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ECONOMÍA

EL
COVID-19: 6to
ARGENTIN “F”
A EN EL
CONTEXTO 202
GLOBAL 0
INTEGRANTES: Ávila Emilia, Mattiuzzi Omar,
González Frías Zoe, Paunero Joana, Benítez
Milagros, Manfredi Damaris.
ÍNDICE
INTRODUCCION:.................................................................................2
ANALISIS DEL NUEVO VIRUS...............................................................3
ESTIMACIÓN ANTES DEL IMPACTO ECONÓMICO..............................5
REAL IMPACTO ECONOMICO.............................................................5
COSTOS DE LA PANDEMIA..................................................................7
ACTUAL SITUACION EN ARGENTINA..................................................7
AVANCE DEL VIRUS.............................................................................8
MUERTES CAUSADAS POR EL VIRUS...............................................9
CONSECUENCIAS ECONÓMICAS......................................................9
EFECTOS DE LA PANDEMIA EN LA ECONOMIA................................12
¿Cuánto afectará?.........................................................................13
EFECTO SOBRE LA DEMANDA........................................................13
EN ARGENTINA...........................................................................14
EN OTROS CASOS........................................................................18
ENFRENTAMIENTO CONTRA EL GOBIERNO.....................................25
MEDIDAS TOMADAS POR LOS GOBIERNOS..................................26
OTROS PAÍSES.............................................................................27
EN ARGENTINA...........................................................................31
CUARENTENA OBLIGATORIA............................................................34
CONSECUENCIAS...........................................................................35
¿Resultarán eficaces las medidas tomadas por el gobierno?..........36
INTRODUCCION:

Con la reciente aparición de un nuevo virus denominado


coronavirus 2019 (covid-19) en la ciudad de Wuhan, China;
se declaró en una epidemia nacional, la cual tiempo
después se convirtió en una pandemia mundial a causa de
su rápida expansión de contagio alrededor del mundo. Éste
traería no tan solo un nuevo reto para la ciencia sino
también para la sociedad y los sistemas de gobiernos de
todos los países del mundo, ya que sectores como la
economía sufrirían una gran caída a nivel global por la
cancelación de producción de materia primas y al cierre del
comercio exterior por parte de algunos países afectados
enormemente por la pandemia. La ONU aconsejó a todos
los estados a tomar medidas sobre la pandemia
controlando a la población, aunque solo algunos decidieron
tomar medidas desde el primer momento y otros que no
quisieron preocuparse u ocuparse sobre la situación, motivo
por el cual tendrían graves consecuencias. Podríamos decir
que argentina fue uno de los primeros países que tomaron
cartas en el asunto, aunque sus resultados en cuanto la
propagación están siendo evaluados. Es muy incierto lo que
podría pasar por la anterior crisis económica, si bien no se
ve reflejada en portales de noticias, existe y sigue creciendo
a pasos agigantados. Finalmente, solo nos queda tomar las
precauciones establecidas por el gobierno, cuidarnos entre
todos y sobrevivir a este nuevo reto.
ANALISIS DEL NUEVO VIRUS

La globalización ha transformado la relación entre las personas y su


entorno: ahora lo local es global y lo global es local. Lo mismo
sucede con la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2, un tipo de
virus que provoca resfriados comunes pero también puede
desarrollar enfermedades más graves.

La incertidumbre y el desconocimiento sobre la epidemia Covid-19


también a llegado a los mercados de valores y economías de todo
el mundo.

La ciencia médica aún no ha podido descifrar completamente el


nuevo virus. Lo único claro hasta ahora es que los países que han
tomado medidas más drásticas, como China, donde se originó, son
los que han podido contener su expansión.

A diferencia de otras crisis, la actual afecta a todos los países del G7


(Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino
Unido) y a China al mismo tiempo. Si bien el brote comenzó en el
gigante asiático, en pocos días se propagó por todo el mundo y, de
hecho, el epicentro se ha mudado a Europa, especialmente Italia y
España.

