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Leer para Escribir

Una propuesta para la enseñanza de la lengua

Marina Cortés
Rosana Bollini

Este libro es producto de una edición


conjunta entre Ediciones El Hacedor y
el programa La UBA y los Profesores.

Dirección editorial: Gustavo Bombini.


Diseño: Alvaro Fernández

Primera edición: octubre 1994.


Primera reimpresión: octubre 1996.

1994 Setenta Soles Grupo Editor.


Ediciones El Hacedor.
Tel/fax: (01) 951-0677

La UBA y los Profesores.


Corrientes 2038 3er. Piso
1045. Buenos Aires.
Tel : 951-6060/6389/6743 int. 117.

Este material se utiliza con fines


exclusivamente didácticos
ÍNDICE

Prólogo 7
Introducción 9

Capítulo I. El estado de las cosas 17

1. Panorama de la situación docente 19


1.1 El estado de Túpac-Amaru 19
1.2 Docente al borde de un ataque de nervios.
¿Qué se puede hacer? 20

2. Panorama de la enseñanza de la lengua 21


2.1. Algunas reflexiones sobre la enseñanza de la literatura 23
2.2. La actividad redaccional 24
2.3. La lectura: otro serio problema 25
2.4. La “vigencia” del discurso escrito 26

3. Presentación del marco teórico de nuestra propuesta 27


Esquema de los niveles del texto 29

4. Diagnóstico general de las competencias de lectura y escritura 31


4.1. Diagnóstico particular 32
4.2. Las condiciones en que se efectuó el diagnóstico 33
4.3. Instrumentos de evaluación 34
4.4. Interpretación del diagnóstico 35
4.5. Diagnóstico a través de la hipotetización
a partir del título 38
4.6. Interpretación del diagnóstico 39

Capítulo II. Nociones teóricas involucradas en


la propuesta y su perspectiva pedagógica 41

1. La lingüística del texto 43


1.1. Surgimiento de la lingüística del texto 43
1.2. Los niveles de descripción del texto 46
1.2.1 Nivel sintáctico: superestructuras 47
1.2.2 Nivel semántico 48
Cohesión y coherencia 48
Relaciones entre significados 48
Los marcos del conocimiento 51
Coherencia local o lineal: el micronivel 51
La coherencia global: las macroestructuras
y las macrorreglas 59
1.2.3. Nivel pragmático 60
Actos de habla 60
Enunciación 63
Registro 64
2. La especificidad del escrito y el proceso redaccional 65
3. Consideraciones pedagógicas específicas:
Leer para escribir 66
3.1.Macrooperaciones o estrategias para la lectura
y escritura de textos 67

3.2. Conveniencia pedagógica de la discriminación


entre marco y micronivel 68

2
3.3. Importancia de los saberes extratextuales para la
producción: investigación de los referentes 70
3.4. Las competencias de los alumnos en relación
con la escritura 70
3.5. El taller como espacio de las actividades
de lectura y escritura 72
3.6. Cómo construir la demanda sobre el discurso
por parte de los alumnos 72
3.7. Cómo evaluar 74
3.8. El trabajo con el error 75

Capítulo III. La propuesta 77

Discurso elegido para iniciar las actividades 79


1. Las etapas de la propuesta 82
1.1.Lectura orientada a la producción 82
Relaciones entre lectura y escritura 82
Propuesta para la lectura del texto 83
1.2. Escritura: actividades de textualización 87
Operaciones de micronivel 87
Operaciones de macronivel 88
1.2.1. Los textos propuestos y su relación con lo referencial 93
1.3. El otro aspecto del trabajo redaccional:
la investigación de los referentes 93
2. Modelos de trabajo 94
2.1. Primer modelo de trabajo: el galeón 95
Actividades de lectura 95
Hipotetización a partir del título 95
Formulaciones de preguntas al texto 97
Relación entre título y cuerpo de la noticia 98
Las marcas de cohesión 98
Superestructura 101
Operaciones de resumen 102
Tiempos verbales 107
Objetividad-subjetividad 109
Actividades de textualización 110
Operaciones de micronivel 110
Operaciones de macronivel 120
Investigación de los referentes a partir de varios textos 132
Descripción de actividad 132
Investigación de las relaciones “in situ” 136
Textos posibles 137
2.2. Segundo modelo de trabajo: la crónica del Warnes 140
Actividades de lectura 141
Actividades de textualización 149
Operaciones de micronivel 149
Operaciones de macronivel 161

Actividades complementarias 167

Bibliografía 211

3
Prólogo

Un cierto optimismo parece atravesar hoy las reflexiones y las prácticas de una gran parte de los pedagogos
del campo -al que podríamos denominar- "progresista". Cierta euforia neutralizadora justifica la posibilidad de
participar de manera activa y directa en acciones a nivel ministerial sin que eso entre en contradicción con la
multiplicidad de dimensiones sobre las que se articula la práctica educativa.
La retórica de la calidad y el discurso de la actualización docente entronizados como piezas clave en los
procesos de cambio se presentan como instancias puras desvinculadas de los continuos achicamientos del sistema, de
las poco estimulantes condiciones laborales de maestros y profesores, de la desjerarquización de la escuela pública.
Dejando de lado los avatares de una práctica polimorfa y socialmente diversificada, así, sin contradicciones,
el docente habrá de convertirse -según estos discursos oficialistas- en un receptor pasivo del discurso de la
actualización. Sin conflictos, se apropiará de un nuevo campo de saberes, de algunas innovaciones metodológicas y
esto redundará -casi mecánicamente- en el interior de su práctica.
La publicación de un libro para la formación y la actualización de docentes -primarios, secundarios y del nivel
superior en el área de lengua- podría parecer un aporte más a la suma de contradicciones arriba señalada.
Sin embargo, es por afuera de la resonante retórica de la calidad y la capacitación donde podrá registrarse un
trabajo constante de investigación y acción educativa.
La proliferación de teorías sobre el lenguaje distintas al estructuralismo junto a la necesidad de encontrar
alternativas para la innovación en el área ha provocado un estado de desasosiego entre los que estamos involucrados
en estas relaciones entre lenguaje y educación, en los últimos diez años.
¿Cuáles son esas teorías? ¿Quiénes son sus autores más representativos? ¿De qué hablan? ¿Qué proponen?
¿Cuáles son sus objetos de estudio? ¿Cuáles son sus hipótesis más importantes? ¿Cuál es su nomenclatura específica?
¿Cuáles las polémicas que establecen? ¿Cuáles son sus efectos metodológicos? Pero además: ¿a quiénes están
dirigidas? ¿Por qué circuitos académico-educativos se divulgan? ¿En qué libros están publicadas?
Frente a estas preguntas, creo que es necesario evitar las respuestas simplificadoras: no se trata de partir de las
teorías y llegar a la enseñanza a partir de "aplicaciones" de aquellas a ésta. No todas las teorías sobre el lenguaje son
apropiadas al campo de la educación. Se trata más bien de un proceso de reformulación de las teorías en función de
claros objetivos pedagógicos a los que podríamos globalizar como leer, hablar y escribir.
Por otra parte, es necesario afrontar el desafío que supone la construcción de nuevas certezas en el campo de la
didáctica de la lengua. Todo nuevo libro en este campo se presenta como un espacio de certezas provisionales -pues la
producción de conocimiento es una tarea en permanente redefinición- pero de fuerte apuesta a la necesidad de dar a
conocer, de divulgar, de comunicar estas certezas.
En este libro de Marina Cortés y Rosana Bollini se ponen en juego unas certidumbres convincentes. Doble
heredero de los aportes de las teorías lingüísticas divulgadas en la Argentina en la última década (especialmente de la
lingüística textual) y de las productivas innovaciones en el campo de la pedagogía del discurso -a través de los ya
conocidos talleres de escritura-, Leer para escribir propone un cruce productivo de su doble genealogía en prácticas
de comprensión y producción de textos. Este cruce rechaza -y ahí reside su originalidad metodológica-, por un lado,
los riesgos de convertir a las nuevas teorías en farragosa nomenclatura rescatada para fines descriptivos y, por otro
lado, supera las perspectivas meramente "placenteras", meramente "lúdicas" en las que las prácticas de lectura y
escritura podrían quedar encasilladas.
Aquello de que "escribir es un trabajo" recupera su sentido, se amplía y se especifica. Leer es leer cómo está
escrito, es leer para escribir y leer y escribir son ahora dos prácticas solidarias que suponen hipotetizar, investigar,
reescribir, reformular, planificar, contextualizar, jerarquizar, corregir, imaginar, poner en texto...
En fin, todos nombres de verbos que están dando cuenta de procesos específicos involucrados en las prácticas
de lectura y escritura. En fin, las categorías de una nueva didáctica de la lectura y la escritura: ¿en ciernes? No, en
acto.

