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construcción.
1968 revela que a pesar del “milagro mexicano” cundía el descontento entre las clases
medias que no podía participar del poder, entre el sector obrero golpeado por los bajos
salarios, y también entre los campesinos que seguían reclamando tierras y apoyos para el
época del cine de oro mexicano eran parte de una evocación nostálgica que había sido
Ustedes los ricos y Nosotros los pobres (1948) de Ismael Rodríguez, que retrataban la
división y la marginación en las grandes ciudades, o cómicos como Germán Valdés Tin tan
que llevaron a la gran pantalla el tema de los migrantes mexicanos a la Unión Americana.
No podemos olvidar a Luis Buñuel quien en su película Los olvidados (1950) llamó la
atención sobre el México que estaba creciendo al margen del “Milagro mexicano,” pero ya
sin ese tono melodramático de las películas de Ismael Rodríguez. Con Buñuel termina una
época, pues además entierra la representación idílica del México rural en su filme el Río y
la Muerte (1955).
hasta la tumba, eso no bastaba para que la creciente población urbana se creara expectativas
de ascenso social. Esta presión la sintieron los hijos de las clases medias que podían ir a la
universidad, pero que con todo y eso no avizoraban un futuro halagüeño al egresar. Ese fue
un factor para que detonara un ciclo de huelgas universitarias desde 1956 comienza que
habrá de tener su desenlace trágico en 1968. El epicentro del primer paro estudiantil es la
Universidad de San Nicolás de Hidalgo por una demanda presupuestal. Habrá otro ahí
mismo en 1960 para pedir una reforma a la universidad, y en 1963 para rechazar una ley
orgánica impuesta por el Estado. Habría uno más en 1966 detonado por el conflicto entre la
universidad y el gobierno del Estado que culminaría con la toma de las instalaciones
rompimiento de las huelgas universitarias de manera violenta por parte del Estado era el
Por diversas razones que aún no están muy claras creció en toda esa década una
politización de los estudiantes, y su radicalización fue leída por el gobierno como una
alentado por el contexto de la guerra fría, y eso explica porque los funcionarios del
gobierno veían comunistas por todos lados. Esto no quiere decir que la influencia de las
estudiantiles de esa década, pero no por ello puede decirse que todos y cada una de estas
expresiones fueran obra y gracia de los comunistas. No obstante, la tesis del complot
comunista corrió como reguero de pólvora alentada desde los medios y asumida por los
Así las cosas, el escenario estaba puesto para el conflicto que sería el zénit de las
Poniatowska en su crónica, todo empezó con un pleito entre alumnos de las vocacionales 2
Uruchurtu. Ante la violencia con la que la policía reprime a los estudiantes, se integra un
los jefes policiacos de la ciudad de México.1 El conflicto fue escalando hasta volverse
nacional, aunque tuvo su epicentro en la ciudad de México donde estaba la sede del
Consejo Nacional de Huelga (CNH) integrado por estudiantes del Politécnico nacional y de
la UNAM. El manejo torpe por parte de los cuerpos de seguridad del Estado de un conflicto
aparentemente sin importancia, derivó en una huelga estudiantil que se extendió varios
meses hasta concluir el 2 de octubre de 1968, en la plaza de las tres culturas en la unidad
cuando se desató el fuego cruzado entre los militares que resguardaban la plaza durante un
mitin del CNH, y los miembros del batallón Olimpia apostados en los apartamentos de los
La respuesta violenta por parte del Estado hacia el movimiento estudiantil puede
ampliamente. Pero como señala Ariel Rodríguez Kuri, la inminencia de los juegos
olímpicos que estaban por celebrarse en México en octubre de 1968 era una presión brutal
que soportaba el gobierno de Díaz Ordaz. Simplemente el gobierno no concebía iniciar las
de sitio. Precisamente como nos dice Kuri, México había sido elegida sede olímpica para
fungir como pararrayos del conflicto entre capitalistas y comunistas, como espacio
