garantías electorales y tribunales especiales seccionales con fun-
ciones regulativas, investigativas y sancionatorias frente al fraude
electoral, la financiación ilícita de campañas, etc. Además, sugirió
la implementación de medios electrónicos que contribuyan a hacer
de los comicios una actividad más transparente.
Al comprender la problemática de financiación de los partidos polí-
ticos, también se dialoga sobre la importancia de las cinco curules en la
Cámara de Representantes y las cinco correspondientes al Senado que
estarán garantizadas para el movimiento político que nacerá de las farc-ep.
En consecuencia, se plantea la creación de dieciséis circunscripciones
de paz transitorias con el propósito de dar mayor representación a las
zonas que han sido afectadas en mayor medida por el conflicto armado.

2014
El 16 de mayo del 2014, los delegados del Gobierno y las farc-ep
alcanzan un acuerdo con respecto al narcotráfico y los cultivos ilícitos:
se eliminaría la posibilidad de extradición y se reducirían las penas para
aquellos que sean procesados por estos crímenes; adicionalmente, se
facilitaría la participación política de los exmiembros del grupo guerri-
llero. Más tarde, el 7 de agosto del mismo año, la Corte Constitucional
declara exequible el marco jurídico para la paz por medio del cual se
plantean estos elementos.
Con la reelección de Juan Manuel Santos el 15 de junio, quien al-
canzó el 50 % de votos en la segunda vuelta, se mantienen las mesas de
diálogos y se avanza en el proceso de negociación. En ciertos sectores
de la sociedad colombiana era manifiesto el temor respecto al resulta-
do de las elecciones, puesto que el candidato del uribismo, Óscar Iván
Zuluaga, tenía una gran posibilidad de ser elegido, lo cual implicaría
una renegociación con las farc-ep y, por ende, un atraso en el tiempo
de desarrollo del proceso de paz.

121
¡REFORM A POLÍTICA YA!

El 3 de septiembre del mismo año es publicada y radicada en el


Congreso la Reforma de Equilibrio de Poderes presentada por el gobier-
no, la cual incluye varios puntos importantes de la reforma política. Uno
de los puntos más notables es la prohibición de la reelección presidencial
inmediata. Asimismo, esta reforma ataca el problema de la no participa-
ción política del segundo más votado para un cargo público. El que, en
orden descendente, le siga al nombrado presidente, vicepresidente, go-
bernador de departamento, alcalde distrital y alcalde municipal, tendrá
derecho a ocupar una curul en el Senado, la Cámara de representantes, la
Asamblea Departamental, el Concejo Distrital y el Concejo municipal,
respectivamente. Estas serían, a los ojos del Gobierno nacional, algunas
de las garantías que se le otorgarían a la oposición, pues permiten que
los candidatos que no fueron designados no queden por fuera del mapa
político y puedan canalizar las exigencias de sus votantes.
Este acto legislativo proponía la creación de una Comisión de Aforados
que pretendía acabar con la ineficacia de la Comisión de Acusaciones
de la Cámara de Representantes —no por nada llamada “Comisión de
Absoluciones”—. Esta propuesta del Gobierno nacional fue ampliamente
criticada y no superó los debates en el Congreso.
El 29 de septiembre se publica una entrevista de Piedad Córdoba a
Timoleón Jiménez, alias Timochenko, respecto a los diálogos de paz.
En esta entrevista se evidencia lo esencial que es el tema de la partici-
pación política para ambas partes, pues Timochenko afirma que lo que
realmente ha motivado la participación de la guerrilla en los diálogos
de paz es que esta ha reconocido que la clase política —representada
por el gobierno de turno— ha cambiado la manera de tratar a la opo-
sición. De tal modo, se hace evidente que para el líder de las farc-ep
es importante comprender las nuevas formas de entender las opiniones
políticas contrarias y el papel que ellas juegan en la construcción de un
sistema político más justo y en paz.
A pesar de la voluntad de paz de ambas partes, en el transcurso del
2014 se dieron varios incidentes que involucraron secuestros por par-
te de ciertos frentes de las farc-ep —se destaca el del general Rubén
Darío Alzate, el 16 de noviembre—, hecho que conllevó la suspensión
temporal de las conversaciones por orden del presidente. Sin embargo,
a pesar de estos incidentes, el 17 de diciembre se anunció un cese unila-
teral e indefinido al fuego por parte del grupo insurgente.

