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EL PROCEDIMIENTO CONCURSAL ANTE INDECOPI

El tema abordado en el video visualizado versa sobre el procedimiento concursal como


estrategia para optimizar la gestión de cobranza, es así que el invitado a la entrevista, Dr.
Percy Santos, inicia su participación señalando que la actual coyuntura de recesión
genera que las empresas no paguen sus deudas y compromisos en el curso de sus
operaciones o actividades, todo ello por la paralización de sectores estratégicos para el
país como la minería por ejemplo. Este escenario podría dar paso a una especie de crisis
financiera que conllevaría que una empresa priorice los pocos ingresos que tiene y pagar
a los acreedores más importantes que ésta tiene y a los demás lo van dejando en un
segundo plano. En ese sentido surge el Sistema Concursal regulado por la Ley N° 27809,
Ley General del Sistema Concursal.

De la norma citada en el párrafo anterior, y tal como lo refiere el especialista, se


desprende el hecho que siempre que existan problemas de pago en una empresa, los
acreedores tienen una opción que es muy recurrente y empleada por los abogados y
consiste en iniciar un proceso de cobranza en el Poder Judicial, denominado Proceso de
Obligación de dar suma de dinero con sus respectivas medidas cautelares, como el
embargo, secuestros, entre otros. Sin embargo, estas medidas o acciones suelen tomar
demasiado tiempo, entendiendo la carga procesal que existen en los tribunales, y a decir
del invitado, todas las etapas del proceso podrían demandar un aproximado de 2 años y
medio como mínimo, constituyéndose en una gestión de cobranza bastante larga (por la
vía judicial). En ese sentido, y ante el escenario descrito surge la posibilidad de acudir al
Procedimiento Concursal ante el INDECOPI, quien está a cargo de canalizar estos
pedidos de los acreedores para que cobren sus acreencias que pueden ser de diversa
naturaleza.

Para acudir al INDECOPI, debe presentarse una solicitud y en ella el o los acreedores
deben sustentar que el monto de su acreencia es mayor a las 50 UIT y que esa deuda se
encuentra vencida por más de 30 días calendarios, todo ello con los documentos
pertinentes (boletas, facturas, contratos, etc.), incluso la norma permite que un acreedor
puede juntarse con otros acreedores, a fin de sobrepasar la valla de las 50 UIT.

Es importante señalar y hacer la distinción de dos situaciones que podrían presentarse al


pretender iniciar un procedimiento concursal, por un lado está el hecho que la empresa
voluntariamente decida someterse a tal procedimiento al descubrir o comprender que ya
no puede cumplir con sus obligaciones frente a terceros, y en esta situación lo que hace
INDECOPI es convocar a todos los acreedores de dicha empresa o deudor común para
darles la responsabilidad de decidir lo que harán con la empresa, que podría ser
reestructurarla o en su defecto una disolución y liquidación cuando la situación es
insalvable, y finalmente se declaran en quiebra. Y el otro camino es que ante una
situación de pago sea sometido por sus acreedores a tal procedimiento.

Si bien es cierto, el procedimiento concursal tiene varios fines, el que se destaca en el


video es el hecho de que se constituye en una herramienta para hacer efectiva la
cobranza, ya que, si un acreedor realiza la solicitud a INDECOPI, ésta corre traslado al
deudor para que en un plazo de 20 días hábiles se defienda y en caso éste no cumpla con
pagar la deuda, no ofrezca garantías o no logre desbaratar lo señalado por el acreedor, la
entidad gubernamental declarará el inicio del proceso concursal y comunicará ello al
mercado a través de una publicación en el Diario Oficial El Peruano, lo cual resulta
sensible ya que dicha situación podría poner en riesgo futuras inversiones de la empresa
deudora o la recisión de contratos ya firmados, por lo que a decir del entrevistado esto
permitirá que se busquen los mecanismos necesarios para saldar la deuda o en su
defecto buscar una solución alternativa con el o los acreedores, como un refinanciamiento
de la deuda u otras opciones.

Por otro lado, el entrevistado señala que la solicitud que hace un acreedor debe hacerse
con el debido sustento, con los documentos necesarios, ya que podría considerarse como
un proceso de pagar suma de dinero, pero con la diferencia que a misma no se hace ante
un Juzgado sino ante INDECOPI, y remarca que dicha deuda que se alega debe ser
producto de una actividad comercial. Así mismo sostiene que al iniciarse un procedimiento
concursal ante INDECOPI, la administración de la empresa deudora pasa a manos de
todos los acreedores, que se constituyen en una Junta de Acreedores que cesan en sus
funciones a la Junta de Accionistas, y los primeros (acreedores) podrán tomar decisiones
importantes para la empresa como la ratificación o cambio de los altos directivos como el
Gerente General, entre otros; y remarca que todo este proceso podría darse en un lapso
de 3 a 4 meses.

También se remarca que si bien es cierto todo este proceso concursal no está diseñado
exclusivamente para constituirse en un medio de cobranza, todos sus efectos o lo que
ocasiona, termina favoreciendo a aquellos acreedores que podrían ser fácilmente
relegados por la empresa deudora, y si finalmente luego del proceso concursal no se
logra cobrar la deuda, el o los acreedores pueden solicitar a INDECOPI la emisión de un
certificado de incobrabilidad que en cierto modo según refiere la normatividad vigente
podría otorgarle ciertos beneficios tributarios en el siguiente año fiscal.

Finalmente refiere que la deuda de una empresa cobra importancia para el estado y sus
instituciones en razón que la deuda de una empresa no solo perjudica a la misma sino a
toda una cadena de organizaciones empresariales que se relacionan entre sí, de ahí la
importancia del cumplimiento de obligaciones, la cobranza de deudas y por consiguiente
el sistema concursal.

En conclusión y tomando como referencia lo señalado por el entrevistado podríamos decir


que el procedimiento concursal es una estrategia efectiva para poder hacer efectiva la
cobranza de una deuda, en razón de que ofrece ciertas garantías por sus propios
procedimientos, y podría estimular de algún modo para que las empresas deudoras
puedan cumplir con sus acreedores, evitando así un mayor perjuicio, por un lado un
desprestigio o imposibilidad de salir a flote (para la empresa deudora) y la pérdida de
tiempo o la posibilidad de no recuperar nada (para la empresa acreedora), sin dejar de
remarcar que no utilizar la vía concursal, sometería a ambas partes a un largo proceso
judicial de cobrar suma de dinero, que sin lugar a dudas genera perjuicios económicos y
personales.

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