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Covid 19 “coronavirus”

Enfermedad existente desarrollada inicialmente en china, cuya infección


se propaga al tacto, al respirar, con un alto índice de contagio. Llegando
en estos momentos casi que a cada rincón del mundo.

¿Qué efectos nos ha traído este virus a la economía?

Tal vez no cuento con los criterios suficientes ni el conocimiento del


tema, pero si es cierto el alza tan brutal del dólar el bajo precio del
petróleo los cierres de fronteras entre países la cancelación de vuelos
de las aerolíneas, esta llevando a muchos grandes y medianos
empresarios a la quiebra.

Y no solo eso el caos la incertidumbre de las personas por protegerse,


por buscar la forma de como abastecerse de productos para lo que se le
llama cuarentena es demasiada.

Muchas empresas han cerrado sus producciones o han tomado medidas


de contingencia o algunas definitivamente están fracasando “de donde
irán a buscar esas personas para un sustento ante esta crisis.

La mayoría de las personas no están al alcance de lo que se nos viene


encima, muchas personas no tienen un trabajo formal o no tienen un
trabajo.

Colombia siendo unos de los países mas ricos por que tenemos de todo
seguirá siendo unos de los mas afectados el alza del dólar nos deja casi
que embargados,” por la deuda externa que tiene”

China y EEUU países siendo unos de los países potencias mundiales ya


tienen perdidas muy grandes en su economía por lo cual que nos deja
para pensar esta situación acá en Colombia. ¿Qué será de nuestro
futuro?

Algunas empresas como cine Colombia, el escenario de movistar arena


en Bogotá llegaron al punto de cerrar sus escenarios para evitar el
contagio

La perdida de cada peso por la baja del petróleo en cada dólar que se
pierde, perdemos entre 350 y 400 millones, sumado a esto los
descuentos de los impuestos para aquellos que tienen el poder de tener
dinero.
*ALGUNAS LECTURAS EN LAS CUALES PODEMOS ENTENDER MAS Y
SACAR NUESTRAS CONCLUCIONES.

Radiografía del impacto


económico del coronavirus
A los inciertos efectos del coronavirus sobre la economía mundial, se
sumó una guerra de precios del petróleo. Colombia se verá afectada.

Casi tres meses después de que comenzó en China la epidemia del


covid-19, la economía global está a punto de contraer neumonía. El
nuevo virus puso en jaque muchas actividades productivas en
las últimas semanas, por la amenaza que representa para la
salud.

Varios gobiernos están adoptando medidas para restringir la


movilidad de sus ciudadanos -cierre de ciudades- y esto
ha suspendido el comercio, la producción y los viajes.

Entre los sectores más afectados están las aerolíneas, los hoteles, los
cruceros, bares y restaurantes. Muchos de ellos incluso son pequeños
negocios gravemente golpeados. Según la Organización Mundial del
Turismo, el sector podría caer entre 1% y el 3% , cuando a
principios de año se esperaba un repunte de 3% a 4%.

Por cuenta de la ‘gripa’ que se inició en China, la segunda mayor


economía del planeta, marcas que tienen allí sus principales
centros de producción como Adidas, Nike, Apple, Huawei, Coca-
Cola o Nissan prevén fuertes caídas en ghsus metas de ventas
por menores inventarios.

Esta cuarentena ha deteriorado las perspectivas de crecimiento


global. La Ocde revisó el crecimiento, estimado para 2020 de
2,9% a 2,4% . Mientras tanto, el FMI afirmó que la economía
mundial crecerá menos que el 2,9% de 2019: a principios de año
anticipaba 3,3%.*Datos al cierre del martes 17 de marzo a las 4 de la tarde. Fuente: Centro de
Ciencia e Ingeniería de Sistemas (CSSE) en Johns Hopkins University.

La probabilidad de una recesión mundial ha aumentado. Ante la menor


demanda mundial y el fracaso de un acuerdo entre
la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Opep,
(liderada por Arabia Saudita) y Rusia para definir los recortes de
crudo, el precio del Brent cae por debajo de los US$30 y tiemblan
las economías productoras de crudo.

