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Calineczka נוצרייה
I. INTRODUCCIÓN
De Ignacio a Policarpo: “Llévalos a todos sobre ti como a ti te carga el Señor. Carga sobre ti, como perfecto atleta las enfermedades de
todos”.
Los Evangelios muestras a Jesús como sensible al dolor de quienes se acercan a él.
Toma la iniciativa de ir a buscar de quien padece, está limitado, desesperado o postrado.
Toca las heridas, ofrece salvación y paz.
Hace carne el salmo 46: “Sana los corazones destrozados y venda sus heridas”.
Mt 4, 23: Jesús recorría toda Galilea… y curando toda enfermedad y dolencia en el pueblo”.
El sacerdote: recibe de Dios y de la Iglesia, la misión salvífica de Cristo.
Su misión es entrar con la intimidad de la persona, tocar sus heridas y dar salvac ión que sólo Dios da.
Cuando se trata de acceder al interior de un fiel, la responsabilidad es grave.
Entra en contacto con cuestiones importantes, que exigen gran sensibilidad comprensión y simpatía, además de
competencia, estudio, método y modo.
Es preciso, que quien se dedicará a acompañar, se esfuerce por adquiere en el espiritual y en la inteligencia lo necesario
para esta labor.
“Estudiar para ayudar a las almas”
En la Regla Pastoral, Gregorio dice que: “ningún arte se realiza sin antes no se tuvo la adecuada formación, pues las heridas
del alma están más escondidas que las de la carne”.
Personalidad se define como el conjunto de características que definen el modo en que la persona se organiza
internamente.
Esto indica cómo se ve y comprende y cómo ve la vida, y de esta organización interna depende cómo piensa, siente y se
comporta.
Para la configuración de la personalidad influyen distintos factores: el hereditari o como el temperamento; lo físico, etc.,
pero esto se integra a la personalidad.
Relaciones parentales. El ambiente, etc.
Las vivencias y experiencias personales construyen la personalidad.
Todo esto nos permite entender que la personalidad fraguada tiene una base inamovible.
Otros psicólogos dicen que la personalidad son el conjunto de rasgos estables que no cambian en la persona.
Teoría de la personalidad, se entienden dos cosas: (Uno), determinada concepción sobre el ser humano y (Segundo), unida
a un conjunto de hipótesis que intenta describir el comportamiento humano y sus raíces.
2.1.Teorías psico-dinámicas
El psicoanálisis de Freud.
Ha pasado por distintas etapas.
Para Freud la clave hermenéutica para entender la personalidad humana para entende r a la persona y que ella se
entienda a sí misma es el inconsciente.
2.1.1. Inconsciente.
Los conflictos que cada uno vive es porque de fondo todos están enfermos, están presentes en su inconsciente.
Compara la psique del hombre con un iceberg, donde la parte que se alcanza a ver es la personalidad, donde la mayor
parte de su persona están en la zona del inconsciente y ahí se encuentran la mayor parte de los impulsos pasiones e
ideas de un ser humano.
Y aunque no saltan a la luz por estar escondidos, si ejercen una conducta decisiva en el modo de ser de la persona.
El influjo del inconsciente es tan fuerte y mueve a la persona sin que ella sepa por qué.
El inconsciente está llena de impulsos vitales tan potentes que ejercen un control impetuoso sobre los im pulsos del
hombre.
Para Freud la reflexión de los impulsos que están guardados en el inconsciente que tienen que ver con el deseo
libidinoso, provocan después aspectos no resueltos en la personalidad.
(por lívido entiende el conjunto de energías que están al servicio del eros, y por eros entienden los impulsos de
amor y de placer)
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2.1.6. La terapia psicoanalítica.
Consistirá en ayudar al paciente a que aquellos eventos de su vida y rasgos de su personalidad que se han hecho
inconscientes a través de mecanismos de defensa o represión, se vuelvan conscientes y así poderlos manejar mejor.
Para lograr que la persona haga consciente aquello guardado en el inconsciente habrá muchos métodos.
2.3.Teorías humanistas
Surgen en los años sesenta como reacción al determinismo psicoanalítico.
Afirman que hay valores espirituales en el hombre y que tiene la posibilidad de autorrealización y de crecimiento.
El ser humano según esta teoría, está abierto a crecer y a realizar sus potencialidades.
Las cuales destacan por el estudio, la profundización sobre aspectos como el amor creatividad, autodesarrollo,
autonomía, responsabilidad, búsqueda de sentido, etc.
El punto de partida son los individuos sanos y autor realizados, para generar el esquema conceptual acerca del hombre.
Partiendo de los hombres auto realizados, los humanistas estudian las cualidades, las potencialidades y como se pueden
impulsar, van a tratar de descubrir y desarrollar técnicas para ayudar a la persona a realizarse en distintos ámbitos.
El principal exponente de estas teorías es Abraham Maslow, From, Frank, Rogers.
Estos autores rechazan el determinismo psicoanalítico, y dicen que la personalidad puede irse modificando incluso en
la edad adulta.
Estos autores afirman que el hombre se puede superar.
De ahí que uno de los conceptos claves de las teorías humanistas, sea el concepto de autorrealización, que es hacerse
responsable de uno mismo.
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2.3.1. Postulados básicos de las teorías humanistas.
El hombre sobrepasa la suma de las parte, es una unidad.
Es un ser dentro de un contexto humano, fundamentalmente relacional.
Es un ser con una historia, pero no solo es un pasado sino su presente
Se va haciendo a sí mismo continuamente.
Es consciente.
Tiene capacidad de elegir.
Tiene una intencionalidad.
2.3.3. La autorrealización.
Se entiende no el egoísmo. Sino más bien el desarrollo autónomo de todas las potencialidades de la persona.
Lo que la persona puede llevar a ser que lo sea.
Para Maslow la autorrealización se ubica en el marco de las necesidades, y la autorrealización es el vértice de esa
pirámide.
Aquello que uno puede ser debe serlo.
La persona podrá realizarse, si cuenta con valores internos. Por tanto, habrá problemas cuando hay una discrepancia
entre el yo real y el yo ideal, esto es frustración.
La vida del hombre pasa por diversas etapas que son identificables de modo evidente.
La psicología evolutiva tiene por objeto el análisis del desarrollo físico psíquico y cognitivo del individuo estudia los
fenómenos que se producen en cada etapa de la vida y el fundamento de esos fenómenos.
Desde la concepción de la vida y hasta la vida adulta.
La psicología evolutiva se centre en estas tres cuestiones: desarrollo psíquico, físico y cognitivo.
En el desarrollo físico se detendrá en el cerebro, motor y habilidades
En el psíquico se detiene en el desarrollo de la personalidad
En el cognitivo sobre el conocer y comprender.
Estos tres aspectos están íntimamente desarrollados.
3.2.La adolescencia
Etapa de grandes cambios, se transita entre la infancia y la adultez.
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Se presenta lo que algunos psicólogos llaman la segunda edad de la terquedad y obstinación, por su necesidad
identidad.
El final de la adolescencia se hace patente cuando el individuo se plantea cuestiones referentes a su rendimiento
personal, cuando se plantea elecciones de vida, cuando se va equilibrando su sentimiento y juicios, se hace más realista
y objetivo, el realismo e idealismo, cuando domina sus sentimientos, cuando resuelve los conflictos que tuvo con los
adultos.
Habrá que tener en cuenta algunas cuestiones importantes en el acompañamiento:
Entender la actitud introvertida que van a presentar
Buscará círculos de amigos de la misma edad.
En general el adolescente pierde autoestima.
El desarrollo psicosexual.
Es aquí donde introyecta las convicciones que serán propias.
3.3.1. La Madurez
Implica un proceso que en la psicología evolutiva se le ubica en la edad adulta temprana, que tendrá un proceso de
cúspide en la edad adulta media.
La edad adulta como tal en todo su periodo, implica un proceso dinámico que va implicar mayor fuerza física, cognitiva
pero en otro momento implicará el declive.
El individuo aunque alcanza su madurez física y de las funciones cognitivas, seguirá desarrollándose y madurando con
las relaciones que vaya estableciendo.
3.6.La vejez
El declinar físico e intelectual comenzara entre los 60 y 70 años de edad. Varias legislaciones ubican la jubilación hacia los
65 años de edad.
En los estudios sobre la vejez se divide en tercer y cuarta edad.
La tercera es cuando la persona está bien y la cuarta edad se ubica hacia los 75 años y se ubica cuando la persona no se
vale por sí misma.
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4.2.Algunos tipos de personalidad.
Son cuestiones que son chistosas sin ninguna importancia académica.
Esto no viene en el examen, puesto que es una reverenda pendejada siquiera considerarlo. Tiene sólo fines lúdicos.
Podemos dividir los distintos trastornos de la personalidad humana de acuerdo a sus síntomas y de acuerdo a su origen en
8 grupos generales:
De tipo psicótico:
Una psicosis es un problema mental mayor. Que pude tener un origen emocional u orgánico y que produce una
severa dificultad en la capacidad de pensar de sentir, recordar y relacionarse y por l o tanto de llevar a cabo la vida.
Se tratan de trastornos graves, cuyo origen puede ser orgánico, bioquímico, u origen emocional.
