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Ararat Música

Maestro Alejandro Aznavwrian

Trabajo La Ópera Francesa

Alumnos:

Agustín Escalante Sanjurjo


Luis Fernando Hernández López
Opera Francesa

Rivalizando con las producciones importadas de Ópera Italiana, una tradición francesa aparte
fue fundada por el italiano Jean-Baptiste Lully en la corte del Rey Luis XIV. Desafiando su origen
extranjero, Lully estableció una Académie Royale de Musique (Academia Nacional de Música) y
monopolizó la ópera francesa desde 1672. Comenzando con Cadmus et Hermione, Lully y su
libretista Quinault crearon la “tragédie en musique”, una forma en la cual las música para
danza y para coro fueron particularmente prominentes. Las óperas de Lully también muestran
preocupación por el recitativo expresivo, el cual ajustó a los contornos de la lengua francesa.

En el siglo XVIII, el sucesor más importante de Lully fue Jean-Philippe Rameau, quien compuso
cinco “tragédies en musique”, como también numerosos trabajos en otros géneros tales como
la opéra-ballet, todos notables por su rica orquestación y sus audaces armonías. Luego de la
muerte de Rameau, el alemán Gluck fue convencido de producir seis óperas para los
escenarios parisinos en la década de 1770. Éstas mostraron la influencia de Rameau, pero
simplificadas y muy enfocadas en el drama.

Al mismo tiempo, a mediados de siglo, otro género fue adquiriendo popularidad en Francia: la
“opéra-comique”. Ésta fue el equivalente del singspiel alemán, donde las arias eran alternadas
con diálogo hablado. Destacados ejemplos en este estilo fueron producidos por Monsigny,
Philidor y, sobre todo, Grétry. Durante el período de la Revolución francesa, compositores
tales como Méhul y Cherubini, que fueron seguidores de Gluck, trajeron una nueva seriedad al
género, el cual nunca había sido cómico, en tal caso.

En la década de 1820, la influencia Gluckista en Francia llevó al gusto por el bel canto italiano,
especialmente luego del arribo a París de Rossini. Su ópera Guillaume Tell colaboró en fundar
un nuevo género, la Grand Opera, una forma en la cual el más famoso exponente fue también
un extranjero, Giacomo Meyerbeer. Las obras de Meyerbeer, tales como Les Huguenots
enfatizaron el canto virtuoso y extraordinarios efectos escénicos. La ligera opéra-comique
también gozó de éxitos tremendos de las manos de Boïeldieu, Auber, Hérold y Adolphe Adam.
En este clima, las óperas del compositor nativo Hector Berlioz lucharon para ganar audiencia.
La obra maestra épica de Berlioz Les Troyens, culminación de la tradición Gluckista, no ha
tenido una representación en alrededor de cien años.

En la segunda mitad del siglo XIX, Jacques Offenbach creó la opereta con obras ingeniosas y
cínicas como Orphée aux enfers, así como también la ópera Les Contes d'Hoffmann; Charles
Gounod registró éxitos masivos con Faust; y Bizet compuso Carmen, la cual, ni bien la
audiencia aprendió a aceptar su combinación de Romanticismo y Realismo, se convirtió en la
más popular de todas las opéra-comiques. Realizó otra menos aclamada pero de gran calidad
en 1863 "Les pecheurs de perles". Massenet compuso "Werther" y Delibes con "Lakme" con el
famoso dúo de las esclavas, así como Saint-Saëns compusieron obras que forman parte del
repertorio estándar. Al mismo tiempo, la influencia de Richard Wagner fue sentido como un
desafío a la tradición francesa. Muchos críticos franceses rechazaron airadamente los dramas
musicales de Wagner, mientras que muchos compositores franceses los imitaron de cerca con
éxito variable. Probablemente la respuesta más interesante llegó de Claude Debussy. Como en
una obra de Wagner, la orquesta ocupa un rol principal en la única ópera de Debussy, Pelléas
et Mélisande (1902) y no hay verdaderas arias, sólo recitativos. Pero el drama es
incomprensible, enigmático y completamente no wagneriano.

Otros destacados nombres del siglo XX son Ravel, Dukas, Roussel y Milhaud. Francis Poulenc,
uno de los poquísimos compositores post-guerra de cualquier nacionalidad, cuyas óperas
(incluyendo Dialogues des carmélites) han ganado un equilibrio en el repertorio internacional.
Saint François d'Assise (1983), el extenso drama sagrado de Olivier Messiaen, ha atraído
también amplia atención.

