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A comienzos del siglo III d.C., Yehuda Hanâsî, un rabí, fijó por escrito las
numerosas tradiciones que ciertos doctores judíos, como Akiva y R. Meier,
habían ya redactado en escritos clandestinos. Esta obra recibió el nombre de
Misná (enseñanza). (Véase MISNÁ.)
Más tarde, cuando ya florecían, junto con las Escuelas palestinas, las
célebres Escuelas rabínicas de Babilonia, los doctores de estas diversas
academias (« amoraim») resolvieron escribir comentarios de la Misná. Estos
comentarios recibieron el nombre de « Gemaras» (estudio definitivo).
Redactados en arameo, estos Gemaras, el de Palestina y el de Babilonia,
permanecen inacabados.
El Talmud está compuesto por la Misná y los Gemaras. En realidad, hay dos
Talmuds: un Talmud palestino, llamado Talmud de Jerusalén , que fue
acabado en el siglo V, y un Talmud babilonio, llamado Talmud Babli . Este
último, que es el que tiene la mayor autoridad entre los judíos, fue acabado
definitivamente hacia el año 500.
Con los años, la cantidad de material alcanzó tales proporciones que los
eruditos decidieron escribirlo.
Con la sucesión de cinco "pares" de rabinos, entre quienes los más famosos
fueron Shamai e Hillel (a fines del siglo I a.C.), surgió un nuevo método:
[Ver=] MISHNAH (repetición). Este método permitía desarrollar un tema sin
atenerse al orden bíblico. Ya antes de 50 d.C. se escribieron las primeras
compilaciones míshnicas y midrásicas. Cada erudito matizaba las opiniones
ya escritas, glosando el comentario de sus predecesores, y la discusión libre
continuaba en las escuelas bíblicas de varias localidades. La Mishnah del rabí
Judá (ca. 135-217 d.C.) codificó gran parte de la enseñanza corriente de su
época. La actividad posterior de los escribas (hasta 550 d.C.) produjo la
GuemaraŒ (aprender). La Mishnah y la GuemaraŒ juntas constituyeron el
Talmud.
Su Contenido
1. La agricultura.
3. El matrimonio y el divorcio.
5. La liturgia.
6. La pureza levítica.
Su Utilidad
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QUMRÁN
El Sitio
Fase
Fechas aproximadas
Acontecimientos principales
Ia
130-110 a.C.
Ib
110-31 a.C.
II
4 a.C.-68. d.C.
Los Rollos
La Comunidad
Como señal de los tiempos postreros, creían que surgirían tres figuras
profetizadas en el Antiguo Testamento: el profeta semejante a Moisés (Dt
18.15ss), el Mesías davídico y un gran sacerdote del linaje de Aarón. Este
sacerdote sería jefe de estado, superior al Mesías. El Mesías davídico sería un
príncipe guerrero que conduciría las huestes fieles de Israel a una victoria
aplastante sobre los "hijos de las tinieblas"; entre estos los principales serían
las fuerzas gentiles de los [Ver=] QUITIM (¿romanos?) El profeta comunicaría
al pueblo de Dios la voluntad divina al fin de la era, como Moisés lo había
hecho al comienzo de su historia.
Su Importancia
Bibliografía:
CBSJ V, 68:66-110. M. Burrows, Los rollos del mar Muerto, 1958 y Más luz
sobre los rollos, 1964, Fondo de Cultura Económica, México. J.T. Milik, Diez
años de descubrimientos en el desierto de Judá, Madrid, 1961. A. González
Lamadrid, Los descubrimientos del mar Muerto, Madrid, BAC, 1972. R.
Schubert, La comunidad del mar Muerto, Uteha, México, 1961. Y Yadin, Los
rollos del mar Muerto, Editorial Israel, Buenos Aires, 1959.
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I. Khirbet Qumrán
II. Descubrimientos
III. Excavaciones en 1Q
I. Khirbet Qumrán
Situación:
II. Descubrimientos.
Por medio de un bibliotecario sirio, el doctor Sukenik pudo llegar a ver los
rollos del arzobispo Atanasio, pero no consiguió adquirirlos.