Se presentan ideas delirantes, alucinaciones. Dichos pensamientos se caracterizan por su contenido extravagante.
Hay tres padecimientos psicóticos principales:
Esquizofrenia
Paranoia
trastorno psicótico agudo pero transitorio
5.1.1. Esquizofrenia
Esto no es una sola enfermedad, designa distintos padecimientos mentales que tienen rasgos en común.
Esquizofrenia significa mente partida, pues hay una división entre la realidad objetivo y lo que la persona vive en su
mente.
La persona está convencida de que lo que tienen en la cabeza es lo real.
La esquizofrenia deteriora la capacidad para pensar, dominar sus emociones, tomar decisiones y tomar relaciones con
los demás.
Son enfermedades crónicas que no afectan por igual.
Hay síntomas afirmativos: delirios, alucinaciones, conductas extravagantes.
Hay síntomas negativos: pensar con fluidez, debilitamiento de la voluntad, torpeza deterioro del cuidado personal, etc.
Hay cambios pronunciados en sus emociones, falta de motivación y depresión.
Posibles causas.
Puede estar en mero desarrolla, con situaciones, de desarrollo anormal. Se puede deber a valores genéticos. Se
encarga de la indivisión del enfado.
Hay tratamientos a distintos niveles, con fármacos, o como paliativos y terapia psicológica. En el caso nuestro como
acompañantes nos enfrentamos pastoralmente a cosas que nos desbordan.
5.1.2. Paranoia
Son trastornos delirantes, persistentes o paranoias. Se caracteriza por la aparición de varios temas delirantes
relacionados entre sí.
Hay también personalidades paranoides, con cierto delirio.
Puede ser hipocondría, celotipias, etc.
5.2.Trastornos de la personalidad
Son formas de comportamiento duraderas, que se expresan por respuestas atípicas a la realidad.
Representan desviaciones extremas o significativas en el comportamiento del individuo.
Estas desviaciones se expresan en la afectividad en el control de los impulsos en el estilo de relación con los demás.
Son trastornos que suelen aparecer durante la infancia.
Son para toda la vida.
Son des adaptativos.
Son personas con una gran dificultad de rendimiento.
Son ocho:
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1. Paranoide. Son personas con sensibilidad excesiva a los contratiempos y al juicio de los demás, son rencorosas, incapaces
de perdonar, con sentido defensivo desproporcionado. Con tendencia a los celos patológicos. Con una preocupación
infundada de supuestos delirios de persecución.
2. Esquizoide. Son incapaces de sentir placer. Pobre respuesta a las críticas y los elogios. Solitarios. Disfrutan más de la
fantasía. Carentes de relaciones íntimas y con comportamientos excéntricos.
3. Psicópata. Trastorno disocial de personalidad. Se caracterizan por una cruel despreocupación de los sentimientos de los
demás. Son irresponsables no tienen en cuenta las normas sociales. Son incapaces de tener relaciones personales
verdaderas. Baja o nula tolerancia a la frustración. Incapaces de aprender de experiencias positivas y negativas.
4. Trastornos de inestabilidad en la personalidad. Con una fuerte tendencia a actuaciones compulsivas. Poseen un estado de
ánimo inestable. Frecuentes arrebatos explosivos. Poca capacidad de enfrentarse a críticas. Hay dos tipos: el impulsivo.
En el que el problema hay inestabilidad emocional. También el tipo límite quien va viviendo con frecuencia tendencias
suicidas.
5. Trastorno histriónico. Es teatralidad, una alta capacidad de sugestión. Afectividad superficial, búsqueda imperiosa de
emociones y le gusta ser el centro. Preocupación excesiva por su aspecto físico. Están en actitud permanente de
seducción.
6. Trastorno anamcástico de la personalidad o perfeccionismo patológico. Son persona s que se distinguen por su falta de decisión
y preocupaciones excesivas. Son indecisas por una inseguridad insuperable. Son controladores, preocupadas por los
detalles, escrupulosas, con una preocupación enfermiza por el rendimiento y con una muy limitada capacidad para
expresar sus emociones. Son personas rígidas y obstinadas y excesivas y fácilmente quebradizas.
7. Trastorno ansioso. La ansiedad adaptativa es fenómeno natural, el pequeño nerviosismo que vivimos a diario, es normal.
Pero cuando la ansiedad es estresante y persistente, que impide comportarse con normalidad, es trastorno. Estas
personas presentan sentimientos de tensión y temor sensación de fracaso, miedo insuperable a la crítica mucha
resistencia a establecer nuevas relaciones cuando no se está seguro de ser aceptado.
8. Dependiente de la personalidad. Personas que permiten que otros los gobiernen o hace dependientes a los otros. Tienen
sentimientos graves de malestar y abandono cuando del que se depende no está.
5.3.De la afectividad
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Ayudarles a entender que Dios está con ellos, sufre y camina con ellos, animarles para que puedan intentar unir el
sufrimiento que padecen a la cruz de cristo.
No se debe minimizar el problema.
En la mayoría de los casos es más importante estar junto a ellos.
Intentar a ayudarles que su enfermedad no es un castigo de Dios.
Animarles a una vida sacramental. Facilitarles lecturas espirituales que les puedan ayudar.
El padecimiento que viven lo vean como oportunidad de darse más a los demás desde su propia condición.
Pueden aparecer síntomas de autocompasión que no van a ayudar.
En 2003 el pontificio consejo para la salud, tuvo como tema: la depresión.
En el discurso que hace el papa dijo: la depresión es siempre una prueba espiritual, consiste en ayudarla a
recuperar la propia estima, la confianza en sus propias capacidades, las ganas de vivir, es importante tender la
mano a los enfermos.
5.4.De la ansiedad.
La ansiedad es un estado emotivo y también físico.
Es un fenómeno psíquico universal que todos experimentamos.
Se considera normal la ansiedad adaptativa.
Hay por temperamento personas más ansiosas.
Cuando la ansiedad sale de proporción, o sea, que no corresponde al estímulo externo.
Cuando el peligro al que se pretende responde no es real.
Cuando es obsesiva es patológica, se controla.
El tratamiento es farmacológico
5.5.Disociativos.
Consisten en una alteración de las funciones integradoras de la conciencia, de la identidad, de la memoria y la percepción
del entorno.
Cuando se vive fuera de sí.
No se sabe quién es.
Vive en su mundo.
Hay amnesia disociativa, no recuerda quien es ni como se llama.
La fuga disociativa borrando lo que sucede en la realidad.
Trastorno de despersonalización.
Trastorno de personalidad múltiple, que tiene varias personalidades y relativamente bien organizadas que funcionan de
modo organizado.
5.6.Somatomorfos
Este tipo de padecimientos presenta síntomas físicos de manera repetitiva pero que tienen una raíz emocional.
Trastorno hipocondríaco.
5.7.Alimentarios
En el origen de estos trastornos pueden intervenir factores múltiples.
Es característico que comiencen en la adolescencia.
Algunos autores piensan que tiene su origen en situaciones traumáticas.
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No siempre hay un solo factor. Influye la publicidad.
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5.9.3. Atención a los enfermos con trastornos de comportamiento alimenticio.
Que entiendan su condición de creaturas e hijos de Dios.
Que valen porque son personas con dignidad y que son hijos de Dios, en este sentido procurará aconsejar de que no es
su apariencia física lo que los hace valer.
Dios como fuente de identidad válida y seguridad. Recordarles que Dios y su seres queridos les aceptan por lo que son.
Motivarles a que se miren como les mira Dios, no desde la mirada de la cultura hedonista.
Son sensibles a la atención, por lo que hay que atenderlos con mucho cuidado.
Que bajen sus niveles de ansiedad
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La persona pude lanzar una mirada retrospectiva de sí misma que puede ayudarle a ver su historia como histor ia de
salvación.
El pastor con su actitud interior y exterior, deberán enviarle implícitamente los siguientes mensajes:
Tú eres importante, por ser hijo de Dios. Te respeto, quiero comprenderte y ayudarte. Decirlo con nuestra mirada,
con todo nuestro cuerpo, y de modo interno y externo.
La escucha no puede reducirse a una simple escucha pasiva. Sino a un ejercicio continuo de atención, decodificación:
tratar de entender qué me dijo y necesita, y codificación.
Con naturalidad podamos ayudar a la persona a que se sienta escuchada.
1) Respuesta espejo:
Consiste en que una vez que la persona termina de hablar, pueda organizar lo que la persona ha dicho y presentárselo
de nuevo. Repitiéndole aquello que nos dijo ahora de otra manera, organizado claramente, tratando los lazos que unen
una cosa con otra de lo que nos dijo. “Si entendí bien…”
Este tipo de respuesta provoca que la persona tenga un efecto benéfico y estimulante y le da certeza de que sí es capaz
de comunicar aquello que tiene. A veces habrá que esperar.
2) Hacer reiteraciones:
Repetir cosas que dijo. No hay que abusar.
Hay tentaciones:
a. La respuesta estimativa: No es bueno hacer un juicio inmediato en el acompañamiento.
b. El interrogatorio: Habrá que ver qué tipo de preguntas se deben y pueden hacer.
c. Respuesta resolutiva: Evitar decirle qué tiene que hacer, esto no debe hacerse.
d. Respuesta comparativa: Tampoco ayuda decirle que no es para tanto.
