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Escritura Sobre Zygmunt Bauman-Luis Galvan
Escritura Sobre Zygmunt Bauman-Luis Galvan
Nacimiento: poznan, Polonia, 1925
Hay que destacar las teorías en las que conecta Holocausto con modernidad y
también su teoría de modernidad sólida y líquida, donde se aleja de las tesis
habituales en el análisis de la postmodernidad.
LIBROS Y OBRAS
Ceguera moral
¿Para qué sirve realmente un sociólogo?
¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?
La cultura en el mundo de la modernidad líquida
Vigilancia líquida
Modernidad y ambivalencia
Sobre la educación en un mundo líquido
Esto no es un diario
La cultura como praxis
44 cartas desde el mundo líquido
Mundo consumo
El arte de la vida
Libertad-
Arte ¿líquido?
Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores.
Vida de consumo
Confianza y temor en la ciudad: vivir con extranjeros
Ética posmoderna
Europa, una aventura inacabada
Tiempos líquidos
Vida líquida
Amor líquido
Identidad
Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias
Modernidad líquida
En busca de la política
La ambivalencia de la modernidad y otras conversaciones
La sociedad sitiada
La postmodernidad y sus descontentos
La sociedad individualizada
Daños colaterales
Trabajo, consumismo y nuevos pobres
La globalización. Consecuencias humanas.
Ceguera moral
¿Para qué sirve realmente un sociólogo?
¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?
La cultura en el mundo de la modernidad líquida
Vigilancia líquida
Modernidad y ambivalencia
Sobre la educación en un mundo líquido
Esto no es un diario
La cultura como praxis
44 cartas desde el mundo líquido
Mundo consumo
El arte de la vida
Libertad
Arte ¿líquido?
Miedo líquido. La sociedad contemporánea y sus temores.
Vida de consumo
Confianza y temor en la ciudad: vivir con extranjeros
Ética posmoderna
Europa, una aventura inacabada
Tiempos líquidos
Vida líquida
Amor líquido
Identidad
Vidas desperdiciadas: la modernidad y sus parias
Modernidad líquida
En busca de la política
La ambivalencia de la modernidad y otras conversaciones
La sociedad sitiada
La postmodernidad y sus descontentos
La sociedad individualizada
Daños colaterales
Trabajo, consumismo y nuevos pobres
La globalización. Consecuencias humanas.
Modernidad y Holocausto
Pensamiento líquido. Análisis del pensamiento de Zygmunt Bauman.
Aquel que esté familiarizado con la historia moderna sabe que gran parte de las luchas
del ser humano en la época reciente consistieron precisamente en intentar
desquebrajar estructuras y modificar pautas que regulaban la vida social y que
paulatinamente la petrificaron limitando drásticamente las posibilidades del individuo
dentro de la misma. La existencia se encontraba reducida a momentos claves en los
cuales se tomaban las grandes decisiones que sesgarían definitivamente el rumbo, no
había más margen de acción y prácticamente la vida se encontraba definida por los
patrones preexistentes que sólo quedaba aceptar sin reparo. La modernidad celebró la
capacidad de derretir todas las instituciones que se mantenían congeladas. Podemos
afirmar con certeza que ese objetivo se logró. Desde las intocables cúpulas de poder
hasta la parte que el individuo común jugaba dentro de la sociedad, la modernidad
sólida fue derretida para dar lugar a la modernidad líquida. La vida líquida es aquella
en la que el hombre no acepta más un molde preexistente sino que crea el propio y
que incluso no se limita a aquel que él creó sino que está dispuesto a cambiar de
molde la mayor cantidad de veces. La solidez, sinónimo de estancamiento, fue
rebasada y el hombre se entregó al fluir indiscriminado de la modernidad, al torrente
que lo desafía con su cada vez mayor velocidad. Las posibilidades de acción ahora
son infinitas, como infinitas las formas que pueden tomar los líquidos.
Aunque son múltiples las voces que califican al trabajo de Bauman como una exégesis
de ideas anteriores, es de aplaudirse lo asertivo de su metáfora; brillante forma de
expresar las contradicciones y cuestionamientos que encarna el posmodernismo.
Bauman no nos enseña cosas que no supiéramos pero sí nos abre los ojos muchas
veces sobre cosas que nos resultaban indiferentes y hace una invitación a detenerse a
reflexionar en un mundo que lo empuja a hacer todo menos eso. La modernidad
buscaba reemplazar las decimonónicas estructuras de la sociedad sólida por nuevas
estructuras fundadas en la razón; el proyecto se encuentra inconcluso pues dio el
primer gran paso al derrumbar a las antiguas pero nunca fueron construidas las
nuevas estructuras sociales. Es precisamente éste punto lo abordado por la obra del
sociólogo polaco; las estructuras que reemplazarían a las antiguas nunca fueron
erigidas y su lugar fue ocupado por lo líquido, lo inestable, lo frágil, lo que espera
solidificarse de nuevo o evaporarse.
EL NIÑO CONSUMISTA
El arte del marketing –según Bauman– consiste en impedir que los deseos de los
consumidores se vean completamente realizados. La insatisfacción asegura que los
ciudadanos del moderno mundo líquido no dejemos de explorar, hasta la obsesión,
cada comercio, en busca de quién sabe qué objeto que nos identifique (y si está a la
moda, mucho mejor).