122
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

2015
Durante el primer semestre del 2015, las farc-ep anunciaron que
no seguirían con el reclutamiento de niños menores de diecisiete años;
además, se inició el desarrollo de los acuerdos de desminado entre las
farc-ep y el Ejército Nacional de Colombia. A pesar de estos hechos,
el conflicto armado sigue en varias partes del país.
El 23 de mayo, las farc-ep dan fin a la tregua unilateral con el
Gobierno nacional debido a un bombardeo que este ordenó y en don-
de murieron 26 guerrilleros. El proceso de paz entra así en uno de sus
momentos más críticos: el presidente vuelve a autorizar los bombar-
deos aéreos obligando a las farc-ep a replegarse en distintas zonas del
país. Sin embargo, aun en medio de esta situación de tensión, parece
prevalecer la intención de ambas partes de no pararse de la mesa hasta
conseguir un acuerdo.
En el transcurso del segundo semestre del 2015 se evidencia una
disminución de las tensiones entre el Gobierno nacional y las farc-ep.
De este periodo se destacan hechos como la creación de la Comisión
de la Verdad y el ultimátum de cuatro meses que da el presidente para
decidir si sigue con el proceso de paz o no, tras atestiguar los ataques
continuos de las farc-ep.
El 1 de julio es presentada como acto legislativo la Reforma de
Equilibrio de Poderes; esta logró superar los 8 debates que le eran nece-
sarios, dado que se trata de una reforma que modifica la Constitución.
El 20 de julio se da otro llamado al cese al fuego por parte del Estado
Mayor de las farc-ep. Este es respondido el 25 de julio por el presiden-
te con un llamado a las ff.mm que ordenaba el cese de ataques aéreos.
El 15 de septiembre es radicado en el Congreso lo que será el Acto
Legislativo para la Paz. Dicho documento tiene por finalidad estable-
cer el marco jurídico para la implementación de los resultados de los
diálogos de paz. Más tarde, el 23 del mismo mes, el presidente visita a
las dos comisiones concentradas en La Habana, ofrece un discurso en
el que resalta los avances en materia política que se han hecho y afirma
que el plazo máximo para la firma del acuerdo es el 23 de marzo de 2016.

2016
La fecha no se cumple. Esto genera roces entre ambas partes; desde
la delegación del Gobierno se afirma que existen grandes diferencias
que atañen a temas de fondo. Sin embargo, las partes logran superar

123
¡REFORM A POLÍTICA YA!

aquellas diferencias y, el 12 de mayo, proponen elevar el acuerdo con la


figura de acuerdo especial, de modo que se integre a la Constitución de
manera transitoria —esto está contemplado en el Derecho Internacional
Humanitario—. El propósito de esta iniciativa fue darle estabilidad ju-
rídica a los acuerdos que resulten de La Habana.
El 22 de junio, las farc-ep y el Gobierno llegan a un acuerdo sobre
el tercer punto de la negociación, que trata sobre el fin del conflicto.
Reconocen la problemática del resurgimiento de los grupos paramili-
tares y planean una manera de garantizar la vida de los guerrilleros en
proceso de reintegración a la vida civil.
Seis días después es publicado el Acto legislativo 01 de 2016, a saber, el
acto legislativo para la paz. Tras haber sido aprobado en los ocho debates
pertinentes, solo le haría falta el visto bueno de la Corte Constitucional.
Este acto trae, entre otras cosas, la modalidad del fast track, una herra-
mienta jurídica que le permitiría ser más eficaz en la propuesta de re-
formas constitucionales. Bajo esta modalidad, ya no serían necesarios
los ocho debates para la modificación de la Constitución sino apenas
cuatro, como si se tratara de una ley ordinaria.
El 23 de agosto se reconoce públicamente que se ha alcanzado un
acuerdo sobre todos los puntos de la agenda de negociación. Ambas
partes muestran su optimismo con respecto al fin del conflicto armado
y el papel que tendrá la sociedad en cuanto a su participación en esos
diálogos. Al día siguiente, ambas partes firman el acuerdo. Dos días
después, el 25 de agosto, el presidente Santos visita el Congreso de la
República, entrega el acuerdo y anuncia el cese definitivo que entrará
en vigor el 29 del mismo mes.
En septiembre se realiza la X Conferencia Nacional Guerrillera en la
que el Estado Mayor de las farc-ep le presenta a los guerrilleros rasos los
acuerdos pactados en La Habana, hecho aceptado y recibido con júbilo.
El mismo mes se celebra la ceremonia en Cartagena con los discursos
del presidente y Timochenko. En estos se evidencia optimismo frente al
devenir de los acuerdos y se invita a la sociedad a pronunciarse a su favor.
A pesar de la invitación de ambas partes, y contra todo pronóstico,
el 2 de octubre gana el no en el plebiscito. La sociedad colombiana, sin
olvidar el alto nivel de abstención, decidió, con un bajo porcentaje de
diferencia, que no aceptaba lo pactado en los diálogos de La Habana.
Ahora bien, lo que reveló el plebiscito, más allá del descontento de cier-
tos sectores de la población, fue el nivel de polarización del país. Las

