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EL CONTRATO DE MATRIMONIO

El Régimen matrimonial, según James A. Rowland Cruz, “Es el Conjunto de normas que
determinan el status jurídico de los bienes de los esposos durante el matrimonio y al tiempo de
su disolución, y que rigen las relaciones pecuniarias de los cónyuges entre sí o con los terceros
con que contratan. Los esposos pueden fabricar su régimen matrimonial, como bien nos dice el
autor, de forma combinada con los regímenes reglamentados o pueden innovar por completo.
El ilustre Mazeaud, a pesar de que sus libros datan de una época muy antigua, nos sirve
enormemente de referencia para desarrollar el tema en cuestión, así podremos ver la
concepción de autores antiguos y la concepción de autores modernos, el mismo nos define el
Contrato de Matrimonio, como “Aquel contrato que tiene como fin establecer el Régimen
matrimonial elegido por los esposos, y éste debe cumplir con las condiciones de validez de todo
contrato, es un acto solemne, que constituye un Pacto de familia, tiene por objeto principal
determinar el régimen matrimonial, determinar el Estatuto patrimonial de la nueva familia que va
a surgir como bien hemos mencionado del matrimonio, es un contrato accesorio al matrimonio,
concertado en consideración al mismo.
REGIMEN MATRIMONIAL
El régimen matrimonial, régimen económico matrimonial o régimen patrimonial del matrimonio
puede definirse como el conjunto de reglas que determinan y delimitan los intereses económico-
pecuniarios que rigen las relaciones interconyugales en el matrimonio y las relaciones con los
terceros. Muy a menudo este conjunto de reglas son desconocidas o suplidas por las reglas que
de facto vienen aplicando los cónyuges por pacto, por buena fe e incluso por una costumbre
instituida entre los mismos en sus relaciones cotidiano-domésticas.
El régimen económico tiene gran trascendencia sobre todo en caso de separación matrimonial,
en divorcio y en derechos de tipo sucesorio (mortis causa), como son las herencias, aunque
también tiene gran repercusión frente a terceros en los casos de insolvencia de alguno de los
cónyuges, por lo que, si se desvía de lo establecido por defecto por la ley, habitualmente debe
estar inscrito en un registro público.
DIFERENTES REGIMENES MATRIMONIALES
1. El Régimen de la Comunidad legal de los Bienes. Este régimen está establecido en el Art.
1400 del Código Civil Dominicano, dentro de este régimen son comunes, los muebles presentes,
los gananciales mobiliarios y los bienes inmuebles adquiridos durante el matrimonio.
2. El Régimen de la Comunidad de los Gananciales. Este régimen está establecido en el Art.
1498 del Código Civil Dominicano, en este régimen las deudas respectivas de los cónyuges,
actuales y futuras y su mobiliario respectivo, presente y futuro, se excluyen de la comunidad.
Una de las características principales de este régimen es que solo se dividen los activos
generados durante el matrimonio.
“Hay quienes opinan que este régimen a la vez de ser un régimen Comunitaristas también se
puede encasillar dentro del régimen Separatista por la naturaleza del mismo”
3.El Régimen de la Comunidad Universal. Este régimen está establecido en el Art. 1526, del
Código Civil Dominicano, en el régimen de la comunidad universal entran en la comunidad los
bienes muebles e inmuebles, presentes y futuros. Los esposos pueden igualmente acordar bajo
este régimen que a la comunidad entrarán solamente sus bienes presentes o sus bienes futuros.
Dentro del grupo de regímenes Matrimoniales Separatistas podemos mencionar:
1. El Régimen Convencional de Separación de Bienes. Este régimen estaba establecido en el
Código Civil Dominicano, y dichas disposiciones fueron derogadas por la Ley 2125 del 27 de
septiembre de 1949, G. O. 7001. En los regímenes de separación de bienes, no existen bienes
comunes, sino bienes propios de cada uno de los cónyuges, sobre los cuales cada uno mantiene
la administración, disposición, y el disfrute.
2. El Régimen Dotal. Este régimen está establecido en el Art. 1542 del Código Civil
Dominicano, en este régimen la mujer entrega sus bienes o algunos de ellos a su marido, y este
tiene la administración y el disfrute de los mismos. La mujer además posee, bienes que no están
afectados a las cargas del hogar y que por lo tanto están fuera de los bienes dotales, de estos
bienes la mujer mantiene el goce y la administración, pero no puede venderlos sin la
autorización del marido o permiso judicial, estos bienes son llamados bienes parafernales. Este
régimen es poco usado en la actualidad.
REQUISITOS DE FORMA Y FONDO DE LOS REGIMENES MATRIMONIALES
El régimen de separación de bienes, a diferencia del régimen de comunidad de bienes, debe de
reunir ciertas formalidades.
En los artículos 1391 y siguientes del Código Civil Dominicano, se establecen las formalidades a
seguir en las convenciones matrimoniales, dentro de lo que podemos mencionar el hecho de que
dicho contrato debe de ser un acto auténtico, redactado por un abogado notario público.
Dicha convención matrimonial deberá ser notificada a:
El Colegio Dominicano de Notarios.
Las Oficialías del Estado Civil de la Jurisdicción correspondiente.
A la Cámara de Comercio y Producción (en el caso de que sean comerciantes).
Hay que tomar en cuenta que lo que se notifica no es el Acto Notarial, sino, la compulsa,
expedida por el notario actuante, la cual expresara el deseo de las partes de contraer
matrimonio, así como los nombres, apellidos, lugar de residencia, cualidades y domicilio de los
futuros esposos, así como la fecha del contrato, según lo establecido en el artículo 1393 del
Código Civil Dominicano.
Sin embargo, el hecho de no notificar al Colegio de Notarios o determinada Cámara de
Comercio y Producción, no afecta la validez del contrato.
Las condiciones de validez esenciales a las cuales han de estar sujetas los contratos
matrimoniales para que estos pueden surtir efectos jurídicos son las siguientes:
A) Haber sido celebrado antes del matrimonio.
B) Haber sido depositado ante el oficial del Estado Civil, antes del matrimonio.
C) Que las convenciones pautadas por los contrayentes no contravengan el Orden Público, el
Orden Público Sucesoral y las Buenas Costumbres.
D) Que el matrimonio efectivamente sea celebrado posteriormente entre las partes.

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