ESTIMACIÓN ANTES DEL IMPACTO ECONÓMICO


Desde el punto de vista económico, el virus tendrá un fuerte
impacto. Cualquier análisis debe partir de la incertidumbre.
Mientras no sepamos cuán grave será la letalidad de esta pandemia
y la velocidad con la que se seguirá expandiendo es difícil estimar
su impacto

Es posible plantear dos escenarios opuestos y múltiples escenarios


intermedios. En el primero y más optimista, el virus sigue la misma
evolución que en China y Corea del Sur. En ambos países ha caído el
número de nuevos casos gracias a las medidas adoptadas por las
autoridades. En el segundo y peor escenario, EE.UU. y Europa
replican en escala gigantesca la experiencia de Italia.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, si el


escenario actual no cambia drásticamente en breve, 25 millones de
empleos están en peligro.

REAL IMPACTO ECONOMICO


El brote de coronavirus dañó comunidades y tuvo efectos
disruptivos sobre la actividad económica de muchos países, incluido
EEUU.
El avance de la pandemia de coronavirus y la casi paralización de la
actividad económica genera graves perjuicios para la mayoría de las
empresas privadas.

Empresarios advierten por el impacto del coronavirus: "Si una


empresa no trabaja, en 30 días quiebra"

El otro motivo de alteraciones por el lado de la oferta es la


disrupción que el virus provoca en las cadenas de suministros. El
miedo al desabastecimiento ya encendió alarmas en los
consumidores. Y el problema no es sólo interno.

El pánico generado en los mercados activó el efecto fly to quality o


vuelo hacia la calidad. En el actual contexto de crisis global, los
capitales se trasladan de forma súbita a activos libres de riesgo,
abandonando las inversiones en títulos de deuda corporativos y los
bonos soberanos de los países considerados más riesgosos.

En toda esta situación, no obstante, las empresas del sector


farmacéutico están viendo cómo sus acciones crecen y ganan
dinero, principalmente aquellas que se dedican a investigar una
vacuna para el coronavirus.

COSTOS DE LA PANDEMIA
Las primeras estimaciones del costo de la pandemia de coronavirus
son mucho más preocupantes. Según la Unctad, habrá una
reducción en la tasa de crecimiento de la economía global de al
menos 2% en 2020, lo cual significaría una pérdida de casi un billón
de dólares (de los billones del idioma español).
Económicos plantean un escenario más pesimista: las pérdidas
podrían ascender a 2,7 trillones de dólares, el equivalente al PBI del
Reino Unido. La OCDE es más optimista y prevé que la tasa de
crecimiento anual del PBI global en 2020 caerá 0,5% con relación a
2019, con una contracción en el primer trimestre.

ACTUAL SITUACION EN ARGENTINA


La situación de Argentina es particularmente compleja. La crisis
sanitaria sobreviene en una economía en recesión y con severos
desequilibrios económicos, un delicado cuadro social, y un
horizonte que ya era incierto por la negociación externa.

Argentina no tiene márgenes fiscales y la posibilidad del


financiamiento monetario debe administrarse con cautela. Por
tanto, el arsenal de medidas a disposición del gobierno es muy
limitado. Será imposible evitar consecuencias negativas en materia
de actividad económica y empleo. Y el gobierno deberá
interrogarse cómo revisa su estrategia de negociación externa, y de
la deuda en general en este nuevo contexto.

En el caso argentino y enfocado desde el lado de la oferta, es


probable que la disrupción sea relativamente menor a la que se
observa en los países del hemisferio norte que están atravesando la
crisis. La razón es que la economía argentina está menos
interconectada en cadenas internacionales de suministros. No
obstante, seguramente habrá casos que será necesario atender. El
objetivo es evitar, en la medida de lo posible, suspensiones de
actividad por falta de insumos.
La estrechez fiscal y monetaria aconseja la focalización, lo cual es
compatible además con el hecho que la crisis impactará en forma
diferencial según los sectores. Es importante además definir el
plazo de duración de estas medidas de ayuda: una vez superado el
episodio sanitario y conforme se gane cierta normalidad,
correspondería la disminución progresiva del apoyo. Como
sabemos, este es un requisito difícil de cumplir. Pero cuanto más
claras sean las condiciones de partida resultará más sencilla la
negociación posterior.

AVANCE DEL VIRUS


Algunos temen que la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 pueda
desencadenar una nueva crisis económica similar a la del 2008, que
tuvo efectos a nivel mundial.

Si bien se espera que una vez llegado el pico de la epidemia y de la


evolución del virus la situación tienda a mejorar, cada hora que
pasa los pronósticos son peores porque la situación continúa
afectando a la industria, el comercio, el trabajo y el movimiento
económico en general en China. Y dado el peso de China en
economía global, las repercusiones se magnifican.

