Jay W. Lorsch, Paul R. Lawrence y James A. Garrison Durante el verano de 1966, George Prentice, el recién designado vicepresidente ejecutivo de operaciones nacionales de Texana Petroleum Corporation, dedicaba gran parte de su tiempo a pensar cómo mejorar el desempeño combinado de las cinco divisiones de productos que se reportaban con él (véase anexo 1). Su principal preocupación era que las utilidades corporativas no reflejaban toda la contribución potencial que podía resultar de la estrecha interdependencia tecnológica de las materias primas utilizadas y producidas por estas divisiones. La dificultad principal, como Prentice lo veía, era que los gerentes generales de división que le reportaban a él no trabajaban bien juntos. Hasta donde puedo ver, el asunto es de dónde sacamos el dinero para la corporación y no cómo derrotamos al otro. Nadie se comunica con nadie en el nivel de gerencia general. De hecho, dicen muchos secretos por aquí. Historia corporativa reciente Texana Petroleum Corporation era uno de los primeros y principales productores y comercializadores de productos del petróleo en el suroeste de Estados Unidos. Hasta principios de 1950, Texana había estado casi exclusivamente en el negocio de procesar y refinar petróleo crudo y vender productos del petróleo a través de una cadena de estaciones de servicio operadas por la compañía, en el suroeste de Estados Unidos y en América Central y del Sur. Para 1950, las ventas de la compañía aumentaron aproximadamente a 500 millones de dólares, con el crecimiento adjunto en utilidades. Sin embargo, en 1950, Texana se enfrentaba a una dura y creciente competencia en el nivel de la estación de servicio al menudeo por parte de varias compañías petroleras nacionales más grandes. Como resultado, el volumen de ventas disminuyó bastante a principios de la década de 1950, y para 1955 las ventas habían disminuido a sólo 300 millones de dólares y la compañía operaba apenas por arriba del punto de equilibrio. En esa época, debido a su edad, Roger Holmes, que había sido una fuerza dominante en la compañía desde su fundación, se retiró como presidente y director ejecutivo. Fue reemplazado por Donald Irwin, de 49 años, que había sido ejecutivo senior en una compañía química importante. William Dutton, de 55 años y quien había pasado toda su carrera con Texana, fue nombrado presidente del consejo, para reemplazar al presidente del consejo que se retiraba. Antes de su nombramiento como presidente, había sido vicepresidente ejecutivo senior de Pretroleum Products y reportaba a Holmes. Irwin y Dutton, junto con otros ejecutivos seniors, se movieron con rapidez para solucionar los problemas a los que se enfrentaba Texana. En forma gradual se deshicieron de los puntos de venta al menudeo de la compañía y abandonaron los mercados nacionales de consumo de petróleo. A través del desarrollo interno y de la adquisición, se expandieron y rápidamente aumentaron la participación de la compañía en el negocio de procesamiento de petróleo para la elaboración de productos químicos y plásticos. Al moverse en esta dirección se expandieron con rapidez con los movimientos iniciales hechos por Texana en 1949, cuando la compañía construyó su primera planta de procesamiento químico y empezó a comercializar estos productos. Para acelerar el crecimiento de la compañía en estas áreas, Irwin y Dutton seleccionaron gerentes generales agresivos para cada división y les dieron un alto grado de libertad en la toma de decisiones. El requerimiento principal de la alta gerencia era que cada gerente general de división creara una división creciente con un retorno satisfactorio sobre la inversión. Para 1966, la alta gerencia había remodelado la compañía de tal manera que en los mercados nacionales y extranjero era un productor integrado de materiales químicos y plásticos. En las operaciones extranjeras, la compañía continuó operando las estaciones de servicio en América Latina y en Europa. Este cambio de dirección fue exitoso, y para 1966 las ventas de la compañía se habían elevado a 750 millones de dólares, con un aumento saludable de las utilidades. A pesar de este éxito, la administración creía que era necesario un aumento en el retorno sobre el capital invertido. La prensa financiera y comercial, que había sido generosa al alabar la recuperación de la compañía, aún criticaba el retorno sobre la inversión que tenía en ese momento, y la alta gerencia compartía esta preocupación. Dutton, Irwin y Prentice estaban de acuerdo en que un método importante para aumentar las utilidades era aprovechar más los ahorros