3) Obstáculos a la comprensión: Tener una actitud egocéntrica como acompañantes.
4) Actitud directiva: Decirle lo que tiene que hacer. Que se puede manifestar en:
El sacerdote hace preguntas que solo a él le interesan y las necesarias para el coloquio.
Cuando el sacerdote mal interpreta lo que se le está diciendo. Si no entendimos es mejor decírselo a la persona.
Cuando el sacerdote bloquea, porque le causa algún estado de ánimo desagradable.
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Evitar caer en suspicacias, agresiones, intromisiones o en faltas de respeto a la intimidad o pudor del
entrevistado. (Libros de Carcuf, un cuaderno de teoría y trabajo, para la entrevista)
Desbloquear la comunicación.
En ocasiones para la persona entrevistada resultara fatigoso expresar aspectos que de hecho si querría
externar.
En necesario tener paciencia con la persona, respetar su ritmo y silencios, saber leer su lenguaje no
verbal, pero en algunos casos la capacidad de observación unida al conocimiento que ha adquirido
pueden darle la pauta para intentar desbloquear.
Ayudar a la persona a conceptualizar lo que está viviendo y sintiendo. A que le ponga nombre.
Ayudarle a que se encuentre con su propia verdad.
Ayudar a que venza sus resistencias.
Ayudar a la persona a interpretar, evaluar e integrar las propias experiencias.
Corregir con prudencia.
A veces será necesario corregir, pero cuando se presente es necesario hacerlo de la mejor manera,
armonizando la firmeza, con el respeto y la caridad.
Ser claro y evitar ambigüedades. Evitando confundir a la persona.
3) Conclusión del coloquio
Esta fase reviste una importancia especial porque aporta los mensajes del futuro del proceso con la persona.
Se debe saber aterrizar. Calibrar el tiempo.
4) El final de un proceso.
Cuando la persona ha cumplido su objetivo
Cuando no se nota claridad en la intención de su proceso, o que estamos estancándonos en el proceso
Cuando necesita ayuda profesional
Cuando la relación se ha convertido en algo muy personal y se corre el riesgo de distorsionarse
Cuando el sacerdote ya no se encuentra en condiciones de ayudar al acompañado.
Evitar terminar un proceso de manera brusca y sorpresiva.
Es importante en este rubro que desde el inicio más o menos, el periodo que convendrá el acompañamiento.
Debe tenerse en cuenta que no se deben alargar demasiado los procesos.
Se debe dialogar, e irle avisando que se debe cerrar el proceso.
Cerrar y que la persona misma haga una síntesis de lo que ha trabajado y qué se lleva.
Poner sobre la mesa posibles cambios futuros, dejar abierta la posibilidad para futuros encuentros.
5) Aspectos prácticos o encuadre de la entrevista.
Respetar el tiempo de la persona.
También hacerle notar que contamos con un tiempo establecido.
Recibir a la persona con puntualidad. Conviene no hacer cambios continuos.
Frecuencia y duración de la entrevista. La frecuencia de una entrevista puede variar, si hay mucha necesidad,
una semana, según la necesidad puede ser hasta cada mes. El tiempo podría ser de entre 45 y 60 min.
Convendría no prolongar tanto la entrevista.
Orden limpieza, buen gusto sin frivolidad, conviene que los recibamos en un lugar donde la persona sienta que
hay privacidad y sienta que no está encerrado.
Conviene guardar distancia moderada con el que se va acompañar.
Conviene no realizar una entrevista caminando, porque ello puede
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El documento para el clero, nos recuerda que la dirección es una ayuda para el discernimiento en el camino de
santidad o perfección.
Este mismo documento enfatiza en distintos números que el objetivos es ayudar a discernir los signos de la
voluntad de Dios en orden a la santidad.
Esto se da entre un director y un creyente que busca santidad en radicalidad evangélica, a través de una serie de
coloquios para hacer más responsable y madura su relación con Dios.
La iglesia ofrece una guía útil para mantenerse vigilante en su proceso espiritual, para crecer en generosidad para con
Dios.
A veces se piensa en la dirección espiritual como un medio para expresar las inquietudes que van surgiendo en el
camino de la vocación, o espacio catártico para verbalizar los problemas o crisis, un espacio de desahogo o colcho
afectivo.
Es el encuentro de dos hermanaos que movidos por el espíritu santo se ponen en la presencia de Dios para captar
la voluntad de dios por eso si ambos proceden con rectitud de intención estará presente el único director espiritual
que es el espíritu santo.
La dirección espiritual tiene los siguientes objetivos:
Acompañar a la persona en su vivencia de la vía purgativa, iluminativa o unitiva.
Ayudar a la persona para que dócil al espíritu santo y a la voz de su conciencia discierna cuál es la vocación que les
ha dado y se dirija a ella.
Alentar la respuesta personal a la vocación recibida de Dios.
Ayudar a identificar los obstáculos que dificultan la vivencia de la propia vocación.
Orientar al dirigido para que viva la unidad de vida. Que comprenda que su llamado integra todas las dimensiones
de su vida. Nada escapa a la búsqueda de la santidad.
Ayudar a la persona para que aprenda a discernir la voluntad de Dios en lo ordinario de la vida. Es decir que lo
haga de manera independiente y ordinaria, sin la ayuda del director espiritual.
Siempre se debe abordar la vida de oración, pues esta decide sobre muchos aspectos de la vida.
Ofrecer la ayuda necesaria en los momentos de crisis o dificultad, en todos los ámbitos que puedan tener
resonancia en cosas de santificación y purificación.
Ofrecer un acompañamiento que permita a la persona crecer en libertad interior para afianzarse en la vive ncia de
la caridad.
Colaborar en la formación de la conciencia moral del dirigido.
7.1. Sufrimiento
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Captarlo como desgracia, como algo circunstancial, en estos casos la persona se siente indefensa y desafortunada,
víctima de las circunstancias y se ve a Dios como impotente frente a lo que me pasa.
Negar el sufrimiento.
Relativizar el sufrimiento.
Revelarse contra el sufrimiento o contra aquellos que lo provocan.
La invitación a unir su sufrimiento a la pasión de Cristo que puede tener varios rostros: reparador, intercesor.
7.2.1. La enfermedad.
A nadie le gusta estar enfermo.
Una enfermedad grave, confronta al hombre con su posibilidad de morir.
Representa posibilidad de choque, una experiencia fuerte de perdida.
La enfermedad grave e inhabilitante es una experiencia desequilibrante que mueve toda, en la que el hombre resulta
afectado en todo aspecto.
Autonomía, independencia, proyectos, etc.
Para los no creyentes cuando el hombre se enferma, es cuando busca un sentido más pleno a la existencia o rectificar el
que ya se tenía.
El CEC 1501 recuerda que la enfermedad puede conducir a la angustia al repliego y a la rebelión contra Dios, pero
también puede hacer a la persona más madura
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con un momento en el que predomina el sentimiento de pérdida, de culpa, incluso de vergüenza.
Hay una primera depresión, que le podemos llamar depresión reactiva.
Una depresión preparativa, donde el enfermo guarda silencio. Y eso hace que se s epare de las cosas, es muy
íntima. Entra en un profundo silencio porque sabe que el momento inminente se acerca.
Fase final del descanso preparatorio.
Desaparece la ira, la depresión y son sustituidas por la aceptación de la muerte.
A medida que el paciente acepta la muerte, deseará permanecer en silencio.
Estas fases no se dan en todos, peo si nos conviene saber que un número importante de moribundos pasan por esas
fases.
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temores exacerbados
a nivel social:
aislamiento
dependencia a los demás: miedo a estar solo
a nivel espiritual:
tristeza pero con confianza en Dios: fe en el MP de Xto
Desconfianza de Dios: falta de fe
Revaloración de la vida
Replanteamiento de la orientación que se le ha dado a la propia vida
8.1.2. Tipos de duelo
Duelo anticipado:
Cuando una persona ha estado grave y se patentiza que el fin está próximo
Se van haciendo a la idea de que partirá
Es un duelo que amortigua el trauma de que faltará ese ser querido
Duelo retardado
El doliente reprime, controla y evita sus reacciones emotivas por X razón
Es común que la reacción venga después y en muchos casos con muchos dramatismo.
Es mejor que el dolor se drene
Duelo crónico:
Proceso de duelo mal elaborado y que se prolonga durante años porque la persona se ha quedado en el pasado y se
resiste a tener perspectivas de futuro.