MUERTES CAUSADAS POR EL VIRUS


La tasa de mortalidad del coronavirus afecta principalmente a
mayores de 60 años. Eso significa que el impacto a mediano plazo
sobre el mercado laboral será menor.

CONSECUENCIAS ECONÓMICAS
El avance de la pandemia de coronavirus y la casi paralización de la
actividad económica genera graves perjuicios para la mayoría de las
empresas privadas. Y más allá del foco en lo sanitario, el Gobierno
también debe hacer frente a esa situación, en medio de una crisis
previa del país.

Por eso, y mientras se anuncian medidas casi a diario, uno de los


puntos a analizar es qué ocurre con aquellos sectores más
afectados que, de un momento a otro, afectará no solo a los
ingresos empresariales sino también a las fuentes laborales.

Pero, aun asumiendo que en algún momento se puede controlar el


contagio y se recuperen las actividades, el comercio y el turismo, la
economía mundial sufrirá un retroceso este año. El punto de
partida de cualquier análisis es China, hoy la segunda economía del
mundo, después de EE.UU.
Las consecuencias de la pandemia del COVID-19 en las ya
deterioradas cuentas públicas del mundo son mucho más
alarmantes de lo previsto.

Los países que ya están en recesión (como Argentina, por ejemplo)


"verán una recesión más profunda", mientras que los que están al
borde de una, como es el caso de México, "se verán arrastrados a
una recesión".

Aunque las proyecciones varían, existe una especie de consenso


entre los analistas financieros de que el panorama debería mejorar
en la segunda mitad del año.

Muchos advierten que el impacto económico no ha tocado fondo,


en la medida que el virus sigue propagándose aceleradamente.

la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el


Desarrollo (UNCTAD) esta semana alertó que el costo de la crisis en
el ingreso global podría llegar a US$2 billones, y que la duración y la
profundidad de la crisis dependerán de tres cosas: cuán lejos y cuán
rápido se propagará el virus, cuánto tiempo pasará antes de que se
encuentre una vacuna y qué tan efectivos serán los gobiernos para
mitigar el daño.

Desde ya, cuánto afecta esto al PIB de todo el 2020 dependerá de


cuán rápido se recupere la economía en los trimestres posteriores,
una vez que se contenga la epidemia y se reanuden las condiciones
comerciales e industriales normales. “Las compras discrecionales
del consumidor no se recuperarán: las personas no comerán más
comidas en restaurantes en junio porque se saltaron algunas en
febrero. Sin embargo, otras actividades tienen una gran capacidad
de rebote”, añadió Bustelo.

La consultora Oxford Economics predice que la economía china


crecerá menos del 4 por ciento en el primer trimestre de 2020
respecto al mismo periodo de 2019. Para todo el año, el pronóstico
es un crecimiento medio de 5,6 por ciento. Esta fuente le adjudica
al virus una baja de 0,2 puntos porcentuales en el PIB mundial.

Hay sectores claramente castigados por el virus, como por ejemplo


turismo, en donde más de 30 aerolíneas cancelaron vuelos. De
hecho, los principales aeropuertos del mundo están menos
abarrotados de asiáticos. También se redujo la actividad en parques
clásicos de entretenimientos u hoteles, petróleo (por la fuerte caída
en los precios) o industria del lujo, sectores en donde hay alta
participación de agentes económicos chinos. China participa
anualmente con 150 millones de turistas que viajan por el mundo y
en un tercio de las compras de marcas premium. Y también hay
ganadores, como varias empresas del sector farmacológico o de
juegos online por el encierro doméstico obligado.

El economista argentino Gustavo Girado considera que lo que pasa


en China importa no sólo por sus dimensiones, sino también
porque “las transformaciones en la forma de hacer las cosas y la
mutua dependencia entre las empresas globales, que gestionan la
producción en el marco de Cadenas Globales de Valor, promueve la
visión del ‘efecto mariposa’, por lo que una acción en un
determinado lugar puede tener efectos amplificados muy lejos de
allí. Un bloqueo en la provincia y el cierre de una semana adicional
en provincias que representan más de dos tercios del PIB del país
están interrumpiendo severamente la cadena de abastecimiento
global”.