potenciales en costo que podían proceder de una mayor coordinación entre las divisiones nacionales de operación, conforme éstas desarrollaban nuevos productos, procesos y mercados. Organización nacional, 1966 Los reportes que las divisiones de productos enviaban al señor Prentice representaban un continuo de las actividades de producción y marketing provenientes de la producción y el refinamiento de petróleo crudo para la comercialización de diversos tipos de productos plásticos para consumidores industriales. Cada división estaba dirigida por un gerente general. Aunque había ciertas diferencias en la estructura organizacional interna de las distintas divisiones, estaban en general establecidas a lo largo de líneas funcionales (fabricación, ventas, investigación y desarrollo). Cada división tenía también sus propias actividades de control e ingeniería, aunque estaban apoyadas y aumentadas por el personal corporativo. Aunque las divisiones tenían su propio esfuerzo de investigación, había también un laboratorio central de investigación en el nivel corporativo, que llevaba a cabo una gama más amplia de investigación de una naturaleza más fundamental, que estaba fuera del ámbito de las actividades de cualquiera de las divisiones de productos. La división de productos del petróleo era el núcleo que quedaba de las actividades originales de producción y refinería de la compañía. Proporcionaba materia prima a la división de polímeros y químicos, y vendía también productos refinados bajo contratos a largo plazo a otras compañías petroleras. A principios y a mediados de la década de 1950, la administración de esta división había generado gran parte de los ingresos y las utilidades de la compañía, gracias a su habilidad para negociar estos contratos. En 1966, la alta gerencia corporativa consideró que la gerencia de esta división había aceptado su papel como proveedor para el resto de la corporación y que había relaciones armoniosas entre ésta y sus divisiones hermanas. La división de polímeros y químicos se desarrolló internamente a finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, cuando la administración vio que su participación del mercado de consumo de petróleo declinaba. Bajo el liderazgo de Seymour Knoph (que había sido gerente general durante varios años) y su predecesor (que en 1966 fue vicepresidente ejecutivo en administración), la división desarrolló con rapidez una línea de compuestos químicos y polímeros derivados de materias primas del petróleo. Casi todos los productos de esta división se fabricaban bajo contrato de licencia o eran materiales con fórmulas que eran bien comprendidas. Sin embargo, el personal técnico de la división se forjó una reputación en toda la industria por su capacidad para desarrollar nuevos y mejores procesos, y esto era de particular orgullo para la alta gerencia. Desde el inicio, las decisiones sobre qué productos fabricar se basaban en gran medida en los requerimientos de las divisiones de moldeo y empaque de productos. No obstante, los ejecutivos de la división de polímeros y químicos siempre intentaron comercializar estos mismos productos a clientes externos y habían tenido mucho éxito. Estas ventas externas eran sumamente importantes para Texana, puesto que aseguraban un volumen de operación bastante grande para procesar lucrativamente una amplia línea de productos de polímeros y químicos. Conforme crecían las otras divisiones, requerían en mayor proporción de la capacidad de ésta, lo que significó que los gerentes de la división de polímeros y químicos tuvieron que reducir su compromiso con los clientes externos. La división de productos moldeados fue también desarrollada internamente y se formó en 1951. Sus productos eran una variedad de productos plásticos moldeados, que incluían desde juguetes y artículos para el hogar hasta partes para automóviles y aparatos electrónicos. Las mayores fortalezas de esta división eran su conocimiento de la tecnología del moldeado y, en particular, su capacidad para comercializar. Aunque dependía de la división de polímeros y químicos para conseguir sus materias primas, sus operaciones eran bastante independientes de las de la división de productos para empaque y de la división de productos de construcción. La división de productos para empaque fue adquirida en 1952. Sus productos eran materiales plásticos para empaque, incluyendo películas, cajas, botellas, etc. Todos estos productos se comercializaban con clientes industriales. Así como la división de productos moldeados, la división de empaque dependía de la de polímeros y químicos como