que se ha pensado, pues diversos sectores de la población apoyaban una solución violenta
del conflicto. Había pues una ansiedad propia de un conservadurismo social que se enfrenta
a la ruptura representada por los jóvenes. Kuri identifica un coro de voces que iba desde
ciudadanos comunes hasta miembros del partido que pedían abiertamente la represión de
los estudiantes movilizados vistos como “delincuentes juveniles” y agentes del caos y el
desorden. Incluso decían algunos, el asunto era de origen sexual, pues las minifaldas de las
protestas sin razón y en los “actos vandálicos” supuestamente perpetrados por los
estudiantes (p. 530). Incluso la extrema derecha ideológica le dio el aval al gobierno para
que actuara con mano firme contra los “revoltosos,” pues los dos Salvadores, Abascal y
Borrego le enviaron sendas cartas al presidente para pedirle que actuara sin vacilar. En ese
momento es cuando la paranoia anticomunista tuvo un efecto poderoso, pues Díaz Ordaz y
su entorno inmediato notaron que fuera de las escuelas se estaba formando una corriente de
contra el gobierno, es también contra el orden patriarcal y sus valores judeocristianos. Con
señala Eric Hobsbawm, en la posguerra tiene lugar una revolución social y cultural, pues
las mujeres se integran al mercado laboral trastocando con ello los papeles de género y la
propia estructura familiar de Occidente. También en este proceso serán factores importantes
el descubrimiento de la píldora anticonceptiva como dice Anthony Giddens, pues con esto
no solo se regulo el ciclo de procreación o concepción, sino que además la mujer alejo el
patriarcal.
sociedad de posguerra fue de la mano con su rápida colocación laboral, que le permitió
consumir los productos de una naciente industria cultural que producía rock and roll y
moda juvenil. En el contexto mexicano, el rock and roll sustituyó entre los jóvenes a los
ritmos afrocaribeños que hasta entonces dominaban la escena artística. Este ritmo fue
introducido por las disqueras controladas por los Azcárraga, quienes además habrían de
fundar telesistema mexicano en 1955. Ya desde la década de los 50s, el rock fue asociado
con lo moderno, con la juventud, y con la rebeldía por antonomasia. Si bien al inicio hay
cierta idealización de los jóvenes en películas como Viva la juventud (1955) al representar
progreso de México, ya en Locura del Rock and roll (1957), la escena final es una batalla
campal entre universitarios y politécnicos al ritmo de rock. Después habrá varias más donde
asociando riesgo y pandillas con el rock, como Juventud desenfrenada (1956), la Edad de
la tentación (1959), Jóvenes y rebeldes (1961) donde aparece Billy Halley, la Edad de la
En ellas se aborda la rebeldía del adolescente, las conductas de riesgos muy al estilo
de Rebeldes sin causa (1955) de Elia Kazán, pero siempre con un toque moralino y
señalando a la vez la transgresión de las normas que significaba la nueva cultura juvenil. Al
ver este ciclo de películas da la impresión que el trasfondo es regañar a los jóvenes y dejar
en claro que adoptando modas extranjeras se apartan de los valores morales imperantes. El
regaño también llega a los padres, a los que se les reprocha la falta de atención hacia su
familia. Hay desde luego un afán de normar y de regular la conducta de aquellos que se han
desorientado para rehabilitarlos, y sobre todo para proscribir la trasgresión de los valores
pueden verse recogidas por José Agustín primero en sus obras literarias, y luego en su obra
de síntesis La contracultura en México. También puede verse Luz externa (1974), filmada
en Super 8 basada en un texto El Rey se acerca a su templo del propio José Agustin, que
no fue terminada sino hasta 1992 por Sergio García y Edda Rayet según Álvaro Vázquez
Mantecón, luego en 2008 se le agregó la voz en off de Gabriel Retes. El otro gran
en 1971 donde ya se muestra una evolución del rock nacional y que tuvo también cierta
connotación política porque mostró que esta cultura juvenil ya se había extendido, a pesar
sistemáticamente todos los conciertos de Rock hasta que en 1981 regresó Queen a Puebla.
