Está en la página 1de 10

UNIVERSIDAD TÉCNICA ESTATAL DE QUEVEDO

FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES


CARRERA DE LICENCIATURA EN CONTABILIDAD Y AUDITORÍA

PORTADA

UNIDAD DE APRENDIZAJE:

Ética Profesional

TEMAS:

Concepto de Valores
Formación gerencial en valores
Los valores en las Organizaciones
Tipos de valores e importancia en el contexto social

INTEGRANTES:

Coba Herrera Mariana Elizabeth


Intriago Meza María Isabel
Pallo Toaquiza Blanca Piedad
Vélez Coque Stefanny Valeria
Vera Sánchez Christian Adrián

DOCENTE:
Ec. Marcos Vinicio Báez Oñate

CURSO:
Séptimo Semestre “B”

PERÍODO
2019
Quevedo – Ecuador
LOS VALORES

Los valores son una serie de principios universales por los que se rigen la mayoría de las
personas. Nos sirven de guía para saber cómo conducirnos para vivir armónicamente en
comunidad y evolucionar juntos y juntas. Estos valores no están determinados ni por la cultura
ni por la religión ni por el tiempo ni por ningún otro condicionante (Cariaga Valdez, 2014,
pág. 22).

Son innatos al ser humano, perdurables en el tiempo y trasladables a cualquier lugar del mundo.
Y sí, efectivamente, existen comportamientos y actitudes objetivamente positivas y otras
negativas. Entre los valores más importantes encontramos la ética, el respeto al prójimo, la
tolerancia, la bondad, la paz, la solidaridad, el amor, la justicia, la responsabilidad, la equidad, la
amistad, la libertad o la honestidad, entre otros (Cariaga Valdez, 2014, pág. 23).

Los valores son las creencias del individuo o del grupo acerca de lo que consideran importante
en la vida, tanto en aspectos éticos como en los que no lo son. Se adquieren a la más temprana
edad con procesos de socialización y se amplían con educación y acceso a medios. Muchas
veces son implícitos. En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un hombre
sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El valor se refiere a una excelencia o a
una perfección (Fresno Chávez, 2017, pág. 30).

Desde un punto de vista socio-educativo, los valores son considerados referentes, pautas o
abstracciones que orientan el comportamiento humano hacia la transformación social y la
realización de la persona. Se definen también como guías que dan determinada orientación a la
conducta y a la vida de cada individuo y de cada grupo social. Para Max Scheler, filósofo que
abordó el tema muy tempranamente en esta época reciente los valores son cualidades de orden
especial que descansan en sí mismos y se justifican por su contenido. El sentimiento de valor es
una capacidad que tiene el hombre para captar los valores (Fresno Chávez, 2017, pág. 31).

Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de
realizarnos como personas. Son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y
elegir unas cosas en lugar de otras, o un comportamiento en lugar de otro. También son fuente
de satisfacción y plenitud. Nos proporcionan una pauta para formular metas y propósitos,
personales o colectivos. Reflejan nuestros intereses, sentimientos y convicciones más
importantes (Jiménez, 2015, pág. 25).

Pero los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las demás
personas. Permiten regular nuestra conducta para el bienestar colectivo y una convivencia
armoniosa. Quizás por esta razón tenemos la tendencia a relacionarlos según reglas y normas de
comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y
no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor. Decidimos creer en eso y
estimarlo de manera especial. Al llegar a una organización con valores ya definidos, de manera
implícita asumimos aceptarlos y ponerlos en práctica. Es lo que los demás miembros de la
organización esperan de nosotros (Jiménez, 2015, pág. 25).

En una organización los valores son el marco del comportamiento que deben tener sus
integrantes, y dependen de la naturaleza de la organización (su razón de ser); del propósito para
el cual fue creada (sus objetivos); y de su proyección en el futuro (su visión). Para ello, deberían
inspirar las actitudes y acciones necesarias para lograr sus objetivos. Es decir, los valores
organizacionales se deben reflejar especialmente en los detalles de lo que hace diariamente la
mayoría de los integrantes de la organización, más que en sus enunciados generales. Si esto no
ocurre, la organización debe revisar la manera de trabajar sus valores (Jiménez, 2015, pág. 26).

