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en que implica una nueva oportunidad a la empresa que se encuentra al borde de crisis e
insolvencia total, así como también implica la formación de lazos y pactos económicos
con aquellas personas que le tiendan una mano de ayuda para que la empresa continúe
en el mercado de forma regular y acorde a ley. Dado que en este mecanismo lo que
media es una negociación entre acreedores y deudores, ello nos da a entender que ambas
partes saldrán beneficiadas del acuerdo y que la relación entre ellas perdurará y hasta en
algunos casos evolucionará en una más sólida y productiva.
1.2. CONCEPTO
En el sistema concursal peruano existen dos tipos de procedimiento: el ordinario
y el preventivo (Ley N. 27809, 2002). El procedimiento ordinario busca
enfrentar y revertir una crisis (o insolvencia) manifiesta, mientras que el
preventivo busca prevenir esa crisis antes de que se materialice y así evitar una
situación desesperada. La legislación ha establecido barreras de acceso al
procedimiento preventivo para evitar que deudores en situación de insolvencia
se acojan a él, y permitir que deudores que prevean una situación de insolvencia
puedan obtener la protección que éste brinda (Ramos Padilla, 2016; Flint, 2002;
Puelles Olivera, 2013).
La única finalidad del procedimiento concursal preventivo es conceder un
espacio para que los acreedores manifiesten su opinión sobre el Acuerdo Global
de Refinanciación propuesto por el deudor (Ramos Padilla, 2016; Flint, 2002).
Ahora, tenemos que acotar que en este procedimiento no existe interés alguno
por parte de los acreedores en intervenir en la administración del deudor; es
decir, no se afecta la competencia de la Junta General de Accionistas, sino más
bien, sólo se busca adoptar algunos mecanismos que reviertan situaciones de
potencial crisis económicas que afronta la empresa. A este procedimiento le son
aplicables supletoriamente las disposiciones contenidas en el Capítulo V Titulo
II de la Ley, con las excepciones previstas en ella. Asimismo, Morales Prado
define al Concurso Preventivo como: “La figura destinada a prevenir
insolvencias; la finalidad de este proceso es permitir al deudor reprogramar sus
obligaciones crediticias evitando así caer en dicho estado (…)” (Morales Prado,
2013).
Si es que el deudor cumple con estos requisitos debe presentar una solicitud de
inicio de concurso preventivo ante la Comisión, la misma que debe ir
acompañada de la siguiente información:
i. Resumen ejecutivo respecto a su viabilidad económica, actividades a
realizar y medios para solventarlas.
ii. Acta de junta general de accionistas donde conste el acuerdo para
acogerse al procedimiento concursal preventivo.
iii. Copia del documento de identidad y poderes del representante que
suscribe la solicitud.
iv. Estados financieros de los dos últimos ejercicios.
v. Indicar las fuentes de financiamiento utilizadas durante los dos últimos
ejercicios.
vi. Copia del libro de planillas correspondiente al último mes.
vii. Relación detallada de las obligaciones del deudor.
viii. Relación de bienes de propiedad del deudor y gravámenes que los
afectan.
ix. Relación detallada de créditos por cobrar.
x. Copia de la ficha de su registro único de contribuyente (R.U.C.).
xi. Declaración jurada sobre la existencia o no de vinculación con sus
acreedores (Ley N. 27809, 2002).
Hay que notar una diferencia muy importante respecto a las facultades de la
junta de acreedores entre un procedimiento ordinario y uno preventivo: en el
preventivo, la junta de acreedores no tiene el poder de desapoderar al deudor, es
decir, no tiene derecho a remover a sus administradores, lo que sí sucede en un
procedimiento ordinario (Puelles Olivera, 2013).
Queda claro que en toda la fase pre concursa] (entre la solicitud de acogimiento
hasta la publicidad del concurso y convocatoria de acreedores) y en la fase
concursa] (determinada por el apersonamiento de los acreedores, la verificación
de créditos y la instalación de la Junta), la persona concursada no contaba con
garantías de protección de su patrimonio y las obligaciones ya vencidas o
exigibles en esos periodos podían series demandadas en cualquier momento por
cualquier acreedor legitimado, sin posibilidad por parte del deudor de invocar la
resolución de acogimiento al Concurso Preventivo emitida por la autoridad
concursa] como mecanismo de interrupción o defensa ante dichas acciones.
1
Ley N. 27809
2
Artículo 111 del Decreto Legislativo No.845.
Por otra parte, puede verse también que, de lograrse la suspensión de la
exigibilidad de obligaciones, éstas abarcaban a las devengadas hasta la fecha de
presentación de la solicitud de acogimiento al Concurso Preventivo, dejando en
calidad de extra concursales a aquéllas nacidas con posterioridad. Esto último
podía traer un alto riesgo a los acreedores del concursado cuyos créditos
hubieran sido devengados después de la fecha antes referida, en vista que, desde
ese momento hasta la fecha de publicidad del concurso y convocatoria a
acreedores, podían transcurrir semanas e incluso meses donde el mercado y sus
agentes tenían un desconocimiento total de la situación del concursado,
incrementando con ello la inseguridad en las transacciones, lo cual se veía
apañado por una mal entendida reserva del procedimiento.3
1.8. DEFINICIÓN Y APROBACIÓN DEL ACUERDO GLOBAL DE
REFINANCIACIÓN.
“El acuerdo global de refinanciación nace como una oferta contractual, para
constituirse en un compromiso de pago formulado por el deudor con el objeto de
reprogramar sus pasivos” (Ramos Padilla, 2016, pág. 220). El Acuerdo Global
de Refinanciación le da espacio suficiente al deudor para poder sobrellevar la
crisis temporal y poder honrar sus obligaciones (Puelles Olivera, 2013).
Este procedimiento está diseñado especialmente para remitir a las empresas con
deudas no mayores de 200 UIT enfrentar las situaciones de crisis y encontrar
conjuntamente con sus acreedores, mecanismos de refinanciación para el pago
de sus obligaciones.
Los acreedores que no se encuentren conformes con algún extremo del crédito
declarado por el solicitante, así como aquellos que no hubiesen sido
considerados en la relación presentada de acuerdo al numeral 3) del artículo 92
de la presente Ley podrán hacer valer su derecho para efectos del presente
procedimiento hasta el décimo quinto día hábil anterior a la fecha señalada para
la realización de la Junta.
En este caso, el Notario Público notificará a ambas partes para que un plazo no
mayor de tres días hábiles presentar ante él una conciliación del crédito
correspondiente. De no haber acuerdo entre las partes, el Notario Público
remitirá la documentación pertinente a la Comisión para que ésta emita
pronunciamiento respecto del crédito invocado. En este caso, el acreedor que
solicite el pronunciamiento de la Comisión deberá cumplir con los requisitos
establecidos en la presente Ley y en el Texto Único de Procedimientos
Administrativos del Indecopi para el procedimiento de reconocimiento de
créditos. La Resolución de la Comisión podrá ser reconsiderada ante la propia
Comisión o apelada ante el Tribunal. En los casos de falta de controversia, el
Notario procederá a registrar los créditos, indicando si el acreedor mantiene o no
vinculación con el deudor, teniendo en consideración para esos efectos lo
establecido en el penúltimo párrafo del artículo 5 de la ley.
BIBLIOGRAFIA
Vásquez Rojas, E. (s.f.). El No Uso del Procedimiento Concursal
Preventivo y sus Incidencias en las Empresas. Obtenido de
www.uss.edu.pe/uss/RevistasVirtuales/Egresados.../DERECHO_CONCUR
SAL.doc