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DIALOGO INTERDISCIPLINARIO

Inicialmente debemos comprender que el dialogo es una conversación entre dos o más

personas, mediante la cual se intercambia información y se comunican pensamientos

sentimientos y deseos; lo cual nos permite interactuar pacíficamente con los que nos rodean

y hacer de nuestro entorno un mejor vivir. Como estudiante de administración de

empresas y futura profesional hago referencia a que un dialogo interdisciplinario es el

procedimiento que implica el traspaso de los límites habituales de una corriente de

pensamiento o de una disciplina académica, esta cualidad suele aparecer con el surgimiento

de nuevas necesidades que obligan a realizar un trabajo diferente al que se llevaba a cabo

hasta el momento; es decir que no importa la disciplina de estudio en la que nos

enfoquemos lo importante es tener la capacidad de entender la importancia de cada una ella

para que del mismo modo se pueda dar el mérito a cada responsabilidad laborar y entender

que todo va enlazado unos dependen de los otros y así sucesivamente.

Por tal motivo se debe comprender que el dialogo abre espacios de comprensión,

libertad, mejora las relaciones interpersonales, permite gozar de espacios armoniosos y

tener zonas actas para desarrollar nuestro coeficiente. “Ya no hay quien sepa el arte de la

conversación, es decir, de la discusión. Conversar es entrar en el surco que ha trazado el

otro, y proseguir en el trazo y perfección de aquel surco; diálogo es colaboración.”

(Massimo Bontempelli). Es por ello que en toda carrera universitaria se enfocan por

enseñar a los futuros profesionales el arte de tener la capacidad de generar espacios de

dialogo en cualquier situación de su vida como metodología para solucionar futuros

problemas, pues solo así se logra desempeñar a total cabalidad nuestro compromiso y

dedicación por nuestra vocación escogida.


Las ciencias psicológicas nos recuerdan que el equilibrio de la persona humana sólo se

encuentra por medio del diálogo, basado en una relación de comprensión y amor; el diálogo

es una fuerza de espíritu, una voluntad de cortesía, de simpatía y estimación de parte de

quien inicia el diálogo y nos obliga a salir de nosotros mismos. Un claro ejemplo del poder

del diálogo nos lo demuestra Cristo cuando sin escribir una sola palabra nos dejó su

mensaje y fundó una doctrina, usando la palabra como medio de comunicación y diálogo

con sus discípulos. Es por ello que como futura administradora de empresas considero un

pilar fundamental para mi vida ya sea personal o laboral tener la capacidad de desarrollar

espacios donde pueda interactuar con los demás sin ofenderlos, sin discutir y sobre todo sin

afectar su integridad a la hora de comunicarles decisiones, o ponerles trabajos que deban

desarrollar bajo mi estricta supervisión.

Mencionare el siguiente conflicto que se presenta en muchísimas empresa la

impuntualidad, ¿Qué hacemos con ese trabajador que llega cinco o diez minutos tarde de

forma sistemática? La aceptación no es una opción, porque de este modo sólo

provocaremos que el resto de compañeros, ante la impunidad de esta falta, imite su

comportamiento convirtiendo un caso aislado en un auténtico problema laboral. Esta

problemática puede solventarse a través de la instalación de sistemas de medición en la

oficina y la implantación de una estrategia positiva, como un sistema de bonos por

puntualidad, de modo que los empleados responsables vean premiada su profesionalidad;

según mi disciplina de estudio y enfocándome en las tareas futuras con las perspectiva de

ser una gran profesional, considero que el diálogo abierto y transparente entre todas las

personas que forman parte de una empresa es la única forma de modificar las dinámicas

negativas existentes.
Como dice Jürgen Habermas “Lo que se necesita más bien es un juego de

argumentación, en el cual razones motivantes reemplacen argumentos definitivos.” La

ausencia de conversaciones prolonga los conflictos, impide poner en común distintos

puntos de vista sobre un mismo asunto e incrementa el estado de ánimo negativo. De este

modo, la conversación es la base del respeto, pues muestra una disposición de escuchar y

entender al otro, así como una voluntad de resolver los problemas. El resultado es la

transformación, el cambio que todos desean hacia un lugar mejor para trabajar.

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