FORMACIÓN GERENCIAL EN VALORES

La construcción interdisciplinaria del proceso de formación gerencial tiene como primer


requisito el comprender que ella se realiza compartida/disputada. Esto depende, por supuesto, de
la participación en los contextos interactivos, los cuales evidencian la existencia de un vínculo
directo que une al gerente con lo real, un vínculo de pertenencia fundamental, natural, de
responsabilidad social y ética: la relación gerente-contexto profesional-medio ambiente.
Consideramos fundamental acentuar en este capítulo las diferencias entre los conceptos de
capacitación y formación, para profundizar en este último y sustentar por qué se diseñarán
programas de formación gerencial y no de capacitación. La argumentación principal es que las
necesidades organizacionales han ido cambiando a través del tiempo debido a factores como la
globalización, lo cual exige un directivo con competencias personales específicas para afrontar
los nuevos retos que le impone el contexto profesional y el medio ambiente. Ante estas
condiciones, los seres humanos se convierten en protagonistas de la productividad. En la
actualidad esto depende no sólo de las capacidades que se tengan para desarrollar una labor
sino, en gran medida, de los comportamientos y actitudes que se experimenten. Todo esto
contribuye a la existencia de un clima laboral favorable o desfavorable para la competitividad
(Cordova Rodríguez, 2014, pág. 29).

La formación tiene un factor que lo hace diferente a otros elementos (como por ejemplo el
económico) y es que con la formación gana tanto la empresa como la persona: la persona se
desarrolla profesionalmente y la organización tiene personas más estructuradas y por tanto más
eficientes y eficaces (Santana Elizalde & Portillo Arvizu, 2017, pág. 34).

Los valores pueden ser realizados, descubiertos e incorporados por el ser humano. Justamente
en esta triple posibilidad reside su importancia pedagógica, por ello se puede hablar de la
educación como realización de valores y de una pedagogía de los valores (Rodríguez Estrada,
2010, pág. 46).

LOS VALORES EN LAS ORGANIZACIONES

Los valores son una guía para nuestro comportamiento. Forman parte de nuestra identidad como
personas y nos orientan sobre cómo actuar en los distintos ámbitos de nuestras vidas. Aunque
los valores comienzan a formarse desde una edad temprana, son personales y cada quien les da
un sentido propio; la puesta en práctica de los valores es una decisión personal. Cada uno de
nosotros determina cómo actuar frente a las distintas situaciones de su vida.

Al formar parte de una organización con valores ya definidos, como personas decidimos
suscribirlos y ponerlos en práctica. Así, asumir los valores de una organización en la que nos
interesa estar es una responsabilidad individual. Sin embargo, las organizaciones cada vez son
más conscientes de la importancia de decidir y promover sus valores y del impacto que esto
genera en los ámbitos social e interno.

Los valores organizacionales no sólo influyen en situaciones de clima laboral, sino que también
son definitivos en ámbitos tan variados como las estrategias de competitividad, creación de
servicios para nuestros clientes, relaciones de trabajo, procesos de innovación o decisiones de
inversión. El desafío de nuestras organizaciones es comprender que cuando nos referimos a
valores, tiene mucha más importancia la manera como actuamos que lo que pensamos y
decimos. Pero para que los valores tengan sentido en los equipos humanos, es indispensable que
sus miembros compartan el significado explícito de los valores propuestos.

Los valores en las organizaciones necesitan tener un sentido práctico para no convertirse en
buenas intenciones publicadas en un cuadro, sino que contengan una clara utilidad práctica para
todos los integrantes.

Para esto, todos los miembros deben conocerlos, deben acordar con sus significados,
comprender los comportamientos que implican y acordar ponerlos en práctica.

En las organizaciones existe la tendencia a dar por sentado que todos sus integrantes conocen el
significado de un valor, pero su definición no es suficiente para que todos los miembros
respondamos de la misma manera frente a situaciones con características particulares.

Son principalmente los líderes de todos los niveles los responsables de conocer, preservar y
actuar los valores de la organización, y deben estar conscientes de que todo lo que hacen o dejan
de hacer comunica valores organizacionales al resto del equipo. Que los líderes promuevan
valores requiere de mucho coraje y esfuerzo de parte de éstos y una fuerte decisión nacida de
entender cuáles son los beneficios personales y organizacionales (Fresno Chávez, 2017, pág.
50).

TIPOS DE VALORES E IMPORTANCIA EN EL CONTEXTO SOCIAL

Tipos de valores

Podemos hablar de valores universales, porque desde que el ser humano vive en comunidad ha
necesitado establecer principios que orienten su comportamiento en su relación con los demás.

En este sentido, se consideran valores universales, la honestidad, la responsabilidad, la verdad,


la solidaridad, la cooperación, la tolerancia, el respeto y la paz, entre otros.