Duelo patológico:
Se da cuando la persona está completamente cerrada en su dolor y no tiene la voluntad de ser ayudada
Empieza a experimentar desequilibrios físicos y psíquicos
8.1.3. La elaboración positiva del duelo
La aceptación de la pérdida:
El duelo no puede resolverse si no se acepta la definitividad de la pérdida
Necesidad de aceptarlo
Replantearse la vida sin la presencia de esa persona
Lo que queda y permanece son las imágenes del difunto, pero asumido de manera positiva es signo de la
aceptación de la pérdida
Expresión del propio dolor
Ayudar a la persona a encauzar el dolor
Coraje
Nostalgia
Tristeza
Entre más fluyan los sentimientos hay una mejor elaboración del duelo
Adaptarse a vivir en la nueva situación
Ir acompañando al doliente a que vaya encontrando nuevas motivaciones
Invertir y orientar de un nuevo modo la energía emotiva
Proyección de la afectividad a otras personas
Donarse
Se ha podido cerrar el proceso cuando
La verdadera despedida del difunto se da aceptando la pérdida y el replanteamiento de la vida sin esa persona
Humor, sin temores desproporcionados, llevar a cabo nuevos proyectos
8.1.4. Orientaciones pastorales para acompañar a un doliente
Ayudarle a no sofocar y reprimir sus sentimientos
Reelaborar su imagen de Dios: sólo en el caso que la imagen de Dios se haya trastornado
Escuchar y acoger los incesantes por qué de las personas
Muchas veces quedarán sin respuesta
En el orden de la intervención ante un doliente ayudar a captar la presencia de Dios en el sufrimiento de la persona
Dios está con la persona que sufre EN el dolor
Orientación de las personas hacia la comprensión del sentido profundo de la vida
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El sentido de una persona no se agota en la presencia de dos o tres personas, sino que el sentido último de la
persona se encuentra en Dios
Es necesario ayudar a entender que las desgracias y enfermedades no son causadas por Dios, pero el da la fuerza en
virtud del MP de Xto
La fe no protege del dolor, pero nos ayuda a afrontarlo
El dolor no debe inducir a la persona a replegarse en sí mismo, sino que debe encaminar a una nueva ape rtura a
Dios y hacia los otros
8.2.Personas con síndrome post-aborto.
Los dolorosos síntomas psicológicos de mujeres que abortaron o de h que han ayudado, ha llevado a definirse
psiquiátricamente el síndrome post-aborto
Reconciliación con el niño abortado, consigo mismas, con los demás, con la Iglesia y con Dios.
8.2.1. Consecuencias psicológicas:
Un sentido de abuso: es frecuente que la mujer que ha abortado siente un atropello por parte de la vida, de los
médicos que la aconsejaron
A pesar que lo haya decidido
Sentido de pérdida
Sentimiento de culpa
Sentimiento de que La vida es peor que el aborto
Pueden venir pensamientos o impulsos suicidas
Puede considerarse como línea general, los síntomas tienen una raíz esencial
Racionalización, negación de lo que ha pasado
Necesidad de reconciliación
Angustia
La pérdida del respeto de la mujer por sí misma: no se siente digna de respeto
Juicio hacia sí misma
El rechazo a si misma
Mal humor
Pérdida de energía
Sueños tormentosos
Fobias: a los médicos
Comportamientos compulsivos
En cuanto a las relaciones:
La relación con la pareja:
Puede fracturarse
Pueden emergerse relaciones inadecuadas con otros h
Resentimiento contra los que lo aconsejaran
Resentimiento contra Dios: porqué dejo que se embarazara, o porque puso los medios para abortar
8.2.2. Tratamiento al síndrome post-aborto
La reconciliación:
Con Dios
Confesión
Ser acogida, escuchada y comprendida, no ser corrida del confesionario, no condenarla
Encontrar la unidad interior y el sentido para su propia vida
Perdón y reconciliación: obtener el perdón de Dios y de los demás
Para iniciar un camino de reconciliación y perdón:
Den el paso decisivo y doloroso:
Aceptar que el niño que se llevaba en las propias entrañas fue asesinado
Sólo aceptando esa realidad es posible iniciar un camino de reconciliación y de salvación
Armonizar la verdad sin cortapisas y la misericordia
Cómo intervenir:
Ayudar a la persona a aceptar lo ocurrido: Recordar y narrar los hechos como fueron pasando en ese momento
Ayudar a tomar conciencia de la humanidad del niño: era una persona humana realimente
Ayudar a aceptar esa muerte: este niño no va a resucitar, no va a volver
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Sostener el sentimiento de vacío: ese vacío tiene que darse, es terapéutico y que pueda llenarse por la misericordia
de Dios
Aceptación de la muerte de su hijo y lo reconocen como tal, le lloran como tal, lo encomiendan a Dios como tal
la ayuda a personas con este problema implica mucha fuerza, comprensión, misericordia, reconocimiento del hecho
aceptación del perdón de Dios después de todo lo que se ha trabajado
en esto que pasó se expresa la inmensa misericordia de Dios
la celebración de los sacramentos: penitencia y eux
elementos sacramentales: oración y petición por el niño
8.3. Homosexualidad.
8.3.1. Introducción
Fue en 1869 cuando se acuñó el término de homosexualidad. La inclinación afectiva y erótica hacia personas del mismo
sexo es antigua.
Lo nuevo es la defensa personal y social de tal inclinación, su reivindicación como opción libre y la exigencia de la
supresión de las medidas discriminatorias contra las personas que hacen pública tal inclinación-opción.
El homoerotismo y la homosexualidad han alcanzado gran actualidad:
Porque tal tipo de relaciones han salido de la clandestinidad.
Se plantean cuestiones sobre su “normalidad”, su “culpab ilidad”, o su posible “despenalización”.
No puede ser separado de la voluntad política personal y de grupos que postulan para la homosexualidad una
igualdad de derechos respecto de la heterosexualidad.
8.3.5. Principios pastorales en el manejo de las patologías sexuales: la homosexualidad (DOCTRINA RECIENTE DE
LA IGLESIA)
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La persona humana, creada a imagen y semejanza de Dios, no puede ser definida de manera adecuada con una
referencia reductiva sólo a su orientación sexual. Cualquier persona que viva sobre la faz de la tierra tiene problemas
y dificultades personales, pero también tiene oportunidades de crecimiento, recursos, talentos y dones propios. La
Iglesia…subraya que todos tienen la misma identidad fundamental: el ser creatura y, por gracia, hijo de Dios,
heredero de la vida eterna.
«la primera, constante e irrenunciable atención se ha de dirigir a la persona y a su dignidad original: el ‘tipo’ de
sexualidad, con sus formas concretas de realización, no priva jamás a la persona de la dignidad fundamental que
está inscrita en su mismo ser en cuanto criatura de Dios».
Se propone promover una pastoral de la verdad sobre la homosexualidad.
8.3.10.1.Moralidad objetiva
Para C.G. Jung es problemático ver este fenómeno como una perversión. Tendría al menos el valor de conservar el tipo
humano primordial que apela tanto al arquetipo de la madre como al del padre. La h omosexualidad significaría una
identificación persistente con el ánima. Pero ahí está la ambigüedad, en cuanto significaría “una manifiesta resistencia a
identificarse con el papel de un ser sexual unilateral”.
El Catecismo alemán afirma: “la homosexualidad comporta menoscabos en comparación con la heterosexualidad. Ya
la anatomía de la sexualidad humana apunta a la bisexualidad. Las acciones homosexuales excluyen de raíz una plena
polaridad sexual y la procreación de la descendencia. Por lo tanto, la homos exualidad adolece de esterilidad… Según la
biblia, el auténtico espacio de la plena comunidad sexual es el matrimonio entre hombre y mujer, y la célula germinal de
la sociedad humana es el matrimonio.”
López Azpitarte afirma1 : «Si se pudiera probar que es una inclinación tan humana y deseable como la contraria, no
existiría ningún problema», añade: «por el momento y según la opinión mayoritaria de los mismo científicos, no alcanza
1
AZPITARTE L. E., Ética de la sexualidad y del matrimonio hoy, Sal Terrae, Bilbao 2001.
33
una idéntica valoración objetiva». Y concluye diciendo: «con toda la comprens ión y fraternidad que se quiera – porque
todos somos hombres ‘inacabados, anormales e imperfectos’ -, debería mantenerse que la ‘situación homosexual’ en un
sujeto – como a su vez otras muchas situaciones o manifestaciones de la vida afectiva - es algo anormal».
8.3.10.2.Responsabilidad individual
Afirmar que la homosexualidad implica una deficiencia antropológica no significa emitir un juicio automático sobre la
eventual culpabilidad de las personas que la viven.
Dentro de la moralidad, habrá que considerar el grado concreto de responsabilidad, en razón de la efectiva conciencia
y libertad de la persona y, por tanto, en razón de los diversos «condicionamientos» del comportamiento humano
responsable.
Hay que tener en cuenta la evolución e «historicidad» de la persona que refleja el dinamismo de sus actuaciones.
La «historicidad» de la persona ha de entenderse en la perspectiva de la historia de la salvación. Todos los seres
humanos se encuentran bajo el influjo del misterio de iniquidad y a la vez del misterio de salvación.
Se pueden formular algunas consideraciones sobre la responsabilidad moral en el comportamiento homosexual:
El simple hecho de tener tendencias homosexuales no entra en el campo de la moralidad.
La homosexualidad como expresión del amor, positivamente, aparta de comportamientos peores y perversos.
La persona con tendencias homosexuales ha de ser exhortadas a vivir en la castidad y a superar las dificultades
que le impiden realizar la dignidad personal que le es propia.
8.3.10.3.Aceptación de la persona
No se debe confundir a priori la homosexualidad con las perversiones de algunas personas homosexuales.