Con el movimiento del 68, no solo entró en crisis el sistema político, pues de la
mano del desprestigio sufrido por el Estado a causa de la represión sistemática, también se
iba revelando el agotamiento del modelo económico iniciado en la década de los 50s. De
hecho el crecimiento demográfico era otra de las variables que impactaba en la dinámica
propia del sistema político. Desde mediados de los 60s, Francisco López Cámara, advertía
que la supuesta rebeldía sin causa de los jóvenes, en realidad tenía origen en el crecimiento
de una clase media descontenta por el agotamiento del mercado laboral (1973). p. 97
partidarios del régimen. Todo lo contrario, para López Cámara, la explicación era que los
jóvenes ingresaban a las universidades con grandes expectativas que luego se veían
frustradas al no haber suficiente trabajo para ellos. Eso se tradujo en una rebelión de las
clases medias que como ya se vio se movilizaron contra el libro de texto en 1959, y de paso
nuevos espacios de trabajo para los egresados de la educación superior y tampoco podía
mientras que otro terminaría por buscar el cambio por la vía electoral, quizá votando por
Partido Acción Nacional, o por el Frente Cardenista en las elecciones del 68. López Cámara
vio claramente que ya desde la elección del 70, había un crecimiento de la base electoral
panista que dada la tendencia demográfica ganaría más terreno hasta conducir al país hacia
un modelo bipartidista (P. 84). En esto tuvo López Cámara, voz de profeta.
La masacre del 2 de octubre del 68, fue un evento que conmovió a Octavio Paz que hasta
entonces había asumido una actitud reformista. El mismo siendo embajador de México, en
la India, presentó su renuncia al servicio exterior mexicano el 4 de octubre del mismo año.
Al respecto hay una polémica en curso, pero más allá de resolución resulta claro que la
postura de Paz frente al evento mismo fue de absoluto y público repudio. La carta que
Flores no deja lugar a dudas de su postura, frente a las políticas represivas del Estado.
Octavio Paz afirma que la muerte de los estudiantes en Tlatelolco había sido una atrocidad,
juveniles a juicio de Paz, tienen pues un rasgo de universalidad. Si bien todo comenzó con
250. Pero el gobierno no escuchó, estaba demasiado petrificado o más bien acostumbrado a
detentar un poder aplastante como para dialogar, así lo había demostrado con todos los
dominando por un “grupo de jerarcas, que a su vez prestan obediencia ciega al presidente
en turno.” Paz menciona que la reforma democrática propuesta por Carlos Madrazo habría
sido la solución a la crisis que vivía el país en toda la década de los años 60s. Su fracaso,
era la evidencia de que el tiempo de una reforma interna para despresurizar el sistema había
pasado. P. 258. En lugar de eso, se impuso el culto obsceno al presidente, al gran Tlatoani
sexenal, que tornaba al congreso de la unión en pleno, en una institución que más que
septiembre.
mediante la analogía al culto prehispánico en las pirámides a los dioses nahuas que
como los antiguos dioses demandaban derramamiento de sangre para preservar el orden
cósmico, inmóvil e invariable, ajeno al cambio, el Tlatoani sexenal sacrificó a sus hijos
para preservar el orden político sin cambio alguno, y lo hizo justo en Tlatelolco, antiguo
octubre, ahí termina el movimiento estudiantil y también termina una época. P. 252.
defensa de los intereses de la nación amenazados por fuerzas malignas que desde el
en octubre de ese año. Díaz Ordaz asumió la responsabilidad por los sucesos del 2 de
sus propios subalternos. Incluso había una serie de libelos que ofrecían la versión oficial del
movimiento: todo era una conjura comunista para dar un golpe de estado en el país,
Esta postura la reafirmaría luego en una entrevista concedida en 1977, cuando fue
nombrado como embajador en España, donde señaló que no consideraba a Tlatelolco como
parteaguas histórico. Decía que México era el mismo México, antes y después de
Tlatelolco, que ese evento era un incidente penoso en la vida de un pueblo. Cuando se le
pregunta su parecer por la renuncia de Carlos Fuentes a la embajada de Francia, señala que
él en calidad de presidente no había tenido nada que ver, pero que le había provocado
mucha risa, y que Fuentes se erigía en juez de acontecimiento que no había presenciado.