El mundo se prepara para un gran ajuste en la economía global.

Los males sobre Colombia


Menor crecimiento. A comienzos del año los analistas coincidían en
que la economía crecería 3,2%. Pero ante los crecientes riesgos
ahora estiman entre el 2% y 3%.

Se complica la situación fiscal. Por cada peso que cae el petróleo de


manera sostenida, el Gobierno deja de recibir $400.000
millones, según la ACP. El presupuesto del gobierno está hecho
con un barril a US$60. Los mayores efectos se verán en 2021.

Más endeudados. La subida del dólar aumentará la deuda externa


del gobierno nacional, que al cierre de 2019 alcanzó 51,8% del
PIB.

Mayor inflación. El aumento del dólar podría traducirse en precios


más altos para alimentos, tecnología y celulares importados, así
como en las tarifas de algunos servicios públicos. Toda una
encrucijada para el Banco de la República.

Calificación en riesgo. Crecen las probabilidades de un recorte en


la calificación de riesgo de Fitch, que tiene al país en una nota
de BBB con perspectiva negativa (aunque sin pedida del grado de
inversión).

 Lo que viene
¿Cuánto durará?

Es la pregunta del millón, pues no hay claridad sobre la duración de la


pandemia. El escenario optimista asume que el virus se reducirá
con la entrada del verano boreal. Y la solución al choque petrolero
depende de factores geopolíticos difíciles de prever.

¿El remedio?

Varios gobiernos han tomado medidas para aliviar la economía. Estados


Unidos, Reino Unido, Australia y Canadá recortaron tasas de
intervención. Anunciaron también rebajas o más plazo para
pagar impuestos de las empresas más afectadas (aerolíneas,
turismo). Así mismo, lanzaron fondos para que los empresarios
afectados puedan enfrentar la pandemia. En Colombia el gobierno
anunció más liquidez para empresas y plazos para pago de impuestos
de empresas del turismo.

"La solución está en nuestras manos, por eso recomendamos que al


igual que en otros países, promovamos el uso de canales digitales que
reduzcan el intercambio de efectivo y así logremos combatir el contagio
y la propagación del virus. Para nuestra fortuna, el mercado ofrece
diversidad de aplicaciones, como paga, que nos permiten hacer
transferencias, recargas y pago de facturas con un solo clic y desde la
comodidad de nuestros hogares", señaló Gutiérrez. 

Algunos expertos consideran que la llegada del coronavirus marcará un


precedente en los hábitos de consumo de los ciudadanos del mundo. Y
esto ya se ha visto. En las últimas semanas se ha evidenciado un
incremento en el uso de los canales de comercio electrónico así como en
las transacciones realizadas en línea, donde las Fintech juegan un papel
importante. Esto sin duda resultará beneficioso para la industria, habrá
que esperar qué tanto podrán soportar el impacto económico en sus
operaciones. El impacto que tendrá la crisis del coronavirus en la
economía china aún está por verse, pero las cifras que van publicándose
dibujan un panorama sombrío.

La Oficina Nacional de Estadísticas de China divulgó caídas récord


de la producción industrial, la venta al por menor o la inversión en
activos fijos, lo que, sumado a otros índices, anticipan un
colapso en múltiples ámbitos.
Según los expertos, los datos revelan la escala del daño causado
por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 y aumentarán
los temores de una recesión global.
 "Estamos muy cerca de una recesión global": los efectos del
coronavirus en la economía mundial
 5 medidas económicas sin precedentes de algunos países contra el
coronavirus

Las cifras se dieron a conocer el mismo día en que el número de


muertes relacionadas con covid-19 -la enfermedad que causa el
virus- fuera de China sobrepasaron a las registradas en el país
asiático.

También coincidió con el drástico recorte de las tasas de interés


aprobado por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos,
mientras las bolsas continúan en caída libre alrededor del mundo.
El epicentro del brote del coronavirus se ha movido hacia Europa,
con Italia y España como los dos países más afectados, con unos
36.000 casos en total y casi 3.000 muertes, según datos hasta
este 16 de marzo.

