Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
DANESI, M. (2007). The quest for meaning. A guide to semiotic theory and practice.
Toronto, University of Toronto Press.
La ropa
La ropa se usa en todo el mundo no solo para protección y por pudor, sino también con
el propósito de construir mensajes socialmente significativos. Además, algunas
personas usan ropa para hacer declaraciones socialmente relevantes de orden
ideológico, político y de otro tipo. La ropa, entonces, constituye un sistema de signos no
verbales y, por lo tanto, resulta relevante para una investigación semiótica, en el sentido
en que revela cómo opera la connotación en uno dominio específico de la cultura
material.
¿Qué significa la ropa (= la primera pregunta de investigación semiótica)? Como con
cualquier otro objeto o artefacto, interpretamos la ropa como signos; ellos representan
asuntos como la personalidad, el estatus social y el carácter general del usuario. En
efecto, la ropa significa una gran variedad de cosas, dependiendo del contexto y de la
función social. Como tal, la ropa pertenece a varios códigos de vestimenta que se unen
socialmente para proporcionar información sobre cómo vestir en ocasiones específicas.
En la semiosfera, la ropa es más que solo una cobertura corporal para protección. Es un
sistema de señalización que está interconectado con los otros códigos sociales propios
de una sociedad a través de la cual variables como las actitudes, el género, la edad, el
estatus de clase y las creencias políticas pueden ser codificadas. Es por eso que los
uniformes se necesitan en grupos especiales como equipos deportivos, organizaciones
militares e instituciones religiosas. Estos grupos codifican tipos específicos de
significados de maneras socialmente significativas. Es interesante que los códigos de
vestimenta, como otros tipos de códigos, pueden ser usados para mentir acerca de uno
mismo: los estafadores y los delincuentes pueden vestir trajes de tres piezas para
parecer dignos de confianza; un ladrón puede vestirse como un oficial de policía para
ganar la confianza de su víctima, y así sucesivamente. Para evitar que la gente haga uso
de este tipo de engaños por medio del vestido, algunas sociedades han promulgado
leyes que prohíben la indumentaria engañosa, definiendo estrictamente quién puede
vestirse de ciertas maneras. En la antigua Roma, por ejemplo, solo a los aristócratas se
le permitía usar ropa de color púrpura (de ahí la expresión porfirogéneta, ‘nacido en la
púrpura'); y en muchas culturas de orientación religiosa, se aplican regularmente
diferentes códigos de vestimenta para hombres y para mujeres.
Para tener una idea real acerca de cómo los tipos específicos de ropa significan lo que
significan (= la segunda pregunta de la investigación semiótica), es esencial examinar
la conexión entre la ropa y el cuerpo en un contexto cultural específico. En todo el
mundo, las personas no perciben los cuerpos simplemente como estructuras biológicas;
los perciben también como conectados a la individualidad, y también los interpretan de
maneras culturalmente específicas. El cuerpo humano ha sido sujeto de diversas
interpretaciones a través de la historia y a través de las culturas. En la antigua Grecia,
por ejemplo, el cuerpo fue glorificado como fuente de placer; en la Roma imperial, en
contraste, fue visto como una fuente de corrupción moral. La iglesia cristiana ha jugado
con la dualidad del cuerpo como templo y como enemigo del espíritu.
Debido a que la ropa se usa en los cuerpos, se percibe como una extensión de las
estructuras y de las formas corporales con sus significados acompañantes. Cuando una
joven zulú está comprometida, se espera que ella haga un collar de cuentas que se
asemeja a una gargantilla ajustada con un panel plano adjunto, que luego le da a su
prometido. Dependiendo de la combinación de colores y el patrón de cuentas, el collar
transmitirá un tipo específico de mensaje romántico. Por ejemplo, una combinación de
cuentas rosas y blancas en cierto patrón transmitirían el mensaje ‘Tú eres son pobre,
pero te quiero igual”.
El ser humano es el único animal que, por decirlo de laguna manera, no se “desnuda”
sin repercusiones sociales (a menos, por supuesto, que el entorno social sea del de un
campo nudista). La desnudez es la contraparte opuesta a la ropa. En otras palabras, la
ropa y la desnudez constituyen un sistema único de significado. Actos de "quitarse la
ropa", como el striptease, resultan atractivos posiblemente debido a esta oposición
inconsciente. En un entorno con audiencia, estos tienen, ante todo, una cualidad propia
de una ritualidad pagana, basada en representaciones que imitan actividades y
emociones sexuales. Como los psicoanalistas han sugerido, la ropa sobre el cuerpo ha
estimulado, paradójicamente, la curiosidad y el deseo por el cuerpo. En una palabra, lo
que hace que la desnudez sea atractiva en tales situaciones es, precisamente, la ausencia
de ropa. Esta es también la razón por la que se percibe que ciertos tipos de ropa, como
los zapatos, tienen una significación sexual. Aluden a partes del cuerpo que se han
vuelto deseables.