124
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

semanas siguientes estuvieron marcadas por multitudinarias marchas


en las ciudades más importantes del país que manifestaban la necesidad
de lograr la finalización del conflicto armado.
Aunque la Sentencia C-637 de la Corte Constitucional resaltaba que
el plebiscito solamente propondría la posición de la población respecto a
una decisión política del Gobierno, es decir que no sería jurídicamente
vinculante, este hecho sí fue una piedra en el zapato en el normal desa-
rrollo y aplicación de los acuerdos.
La vocería del no, encabezada por miembros del Centro Democrático
y del Partido Conservador, se reunió con el presidente el 5 de octubre
con el fin de llegar a un acuerdo y definir qué pasaría con los acuerdos
ya firmados.
Las delegaciones del Gobierno nacional y las farc-ep toman en
consideración las propuestas del no y, el 12 de noviembre, alcanzan
un acuerdo que concluye estas consideraciones. El 24 del mismo mes,
Timochenko y Juan Manuel Santos firman el nuevo acuerdo definitivo
para la resolución pacífica del conflicto armado en Colombia. En este
punto, únicamente faltaría encontrar el mecanismo jurídico para la im-
plementación de los acuerdos.
A finales del 2016, el 13 de diciembre, la Corte Constitucional aprue-
ba la metodología del fast track. Esta permitiría que todos los debates
políticos en torno a las reformas para la aplicación de lo acordado en La
Habana solo atraviesen un máximo de cuatro debates en el Congreso.

2017
El tránsito entre el final del 2016 y el comienzo del 2017 se ve inmerso
en un escándalo de corrupción: se iniciaba la investigación con respecto
a la injerencia de la empresa de construcción Odebrecht en las campañas
presidenciales. A lo largo del mes de enero del 2017, la Fiscalía llama a
declarar a varios congresistas y exministros que supuestamente recibieron
dineros para sus campañas con el propósito de contratar con Odebrecht.
Los partidos políticos que ostentan más cargos públicos en el país están
involucrados, tanto el uribismo como la coalición del Gobierno.
Poco más adelante, en marzo del mismo año, se dieron una serie de
debates esenciales para la aplicación del acuerdo en el Congreso. Por
un lado, el 7 de marzo es aprobado en primer debate el Estatuto de la
Oposición que, por medio del fast track, pretende ser una de las partes

125
¡REFORM A POLÍTICA YA!

más grandes de la reforma política, reconocida por las dos comisiones


de la mesa de diálogos, en calidad de un eje fundamental para la cons-
trucción de la paz.
Entre los variados temas del Estatuto de la Oposición, el principal
fue la canalización de los desacuerdos por la vía institucional: Estrechar
los vínculos entre los electores y los elegidos. Asimismo, esta refor-
ma pretende aumentar la fiscalización, lo cual puede redundar en una
reducción de la corrupción y de la ineficacia de la gestión pública al
proponerse el cometido de fortalecer los partidos y la oposición. Todo
esto traería como resultado, entre otras cosas, que el Gobierno se vería
obligado a centrar su gestión en su programa y no en el resultado de
simples pactos políticos.
Por otro lado, el 13 de marzo es aprobado en cuarto debate la
Jurisdicción Especial para la Paz. Esta propone unas medidas transito-
rias en la Constitución que permitirían la solución pacífica del conflicto
y que mediarían la transición y reincorporación de los guerrilleros a la
vida civil.
Pero, en este punto surge una noticia que va a tener gran impacto
en la deslegitimación del proceso de paz y del sistema político. El 14
de marzo, el jefe de campaña de Juan Manuel Santos, Roberto Prieto,
afirmó que entraron dineros de la empresa de Odebrecht a la cam-
paña presidencial del 2010, con la cual Santos resultó ganador sobre
Antanas Mockus.
Aquí es posible ver cómo la misma coyuntura del caso Odebrecht
trae a colación los temas principales que se trataron durante el proceso
de paz respecto al sistema político. La deslegitimación de los partidos
por la entrada de dineros ilícitos a las campañas hace parte de las pro-
blemáticas que identificaron el Gobierno nacional y las farc-ep, una
actividad que parece estar inscrita en la lógica de las dinámicas de los
partidos políticos y en las reglas de juego que definen su interacción y
su relación con el Estado. Por tales razones, es pertinente analizar la
historia del desarrollo de los diálogos a la luz de la reforma del sistema
político y en el marco de la construcción de una paz estable y duradera.
Las densas, tediosas y largas discusiones que dieron lugar al acuer-
do de paz firmado entre el grupo insurgente farc-ep y el Gobierno
nacional son una muestra de lo trascendente que puede llegar a ser este
acuerdo para la estabilidad política de Colombia. La construcción de
este acuerdo estuvo rodeada por significativos hechos políticos y socia-
les que definieron el rumbo de las discusiones, disentimientos jurídicos
y económicos que lo retrasaron y, finalmente, por polémicas necesarias

