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La química analítica, de este modo, utiliza diversos instrumentos para analizar las sustancias.
Un polarógrafo, un espectroscopio, un polarímetro y un colorímetro son algunos de los
dispositivos que pueden emplearse. Veamos sus definiciones a continuación:
* polarógrafo esta herramienta sirve para llevar a cabo la polarografía, una medida
voltamperométrica que se encuentra englobada en la categoría de barrido lineal, en la cual el
potencial de electrodo sufre una alteración de tipo lineal desde el inicio hasta el final. A
diferencia de otras medidas similares, la polarografía se sirve del electrodo de gota de
mercurio. En una gráfica en la que se enfrentan la corriente y el potencial en un experimento
de química analítica, es posible observar cómo la corriente oscila según la caída de las gotas de
mercurio desde el capilar;
* colorímetro: es todo instrumento capaz de identificar el color y el matiz para permitir una
medición más precisa del color. Por otro lado, dada una solución, también permite determinar
su absorbancia (la intensidad de la luz antes de entrar en una muestra, con una longitud de
onda específica). Por esta razón, el colorímetro posibilita saber qué concentración hay de un
soluto conocido. Esta herramienta se apoya en el principio de que existe una relación
proporcional entre la absorbancia de una sustancia y su concentración.
Según el tipo de análisis a realizar, la química analítica puede dividirse en química analítica
cualitativa y química analítica cuantitativa. Los análisis, por otra parte, pueden desarrollarse a
partir de reacciones químicas o de interacciones físicas.
El análisis gravimétrico, por ejemplo, busca especificar qué nivel de un elemento químico se
halla en una muestra. Para esto, trabaja con los pesos moleculares y atómicos. Un análisis
electroanalítico, por otra parte, analiza un analito de acuerdo a los amperios o los voltios que
hay en una celda electroquímica.
Los estudios espectrométricos, volumétricos y cromatográficos son otros de los análisis que se
desarrollan en el marco del trabajo de la química analítica.
Puede resumirse la labor de la química analítica en una serie de pasos: primero define el
problema a analizar y luego toma una muestra del objeto de estudio; continuación extrae los
datos de interés y finalmente los interpreta.