EFECTOS DE LA PANDEMIA EN LA ECONOMIA


Destacamos al menos tres:

1) Enormes pérdidas en el capital accionario de las empresas

2) Presiones sobre las cotizaciones paralelas del dólar y caída de


reservas y pérdida de competitividad de la economía por no
acompañar el ritmo devaluatorio de nuestros socios comerciales

3) Desplome de los precios de los títulos soberanos, que ya se


encuentran en una zona atractiva para el ingreso de fondos buitres
y que podría bloquear cualquier intento de reestructuración de la
deuda soberana.

¿Cuánto afectará?
Lógicamente es muy difícil de responder, dado que depende de
cuánto se extienda la pandemia en el tiempo (doce días, semanas o
meses). Y ante todo no debemos olvidar que depende tanto o más
de los avances en el campo de la salud que de las respuestas que
puedan darse desde la política económica.
EFECTO SOBRE LA DEMANDA
El shock sobre la demanda se produce por al menos tres canales.

El primero, y más relevante por su peso relativo, es el efecto sobre


las decisiones de consumo e inversión de las personas. Por un lado,
la actitud de las familias se vuelve más cautelosa ante eventos de
esta naturaleza: el miedo siempre lleva a posponer los gastos “no
esenciales” y a enfocarse en los consumos de primera necesidad.

El segundo canal por el cual se ve afectada la demanda involucra a


las exportaciones. Los precios internacionales de los productos
agrícolas, los minerales y el petróleo cayeron fuertemente bajo la
expectativa de una desaceleración de la economía mundial. El valor
de la cosecha en Argentina se ve perjudicado y se abre un
interrogante sobre las posibilidades de desarrollo de Vaca Muerta
en este nuevo escenario.

El tercer canal es el financiero. El precio de las acciones en el


mundo se desplomó por efecto del coronavirus. Desde comienzo de
año, el S&P 500 perdió más de 20%. En Argentina, la reacción del
índice S&P Merval fue incluso más brusca, con una caída de más de
35% en lo que va del 2020. Estos sucesos se producen en el medio
del proceso de renegociación de deuda, punto que merece un
breve comentario: caen los incentivos a arreglar el problema para
el gobierno, dado que probablemente le costará más acceder al
financiamiento incluso si lo resuelve con éxito; sin embargo, una
baja de los rendimientos de los activos seguros en el mundo podría
inclinar a los acreedores a aceptar una propuesta que sería menos
atractiva en condiciones normales, favoreciendo a Argentina.

EN ARGENTINA
Para la Argentina, es difícil estimar si en términos relativos los
costos serán menores o mayores que para el resto del mundo. La
economía argentina ya se encuentra en recesión. El virus
contribuirá a retardar su recuperación.

También es difícil predecir cómo los distintos escenarios pueden


impactar la reestructuración de la deuda argentina. Es posible
concebir algún escenario favorable, condicional a un manejo
inteligente y profesional de las negociaciones.
El coronavirus y la crisis mundial le pegan a la Argentina en su peor
momento. Argentina parece dirigirse nuevamente a la cesación de
pagos y no hay vacuna que llegue a tiempo para prevenirlo.

En la Argentina también cayó la ya muy vapuleada bolsa y el riesgo


país alcanzó niveles no vistos desde 2002.

El funcionamiento de los canales que el covid-19 puede afectar son


múltiples, y provienen tanto de lado de la oferta como de la
demanda.

Dado que el virus tuvo su origen afuera, en un primer momento la


oferta se vio condicionada sobre todo en los sectores dependientes
de la provisión de insumos importados, debido al cese parcial en la
producción de las fábricas de afuera. Del lado de la demanda, los
efectos más inmediatos también se asocian a la dinámica del
comercio exterior. La desaceleración económica de China afecta a
las exportaciones argentinas tanto por cantidades como por
precios. La propagación del virus al resto de los países refuerza esta
tendencia, por lo que es de esperar que gran parte de la producción
de bienes transables se vea reducida.