Condenar la discriminación de las personas concretas por razón del ejercicio de la sexualidad no equivale a considerar
la homosexualidad como fuente positiva de derechos humanos.
Admitida la igualdad entre sexos, es preciso recordar que hay algunos ámbitos en los que no supone una
discriminación injusta al tener en cuenta la tendencia sexual (por ejemplo: adopción o custodia de los niños).
El matrimonio es una comunidad de vida y amor, no por ello, todo tipo de amor entre dos personas puede constituir
un matrimonio ni ser asumido como fundamento para la constitución de una familia.
La fe cristiana nos advierte de que las dificultades inevitables en la vivencia de la sexualidad humana son superables
gracias a la gracia de Dios.
Nadie puede sentirse excluido de la vocación al seguimiento de Jesucristo, ni eximido de aspirar a las metas ofrecidas
por el evangelio.
Esas personas están llamadas a la incorporación al misterio pascual de Cristo y, en consecuencia, a un esfuerzo
ascético que reproduce la aceptación de la cruz y la esperanza de una iluminación resucitada.
La misma fe exige a la comunidad que procure extremar el testimonio de su comprensión y acogida hacia todas las
personas, especialmente a las más marginadas.
Esta llamada evangélica a testimoniar y ejercer la misericordia ha de ser vivida tanto por los individuos como por la
comunidad, de forma que llegue a modelar el espíritu de los fieles cristianos.
8.3.11. Fe y homosexualidad2
El libro de fe y homosexualidad trata propiamente del tema de la homosexualidad, en colaboración de dos sacerdotes: el
padre Valter Danna y el padre Ermis Segatti. Está dividido en siete capítulos y consta de un apéndice, cada uno de los
apartados tiene subtítulos.
1) El primer capítulo es, propiamente la introducción, donde se propone como fin del escrito, la mejor comprensión de la
fenomenología de la persona homosexual. También se explica cómo se llevó a cabo el trabajo, tomando en cuenta que no es
un tratamiento teórico del tema de la “homosexualidad”, sino que se ofrecen valoraciones para la práctica pastoral. El
2
DANNA V., fe y homosexualidad, (Temas Sociales), ed. Buena Prensa, México 2010; pp. 5 -76.
34
documento, después de elaborado, fue revisado por psicólogos y psicoterapeutas. Se menciona a grandes rasgos el problema
de la adhesión a Cristo por parte de algunos homosexuales y de un debido acompañamiento para los mismos.
2) En el capítulo segundo, ¿Qué es la homosexualidad?, se explica que es un argumento complejo y su abordaje se dificulta
debido al escases de información al respecto. En la actualidad se muestran imágenes extremas que generan confusión acerca
de la concepción de “homosexual”. Se define desde el punto de vista psicológico qué es la homosexualidad: “es un trastorno
que se caracteriza por la atracción erótica de un individuo hacia otros sujetos de su mismo género con simples deseos y
fantasías”. Se habla también de los tipos de orientación homosexual, egodistónica (el sujeto desea modificar su preferencia
sexual, se puede someter a intervención psicoterapéutica) y egosintónica (aceptación plena de la vivencia de la sexualidad por
parte del sujeto). Los documentos del Magisterio, por su parte, distinguen entre homosexualidad transitoria y
homosexualidad estructurada; de igual manera, se sugiere llevar a la persona por un camino de aceptación y reconocimiento
de sí misma. Se mencionan algunos casos, como el de las personas homosexuales que se casaron y sufren más delante de
crisis por una homosexualidad reprimida, o no han podido superar su propia tendencia homosexual, también, el caso de
personas heterosexuales que han llegado a tener alguna relación con alguien del mismo sexo, etc. Para estos y más casos, es
necesario comprender el comportamiento de una persona homosexual y admitir que se siente atraída por personas de su
mismo sexo no sólo sexualmente sino también, sentimentalmente. Cuando se habla de “pareja homosexual” sólo se hace de
forma analógica en referencia a las parejas heterosexuales, la analogía radica en el hecho de la relación y no en la forma de
actuar.
En cuanto al origen de la homosexualidad, se prefiere estudiar actualmente la hipótesis bio-psico-social, que trata de
conjugar los factores influyentes para sentar los fundamentos de la sexualidad, habla de: vulnerabilidad biológica, d e las
características de personalidad y de origen social; de este último elemento, se resalta el surgimiento de la ideología llamad a
“ideología de género”, la cual, afirma que ser hombre o mujer está determinado por la cultura y que el individuo debería
comprenderse a partir de su propia identidad psicosocial. Se enumeran más adelantes varias hipótesis sobre el origen: 1)
reconocimiento jurídico del matrimonio homosexual; 2) campañas a favor del reconocimiento civil y legalización de las
uniones homosexuales; 3) debate político sobre el reconocimiento de una “identidad de género”, etc. Otros hablan de
homosexualidad primaria (el individuo muestra ausencia de excitación con personas del sexo opuesto) y secundaria (en un
primer momento hubo interés heterosexual, después desaparece), y se pueden expresar durante la adolescencia o la infancia.
Otra hipótesis que se menciona es la psicodinámica, donde los padres tienen que ver con el desarrollo homosexual del
hijo: madre sobreprotectora, autoritaria y por otro lado, un padre ausente y poco interesado por los asuntos de su hijo. En el
caso de la hija, se presenta la figura materna como hostil y dominante, por lo cual, la hija no se interesa por identificarse con
su madre. Parece resolver y explicar los casos de homosexualidad, la psicoterapia se lleva a cabo en los límites de la
adolescencia tardía, pero ello no significa que el individuo pueda ser llevado de nuevo a la heterosexualidad, aunque en
algunos casos si se puede llegar al cambio. El cardenal Lehmann afirma: “es muy difícil hacerse un juicio válido sobre las
causas de la homosexualidad… es necesario considerar la situación”.
Desde el punto de vista pastoral, se menciona que la homosexualidad no es una elección, sino una condición cuyo origen
no reside en comportamientos conscientes y voluntarios. Dentro del Catecismo de la Iglesia Católica se afirma que hay personas
que presentan tendencias homosexuales innatas…no eligen su condición, por lo tanto no se ha de discriminarlos. La ayuda posible
es a través de métodos psicológicos o misticorreligiosos, los cuales los ayuden a aceptarse y reconocerse para después
puedan orientarse al autocontrol, al control de sus impulsos y ejerciten la virtud de la continencia.
Hay diferentes términos en inglés, que se utilizan para designar las tipologías de la condición homosexual: 1) GLBT
(siglas de los siguientes términos); 2) Gay (hombres con plena identidad masculina, sin deseo de cambiar su sexo, sienten
amor o atracción sexual hacia otros hombres); 3) Lesbiana (mujer con identidad femenina, sin deseo de cambiar su sexo,
siente atracción y amor hacia otras mujeres); 4) Bisexual (persona que siente amor o atracción erótica por ambos sexos); 5)
Transexual (persona con el trastorno “distrofia de género, que posee una identidad sexual de un género y personal distinto al
propio sexo biológico”). Por otra parte, el pedófilo, es un individuo que siente una atracción morbosa por los niños, ya sea de
ambos sexos o de un sexo específico, la atracción que siente va dirigida al niño como figura asexual.
3) En el tercer capítulo, el descubrimiento de la homosexualidad, las preguntas que se tratan de responder son: ¿Por qué, cómo
y cuñando descubren que son homosexuales?, Después de eso, ¿Qué sucedió? Respecto a la primera, el cómo, se menciona
35
que no hay un modo único, `puede ser por medio de manifestaciones de un “apasionamiento afectivo y el inicio del deseo
sexual”; aunque otros factores son la edad, la condición social, el sexo, las condiciones geoambientales, los aspecto psíquicos
y temperamentales, etc. En los jóvenes, actualmente, su identidad y orientación sexual se identifica más rápidamente, debido
a la información y mensajes que reciben, ya sea por los medios de comunicación o por los factores ya mencionados; hay
casos diversos de expresar la condición homosexual, ya sea tomando conciencia y comunicándolo a los seres queridos, o de
vivir esta condición negativamente.
El verdadero acompañamiento que se puede dar es, que la persona aprenda a reconocerse en las decisiones que toma.
En cuanto a los adultos, ya casados y reconocen su inclinación homosexual, las consecuencias posibles son: crisis neuróticas,
depresivas, doble vida, afectación dentro de la vida conyugal y familiar. Se hace la pregunta de por qué estas personas eligen
la vida conyugal, las respuestas que se presentan son variadas, entre ellas: la mala concepción de la vivencia homosexual,
como una vida de excesos, carente de valores. Se sugiere, para estas personas adultas, un acompañamiento prudente,
siguiendo preferentemente el principio del bien posible (sugiere decisiones y comportamientos adecuados) y mantener un
nivel de conciencia sobre la situación del individuo. Los resultados posibles son: 1) la persona asuma su propia
homosexualidad y desarrolle un estilo de vida de acuerdo a su afectividad y relacionalidad; 2) la persona conscientemente
asuma su propia inclinación homosexual, pero bajo la castidad y sublimación.