Gustavo Bombini.
San Miguel de Tucumán, junio de 1994

4
Introducción

Cuando tuvimos que decidir cómo presentar este libro al lector, pensamos que la manera más directa de
hacerlo era a través de un testimonio que pusiera de manifiesto las dificultades que tienen los alumnos para redactar
textos, pues creemos que los productos reales son los que deben constituir el centro de atención y motivar la búsqueda
de soluciones.
Tomamos entonces como caso testigo un texto típico producido por un alumno del C.B.C. de la U.B.A., en
uno de los talleres de la cátedra de Semiología. Dado que se trata de un aspirante a ingresar a la Universidad, este
producto nos parece válido para reflexionar sobre el estado de las competencias textuales de un sujeto que tiene
cumplida su etapa de escolaridad media.
El ejercicio cuya resolución presentaremos tenía como punto de partida la lectura en clase de la siguiente
noticia periodística:

El juez dispuso que continúen detenidos


La secta de la corrupción

Los cinco integrantes de la funcionar que tenía esa secta como Estas fotos habrían causado
secta “Iglesia Católica Apostólica culto no católico. estupor en altos niveles de la
Argentina no Romana”, acusados Los nombres de los directivos Cancillería, porque no se habría
de defraudación y corrupción de de esta secta -que fue creada en ejercido el “debido poder de
menores, fueron indagados ayer Brasil, durante la época de del policía”, cuando se autorizó a
por el juez de Instrucción Alfredo Papa León XIII- no trascendieron, actuar como culto a esta secta.
Olivan. pero se informó tienen Asimismo, y al margen de las
El magistrado dispuso, tras antecedentes por defraudación y connotaciones de corrupción que
interrogarlos, que continúen estafas, y algunos por corrupción, presenta la cúpula de esta secta, se
detenidos mientras investiga las ya que ejercerían el travestismo. investiga una multimillonaria
maniobras que habría realizado en En la causa se adjuntaron defraudación con un proyecto para
perjuicio de importantes empresas fotografías de los miembros de la construcción de un hogar para
comerciales e industriales de esta este culto, que actuaban en San niños y ancianos que constituía un
capital. Fernando, Quilmes, Berazategui, fraude.
Según las constancias del con ropas similares a las de los La investigación determinó que
sumario los miembros de este culto sacerdotes católicos. los fondos fueron usufructuados
habrían defraudado a numerosos Incluso se comprobó que por cuatro de los cinco detenidos,
empresarios, a quienes solicitaron realizaban casamientos y sin que jamás rindieran cuenta,
dinero para destinarlo a la administraban sacramentos como porque no se conocen asientos
construcción de hospitales para la Iglesia católica, lo que habría contables sobre los gastos de la
niños y ancianos, lo que era facilitado su inserción como culto secta.
totalmente falso. religioso en barrios obreros, de Se aclaró, finalmente, que esta
A pesar del secreto, acuerdo con lo dicho por uno de “Iglesia” no tiene vinculación con
trascendieron detalles de la los instructores del sumario. otra que tenía una denominación
investigación en marcha que se Los mismos “religiosos” similar, pero que alcanzó
proyecta con algunas diligencias aparecen posteriormente en fotos notoriedad por el apoyo que le
en la Cancillería, en el sector de la obscenas correspondientes a fiestas prestaba el ex ministro José López
división de cultos, donde se de travestis y de amorales, con Rega.
consideraba factible disponer la ropas de mujer.
anulación del permiso para

Una vez leído el texto, se solicitó a los alumnos que volvieran a relatar la noticia introduciendo el punto de
vista de uno de estos tres enunciadores: un sacerdote, un miembro de la secta mencionada o una ama de casa de San
Fernando que haya conocido a la secta.
Previamente se habían trabajado en clase los siguientes contenidos: punto de vista y discurso referido.
Transcribimos uno de los textos producidos a partir de esa consigna:

5
La secta de la corrupción:

Los integrantes de la secta "Iglesia Católica no Romana" están acusados por corrupción de menores y
defraudación.
Habían defraudado a numerosos empresarios; que destinarían dinero para hogares de niños que eran
totalmente falso.
Esta secta actuaba en San Fernando, Quilmes, con ropas similares a los católicos.
Tenemos versiones de un sacerdote de una iglesia de Quilmes, diciendo que estas sectas son los que ayudan a
la destrucción de nuestra iglesia, también influyen en el mal uso de la religión- así comentaba el sacerdote de la zona.
Tomamos otro testimonio de una ama de casa que testiga de un casamiento realizado por esta secta: "Era el
casorio de una vecina, de aquí del barrio; me pareció todo muy normal, casi similar a la iglesia Apostólica Romana, lo
único cambia un poco su forma de encarar el casamiento pero es casi lo mismo.
Hay muchas versiones sobre el caso y por último tenemos el testimonio de uno de los cinco integrantes de la
secta, que están detenidos.
"Nosotros solamente haciamos religion, nuestra forma de religion, sin molestar a nadie, tratando de llegar a
Dios y sin obsenidades, espero que se aclare todo esto, que nuestra secta se siga limpia como siempre."

La investigacion siga recaudando más pruebas y testimonios.