126
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

que alimentaron el debate alrededor de los temas que iban surgiendo y


aumentando cada día.

CONTEXTO DE LA REFORMA POLÍTICA DEL 2017

El 17 de mayo del 2017, el Ministerio del Interior, en cabeza de Juan


Fernando Cristo, quien ejerció durante el gobierno Santos antes de lan-
zarse a la precandidatura presidencial por el Partido Liberal, radicó el
Proyecto de Ley 012/2017C, “por medio del cual se adopta una reforma
política y electoral que permita la apertura democrática para la cons-
trucción de una paz, estable y duradera”. Este proyecto incluía una serie
de reformas constitucionales que tenían el objetivo de promover el plu-
ralismo, la inclusión política y renovar el sistema electoral.
En un artículo escrito por este exministro del Interior, publicado
por el diario El Tiempo en mayo 25 del 2017, se especificó que el pro-
yecto de ley contaba con los siguientes ejes clave: 1) transparencia en el
ejercicio de la política, 2) listas cerradas y bloqueadas, 3) promoción de
la participación de las mujeres y los jóvenes, y 4) una organización elec-
toral independiente y moderna. Estos puntos hacen parte de una serie
de recomendaciones realizadas por la Misión Electoral Especial, la cual
se conformó tras la aprobación del Acuerdo Final para la Terminación
del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera entre
el gobierno de Juan Manuel Santos y las farc-ep en el teatro Colón.
Por otro lado, el Ministerio del Interior lideró la conformación de
una mesa de discusión partidista que tendría como objetivo examinar
los diferentes mecanismos para realizar una reforma. En principio, esta
reforma surgió como uno de esos ajustes institucionales que se deriva-
ron de las negociaciones entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las
farc-ep, expresados en el documento que de allí derivó, específicamente
a partir del punto dos, donde se plantea lo referente a la participación
política y a algunas medidas necesarias para generar una apertura de-
mocrática para construir la paz.
Entre otros puntos, la reforma política propuso reducir a veintiún
(21) años la edad para postularse como representante a la Cámara de
Representantes, prohibir la permanencia en una curul más de dos años
en cualquiera de los cuerpos colegiados existentes e incluyó causales de
pérdida de investidura, entre otros. Asimismo, el proyecto de ley se refe-
ría a la obligación de los partidos de presentar listas cerradas; al respecto

127
¡REFORM A POLÍTICA YA!

