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CARLOS HUMBERTO GONZALEZ DIAZ varón, mayor y vecino de esta ciudad, identificado civil como
aparece al pie de mi correspondiente firma, actuando en nombre propio, mediante el presente
escrito me permito con concurrir a su digno despacho, con la finalidad de presentar ACCION DE
TUTELA contra la SEGUROS DE RIESGOS LABORALES SURAMERICANA, a fin de que mediante los
trámites previstos en el decreto 2591 de 1991 y el decreto 306 de 1992, reglamentarios del artículo
86 de nuestra constitución política nacional, se me protejan los derechos fundamentales, a la Salud
y a la seguridad social, amparados por nuestra constitución política de colombiana, los cuales han
sido violado, amenazado y puesto en peligro inminente por la omisión en que ha incurrido SEGUROS
DE RIESGOS LABORALES SURAMERICANA, por lo que pido sea usted señor juez quien ampare mis
derechos fundamentales ante las vulneraciones de la accionada que me están ocasionando un
perjuicio irremediable.
FUNDAMENTO FACTICOS
PRIMERO: señor juez, en julio del año 2019 mi EPS COOMEVA me diagnostico como enfermedad
laboral Hipoacusia neurosensorial Bilateral como enfermedad laboral, la cual fue controvertida por
la ARL SURA, entidad en la que me encontraba afiliado. controversia que fue resuelta en segunda
oportunidad por la Junta Regional del Santander confirmando la patología como enfermedad
laboral. Seguido a esto nuevamente la ARL SURA interpuso un nuevo recurso de apelación contra la
determinación de la Junta Regional del Santander. Por lo que pasó a ser definido entonces por
Junta Nacional de Calificación de Invalidez de Bogotá, quien confirmó en tercera oportunidad el 07
de febrero de 2020 que mi patología es de origen laboral.
TERCERO: Señor Juez, en vista de que mi enfermedad auditiva se determinó de origen laboral
radiqué el 14 de febrero de 2020 un derecho de petición a la ARL SURA en el que le adjunté la
notificación de la Junta Nacional donde se confirma el origen de mi patología, por lo que le solicité a
la ARL SURA que me calificara la pérdida de capacidad laboral conforme a lo establecido en el
Decreto 1507 de 2014. Respuesta que la accionada emitió por orden del Juzgado Primero Civil de
Barrancabermeja mediante fallo del 26 de marzo de 2020 con radicado 68081-4003001-2020-
00150-00.
CUARTO: que por segunda vez solicité a la ARL SURA el 10 de abril de 2020 que me calificara la
pérdida de capacidad laboral por el diagnostico de Hipoacusia neurosensorial Bilateral, quien me
responde de manera evasiva a su responsabilidad, que no puede proceder con la calificación de PCL
por que aún no se me ha dado de alta por parte de mis médicos tratantes. Sin tener en cuentan con
lo dicho que ya a mí se me dio de alta por parte de los médicos tratantes de mi EPS, la cual fue la
que me tratado dicha patología, en cambio la ARL SURA solo se ha concentrado en controvertirla,
no en cumplir con obligación de tratamiento.
QUINTO: señor juez, adicional a lo anterior, soy una persona con 63 años de edad y con cáncer de
próstata, situaciones que no ha tenido la ARL SURA en consideración para querer seguir
sometiéndome a valoraciones medicas innecesarias e impertinente. Puesto que como ya lo
mencioné, ya fui valorado por mi EPS, la cual determinó el origen de mi patología, que por última
instancia fue confirmado por la Junta Nacional de Calificación de Invalidez de Bogotá. Como
tampoco tiene en cuenta la situación actual con la emergencia sanitaria decretada por el gobierno,
que me impide tanto por mandato estatal, como por prevención de mi salud, estar saliendo. Ya que
como mencioné, soy una persona de edad avanzada con cáncer, que debe someterse a cuidado
extremo.
Adicional a esto, el ministerio de trabajo le solcito a la ARL SURA, para que esta rindiera
información del por qué no me ha calificado.
SEXTO: en concordancia con lo dicho, la ARL SURA al querer someterme a demás valoraciones
medicas que no realizó cuando realmente le tocaban, sería poner en riesgo mi estado de salud. Por
lo que considero que está debe someterse a la determinación de que mi patología es de origen
laboral, lo que ya ha quedado en firma y en consecuencia proceder con la calificación de la perdida
de la capacidad laboral. Efectuando dicha calificación con base al historial clínico existente
respecto de mis patologías, o si considera pertinente por medios audiovisuales que permitan llevar
a cabo dicho proceso de calificación. Evitando con esto mi exposición a cualquier afectación que
pueda surgir del retraso de mi calificación y a la exposición que podría tener al acceder a las
pretensiones de la ARL SURA, saliendo de mi casa a las citas que esta considere necesario.