Lo primero que se advierte es que el alumno no cumple con la consigna, ya que incluye simultáneamente los
tres puntos de vista. Es probable que no la haya entendido. Además, no hay relato del hecho sino la mera inclusión de
los tres enunciadores. Se puede interpretar que resuelve el ejercicio por encima de una representación del escrito como
producto final, es decir, no tiene en cuenta su valor comunicacional. Apela globalmente a un modelo discursivo oral,
en este caso, el del noticiero de los medios audiovisuales, cuyas marcas se detectan, por ejemplo, en el uso de la
primera persona del plural o en la forma en que cierra el texto. Nótese también cómo lo titula (la disposición gráfica y
el uso de los dos puntos); el uso de la puntuación; el empleo de los pronombres relativos; la concordancia verbal y de
género y número; errores en el pasaje de la voz directa a indirecta. A esta enumeración hay que agregar los problemas
de ortografía y tildación.
La conclusión es que el alumno evidencia no tener un modelo del escrito que le permita redactar un texto en el
que se pueda apreciar una finalidad comunicativa y una coherencia global.
Entonces surge la pregunta inevitable: ¿por qué pasa esto?, ¿por qué cada año se profundiza más la
desconexión de los alumnos con la palabra escrita? y, al mismo tiempo, ¿qué es, en verdad, lo que enseñamos? ¿Les
enseñamos a leer y escribir? ¿Se le puede enseñar a alguien a escribir?
Este libro tiene como intención dar una respuesta posible a estas preguntas a través de una modalidad de
trabajo con los textos que permita revertir las dificultades por todos conocidas tanto en el plano de la comprensión
como en el de la producción.1

1
Los problemas y deficiencias se hacen aún más notables en el nivel Superior, en aquellas carreras en las que la producción de
discursos forma parte de la actividad académica y profesional.
El sociólogo Carlos Nun, refiriéndose a las características de los estudiantes universitarios argentinos, dice:
"Uno de los problemas que, aunque simple no es menor, resulta ser el de la escritura, sea la de una tesis, proyecto o libro. Algo
que, al menos en la Universidad argentina, hunde sus raíces en años de enciclopedismo y clases magistrales. Resulta curioso que
un estudiante argentino es superior al hablar que un estudiante anglosajón, pero evidencia serios problemas a la hora de redactar.
En el ámbito anglosajón, hay toda una práctica de escritura de 'papers' que acá no se suele dar." (Diario Página 12, 30/12/92)
El comentario precedente permite dimensionar las consecuencias de una falta de práctica de la escritura (que es evidente en la
escuela media) y, al mismo tiempo, pone de manifiesto la necesidad de crear un espacio específico de producción de discursos en
el nivel de la formación Superior, ya que el pedido de textos escritos en el ámbito universitario (evaluaciones, monografías, tesis,
etc.) no está acompañado de la provisión de instrumentos para producirlos.
Compárense las restricciones con que se acompaña un pedido de trabajo escrito (en este caso, de la Facultad de Agronomía de la
U.B.A.) con las evaluaciones diagnósticas por todos conocidas.

Redacción
Es importante habituarse a una redacción clara, comprensible y fluida, indispensable en un buen profesional. Los siguientes
consejos pueden ser de utilidad.
1) Seguir un orden lógico en la exposición, pensando en el lector que se va interiorizando gradualmente en el trabajo.
2) Datos, nombre, estilo, etc. deben hallarse en función de los lectores del trabajo. El lector posee conocimientos corrientes de la
materia.

6
Esas dificultades, cada vez mayores, pueden ponerse en relación con factores escolares y extraescolares. Entre
estos últimos, cabría mencionar, por ejemplo, la pérdida de la práctica de la lectura frente al consumo de mensajes
audiovisuales.
En el ámbito escolar, en el área de Lengua, nuestra opinión es que el análisis oracional, como encuadre del
aprendizaje desde una perspectiva fundamentalmente descriptiva, junto con la falta de un trabajo asiduo y sistemático
de lectura y escritura de textos, no contribuyó para que se desarrollaran las competencias de comprensión y
producción; (en realidad, el análisis oracional no tiene por qué redundar, como de hecho no lo hizo, en el desarrollo de
esas habilidades). Leer y escribir son, justamente, operaciones que se relacionan con textos y no con oraciones
aisladas (otra cosa es investigar las oraciones como componentes del texto). En cualquier caso, se trata de operaciones
y procesos distintos; una cosa es analizar oraciones y otra, leer y producir textos.
Es por eso que en este libro se considerará el texto como unidad de uso de la lengua, lo cual implica
abandonar la perspectiva estructural oracional y adoptar el marco teórico de la lingüística textual.
Entonces, una propuesta que tenga como finalidad mejorar y acrecentar las habilidades de lectura y escritura
debe tratar de lograr, ante todo, un nuevo modo de leer textos por parte de los alumnos, que no atienda sólo al
contenido sino también al modo en que esos contenidos son comunicados en los distintos tipos de discurso, lo que
entraña una reflexión que sea provechosa para la producción de sus propios escritos.
El título de este libro es Leer para escribir, ya que el trabajo con los textos está pensado como un proceso que
se inicia en la lectura para pasar luego a la producción, en una dinámica que dé como resultado la interrelación
constante de estas actividades.
Al mismo tiempo, una propuesta de este tipo intenta repensar la gramática (en sentido amplio) para que sea
útil para la práctica comunicacional, visto que la gramática oracional, como ya se dijo, demostró ser inoperante para
dar cumplimiento a los objetivos que históricamente ha tenido la asignatura: leer y escribir, actividades que se realizan
con textos. Sólo de estos es posible extraer los mecanismos para producir otros, y, al mismo tiempo, sólo a partir de
textos cobran sentido los distintos aspectos del hecho comunicacional, tales como: el emisor, el receptor, la intención
o finalidad, la adecuación, etc.
Al pensar en el desarrollo de las competencias lectoras y redaccionales lo hacemos en términos de proceso:
como el logro de una tarea sistemática y continua que debe cumplirse en cada uno de los niveles de la enseñanza para
que sea posible que se lean y escriban textos de complejidad cada vez mayor.
Si bien este libro está dirigido a los profesores de Lengua, a quienes compete iniciar el trabajo específico con
el discurso, tanto el planteo general como las actividades son válidas para el nivel Medio y Superior, así como para el
ámbito de la formación docente.
Las propuestas que ofreceremos aquí han sido aplicadas en el aula, en los niveles Medio y Superior (Lenguas
Vivas). Por otra parte, hemos acercado esta metodología a docentes de Lengua en el marco del programa La U.B.A. y
los Profesores secundarios.
Además, dentro de una institución de enseñanza, la Escuela Normal de Bragado (Buenos Aires), hemos
trabajado con docentes de todas las asignaturas en el nivel Primario, Medio y Superior.
En todos estos encuentros, una parte del tiempo se destinaba a explicitar el marco teórico de nuestras
actividades, ya que, en primer lugar, eran sólo parcialmente conocidas por los docentes y, en segundo lugar, porque, a
nuestro juicio, sólo a partir de un marco teórico las prácticas empiezan a adquirir un sentido que puede redundar en
nuevas prácticas.
En este texto hemos tenido que enfrentar, también, la dificultad de trabajar en forma simultánea los dos
aspectos: promover el ingreso a una nueva gramática2, desde otra perspectiva lingüística, y proveer actividades

3) El lector no está compenetrado en el tema, razón por la cual no se debe olvidar la mención de todo aspecto importante.
4) Cada párrafo debe dedicarse a un sólo tópico. Evitar párrafos demasiados cortos (Una o dos frases) o excesivamente largos
(más de media página).
5) Evitar frases largas (generalmente son confusas).
6) Evitar repeticiones cansadoras (cálculos, fórmulas, etc.).
Tratándose de metodologías, fórmulas, etc., se indica en el texto y se hace la cita bibliográfica correspondiente. Sólo se
desarrollarán aquellos casos que son originales o cuando se requiere un ejemplo de cálculo para comprender éste.
7) Un conjunto de cifras, siempre se debe reunir en un cuadro apropiado, pues su enumeración en el texto lo hace muy monótono.
Cuando se hacen citas textuales de otros autores, es imprescindible entrecomillarlas y agregar la correspondiente cita
bibliográfica. El no hacerlo implica un plagio. Cuando se citan opiniones o ideas de otros autores -no siendo una transcripción- se
debe efectuar la cita bibliográfica.
2
La denominación Gramática del texto designa la etapa inicial de lo que hoy constituye la lingüística del texto. Emplearemos la
expresión gramática del texto, a veces, sólo para referimos al abordaje gramatical del texto en sentido amplio.

