Introducción: De la vida en un mundo moderno líquido
Los efectos de la globalización y la modernidad es uno de los ejes temáticos sobre los que Zygmunt Bauman basó la mayoría de su pensamiento. En este sentido, “vida líquida” no es otra cosa que un nuevo abordaje sobre el concepto de modernidad líquida, que atraviesa casi toda su obra.
Usa la metáfora de lo líquido para contraponerlo a lo sólido: “la modernidad líquida” es
entonces aquella en la predomina el cambio constantemente, y la realidad se hace flexible y amoldable a los diferentes “recipientes” que la contienen. Comprendiendo esta metáfora, y extrapolándola constantemente a su contracara sólida, el pensamiento de Bauman se vuelve más accesible. Se detallan a continuación algunas de las ideas principales que desarrolla en la introducción y el primer capítulo del libro. No obstante es imprescindible una lectura en profundidad del material bibliográfico para comprenderlas en su totalidad.
Si el mundo es cambiante y flexible, aparecen la incertidumbre y la inseguridad.
Las experiencias pasadas ya no nos sirven para orientarnos, porque el mundo cambia a cada rato. Asimismo, el mundo líquido nos llena de ansiedades, porque se nos vuelve cada vez más difícil seguir el ritmo a estos acontecimientos que se transforman tan rápidamente (por eso siempre la sensación es la de estar perdiéndonos algo). En este sentido, el autor analiza la desigualdad de oportunidades y las distintas maneras de vivir en el mundo. Al leer el texto deberán prestarse atención a las circunstancias que hacen que estas diferencias existan y cómo impactan en el orden del mundo. La velocidad es lo que importa, junto con la inmediatez. No sólo la velocidad para que circule la información y los bienes, sino para adaptarse a los cambios. Tal como menciona el autor, se trata de una vida devoradora de objetos de consumo que pierden su utilidad en el mismo momento en el que son usados y es por eso que deben ser retirados de la vida de consumo. Incluso las personas se vuelven objetos de consumo, desechables -a menos que logren reinventarse constantemente. Y para esta reinvención constante, consumen y eliminan aquellas partes de su personalidad y su ser que no encajen con la nueva
realidad. Aun así, dice el autor, una educación crítica podría ayudar a romper este ciclo.
Capítulo 1: El individuo asediado
Este capítulo se centra en la paradoja principal del concepto de “individuo” que se crea en la modernidad líquida. Es probable que en una primera lectura resulte algo complejo, debido a un nivel algo más alto de abstracción, por lo que se recomienda leerlo varias veces para comprender su sentido real. Por un lado, en esta modernidad, la norma es el individualismo, definido por una descomposición constante del tejido social, la ausencia de tradiciones que organicen el orden del mundo y la posibilidad de cada uno de elegir su propio camino. Es decir, se supone que todos deben apuntar a ser únicos y diferentes. No obstante, eso supone en sí mismo una contradicción: al seguir esta exigencia social de individualidad se pierde la capacidad de elegir libremente, puesto que se sigue una especie de “moda” o tendencia que unifica a todos: “En tanto tarea –dice Bauman– la individualidad es el producto final de una transformación social disfrazada de descubrimiento personal”. Pero si la modernidad líquida es cambio constante, aquellos símbolos de identidad que generalmente se usan pueden volverse obsoletos rápidamente, lo que nos obliga a transformar eso que nos hace “únicos” a cada momento (piensen en cualquier moda que hayan seguido hace uno o dos años y cuánto tiempo la sostuvieron antes de sentir que ya había pasado su momento). En el caso de las clases más favorecidas, hay estrategias y herramientas que facilitan esta transformación continua (por ejemplo, el consumo de masas). Para los demás, la polarización los deja cada vez más afuera de la modernidad líquida. En este sentido, hay que retomar el concepto de “hibridación” que desarrolla el autor. Ser individual es un privilegio que –quienes lo tienen– querrán sostener, de modo que las desigualdades sociales se acrecientan y sostienen.