Sin embargo, puede resultar útil para facilitar su comprensión, clasificar los valores de acuerdo
con los siguientes criterios:

• Valores personales:

Son aquellos que consideramos principios indispensables sobre los cuales construimos nuestra
vida y nos guían para relacionarnos con otras personas. Por lo general son una mezcla de
valores familiares y valores socio-culturales, juntos a los que agregamos como individuos según
nuestras vivencias.

• Valores familiares:

Se refieren a lo que en familia se valora y establece como bien o mal. Se derivan de las
creencias fundamentales de los padres, con las cuales educan a sus hijos. Son principios y
orientaciones básicas de nuestro comportamiento inicial en sociedad. Se transmiten a través de
todos los comportamientos con los que actuamos en familia, desde los más sencillos hasta los
más “solemnes”.

• Valores socio-culturales:

Son los que imperan en la sociedad en la que vivimos. Han cambiado a lo largo de la historia y
pueden coincidir o no con los valores familiares o los personales. Se trata de una mezcla
compleja de distintos tipos de valoraciones, que en muchos casos parecen contrapuestas o
plantean dilemas.

Por ejemplo, si socialmente no se fomenta el valor del trabajo como medio de realización
personal, indirectamente la sociedad termina fomentando “anti-valores” como la deshonestidad,
la irresponsabilidad o el delito.
Otro ejemplo de los dilemas que pueden plantear los valores socio-culturales ocurre cuando se
promueve que “el fin justifica los medios”. Con este pretexto, los terroristas y los gobernantes
arbitrarios justifican la violencia, la intolerancia y la mentira, alegando que su objetivo final es
la paz.

• Valores materiales:

Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen que ver con nuestras necesidades básicas como
seres humanos, como alimentarnos o vestirnos para protegernos de la intemperie. Son
importantes en la medida que son necesarios. Son parte del complejo tejido que se forma de la
relación entre valores personales, familiares y socio-culturales. Cuando se exageran, los valores
materiales entran en contradicción con los espirituales.

• Valores espirituales:

Se refieren a la importancia que le damos a los aspectos no-materiales de nuestras vidas. Son
parte de nuestras necesidades humanas y nos permiten sentirnos realizados. Le agregan sentido
y fundamento a nuestras vidas, como ocurre con las creencias religiosas.

• Valores morales:

Son las actitudes y conductas que una determinada sociedad considera indispensables para la
convivencia, el orden y el bien general (Wetto, 2016, págs. 13,14,15).

Importancia de los valores en el contexto social

Los valores son importantes porque ayudan a las personas a decidir qué es importante en la
vida. Por otra parte, son esenciales para vivir en sociedad. Valores universales considerados
positivos como la solidaridad o tolerancia permiten que las personas se respeten y convivan a
pesar de sus diferencias.

Basados en esto, los valores son útiles para:

- Jerarquizar lo que realmente es importante.

-Decidir la conducta más adecuada entre múltiples opciones.

-Actuar en concordancia a nuestras ideas y principios.

-Vivir en sociedad.

-Tener ideas compartidas sobre lo que es importante (Wetto, 2016, págs. 19-20).
El mundo actual enfrenta problemas socioculturales que desencadenan situaciones de
corrupción, pobreza, desempleo y violencia. El papel de los gobernantes se ha centrado en
buscar desarrollo económico utilizando diferentes estrategias, pero en muchos casos sin
centrarse en valores ni en principios éticos. Al respecto, se sugiere que existen tres conjuntos de
valores fundamentales en los cuales debe enfocarse la atención para promover un buen
desarrollo y combatir la pobreza:

1. El respeto por toda forma de vida y por la dignidad humana.

2. La ordenación: los esfuerzos deben estar encaminados a proteger el medio ambiente y a dar
buen uso a los recursos.

3. La compasión y la solidaridad, base para que los esfuerzos tiendan a promover la justicia y el
desarrollo económico-social nacional e internacional.

Aunque las personas comparten algunos valores, la jerarquía que les asignan no es la misma, lo
que no es extraño debido a que todos los seres humanos no son iguales. Algunos dan mayor
prelación al respeto como valor fundamental que rige todas las acciones y relaciones. Otros, en
cambio, dan mayor importancia a la honestidad, centrada en la transparencia del ser, consigo
mismo y con los demás. Es necesario respetar y entender la diversidad, a la vez que reconocer la
importancia que tiene para las sociedades llegar a unos acuerdos mínimos sobre cuáles son los
valores que los rigen y la jerarquía de ellos. También es claro tener en cuenta que no existen
sociedades, organizaciones o individuos carentes de valores, lo que ocurre es que la jerarquía
que les damos quizá no sea la más adecuada o que haya varias jerarquías en discordia. En
general, hay un acuerdo en que lo más alto en la escala axiológica son los valores éticos.