LullyJean Baptiste Lully

Compositor francés de origen italiano, uno de los introductores de la ópera en Francia. Nació
en Florencia, Italia, el 28 de noviembre de 1632 y su verdadero nombre era Giovanni Battista
Lulli. Viajó a Francia con 14 años pues había llamado la atención del Caballero de Guisa, y en
1652, con veinte años, entró al servicio de Luis XIV como bailarín de ballet y violinista. Más
tarde dirigió una de las orquestas reales y en 1662 fue nombrado director musical de la familia
real. Sobresalía por entonces como violinista, director y compositor. A los 29 años se había
casado con la hija de Michel Lambert, compositor y alto oficial de la Corte. Cortesano astuto,
consiguió mantener el favor real a lo largo de toda su vida, lo que le permitió manejar la suerte
de otros compositores franceses. Compuso ballets, como Alcidiane (1658), para la corte, que
en ocasiones él mismo interpretaba ante el rey. En colaboración con el escritor francés Molière
(Jean Baptiste Poquelin) compuso una serie de ballets cómicos como Les fâcheux (1661),
Matrimonio a la fuerza (1665) y El burgués gentilhombre (1670). Se hizo prácticamente con el
monopolio de las artes musicales en Francia y explotó la grandeza y la teatralidad de la corte
de Luis XIV. En 1672 consiguió mediante intrigas el puesto de director de la Académie Royale
de Musique y a partir de ese momento volcó su atención en la ópera. El compositor ya había
conseguido un título de nobleza y se había hecho con numerosas propiedades en París y en sus
alrededores. Sus óperas (a las que denominaba tragedias líricas) estaban basadas en las
tragedias clásicas de sus contemporáneos, los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean
Baptiste Racine. Desde el punto de vista musical sus óperas son solemnes y majestuosas, con
un énfasis especial en la claridad del texto y las inflexiones de la lengua francesa. Sus
elaborados espectáculos de danza y sus coros de gran majestuosidad tienen su raíz en el ballet
de cour (ballet cortesano). Las óperas de Lully contrastan con el estilo italiano de ópera de la
época, en donde se daba prioridad al lucimiento del cantante. Entre sus obras cabe citar
Perseo (1682), Amadís de Gaula (1684) y Acis y Galatea (1686). Lully falleció el 22 de marzo de
1687 en París. La importancia de Lully reside en las mejoras que impuso. En la ópera francesa
abandonó el recitativo de eco y lo sustituyó por un recitativo con acompañamiento artístico.
En los ballets, introdujo danzas más rápidas que las que se interpretaban. También estableció
la forma de obertura francesa. Lully evolucionó desde su fidelidad inicial al estilo de sus
compatriotas Luigi Rossi o Francesco Cavalli hasta una perfecta asimilación del estilo y del
gusto franceses.

Marc Antoine Charpentier

Compositor francés. Nació en París y en un principio su vocación fue la de pintor. Se trasladó a


Italia para estudiar y allí conoció al compositor Giacomo Carissimi, que influyó en él de tal
manera que decidió dedicarse a la música. Permaneció en Roma durante varios años
estudiando composición. Cuando volvió a París a principios de la década de 1670, trabajó con
Molière y Corneille en varias obras de teatro. Había una rivalidad patente entre Charpentier y
Jean Baptiste Lully, que ejercía una abrumadora influencia en la corte, especialmente en el
campo de la composición teatral y la operística. Vista desde nuestra perspectiva, la obra de
Lully era más dinámica y original, mientras que la de Charpentier poseía mucho carácter y
encanto. Desde 1679, Charpentier compuso música para las misas privadas del delfín. En la
década de 1680 fue compositor y director musical para la princesa de Guisa. A los 64 años fue
nombrado director de música en la Sainte Chapelle de París. Compuso óperas, misas y
canciones, y fue admirado por la elegante estructura de sus obras, influidas por sus primeros
estudios en Italia. Su obra más conocida e interpretada en la actualidad es su Te Deum, en la
que desempeñan un importante papel las trompetas.
Rameau, Jean Philippe
Fecha Nacimiento: 1683 en Dijon
Fecha Muerte: 1764 en París

Sus primeras lecciones musicales las recibió de su padre, un organista profesional. Luego fue a
una escuela jesuita y más tarde pasó un corto periodo estudiando música en Italia. Al parecer
tocó violín en alguna orquesta antes de ser nombrado, en 1702, maestro de música, primero
en la Catedral de Avignon y, luego, en la Catedral de Clermont. Alrededor de 1706 siguió
trabajando como organista de un colegio jesuita en París, retornó a Dijon en 1709
compartiendo el cargo de organista en Notre Dame, en 1713 estuvo en Lyons y en 1715 volvió
a Clermont firmando un contrato de 29 años como organista.