Por lo tanto partiendo del déficit primario de 0,4% en 2019 si


repetimos la experiencia de 2009 el déficit primario se iría al 2,5%
del PIB sin ningún tipo de paquete de alivio. Si le agregamos
medidas como las que se planean tomar en los países más
desarrollados que se estima tendrán un impacto fiscal de 2 puntos
del PIB entonces estaríamos hablando de un déficit primario de
4,5% del PIB en el mejor de los casos.
La situación por el lado de demanda es considerablemente más
compleja. Precisamente, uno de los ejes de la política sanitaria -el
aislamiento y distanciamiento social-, afectará la demanda. Hay
actividades que recibirán grandes impactos: turismo, hotelería,
gastronomía, transporte. Adicionalmente, y desde el lado de la
demanda externa, otro factor a evaluar es el impacto de la crisis
sobre los principales productos de exportación (precios y
cantidades). Las cotizaciones de la soja han caído 10 % desde
comienzos del año. La baja abrupta del petróleo, aunque por
razones ajenas al coronavirus, pone en compás de espera a Vaca
Muerta.

La situación doméstica también es mucho peor. Hasta la caída del


cuarto trimestre de 2008 la economía argentina había registrado 17
trimestres consecutivos de crecimiento al 2% promedio trimestral.
Hoy arrastramos un período de estancamiento de casi 10 años y no
tenemos superávit primario. Las reservas internacionales netas del
BCRA son menores y en 2009 el BCRA terminó siendo comprador
neto de divisas al sector privado sin controles de capitales. Diez
años atrás el crecimiento de la base monetaria era del 11% anual
con el BCRA comprando reservas. En 2019 cerramos con una
expansión del 30% y el BCRA vendiendo dólares. En 2019 las
reservas brutas cayeron más de 21.000 millones de dólares a pesar
de que recibimos más de 15.000 millones del FMI. Los pasivos
remunerados del BCRA (Pases, Lebac y Leliq) en 2008 promediaban
el 60% de la base monetaria mientras que ahora estamos más cerca
del 85%. La inflación de 2019 fue más que el doble de la inflación
estimada en 2008 (54% vs 21%).
¿Qué sucede con las entregas de materiales importados
necesarios para producir en nuestro país?
Hay que recordar que cuatro de cada cinco dólares que se importan
en Argentina son bienes necesarios para producir (insumos, bienes
intermedios, bienes de capital y sus partes y piezas, y
combustibles).

Empresarios y funcionarios argentinos que participan o están al


tanto de las megaferias mundiales de todo tipo, donde pactan
preacuerdos que luego se convierten en negocios concretos,
cuentan la cantidad notable de suspensiones en la participación de
las delegaciones de China, que suelen ser los protagonistas de estos
eventos. Lo mismo pasa en las reuniones con equipos de
negociantes chinos que fueron canceladas, dicen por ejemplo en la
Cámara Argentina China y en la Cámara del Asia, cuyos socios
reciben día a día mensajes como éste: “no enviaremos tres
contenedores este mes, quizás uno”.

EN OTROS CASOS
En el día a día, el temor al contagio y las medidas de aislamiento
tomadas en algunos países, han golpeado duramente al sector
turístico, con aerolíneas reportando inéditas pérdidas financieras
que las han llevado a cerrar rutas aéreas o a operar vuelos
"fantasma" casi sin pasajeros.

Entre las medidas más drásticas, Estados Unidos anunció el


miércoles la suspensión de "todos los viajes desde Europa" hacia su
país por 30 días.

Y si la economía estadounidense se contrae, plantea Orlik, la


dinámica de las elecciones presidenciales también podría verse
afectada.

Además, muchas empresas les han pedido a sus empleados que


trabajen desde casa, mientras que el cierre de fábricas en China y
en otros lugares, han causado problemas en las cadenas globales
de producción.

En este escenario las empresas se están preparando para informar


resultados en rojo, y si el crecimiento económico se estanca -con
descenso en las inversiones y menos consumo en los hogares- los
efectos económicos de la pandemia podrían generar un aumento
en el desempleo y estancamiento en los salarios.
En ese caso, el costo global podría llegar a los US$2,7 billones, si
todos los países se ven expuestos a las consecuencias de la
pandemia.

La calificadora de riesgo Moody’s recortó en 0,3% las proyecciones


de crecimiento de las economías del G-20, señaló que los efectos
seguirán manifestándose “bien entrado el segundo trimestre” del
año" y admitió que “varios desarrollos plausibles podrían llevar a un
escenario mucho más negativo”, en el cual las materias primas
seguirán sufriendo presión a la baja y el precio del petróleo será
sumamente volátil.

