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El problema ortográfico

Con frecuencia, la gente inquiere sobre el porqué se cometen faltas ortográficas. La respuesta a
esa inquietud es digna de tomarse en consideración al momento de elaborar estrategias para usar
la lengua escrita con la menor frecuencia posible de comisión de faltas ortográficas. Ningun
método ortográfico puede garantizar la superación total del problema, pero si se atacan todos los
factores que lo producen, las posibilidades de errar se reducen considerablemente.

Poco sentido de la observación


Si a los niños se les acostumbra desde pequeños a observar v registrar
mentalmente la forma cómo se escriben las palabras que van aprendiendo, o
simplemente leyendo, seria innecesario el estudio de la ortografía. Las personas
usan con una frecuencia elevadísima las palabras que están relacionadas con las
actividades que realizan, sólo bastaría con que cada quien programe en su
cerebro la escritura de las palabras que lee (léxico ortográfico), y que cuando
vaya a usar una palabra que no forme parte del léxico ortográfico, consulte el 1
diccionario.

Es sorprendente cómo muchos estudiantes escriben mal, palabras que han visto
muchísimas veces. Por qué sucede esto? Porque no se tiene desarrollado el
sentido de la observación. De ahí, que ningún método ortográfico sea eficaz, si
no estimula la observación y la programación mental de la escritura correcta de
las palabras. En otros términos, aumentar el léxico ortográfico. Cuando alguien
quiere escribir una palabra y no tiene la representación ortográfica de la misma,
tiene que recurrir al léxico fonológico. O sea, a la pronunciación idiolecto de la
palabra. Dice Fernando Cuetos Vega (1998).

Carencia de hábito lector


La lectura es una excelente oportunidad para desarrollar y aplicar el
sentido de observación e incrementar y precisar el léxico. Pero hay más: la
lectura permite hacer diversos tipos de inferencias, entre ellas, las
ortográficas. Todos los teóricos contemporáneos de la lectura coinciden en
que un buen lector es capaz de construir inferencias para darle sentido al
texto (Catalá et al, 2005; Colomer y Camps, 2000; Cubo, 2005; Dubois,
2006: García Madruga, 2006; Lerner, 2001; etc.). Y por supuesto, debe ser
capaz de inferir reglas y usos ortográficos.

La pobreza lexical
Asociado a la observación está el caudal léxico de una persona. Mientras
más amplio es el léxico de una persona, menores son sus Posibilidades de
errar. Por eso, se recomienda la lectura permanente para incrementar el
número de palabras cuyo significado y escritura se conozcan con precisión
La analogía y el cruce analógico
A menudo sucede que se escriben mal algunas palabras, porque se las
asocia con otras con las que tienen proximidad semántica, pero no
morfológica. En otras Ocasiones, se las deriva de un lexema con el que no
guardan relación etimológica, o que el étimo o raíz ha sufrido
transformaciones morfológicas. Por ejemplo, banal (se asocia con vano
porque tienen algunas acepciones en común), lechosa (no lee choza) se
asocia a algunos sustantivos terminados en (carroza)
Polifacético, de faceta (no polifasético) se asocia con fase; consiente, de
consentir (se le asoc1a con consciente); supervisar (se le asocia con la
terminación izar); diminutivo, de diminuto, se le asocia con disminuir;
portátil, de portar (no portátil) se asocia a tacto; caníbal, de los indios
carıbes, se asocia a carne y a carnívoro (carníval); fórceps = instrumento
en forma de tenaza que se usa para la extracción de la criatura en los partos
difíciles (muchas personas asocian esta.
Palabra con forzar, por eso pronuncian y escriben force); pretensión, del
francés pretencieux, se suele asumir que se deriva del verbo pretender, en
cuyo caso se escribiría con s; trasvase es una palabra compuesta de tras y
vaso; o sea, pasar de una fuente a otra, no de una base a otra. Ese es el
mismo caso de halitosis (viene de hálito = aliento); hibernación se deriva
de hibernus, (que significa invierno), taxativo,Viene de tasar, verbo que a
su vez se deriva de taxare y de conexión que se deriva de conectar.
Cuetos Vega (1998) encontró que los estudiantes universitarios cuando
tenían que escribir al dictado palabras desconocidas, hacían del léxico
ortográfico; cuando las palabras se le parecían a otra conocida.

La lectura

La lectura ofrece oportunidades para observar la escritura correcta de


muchas palabras que no están regidas por reglas ortográficas específicas y
para inferir y reforzar normas de uso. De hecho, quienes tienen
desarrollada la capacidad observacional e inferencial podrían alcanzar un
desempeño ortográfico apropiado sin necesidad de estudiar formalmente
las prescripciones ortográficas. Por supuesto, la lectura ayuda, además, a
incrementar otras sus competencias lingüísticas, tales como la lexical, la
sintáctica, la prosódica y la pragmática

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