En las empresas, los valores éticos son imprescindibles para su supervivencia a mediano y largo
plazos: Hoy la mayoría de las personas están de acuerdo en que a menos que las compañías
demuestren continuamente su compromiso, no sólo en la obtención de utilidades sino también
con los valores empresariales, como la honradez, la integridad, la equidad y la cooperación, se
verán en grandes dificultades. Esto se cumple en el interior y en el exterior de la empresa, pues
un comportamiento basado en valores desemboca en la obtención de confianza, uno de los
principales activos intangibles de toda organización. Si hay confianza, las relaciones con los
grupos de interés funcionarán de manera expedita con bajos costos de transacción y con lazos
tan fuertes que garantizarán no solo la supervivencia de la empresa, sino también su desarrollo y
consolidación. Recordemos que, en últimas, las empresas se han creado para generar felicidad a
las personas a través de un producto, un servicio o de ambos.

Esto es cierto no solo para los consumidores al beneficiarse del producto adquirido, sino
también para los otros grupos de interés: los empleados, al tener un salario y un espacio laboral
de convivencia; los accionistas, al tener utilidades y un proyecto que cuidar; los proveedores, al
tener un cliente que les compra sus productos; la competencia, al tener un par con el que emular;
el gobierno, al tener quien pague los impuestos y contribuya con la economía; el sistema
educativo, al tener quien absorba la fuerza laboral que ha preparado; la sociedad, al tener quien
brinde empleo y retribuya el privilegio que le da a la empresa de funcionar y generar utilidades.

Se debe tener en cuenta que en una organización las personas dan vida a los valores ya que ni
los estados de pérdidas y ganancias ni los balances generales determinan si una organización
pagará lo que debe o cumplirá sus compromisos con los demás; lo que determina esto es el
carácter de las personas que la integran (Rodríguez Córdova, 2014, págs. 79,80).
GLOSARIO DE TÉRMINOS

Abstracciones. – es una acción que no se puede palpar, una cierta cualidad de algo con
intención de entregarse a reflexión sobre la misma.

Contexto profesional. - Describe, con carácter orientador, los medios de producción, productos
y resultados del trabajo, información utilizada o generada y cuantos elementos de análoga
naturaleza se consideren necesarios para enmarcar la realización profesional.

Histórico-cultural. – Trata de que está concedida al medio humano (la historia y la cultura) en
la que se desarrolla los valores de una persona, así como por el decisivo papel que se otorga a la
actividad social real y con sentido, el enfoque histórico-cultural constituye un sólido referente.

Jerarquizar. - La palabra jerarquizar es usada en nuestro idioma para referir a la acción a


partir de la cual ordenamos, organizamos cosas, siguiendo un determinado criterio y yendo de lo
más a lo menos trascendente. Esta jerarquización, tal como se llama al proceso de ordenar de la
manera indicada dejará organizada las cosas en cuestión, por grados o clases.

Valores organizacionales. - es un elemento clave por los que se rigen las personas que
colaboran y los empleados que trabajan junto para poder obtener el mismo objetivo puede ser
para una empresa, compañía o una institución donde los valores organizacionales sean efectivos
y así los miembros del grupo deben ejercerlos por las convicciones propias y no por
establecimientos donde cada persona tiene que estar seguro de que actúa bajo las normas de
conducta que le puede favorecer tanto a él como al resto del grupo.
BIBLIOGRAFÍA

Cariaga Valdez, L. (2014). VALORES, UN CAMBIO PARA LA SOCIEDAD. La Paz:


Los Geranios.

Cordova Rodríguez, T. (2014). Los valores y comportamiento humano. México: Digital


UNID Editorial.

Fresno Chávez, C. (2017). La formación de valores: reto del siglo XXI. La Habana:
Editorial Universitaria.

Jimenez, J. C. (2013). Los valores. México: Mc Graw-Hill.

Jiménez, J. C. (2015). Los valores éticos. Bogotá: Editorial Pearson.

Rodríguez Córdova, M. D. (2014). FORMACIÓN GERENCIAL EN VALORES


PRÁCTIOS: Conceptos y prácticas. Colombia: Dirunibiblio.

Rodríguez Estrada, M. (2010). Los valores, clave de excelencia. México: Mc Graw-Hill.

Santana Elizalde, P., & Portillo Arvizu, A. D. (2017). Concepción pedagógica para la
educación en valores morales . La Habana: Editorial Universitaria del Ministerio
de Educación Superior de la República de Cuba.

Wetto, M. (2016). Importancia de los valores. Buenos Aires: Editorial Grupo Patria.

También podría gustarte