7
concretas sustentadas en ella. Al pensar un libro para los docentes, decidimos que ponerlos en contacto con la teoría es
el único modo de que pudieran estar en condiciones de generar nuevas actividades y no simplemente utilizar a modo
de receta aquellas que un libro les sugiere.
Presentamos un modelo de trabajo a partir de textos base en los que tratamos de agotar lo específico de
nuestra propuesta, pero queremos advertir que el docente en su trabajo de aula no necesariamente tiene que desplegar
todas las actividades a través de un solo texto. Es por eso que en Actividades Complementarias (A.C.) incluimos un
variado conjunto de textos con diversidad de propuestas de trabajo.
Como cierre, lo que en este libro tratamos de sostener es que leer y escribir siguen siendo operaciones que
ningún alumno debe dejar de dominar, aun considerando la opinión generalizada de que la cultura actual es
predominantemente audiovisual.

8
Capítulo I
El estado de las cosas

1. Panorama de la situación docente

No se puede abordar ninguna reflexión, análisis o cuestionamiento al modo en que se desenvuelve la


enseñanza en la escuela media, si no se toman en cuenta las condiciones en las que el profesional docente, en nuestro
país, tiene que desempeñar su tarea. En primer lugar, la forma en que se ha ido depreciando el reconocimiento social a
su trabajo queda de manifiesto en las retribuciones escandalosamente bajas que percibe. Esto ha traído como
consecuencia inevitable la multiplicación de sus horas cátedra, lo que, a su vez, lo obliga a deambular por distintos
establecimientos -al menos es lo que ocurre en la Capital Federal y en el Gran Buenos Aires- cuya heterogeneidad
hace que tenga que responder a poblaciones estudiantiles y pautas institucionales, por lo general, muy dispares. Todo
esto se traduce en una sensación de agobio que le impide replantear, probar e implementar sistemáticamente nuevas
modalidades pedagógicas ya que, si bien abundan los cursos de perfeccionamiento, su acceso a los mismos se ve
imposibilitado, justamente, por razones económicas, de tiempo y de ganas. En segundo lugar, la dificultad para
encontrar un espacio de discusión con los colegas del área a fin de acordar pautas u objetivos, o constituir grupos de
estudio que permitan un aprovechamiento de nuevo material teórico y metodológico, lo sume en un aislamiento
francamente alarmante.

1.1. El estado de Túpac-Amaru

Es muy importante señalar (y esto también para contribuir a la construcción de un encuadre de los problemas
pedagógicos) la diversidad de demandas a las que está sometido el docente de Lengua. En primer lugar, es el único
que tiene como tarea específica hacerse cargo del discurso en sus dos aspectos: comprensión lectora y producción,
atendiendo a la mayor variedad posible de géneros. También como actividad privativa, debe promover el interés por la
literatura en la doble dimensión de comprensión y producción, así como desarrollar el sentido estético. Entran,
además, en su área de incumbencia el aspecto descriptivo y sistemático de la lengua y la práctica y mejoramiento del
discurso oral. Por esta diversidad de aspectos que le competen, que suelen insumirle la misma cantidad de tiempo por
la importancia que revisten, el docente se ve obligado a distribuir las horas asignadas de un modo que, en general, no
lo satisface, pues no advierte resultados alentadores en todos los planos.
Las líneas de trabajo a partir del análisis y producción de los diferentes tipos de discurso, de las que parece
que sólo debe hacerse cargo el docente de Lengua, ponen en evidencia la imperiosa necesidad de comprometer a los
docentes de las otras áreas en una tarea interdisciplinaria que tienda a que cada uno dentro de su materia se
responsabilice del discurso que le es propio. Pensemos, por ejemplo, que las evaluaciones tipo multiple-choice, las
alternativas verdadero-falso, el completamiento de guías, o el llenado de fichas son operaciones en las que el discurso
se pone escasamente en juego y tratemos de medir las consecuencias.
Lo real, por ahora, es que el único que tiene como misión atender a la expresión escrita: ordenamiento
coherente de las ideas, su globalización, adquisición de vocabulario general y específico, la ortografía y puntuación,
etc., etc., es el de Lengua (casi siempre, la de Lengua: otro dato de la realidad).

1.2. Docente al borde de un ataque de nervios: ¿Qué se puede hacer?

Dentro de la compleja situación general planteada anteriormente, el profesor de Lengua que, a pesar de todo,
trata de mantenerse activo en la búsqueda de propuestas renovadoras, debe revisar cada año su material de trabajo, y
descartar lo que no tuvo éxito, ya sea porque no despertó el interés de los alumnos -típico caso de las lecturas
literarias- o porque no fue efectivo para resolver problemas de comprensión y producción. Hay que agregar que, en los
últimos años, las carpetas, manuales y guías de aprendizaje que el campo editorial pone a consideración del docente
presentan propuestas, a menudo, a mitad de camino entre la gramática oracional y la teoría del discurso. En cualquier
caso, el docente debe conocer reflexivamente los nuevos enfoques, a fin de emplearlos con provecho en actividades de
clase.
Pero, los cambios teóricos y sus consecuentes aplicaciones en el aula le exigen al docente una recolocación de
su rol y de su práctica que muchas veces entra en conflicto con su propia formación y su concepción ideológica frente
al objeto de estudio. Las síntesis que recibe en los llamados libros para el docente no le garantizan una comprensión
profunda de las nociones y conceptos expuestos, instancia sin la cual, corre el riesgo de convertir la propuesta inicial
en una receta que no le permitirá avanzar hacía sus propuestas personales, adecuadas a su grupo y creatividad propia.

9
Estamos en total desacuerdo con el dictum que sostiene que los docentes aprenden junto con los alumnos, sin
más. No está en nosotros proveer la solución para una cuestión tan importante como es la de formar docentes con el
propósito de llevar adelante reformas educativas, sean curriculares o de contenidos. Pensamos, sin embargo, que la
preparación de los docentes para enfrentar estas reformas no es una tarea de las editoriales sino área de incumbencia
de los distintos estamentos educativos, desde el Ministerio, hasta las instituciones y sus departamentos.