(c) cocina;
(d) lavadero;
(g) hornos;
Quedaba en pie la cuestión de si había relación entre los mss. de las cuevas
y las ruinas de Qumrán. El hallazgo de varios tinteros y de una mesa y
banquetas en la estancia que había sido utilizada como « scriptorium» ya
indicaba una relación entre ambos lugares. La fecha de los mss. se
correspondía con la de ocupación de Khirbet Qumrán. Se halló finalmente
una gran cantidad de piezas de cerámica idéntica a la descubierta en la
primera cueva, e incluso una jarra idéntica a la usada para depositar los
rollos. De manera que queda bien establecido el enlace entre ambas
localidades.
Cueva 1 (1Q).
Hallazgos:
Literatura extrabíblica (incluyendo comentarios al texto bíblico):
Literatura bíblica:
Cueva 2 (2Q).
En febrero de 1952 los beduinos hallaron otra cueva, a poca distancia al sur
de la primera. De esta incursión consiguieron fragmentos de los libros de
éxodo, Rut, Salmos, Jeremías, del Libro de los Jubileos, y otros diversos,
adquiridos por la Escuela Francesa de Arqueología y por el Museo Palestino
de Jerusalén. A la vista de estos hallazgos, se llevó a cabo una expedición en
toda regla, efectuándose la exploración de todo el acantilado en el que se
hallaba la cueva, con toda la región circundante, en 8 Km. de extensión. Se
descubrieron unas 170 cuevas, en 25 de las cuales se hallaron restos de
cerámica, y en bastantes de ellas rollos y fragmentos de mss. En la cueva 2Q
se halló un rollo de Levítico (2QLev).
Cueva 3 (3Q).
Literatura bíblica:
Entre varios fragmentos, destacan los que contienen el Salmo 2 (3QPs 2).
Presenta un lenguaje «mishnaico», y fue publicado en 1960 por J. Allegro.
Cross lo fecha en el año 75 d.C.
Cueva 4 (4Q).
Libro del éxodo (4QEx'). Este texto está fechado alrededor del año 250 a.C.
Esta fecha ha quedado confirmada paleográficamente gracias a su
comparación con unos fragmentos de Wadi Daliyeh de carácter jurídico-
administrativo y que, por ello, están fechados (F. M. Cross, cfr . González
Lamadrid: « Los Descubrimientos del Mar Muerto» BAC, Madrid, 1973, pp.
77-78)
Entre los diversos fragmentos del Libro de Daniel destaca 4Dna, fechado
alrededor del año 120 a.C. Ahora bien, según la crítica racionalista, la fecha
de redacción original era de alrededor del año 168 a.C. (Véase DANIEL
[LIBRO DE]) Este fragmento de Daniel de tanta antigüedad muestra que su
aceptación se había generalizado en el seno de las diversas ramas del
judaísmo, haciendo totalmente insostenible la idea de que hubiera sido
escrito sólo alrededor de unos 50 años antes de la preparación de esta copia.
Otros escritos bíblicos de Qumrán lo son varios fragmentos gr. de la versión
LXX, entre los que se hallan 4QLXX Lva, que es un fragmento de pergamino
con parte de Lv. 26; 4QLXX Lvb, cuatro fragmentos de papiro con partes de
Lv. 2-5; 4QLXX Nm, una membrana con partes de Nm. 3-4.
Literatura extrabíblica:
7Q6-1 y 7Q6-2, fecha asignada de mediados del siglo I ( ibid ., PP. 62, 63);
7Q8 igual a 7Q6, cfr. O'Calaghan , p. 72; 7Q9, mediados del siglo I, ibid , p.
73;
Estos mss. son evidentemente copias, como lo demuestra el uso del estilo
ornado «zierstil» utilizado, con las líneas dispuestas de una manera
profesional y con las columnas justificadas. Aunque O'Callaghan indica una
fecha algo tardía para 7Q4, no debe tomarse como mínimo, sino más bien
como máximo. La sutil diferencia en el trazo bien puede haberse debido a
otra mano, y él mismo está dispuesto a aceptar una edad más cercana al
tercer cuarto del siglo I. La fiabilidad de este hallazgo y sus implicaciones en
las teorías acerca de la formación del canon del NT se tratarán en la sección
IX de este artículo.