indicaba: “Sustitúyase los incisos 3 y 4 del artículo 262 de la Constitución


por el siguiente inciso: Las listas serán cerradas y bloqueadas”. A lo que
el partido Cambio Radical se opuso rotundamente.
Por otra parte, esta reforma buscaba modificar la manera en que
los partidos políticos alcanzaban su reconocimiento, que tradicional-
mente estaba ligada al umbral de votos emitidos válidamente, ubicado
actualmente en 3 %. Ahora bien, el texto incluía una nueva condición
para reconocer su personería jurídica, determinada por el número de
afiliados, que debía ser, como mínimo, del 0,2 % del censo electoral,
—cerca de 712 240 personas en las bases de datos de afiliados de cada
partido—. Este porcentaje debe aumentar año a año un 0,05 % hasta
llegar al 0,5 % del censo.
Otro elemento importante que se incluía es el control de la financia-
ción de los partidos, al constituirse un “Fondo Nacional de Financiación
Política”, donde se relacione cada fuente de recursos y a quién está dirigi-
da, lo que permitiría mayor control en sobre las finanzas de los partidos
y de las campañas en específico.
Entre tanto, y para profundizar en otros temas que también generan
fuertes cuestionamientos, Humberto de la Calle, exjefe negociador de
paz del Gobierno en La Habana, se despachó en contra de la reforma
política al afirmar: “#ReformaPolítica favorece la Partidocracia. Con la
prohibición de las firmas pierde el ciudadano de a pie que quiere par-
ticipar” (Calle, 22 de agosto de 2017). Con ello se refería al Parágrafo
3 de la propuesta de modificación del artículo 108 de la Constitución,
el cual reza: “Los grupos significativos de ciudadanos podrán postular
candidatos a cargos de elección popular conforme a lo señalado por la
ley hasta el 31 de octubre de 2019”. Esto puede ser visto como un me-
canismo que fortalece la democracia de partidos, o como lo llama De
la Calle, una partidocracia. Sin embargo, este asunto también se debe
analizar con calma ya que, si bien hoy se pueden presentar candidatos a
través de firmas, son pocos los movimientos que logran reunir el dinero
para adquirir la póliza de seriedad que es obligatoria —entre 400 y 500
salarios mínimos mensuales legales vigentes (smmlv)—.
No obstante, el proyecto de reforma presentado al inicio sufrió una
serie de transformaciones que hicieron que perdiera su esencia; algunos
puntos clave fueron eliminados en el trámite legislativo, como las listas
cerradas a Cámara y Senado, y la transformación del Consejo Nacional
Electoral (CNE). Sin embargo, se incluyeron aspectos que no pertene-
cían al objetivo inicial, como el llamado “transfuguismo” y las listas de

128
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

coaliciones, es decir, aspirara a cargos de elección popular por distintos


partidos sin incurrir en doble militancia.
La pretensión de reformar la arquitectura institucional jugó un papel
preponderante en la reforma política inicial. En esta se planteaba la con-
formación del Consejo Electoral Colombiano en reemplazo del actual
CNE. La reforma política proponía que este nuevo organismo estuviese
conformado por nueve magistrados que tendrían un periodo de ocho
años. La selección de estos magistrados sería orientada de la siguiente
manera: tres miembros designados por el presidente de la República,
por medio de una convocatoria y, posteriormente, mediante el mismo
mecanismo, se designarían otros seis magistrados por los presidentes de
la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de
Estado. Entre las nuevas funciones más destacadas, y a la vez contro-
vertidas para este “Consejo Electoral Colombiano”, se pueden resaltar
las facultades policiales, que consistían en poder investigar y sancionar
el incumplimiento de normas referentes a la financiación política de
campañas y otros tipos de eventos electorales, además de incorporar un
nuevo Registro Nacional de Proveedores Electorales. Este último pun-
to abre la puerta a otro de los aspectos fundamentales de la reforma: el
control y vigilancia a la financiación de la política. La intención del acto
legislativo consistía en promover unos partidos y campañas políticas que
se financien de forma transparente y equitativa, para esto se plantea la
necesidad de una financiación mayoritariamente estatal que constará de
tres elementos: anticipos (10 % de la financiación), reposición de gastos
y financiación indirecta.
Otras de las propuestas que se añadieron a la reforma política fue
la participación de mujeres y jóvenes en las elecciones a corporaciones
públicas, el aumento del periodo presidencial, la reducción de la edad
de votación de 18 a 16 años, la modificación de la circunscripción del
Senado garantizando mayor representación de los sectores y regiones
con poca participación, etc.
En conclusión, esta iniciativa de 22 artículos buscó incluir una serie
de cambios significativos que podrían contribuir en las elecciones del
2018, puesto que este proyecto legislativo pretendía ampliar el margen
de participación, en parte influenciado por la integración de nuevos
actores políticos, como las farc-ep a través del proceso de paz, que le
permitió obtener garantías de una ampliación democrática. Así, este
hecho impulsa una participación más pluralista, que permita repre-
sentar los diferentes intereses de la sociedad colombiana, con el fin de

129
¡REFORM A POLÍTICA YA!

enriquecer los debates que giran en torno a los problemas nacionales.