4) En el capítulo cuarto, la fe de las personas homosexuales, se habla de que algunas personas homosexuales acogen el
mensaje cristiano con amor y esperanza, el problema es que algunos se sienten rechazados, marginados de la comunidad
eclesial y, por otro lado, del “mundo gay anticlerical" que ideológicamente califican a la Iglesia de retrógrada. También la
dificultad está en que, algunas comunidades eclesiales y pastoralmente no están preparadas para recibirlo. La consecuencia
es, el abandono de estas personas de la Iglesia, sin haber buscado ayuda de un sacerdote o director espiritual. Cuando una
persona, por el contrario, se acerca a buscar ayuda de un sacerdote, no saben generalmente lo que buscan. Por ello, es
necesario: 1) trasmitirle que la imagen del Dios de Jesucristo, que Dios los ama, independientemente de lo que es; 2)
considerar la percepción que la persona homosexual tiene del Magisterio; 3) tener presente el lenguaje adecuado, de lo
contrario, puede resultar ofensivo y denigrante. Algunas observaciones: la importancia puesta a “los actos homosexuales”
puede ayudar a tener sólo una visión de genitalidad, pero aquellos son “intrínsecamente desordenados”, y cuando se
considera como malo y nocivo parece una prohibición para ellos y como si tuvieran que negar una parte de su
relacionalidad, por ello, es necesario que sean orientadas, en especial a los jóvenes a que aprendan a controlar sus impulsos.
La persona busca encontrar su valor personal, el significado de su vida y su realización auténtica, es por esto que se
debe guiarlos hacia un fe madura desde la cual, la vida de la Iglesia sea percibida y viva con una perspectiva de crecimiento
y de libertad. Se ha de ayudarle a reafirmar su vida espiritual. La ayuda que el sacerdote dé, tanto a familiares y amigos del
sujeto homosexual, es indispensable para aceptar atender la angustia de ellos y la mala concepción de la homosexualidad
como un fracaso. La fe cristiana se vive dentro de una comunidad, la cual debe ser educada por el pastor (primeramente el
pastor debe ser discreto y equilibrado en su acción pastoral) para que sepan acoger con respeto (tanto en el lenguaje como en
los modales), delicadeza, equilibrio a quien es “diferente”. No se les ha de excluir de la vida eclesial y de los compromisos de
la comunidad cristiana por ningún motivo discriminatorio, ya que, una comunidad es verdaderamente cristiana cuando, “en
la obediencia de la universalidad del mensaje de Cristo, se abre a la participación de todos sus miembros, donde cada uno
aporta una contribución insustituible al anuncio del Evangelio y al servicio de los hermanos”. Por otra part e, la orientación
sexual, pertenece a la intimidad del sujeto, por lo cual, no está llamado a manifestar su condición sexual, para que después
parezca un “abanderamiento”, sino que se busca el camino de la santidad para todos los seres humanos.
5) En el capítulo quinto, las familias de origen de los homosexuales, trata, en un primer momento, sobre las reacciones de los
padres, se ponen de manifiesto dos tipos de reacciones: 1) los padres buscan un culpable ante la condición de su hijo(a); 2)
una familia abierta y sincera que acepta y hace aceptar de mejor manera la situación de su hijo(a). Este segundo caso es poco
frecuente, debido a que el tema de la sexualidad, dentro de las familias, es tratado con estereotipos comunes y mensajes
superficiales. Ante la noticia de la condición sexual del hijo(a), las reacciones son, con frecuencia, dramáticas y exageradas.
Se mencionan tres casos: 1) Caso límite, donde hay un rechazo total y el chico(a) abandonan su hogar; 2) otro caso límite, donde
se finge que no existe el problema, como si no sucediera nada; 3) la familia acepta sin problemas la situación. En cuanto a las
reacciones, se mencionan dos: 1) reacción incrédula por parte de los padres, donde proponen que es algo pasajero y que con un
36
buen médico y un “buen(a) chico(a)” se resolverá todo, pero cuando se presenta el caso de homosexuales estructurados, un
psicólogo o sexólogo ayudan para aclarar las ideas del chico y a su propia aceptación; 2) se hacen la pregunta – sobre todo la
madre - ¿en qué nos equivocamos?, sirve para encontrar un chivo expiatorio. Un juicio incorrecto sobre la homosexualidad es
que sea una enfermedad, o sea producto de: 1) la cultura de género, 2) la presencia de homosexuales dentro de la publicidad y
medios de comunicación, 3) por tener amigos homosexuales; por ello, el pastor, al tomar en cuenta esto, debe saber que se
enfrenta a algo complejo y no es mera decisión equivocada de parte del sujeto homosexual, y esto debe hacerlo saber a la
familia del individuo. Por otra parte, hay actitudes de los padres que no favorecen, entre ellas, la de buscar un culpable, la
cual formula en el inconsciente de que hay posibilidad de cambio en la situación, o también, el darle más peso a la imagen
social (ser criticados y señalados por la sociedad); estas actitudes afectan más de lo que parecen, porque perjudica a que se
acepten ellos mismos.
En cuanto a los hermanos, se menciona que, ellos pueden ser elementos de comprensión y de ayuda ante la situación,
aunque hay casos, donde existen rivalidades, que no permiten la confianza entre hermanos. La persona homosexual en su
fase de búsqueda y aceptación, necesita tener a su lado alguien que lo escuche y evite hacer juicios negativos. Existen
también los casos, donde el chico(a) duda decirlo a la familia, siente que puede sufrir un rechazo por aquellas personas que
más quiere. En otros casos, si todavía depende de su familia, será mejor “actuar con cautela y evitar una declaración
prematura”. Es importante el papel del educador o del guía, quienes deben aconsejar qué hacer, contenerse o seguir
adelante, tratando de ayudar a la persona cómo decirlo y cómo manejar la situación.
6) En el sexto capítulo, homosexualidad y matrimonio, se explican los diversos casos de homosexuales que se casaron, o
incluso tienen familia. Al no poder aceptar su condición y la imposibilidad de entablar el diálogo, terminaron eligiendo la
vida matrimonial, por influjo de sus consejeros poco expertos en el campo de la homosexualidad. Se mencionan diversos
casos, donde personas homosexuales se casaron de buena fe, pero después de un tiempo sereno, empiezan las dificultades:
1) “matrimonios encubiertos” (poco frecuentes); 2) control de la homosexualidad; 3) vivencia de aventuras a escondidas que
van en aumento conforme va avanzando el tiempo, provocando una alternancia entre los sentimientos de culpa hacia el
deseo de “aventuras” y la familia “traicionada”. Se llega a la ruptura o separación del matrimonio, o a la simulación de la
situación delante de la sociedad. Por ello, es necesario enseñar a la persona a controlar las tendencias homosexuales,
ayudando principalmente a reforzar y renovar el verdadero amor entre los cónyuges. No en todos los casos se externa la
propia condición homosexual, por eso, es importante la participación de amigos, conocidos y del sacerdote para poder
reconocer y aceptarse a sí mismos lo que están viviendo. Cada caso se debe enfrentar de forma personalizada, ya que, cada
uno es diferente, pero sin olvidar actuar con caridad cristiana.
7) En el capítulo séptimo, Señalamientos pastorales para el acompañamiento, se señala que el Catecismo de la Iglesia Católica se
afirma que, para las personas con orientación homosexual existe un llamado personal a permanecer en comunión con Dios en Jesucristo
y, por ende, en un camino de santidad, al igual que para cualquier otro creyente en Cristo. Por ello, el Magisterio anima que los
Obispos promuevan una pastoral para personas homosexuales, de acuerdo al plan de la Iglesia, que los ayude a su vida
espiritual, la recepción de los sacramentos, oración, testimonio y ayuda para cada uno de ellos. El objetivo último de la
pastoral es la salvación de las almas, por eso, no se ha de excluir a nadie. Cada persona creyente, incluso los de condición
homosexual, tiene mucho que dar a los demás y tiene dones del Espíritu Santo. La Iglesia y su personal, están invitados a
seguir el ejemplo de Cristo, quien acompaña a sus discípulos acogiéndolos, escuchándolos y comprendiéndolos en las situaciones
que agitan el corazón de los seres humanos. Se ha de crear, por lo tanto, una atmósfera tranquila y serena para cada uno de
ellos. En cuanto a enfrentar el tema de la sexualidad dentro de la comunidad cristiana, se han de quitar los prejuicios y la
severidad. Si alguna persona manifiesta tener un problema de homosexualidad, no se le ha de juzgar, aunque no practique la
castidad, en este caso se puede aplicar la “ley de la progresión”.
Es importante que un sacerdote o guía espiritual promuevan a estas personas una imagen positiva de lo que ellos son,
de acurdo a su reconocimiento de seres humanos, creados a imagen y semejanza de Dios, que tienen un llamado del Señor,
sugerirles la conciencia de sí mismos y la justa autoestima de su propia persona. El proceso educativo conlleva una
autoformación de sí mismos y “la aceptación del inevitable sufrimiento y cruz que conlleva toda existencia cristiana”. Se
menciona que el respeto es “el primer elemento de un proceso educativo y formativo para acoger las diversidades como
37
factores de armonioso crecimiento en una nueva y sinfónica unidad integral”, también es “la premisa indispensable para
iniciar un proceso de aceptación con resultado positivo en la persona con orientación homosexual estable”. La aceptación,
por su parte, “significa reconocerse en profundidad como persona con propio valor objetivo y capaz de encontrar un sentido
pleno a la propia existencia, incluso sexuada en la línea del Evangelio”. Se pide dentro de la propia comunidad, no tener
actos discriminatorios o de “homofobia interiorizada”, marginatorios, injustos, violencia psíquica y física hacia las personas
homosexuales.