2. Panorama de la enseñanza de la lengua

En los últimos años, hemos ido viendo que es cada vez mayor la preocupación de los docentes por las graves
dificultades que tienen los alumnos para comprender y producir textos de distinto tipo. También es una opinión
generalizada que este fracaso en la enseñanza está ligado al trabajo con la lengua desde una perspectiva casi
exclusivamente descriptiva. Este privilegio del análisis sintáctico está relacionado con la forma en que,
paulatinamente, a partir de la oposición saussureana lengua-habla, se fue considerando el código, sistema, como lo
único posible de ser descripto frente al uso individual que se ve, entonces, como caótico, ajeno a toda regla y
descripción. El análisis de estructuras como objetivo pedagógico dominante trajo aparejado, como se mencionó antes,
un alejamiento de lo semántico así como también una disociación de estructuras y contenidos, cuya estrecha relación
se hace necesaria para la comprensión, conceptualización y adquisición de los mecanismos del discurso. Así, al
persistir en un trabajo con unidades demasiado abstractas, alejadas de lugares concretos de realización, se fue
relegando a un segundo plano lo comunicacional, en tanto esto supone atender al significado y los valores específicos
de, por ejemplo: tiempo y modo verbal, modalidad, significados de palabras, oraciones, etc., como realizaciones en un
discurso en particular; los niveles connotativos; las finalidades presentes en los textos; las variantes situacionales; la
incidencia de lo contextual; los aspectos ideológicos, personales o institucionales, que subyacen en los diferentes tipos
de discurso, etc. Llamamos habilidades comunicacionales a la competencia en el manejo de este conjunto de
elementos, tanto en la interpretación como en la producción. La ejercitación que proponemos en este libro tiende a
promover el desarrollo de estas habilidades.
Específicamente en cuanto al plano semántico, por lo común, se realizaban dos clases de trabajos con el
léxico: clasificación semántica de sustantivos y adjetivos (además de los pronombres) y búsqueda de significados de
palabras en el diccionario, motivada por la interpretación o comprensión de textos. En el primer caso, seguimos
moviéndonos en el plano descriptivo-clasificatorio, y en el segundo, tratamos de cubrir las necesidades de adquisición
de vocabulario. En cuanto a las actividades de comprensión de textos no ficcionales, tradicionalmente se proponía la
búsqueda del tema, el subrayado de ideas principales, los esquemas de contenidos o los cuestionarios sobre el texto.
¿Aseguran estas actividades la comprensión global de los textos? ¿Incorporan los alumnos, efectivamente, las palabras
nuevas? Se advierte el aprovechamiento de estas lecturas para la propia escritura? Los diagnósticos parecen decir que
no.
Si bien en la escuela media, desde hace años, se ha introducido el estudio del discurso (uso de la lengua), se lo
ha visto en relación con ciertas tipologías, por ejemplo, las surgidas a partir de las funciones del lenguaje (expresivo,
informativo y apelativo) y como punto de partida para el estudio de los géneros literarios tradicionales (narrativo,
lírico y dramático) con sus subgéneros. Aunque se ha desplegado variedad de técnicas de lectura y escritura aplicadas
al discurso ficcional, no se ha innovado demasiado en las propuestas para leer y, mucho menos, para producir
discursos no ficcionales. Ahora bien, estos discursos suponen una variedad de información muchas veces ligada a
saberes específicos que no pueden ser abarcados dentro de la asignatura.
En última instancia, la comprensión de los textos depende de la información sobre el mundo que posee un
usuario para asignar significados. Lo que se hace evidente es que faltan saberes porque lo que falta es no sólo la
frecuentación de diversidad de textos en todas las áreas de la escuela media, sino que cada asignatura tome como
objeto su discurso desde la doble perspectiva de procesamiento de la información y de las particularidades discursivas.
Lo paradójico es que el currículum de la escuela media está pensado para abarcar una gran variedad de saberes que
deberían dar como resultado sujetos con multiplicidad de informaciones y que sean, además, capaces de
interrelacionarlas. Lo real es que evidencian tener información escasa y dispersa.
Entonces, si bien es cierto que el nivel de los significados, el plano semántico, ha sido descuidado en Lengua,
también es cierto que ésta no puede hacerse cargo de toda la información sobre el mundo que se necesita para
comprender toda clase de textos. Una vez más, volvemos sobre lo mismo: las competencias de lectura y escritura se
deben ir construyendo a través de todas las asignaturas.

10
2.1. Algunas reflexiones sobre la enseñanza de la literatura

No se nos escapa que, si Lengua se ocupa de llevar a cabo un trabajo con los discursos no ficcionales como el
que se va a proponer en este libro (aunque incluye la literatura como un discurso más), parece muy difícil poder
profundizar en lo literario. Tampoco queremos llegar a posiciones extremas y sostener que sólo es importante entrenar
a los alumnos en el manejo de discursos no ficcionales. Por el contrario, consideramos imprescindible que la literatura
siga existiendo en la escuela media, pero para eso hay que pensar en un nuevo diseño curricular que debería incluir
una seria discusión acerca de los contenidos y las categorías (Teoría literaria, Historia de la literatura, desarrollo del
imaginario, más el reordenamiento pedagógico de lo enunciado). Esto, a su vez, se ve como imposible con la carga
horaria actual y la organización por años, tanto de Lengua como de Literatura. Todo es susceptible de ser repensado,
¿por qué la enseñanza de la lengua debe terminar en tercer año?, ¿por qué Literatura se constituye como una
asignatura especial, recién en cuarto año? No tenemos respuestas definitivas. Lo que estamos en condiciones de
afirmar es que, dentro de la materia Lengua, se puede abordar el discurso literario al mismo tiempo que se realiza una
práctica intensa con los discursos no ficcionales que le aseguren al alumno el manejo de diversas habilidades de
comprensión y producción, ya que esto le permitirá apreciar la literatura como discurso. Por ejemplo, puede ser
interesante que después de haber trabajado crónica periodística se pase a la lectura y producción de narraciones
ficcionales, o que luego de investigar lo dialógico en la conversación, la entrevista, etc., pasemos al diálogo dentro del
relato o al diálogo teatral. En estos casos, el alumno realiza un recorrido teniendo como marco las características
básicas del discurso, más allá de las especificidades. Al mismo tiempo, es interesante desinstalar al alumno, que viene
trabajando en una perspectiva netamente comunicacional, y enfrentarlo brutalmente con textos que transgredan las
reglas del género o quenoquierendecirnada.

2.2. La actividad redaccional

Los trabajos de redacción plantean una serie de problemas; en primer lugar, el de la corrección, porque
requiere un tiempo del que, como ya dijimos, el docente no dispone, a lo que se agrega la dificultad de encontrar
parámetros de evaluación. A la vez, como no es común considerar la escritura como una actividad procesual (pocas
veces se demanda la reescritura de los trabajos), se hace más complejo evaluar el mejoramiento de esa habilidad.
De modo que, dentro de los problemas que presenta el trabajo con la lengua, el análisis sintáctico aparentaba
facilitar la tarea de evaluación sobre el saber que el alumno tenía acerca de aquella. ¿Por qué? ¿ Porque es lo que el
docente domina? ¿Porque está convencido de que eso es lo que hay que enseñar? ¿Porque es lo más fácil para evaluar?
De hecho, se hace difícil encontrar nuevos parámetros de evaluación cuando se encaran otras prácticas, sobre
todo si se piensa que las observaciones que hace el docente deben ser significativas y útiles para el aprendizaje. Tal
tipo de corrección o marca se hace doblemente dificultosa cuando debe realizarse en textos de carácter expresivo.
Pensemos que la mayor parte de los trabajos escritos responden al tópico redacción: tema... . Y aun cuando se
demanden otros tipos de textos, su factura queda, igualmente, librada a la inspiración de los alumnos; se deja de lado
que, en el caso de la escritura, no sólo se deberían aprovechar los saberes que tienen, sino acrecentarlos con un trabajo
previo a la redacción, porque la situación de escrito posee convenciones que los chicos evidencian no conocer.
Por lo tanto, creemos imprescindible llevar a cabo una tarea que los obligue a ejercitar puntualmente variados
aspectos de textualización, de contextualización, que les permitan internalizar, reflexionar y revisar problemas, lo que
incluye tanto el proceso de escribir como las dificultades que presente el texto una vez producido. Sólo cuando estos
aspectos se constituyen en un valor, cuando se los puede enunciar metalingüísticamente, se podrá avanzar en el
mejoramiento de las habilidades redaccionales. También, nos parece que esta puede ser la manera en que el docente
establezca un código común con los alumnos para que las marcas de evaluación sirvan para la autocorrección.