Caídas récord
En los primeros dos meses de 2020, tres indicadores económicos
registraron descensos a doble dígito, con récords históricos,
según informó la Oficina Nacional de Estadísticas el lunes.

La producción industrial (que mide la actividad manufacturera,


minera y de servicios públicos) cayó un 13,5% interanual, la
primera contracción desde enero de 1990.

Las ventas al por menor, un indicador clave del estado del


consumo en la segunda economía mundial, descendieron un 20,5%
interanual, el mayor derrumbe desde que se tienen registros.

Mientras que la inversión en activos fijos -que refleja gastos en


artículos que incluyen infraestructuras, propiedades, maquinaria y
equipos- se redujo un 24,5% interanual, otro récord a la baja.
 "Peor que la crisis financiera de 2008": la histórica caída en la
"fábrica del mundo" por el nuevo coronavirus
Estos datos, además, se suman a las malas cifras de la industria
manufacturera en febrero, que se situó a su nivel más bajo desde
2005, según se difundió a principios de mes.

La caída es en su mayoría resultado de las medidas tomadas por


China para contener la propagación del virus en el territorio, entre
ellas, el cierre de fábricas o tiendas en todo el país durante
semanas después de las vacaciones por el Año Nuevo lunar, que
ya de por sí supone un fuerte parón.
Pese a que la segunda economía mundial vuelve poco a poco a la
marcha, la situación aún no ha vuelto a la normalidad.

Según el Índice Empresarial Nacional de la firma de investigación


Trivium, hasta el 16 de marzo la economía china estaba operando
al 69,5% de la producción normal.
"Las restricciones a la actividad industrial se han solucionado en
su mayoría. La gran preocupación ahora para las empresas es la
débil demanda", apuntaron desde la firma.
Y es que desde el principio de esta crisis una cosa ha estado clara
para los economistas: que el covid-19 afecta ambos lados de la
economía, tanto la cadena de suministro como la demanda.

El suministro de bienes y servicios se ve afectado

porque las fábricas y las oficinas cierran y como

resultado la producción cae. Y al mismo tiempo

la demanda también lo hace porque los

consumidores se quedan en sus casas y dejan de

gastar. La real dimensión del coletazo


del covid-19 en la economía de
Colombia
Los aviones ya empezaban a estar vacíos a la hora de despegar. Para
evitar pérdidas, Avianca y Latam, dos de las aerolíneas que operan
vuelos domésticos en el país decidieron reducir entre 30 y 40 por ciento
sus vuelos.

Desde el día en que se confirmó el primer caso de coronavirus en


Colombia, los ciudadanos temen ir a las salas de cine y teatro a tal
punto que ya se calcula una disminución cercana al 50 por ciento en la
asistencia, mientras que Cine Colombia cerró temporalmente el 100 %
de sus salas. Los conciertos y eventos se aplazan o, en el peor de los
casos, se cancelan, ocasionando pérdidas aún no sumadas, pero, para la
muestra, solo el escenario Movistar Arena de Bogotá cobra en promedio
140 millones de pesos por actividad.
Esas son algunas de las piezas del paisaje que se dibujó durante esta
semana en Colombia, luego de entrar a ser parte de los países afectados
por la pandemia, lo que se juntó con un movimiento turbulento en el
entorno internacional, provocado por una guerra de precios del petróleo
que venía con ataques suaves entre las grandes potencias productoras
de crudo (Arabia Saudíta y Rusia), pero que se agudizó en esta semana
y llevó a que el precio por barril se ubicara en 33,85 dólares (viernes),
una caída del 34 por ciento en los últimos 10 días.

El coctel de los dos sucesos salpicó de inmediato en el mercado


bursátil. La Bolsa de Valores de Colombia tuvo dos cierres en la
semana, algo que no sucedía desde el 12 de junio del 2006.

Los ciudadanos temen ir a las salas de cine y teatro a tal punto que ya

se calcula una disminución cercana al 50 por ciento en la asistencia

A medida que crecía la incertidumbre, la moneda nacional entraba en


aguas volátiles. Así, el precio del dólar frente al peso se trepó por
encima de los 4.000, un hecho sin precedentes. Ahora, el acumulado de
la devaluación en el año es del 27 por ciento, según los analistas.