Honorable señor, es preciso recordar que conforme al decreto 457 de 2020 por la emergencia
sanitaria producida por el Covid-19, en el cual se ordena el confinamiento, y se recomienda evitar el
contacto social. Por lo que las EPS, ARL, AFP, JUNTAS REGIONALES Y JUNTA NACIOANL DE
CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ han optado por valorar y calificar enfermedades de tipos laborales y
común, utilizando los medios electrónicos, bien sea por correo, videollamadas, por llamadas
telefónicas; como también lo han hecho con base al historial clínico aportado, previa autorización
del afiliado. Implementaciones que ha optado esta ARL, por lo que no se comprende por qué no me
califica con base a mi historial clínico,
FUNDAMENTOS DE DERECHOS
En este orden, aun existiendo otros mecanismos de defensa judicial, la jurisprudencia de esta
Corporación ha admitido que la acción de tutela está llamada a prosperar, cuando se acredita que
los mismos no son lo suficientemente idóneos para otorgar un amparo integral, o no son lo
adecuadamente expeditos para evitar la ocurrencia de un perjuicio irremediable.
El artículo 48 superior consagró la seguridad social como un derecho irrenunciable que debe
garantizarse a todos los habitantes del territorio colombiano. Dispuso además que se organizara
como un servicio público obligatorio bajo “la dirección, coordinación y control” del Estado, junto
con entidades públicas y privadas, que debe ser prestado con sujeción a los principios
de solidaridad, eficacia y universalidad.
Acorde con el citado artículo, la jurisprudencia de la Corte ha señalado que la seguridad social
es “un conjunto armónico de entidades públicas y privadas, normas y procedimientos, conformado
por los regímenes generales establecidos para pensiones, salud, riesgos profesionales y servicios
complementarios que son definidos en la ley, cuyo objeto es garantizar los derechos irrenunciables
de las personas, mediante la cobertura de las contingencias que afectan la salud, la capacidad
económica y, en general, las condiciones de vida de toda la población”.
En armonía con la preceptiva constitucional, la Ley 100 de 1993 diseñó un nuevo modelo de
seguridad social en Colombia, en el que se unifican los regímenes normativos existentes y se
implementa una dinámica administrativa que combina la gestión pública con la privada, en un
Sistema Integral de Seguridad Social que ampara de forma anticipada a los ciudadanos, contra
determinadas contingencias que puedan presentarse en el desarrollo de la vida laboral y, en el
desenvolvimiento de la vida misma. En ese orden, el sistema fue estructurado con estos
componentes: (i) el Sistema General de Pensiones; (ii) el Sistema General en Salud; (iii) el Sistema
General de Riesgos Profesionales; y (iv) los Servicios Complementarios.
El Sistema General de Riesgos Profesionales -SGRP-, constituye uno de los más sentidos avances
en materia de seguridad social en Colombia, al disponer la protección del trabajador respecto de
los riesgos derivados del trabajo. La legislación del Sistema de Riesgos Profesionales, prevista
entre otras disposiciones en la Ley 100 de 1993, el Decreto 1295 de 1994, la Ley 776 de 2002 y la
Ley 1562 de 2012, lo define como “un conjunto de entidades públicas y privadas, normas y
procedimientos, que tiene la finalidad de prevenir, proteger y atender las consecuencias que se
derivan de los riesgos profesionales, es decir, de los accidentes y las enfermedades que puedan
padecer las personas por causa o con ocasión del trabajo”.
En virtud de la finalidad perseguida por el Sistema de Riesgos Profesionales, las normas que lo
regulan consagran la noción legal de accidente de trabajo y enfermedad profesional, con elementos
conceptuales que permiten identificar si la situación de hecho que se analiza corresponde o no a
un evento relacionado con la actividad laboral o profesional del afiliado.
Al respecto, la normativa de riesgos profesionales dispone que cuando ocurre un accidente laboral
o enfermedad profesional, el afiliado tendrá derecho a recibir (i) el servicio asistencial de salud
correspondiente, con cargo al sistema, e igualmente (ii) las prestaciones económicas, que se
determinarán de acuerdo a las secuelas de la enfermedad o el accidente, cómo incapacidades
temporales, subsidios por incapacidad temporal, incapacidad permanente parcial o pensión de
invalidez según la gravedad de la pérdida de capacidad laboral; en caso de muerte los beneficiarios
del afiliado tendrán derecho a pensión de sobrevivientes y al denominado auxilio funerario.
