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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES
ESCUELA DE CONTADURÍA PUBLICA
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

RESPONSABILIDAD DEL ESTADO EN LA PROTECCIÓN DEL


TRABAJADOR

Autor: González Alvaro


Docente: Abg. Palma Elizabeth
Cátedra: Derecho y Legislación Laboral
Sección: F1

Maracay, 31 de marzo de 2020


En Venezuela el órgano central encargado de velar por el cumplimiento de
la normativa laboral es el Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y
Seguridad Social (MINPPTRASS), el cual cuenta con dos Viceministerios: el
Viceministerio de Seguridad Social y el Viceministerio del Trabajo; dentro del
organigrama de este último se encuentra La Dirección de Inspección y
Condiciones de Trabajo, la cual tiene por objetivo principal diseñar, coordinar,
dirigir y controlar las políticas laborales referidas a la aplicación y desarrollo del
Sistema Nacional de Supervisión del Trabajo a través de las Unidades de
Supervisión del Trabajo, órganos operativos dentro de las Inspectorías del
Trabajo, encargados de ejecutar la labor de inspección del trabajo.
En este sentido, nos preguntamos ¿Cuál es la función del ministerio del
trabajo, como ente encargado por el estado para salvaguardar los derechos de
los trabajadores?
Del análisis precedente podemos determinar que se cuenta con una gran
cantidad de normas protectoras cuya aplicación corresponde a los empleadores
y cuya vigilancia para lograr su cumplimiento es tarea de los órganos del Estado
propios de la Administración del Trabajo con lo cual se busca garantizar la
protección efectiva de los derechos laborales dentro de los centros de trabajo;
esta tarea corresponde a las Unidades de Supervisión del Trabajo y de la
Seguridad Social e Industrial creadas en el año 1996, las cuales reciben
lineamientos operativos de la Dirección de Inspección y Condiciones de Trabajo
del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y Seguridad Social. Estas
Unidades de Supervisión tienen entre sus funciones velar por el cumplimiento
de la normativa laboral mediante las visitas de inspección a los centros de
trabajo, vigilando la observancia de toda la normativa vinculada con las áreas:
laboral, empleo, seguridad social y salud y seguridad laborales.
Por otra parte, también el MINTPPRASS cuenta con el Instituto Nacional
de Prevención, Salud y Seguridad Laborales (INPSASEL), cuyas actividades se
inician formalmente en el año 2002 (2) y es un ente que mediante visitas de
inspección busca promover condiciones de trabajo dignas seguras y saludables,
con el fin de disminuir los accidentes de trabajo y las enfermedades
ocupacionales, proporcionando formación e información en materia de salud y
seguridad en el trabajo y supervisando, exclusivamente, el cumplimiento
efectivo de toda la normativa vigente que sea aplicable en materia de seguridad
y salud en el trabajo.
En otro orden de ideas, la irrenunciabilidad, es definida por Guerrero
(2009), como “el medio que el legislador utiliza para proteger al trabajador, en
su estado de necesidad, contra sí mismo” (p. 238). Así, el carácter imperativo de
las normas laborales responde al mismo propósito, lo que vale decir, que no
puede dejarse al arbitrio de los destinatarios la observancia de las disposiciones
legales.
El principio de irrenunciabilidad responde a la situación de desventaja, por
la cual el trabajador podría ser obligado directa o indirectamente a aceptar
concesiones a favor de su empleador, que implicarán la renuncia de derechos
constitucionales y legales reconocidos y considerados como derechos mínimos.
Desde esta perspectiva, el principio de irrenunciabilidad debe ser
entendido dentro de la esfera del principio progresivo de los derechos, por ello,
es obligación del Estado venezolano garantizar la progresividad de los mismos
y la prohibición de regresividad de ellos.
Ahora bien, ¿En qué consiste el principio de la irrenunciabilidad de los
derechos del trabajador? ¿Cuál es su alcance?
A continuación, se responden las interrogantes luego del análisis efectuado
a la naturaleza y alcance del principio de irrenunciabilidad.
Desde mi perspectiva el Principio de Irrenunciabilidad ha sido
transcendente y progresivo y se encuentra consagrado en el artículo 89 N° 2 de
la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), con el fin de
hacer eficaz esa protección del Estado en el Trabajo.
Por su parte, la nueva Ley Orgánica del Trabajo de los Trabajadores y las
Trabajadoras incluye algunos de los principios constitucionales de protección al
trabajo en su artículo 18, en el que específicamente el numeral cuarto establece;
“los derechos laborales son Irrenunciables” por lo que se denota que el legislador
hace énfasis en la Irrenunciabilidad de los derechos laborales como principio
constitucional que prevalece ante cualquier situación jurídica que atente o pueda
atentar contra los derechos individuales contemplados en la legislación e incluso
en los contratos colectivos de los trabajadores, lo que en principio pareciera que
dentro de las relaciones laborales los derechos de los trabajadores no pueden ser
relajados, menoscabados, ni contrarios a los derechos constitucionales y a la ley
sustantiva del trabajo, aunado a ello la nueva Ley Orgánica del Trabajo de los
Trabajadores y las Trabajadoras establece en su artículo 19: En ningún caso
serán renunciables los derechos contenidos en las normas y disposiciones de
cualquier naturaleza y jerarquía que favorezcan a los trabajadores y a las
trabajadoras.
No obstante, el principio de irrenunciabilidad es un derecho constitucional
mediante el cual no tendría cabida la simple renuncia o abandono de un derecho
