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sumario contraloria en ine, absolucion inculpados

NÚMERO DICTAMEN FECHA DOCUMENTO


012751N05 14-03-2005
NUEVO: REACTIVADO:
NO SI
RECONSIDERADO
RECONSIDERADO: PARCIAL:
NO NO
ACLARADO: ALTERADO:
NO NO
APLICADO: CONFIRMADO:
SI NO
COMPLEMENTADO: CARÁCTER:
NO NNN

DICTAMENES RELACIONADOS

aplica dictamenes 7744/2000, 43507/2000


Acción Dictamen Año
Aplica 007744 2000
Aplica 043507 2000

FUENTES LEGALES

ley 18834 art/134 res 28/98 contr pol art/87 pol art/88 ley 10336 art/1 ley 10336 art/6
ley 10336 art/9 ley 18834 art/116 inc/2 pol art/6 inc/fin pol art/7 inc/fin ley 18575 art/2
pol art/19 num/2 dl 3464/80 ley 10336 art/133 pol art/38 inc/2 ley 18575 art/3 inc/2 ley
18575 art/4 ley 18575 art/15 ley 18575 art/18 ley 18575 art/61 ley 18834 art/114 ley
18575 art/52 ley 18575 art/53 ley 18575 art/62 num/8 ley 18834 art/141 res 520/96
contr art/1 num/11 inc/1 res 470/2003 contr num/2 ley 10336 art/10 dfl 1/19653/2000
sepre ley 10336 art/5

MATERIA
devuelve resolucion del instituto nacional de estadisticas que sobresee a funcionarios al
termino de sumario administrativo instruido por esta contraloria, eximiendolos de las
sanciones propuestas aplicar por el contralor general. ello, porque aunque la ley ha
radicado la potestad disciplinaria en la administracion activa, tal atribucion debe ejercerse
con pleno sometimiento al ordenamiento juridico, conforme lo indican los articulos 6 y 7 de
la carta fundamental y 2 de la ley 18575. ademas, este organismo de control, acorde
articulos 87 y 88 de la constitucion y 1, 5, 6 y 9 de la ley 10336, esta facultado para
pronunciarse sobre las infracciones de ley que detecte en el correspondiente documento
sancionatorio o absolutorio, resguardando que se cumpla lo previsto en el art/19 num/2 de
la carta politica y en el art/116 inc/2 de la ley 18834, por el cual las medidas disciplinarias
deben aplicarse considerando la gravedad de la falta cometida y las circunstancias
agravantes o atenuantes que arroje el merito del proceso. en sumarios instruidos por
contraloria, conforme a los articulos 133 y siguientes de la citada ley 10336, la
administracion activa no esta obligada a aplicar las sanciones que como consecuencia de
tales procesos le sean propuestas, pero ello no puede significar infraccion al ordenamiento
juridico. ademas, segun los articulos 6 inciso final, 7 inciso final y 38 inc/2 de la
constitucion, en relacion con los articulos 3 inc/2, 4, 15, 18 y 61 y siguientes de la referida
ley 18575; y 114 de la ley 18834, acreditada una infraccion a los deberes y obligaciones
en el sumario, se configura la responsabilidad administrativa que debe ser sancionada, esto
es, la discrecionalidad de que goza la autoridad en la que se radica la potestad disciplinaria,
no consiste en que pueda libremente determinar si se aplica una medida disciplinaria o
absuelve, no obstante estar fehacientemente acreditada la falta, sino que ello se relaciona
con la medida especifica a aplicar o la decision a adoptar, pero siempre atendiendo al
merito del proceso y a las atenuantes y agravantes que concurran. entonces, la autoridad
administrativa no puede amparar o encubrir al funcionario infractor y si lo hace, incurre en
una grave omision y en una inadecuada utilizacion de sus facultades, lo que vulnera el
principio de probidad al que se refieren los articulos 52 en relacion con el art/53 y 62
num/8, todos de la citada ley 18575. en este caso, el instituto nacional de estadisticas no
se ha limitado a considerar circunstancias atenuantes de las conductas de los inculpados,
sino que incluso cuestiona la formulacion misma de cargos y el merito probatorio de los
antecedentes del sumario, lo que es claramente inaceptable tratandose de un proceso
administrativo plenamente terminado. acorde al inc/1 del num/11 del art/1 de la res
520/96, introducido por el num/2 de la res 470/2003, ambas de contraloria, los
sobreseimientos, absoluciones y aplicacion de medidas disciplinarias, en investigaciones
sumarias y sumarios administrativos instruidos u ordenados instruir por este ente
fiscalizador, estan afectos a toma de razon, de modo que deben contenerse en una
resolucion afecta a dicho tramite y no en un acto administrativo exento