Para establecer si una persona tiene derecho al reconocimiento de alguna de las prestaciones
asistenciales o económicas, se requiere de la calificación de la pérdida de capacidad laboral,
entendida como un mecanismo que permite fijar el porcentaje de afectación del “ conjunto de las
habilidades, destrezas, aptitudes y/o potencialidades de orden físico, mental y social, que le
permiten al individuo desempeñarse en un trabajo habitual” . El derecho a la valoración de la
disminución de dicha capacidad se encuentra regulado básicamente en las mismas leyes y
decretos que desarrollan el SGRP, con mayor énfasis en la Ley 100 de 1993, el Decreto 917 de 1999
y el Decreto 2463 de 2001 en lo que tiene que ver con el procedimiento respectivo.
Por expresa remisión del artículo 250 de la Ley 100 de 1993, la clasificación de pérdida de
capacidad laboral por accidente de trabajo o enfermedad profesional debe ajustarse a las mismas
reglas y procedimientos establecidos para la valoración de pérdida de capacidad laboral para el
caso de padecimientos por riesgo común, es decir, la calificación de pérdida de capacidad laboral
tiene lugar independientemente de la causa, profesional o común, que determine la necesidad de
dicha valoración.
Conforme con ello, la clasificación de la pérdida de capacidad laboral ha sido considerada por la
jurisprudencia constitucional, como un derecho que tiene toda persona, el cual cobra gran
importancia al constituir el medio para acceder a la garantía y protección de otros derechos
fundamentales como la salud, la seguridad social y el mínimo vital, en la medida que permite
establecer a qué tipo de prestaciones tiene derecho quien es afectado por una enfermedad o
accidente, producido con ocasión o como consecuencia de la actividad laboral, o por causas de
origen común. La Corte ha indicado:
Es pertinente mencionar que, según lo manifestado por este tribunal, la calificación de la pérdida
de capacidad laboral debe atender las condiciones específicas de la persona, apreciadas en su
conjunto, sin que sea posible establecer diferencias en razón al origen, profesional o común, de los
factores de incapacidad. En ese mismo sentido, esta valoración puede tener lugar no solo como
consecuencia directa de una enfermedad o accidente de trabajo, claramente identificado, sino,
también, de patologías que resulten de la evolución posterior de esta enfermedad o accidente, o, a
su vez, por una situación de salud distinta que puede tener un origen común.
Así las cosas, teniendo en cuenta la importancia de la valoración, este tribunal ha determinado que
la afectación de los derechos fundamentales de la persona, se genera de un lado, por la negación
del derecho a la valoración, así como por la dilación de la misma, porque de no practicarse a
tiempo, puede conllevar en algunas situaciones a la complicación del estado físico o mental del
asegurado. De esta forma, ambas circunstancias son lesivas a las garantías fundamentales de los
trabajadores, pues someten a quien requiere la calificación a una condición de indefensión, en tanto
necesita la valoración para conocer cuáles son las causas que determinan la disminución de la
capacidad laboral, y con esto precisar qué entidad -fondo de pensiones o administradora de riesgos
laborales- asumirá la responsabilidad en el pago de las prestaciones económicas y asistenciales
derivadas de su afección.
PRETENCIONES:
Conforme a los fundamentos facticos expuestos solicito señor juez, que mediante fallo sobre la
acción de tutela contra la SEGUROS DE RIESGOS LABORALES SURAMERICANA , de conformidad
con lo previsto en los Decretos 2591 de 1991 y 306 de 1992:
JURAMENTO
Bajo la gravedad de juramento, manifiesto a usted, muy respetuosamente, que no he
interpuesto acción de tutela o proceso alguno ante otra autoridad judicial con respecto a los
hechos aquí relacionados.
ANEXOS
NOTIFICACION
Cordialmente.
_____________________________________
CARLOS HUMBERTO GONZALEZ DIAZ
C.C. N° 9.522.227
Barranquilla, abril 08 de 2020 CE202011006390
Señor
CARLOS HUMBERTO GONZALEZ DIAZ
CC 9522227
Tel. 3125967453
serghio1111@gmail.com
BARRANCABERMEJA - SANTANDER
En la respuesta enviada el día 03 de marzo de 2020, se le informó cita asignada el día 11/03/2020 a
las 11:00 a.m. con el médico Jaime Acosta en la en la calle 52 # 20 esquina IPS RV en la ciudad de
Barrancabermeja, para definir el plan de manejo a seguir en el caso.
Atentamente,
COMISIÓN LABORAL
REGIONAL NORTE
CC ARCHIVO
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