Está en la página 1de 3

CAPÍTULO 3

LOS PAÍSES BAJOS


EL ARS NOVA FRANCÉS
Con un legado que se remontaba a los organa parisinos de Leonin y Perotin de
finales del siglo XII, y con la infusión tanto del motete como de los principios
rotacionales de Franco de colonia en el siglo XIII, la música francesa de mediados del
XIV estuvo a la vanguardia de los nuevos avances en el arte de la polifonía.
Con Philippe de Vitry y Guillaume de Machaut a la cabeza, los franceses
continuaron abriendo nuevos campos estilísticos y desarrollando nuevos géneros
polifónicos, como el motete isorrítmico. En el campo de la polifonía profana, fueron los
Adam de la Halle, Jean de l´Escurel y posteriormente Machaut los que se vieron
atraídos por el lirismo y las efusiones del amor cortés expresados en las formas músico-
poéticas conocidas como formes fixes: el rondeau, el virelai y la ballade, que
dominarían la poesía y la música francesas hasta finales del siglo XV. En lo que
respecta a la música litúrgica, los compositores franceses del siglo XIV se interesaron
por escribir composiciones sobre las secciones del ordinario de la misa, llegando
Machaut a intentar un ciclo unificado. En el campo de la notación, fueron los tratados
Ars novae musicae de Johannes de Muris y el Ars Nova de Philippe de Vitry los que
formaron la base de la notación de la música polifónica durante unos 250 años.
EL ARS SUBTILIOR
Una de las características que impregnaron la música francesa durante buena
parte del siglo XIV fue la tendencia a la complejidad, algo particularmente evidente en
el motete isorrítmico, con sus taleas y colores. Durante el último cuarto de siglo, esta
afición a la complicación se convirtió en algo de obsesión, que suele mencionarse ahora
generalmente con el nombre de Ars subtilior.
El Manuscrito de Chantilly es una de las fuentes principales de Ars subtilior. Las
características principales de este estilo son la tendencia a la complejidad rítmica,
explotando al máximo las posibilidades que ofrecía la notación de la época (p.e. es
frecuente el uso de la síncopa). El tejido contrapuntístico está ahora lleno de disonancias
sin preparación, mientras que existe una mayor cohesión tonal. Dentro de su estética un
cierto sentido de juego ingenioso forma parte de ella, el aspecto visual cobra
importancia y hay un cierto gusto por la oscuridad, los enigmas, los juegos herméticos y
extravagantes…
Pero la reacción no se hizo esperar: un movimiento hacia la simplificación y la
claridad emergió a comienzos del siglo XV en forma de una nueva tradición central en
los Países Bajos.
El siglo XIV presentó una innovación en el arte de escribir la música y la precisión del
ritmo. Con este refinamiento algunos compositores comienzan a experimentar, haciendo
un ritmo más complejo. A esta escuela se le da el nombre propuesto por Úrsula Gunter,
“Ars Subtiliors” (arte más sutíl). El término aparece ya es la tratadística antigua, por
Philippus de Caserta.
Características del estilo:
• Grandes complejidades rítmicas derivadas de la precisión de la notación.
• Importancia del aspecto externo de la partitura musical (notación).
• Cierto gusto por la oscuridad, enigmas y juegos extravagantes.
• Mayor cohexión tonal.
Compositores:
Son los posteriores a Machaut.
Fuentes:
Son sobre todo 2: Chantilly 564, el manuscrito francés o copia italiana de un original
francés llamado Olim (en otro tiempo) su contenido abarca los finales del Ars Nova y el
Ars Subtiliors. Contiene 112 obras entre motetes, baladas, virelays, etc. La finalidad del
manuscrito de Chantilly es ser interpretado aunque tiene un gran componente visual.