Pese a eso, no se debe dejar de lado el papel del Estado como garante
de las facultades de esta participación, al brindar mayor facilidad en el
uso de ciertos mecanismos para llevar a cabo plenamente los objetivos
planteados en la reforma.
Sin embargo, debido a una serie de coyunturas políticas y con mi-
ras al escenario electoral del 2018, el entonces presidente Santos nom-
bró como nuevo ministro del Interior a Guillermo Rivera. Al mismo
tiempo el texto de la reforma sufre una serie de cambios que desconoce
los elementos esenciales de la original. Rivera asume la ejecución de la
propuesta dentro del Congreso de la República, donde continua el trá-
mite legislativo hasta que a raíz de controversias y fuertes críticas frente
a lo acelerada que sería la reforma y la cercanía al proceso electoral de
marzo del 2018, la reforma política del Ministro Rivera se hunde el 29
de noviembre de 2017, es decir, la contienda electoral del congreso y de
la presidencia de la república que se adelantaron en 2018 se desarrollaron
con las mismas reglas electorales de los procesos anteriores.

CONCLUSIÓN

Tras atender a las experiencias del pasado, es claro que Colombia ha teni-
do grandes avances de cambio en la institucionalidad política y electoral
que orientan de mejor manera el desarrollo de la actividad política y la
participación de los actores involucrados en estos procesos; los cambios
han sido progresivos y aún quedan varios por aplicarse. Lo que demues-
tran las lecciones del pasado es que se hace necesario unificar voluntades
políticas dirigidas a un mismo fin, en este caso, a la construcción de la
reforma política ideal para Colombia. Por tanto, con el objetivo de apor-
tar a la construcción de dicha reforma política, actores como la academia,
partidos políticos y movimientos sociales, entre otros, deben iniciar un
diálogo amplio que incluya temas de reajuste institucional a la organi-
zación electoral y a la modificación de ciertos elementos técnicos y de
reglas de juego, como las listas cerradas o cerradas pero no bloqueadas,
la ampliación de los periodos en cargos de elección popular, la financia-
ción de campañas, la modificación de las autoridades electorales, entre
muchos otros aspectos.
El pasado, como lo vimos, trae consigo muchas enseñanzas, entre ellas,
la necesidad del diálogo y del consenso, por supuesto, siempre orientados

130
Las reformas políticas: un factor clave del reajuste constitucional

a la modernización del sistema político colombiano. Las lecciones re-


cientes nos indican que no es suficiente una nueva carta constitucional
con la definición explícita de un cambio político, sino que se precisa el
desarrollo de muchos elementos que, en ocasiones, provocan desconten-
tos como, por ejemplo, la legislación relativa a la organización interna
de partidos políticos que, después de 1991, se convirtió en un tema de
discusión, ya que desde los mismos partidos se consideraba que no era
pertinente involucrarse en temas domésticos desde una ley.
Finalmente, la firma del Acuerdo de Paz con las farc-ep implica un
reajuste institucional que incluya nuevos movimientos y que esté orien-
tado hacia una apertura democrática con reglas de juego bien definidas
en torno a la inclusión y a las garantías de participación. Colombia re-
clama una reforma política consensuada que evite repetir la experiencia
de la reforma política propuesta por el exministro Juan Fernando Cristo
y continuada por el también exministro del Interior Guillermo Rivera,
la cual perdió su esencia en el trámite legislativo.

131
ANEXO 2. PERSPECTIVAS DE LA REFORMA ELECTORAL*

132
TABL A 11. Posiciones de actores por propuestas

PROPUESTAS FINANCIACIÓN ESTATAL DE


CREACIÓN DE UNA NUEVA CORTE REFORMA EN EL PASAR LA REFORMA
LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Y FUSIÓN DE LA RNEC Y EL CNE SISTEMA ELECTORAL POLÍTICA VÍA FAST TRACK
INSTITUCIÓN Y DE LAS CAMPAÑAS

En entrevista con El Tiempo, Mauricio


Lizcano, presidente del Senado, afirma: “El
“El presidente del Congreso,
tema de la Corte Electoral o supercorte
“Una reforma política Mauricio Lizcano, expresó
¡REFORM A POLÍTICA YA!