fuente de materias primas, pero era bastante independiente de otras divisiones de productos finales. La división de productos de construcción fue adquirida en 1963 para dar a Texana una posición en el mercado de materiales para la construcción. La división producía diversos materiales para aislamiento de techos y productos similares y los comercializaba en el mercado de la construcción. Fue una adquisición particularmente atractiva para Texana, porque antes de llevarla a cabo, había logrado cierto éxito con productos plásticos para aislamiento y materiales para techos. Aunque los productos plásticos representaban menos del 20 por ciento de las ventas totales de la división en 1965, había planes para que estos productos representaran más del 50 por ciento de sus ventas en los siguientes cinco años. Su afiliación con Texana dio a esta división una posición más fuerte en materias primas plásticas mediante la división de polímeros y químicos. Selección y reclutamiento del personal gerencial La rápida expansión de la corporación en estas nuevas áreas creó la necesidad de más talento gerencial adicional, y la alta gerencia no dudó en incorporar nuevos hombres de fuera de la corporación, así como promover a los jóvenes prometedores de dentro de Texana. Casi todos los gerentes, tanto de las divisiones internamente desarrolladas como de las adquiridas, habían pasado sus carreras en ellas, aunque algunos altos gerentes de división fueron transferidos entre divisiones o a posiciones corporativas. Al hablar sobre el tipo de personas que se buscaron para posiciones gerenciales, Donald Irwin describió sus criterios en una publicación financiera: No queremos gente que tema moverse. La atracción de Texana es que da responsabilidades individuales que no se diluyen. Atrae al individuo que desea un desafío. Otro ejecutivo corporativo describió a los gerentes de Texana: Es un grupo de caballeros muy duros, pero considerados, con un enorme empuje para hacer las cosas. Otro gerente, que había estado en Texana toda su carrera y que se consideraba diferente de la mayoría de sus gerentes, describió al gerente típico de la compañía de la siguiente manera:
Texana atrae a un tipo particular de persona. La mayoría de estas características son
características personales y no profesionales. Emplearía términos como frío, sin sentimientos, agresivo y sumamente competitivo, pero no particularmente leal a la organización. Es leal a los dólares, a sus dólares personales. Creo que esto es parte del problema de comunicación y supongo que se hace a propósito. El proceso de selección conduce en esta dirección. Pienso que es así, por el contraste con la forma en que la compañía operaba hace 10 años. Por supuesto, en ese tiempo yo estaba en el nivel de planta. Sin embargo hoy, la actitud que describí existe también en las plantas. Hace diez años, la organización estaba compuesta por personas que trabajaban juntas por el bien de la organización, porque querían hacerlo. No creo que sea así hoy. Ubicación de las instalaciones de las divisiones La división de productos del petróleo, polímeros y químicos y la de productos para empaque tenían sus oficinas ejecutivas ubicadas en pisos separados del edificio sede de Texana, en el distrito comercial de Chicago. Las plantas y las instalaciones de investigación y desarrollo de estas divisiones estaban diseminadas en Oklahoma, Texas y Louisiana. La división de productos moldeados tenía sus oficinas principales, instalaciones de investigación y desarrollo y una planta principal en un suburbio industrial de Chicago. Las otras plantas de esta división estaban en varios sitios en el Medio Oeste y en la Costa Este. La sede y las instalaciones principales de producción y técnicas de la división de productos de construcción estaban ubicadas en Fort Worth, Texas. Las cuatro divisiones compartían oficinas de ventas en las ciudades principales, de costa a costa. Evaluación y control del desempeño de la división El método principal para controlar y evaluar las operaciones de estas divisiones era la revisión semestral de las plantas de la división y la aprobación de los principales gastos de capital por el comité ejecutivo.1 Al revisar el desempeño contra los planes, los integrantes del comité ponían casi todo el énfasis en el retorno real sobre la inversión contra el presupuesto. Los ejecutivos corporativos consideraban que esta práctica, junto con la interdependencia tecnológica de las divisiones, creaba muchas disputas sobre la transferencia de precios. Además de estas revisiones regulares, los ejecutivos corporativos tenían