LA NUEVA TRADICIÓN CENTRAL


Se desarrolló en torno al ducado de Borgoña, que a finales del siglo XV se había
convertido en la dinastía más poderosa y rica de Europa. Este hecho se debió a que el
patrocinio de las artes seguía al poder político y a la riqueza comercial.
El estilo
Analizando un rondeau de Grenon, quién pasó algún tiempo en la capilla ducal
de Borgoña, observamos su extrema sencilla, casi de carácter íntimo. Han desaparecido
los ritmos complicados, tanto entre las voces como dentro de cada una. También ha
desaparecido aquella sensación de indefinición tonal: es una pieza construida
firmemente sobre SOL, con todas sus cadencias menos una recayendo en la tónica o en
la dominante. El claro sentido de coherencia tonal y la sencillez del ritmo dan un aire
popular, casi de danza, a la pieza. Otra característica observada es el uso de armaduras
contrapuestas: este fenómeno predomina especialemente en el siglo XV y consiste en
que la voz o voces más graves tienden a llevar un bemol más que la superior. Entre otras
explicaciones a este fenómeno, se ha dado que indican una transposición del sistema
hexacordal o que previenen el intervalo prohibido de quinta disminuida.
La nueva tradición central de los Países Bajos dejó atrás la extrema complejidad
rítmica y la falta de centro tonal que había marcado el Ars Subtilior.
LA EDUCACIÓN MUSICAL
Para producir música de alto nivel artístico, debe existir una base sólida de
educación musical que localice el talento en edades tempranas y proceda después a
educarlo en las destrezas necesarias. Esto lo proporcionaron los Países Bajos a través de
la escolanía, ligada a las grandes catedrales y colegiatas de la zona, como la catedral de
Notre Dame (Dufay) y la Iglesia de St. Géry, ambas en Cambrai, San Donaciano en
Brujas o la Iglesia de Nuestra Señora de Amberes.
El gamut
El fundamento del sistema era el gamut o escala, que desde el siglo XIII se
extendía desde SOL a MI (dos octavas más una sexta). El gamut definió la escala
diatónica, distribuyendo en ella la posición relativa de los intervalos de tono entero y los
de semitono. Todas las notas que caían dentro del gamut se conocían como notas de
música recta, mientras que aquellas que quedaban fuera pertenecían al dominio de la
música ficta.
La solmisación y los hexacordos
El teórico Guido d´Arezzo (siglos X y XI) advirtió que los cantantes jóvenes
aprendían melodías con mayor rapidez con una serie de seis sílabas que les ayudaban a
situar la altura relativa de los sonidos. Las sílabas ut, re, mi, fa, sol y la que se
correspondían con los sonidos do, re, mi, fa, sol y la.
Cuatro siglos después, se aprendía que el gamut estaba formado por una serie de
seis hexacordos entrelazados, consistente cada uno de ellos en una escala ascendente de
seis notas que era solfeada con las sílabas “guidonianas”.
JOHANNES CICONIA
Nacido en Lieja (Bélgica) hacia 1470, dejó la ciudad y estuvo en Roma y Milán
en la última década del siglo XIV. A principios del XV se trasladó a Padua, donde se
convirtió en cantor de la catedral. Es significativo que Ciconia pasara sus años de
madurez en Italiza, pues esta estancia marca el comienzo de una ola migratoria de
destacados compositores de los Países Bajos a Italia que duró casi dos siglos. Murió en
Padua en 1412. El más destacado compositor de la primera década del siglo XV.
La música profana francesa e italiana
Ciconia desarrolló un estilo nuevo, mezclando elementos de la música francesa e
italiana del siglo XIV. Podía componer en ambos estilos, así vemos piezas que muestran
todas las complejidades del Ars subtilior, y otras donde predomina un estilo lírico, a
menudo virtuosístico, del trecento italiano. Ciconia poseía un dominio completo de
ambos estilos nacionales de música profana.
Un motete isorrítmico
Las composiciones más impresionantes de Ciconia son sus grandes motetes. El
motete Ut te per omnes/Ingens alumnus Padue es pan-isorrítmico, es decir, es
isorrítmico en todas las voces, pero el concepto de isorritmia es distinto en Ciconia que
en Dunstable. No hay juegos de talea y color que no sean sincrónicos, ni existe
disminución progresiva alguna en taleas sucesivas. El motete está compuesto libremente
de arriba abajo, no hay cantus firmus preexistente en el tenor. Las voces superiores
representan un dúo entre iguales, compartiendo ámbito y utilizando ambas la imitación.
Todas estas características encajan con la tradición motetística del norte de Italia. El
encuentro de la técnica contrapuntística franco-flamenca con el espíritu humanista de
Italia es un fenómeno que se repetirá con frecuencia en los siglos XV y XVI.

También podría gustarte