El cuerpo desnudo es, en sí mismo, un signo. Es por eso los artistas visuales siempre
han tenido una fascinación por la figura desnuda. Las estatuas de guerreros desnudos
de la Grecia antigua y de la Roma imperial, la poderosa escultura del David de Miguel
Ángel (1475–1564) y la escultura desnuda de El Pensador de Rodin (1840-1917),
sugieren la potencia del cuerpo masculino. Esta "iconografía" de la desnudez es lo que
aumenta el atractivo del hombre en nuestra sociedad. Casi nunca se percibe a un
hombre con un cuerpo "débil" como sexualmente atractivo. Al otro lado de este
paradigma semiótico, las pinturas y esculturas de figuras desnudas femeninas han
tendido a retratar el cuerpo femenino ambiguamente como (1) suave y sumiso, como
se puede ver en la famosa estatua del griego clásico la Venus de Milo, que representa a
Afrodita, la diosa griega del amor y la belleza (Venus en la mitología romana); o (2)
salvaje y poderoso (como puede ser visto en las esculturas de Diana en la mitología
griega). Es (2) el que volvió a la vanguardia en la década de 1990. Conocido como el
movimiento del "poder femenino", las representaciones de las mujeres en la cultura pop
ahora enfatizan la segunda de las dos tradiciones iconográficas, aunque (1) apenas ha
desaparecido.
La interacción entre la ropa y la desnudez como valores de oposición en los sistemas de
signos son parte de la iconografía histórica de una cultura. Esta iconografía, que es en
gran parte inconsciente, condiciona las representaciones de cuerpos en prácticamente
todas las áreas de la vida social humana, desde la publicidad y el mundo del erotismo,
hasta la vestimenta religiosa.
¿Por qué la ropa significa lo que significa (= la tercera pregunta de investigación
semiótica)? Nadie sabe exactamente por qué o cuándo la gente usó por primera vez
ropa. Las estimaciones rastrean el origen de la ropa hasta hace 100.000 años. La
investigación arqueológica sugiere que los cazadores prehistóricos pueden haber
usado pieles de osos o renos para mantenerse calientes o como señal de habilidad
personal, valentía y fuerza. Al final de la Vieja Edad de Piedra Edad - hace unos 25,000
años – los humanos habían inventado la aguja, lo que les permitió coser pieles. También
habían aprendido a hacer hilos con las partes de algunas plantas o con el pelo de
algunos animales. Además, habían aprendido a tejer tela con hilo. Al mismo tiempo, la
gente había comenzado a cultivar plantas, lo que les daba un suministro constante de
materiales para hacer hilo. También comenzaron a criar ovejas y otros animales
productores de lana.
A nivel biológico, la ropa tiene una función muy importante: mejora la supervivencia
considerablemente. Este es el nivel de denotación en una teoría semiótica: el nivel en el
que un referente está vinculado a lo biológico o a las necesidades prácticas. La ropa es,
denotativamente, una extensión hecha por el hombre de los recursos protectores del
cuerpo, y se percibe como una adición a la protección que da el cabello corporal y el
grosor de la piel. Por eso los estilos de ropa varían con la geografía y el clima. Sin
embargo, la función biológica denotativa de la ropa no es la que se percibe en la
semiosfera, donde la ropa adquiere una amplia gama de connotaciones que tienen poco
que ver con la supervivencia. Estos significados se han acumulado con el tiempo,
conduciendo a la formación de códigos de vestimenta que informan a las personas cómo
vestirse en situaciones sociales. Para alguien que no sabe nada sobre la cultura Amish,
el Mutze azul o carbón del hombre Amish es solo una chaqueta. Pero para los Amish, el
Mutze azul indica que el usuario tiene entre dieciséis y treinta y cinco años, el carbón
que él tiene más de treinta y cinco. Del mismo modo, para un extraño, el kalbak ruso
parece ser un sombrero rojo sin ala. Para un ruso rural, sin embargo, significa que el
usuario es un médico. Incluso en climas fríos, algunas personas parecen más
interesadas en decorar sus cuerpos que en protegerlos. En 1830 el biólogo británico
Charles Darwin (1809-1882) viajó a La isla de Tierra del Fuego, en el extremo sur de
América del Sur. Allí vio personas que vestían solo un poco de pintura y una pequeña
capa hecha de piel de animal, a pesar de la lluvia fría y el granizo. Darwin le dio al pueblo
ropa de tela escarlata; la tomaron y la envolvieron alrededor de sus cuellos, en lugar de
usarlo alrededor de la parte inferior del cuerpo para abrigarse. A pesar del clima frío, la
gente usaba ropa no por razones de protección, sino principalmente para decorar sus
cuerpos y hacerlos ve atractivos.