porque no se les puede entregar a cinco


faltando menos de un año que una propuesta de tal
personas el poder omnímodo en este país. “[…] buen ambiente en trabajar el tema
para las elecciones, con el magnitud, que generaría
Serán quienes puedan sancionar partidos, de la financiación, el costo de las campañas
que seguramente cambiarán cambios sustanciales en el
Congreso tendrán las funciones del Consejo de e inclusive las listas cerradas con ciertos
muchas reglas de juego, no es sistema electoral, necesita de
Estado y de la Procuraduría y podrán compromisos” (El Tiempo, 24 de abril
una decisión conveniente” una discusión profunda en
decidir si usted es candidato o no, entre del 2017).
(El Tiempo, 24 de abril el Congreso y no puede ser
otras. Además, definen la pérdida de
del 2017). tramitada sin un consenso”
investidura. Este sería el cuarto poder más
(El Tiempo, 22 de abril del 2017).
peligroso en la historia de Colombia”
(El Tiempo, 24 de abril del 2017).
El registrador no considera apropiada La Registraduría propone un sistema
la atribución de las funciones de estas mixto donde sean fuertemente controlados El registrador afirma que
dos instituciones: “Creo que tanto la los ingresos privados que reciben los sí se deben llevar a cabo
Registraduría como el Consejo Electoral, partidos y las campañas, y una financiación ciertas reformas en el
cada uno debe tener sus funciones pública que elimine las desigualdades sistema electoral como:
La Registraduría Nacional del
Registraduría separadas, porque están dirigidos a dos entre las campañas: “Lo que sí está claro “la compra de votos, en
Estado Civil no presenta una
Nacional del aspectos fundamentales, la Registraduría a es el rechazo a un sistema de financiación la falta de controles de la
opinión como tal frente a este
Estado Civil organizar procesos electorales, y el Consejo puramente privado y de hecho la tendencia financiación de campañas, la
tema.
Nacional Electoral a apuntar a la vigilancia universal es erradicar las donaciones o falta de participación de los
y control de los partidos políticos” contribuciones de las persona jurídicas colombianos, en la debilidad
(El Nuevo Siglo, 26 de marzo de 2017). y permitir bajo estricto control en su de los partidos” (Osorio, 20 de
Tampoco apoya la creación de una nueva cuantía y origen los aportes de las personas abril de 2017).
corte, por los costos que esta implicaría. naturales” (Sánchez Torres, 2011).

* La elaboración de este anexo contó con la colaboración de Astrid Carolina Marino Pena y Harrysson Jahir Valderrama Estupiñán, miembros
del Grupo de Investigación de Partidos Políticos de la Universidad Nacional de Colombia - un Partidos.
PROPUESTAS FINANCIACIÓN ESTATAL DE
CREACIÓN DE UNA NUEVA CORTE REFORMA EN EL PASAR LA REFORMA
LOS PARTIDOS POLÍTICOS
Y FUSIÓN DE LA RNEC Y EL CNE SISTEMA ELECTORAL POLÍTICA VÍA FAST TRACK
INSTITUCIÓN Y DE LAS CAMPAÑAS

El presidente del Consejo de


Estado no está de acuerdo
con que la reforma política se
El presidente del Consejo de
haga vía fast track: “Teniendo
El presidente del Consejo de Estado, Estado considera que sí se
presente que por vía fast track
en representación de la mayoría de los debe hacer una reforma en
solo se pueden regular asuntos
magistrados de la respectiva institución, el sistema electoral con el fin
Sin tomar postura a favor o en contra que tengan relación directa
considera crear una nueva corte en la de aumentar la participación
de esta financiación, dice que la con el acuerdo, otros, que se
medida que dentro del Consejo de Estado política: “No veo que el
propuesta presentada por la Misión podrían debatir, tendrían que
ya hay una jurisdicción eficiente que modelo que tenemos sea
Especial Electoral debe ser reformulada: ser por la vía ordinaria prevista
Consejo de se dedica a esto: “Ramírez señaló que inconveniente. Habrá que
“Replantear el sistema de control de la en la Constitución porque es
Estado en el país existe un control de los actos hacerle ajustes en la parte
financiación de los partidos y en general que el acuerdo de La Habana
electorales a cargo de la Jurisdicción electoral misma y con la
lo referente a la financiación estatal de la no derogó la Constitución, lo
Contenciosa Administrativa ‘con garantía organización electoral en
actividad política” (El Tiempo, 30 de marzo que hizo fue dar origen a norma
de separación de poderes y un sistema la medida en que lo que se
del 2017). excepcionales que apuntan a
de pesos y contrapesos que atiende la busca a través de ellos es
desarrollar esos acuerdos para
especialidad y la división del trabajo’” organizar y ampliar el espacio
que lo gremios la paz. Pero no
(El Tiempo, 30 de marzo del 2017). político” (Semana, 22 de
quiere decir que por la vía del
febrero del 2017).
fast track se puedan hacer este
tipo de reformas” (El Tiempo,
30 de marzo del 2017).