Para Díaz Ordaz, los muertos eran pocos, no habían pasado de 30 o cuarenta, entre
2Destaca el texto El Mondrigo. Bitácora de lucha del Consejo Nacional de Huelga, no se sabe la fecha exacta
de su edición, se rumora que fue escrito por Jorge Joseph por instrucciones de Fernando Gutiérrez Barrios a
partir de los informes de la DFS con la intención de hacer aparecer al movimiento como una conjura
comunista internacional. Al respecto véase Pablo Tasso, historiografía oficial de 1968, Tesis de doctorado,
UAM-A, 2014, consultado en
http://posgradocsh.azc.uam.mx/egresados/079_TassoP_Historiografia_oficial_1968.pdf
los soldados y los civiles en la plaza habían sido agredidos por agitadores desde el edificio
Chihuahua. Luego dijo que estaba orgulloso de su trayectoria como servidor público, y
sobre todo estaba orgulloso de haber salvado al país en el año del 68, arriesgando todo, su
Díaz Ordaz no solo desmintió a Fuentes, sino que lanzó sobre Paz en una entrevista
concedida a Ernesto Sodi Pallares en 1970, al decir “¡ese que va a renunciar! cómodamente
chamba y prácticamente está con licencia indefinida.” Así Díaz Ordaz, le quitaba mérito a
las críticas de los intelectuales, pues desde su lógica eran oportunistas y falsos, personajes
sin convicción, figurines que nada entendían de las verdaderas razones y compromisos de
Ordaz representan en buena medida la figura patriarcal por excelencia que no acepta el
cambio generacional, ni mucho menos las modas del rock and roll o del amor libre. Como
dice Enrique Krauze, era amante del orden establecido y proclive al enojo, y en grado
último no vacilaba en reprimir a quien fuese con tal de recuperar ese orden al fungir como
300 muertos del 2 de octubre, los líderes más visibles fueron encarcelados en la prisión de
Lecumberri. Luis González de Alba, uno de los miembros destacados del CNH dejo una
inmejorable crónica sobre el 68 y de su experiencia en la cárcel: Los días y los años (1971).
Ahí está todo condensado, las agresiones que sufrieron en la prisión a manos de los
3Los fragmentos de las entrevistas fueron editadas y proyectas en un programa especial por canal 40 CNI para
conmemorar el 30 aniversario del 68, puede ser revisado en https://www.youtube.com/watch?
v=IQwBly9Ionw
delincuentes comunes, las carencias y privaciones, entrelazado con un relato puntual del
junto con los jóvenes clasemedieros, el pleito de las vocacionales y la represión policiaca,
la atmosfera internacional: cuba y Vietnam, el pliego petitorio, las marchas, los mítines y
los choques con los granaderos, las brigadas, la toma de CU y el Politécnico por parte del
ejército, el batallón Olimpia, los infiltrados y las diferencias entre los líderes del CNH.
encarcelados junto con él, Vallejo y Campa. Además hay una sentido de autocrítica en su
narrativa sobre la falta de objetivos claros del CNH, ¿cuál era el objetivo? ¿qué buscaban?
