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del Tiempo
del Proyecto
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La Gestión del Tiempo del Proyecto incluye los procesos necesarios para gestionar que el proyecto termine
dentro del plazo previsto.
La restricción de plazo suele ser una de las más importantes en cualquier proyecto. Aunque se tenga poca
información de un proyecto, a los interesados les parece un éxito si termina en plazo. La forma más común de
representar al director de proyectos, es la imagen de una persona controlando un cronograma. Si la principal
distinción entre operación y proyecto es que un proyecto tiene una duración prefijada, la principal distinción entre
gestión de operaciones y gestión de proyectos es que muchas actividades de gestión de un proyecto van
encaminadas a terminar en la fecha prevista.
Sin embargo, la editorial quería todo el libro traducido para lanzarlo al mercado a comienzos de año. Antes de
eso, era muy importante que la traducción estuviera terminada con la calidad requerida, en un plazo no superior a
3 meses (11 semanas, para ser más exactos). Finalmente el proyecto logró terminar en plazo, pero esto no se
habría logrado si no se hubiese descompuesto el esfuerzo en partes dirigidas a lograr los objetivos de alcance y
calidad, para monitorizar después continuamente las fechas de inicio y fin de cada una de las actividades. El quipo
de voluntarios tenía claros los trabajos a realizar en cada una de las 5 semanas de traducción, las 5 de revisión y la
última semana de integración. Cuando había retrasos se tomaban acciones correctoras y según avanzaba el
proyecto se podía visualizar si el cierre en fecha parecía factible. Dos semanas antes de terminar, los interesados
opinaban que el proyecto iba a terminar en plazo.
Mientras se gestiona el cronograma, hay muchos beneficios intangibles, derivados principalmente del grado
conocimiento que hay que tener de una actividad para llegar a saber cuándo debe empezar y cuándo debe
terminar. Para llegar a hacer ese pronóstico hay que saberlo todo y sobre lo que no se sepa, hay que tomar
supuestos. Para saber cuánto dura una actividad, hay que saber cuántos recursos participarán, y esto nos sitúa
cerca de conocer el coste. Para saber cuándo empiezan las actividades, hay que saber cómo dependen de otras
actividades del proyecto, o de factores externos. Sobre cada actividad, hay información segura, pero también hay
información incierta que puede provocar retrasos, pero que se puede gestionar proactivamente como riesgos.