Se les propone a las personas homosexuales la castidad, la cual es como “una llamada a la entrega de sí mismo a través
de la propia corporeidad, viviendo según el orden de la razón, o sea en el mundo real conforme a la verdad de las cosas
concretas”. Algunos objetivos que se mencionan para acompañar la castidad son: 1) educar los propios deseos, en especial,
los de intimidad; 2) controlar la fantasía y la imaginación; 3) superar y descartar que la coronación de toda intimidad es la
unión sexual; 4) aprender el arte de estar solos para apreciarnos a nosotros mismos, también, a vivir con libertad responsabl e
y abierta a Dios; 5) abrir nuestro amor a las personas, pero dejar siempre un espacio abierto para Dios.
La Eucaristía, en este plano, adquiere un valor importante, debido a que constituye una curación espiritual y una
ocasión de crecimiento. Otro medio de ayuda es la oración de agradecimiento, con la cual, reconoce los bienes recibidos y lo
libera de la prisión en la que se encuentra. A través del sacramento de la Penitencia, el penitente busca reconciliarse consi go
mismo para superar la angustia que le genera sentirse “error de la naturaleza”, por ello, el impacto positivo que ten gan las
palabras del confesor serán importantes para la persona. La absolución no dada al sujeto, de forma apresurada, por el
contrario, conducirán al sujeto a un abandono de la práctica y de la vida eclesial. Otras iniciativas de ayuda que propone el
Magisterio son: 1) grupos de reflexión y de encuentro para personas homosexuales, con un clima de solidaridad y de
acogida; 2) presbítero preparados y disponibles para ser un acompañamiento de personas homosexuales; 3) apoyo a los
padres de las personas homosexuales, a través de grupos de escucha y de confrontación. La ayuda ha de ser pedida a: 1) la
familia; 2) amigos de la persona homosexual; 3) importante también la intervención de psicólogos y de sacerdotes.
8) Dentro del apéndice del libro, se trata sobre las cuestiones que han arrollado a la familia: 1) la revolución contraceptiva; 2) la
revolución sexual; 3) la revolución genética. La primera y la tercera se afirma que son irreversibles, las cuales han conducido a la
separación entre sexo, amor y fecundidad. Cada una de estas revoluciones ha sido contestada por la Iglesia: 1) contra la
revolución contraceptiva: Pablo VI con humanae vitae; 2) contra la revolución sexual: la CDF con persona humana; 3) contra la
revolución genética: CDF con Donum vitae. Para la Iglesia, la familia es como el lugar de la experiencia de unidad entre amor-
sexualidad-fecundidad, pero también es donde se encuentra el bienestar de la persona y de la sociedad.
Mateo 19, 1-12, es el fundamento del enfoque cristiano de la sexualidad, por lo tanto, la sexualidad es: 1) un don de Dios y
es parte del plan creador desde el principio; 2) en cuanto al hombre y la mujer, en una relación sexual plena se enriquecen y se
vuelven más “humanos”, es decir, que el ejercicio de la sexualidad tiene como fin la humanización del hombre y la mujer; 3)
pide la separación del padre y la madre, para que el matrimonio logre su autonomía personal; 4) “está llamado a simbolizar
y expresar el amor creador de Dios”.
Se menciona también las concepciones que se han tenido de la sexualidad, y su avance en el tiempo: 1) en el siglo
pasado: la sexualidad es parte vinculada a lo corpóreo, ubicada principalmente en los órganos genitales; 2) últimas décadas
del siglo XX, Herbert Marcuse, piensa de igual forma que pert enece a lo corpóreo, pero él sólo la dirige al placer, y debe ser
controlada con anticonceptivos; 3) Con el Concilio Vaticano II, se entiende que la sexualidad involucra a toda la persona en
su ser hombre o en su ser mujer, expresa también “un mundo pleno de riqueza humana que el hombre y la mujer pueden
transmitirse a través de múltiples gestos de vida”, por lo tanto, la sexualidad se transforma en una energía de comunicación,
que “con la unión de las dos personas y fecundidad en su triste dimensión procreadora conyugal y social”. La sexualidad es
presentada por la Iglesia como: 1) valor y función de toda la persona creada, varón y mujer, a imagen de Dios; 2) “un todo unitario
que pone en juego la vida en sí misma con toda la riqueza humana de masculinidad y feminidad que ella contiene, los hace
crecer y los vuelve fecundos de vida a través de los muchos gestos que tienen a su disposición, incluso el de la intimidad
sexual”; 3) es inseparable la dimensión de la fecundidad de la dimensión de la relación sexua l.
Se aborda, por último, los textos del Magisterio con respecto a las personas homosexuales, lo que se ha afirmado y a las
conclusiones que han llegado hasta el momento:
a) CDF de 1986 (Cura pastorale delle persone omosessuali): sobre las personas creadas a imagen y semejanza de Dios.
38
b) Catecismo de la Iglesia Católica nn. 2357-2359: sobre qué es la homosexualidad; personas con tendencias
homosexuales innatas, se les debe dar un trato con respeto, compasión y delicadeza; llamados a la castidad.
c) CDF de 1975 (Persona humana): formas de homosexualidad: transitoria y estructurada.
d) CDF de 1975 (El cuidado pastoral de las personas homosexuales): debate sobre la distinción entre condición o tendencia
homosexual y actos homosexuales, pone énfasis que la actividad homosexual se considera fuera del plan divido
creador, el cual es “el uso moralmente correcto de la facultad sexual sólo en la relación conyugal y en la actuación de
su fin propio, que es doble: unión de los cónyuges y apertura a la vida/procreación”.
3 MONGUE M.A., Medicina Pastoral, Cuestiones de Biología, Antropología, Medicina, Sexología, Psicología y Psiquiatría, EUNS A5, España 2010;
pp. 324-329. 332-334.
4 Ibíd., pp. 324-329.
39
después hizo otro estudio similar con 33 parejas de hermanos, y obtuvo los mismos resultados. La conclusión de
Hamer ha sido siempre discutida. El equipo del George Rice hicieron el experimento con 52 parejas de hermanos
homosexuales y analizaron 4 marcadores localizados en el segmento Xq28. Concluyeron que los resultados no
apoyan la hipótesis, puesto que los hermanos homosexuales no tuvieron secuencias idénticas de homosexualidad en
el ADN.
Desde el punto de vista psicológico, hay indicadores de que los homosexuales presentan más problemas de soledad,
baja autoestima y también depresiones e ideas de suicidio, sin que haya conseguido identificar un perfil de
personalidad específico para el homosexual. En el difícil equilibrio psicológico de los homosexuales, influyen
factores tales como la interacción personal, la propia actitud ante la orientación sexual, el tipo de convivencia, etc.
El Magisterio de la Iglesia Católica señala que se debe distinguir entre la tendencia, que puede ser innata, y los actos
de homosexualidad, que son intrínsecamente desordenados.
La atención desde el punto de vista médico y del asistente social es difícil, empezando por la habitual falta de
colaboración del paciente. Se han utilizado fármacos que reducen el impulso sexual, como sustancia antiandrógenas,
suscitando en algunos casos problemas de tipo médico y también de índole ético-legal cuando se han administrado
sin el consentimiento del paciente.
Desde el enfoque psicológico, lo más utilizado son las técnicas derivadas de la teoría del aprendizaje. Parecen más
eficaces las técnicas que buscan instaurar nuevas conductas, mediante un refuerzo, son métodos basados en el
autocontrol.
En cualquier caso, y contando con la voluntad del paciente, existe un alto porcentaje de casos que pueden resolverse
positivamente con una terapia apropiada. Sin embargo, en los casos de homosexuales totalmente satisfechos de su
condición, es inútil todo intento terapéutico.
40
8.3.13.1. La nueva Realidad social:
Se ha excluido la homosexualidad de las patologías sexuales.
Por respeto a todo aquellos hombre y mujeres que han nacido con esta orientación sin quererla o la han adquirido
involuntariamente
Porque no podemos considerar enfermedad algo que no es definido como tal.
Por el respeto que le debemos a todo ser humano, prescindiendo de su orientación sexual,
Pero si se ubica la homosexualidad como una desviación sexual.
Se coloca al mismo nivel de otras tendencias morales desorientadas como: el deseo compulsivo de posesión, el ansia de
dominio, etc.
Es un fenómeno que se está imponiendo también a nivel político y social para que se deje de discriminar a los
homosexuales, como rehabilitándolos socialmente como sujetos dotados de una diversidad sexual.
En nombre de la preferencia sexual se intentan promover leyes que favorezcan y que protejan supuestos derechos de
libertad: Eufemismo.
Quienes viven este problema cobran cada día conciencia de su propia identidad, rechazan la clandestinidad, la hipocresía
y la marginación y exigen lo que ellos consideran sus propios derechos.