DOCUMENTO COMPLETO

N° 12.751 Fecha: 14-III-2005

Esta Contraloría General no ha tomado razón de Resolución N° 1.358, de


2004, del Instituto Nacional de Estadísticas, que dispone el sobreseimiento
de los funcionarios que indica, al término de un sumario administrativo
instruido por este Organismo de Control, eximiéndolos de las sanciones
que en su oportunidad propusiera aplicar el señor Contralor General
mediante Resolución N° 1.749, de 7 de octubre de 2004, por no ajustarse a
derecho.
derecho.

En efecto, cabe señalar, en primer término, que la citada resolución


sobresee de responsabilidad administrativa tanto a don XX, Jefe del
Departamento de Recursos Humanos y a doña YY, ex Jefa del
Departamento de Recursos Financieros, respecto de quienes se propuso la
aplicación de la medida disciplinaria de multa del 5% de su remuneración
mensual, como a doña ZZ, ex Jefa del Departamento de Auditoría Interna,
para quien se propuso la aplicación de una censura.
Ahora bien, en relación con la materia, es del caso consignar que, si bien el
legislador ha radicado la potestad disciplinaria en la Administración Activa,
confiriéndole a la autoridad la facultad de determinar la absolución o la
aplicación de alguna medida disciplinaria respecto del personal de su
dependencia, conforme a lo preceptuado -entre otros- en los artículos 134
de Ley N° 18.834 y 28 de la Resolución N° 236, de 1998, de esta Entidad
Fiscalizadora -Reglamento de Sumarios instruidos por la Contraloría
General de la República-, el ejercicio de tal atribución debe ser ejercida
con pleno sometimiento al ordenamiento jurídico.
Luego, la circunstancia de que el legislador no le haya entregado a este
Organismo de Control potestad disciplinaria, no es óbice para que, en el
ejercicio de las facultades de control de legalidad que le confieren los
artículos 87 y 88 de la Constitución Política de la República y 1°, 5°, 6° y
9° de su ley Orgánica Constitucional, N° 10.336, pueda pronunciarse sobre
las infracciones de ley que detecte en el correspondiente documento
sancionatorio o absolutorio.

En este sentido, esta Entidad Fiscalizadora debe resguardar que, en este


caso, la Administración dé cumplimiento a lo previsto en el artículo 116,
inciso segundo, de Ley N° 18.834, conforme al cual, las medidas
disciplinarias que enuncia, deberán ser aplicadas tomando en cuenta la
gravedad de la falta cometida y las circunstancias agravantes o atenuantes
que arroje el mérito del proceso.

Del mismo modo, esta Entidad de Control debe velar porque las decisiones
de la Administración se ciñan al principio de juridicidad previsto en los
artículos 6° y 7° de la Carta Fundamental y 2° de Ley N° 18.575, Orgánica
Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado, vale
decir, que se ajusten al ordenamiento jurídico en toda su integridad, como
también que se resguarde la garantía constitucional consagrada en el
artículo 19, N° 2, de la Ley Suprema. De consiguiente, le corresponde
fiscalizar que la potestad disciplinaria sea ejercida en la forma que señala la
legislación y sin arbitrariedad, lo que implica que la decisión adoptada sea
justa, desprovista de discriminación y proporcional a la falta y al mérito del
proceso. (Aplica criterio contenido en el Dictamen N° 7.744, de 2000).
En este orden de consideraciones, es del caso manifestar que, tratándose
de sumarios incoados por la Contraloría General en ejercicio de las
atribuciones que le confieren los artículos 133 y siguientes de Ley N°
10.336, si bien la Administración Activa no se encuentra en el imperativo
de aplicar en definitiva las medidas disciplinarias que como consecuencia de
de aplicar en definitiva las medidas disciplinarias que como consecuencia de
dichos procesos le sean propuestas, ello no puede implicar infracción a la
legislación vigente ni a los principios antes citados, toda vez que las
resoluciones que dicte la autoridad administrativa en tales circunstancias,
sean sancionatorias o absolutorias, se encuentran sometidas al control de
juridicidad de esta Entidad y, por consiguiente, pueden ser representadas si
contravienen el ordenamiento jurídico.