En medio de esta situación compleja, los riesgos son varios. Están los
que acarrea el coronavirus, que está reduciendo la demanda de bienes y
servicios, lo que, de prolongarse, desembocaría en que la producción de
algunas ramas de la economía, al sentir el impacto, empiecen a bajar el
ritmo.
Coronavirus: medidas drásticas y tempranas, la mejor vacuna
Covid-19: máxima prueba para el sistema de salud

Esto, irremediablemente llevaría a que las empresas no generen empleo


o, incluso, recorten personal. Y el peor efecto recaería sobre el trabajo
informal, toda vez que, el 42,8 % de 22 millones de personas que son
parte de la población económicamente activa trabajan por cuenta
propia. En este universo estarían parte de los damnificados por
esta semiparálisis del país.

En tal escenario, el crecimiento de la economía proyectado por el


Gobierno en 3,7 por ciento, no se podría lograr.

Por cada dólar que cae en promedio al año el precio del petróleo, el país

deja de recibir entre 350 y 400 mil millones de pesos

También están las amenazas que provienen del bajo precio del petróleo.
La bolsa pública en la que se depositan los ingresos tributarios con los
cuales funciona el Estado, no alcanzaría a tener los recursos estimados
para 2020: 158 billones de pesos.

Y en el 2021, el efecto podría ser más agudo, según el ex ministro de


Hacienda, Mauricio Cárdenas. La cifra que lanza, de alrededor de 10
billones de pesos menos, incluye la baja en el recaudo por el menor
rendimiento de la actividad petrolera ($ 5 billones) y 5 billones por
cuenta de lo que llamó “una reforma tributaria excesiva”, que -a su
juicio- introdujo medidas innecesarias, como la posibilidad de
que las empresas descuenten parte de lo pagado en impuesto
de industria y comercio (ICA) al declarar renta.

Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo


(ACP), corrobora el efecto del bajo precio en el ingreso público. “Por
cada dólar que cae en promedio al año el precio del petróleo, el
país deja de recibir entre 350 y 400 mil millones”.
Varias voces llaman a la calma, pero también, a la urgencia de medidas
de choque. El presidente de la Andi, Bruce Mac Master, dice que “el
nerviosismo es entendible, pero exagerado”.

“El tema del petróleo obedece a un fenómeno geopólitico y hay


expectativa de que se corrija en próximos días, de lo contrario, los
países petroleros llevarían al planeta entero a la quiebra”.
Gremios dan parte de tranquilidad ante afán por abastecimiento
Esposa del presidente del Gobierno español, positivo por coronavirus

En relación con el coronavirus, las decisiones internas serán claves. A


Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, le preocupa “el pass-
through de la depreciación a la inflación, que podría materializarse en
los próximos meses. Qué tanto se reducirá el crecimiento va a depender
de la duración de los dos choques, el viral y el petrolero, así como de las
medidas de salud pública y de política económica para mitigar los
efectos”.

Cárdenas, por su parte, ve mejor camino en la activación de un plan de


choque que incluya estímulos a la compra de vivienda y aceleración de
la inversión en obras de infraestructura.

Y Mac Master estima que Colombia puede salir bien librada de la


coyuntura si reacciona con medidas adecuadas. En ese sentido, sugirió
el cierre de la frontera con Venezuela, medida que se tomó el fin de
semana.
Tras lo sucedido esta semana, ¿qué riesgos económicos podemos
esperar para Colombia?
Estamos vinculados al resto del mundo más que todo a través del
mercado de capitales cuya evolución repercute muy rápidamente, y a
nivel de diversas variables, en nuestro mercado financiero. Eso es lo que
hemos visto esta semana en la evolución de la tasa de cambio y de la
tasa de interés, entre otras variables, en muchos países.