2.3. La lectura: otro serio problema

En la escuela media ha merecido un particular interés la lectura de textos literarios, y la aplicación, por tanto,
de modelos de análisis que, pretendiendo dar un acercamiento o apropiación más exhaustivos de ese discurso,
terminaron por provocar un rechazo en los alumnos. Por otra parte, en la lectura de textos no literarios se advierten las
dificultades de comprensión, ya mencionadas, y la falta de motivación que parece rondar la empresa.
Pero el desinterés por la lectura se encuentra sustentado, además, en razones, como ya dijimos, que exceden el
ámbito escolar: la pertenencia de los alumnos a una generación más conformada en los modelos de comunicación
audiovisual que en los escritos, habituada a la inmediatez de los mensajes de los medios y al vértigo del zapping y, por

11
qué no agregar, a los doblajes a pésimo castellano.1 Sin entrar en detalles, por el momento, diremos que hay muchos
aspectos de los textos (tipo textual, situación comunicativa, finalidad, pertinencia o no del uso de la primera persona,
puntuación, etc.) que, al no constituir un valor reconocido a través de la lectura, tampoco aparecerán transferidos a la
práctica redaccional.
Más allá de la forma en que se implemente la escritura, siempre estará ligada a las lecturas que se hayan
realizado, y esto tiene que ver no sólo con la cantidad y variedad sino también, muy especialmente, y esta es nuestra
hipótesis, con la manera en que han sido efectuadas. Por eso, en este libro se propone un nuevo modo de leer por parte
de los alumnos, que atienda a cómo los contenidos son comunicados a través de diferentes tipos de textos.

2.4. La "vigencia" del discurso escrito

A pesar del avance de la cultura audiovisual, todavía estamos sujetos a los decires, a lo escrito como fuente de
información y saber. Justamente, se accede al conocimiento, en gran medida, a través de textos escritos y, más allá de
las relaciones que puedan establecerse con los medios audiovisuales, se trata de dos tipos de operaciones diferentes.
El campo del discurso supone un poder que no puede ser desconocido sino que, por el contrario, hay que
evitar que los lectores se desentiendan de él adiestrándolos en la reflexión activa sobre lo que leen, la capacidad de
realizar inferencias, comprender entre líneas, discutir con los discursos a partir de las propias argumentaciones. Pero
tanto para exponer por escrito estas últimas como cualquier otra demanda discursiva (información, ficción, etcétera),
se necesita la práctica de la escritura que, más allá de las propuestas que ofrezcan las carpetas de actividades o las que
hayan implementado los docentes, en general, ha estado ausente en la escuela media en tanto actividad sistemática.

3. Presentación del marco teórico de nuestra propuesta

Para abordar actividades de lectura y escritura consideramos necesario trabajar dentro del marco teórico de la
lingüística textual, que se centra en lo comunicacional. Esta lingüística se ocupa del texto como unidad de uso de la
lengua, es decir, un entramado lingüístico con significado y un propósito o finalidad comunicativa.
• Desde el punto de vista lingüístico, trata de describir cómo es que, a través de la conexión de las secuencias
de oraciones, se constituyen relaciones de significado (plano semántico) y cuáles son esos mecanismos de conexión,
explícitos e implícitos (cohesión-coherencia).
• Cómo se va retomando la información para agregar información nueva (progresión temática) y cómo se
organiza jerárquicamente en un texto (nivel sintáctico textual).
• Trata también de dar cuenta de las finalidades que presentan los textos (informar, persuadir, dar
instrucciones, advertir, explicar, etc.). En este caso, se considera la relación del texto con un contexto determinado, en
el que se incluyen el emisor, el receptor, la situación comunicativa y la acción que se lleva a cabo a través del discurso
(nivel pragmático).
• Sí se considera el texto como un proceso y no sólo como un producto, se pondrá el acento en el aspecto
cognitivo, es decir, en los procesos mentales que llevan a cabo los usuarios de una lengua para comprender y producir
discursos.
• Al mismo tiempo, la lingüística textual tiene como preocupación elaborar una tipología que dé cuenta de las
características de los tipos textuales en uso.

Proponemos un trabajo con los textos que incluye una perspectiva gramatical, por lo que adoptamos la
descripción en niveles: semántico, sintáctico y pragmático, así como la distinción en macronivel -el texto como
totalidad- y micronivel -modo en que se relacionan las oraciones de un texto.
Una manera de hacer posible que los alumnos reflexionen sobre estos niveles de análisis podría ser pasar de lo
conocido a lo nuevo, tratando de establecer un nexo, justamente, entre el saber adquirido (gramática oracional) y aquel
al que queremos acercarlos: la gramática textual.
Representaremos a modo de cuadro la relación entre ambas gramáticas.2

1
En otra línea de análisis, quizás sea oportuno señalar el estado de descrédito en que ha ido cayendo la palabra como
consecuencia de discursos que no se sostienen con la acción o promesas que no se cumplen.
Se puede añadir al cuadro general: la persistencia de los dobles mensajes, las afirmaciones que se desmienten al día siguiente, y la
posesión de la palabra en manos de quienes han ido perdiendo nuestra confianza.
2
La denominación Gramática del texto designa la etapa inicial de lo que hoy constituye la Lingüística del texto. Emplearemos la
expresión Gramática del texto, a veces, sólo para referimos al abordaje gramatical del texto en sentido amplio, por razones
pedagógicas.

12
Este cuadro permite revisar los niveles tradicionales de descripción lingüística, añadir el pragmático y
adoptarlos como contenidos para que los alumnos reflexionen al mismo tiempo sobre la lengua y el discurso.
Así como en el nivel sintáctico oracional se describen estructuras abstractas, independientes de los
contenidos, por ej.:
S P

a n v od

se verá que también los textos poseen determinadas estructuras esquemáticas convencionales: las
superestructuras.
En el plano semántico, comprender el significado conceptual de las palabras o de las relaciones entre
conceptos a nivel oracional es de suma importancia, pero, como ya dijimos, no es suficiente para asegurar la
comprensión del discurso; en este, la asignación de significado implica una dimensión global, en la que a las
relaciones entre conceptos hay que agregarles la incidencia de los otros niveles considerados, de modo que,
finalmente, la coherencia del texto supone la interrelación de los niveles semántico, sintáctico y pragmático.
Desde la perspectiva de la interpretación del texto, la globalización del contenido se conceptualiza a través de
estructuras condensadoras de la información total o parcial del texto, que se denominan macroestructuras.
Por último, se atribuye individualmente a una oración un valor de acuerdo con una determinada actitud del
hablante: enunciativa, interrogativa, etc. Esta clasificación tiene, quizás, más que ver con la noción de enunciado (la
realización en un momento y lugar determinado de una emisión en la que subyace una estructura gramatical) o con la
asignación de un significado global a la estructura oracional como principio funcional de la misma. En cualquier caso,

13
permite relacionar dichas estructuras con acciones que se cumplen a través de la lengua, los actos de habla: afirmar o
asertar, interrogar, pedir, ordenar, rogar, exclamar, etc. Se trata del nivel pragmático. Relacionadas con la aserción, se
encuentran las oraciones o enunciados que pueden expresar una atenuación o un refuerzo, o bien la posibilidad o la
duda (modalidad). En gran medida, esto depende de unidades o estructuras que la lengua posee, pero al mismo tiempo,
de las situaciones en las que las emisiones se producen. En el caso de los textos, también hay acciones globales, los
macroactos de habla, es decir, las finalidades que poseen, tales como informar, persuadir, entretener, etc.