Lo contrario significaría vulnerar lo establecido en los artículos 6°, inciso


final; 7°, inciso final, y 38, inciso segundo, de la Carta Fundamental, en
relación con los artículos 3°, inciso segundo; 4°; 15; 18 y 61 y siguientes de
la referida Ley N° 18.575, que consagran el principio de responsabilidad en
la Administración del Estado, en cuya virtud los servidores públicos se
hallan sujetos a responsabilidad administrativa, sin perjuicio de la
responsabilidad civil y penal que les pudiere afectar, siendo un deber de la
autoridad velar porque la misma se haga efectiva mediante un racional y
justo procedimiento.
En torno a esta materia, el artículo 114 de la antedicha Ley N° 18.834,
previene, en su inciso primero, que el empleado que infringiere sus
obligaciones y deberes funcionarios podrá ser objeto de anotaciones de
demérito en su hoja de vida o de medidas disciplinarias. En tanto, el inciso
segundo de la precitada disposición establece que los funcionarios
incurrirán en responsabilidad administrativa, cuando la infracción a sus
deberes y obligaciones fuere susceptible de la aplicación de una medida
disciplinaria, la que deberá ser acreditada mediante investigación sumaria o
sumario administrativo.

Como se advierte claramente de tales preceptos, acreditada una infracción


a los deberes y obligaciones en el proceso sumarial respectivo, se configura
la responsabilidad administrativa, la que debe dar lugar a la aplicación de
una medida disciplinaria. Es decir, la discrecionalidad de que goza la
autoridad en quien se radica la potestad disciplinaria, no consiste en que
pueda libremente determinar si aplica una sanción o absuelve, no obstante,
estar fehacientemente acreditada la falta, sino que ello dice relación con la
medida específica a aplicar o la decisión a adoptar, pero siempre
atendiendo al mérito del proceso y a las circunstancias atenuantes y
agravantes que puedan concurrir.

Así, entonces, cuando la autoridad administrativa llamada a ejercer la


potestad disciplinaria, no lo hace debiendo hacerlo, no sólo está amparando
o encubriendo al funcionario infractor, sino que está incurriendo en una
grave omisión y en una inadecuada utilización de sus facultades, lo que
claramente implica una inobservancia del principio de probidad, pues éste
consiste en observar una conducta funcionaria intachable y un desempeño
honesto y leal de la función o cargo, con preeminencia del interés general
sobre el particular, según lo establecido en el artículo 52 de la aludida Ley
N° 18.575, interés general que se manifiesta en el recto y correcto
ejercicio del poder público por parte de las autoridades administrativas, en
lo razonable e imparcial de sus decisiones y en la rectitud de ejecución de
las normas, entre otros factores, como por lo demás, lo dispone el artículo
las normas, entre otros factores, como por lo demás, lo dispone el artículo
53 del mismo cuerpo legal.

Confirma lo anterior, lo señalado en el artículo 62, N° 8, de la indicada Ley


N° 18.575, en cuanto establece que infringe especialmente el principio de
probidad administrativa, entre otras conductas, contravenir el deber de
legalidad que rige el desempeño de los cargos públicos, legalidad que está
conformada por la diversidad de preceptos que se han reseñado en los
párrafos que anteceden y que imponen a la autoridad depositaria de las
facultades disciplinarias, el deber de ejercerlas efectivamente.

Es necesario precisar, en este mismo orden de ideas, que el ejercicio de


potestades discrecionales como la analizada, tiene que ser suficientemente
motivado y fundamentado, a fin de asegurar que las actuaciones de la
Administración sean concordantes con el objetivo considerado por la
normativa pertinente al otorgarlas, debiendo estar desprovistas de toda
arbitrariedad, de manera que no signifiquen, en definitiva, una desviación
de poder.
De este modo, el ejercicio de la potestad disciplinaria en ningún caso
puede efectuarse de manera caprichosa; antes bien, la decisión que en
último término adopte la autoridad administrativa en quien aquella está
radicada, debe ser proporcional al mérito del proceso sumarial,
debidamente fundada y así establecerse explícitamente en el respectivo
acto administrativo.

En armonía con lo antes expuesto, la jurisprudencia administrativa ha


precisado que, propuesta por la Contraloría General una medida
disciplinaria determinada, la autoridad titular de la potestad sancionadora
puede considerar la concurrencia de circunstancias atenuantes u otros
antecedentes del proceso sumarial y analizarlos racional y objetivamente
en el marco de la legalidad aplicable, pudiendo llegar a una conclusión
diversa -aunque no desproporcionada-, que puede traducirse incluso en la
absolución o sobreseimiento del inculpado, pero siempre de acuerdo con el
mérito de los antecedentes y por razones fundadas y jamás por una mera
apreciación subjetiva.
Así, entonces, aun cuando la autoridad administrativa no se encuentra
obligada a acatar en forma irrestricta lo propuesto por este Organismo
Fiscalizador, lo que en definitiva resuelva no puede implicar el
desconocimiento de los hechos investigados y acreditados por esta Entidad
Contralora, eximiendo de la responsabilidad administrativa determinada en
el respectivo sumario, a los funcionarios infractores de sus deberes
estatutarios, sin fundamentos objetivos y de manera desproporcionada al
mérito del proceso. (Aplica criterio contenido en el Dictamen N° 43.507,
de 2000).