El parate económico ha sido total o fuerte en varias provincias de


China, como las del centro hacia el Oeste, las más industrializadas y
pobladas. El freno afecta a los viajes de negocios, comercio y
movimiento de personas, educación y gastronomía. Del mismo
modo, todo lo que nutre al sector servicios también fue muy
resentido. El sector de servicios es justamente el sector que más
valor agrega al Producto: arriba del 60 por ciento. Desde ya,
muchas de las empresas perdedoras en esos sectores están ligadas
a cadenas internacionales y por lo tanto ahí se produce un efecto
dominó global, como mostraron estas semanas las caídas de
valores de firmas como Ikea, Disney o Starbucks.

En lo industrial pasa lo mismo. Por ejemplo, pymes y empresas


grandes de Dongguan, en Guangdong, una de las provincias más
potentes de China, alertaron que si la situación no se normaliza
para abril, el resultado será un “golpe mortal”. La surcoreana
Hyundai suspendió su producción de autos por problemas con el
suministro de piezas provenientes de China, en donde también se
fabrican componentes clave para las industrias automotrices y
electrónicas, en especial celulares y computadoras. Según Standard
& Poor’s, la producción automotriz caerá 2 por ciento en China este
año. Tanto en lo comercial como en lo industrial, la caída bursátil
de varias de estas compañías refleja claramente el nivel de pérdidas
económicas.

El hecho de que el foco inicial haya sido China amplifica los efectos.
De un lado, es la factoría mundial, proveedora de 20% de los bienes
intermedios que se comercian globalmente, gran abastecedor de
piezas electrónicas, productos químicos, farmacéuticos y de
transporte, voraz demandante de alimentos y materias primas y
“locomotora” del crecimiento mundial de las últimas décadas, al
punto de que llevaba 44 años de crecimiento ininterrumpido,
incluso medido en frecuencia trimestral.

El cierre temporal de plantas y puertos en China, la consiguiente


paralización del transporte marítimo y la abrupta disminución del
transporte aéreo ya provocó la quiebra de una aérea low cost (la
británica Flybe) y la Asociación Internacional de Transporte Aérea
(IATA, según sus siglas en inglés) estimó que el coronavirus le
provocará al sector pérdidas de 113.000 millones de dólares.

El Banco Asiático de Desarrollo calculó que el brote podría generar


pérdidas por 347.000 millones de dólares, dos tercios de esa cifra
en China, por la interrupción de la cadena de suministros global, los
problemas en los sistemas sanitarios y la cuasi desaparición del
turismo internacional. A fines de 2019 se calculaba que 140
millones de turistas chinos recorrerían el mundo en 2020; la
interrupción de ese y otros flujos de viajeros ya está teniendo
graves efectos en varios países europeos.

Las autoridades chinas no hicieron hasta ahora proyecciones


públicas de las pérdidas económicas, pero las informaciones que
llegan del país asiático advierten una fuerte caída del PIB en estos
primeros tres meses de 2020. Santiago Bustelo, un argentino que
está haciendo su doctorado en la Universidad de Fudan, Shanghai,
dijo a Cash que “el impacto económico en China será severo en el
primer trimestre, es probable que muchos indicadores se retraigan
dos dígitos. Si la epidemia está contenida para la primavera (fines
de marzo), se puede recuperar parte de la actividad perdida, pero
no toda. Fuera de China, las primeras víctimas obvias son el turismo
y el precio del petróleo”.

En su opinión, los efectos de la epidemia “son más bien producto


de la severidad de las respuestas de las políticas gubernamentales,
como las cuarentenas y las restricciones a los viajes y
movimientos”. Si se calculan los días laborales perdidos, sumados a
los del largo feriado del Año Nuevo Chino, “en el trimestre da una
caída del 13 por ciento, de 61 a 53. En teoría, solo sobre esta base,
se podrían esperar disminuciones de dos dígitos en muchos
indicadores del lado de la producción durante los primeros tres
meses del año”, dijo Bustelo.

La economía mundial lleva 43 trimestres consecutivos creciendo,


con un aporte fundamental de la economía china (alrededor de 16
por ciento del PIB global lo genera la República Popular China). En
este sentido, un elemento a considerar es que durante el SARS,
China era la sexta economía mundial, mientras que en la actualidad
ya es la segunda, por lo que los sus efectos de repercusión (cuando
son benéficos o cuando son negativos) son mayores.

Por el coronavirus en las dos primeras semanas de marzo de 2020


las acciones de Wall Street perdieron 20% de su valor. Lo mismo
ocurrió en el resto de los mercados.