Pero en 1722 volvió a París, donde eventualmente permanecería, para supervisar la


publicación de su Tratado de Armonía, un trabajo sustancial y controvertido, particularmente
al considerar su nueva teoría basada en el entendimiento de las propiedades físicas del sonido
y en la relación del bajo con la armonía. El Tratado atrajo más atención que su propia música,
siendo conocido únicamente por sus obras para teclado y sus cantatas aún cuando Rameau ya
había escrito mucha música litúrgica. Sin embargo, sus ambiciones estaban en la ópera y a los
50 años, en 1733, pudo presentar su primera obra de este tipo, Hippolyte et Aricie, en el
teatro. La recepción fue exitosa y causó admiración excepto entre la audiencia conservadora
que solamente encontraba bueno lo de Lully. Igualmente exitosas fueron su ópera ballet Las
Indias Galantes, que fue presentada 64 veces en dos años, y Castor et Pollux, que alcanzó 21
producciones.

Rameau tuvo varios patrones, siendo el más importante el financista Le Pouplinière. Se


desenvolvió en círculos intelectuales y contaba con Voltaire entre sus amigos. Continuó con su
trabajo teórico en la década de 1740 y se vio envuelto en varias controversias. En 1745 fue
nombrado compositor de música de cámara real y desde entonces numerosas obras suyas se
estrenaron en teatros de la corte. Nueve partituras nuevas aparecieron en la segunda mitad de
la década de 1740, comenzando con La Princesa de Navarra y la comedia Platée. Pero desde
1750 en adelante escribió sólo dos obras mayores, ya que Rameau se dedicó cada vez más a la
teoría y a las discusiones con Rousseau, Grimm, Diderot, D’Alembert e incluso amigos,
colaboradores y alumnos. Cuando falleció en 1764 era muy respetado y admirado aunque era
visto como antisocial y avaro.

La música para clavecín de Rameau es notable por su variedad de textura, su originalidad de


línea y su libertad armónica. Pero su principal contribución descansa en la ópera,
especialmente sus tragedias líricas. Rameau anticipó la reforma de Gluck al relacionar la
obertura al resto del drama. Le otorgó a las numerosas danzas un amplio rango de carácter,
incluso dentro de las limitaciones de las formas de danza estándar, usando una paleta
orquestal rica y variada, así como líneas melódicas consistentes. Diderot apreciaba su habilidad
para distinguir lo tierno, lo voluptuoso, lo apasionado y lo lascivo. Escribió muy finos
monólogos patéticos, usualmente al comienzo de los actos, con líneas vocales intensas y lentas
acompañadas por sombríos colores instrumentales. Su recitativo, que seguía el modelo de
Lully, es más flexible en ritmos y más expresivo en su declamación. Tales tragedias como
Hippolyte et Aricie y Castor et Pollux están entre las grandes creaciones del drama musical
francés: poseen líneas, armonías y una orquestación elocuente, con divertimentos que
potencian y no diluyen la fuerza de la acción.

François Couperin

Fecha Nacimiento: 1668 en París


Fecha Muerte: 1733 en París

Procedía de una familia de músicos, de modo que para reconocer y distinguirlo y reconocer su
grandeza, se le ha apodado, “El grande”. Su obra más conocida son los 24 órdenes (suites),
publicados en 4 volúmenes, que están entre las mejores piezas para clavecín de su época. Al
principio fueron suites de danzas comunes (gavota, sarabanda, etc.), pero a medida que su
estilo evolucionaba, sus obras se volvieron de carácter más evocativo. Su escritura es muy
elaborada y con multitud de ornamentos, y, en común con otros compositores franceses de
entonces, más armónica y menos contrapuntística que la música alemana.
Bibliografia

Enciclopedia de la música clásica, edición por Robert Ainsley ISBN: 84-342-2427-5

http://www.beethovenfm.cl/index.php?option=com_wrapper&Itemid=53

http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=1049

http://www.epdlp.com/compclasico.php?id=1050

http://www.italianculture.net

http://www.pianomundo.com.ar/operas/francesa.htm

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