¿Y los hijos? ¿Es cierto que llegan con un pan debajo del brazo? Bauman no estaría
de acuerdo: “Tener hijos cuesta dinero, mucho dinero”, y agrega: “A diferencia de
tiempos pasados, el niño o la niña es hoy un consumidor puro y simple que no produce
aportación alguna a los ingresos del hogar”. Niños y niñas, aun antes de aprender a
leer, se comportan como perfectos consumidores. Conscientes de que “necesitan”
determinados productos –en venta–, “se sienten inadecuados, deficientes y de inferior
calidad si no responden con rapidez a la llamada” de los expertos en marketing infantil.
Una empresa inglesa de investigación de mercados (a propósito del uso de
cosméticos por parte de niñas de entre 7 y 14 años) sugirió, entre otras medidas, “la
instalación de máquinas expendedoras de cosméticos en los centros educativos y los
cines”. Indignado, Bauman recuerda que, algún día, los niños fueron considerados “el
futuro de la nación”. Pero –ironiza–, si el crecimiento de la nación se mide hoy por el
PBI, “es mejor que los niños empiecen pronto (si puede ser, desde el momento mismo
de su venida al mundo) a prepararse para el rol de compradores/consumidores ávidos
y avezados que se les vendrá encima”. Con el pretexto de estar llevando a cabo un
acto de amor y profundamente moral hacia la figura sagrada del niño como “persona
que sabe y elige”, los profesionales del marketing crean en el niño “un estado de
insatisfacción perpetua a través de la estimulación del deseo de novedad y de la
redefinición de lo precedente como basura inservible”.
Bauman se refiere, una y otra vez, a “los profesionales del marketing” casi como si se
tratara de un verdadero complot contra la humanidad.
"Hoy se sabe que las cosas más preciadas envejecen rápido, que pierden su brillo en
un instante y que súbitamente, y casi sin que medie advertencia alguna, se
transforman de emblema de honor en estigma de vergüenza."
Z. Bauman
Su vida se parece bastante a la idea de "la vida moderna como fluidez" sin referencias,
anclajes o modelos. Fuga, búsqueda y refugio; deslizamiento humano incontrolable,
donde cada evento adquiere una consistencia leve, equívoca, banal. Nacido en
Polonia (1925), de origen judío, escapó del régimen nazi a fines de los años 30. Al
finalizar la ocupación alemana volvió a su patria para dictar clases de Sociología en la
Universidad de Varsovia, pero en 1968 de nuevo el exilio lo obligó a huir, esta vez a
causa de las purgas comunistas.
Los fluidos se desplazan con facilidad. "Fluyen", "se derraman", "se desbordan",
"salpican", "se vierten", "se filtran", "gotean", "inundan", "rocían", "chorrean", "manan",
"exudan"; a diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos fácilmente - sortean
algunos obstáculos, disuelven otros o se filtran a través de ellos, empapándolos- .
Emergen incólumes de sus encuentros con los sólidos, en tanto que estos últimos - si
es que siguen siendo sólidos tras el encuentro- sufren un cambio: se humedecen o
empapan.
Aferrarse al suelo (identidad) no es tan importante si ese suelo puede ser alcanzado y
abandonado a voluntad, en poco o en casi ningún tiempo.
Ser poderoso hoy día significa evitar lo durable y celebrar lo efímero. Sin embargo, hay
los que luchan desesperadamente para lograr que sus frágiles, vulnerables y efímeras
posesiones duren más y les rindan servicios duraderos.
Y el poder fluye, y lo hace gracias a que cada día el mundo se deshace de trabas,
barreras, fronteras fortificadas y controles. Cualquier trama densa de nexos sociales, y
particularmente una red estrecha con base territorial, implica un obstáculo que debe
ser eliminado.
La ingeniería del poder se ha abocado durante años al desmantelamiento de esas
redes, en nombre de una mayor y constante fluidez, que es la fuente principal de su
fuerza y la garantía de su invencibilidad (globalización).
Así, el ser humano se convierte en algo que fluctúa, un enchufe portátil, moviéndose
por todas partes, buscando desesperadamente tomacorrientes donde conectarse.
Pero en la época que auguran los teléfonos celulares, es probable que los enchufes
sean declarados obsoletos y de mal gusto, y que tengan cada vez menos calidad y
poca oferta.
Lo más probable es que los enchufes desaparezcan y sean reemplazados por baterías
descartables que venderán los kioscos de todos los aeropuertos y todas las estaciones
de servicio de autopistas y caminos rurales.
"(...) La única regla empírica que puede guiarnos es la relevancia momentánea del
tema, una relevancia que, al cambiar de un momento a otro, hace que las porciones
de conocimientos asimiladas pierdan su significación tan pronto como fueron
adquiridas y, a menudo, mucho antes de que se le haya dado un buen uso. Como
otras mercaderías del mercado, son productos concebidos para ser consumidos
instantáneamente, en el acto y por única vez." (Los retos de la educación, 2008.)