Por lo que ha surgido el movimiento homosexual, lésbico en EU y que se ha extendido por todo el mundo promoviendo
encuentros multitudinarios del orgullo gay
6% de los seres humanos manifiestan esta orientación
8.3.13.3. La tipología:
La orientación sexual parece que siempre ha existido, puede ser de varios tipos
41
Primaria: con clara exclusión de la heterosexualidad es irreversible
Secundaria: reversible, cuando indica una estructura ambivalente de la sexualidad con tendencia también
heterosexual.
Formas de homosexualidad
Consciente
Controlada
En estado latente
Pederasta (cuando se trata sólo de impúberes)
Hombres afeminados
Mujeres masculinizadas: Andromorfas.
Con respecto al tiempo de duración:
Persistente (irreversible)
Episódica (accidental o sustitutiva) Normalmente en la adolescencia o en lugares cerrados como colegios o
seminarios para jóvenes de un solo sexo.
Orientación homosexual ya adulta, desde la perspectiva de J. V. Peinado
Emparejado cerrados: homosexuales que viven en pareja en relación casi matrimonial.
Emparejados abiertos: insatisfacción en su vida de pareja.
Funcionales: que corresponde tener una gran número de compañeros sexuales, escasa pesadumbre por ser
homosexuales
Disfuncionales: presentan gran número de compañeros sexuales, tiene pesadumbre por ser homosexuales.
Asexuales: son los que tienen muy baja actividad sexual, pero muchos problemas y pesadumbres por ser
homosexuales.
Según Stenberg se hablará de amor homosexual solo cuando en la relación interpersonal, se podrá contar con los
tres elementos del triángulo del amor
Intimidad
Pasión
Compromiso
6
AA.VV., Modelo de atención Integral en Salud para víctimas de violencia Sexual, UNFPA, Colombia 2011; p. 15.
7
LÓPEZ C., Abuso sexual, cómo prevenirlo, cómo detectarlo, Ed. Paidós, Buenos Aires 2010; pp. 84-91.
8
Ibíd., pp. 56-67.
43
a. Específicos: Propiamente el relato del abuso.
b. Inespecíficos: En estos aspectos se podrían dividir por edades en las etapas de la primera y segunda infancia, en
adolescentes abarcarían las edades de 12 a 21 años:
De 0 a 2 años: Llanto permanente; miedo repentino a personas cercanas a él; trastornos del sueño; hostilidad; tristeza; i ra;
mirada ausente.
De 3 a 5 años: Algunos de los anteriores; ropa interior rota; masturbación compulsiva; curiosidad sexual inusual;
introducción de objetos en la vagina o en el ano; lenguaje sexual obsceno; hiperactividad; conductas regresivas;
desobediencia permanente; aislamiento; fobias; déficit de atención; retraso en el desarrollo intelectual; cansancio extremo;
estrés; depresión; juegos sexuales inapropiados para su edad; dibujos de naturaleza sexual.
De 6 a 12 años: Algunos de los anteriores; coerción sexual hacia niños más pequeños; comportamiento seductor
manifiesto; fugas del hogar; negativa a dejar la escuela y volver a casa; problemas con las figuras de autoridad;
pseudomadurez; dificultad para controlar los impulsos; baja tolerancia a la frustración; hipervigilancia.
Adolescentes: Algunos de los anteriores; conflictos familiares y con sus semejantes; conductas autoagresivas o delictivas;
prostitución; intentos de suicidio; odio al propio cuerpo; baja autoestima; alcoholismo; drogadicción; tr astornos
psiquiátricos graves; disfunciones sexuales.
8.4.3. Etiología
Se pueden referir diversas causas que a engloban elementos propios:
1) Lugares donde se comete el abuso sexual o donde se origina el acercamiento entre el abusador y la víctima de abuso: En internet, en
clubes, en centros comerciales, en la escuela, en el viaje de egresados, en los templos, en casa, antros, televisión,
publicidad, etc.9
2) El mismo abusador: Son personas que disfrazan su personalidad que les permite moverse libremente dentro de la sociedad.
Se les puede clasificar en distintas categorías: Indiscriminados; impulsivos; planificadores; ocasionales; seriales; selectiv os;
intelectuales; etc. Pueden for mar p arte de l a famil ia, ser p ersonas cercanas a l a famil ia, amigos, co mpañeros o des conocidos. Casi todos coinciden psicológicamente,
debido a que su infancia no ha sido favorable, por exceso de violencia, abuso por sus propios padres o familiares, crecieron
sin límites o valores morales, concebidos sin amor, rechazados o sin vínculos afectivos bien arraigados con sus padres.10
3) Falta de atención por parte de la familia a la víctima del abuso sexual: Debido a que en la mayoría de los casos se ubica el abuso
sexual dentro de la familia, se tiende a creer que la víctima miente, o son cómplices del abusador, o simplemente no se
hace caso a las señales que da la persona abusada.11
8.4.4. Criterios esenciales de atención médica, psicológica o psiquiátrica sobre el abuso sexual
8.4.4.1. Atención médica12
Ruta de detección y de atención: Detección de la VVS por personal de salud (Médica/o, enfermera, secretaria o personal de
intendencia):
1) Riesgo vital: Prestar atención médica urgente y referir a hospital más cercano
2) Referencia de VVS al médico o enfermera: Estado emocional alterado (Brindar Primeros auxilios Psicológicos [Firma del
consentimiento informado]); Declaración de la víctima sobre el hecho vivido y no presenta crisis (Llenar expediente clínico de
primera visita, dar Consejería pre‐prueba; Toma de muestras de serología y microbiología para ITS y tratamiento profiláctico;
Toma y conservación de muestras para evidencia forense).
3) Recoger información del ataque: Expediente clínico; datos generales; antecedentes; historial ginecológico; información de
agresión o del abuso; Exploración física; exploración genito-anal.
4) Pruebas del laboratorio: prueba de embarazo; infecciones de trasmisión sexual.
5) Toma de muestras de evidencia médico-legal: ano; sangre; ropa; pelo; boca; uñas; genitales; piel; orina.
6) Tratamiento médico: Tratar las lesiones provocadas por el ataque; prevenir la ocurrencia de embarazo; prevenir y/o tratar
infecciones de trasmisión sexual; Dar profilaxia antirretroviral post exposición e inmunizar para tétanos y hepatitis B.
9
Ibíd., pp. 69-82.
10
Ibíd., pp. 101-110. 131-163.
11
PERRONE R., Violencia y abusos sexuales en la familia. Una visión sistémica de las conductas sociales violentas, Paidós, Buenos
Aires 2007, pp. 90-95.
12
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, Protocolo de atención a víctimas de violencia sexual, Dirección General de
Regulación Vigilancia y Control de la Salud, Guatemala 2004; pp. 9-14.
13
LÓPEZ C., pp. 199-203.
44
Se habla de tres aspectos fundamentales de atención a personas abusadas sexualmente:
1) No se deben poner barreras a la comunicación: No hacer crítica sobre lo que cuenta la víctima; no amenazar a la persona para
que cuente lo sucedido; es contraproducente ordenar a que cuente la verdad; no se debe aconsejar debido a que la víctima
interpreta una falta de comprensión; no culpabilizar a la víctima; no afirmar que está contando mentiras; no minimizar,
cada caso tiene su grado de dificultad y de trauma; infringir valor y coraje para que la víctima cuente sus miedos; no
interrumpir porque suele confundirlos y desorganizar las ideas; no se debe rehusar a escuchar o hablar con la persona que
ha decidido contar el abuso; moralizar hace que se sienta culpable.
2) Se debe tener una escucha activa: Observar al interlocutor; alentar de manera neutral y serena; reformular el planteamiento
adecuándolo al lenguaje de la víctima; reflejar interés; resumir lo que ha dicho rescatando lo más importante.
3) Ser objetivos: Obtener información coherente con lo que la víctima ha relatado; ayudar a reflexionar sobre los miedos,
traumas, acontecimientos que la persona ha sufrido; tomar un compromiso con la persona, pero si se da el caso que no se
tenga la capacidad para ayudar a la persona, lo mejor es canalizarla con algún especialista en el tema.
8.4.5. Criterios de atención y acompañamiento pastoral del abuso sexual
Es conveniente que se realicen los aspectos propuestos por la atención psicológica, pero también, citando a la atención pasto ral
a personas con depresión, es importante hacerle ver a la víctima de abuso que no es culpable de lo que le ocurrió, se le ha de
ayudar a que ofrezcan a Dios ese sufrimiento que les produce el evento traumático, con la alegría de la fe, comprendiendo que
Dios les ayuda a sobrellevar esa carga, y los santifica uniendo el dolor del corazón a la Cruz de Cristo. Por otro lado, muchas
veces, basta con escucharlos, no responder imprudentemente a sus planteamientos y hacer el esfuerzo por comprender su
situación. A las personas que intentan llevar un plan de vida espiritual, proponerles algunas normas de piedad y determinados
medios de formación cristiana14. Conviene ayudar a levantar su autoestima, haciéndoles comprender que son hijos de Dios.
14
MONGUE M.A., Medicina Pastoral, Cuestiones de Biología, Antropología, Medicina, Sexología, Psicología y Psiquiatría, EUNSA 5,
España 2010; pp. 454-456.
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