4. Diagnóstico general de las competencias de lectura y escritura

Lo que nos llevó a pensar, investigar y producir este texto tiene como punto de partida escritos como el que
presentamos en la introducción, y que la mayoría de los docentes reconoce como hechos habituales de la actividad
redaccional. La extranjeridad de los alumnos frente a la lengua se objetiva sobre todo en la expresión escrita; sus
productos son a menudo tan inextricables que el docente no tiene modo de categorizar tal diversidad de problemas.
Por esta razón, hemos considerado importante iniciar nuestro trabajo con un diagnóstico a partir del cual pudimos,
justamente, abstraer una cantidad de problemas comunes y categorizarlos, para luego elaborar estrategias que tiendan
a revertir esta situación; lo remarcado constituye uno de los objetivos centrales de este libro.
En lo que tiene que ver con lo redaccional, aislamos, a partir de este diagnóstico, los problemas más comunes:

• Dificultades para mantener constante un tema.


• Dificultades para producir dentro de un discurso o género determinado.

Relacionado con lo anterior:

• Desconocimiento de los significados y de los distintos registros de palabras y expresiones.


• Empleo escaso o inadecuado de conectores -intraoracionales e interoracionales-.
• Repetición de los mismos conectores por desconocimiento de posibles sustituciones.
• Dificultades para efectuar sustituciones léxicas.
• Problemas con el uso de pronombres y con el procedimiento de pronominalización.
• Uso inadecuado de tiempos verbales.
• Falta de concordancia o concordancias incorrectas.
• Correlaciones temporales mal resueltas.
• Dificultades, en el plano de la enunciación, para abandonar la. persona.
• Problemas de puntuación, ortografía y tildación.

Nuestra hipótesis, luego corroborada por sucesivos diagnósticos de comprensión lectora (uno de los cuales se
incluye más adelante), fue que, en general, muchos de estos aspectos, que no podían resolver en lo redaccional,
tampoco constituían un valor que ellos pudieran reconocer en la lectura; así, les resultaba dificultoso:

• Saber cuál era el tema del texto.


• Discriminar, por ejemplo, si en este se informaba u opinaba.
• Responder acerca del significado de palabras o expresiones en el contexto.
• Reconocer las relaciones de causa-consecuencia, condición-consecuencia, adversación, concesión; la
expresión de la posibilidad frente a la aserción; etc.

4.1. Diagnóstico particular

De entre las evaluaciones diagnósticas realizadas en los últimos años, elegimos la que se efectuó con un texto,
al que llamaremos El galeón, por ser el mismo que incluimos en este libro como modelo de trabajo. Sirvió para medir
la comprensión lectora y algunas habilidades redaccionales.
El texto fue elegido por las siguientes razones:

14
a. La brevedad, que trae como consecuencia una información muy aglutinada, lo que, a su vez, obliga a una
fuerte atención lectora:
• Se emplea un mismo significante (galeón) para dos referentes distintos.
• Se enuncian hechos ocurridos en distintas épocas (hundimientos, hallazgos).
• Aparecen otros temas (leyenda, robot, Atocha).

b. La relación entre el título, como macroestructura o resumen de la información, y el texto. Se trata de


trabajar a partir de la función que tiene la zona resumen de un texto periodístico informativo (en este caso, título y
primer párrafo); para eso es clave tomar en cuenta la aserción: Encuentran un galeón cargado de oro y la
nominalización del primer párrafo descubrimiento, que se opone a la modalización del hecho: considera haber
encontrado y parecería estar en la zona.

c. Porque permitía evaluar habilidades redaccionales para reordenar y condensar la información en el


micronivel.

4.2. Las condiciones en que se efectuó el diagnóstico

Se llevó a cabo a fines del año lectivo en cursos de tercer año de Escuela Media (dentro del plan del C.B.U.).
Se trataba de un texto que iban a leer por primera vez y tenían un bloque de dos horas para completar las actividades
de lectura. Estas consistían en una lista de enunciados de doble alternativa y justificación de la opción.
En cuanto a la segunda parte del diagnóstico (distintos ejercicios de redacción tales como: resúmenes,
reescrituras y completamiento de estructuras), fue realizado por los alumnos en otro bloque de dos horas.
A continuación presentamos el texto y los instrumentos de evaluación.

Encuentran un galeón cargado de oro

NUEVA YORK (ANSA)- El naves que regresaban a Europa de oro marcado con tres “X” y tres
descubrimiento de un lingote de procedentes de América. puntos con la leyenda “En rada”.
oro junto a los restos de un galeón La compañía Seahawk, dotada El resto de la carga, según las
español hundido frente a La de una de las más sofisticadas imágenes enviadas por el robot,
Florida cuatro siglos atrás reabrió tecnologías de búsqueda parecería estar en la zona.
un nuevo capítulo de una de las submarina, considera haber Las letras impresas sobre el
más famosas leyendas marinas. encontrado los restos de uno de lingote son las mismas que estaban
La leyenda es que una colosal estos galeones a 500 metros de impresas en el oro encontrado 5
fortuna es oro se perdió en el profundidad, a cerca de 75 millas años atrás dentro del Atocha, otro
fondo del océano cuando, en 1622, al sudoeste de Cayo Hueso. galeón español perteneciente a la
un huracán envió a pique a 9 Junto a los restos un robot flota hundida en 1622.
galeones españoles cargados de submarino de la Seahawk -que La carga recuperada del Atocha
oro y piedras preciosas que puede hacer un mapa del fondo, (joyas, oro y objetos varios) estaba
formaban parte de una flota de 28 fotografiar y filmar y recoger valuada en cerca de de 400
objetos pequeños- tomó un lingote millones de dólares.

4.3. Instrumentos de evaluación

A. Comprensión del texto

• Leer atentamente el texto.

• Indicar como V o F los siguientes enunciados y justificar las respuestas.

15
1 Hace cuatro siglos se descubrió un lingote de oro junto a los
restos de un galeón. VF

2 El galeón al que se refiere el título tenía una carga valuada


en 400 millones de dólares. VF

3 La Compañía Seahawk afirma haber encontrado los restos


de un galeón hundido en 1622. VF

4 El Atocha es uno de los nueve galeones que se hundieron


en 1622. VF

5 La palabra galeón que se repite en el texto tiene siempre el


mismo referente. VF
6 Por las marcas se puede deducir que el oro encontrado es
parte del tesoro hundido en 1622. VF

B. Reescritura

1 Hacer el resumen del texto.

2 Reescribir el primer párrafo empezando por:


a. Lo que reabrió un nuevo...
b. Un lingote de oro...