discusiones frecuentes con los de la división sobre sus estrategias, planes y operaciones. Había sido difícil para la administración corporativa lograr el equilibrio adecuado para guiar las operaciones de las divisiones. Este problema era particularmente grave respecto a la división de polímeros y químicos, por su lugar central en la línea de productos de la corporación. Un miembro del personal corporativo explicó su punto de vista sobre el problema: Todo este asunto de la comunicación entre el personal corporativo y la división de polímeros y químicos ha sido un problema bastante difícil. La administración corporativa solía contribuir inmensamente a esto al tratar de conocer los detalles prácticos del interior de la organización de polímeros y químicos, y esto creó críticas serias; sin embargo, creo que ya superaron este asunto. Un segundo ejecutivo corporativo, al analizar este asunto para un reportaje de una publicación comercial, expresó el problema de esta manera: Tratamos de hallar el término medio. No queremos ser una sociedad de control, y con nuestra diversidad no podemos ser una corporación altamente centralizada. Vicepresidente ejecutivo-operaciones nacionales En un esfuerzo para hallar este término medio, se creó la posición de vicepresidente ejecutivo de operaciones domésticas a principios de 1966, y George Prentice fue el primero en ocuparla. Antes de este cambio, había habido dos vicepresidentes senior nacionales, uno a cargo de la división de petróleo y de la de polímeros y químicos y el otro a cargo de las divisiones de productos terminados. El señor Prentice había sido vicepresidente senior a cargo de las divisiones de productos terminados antes que se creara la nueva posición. Ocupó ese puesto sólo durante dos años, habiendo llegado a éste de una carrera en marketing muy exitosa con un competidor. En el momento de su nombramiento, un artículo de la prensa describió al señor Prentice como “impulsivo, agresivo y ambicioso; un arquetipo del dinamo que actúa por sí mismo, que Irwin estaba buscando”. Poco después de estar en su nueva posición, Prentice describió la tarea que tenía ante él: Creo que la corporación desea integrar mejor a sus partes y estoy aquí porque reflejo este sentimiento. Aquí no podemos ser un manojo de emprendedores. Tenemos que equilibrar la disciplina con la motivación emprendedora. Eso es lo que fuimos en el pasado, sólo un manojo de emprendedores y si llegaban con ideas conseguíamos el dinero, pero ahora nuestros dólares son limitados y, en especial, los chicos de polímeros y químicos no han podido disciplinarse para seleccionar algún proyecto de entre diez buenos. Parece que no son capaces de hacerlo y, por lo tanto, llegan corriendo aquí con los diez buenos proyectos, que dicen tenemos que comprar, y se molestan cuando no podemos comprarlos todos. Éste fue el tono de mis predecesores [vicepresidentes senior]. Todos ellos eran muy buenos emprendedores, yo voy a dirigirlo en forma diferente. Voy a tomar una orientación en marketing y capital. Hasta donde sé, hay un tiempo para competir y un tiempo para colaborar, y creo que, justo en este momento, el equipo ejecutivo de polímeros y químicos no ha podido darse cuenta de que esto cambió. Otros puntos de vista de las relaciones interdivisionales domésticas Los ejecutivos de la división de polímeros y químicos, de productos terminados y del nivel corporativo compartían el punto de vista de Prentice, de que el principal problema en las relaciones interdivisionales era entre la división de polímeros y químicos y la de productos terminados. Los ejecutivos de la de productos terminados hicieron estos comentarios típicos sobre el problema: Creo que lo que debemos comprender es que estamos unidos a la división de polímeros y químicos, nos guste o no. En realidad, estamos atados a ellos. Así como lo haríamos con cualquier proveedor externo o con cualquiera de nuestros clientes, haremos que las cosas hagan lo que tienen que hacer. Sin embargo, como ellos consideran que tienen nuestro negocio en las manos, no son recíprocos. Permítanme enfatizar que no se han negado arbitrariamente a hacer las cosas que requerimos, pero hay una presión sobre ellos para los proyectos de inversión y nosotros estamos en último lugar. Pienso que esto podría poner en peligro nuestras probabilidades de crecer. Diría que nuestras relaciones son difíciles y considero que esto se debe principalmente a que pensamos que nuestra razón de ser es ganar dinero, por lo que tratamos de mantener a polímeros y químicos como un proveedor al alcance de la mano. Por ejemplo, no