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Cap 16 Burkholder FRANCIA

El estilo de una nación estaba influido por su política y por su cultura.


En Francia, bajo el patrocinio del rey, los músicos forjaron un nuevo lenguaje francés
marcado por la elegancia y la contención.
Inglaterra y Alemania asimilaron elementos tanto del estilo italiano como del francés y
los combinaron con sus tradiciones autóctonas.
España siguió en gran medida su propio camino, incluida una vida musical floreciente
en sus colonias americanas.

El Barroco francés.
-Luis XIV
Proyectó una imagen de sí mismo como si poseyese el control supremo y utilizó las
artes como herramienta de propaganda.
Se hizo llamar a sí mismo “el Rey Sol”, un símbolo calculado e ideal de Luis como
dador de luz.
Manteniendo a la aristocracia lejos de sus territorios, la etiqueta y el ocio, podía
mantenerla bajo su firme control.

-El ballet de corte


La danza era importante en la cultura francesa.
Un género típicamente francés era el “ballet de corte”, una importante obra dramática y
musical, puesta en escena con vestuario y escenografía.
Los ballets habían prosperado en la corte desde “El Ballet comique de la reine” (1581).
No es de extrañar que la música barroca francesa, se distinga por la elegancia y la
contención emocional, en contraste con el sentido del espectáculo típico de la música
italiana de la época.

-La música en la corte


Los franceses crearon los primeros conjuntos grandes de la familia de los violines.
Éstos se convirtieron en modélicos para la orquesta moderna.
Luis XIV estableció los “veinticuatro violines del rey”, que acostumbraban a interpretar
la música en una textura a 5 voces.
En 1648, Luis XIV creó para su uso personal el “pequeño conjunto de violines”, con 18
instrumentos de cuerda.
En la década de 1670, el término “orquesta” se utilizaba para tales conjuntos.
-Jean-Baptiste Lully y la ópera francesa
Lully escribió música para los ballets y oficios religiosos de la corte.
En la década de 1670, Lully creó una clase de ópera específicamente francesa que
perduró durante todo un siglo.
El cardenal Mazarino había intentado establecer la ópera italiana en Francia, pero
encontró oposición por razones políticas y artísticas.
Lully colaboró con Molière, para crear una serie de comédies-ballets de éxito, que
fusionaban elementos del ballet y de la ópera.
Junto a su libretista Quinault, reconcilió las exigencias del drama, de la música y del
ballet en una nueva forma francesa deópera, la tragédie en musique, más tarde llamada
tragedia lyrique.
Sus textos eran propagandísticos. Cada una de las óperas incluía un prólogo, en el que
se cantaban las alabanzas del rey.
La música de Lully proyectaba el esplendor formal de la corte de Luis XIV. Cada ópera
comenzaba con una “obertura”, que señalaba la entrada del rey.
Existen 2 secciones, y cada una se toca 2 veces. La primera es homofónica y
majestuosa, y la segunda es más rápida y comienza con una aparente imitación fugada.
La obertura de la ópera de Lully, “Armide”, es un buen ejemplo del género.
Por regla general, aparecía un “divertissement” en el medio o al final de cada acto. Los
“divertisements” eran especialmente atractivos para el público.
Para proyectar el drama, Lully adaptó el recitativo italiano al lenguaje y a la poesía
francesa. Lully no aspiraba a crear la ilusión de un discurso.
En lo que más tarde sería llamado “récitatif simple”, Lully siguió el contorno general
del francés hablaso, mientras hacía alternar la notación binaria y ternaria del compás
para permitir la declamación más natural posible de las palabras.
Este estilo era frecuentemente interrumpido por un estilo más cantable, uniforme y
mesurado, el “récitatif mesuré”, que poseía un movimiento más pausado en el
acompañamiento.
Los momentos más líricos se acuñaron en “airs”, canciones con texto rimado y compás
y fraseo regulares, que hacían uso del compás y la forma de la danza.
Los “airs”, eran generalmente silábicos o casi silábicos, con una bella melodía, escasa
repetición del texto y ninguna exhibición de virtuosismo.
Algunos elementos típicamente franceses no pueden verse en la notación, aunque se
añadían a la interpretación.
La música de Lully es tonal, en el nuevo sistema de tonalidades mayores y menores, y
no modal, el sistema aún usual a comienzos de siglo.
La obertura francesa, que él no inventó, pero que dio a conocer, se utilizó en toda
Europa hasta mediados de siglo XVIII, como introducción a ballets, óperas, oratorios y
obras instrumentales como suites y sonatas.