3 Expresar de otro modo: considera haber encontrado.

4 Completar y analizar:

_______________S_________________________________ _____P_____
Una flota de 28 naves, ... las cuales se encontraba el Atocha,...

4.4. Interpretación del diagnóstico

Primera parte: Ejercicio de alternativa (V/ F) y justificación. (A)

Datos estadísticos

Total de alumnos evaluados: 80 (100 %)


Subtotales: respuestas y justificaciones incorrectas.

1.18,75 %*
2.10 %
3.61,25 %
4. 0
5.33,75 %
6. 0

*
4 alumnos dan la opción F, pero en las justificaciones hay errores de comprensión (porque se construyó hace cuatro siglos; el
lingote fue hallado ahora pero los galeones hace mucho; porque fue hallado hace cinco años -confusión con el Atocha). En un
caso, aunque no se indica alternativa se sobreentiende F, pero la justificación se relaciona con el error del texto que fecha hace 4
siglos para referirse a 1622 (tres siglos).

16
1. Los errores enes a esta alteran que en la lecun entrecruzamiento de hechos, con sus respectivas marcas
temporales. Es de notar que lo que se enuncia a través de una forma verbal finita es reabrió. El acontecimiento central
de la nota se expresa (en el texto) a través de la nominalización hallazgo, y el atributo de galeón, a través del verboide
hundido, que conlleva la marcación temporal hace cuatro siglos. De hecho, la confusión se da entre hallado/hundido.

2. Los errores son cuantitativamente poco importantes. No se confunden en este caso los galeones (referentes
distintos). Se puede inferir que fueron capaces de detectar la zona del texto en que la información es clara para
resolver esta alternativa (La carga del Atocha está valuada en 400 millones de dólares).

3. El nivel de errores es elevadísimo: 49 (61,25 %). Desconocen, evidentemente, el valor de afirma con el
sentido utilizado en la alternativa; es probable que se interprete como opuesto a niega; entre las respuestas y
justificaciones adecuadas, predominan los siguientes tipos: La compañía no afirma, considera (es decir que,
implícitamente, se consideran opuestos); considera pero no afirma; solo considera; "considera" no afirma. En dos
casos se expresa considera, no afirma; pienso que eso equivale a tener dudas y en un caso no afirma, solo lo deduce.
(Por eso, no es lícito pensar que sea una mera diferencia léxica lo que desean poner de relieve, del tipo manifestó,
expresó* .)

4. Ningún error se registra en esta alternativa; predomina como justificación (al igual que en 2) la cita
textual... otro galeón español perteneciente a la flota hundida en 1622.

5. Esta fue la única alternativa para cuya resolución se explicó el significado global de la palabra referente,
pues eso era útil también para evaluar en qué medida ese concepto era conocido para ellos, teniendo en cuenta que se
repite casi todos los años el esquema del circuito comunicativo. El problema en este caso fue que usaron como
expresión del tema (generalización) la palabra galeón (sí, se refiere siempre a galeones) y no discriminaron el singular
del plural.

6. No hay errores aquí. En este caso, se puede inferir que los alumnos reconocieron la macroestructura
construida por el docente en la consigna, como válida para interpretar la relación entre marcas del lingote, tesoro
hallado y flota hundida. A diferencia de la detección de la información literal, aquí se trata de reconocer una relación
lógica construida como interpretación.

Conclusión: evidencian lectura localizada (guiada) o parcial, lo que no asegura una comprensión de la
totalidad del texto. Por tanto, parece que les resulta difícil leer un texto como totalidad.

Segunda parte: Actividades redaccionales (B)

Datos estadísticos

Total de alumnos evaluados: 80 (100 %)


Subtotales: dificultades conceptuales y redaccionales en el resumen y las reescrituras.

Resumen: 78 %

la. reescritura: 11,25 %


2a. reescritura: 33,75 %
Paráfrasis de la expresión: 0,25 %

Comentario sobre el resumen: Son versiones casi literales en su mayoría, que respetan el orden del texto y casi
no omiten información.
En otros casos, presentan errores conceptuales o no pueden organizar gramaticalmente la información.

1ª . reescritura: los errores se deben a que no emplean la estructura con valor sustantivo, sino adjetivo, por lo
que no completan la estructura con predicado. Ejemplos tipo:

*
Ver relación con paráfrasis de esta expresión.

17
♦ Lo que reabrió un nuevo episodio de una de las leyendas marinas más famosas al encontrarse un lingote de
oro junto a un galeón hundido.
♦ Lo que reabrió un nuevo capítulo de una de las más famosas leyendas marinas, la del galeón español
hundido frente a la Florida, el cual junto a un lingote de oro fue descubierto.

Nótese, además, en esta respuesta, hasta dónde repercute el reordenamiento.

2ª . reescritura: la versión unánime es: Un lingote de oro se descubrió/fue descubierto (...) reabrió...
No demuestran saber usar el participio para condensar o especificar información o pronombres relativos para
encadenar gramaticalmente la información (especificar o explicar) .

• Consideramos que hay aquí una relación entre lectura y escritura:

En la paráfrasis, prácticamente no hay errores. Todos son capaces de sustituir por: supone, cree, piensa, juzga,
etc.
Evidencian competencia aislada, pues son perfectamente capaces de entender la expresión fuera de contexto
(en el sentido de que pueden parafrasearla); no saben qué quiere decir afirma, en el contexto; en algunos resúmenes no
integran el rasgo hipotético del hecho (modalidad).

En cuanto al ejercicio de completamiento de la estructura, un 25% emplea la preposición en, en lugar de entre.

4.5. Diagnóstico a través de la hipotetización a partir del título

En otro curso se incluyó el ejercicio de hipotetización a partir del título, con una serie de consignas. El título
fue escrito en el pizarrón, por lo que se operó una descontextualización y un borramiento de las marcas de enunciación
gráfica.
Se escribió en el pizarrón:

ENCUENTRAN UN GALEON CARGADO DE ORO

Y se dictaron las consignas:

a. ¿A qué parte o zona de un texto considerás que pertenece esta frase?

b. ¿En qué tipo de discurso podría estar incluida?

c. ¿Cuál sería el contenido del texto?

d. Escribí un campo asociado.

4.6. Interpretación del diagnóstico

Total de alumnos evaluados: 75 (100 %)

Alrededor del 50 % considera que el enunciado es el título de un texto informativo.


El resto se divide de la siguiente manera:

• el 22,6 % responde que la frase pertenece a la introducción, el nudo o el desenlace de un texto literario.
• el 29 % considera la expresión como introducción, nudo o desenlace de un texto, que luego caracteriza como
informativo. En este caso, también son contradictorios con respecto a lo que suponen que será el contenido del relato.
Ejemplos:

a. Para mí es el desarrollo.
b. Espero encontrar un relato emocionante.

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c. Medio informativo (diario), en un libro.
d. Supongo que va a contarse una historia de un grupo de chicos que salieron a recorrer el mundo y
a buscar emoción.

En este 50% de alumnos evaluados puede notarse que sólo poseen categorías literarias para clasificar textos, lo
que, a nuestro juicio, evidencia una fuerte escolarización en este sentido; por otro lado, en el porcentaje que mezcla
criterios se podría conjeturar que a raíz de esa escolarización no utilizan una estrategia coherente de lectura.
Desde el punto de vista temático, la elaboración del campo asociado es adecuada, puesto que no están
necesariamente condicionados por un tipo de texto.

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