¿derrocar al gobierno? ¿reformarlo? De Alba devela que no tenían claro el rumbo final del
movimiento. También revela los excesos, las discusiones interminables que no conducían a
texto de González de Alba también es notable porque aporta un diagnóstico de aquello que
hacia poderoso al régimen priista. Uno de sus puntales, decía eran los sindicatos a los que
se debía de liberalizar una vez eliminados los líderes “charros,” y con esto se daría un golpe
En esto coincide González de Alba con Octavio Paz que veía en el corporativismo
un grave obstáculo para la vida democrática del país. En esta coyuntura la legitimidad del
queda patente el poderío y el grado de violencia que podía alcanzar para eliminar a sus
El texto de Luis González de Alba es un testimonio de esa violencia de Estado y sus efectos
sobre todo una generación que en sus propias palabras quedó rota por el trauma sufrido. El
Felipe Cazals, en dos películas El Apando y Canoa, ambas estrenadas en 1976. La primera
película de Cazals, la escena al final donde tres presos son sometidos en uno de los patios
con una brutalidad y una violencia totalitaria, paroxística y alegórica de los tiempos que
Universidad de Puebla que habían subido al poblado de San Miguel Canoa para hacer una
excursión al cerro de la Malinche. Ahí en ese poblado los agarró la noche y decidieron
quedarse. Todo iba bien pues recibieron asilo en casa de unos de los pobladores. Sin
embargo, en paralelo el párroco del lugar Enrique Meza Pérez se confabuló con los
comunistas, que eran en realidad los excursionistas. Lo que siguió después fue dantesco,
una turba enardecida llegó a donde estaban los jóvenes quienes terminaron por ser
linchados, tres de ellos murieron junto con el campesino que los había asilado. Los otros
Casi al inicio de la película Calzals, hay una escena que incluye un desfile del
una marcha de protesta, pero que en realidad es un cortejo fúnebre. En apariencia esta
escena no tiene relaciona con las anteriores, ni con las posteriores, es como si fuera ajena,
gratuita. No obstante, se trata de una referencia alegórica que traza un paralelismo entre la
muerte de los trabajadores universitarios poblanos y los estudiantes en Tlatelolco el 2 de
octubre. Los muertos de Canoa, linchados por la turba son los estudiantes en la plaza de
irracional. El cine de Cazals irrumpe con una fuerza tremenda es crudo, directo, brutal, sin
concesiones, sin música ranchera, y sin el moralismo ni sentimentalismos propios del cine
mexicano de oro.
gobernación del Díaz Ordaz, señalado como un autor intelectual de los hechos del 2 de
octubre. Por tal motivo, Echeverría deseoso de congraciarse con el sector de los estudiantes
demás presos políticos como Valentín Campa, Demetrio Vallejo y al propio José Revueltas.
Además aumentó los subsidios a las universidades, e institutos técnicos del país, y funda
p. 405).
estudiantes y algunos líderes excarcelados del 68 organizan una marcha para protestar
contra la represión sufrida por estudiantes en Nuevo León. La manifestación partió del
casco de Santo Tomás, pero fue interceptada por los granaderos y por un grupo de jóvenes
que después se sabría, eran los halcones. Se trataba de un grupo paramilitar que atacó a los
estudiantes, primero con palos y luego con armas de fuego, derivando esta acción de nueva
hechos del 10 de junio, pues contaba con el control de casi todos los medios de
Ese respaldo, a pesar de las sospechas y acusaciones que pesaban sobre Echeverría,
septiembre de 1972 en la Revista Plural dirigida por Octavio Paz, donde le reclamaba su
los hechos del 68, cuando era nada más y nada menos que el secretario de gobernación; 2)
su escaza voluntad para aclarar, pese a sus promesas, la matanza del jueves de Corpus; y 3)
emplaza a resolver el caso del Halconazo, mientras que le reclama a Fuentes su cercanía
Al respecto, Daniel Cosío Villegas habrá de ser particularmente crítico con la figura
de Echeverría. En su texto El sistema político mexicano (1973) señala que uno de los
graves problemas del régimen es sin duda el excesivo poder que acumula el presidente de la
república quien tiene subordinados a los otros dos poderes de la unión: el legislativo y el
candidatos a puestos de elección popular. P. 59. En ese mismo texto cuestiona las
limitaciones de la competencia partidista, pues el partido de Estado siempre se impone de
manera aplastante a otros partidos que sirven de comparsa, o incluso son satélites propios
del sistema.
vigoroso movimiento contracultural de cineastas que además del ya mencionado Casalz, era
integrado por Arturo Ripstein, Jaime Humberto Hermosillo, Jorge Fons, Gabriel Retes,
incluso Luis Alcoriza antiguo guionista de Luis Buñuel. Todos ellos, supieron representar
en la pantalla de una manera excepcional la cruda realidad nacional que por aquellos años
se desbordaba.