-La canción y la sonata


El air fue el género más relevante de la música de cámara vocal en Francia.
Los compositores escribieron airs en una variedad de estilos y tipos, desde la música
vocal cortesana hasta las canciones de cuño popular.
El air de cour, cayó gradualmente en desuso y se sustituyó por otros tipos como el
“air sérieux” (air serio) y el “air à boire” (canción para beber).

-Música sacra
Hasta 1650 aproximadamente, la música sacra francesa estuvo dominada por el estilo
antiguo del contrapunto renacentista.
Los compositores de la capilla real, compusieron numerosos motetes sobre textos
latinos.
Estos eran de 2 tipos principales: el “petit motet” (pequeño motete), un concierto sacro
para pocas voces y continuo, y el “grand motet” (motete grande), para solistas, coro
doble y orquesta.
Charpentier introdujo en Francia el oratorio en latín, combinando los estilos italiano y
francés de recitativo y air.
En el siglo XVII, surgió una escuela de música para órgano específicamente francesa.
Los rasgos nacionales incluían el uso de “agréments” y un fuerte interés por las
posibilidades colorísticas del órgano.
El timbre como recurso de la composición es un rasgo constante en la música francesa.

-Música para laúd y teclado


La música para laúd dejó una huella indeleble en el estilo francés. El compositor de laúd
más relevante fue Denis Gaultier.
Durante el siglo XVII, el “clavecín”, desplazó al laúd como principal instrumento
solista.
Entre los compositores más destacados encontramos a Jean Henry D’Anglebert o
François Couperin.
Los agréments se convirtieron en un elemento fundamental de toda la música francesa.
El estilo del laúd ejerció una fuerte influencia sobre la textura de la música para clave.
-La música de danza
La mayoría de la música de danza para laúd y clave era estilizada y probablemente no
estaba pensada para el baile, sino para el entretenimiento del intérprete o de un auditorio
pequeño.
La mayor parte de danzas del siglo XVII estaban en forma binaria.
Los compositores franceses agruparon a menudo una serie de danzas estilizadas en una
suite.
El tempo y el ritmo contribuían a definir el carácter de cada danza.
En el “preludio no medido”, género específicamente francés, la notación carente de
compás permite una gran libertad rítmica, como si se estuviese improvisando.
La “allemande”, estaba por lo general en un compás de 4/4 moderadamente tápido y
comienza en anacrusa.
La “courante” comienza también con una anacrusa, pero está en un moderado compás
ternario o compuesto.
La “sarabanda”, cuando llegó a Francia a través de España e Italia, se transformó en una
danza lenta y dignificada en compás ternario, con énfasis sobre la segunda parte del
compás.
La “gigue”. En Francia se estilizó como movimiento en un rápido compás compuesto de
6/4 o 12/8, con amplios saltos melódicos y continuos y animados tresillos.
La suite finaliza con un “minueto”, una elegante danza en pareja, en moderado compás
ternario.
En Alemania, la suite adoptó un orden estándar: allemande, courante, saranbanda y
gigue. Pero los compositores franceses permitían una mayor variedad en las danzas
escogidas y en su orden.

-La emulación del estilo francés


Francia fue la potencia hegemónica tras el fin de la Guerra de los Treinta Años.
Luis XIV fue el monarca más poderoso y un modelo de mecenazgo aristocrático.
De 1660 en adelante, la música francesa fue casi tan influyente como la italiana, y la
integración de ambas se convirtió en uno de los temas principales del siglo XVIII.

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