comprendo que sólo porque se trata de un producto de ellos, hay que aceptar miles de kilos de material muy cuestionable. Eso saca dólares de nuestro bolsillo y estamos muy centrados en las utilidades. Supongo que la mayor frustración y uno de nuestros principales problemas es que no nos ayudan [polímeros y químicos]. Da la sensación de que no están interesados en lo que hacemos, en particular si eso no supone un gran beneficio para ellos. Pero en lo que a mí concierne, ésta tiene que convertirse en una relación de empresa conjunta y esto nos va a costar mucho esfuerzo. Aquí estamos, los chicos de abajo, gritando para que nos ayuden, y ellos tienen que darnos algún alivio. Mi experiencia con la división de polímeros y químicos es que no se puede confiar en nada de lo que dicen, e incluso cuando lo ponen por escrito, no podemos estar absolutamente seguros de que vayan a cumplirlo. Los gerentes de la división de polímeros y químicos expresaron sentimientos similares: En lo personal, en este momento tengo la sensación de que los intereses de las divisiones se están separando. Parece que siguen sus propios caminos. Por ejemplo, somos un productor de polímeros, pero la división de moldeo quiere estar en un área especial, y eso significa que van a ser menos clientes para nosotros y hay toda una familia de plásticos que queda afuera y que nadie toca; esto afecta nuestro programa… Tampoco nos metemos con la división de productos de construcción. Ellos manejan volúmenes pequeños. Lo que hacemos, se lo vendemos; los que no hacemos, no podemos justificar hacerlos, debido a la clase de cosas con las que trabajamos. Lo que digo es que no creo que la corporación se esté integrando, y pienso que deberíamos hacerlo. Éste es uno de los problemas de las divisiones delegadas. Lo que sucede es que un ejecutivo encabeza esto y elige el lugar que lleva más dinero a la división, mas éste no es necesariamente el mejor lugar desde un punto de vista corporativo. No tenemos tanto contacto con las divisiones hermanas como creo que deberíamos. He tratado de lograr un vínculo con los hombres de mi función, pero ha sido un completo fracaso. Uno de los problemas es que no sé a quién llamar en esas otras divisiones. No hay organigrama, ni ningún estímulo para tratar de que las cosas funcionen. Mi experiencia ha sido que todas estas divisiones son organizaciones muy cerradas. Sé que los chicos de las instancias superiores dirán que estoy loco. Dicen que sólo llame y obtendré una respuesta. Sin embargo, esto siempre ha sido un gran problema, no sucede automáticamente y esto nos perjudica. Los integrantes del personal corporativo hicieron comentarios que describen estas relaciones y los factores que según ellos contribuían al problema: Diría que en este momento hay una cortina de hierro entre la división de polímeros y químicos y el resto de la corporación. Ya sabe, decimos a nuestras divisiones que son grupos responsables y autónomos, y esa división se lo tomó muy en serio. No obstante, cuando se es una compañía con ingresos de 750 mil millones de dólares, hay que estar coordinados o todo se derrumbará; no puede ser de otra manera. El vicepresidente ejecutivo doméstico ha sido un gran paso hacia adelante para mejorar esto, pero yo diría que aún no ha dado resultado. Lo que en verdad molesta [de la división de polímeros y químicos] es que piensan que tienen que desarrollar ellos solos todos los nuevos mercados. Van a hacerlo solos de forma independiente y éste es el problema que enfrentan. Eso es lo que tienen: que quieren demostrar que son toda una compañía por sí solos y que no dependen de empaque ni de nadie más. Los ejecutivos de la división de polímeros y químicos hablaron sobre el efecto que este deseo de independencia de los ejecutivos divisionales de operación tiene sobre sus propios esfuerzos de planeación: A la división de polímeros y químicos no le gusta comunicarse con el personal corporativo. Esto es duro para nosotros y pienso que [la propuesta principal reciente] fue un ejemplo clásico de lo que le digo. Ese plan, como lo expuso nuestra división, tiene implicaciones sólidas para la corporación, tanto en experiencia como en capital. De hecho, creo que lo hicimos para llevarles una ventaja competitiva al resto de nuestras divisiones hermanas. Queríamos ser la división con mejor apariencia en el sistema, pero lo llevamos a un extremo. En este esfuerzo, quisimos mostrar que habíamos desarrollado este concepto totalmente por nuestra cuenta… Ahora creo que muchos de nuestros problemas con esto surgieron de este deseo intenso que tenemos de ser los