Establecido todo lo anterior, cabe manifestar que, en la especie, el Director


Nacional Subrogante del Instituto Nacional de Estadísticas, fundamenta su
decisión en argumentos similares a los que utilizaron los inculpados en su
defensa durante el curso del proceso, los que fueron debidamente
defensa durante el curso del proceso, los que fueron debidamente
analizados, ponderados y desestimados tanto en la vista fiscal como en la
resolución del señor Contralor que le puso término a dicho procedimiento
y propuso la aplicación de medidas disciplinarias.

En efecto, en el considerando c) de la citada resolución se indica, en


relación a don XX que, "las conductas que se le imputan, no configuran
infracción administrativa"; en el inciso final del considerando d) se
manifiesta, respecto a doña YY, que "no se ha configurado el tipo señalado
en la formulación de cargos"; y en el considerando e) se señala, en lo que
atañe a doña ZZ, que "en la especie no concurren las conductas
constitutivas de faltas administrativas en virtud de las cuales se propone la
sanción".
Ahora bien, como puede advertirse, la argumentación del Instituto
Nacional de Estadísticas no se limita a considerar circunstancias atenuantes
de las conductas de los inculpados sino que llega, incluso, a cuestionar la
formulación misma de cargos y el mérito probatorio de los antecedentes
del sumario, lo que resulta claramente inaceptable tratándose de un
proceso administrativo que se encuentra completamente terminado.
En consecuencia, y atendiendo a las consideraciones precedentes, esta
Contraloría General estima que no procede cursar la Resolución N° 1.358,
de 2004, del Instituto Nacional de Estadísticas, que afina el sumario
administrativo que instruyera esta Entidad Fiscalizadora en ese Servicio,
toda vez que las atribuciones de su Director Nacional en esta materia se
limitan a la posibilidad de rebajar las medidas disciplinarias propuestas por
el señor Contralor General, no pudiendo pronunciarse sobre la existencia
de hechos que se encuentran debidamente acreditados en el proceso.
En otro orden de consideraciones, en cuanto dice relación con lo señalado
por el Director Nacional Subrogante del Instituto Nacional de Estadísticas,
en orden a que doña YY se desvinculó del Servicio antes de que se iniciara
el proceso administrativo -12 de noviembre de 2002-, y, en consecuencia,
no le resultaría aplicable lo dispuesto en el inciso final de artículo 141 de
Ley N° 18.834, cumple con señalar que, según consta en los registros de
esta Entidad Fiscalizadora, efectivamente, mediante Resolución N° 74, de
2002 del referido Instituto, tomada razón con fecha 2 de agosto del mismo
año, se aceptó la renuncia voluntaria de dicha empleada, al cargo de Jefe
de Sección grado 10° E.U.S., de la Dirección Nacional, del cual era titular, a
contar del 15 de julio de 2002. Por tanto, su responsabilidad en los hechos
indagados se encontraba extinguida al momento de iniciarse el proceso
disciplinario de que se trata, de manera que el sobreseimiento dispuesto en
relación con la señora YY, se encuentra ajustado a derecho.
Finalmente, cabe advertir que, de acuerdo a lo dispuesto en el inciso
primero del N° 11 del artículo 1° de la Resolución N° 520, de 1996,
introducido por el N° 2 de la Resolución N° 470, de 2003, ambas de este
Organismo de Control, los sobreseimientos, absoluciones y aplicación de
medidas disciplinarias, en investigaciones sumarias y sumarios
administrativos instruidos u ordenados instruir por la Contraloría General,
administrativos instruidos u ordenados instruir por la Contraloría General,
estarán afectos al trámite de la toma de razón, de modo que deben
contenerse en una resolución afecta a dicho trámite, y no en un acto
administrativo exento, como ocurre en la especie.

En consecuencia, esta Contraloría General devuelve, sin tramitar, el


documento aludido, por no ajustarse a derecho, a objeto de que el Instituto
Nacional de Estadísticas proceda a subsanar las observaciones formuladas
en el presente oficio.

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