En las culturas tribales y religiosas tradicionales, los códigos de vestimenta rara vez
cambian y se hacen cumplir para preservar la continuidad y los valores culturales. Los
chamanes, por ejemplo, siempre han usado ropa especial para identificarse. Esto sigue
siendo así para todo tipo de clérigos hoy. Los grupos no religiosos se acercan a la ropa
con la misma mentalidad. Los miembros de una pandilla de motos, por ejemplo, usan
chaquetas de cuero, botas y varios artículos como nudillos de latón para transmitir
dureza e identidad grupal. En efecto, la vestimenta caracteriza la pertenencia al grupo
y las creencias. Esta es la razón por la que muchos grupos religiosos creen que está mal
preocuparse por usar ropa como moda. Creen que las personas deberían preocuparse
por otros asuntos. Los Amish, por citar solo un ejemplo, tienen este tipo de sistema de
creencias. Los hombres Amish visten ropas oscuras y sencillas, y las mujeres Amish
usan vestidos largos y lisos. Sin embargo, en algunas culturas, como la estadounidense,
las tendencias de la moda están en constante cambio, lo que refleja las tendencias
sociales y los movimientos políticos. En tales culturas, la moda es una característica
importante de la vida diaria. Tomemos el caso de las mujeres que usan pantalones en
culturas occidentales (y otras). Las mujeres jóvenes comenzaron a usar pantalones en
las décadas de 1930 y 1940, pero lo hicieron esporádicamente. Denotativa y
connotativamente, el que ‘llevaba los pantalones’ en una familia era el hombre. Con el
cambio en las estructuras de los roles sociales durante las décadas de 1950 y 1960, las
mujeres comenzaron a usar pantalones regularmente, enviando los nuevos mensajes
sociales que esto conlleva. El feminismo era simbolizado en gran parte por mujeres que
usan pantalones. En la década de 1960, la igualdad de género estaba simbolizada por la
moda unisex, simbolizada por el uso de jeans por parte de hombre y mujeres. Este
código de vestimenta dio sustancia material para el feminismo y la ideología social que
estaba construyendo. La situación inversa, por cierto, aún no ha ocurrido. Excepto en
circunstancias rituales especiales -por ejemplo, el uso de la falda escocesa- los hombres
occidentales nunca han usado faldas. Cuando sí lo hacen, generalmente se le llama un
acto de "travestismo".
Las tendencias de la moda a menudo se pueden ver en el uso de ciertos artículos de
vestido, que adquiere significados especiales. Por ejemplo, los significados de los
sombreros varían ampliamente, dependiendo no solo del clima sino también de las
costumbres. Así, un granjero ruso usa un sombrero de piel para protegerse del frío; un
vaquero sudamericano usa un sombrero gaucho de fieltro como parte de su traje
tradicional; el vaquero americano lleva un sobrero de ala ancha para protegerse del sol;
los miembros de los servicios armados de una nación usan sombrero como parte de su
uniforme; los sombreros de los mineros de carbón, de los bomberos y de los matadores
indican la ocupación del usuario; los payasos usan sombreros coloridos y ridículos para
expresar diversión y felicidad; y la lista puede seguir y seguir. Pero fuera de estos
contextos tradicionales, los sombreros han tendido a adquirir "valor de moda" a lo largo
del mundo occidental, lo que resulta en el uso de muchos tipos de inusuales sombreros.
Durante la década de 1400, las mujeres europeas usaban un sombrero alto con forma
de cono llamado un Hennin como parte de la moda. Este sombrero mide de 0.9 a 1.2
metros de altura y tenía un velo largo y flotante. El sombrero de Gainsborough se
convirtió en un artículo de moda popular para hombres y mujeres a finales de 1700s.