siendo que el peligro de este acto consiste en la incapacidad del trabajador que
no discierne o no está consciente del derecho que le es conferido, por lo tanto,
le parece normal renunciar al derecho, por lo que, este acto puede ser inducido
y de algún modo manipulado para que el trabajador acepte renunciar a un
derecho que le es atribuido expresamente, aun y cuando esta renuncia constituye
una causa de nulidad absoluta por menoscabo de los derechos laborales.
Por otra parte, en opinión de Toledo (2009), el principio de
irrenunciabilidad, se fundamenta en el principio de no regresividad o
irreversibilidad, o sea, “la imposibilidad de que se reduzca la protección ya
acordada, lo cual está reconocido para todos los derechos humanos” (p.
208). Por ello, este principio vendría a ser una consecuencia del criterio de
conservación o no derogación del régimen más favorable para el trabajador, el
cual puede reputarse un principio o regla general en el ámbito del derecho del
trabajo.
El siguiente punto trata de la protección de la maternidad y la paternidad
en nuestro país. Muchas mujeres tienen partos prematuros a causa de la
depresión que sufren al enterarse que están embarazadas. Uno de los factores
que influyen en dicha situación es el temor a perder el empleo. De allí nace esta
interrogante ¿En qué consiste la protección de la maternidad y la paternidad
en Venezuela?
Desde el inicio del embazado, los padres se encuentran amparados en la
ley mediante la inamovilidad laboral, esto con la finalidad de otorgar un derecho
que beneficia a la familia junto al bebe, pensando en la salud y estabilidad para
aquellas madres que se encuentran por dar a luz y en el proceso de crecimiento
del niño.
La Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras (LOTTT)
fija en el Artículo 335 que la mujer embarazada goza de inamovilidad laboral
durante todo el embazando, además, de dos años después del nacimiento de su
bebe, como también aplica para todos aquellos padres que deciden adoptar a un
niño menor de 3 años de edad.
De igual forma el padre también goza de este derecho de inamovilidad
laboral por el mismo periodo que la madre, esto quiere decir que desde el inicio
del embarazo los dos padres están amparados por 2 años.
Como se puede apreciar, la mujer cuenta con una amplia gama de
normativas destinadas a su protección que permiten el desarrollo de sus labores
en un ambiente de trabajo adecuado, bajo condiciones de igualdad, donde el
legislador le garantiza una protección especial en su etapa de maternidad,
imponiendo sanciones tanto al patrono o patrona como a las personas que
incumplan estas disposiciones.
La legislación venezolana concede una protección especial a la mujer en
los casos de maternidad, situación que se encuentra plenamente justificada,
debido a que el carácter extraordinario de esta protección se da a un grupo
históricamente discriminado, así lo señala Carballo en los siguientes términos
“en el estado actual de la conciencia jurídica universal, la igualdad entre los
hombres es la regla y la desigualdad, admisible sólo cuando se fundara en causa
compatible con el concepto de dignidad de la persona humana, la excepción”
(2001: p.61).
En busca de una equidad de género se hace necesario que se configuren
dos situaciones, la igualdad de oportunidades y la creación de una serie de
condiciones determinadas para que sean aprovechas dichas oportunidades; en
razón de ello el legislador no solo procura la protección de la maternidad sino
también de la paternidad, en su artículo 339 la LOTTT (2012) dispone que
“todos los trabajadores tendrán derecho a un permiso o licencia remunerada por
paternidad, de catorce días continuos contados a partir del nacimiento de su hijo
o hija”, agrega además que, “adicionalmente, gozará de protección especial de
inamovilidad laboral durante el embarazo de su pareja hasta dos años después
del parto, contado a partir del alumbramiento”.
Otra interrogante inherente a la licencia de maternidad es ¿Como queda la
relación laboral durante y después de la madre tener al bebe?
Al respecto, la LOTTT (2012) establece una normativa orientada,
principalmente, a describir los lapsos de los períodos de descanso (pre natal, post
natal, lactancia) y otros beneficios destinados a la protección de la maternidad,
pero no profundiza en la forma de cómputo y pago de los beneficios de carácter
salarial que debe recibir la trabajadora que posea esta condición. De hecho, ni
siquiera menciona expresamente si la trabajadora tiene derecho al pago total de
su salario, o si esta responsabilidad recae solidariamente entre el patrono o
patrona y el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, tal y como sucede en
los casos estipulados para la suspensión de la relación de trabajo,
específicamente lo concerniente a los numerales a y b del artículo 72 de la
LOTTT (2012).
No obstante, alrededor de la maternidad surgen numerosas inquietudes que
no son detalladas en la normativa laboral. Una de ellas es ¿Cuáles son las
ventajas y desventajas en este caso?
Por tanto, el cúmulo de garantías para la mujer no debe representar una
situación desfavorable para ésta, todo lo contrario, las normativas buscan
garantizar que la mujer y el hombre en esta situación gocen de la tranquilidad
emocional y económica necesaria para la buena salud de la madre y el neonato,
evitando que las féminas deban decidir entre su trabajo o la maternidad, así
mismo en el caso de los hombres. De manera que, aunque las empresas presenten
dicha resistencia esta situación no proviene de la normativa como fuente
principal.

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