133
TABL A 12 . Instituciones

134
CONSEJO NACIONAL REGISTRADURÍA NACIONAL
MINISTERIO DEL INTERIOR CONGRESO CONSEJO DE ESTADO
ELECTORAL DEL ESTADO CIVIL
• Una reforma política
• El voto electrónico enfocado en • La Registraduría Nacional del
faltando menos de un año
• Voto obligatorio para incentivar elecciones limpias, sin papeleo, ni Estado Civil debe ser autónoma
para las elecciones, con el que • Fijar mecanismos democráticos
la participación electoral. manipulación de escrutinios. del Consejo Electoral, lo que
seguramente cambiarán muchas que reglamenten y garanticen
• Obligar al Congreso a debatir • Es necesaria una nueva rama quiere decir que estas dos
reglas de juego, no es una la participación de nuevos
¡REFORM A POLÍTICA YA!

iniciativas ciudadanas que tengan electoral que garantice los instituciones han de funcionar
decisión conveniente. movimientos sociales, políticos,
100 000 firmas digitales. derechos políticos para todos, en como dos órganos diferentes.
• El Congreso está expectante de desmovilizados y de minorías.
• Volver a la Designatura como especial para los partidos nuevos • La Registraduría Nacional
por la reforma política. La gente • Desarrollar medidas efectivas
remplazo de la Vicepresidencia que surjan y para la oposición. del Estado Civil y el Consejo
está observando el tema de de participación política.
de la República, la cual se • Disminuir el umbral del 3 % Nacional Electoral tienen
manera prudente. • Replantear el sistema de
suprimiría. al 2 %. diferentes funciones, por tal
• El tema de la Corte electoral o control de la financiación de los
• Listas cerradas para elecciones • Adoptar una circunscripción motivo no se pueden fusionar.
supercorte genera preocupación partidos y, en general, lo referente
a Corporaciones Públicas de especial de minorías políticas La primera se encarga de los
porque no se les puede entregar a la financiación estatal de la
Elección Popular. para el Senado. procesos electorales y la segunda
a cinco personas el poder actividad política.
• Unificar los periodos de la • Expedir una ley estatutaria de controlar a los partidos
omnímodo en este país. Ellas • Reformar el Código Electoral
Fiscalía General de la Nación, que reglamente la figura políticos.
serán quienes puedan sancionar en puntos tales como: avales,
la Procuraduría, las alcaldías y de las coaliciones para las • La nueva reforma electoral
partidos, tendrán la función inscripciones, residencia electoral
la Presidencia de la República a Corporaciones Públicas de traería grandes dificultades para
de Consejo de Estado y de la y funcionamiento de los partidos.
cinco años, sin reelección, a partir Elección Popular. el proceso electoral del 2018 por
Procuraduría y podrán decidir El Consejo de Estado ha
del próximo periodo. • Flexibilizar los requisitos para el corto tiempo con el que se
si usted es candidato o no, entre entregado a diferentes instancias
• Un sistema mixto entre la conformación de grupos cuenta para aplicarla.
otros: “Este sería el cuarto poder el proyecto correspondiente.
circunscripción nacional y significativos de ciudadanos y • Si se separan las funciones
más peligroso en la historia de • Reformas normativas que
regional. facilitar a las organizaciones de la Registraduría Nacional
Colombia”. garanticen la firmeza de
• La eliminación del voto y movimientos sociales su del Estado Civil y del
• Buen ambiente para trabajar inscripciones, avales y juicios
preferente para instaurar las listas intervención en elecciones Consejo Nacional Electoral se
el tema de la financiación, el de inhabilidades antes de
cerradas y la financiación estatal locales. aumentarían la burocracia, los
costo de las campañas e inclusive los procesos electorales (El
de las campañas (Ámbito jurídico, • Necesidad del estatuto de la costos y las relaciones entre las
las listas cerradas con ciertos Colombiano, 27 de abril del 2016).
15 de febrero del 2017). oposición (El Tiempo, 30 de instituciones (El Nuevo Siglo,
compromisos (El Tiempo, 24 de
marzo del 2017). 26 de marzo de 2017).
abril del 2017).

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