mejores de esta organización. ¡Madre mía! Poco después de Navidad (1965), hubo un gran estancamiento aquí, cuando abandonaron una nueva planta, salida de nuestro plan central, sin ninguna consideración de la importancia de este plan para todo el crecimiento de la división de polímeros y químicos… Ahora tenemos una ganancia inesperada y estamos de vuelta en el negocio con esta nueva planta. No obstante, por un tiempo, las cosas estuvieron muy negras y todo lo que habíamos planeado y sobre lo que habíamos construido nuestros modelos estaba dislocado. De hecho, cuando armamos este plan, nunca nos imaginamos que iba a ser rechazado, y apuesto que ni siquiera lo armamos para que reflejara en verdad la importancia de esta planta para el resto de la corporación. Varios ejecutivos en las divisiones de productos terminados atribuyeron los problemas entre las divisiones a diferentes prácticas administrativas y supuestos dentro de la división de polímeros y químicos. Un ejecutivo de la división de empaque expresó esto: Tomamos decisiones con rapidez y en el nivel más bajo posible; esto es totalmente diferente del resto de Texana. No conozco ninguna otra división como ésta en el resto de la corporación. Examine lo que tiene Sy Knoph de superfluo en su operación comparada con la nuestra. Estos son los motivos de nuestro éxito. Hay que soltar a los hombres y no presionarlos todo el tiempo. No detenemos a nuestra gente con los de personal. Por supuesto, se puede trabajar con personal, las ruedas rechinan, pero seguro que lo hacen despacio. Asimismo, no trabajamos con detalle como las otras divisiones. Nuestra gerencia no considera que se necesiten los detalles. Por lo tanto, ellos siempre [polímeros y químicos] nos piden detalles que no podemos proporcionar. Nuestro proceso no los genera y su proceso los requiere, y esto crea siempre problemas con esa división. Estaría loco si tuviera un grupo de gente corriendo entre la planta y yo, y estaría loco si atestara mi organización con toda la gente que Knoph tiene trabajando para él. No quiero a ese personal, pero ellos quieren enviármelo. Este comentario de un gerente de la división de moldeo es típico de muchos sobre las preocupaciones técnicas de la gerencia de la división de polímeros y químicos: Históricamente, no hace mucho incluso, la división de polímeros y químicos era considerada un foso de serpientes en lo que concernía a la gente corporativa. Esto era porque esa gente estaba orientada al mercado y la división de polímeros y químicos estaba dirigida técnicamente y con mucho esfuerzo por la fabricación. Estos dos factores crearon una barrera de comunicación, porque para comprender en verdad los problemas de polímeros y químicos consideraban que había que tener una apreciación básica de la tecnología y de todas las interrelaciones. Aprovechando esta creencia firme, los ejecutivos de la división de polímeros y químicos intentaron en el pasado comunicarse en términos técnicos, y esto dañó más la relación, no funcionó. Ahora tienen una orientación un poco más de negocios o comercial y empiezan a apreciar que tienen que justificar las cosas que desean hacer desde un punto de vista de negocio u orientación comercial; empiezan a comprender que tienen que justificar las cosas que desean hacer en un sentido de negocios y no sólo en un sentido técnico. Esto ayuda también a resolver el problema de relaciones con la corporación, ya que la mayor parte del personal no es técnico, no obstante; esto cambió un poco en que cada vez más gente técnica llega y esto ha ayudado desde el otro lado. En la división de polímeros y químicos trabajan asumiendo que hay que conocer el territorio antes de poder ser un gerente efectivo. Hay que ser un hombre operativo para contribuir significativamente a sus problemas. Sin embargo, su mayor problema es esta concentración de soluciones técnicas para sus problemas. Esto es algo que los ha metido en el mayor conflicto con la corporación y con las otras divisiones hermanas. Estos y otros ejecutivos señalaron también otra fuente de conflicto entre la división de polímeros y químicos y otras divisiones. Esta era la cuestión sobre si la primera debería desarrollarse como un vendedor más independiente o si debería depender más de las divisiones de productos terminados para “empujar” sus productos hacia el mercado. Puntos de vista típicos de este conflicto son los siguientes comentarios de ejecutivos de divisiones de productos terminados: La gran pregunta que tengo sobre polímeros y químicos es, ¿cuál va a ser su estrategia? Puedo comprenderlos muy bien desde un punto