Cueva 11 (11Q).
Literatura extrabíblica:
El Rollo del Templo (11QTs). Consta de 66 columnas, con una longitud total
de 8,20 m. Su datación paleográfica lleva a asignarle una fecha de la época
herodiana tardía, de mediados del siglo I d.C. Y. Yadín, su editor actual,
observa que se trata de la fecha de la copia, no del original; en opinión de
Yadín, la evidencia interna del ms. conduce a asignar una fecha de redacción
de entre el 150 y 125 a.C. Ello queda confirmado por la existencia de
fragmentos de copias adicionales, y más antiguas, de este documento, en
4Q, con una escritura hasmonea de alrededor del año 125/100 a.C., lo que,
como mínimo, lo sitúa entre 150/125 a.C.
Toda la evidencia apunta a que este texto constituía la ley básica de los
qumranitas, junto con la Ley de Moisés. El rollo contiene largos pasajes que
proceden del Pentateuco, incluso capítulos enteros. Un aspecto muy
característico, sin embargo, de 11QTs, es que en muchos pasajes es Dios
quien habla directamente en lugar de Moisés. Yadín señala que,
evidentemente, el autor quería presentar la ley como dada directamente por
Dios, sin intermediario. El contenido de 11QTs es el siguiente:
(a) Planos del Templo a construir en el futuro mesiánico,
(C) derechos limitados del rey al botín en la guerra (el diez por ciento),
(D) constitución del consejo (compuesto por doce sacerdotes, doce levitas y
doce israelitas del pueblo),
(e) leyes de las fiestas, muchas de las cuales no son ordenadas en la Biblia,
En esta Ley hay un gran rigor en las demandas. Por ejemplo, se prohíbe
tener relaciones sexuales en la ciudad de Jerusalén, así como hacer en ella
las necesidades. Todas las reglas de la purificación son de un fariseísmo
llevado a extremos de exacerbación.
También se halló en 11Q un targum arameo del libro de Job , entre otra
mucha cantidad de literatura, cuya publicación se ha ido acelerando durante
la década de 1990 en adelante, debido a las presiones del grupo editorial de
Biblical Archaeology Review .
Literatura bíblica:
Otras cuevas.
Otros hallazgos dignos de mención son los de Nahal Hever , a seis kilómetros
al sur de En-gadi, donde en 1960 arqueólogos israelitas hallaron quince
cartas remitidas por o a Bar-Coqueba; nueve de ellas escritas en aram.,
cuatro en heb. y dos en gr. En 1961 se descubrieron sesenta y cinco papiros
adicionales y algunos documentos en pergamino, entre ellos algunos
contratos legales.
En Khirbet Mird se hallaron restos de mss. en ár., gr. y aram., de los siglos V
a VII d.C., incluyendo el más antiguo fragmento gr. conocido de Eurípides,
1.000 años más antiguo que los conocidos hasta la fecha.
Pero fue en el Wadi Daliyeh , a catorce kilómetros al norte de Jericó y once al
oeste del Jordán, que se hizo un espectacular hallazgo. En la exploración de
1963 dirigida por P. Lapp se descubrían, en la cueva « Mugharet Abu
Shinjeb», cuarenta papiros arameos procedentes de los años 375-335 a.C.
Los mss. estaban sepultados en una cueva junto a los cadáveres de quizá
doscientos fugitivos samaritanos que, evidentemente, habían intentado
escapar a la cruel acción de las tropas de Alejandro Magno en el año 331
a.C. Estos mss., de edad conocida, sirven a su vez como pauta paleográfica
para datar los mss. más antiguos de Qumrán ( cfr. González Lamadrid, op. cit
, p. 86).
(3) Oraciones en común , RC, 1QS vi, Vermes 81; Guerras 2:8, 5.
(4) Baños rituales , RC, 1QS III y V, Vermes 75 y 79; cfr. Guerras 2:8, 5.
(5) Norma de silencio en el sentido de no decir nada por hablar, RC, 1QS v,
Vermes 81; cfr. Guerras 2:8, 5.