En el caso colombiano, estas variables se deterioraron un poco más que


en otros por dos razones. La primera, por el carácter petrolero que tuvo
el shock. La segunda, porque nuestro mercado de TES es más profundo
que en la mayoría de los mercados de deuda emergente y actúa como
fuente de recursos en las decisiones de portafolio de muchos
inversionistas.

No obstante estos desarrollos desfavorables, lo cierto es que contamos


con bastante capacidad de asimilar las perturbaciones actuales sin que
los inevitables traumatismos se amplifiquen indebidamente y hagan más
daño.

Basta recordar que nuestra tasa de cambio es flexible, que tenemos un


monto adecuado de reservas internacionales y acceso automático a
otras fuentes importantes de liquidez, que tenemos un sector financiero
muy bien capitalizado y muy bien provisionado y que las reservas de
Fogafín, unos $ 23 billones, están muy bien dentro del rango que
consideramos adecuado para enfrentar dificultades mucho más gruesas
que las actuales.

Lo cierto es que contamos con bastante capacidad de asimilar las

perturbaciones actuales sin que los inevitables traumatismos se

amplifiquen indebidamente y hagan más daño


Con los fenómenos que confluyen en esta coyuntura: precio del petróleo
y el dólar, y el coronavirus, hay un impacto en la demanda. ¿En cuánto
espera que disminuya el ingreso tributario y, por esta vía, los recursos
para la inversión pública?

Por ahora mantenemos nuestro estimativo de recaudo de $ 158 billones.


Cabe recordar que en los primeros dos meses del año el ritmo del
recaudo supera la meta de manera importante. Por supuesto que en
unos pocos meses, cuando presentemos el MFMP (Marco Fiscal) y el
presupuesto general para consideración del Congreso, tendremos una
idea mejor de la trayectoria de esta turbulencia que lleva apenas pocos
días.
Analistas señalan que no es hora de frenar gasto, pero no hay recursos.
Sugieren invertir en vías o en otros frentes, de manera rápida. ¿Habría
margen para hacerlo y proteger así el empleo y el crecimiento?
El país cuenta con enormes recursos fiscales, hoy día representados en
dos tipos de cuentas líquidas en cabeza de departamentos, distritos y
municipios. Una es el fruto de sus reiterados superávits fiscales. Estas
cuentas equivalen a unos 3 puntos del PIB ($ 34 billones es nuestra
estimación). La segunda tiene fuente en los recursos provenientes de las
regalías que paga el sector minero-energético y que equivalen a unos $
30 billones adicionales.

Recursos amplios para gastar con responsabilidad fiscal es lo que hay.


Falta que lleguemos a un acuerdo entre los gobiernos territoriales, que
son los dueños de estos recursos; el Congreso de la República, que
definiría las reglas de implementación de un acuerdo para el gasto, y el
Gobierno Nacional, que se encargaría de implementar la política pública
acordada, estructurando proyectos de infraestructura, por ejemplo, y
ayudando a aprovechar economías de escala, vinculando la mejor
tecnología disponible, etcétera.

Recursos amplios para gastar con responsabilidad fiscal es lo que hay.

Falta que lleguemos a un acuerdo entre los gobiernos territoriales y

Congreso, para activar el gasto



Si el margen de maniobra fuera solo aumentar déficit, ¿está Colombia
lista para agrandar esa variable?

El Gobierno Nacional no está en capacidad de endeudarse más de lo que


se ha endeudado ya, ni sería responsable hacerlo. Recuerde que entre
2012 y 2018 la deuda explícita del Gobierno, la que aparece en su
balance, sube 16 puntos del PIB. Esa deuda, paradójicamente, es
contrapartida (parcialmente) de los superávits sistemáticos de los
gobiernos locales. El Gobierno se endeuda para pagar, por ejemplo, el
sistema general de participaciones (SGP) y, a su vez, el SGP es fuente de
superávit en gobiernos locales. Lo que los entendidos llaman el
‘gobierno general’, cuyo balance incluye los recursos que le he
mencionado, está en plena capacidad de gastarse la plata que les
pertenece a los gobiernos territoriales que lo constituyen, sin necesidad
de endeudarse.

Crisóstomo Suarez Ardila.

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