de vista técnico, eso no es problema. Me pregunto ¿cuál es el papel de esta compañía? ¿Cómo va a encajar en lo que nosotros y otros están haciendo? En este momento, al juzgar por el comportamiento que he visto, polímeros y químicos podría tener menos interés en lo que estamos haciendo, en términos de integración de nuestros mercados o de un enfoque conjunto hacia ellos. Considero que es debatible si la división de polímeros y químicos debería ser o no ser una nueva compañía de productos. En este momento, tenemos un apetito casi inagotable por lo que ellos hacen y hacen bien. En mi opinión, la gráfica actual está bien. Sin embargo, ese grupo es muy impaciente y agresivo; desean crecer, pero hay que crecer dentro de los lineamientos. Es posible que esa división tenga que aprender a colgarse de los faldones de otras divisiones y hacer sólo lo que hace ahora, pero mejor. Pienso que el papel futuro de la división de polímeros y químicos va a ser, en cualquier momento para la corporación, que sí parece que se necesita un producto, ellos lo fabricarán… Van a ser proveedores, porque les garantizo que si llega el momento, y no podemos comprarlo en otra parte, por ejemplo, entonces, sé muy bien que ellos van a fabricarlo para nosotros, a pesar de sus otras obligaciones. Van a tener que abastecernos. Si separaran a la división de polímeros y químicos de la corporación, no creo que duraran un año. Sin sus enormes requerimientos cautivos, no podrían competir económicamente en las áreas comerciales en las que están. Varios ejecutivos indicaron que el énfasis principal que hacía la corporación en el retorno sobre la inversión por las divisiones tendía a inducir, entre otras cosas, una estrecha preocupación competitiva por parte de varias gerencias divisionales. El comentario de este ejecutivo de división fue típico: Como yo lo veo, nosotros [su división y polímeros y químicos] estamos 180 grados fuera de nuestras respectivas gráficas. Por lo tanto, cuando Sy Knoph habla sobre este gran proyecto, escuchamos amablemente y luego decimos: “Que Dios los bendiga. Les deseamos mucha suerte”, pero estoy seguro de que no vamos a participar en eso. No veo ahí ningún dinero para nosotros. Puede que sea una mina de oro para Sy, pero no lo es para nuestra compañía, y mientras estemos apegados a los altos estándares de utilidades, no podemos permitir involucrarnos. Veo claramente que tendría un buen sentido corporativo para nosotros participar, pero no tiene sentido en términos de nuestra compañía particular. Tenemos que ser capaces de mostrar los rendimientos para obtener capital continuo, y yo no puedo con esa clase de proyectos. Supongo que lo que estoy diciendo es que bajo las condiciones adecuadas podríamos entrar, pero no bajo el marco actual; estaríamos muertos en términos de tratar con la estructura financiera corporativa. No podemos obtener la clase de retornos sobre nuestro capital, que la corporación fijó para obtener nuevo capital. A la larga, me gustaría mucho ver lo que la corporación ha previsto en cuestión de vínculos entre nosotros, pero en este momento no veo ningún sentido en hacerlo. Saben que mi carrera también está en juego aquí. Otro ejecutivo de división expresó este punto en forma más resumida: Personalmente, pienso que podría hacerse mucho más desde un punto de vista corporativo y esto es frustrante. En este momento, parece que la gente corporativa considera a todas estas divisiones estrictamente como una inversión. Sólo nos ven como nos miraría un banquero. Esto nos perjudica en términos de llevar a cabo alguno de estos programas, porque tenemos relaciones que están más allá de las relaciones financieras. Los comentarios de un ejecutivo corporativo parecían apoyar esta preocupación: Una de las cosas que me preocupan es, ¿dónde está el extremo de la cuerda en esta cosa interdivisional? Me pregunto si la acción tiene en realidad que llegar sólo de la división. Ya sabe, en esta organización, cuando deciden hacer algo nuevo, siempre ha sido una propuesta divisional; nos pidieron una revisión y aprobación. El comité ejecutivo termina siendo un consejo de revisión; no nosotros, trabajando hacia abajo. Con esta clase de patrón, el talento de la gente corporativa está bastante bien seducido a hacer preguntas y determinar si una cosa necesita lineamientos, pero creo que también deberíamos ser la gente de las ideas, pensando hacia dónde vamos en el futuro y si creemos que deberíamos entrar en alguna área nueva, entonces, le diríamos a las divisiones que lo hicieran. La corriente tiene que ir hacia ambos lados. Ahora no es así.