Tenía un ala ancha y estaba decorada con plumas y cintas. Hoy, las personas usan un
sombrero que creen que los hace ver atractivos o que los identifica como parte de algún
grupo (por ejemplo, una hermandad adolescente). Esta es la razón por la cual muchos
sombreros protectores hoy en día, como las capuchas de piel y los sombreros para la
lluvia, son a la vez atractivos y elegantes. Incluso las gorras de los oficiales de policía y
el personal militar están diseñadas para mejorar la apariencia del usuario.
Hasta el Renacimiento, la moda era en gran medida el privilegio de los ricos y
poderosos. Desde las primeras décadas del siglo XX, sin embargo, se ha convertido en
un componente intrínseco del estilo de vida de gente común en muchas partes del
mundo. La declaración de una moda se ha convertido en una declaración personal, y no
simplemente un reconocimiento de nuestro rol y nuestra importancia social.
La moda se puede definir, así, como el estilo o costumbre predominante de vestir. Como
se mencionó varias veces antes, aunque la moda generalmente se refiere al vestido, no
significa lo mismo que la ropa. La gente siempre ha usado la ropa que refleja las antiguas
costumbres de sus comunidades, y los estilos de ropa cambiaron de una manera
extraordinariamente lenta en el pasado. La moda, sin embargo, hace que los estilos
cambien rápidamente por una variedad de razones históricas, psicológicas y
sociológicas. Un estilo de ropa puede ser introducido como una moda; ese estilo se
convierte en una costumbre si se transmite de generación en generación. Una moda que
va y viene rápidamente es una moda pasajera. Para entender cómo surgen códigos de
moda, es instructivo considerar la historia del traje de negocios masculino, que todavía
se usa en oficinas en todo el mundo occidental en su línea esencial.
El subtexto subyacente al texto de la indumentaria es, por supuesto, vístete para el éxito.
¿Cómo se cristalizó este subtexto?
El punto de partida para responder esta pregunta es el siglo XVII en Inglaterra, cuando
surgió un amargo conflicto en la ideología social entre dos segmentos de la sociedad:
los "caballeros" realistas, que eran fiel al rey Carlos I, y los Puritanos, seguidores de
Oliver Cromwell (1599–1658), la figura militar, política y religiosa que llevó a los
parlamentarios a la victoria en la Guerra Civil inglesa (1642-1649). Este conflicto fue
una batalla de estilos de vida, con los dos bandos en guerra buscando obtener el control
político, religioso y cultural de la sociedad inglesa. Los Cavaliers eran aristócratas que
solo superficialmente seguían las enseñanzas de la Iglesia Anglicana. Su principal
inclinación fue hacia una vida de indulgencia (al menos como los puritanos lo
percibieron). Ellos llevaban ropa colorida, sombreros con plumas extravagantes, barba
y pelo largo y suelto. Esta imagen del Cavalier como un "espadachín" ha sido
inmortalizada por obras literarias como Los tres mosqueteros de Alexandre Dumas
(1802–70) y Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand (1868-1918). Los puritanos, por
otro lado, fruncieron el ceño ante este tipo de moda, que para ellos representaba un
"estilo de vida degenerado". Los seguidores de Cromwell, conocidos como "cabezas
redondas", se cortaron el pelo muy corto, prohibieron todos los placeres carnales y
prohibieron el uso de ropa frívola. Llevaban trajes oscuros y vestidos con camisas y
cuellos blancos. Sus ropas transmitían sobriedad, sencillez y rigidez moral. Los
Cavaliers estuvieron en el poder durante los años 1620 y 1630. Durante este período,
los puritanos escaparon de Inglaterra e inmigraron a América, trayendo consigo su
estilo de vida, sus códigos rígidos de conducta y su estilo de ropa. En 1645 los puritanos,
liderados por Cromwell, derrotaron a las fuerzas realistas y ejecutaron al rey. Después,
muchos Cavaliers también emigraron a América. Como los puritanos tenían colonias ya
establecidas en el noreste, los Cavaliers decidieron establecer colonias en el sur. El hijo
del rey, Carlos II, escapó a Francia y estableció una corte en el exilio. Durante una
década, Inglaterra fue gobernada por los puritanos. Rechazando todo tipo de
recreaciones que buscaran placer, cerraron teatros, censuraron libros, hicieron cumplir
las leyes dominicales y prohibieron el uso de ropa llamativa.