(6) Orden estricto para hablar , debiéndose pedir permiso, RC, 1QS vi,
Vermes 81; cfr. Guerras 2:8, 5.
(7) Obras de caridad , RC, 1QS iv, v, Vermes 76, 82; DD, 6QD vi, xiv, Vermes
103, 116; cfr. Guerras 2:8, 3-4.
(8) Reglas de admisión , con diversas pruebas escalonadas, al cabo de las
cuales se era admitido tras terribles juramentos con bendiciones y
maldiciones, RC, 1QS i, v, vi, Vermes 72, 73, 79, 82; cfr. Guerras 2:8, 7.
(11) Secreto total acerca de las doctrinas propias y de los libros exclusivos
de la secta, RC 1QS ix, Vermes 88; DD, 6QD xi, Vermes 108; cfr. Guerras 2:8,
7.
(12) Medidas de disciplina : Eran draconianas, RC, 1QS vi, vii, viii y ix; cfr.
Guerras 2:8, 8.
Recapitulación:
Los qumranitas eran, por todo lo que antecede, un grupo muy riguroso que
se convirtió en secta inicialmente debido a su rechazo al servicio del Templo,
al creerlo contaminado por la accesión al sumo sacerdocio de aquellos que
no tenían derecho para ello, manteniéndose fieles a la casa de Sadoc ( cfr .
Eze 44:15). La forma final de su doctrina vino gradualmente de su fe en sus
propias y extremas interpretaciones, del liderazgo carismático del Maestro
de Justicia, de influencias persas de la época de la cautividad, que también
se dejaron sentir en el rabinismo, y de la manipulación y ampliación de la
Ley para hacerla concordar con sus propios prejuicios. Eran hiperlegalistas,
especialmente en lo que se refiere a la práctica del sábado y a las leyes de la
purificación. Hay evidencias de que muchos de los qumranitas procedían de
familias sacerdotales. Eran los campeones de la imposición del dominio
sacerdotal sobre el Templo y todo Israel. Como se aprecia en los diversos
mss., no constituían un bloque monolítico, de la misma manera que de las
descripciones de los autores antiguos se ve que los esenios no constituían un
bloque, sino que, dispersos por toda Judea, incluyendo Jerusalén, había
comunidades cerradas a las que se unían otras formadas de miembros con
una vida más arraigada en lo cotidiano. Sin embargo, Josefo sitúa su número
en cuatro mil miembros.
Por otra parte, hay autores que pretenden que el cristianismo surgió del
esenismo, y que Juan el Bautista era esenio. Sin embargo, la familia de Juan
estaba conectada con el Templo, y él nunca predicó en contra de esta
institución. Es evidente que hay una gran cantidad de elementos comunes
en la imaginería cristiana y la esenia. Después de todo, es patente que
ambas corrientes tienen un gran fondo común de contenido
veterotestamentario . Pero el contenido y desarrollo doctrinal del
cristianismo son tan diferentes del esenismo, y el cristianismo estaba tan
lejos de ser una sociedad hermética y legalista, que es inconcebible
mantener que éste se derive del esenismo.
Yadín, por su parte, cree que Pablo fue el elemento clave en la liberación de
los cristianos con respecto a la Ley ¡inspirado en el esenismo! Aunque es
cierto que Pablo tuvo un importante papel en la proclamación del evangelio
de la gracia a los gentiles, y en la exposición de la relación de la gracia con
la Ley y de la abolición de ésta para aquel que ha muerto en Cristo (véanse
LEY, PABLO, etc.), fue Pedro quien recibió la visión que lo llevó a predicar el
Evangelio a casa de un gentil, y fue Jacobo, el presidente de la iglesia en
Jerusalén, quien dio la palabra decisoria sobre la libertad de los cristianos
procedentes de la gentilidad acerca de la Ley (véanse CONCILIO DE
JERUSALéN, e HISTORIA BÍBLICA, d, C). Además, todo el planteamiento de la
cuestión era diferente en ambos casos. El esenismo no liberaba a nadie del
yugo de la Ley, sino que insistía aún más que el rabinismo en sus preceptos.
