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Materialismo cultural. Lugar de la educació n y de las artes dentro de la cultura.

“Los tipos de investigació n que desarrollan los antropó logos, así como los tipos de
conclusiones que subrayan, está n muy influidos por las premisas bá sicas que establecen
sobre las causas de la evolució n cultural. Estas premisas bá sicas que establecen los
antropó logos pertenecientes a las distintas doctrinas teó ricas se denominan estrategias
de investigación o paradigmas.

“Concebir un manual que represente todas las estrategias de investigació n actuales sin
sesgo alguno y les dedique la mis/ma cobertura resulta imposible. […] El punto de vista
adoptado en esta obra se conoce como materialismo cultural, una estrategia de
investigació n que sostiene que la tarea principal de la antropología cultural consiste en
aportar explicaciones causales para dar cuenta de las diferencias y similitudes en el
pensamiento y la conducta de los diversos grupos humanos. El materialismo cultural
parte de la base de que / el mejor modo de desarrollar esta labor es estudiar las
constricciones materiales a las que la existencia humana está sujeta. Estas
constricciones derivan de la necesidad de producir alimentos, cobijo, ú tiles y má quinas,
y de reproducir las poblaciones humanas dentro de los límites establecidos por la
biología y el ambiente. Se denomina a éstas constricciones o condiciones materiales con
el objeto de distinguirlas de las constricciones o condiciones impuestas por las ideas u
otros aspectos mentales o espirituales de la superestructura de una sociedad, tales
como los valores, la religió n y el arte. Para los materialistas culturales, las variaciones en
la infraestructura de una sociedad constituyen las causas má s probables para dar
cuenta de la variació n de los aspectos mentales o espirituales de la vida humana.

“Ello no quiere decir que se considere a los aspectos mentales y espirituales de las
culturas como algo menos importante o significativo que la producció n, la reproducció n
y la ecología. Los valores morales, las creencias religiosas y los patrones estéticos son en
cierto sentido los atributos má s significativos y distintivamente humanos de que
disponemos. Su importancia no se cuestiona. Lo que se cuestiona es có mo podemos
explicar mejor –si es que podemos hacerlo- por qué una població n humana particular
posee un conjunto de valores, creencias y patrones estéticos mientras que otras
poblaciones poseen otros diferentes. […]

[…]

“Una cultura consiste en los modos socialmente adquiridos de pensar, sentir y actuar de
los miembros de una sociedad concreta. Las culturas mantienen la continuidad
mediante el proceso de endoculturació n. Cuando se estudian las diferencias culturales,
es importante guardarse del há bito mental llamado etnocentrismo, que surge de no
apreciar los trascendentales efectos de la endoculturació n en la vida humana. Sin
embargo, la endoculturació n no puede explicar có mo y por qué cambian las culturas.
Por lo demá s, no todas las replicaciones culturales en diferentes generaciones son
consecuencia de la endoculturació n. Algunas son producto de reacciones ante
condiciones o situaciones similares.
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“En tanto que la endoculturació n designa el proceso por el que la cultura se transmite
de una generació n a otra, la difusió n se refiere al proceso por el que la cultura se
transmite de una sociedad a otra. La difusió n, como la endoculturació n, no es
automá tica y adolece de grandes limitaciones como ú nico principio explicativo. Dos
sociedades vecinas pueden tener culturas muy similares, pero también muy dispares.

“La cultura […] se compone tanto de pensamientos que tienen lugar dentro de la cabeza
de las personas como de la conducta humana que tiene lugar a su alrededor. A
diferencia de otros animales sociales que solo poseen culturas rudimentarias, los seres
humanos pueden describir sus pensamientos y su conducta desde su propio punto de
vista. Al estudiar las culturas humanas, hay que explicitar, pues, si se expresa el punto
de vista del participante nativo o del observador. Estos son, respectivamente, los puntos
de vista emic y etic. Los aspectos mentales y conductuales de la cultura son abordados
desde ambos. Las versiones emic y etic de la realidad difieren a menudo de un modo
acusado. Sin embargo, normalmente existe algú n grado de correspondencia entre ellas.
Ademá s de los aspectos emic, etic, mental y conduc/tual, todas las culturas comparten
un patró n universal. Este […] está integrado por tres grandes componentes:
infraestructura, estructura y superestructura. A su vez, éstas está n constituidas,
respectivamente, por los modos de producció n y reproducció n, la economía doméstica
política, y los aspectos creativos, expresivos, estéticos e intelectuales de la vida humana.
La definició n de estas categorías, esencial para la organizació n de la investigació n,
difiere segú n la estrategia de investigació n que se adopta.

[…]”

Harris, Marvin (1995). Introducción a la antropología general. Madrid: Alianza Editorial,


pp. 157/158/159/160.

El patró n universal

Superestructura

Superestructura conductual

Arte, mú sica, danza, literatura, propaganda.


Rituales.
Deportes, juegos, hobbies.
Ciencia.

Estructura

Economía doméstica

La organizació n de la reproducció n y producció n bá sica, intercambio y consumo dentro


de campamentos, casas, apartamentos u otros marcos domésticos.
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Estructura familiar.
Divisió n doméstica del trabajo.
Socializació n doméstica, endoculturació n, educació n.
Edad y roles sexuales.
Jerarquías de disciplinas domésticas, sanciones.

Economía política

La organizació n de la reproducció n, producció n, intercambio y consumo dentro y entre


bandas, poblados, jefaturas, estados e imperios.

Organizació n política, facciones, clubes, asociaciones, corporaciones.


Divisió n del trabajo.
Sistemas de impuestos, tributos.
Socializació n política, endoculturació n, educació n.
Clases, castas, jerarquías urbanos y rurales.
Disciplina, control policial y miliar.
Guerra.

Infraestructura

Modo de producción

La tecnología y las prá cticas empleadas para incrementar o limitar la producció n bá sica
de subsistencia, en especial la producció n de alimentos y otras formas de energía, dadas
las restricciones y oportunidades provocadas por una tecnología específica que
interactú a con un há bitat determinado.

Tecnología de subsistencia.
Relaciones tecno-ambientales.
Ecosistemas.
Pautas de trabajo.

Modo de reproducción

La tecnología y las prá cticas empleadas para incrementar, limitar y mantener el tamañ o
de la població n.

Demografía.
Pautas de apareamiento.
Fertilidad, natalidad y mortalidad.
Nutrició n infantil.
Control médico de pautas demográ ficas.
Anticoncepció n, aborto, infanticidio.

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