Sólo se mantenían apartados del Templo de Jerusalén debido a la existencia
de una línea de sacerdocio no sadoquita. El cristianismo, bien al contrario,
basa la abolición del sistema sacrificial judaico en que las sombras, una vez
cumplidas, dan paso a la realidad ( cfr . HEBREOS [EPÍSTOLA A LOS]).
Vermes (op. cit.) sostiene en su libro (p. 46), una semejanza entre el
concepto esenio de sacrificio de uno mismo y el que da Pablo en Rom 12:1 :
«Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro
culto racional.» Pero Vermes pasa por alto que el concepto esenio no puede
ser análogo al paulino porque, en sus propias palabras, «la comunidad
atribuía un valor sacrificial al ejercicio de la virtud y al sufrimiento...
enseñaba (la comunidad) que una vida santa tenía un valor expiatorio y
santificante ... era el verdadero remedio contra la enfermedad del pecado y
de la culpa... el vehículo de la sanidad y de la vida» ( Vermes , p. 46). El
sacrificio paulino (Rom 12:1) es el de una vida agradecida, un sacrificio de
acción de gracias, NO EXPIATORIO ( cfr . asimismo 1Pe 2:5). Para Pablo, el
sacrificio expiatorio ya fue ofrecido: Cristo. El remedio contra el pecado y la
culpa es la muerte de Cristo aplicada al que cree, purificándolo (Heb 1:3). El
vehículo de la salvación, en el NT, es la fe (Rom 5:1, etc.). En lugar de
analogía o derivación, tenemos aquí el más total de los contrastes entre un
legalismo encadenante y la gracia liberadora.
(a) La gran fidelidad de la transmisión del TM, elegido con unos criterios
ciertamente rigurosos, y que ha confirmado la fiabilidad de todo el texto del
AT.
(B) por el tiempo necesario para que se desarrollaran las diferencias entre
las anteriores líneas de documentos divergentes . Se debe tener en cuenta
que estos rollos están fechados a fines del siglo II a.C. o principios del I. Y es
preciso tener presente que todas las teorías acerca de tres autores para
Isaías (véase ISAÍAS) se basan en un prejuicio antisobrenaturalista, sin
ninguna base factual real.
El libro de Daniel está representado por ocho mss., que dan evidencia de la
existencia, ya entonces, del paso del hebreo al arameo, y viceversa, en Dan
2:4 y 7:28, respectivamente. La antigüedad de estos mss. (4QDna está
fechado en el año 120 a.C.) evidencia asimismo la insostenibilidad de los
argumentos modernistas que mantienen una fecha de redacción para Daniel
de alrededor del año 168 a.C. Esta obra, aparte de las evidencias internas
que apoyan su genuinidad, no hubiera podido ser aceptada por comunidades
tan diversas y enfrentadas entre sí como los qumranitas y la escuela rabínica
oficial, ni haber sido traducida y aceptada como genuina, en fecha tan
temprana como antes del 120 a.C., si no hubiera habido una difundida
consciencia de su autenticidad. La postura «liberal» se halla aquí ante una
dificultad insuperable. (Véase DANIEL [LIBRO DE].)
Bibliografía:
Broshi, M.: « Beware the Wiles of the Wanton Woman», Bib. Arch. Rey., vol.
IX, n. 4, jul./ag. 1983;
Estrada, D., y White, W.: « The First New Testament» (Thomas Nelson, New
York, 1978);
González Lamadrid, A.: « Los descubrimientos del mar Muerto» (BAC, Madrid,
1973);
Milgrom, J.: «The Temple Scroll», en Biblical Archaeologist , sept. 1978, PP.
105-120;
Smith, M.: «The Case of the Gilded Staircase», en Bib. Arch . Rev., vol. X, nº
5, sept./oct. 1984;
Vermes, G.: « The Dead Sea Scrolls in English» (Penguin Books, Londres,
1968);
Vermes, G.: « The Dead Sea Scrolls: Qumran in Perspective» (Fortress Press);
Yadín, Y.: «The Temple Scroll», en Bib. Arch . Rev., vol. X, n. 5, sept./oct.
1984, PP. 33-49.
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