La Reserva Federal de los Estados Unidos redujo nuevamente las


tasas de interés y presentó una serie de programas de absorción de
deuda federal e hipotecaria de modo de impedir que la pandemia
amenace el crecimiento económico de la principal potencia
mundial.

La aseveración se vio reflejada en un reporte de la agencia


Bloomberg, el cual indicó que el secretario del Tesoro de los
Estados Unidos, Steven Mnuchin, informó a senadores
estadounidenses que la tasa de desempleo en el país podría llegar
al 20 por ciento sin paquetes de estímulo masivos para
contrarrestar el impacto económico de la enfermedad.

La Unctad, una agencia de Naciones Unidas sobre cuestiones de


comercio y desarrollo, calculó una caída inmediata de USD 50.000
millones en las exportaciones de diversos países y sectores. La
Unión Europea, EEUU y Japón ocupan el podio y la maquinaria
aparece como el sector más afectado.

Y si caen las exportaciones, y también el consumo interno de los


países, por la supresión de eventos públicos, se potencia la
disminución del PBI, y se debilitan los precios de las materias
primas.
Un primer cálculo de la Unctad, agencia de las Naciones Unidas,
sobre la reducción inmediata de exportaciones por efecto del
coronavirus.

El petróleo tiene una gran influencia en la economía mundial y


estos productores tenían un acuerdo para no perjudicarse:
coordinaban la producción y venta de barriles para no competir.

Sin embargo, en un contexto de crisis como la pandemia de


coronavirus, Rusia ha visto una oportunidad para avanzarse a los
Estados Unidos (su eterno rival) y ha decidido romper el acuerdo e
ir por libre. Como respuesta, Arabia Saudita ha decido bajar el
precio de su petróleo para vender más.

Esta guerra comercial tiene efectos para la economía mundial. En


las últimas semanas, el precio del barril de Brent (el crudo de
referencia en Europa) ha caído más de un 9%: el precio actual es de
unos 30 dólares por barril; unos niveles que no se veían desde hace
16 años.

La rápida propagación del coronavirus, ahora convertido en


pandemia, está provocando pánico en los mercados financieros,
fuga de capitales, devaluación de las monedas frente al dólar y una
creciente amenaza de recesión global.

Este miércoles Wall Street se hundió en un "mercado bajista" (bear


market, en inglés), luego de que el índice Dow Jones terminara un
20% más bajo en relación a su récord alcista de febrero, poniendo
fin al período más largo de alzas en los mercados bursátiles en la
historia de Estados Unidos.

Con el SARS, el impacto fue de 40 mil millones. Learn Bonds, otra


empresa del sector financiero, con sede en Nueva York, manejaba
datos sustancialmente más bajos, pero de todos modos superiores
al daño del SARS. Claro, hizo sus cálculos antes que Capital. Y esa es
la clave: a medida que pasa el tiempo se cuenta con más
información de una crisis que se agrava con cada jornada perdida.

Habrá que estar atento a cuánto tiempo demora la situación de


emergencia. Y además, habrá que considerar la ralentización que ya
venía provocando en algunos sectores de la economía nacional la
llamada “guerra comercial” que Estados Unidos lanzó en el marco
de su decadencia relativa.

Las empresas de todas las regiones del país “reportaron


perspectivas muy inciertas (...) y la mayoría esperan que las
condiciones empeoren en los próximos meses”, añadió el banco
central estadounidense.

La caída del empleo continuará, advirtió la Fed en su “Libro beige”,


que sirve de referencia para analizar la coyuntura económica en
Estados Unidos.

Los informes del gobierno han mostrado que 17 millones de


trabajadores perdieron sus empleos en las tres semanas hasta el 4
de abril, y la Reserva Federal dijo que “la perspectiva a corto plazo
era de más recortes de empleo en los próximos meses”.
La caída de las bolsas de valores
Que las empresas dejen de producir y la gente deje de consumir
también tiene efectos sobre las bolsas y mercados de valores,
donde se comercia con el valor de las empresas y las materias
primas.

El pasado 9 de marzo se convirtió en el segundo “lunes negro”


consecutivo en las bolsas mundiales, como consecuencia de las
medidas preventivas contra el coronavirus. Desde entonces, la
situación no ha hecho más que empeorar con caídas pronunciadas
en los mercados globales.

Una semana después, el 16 de marzo, los inversores y empresas se


despertaron con caídas cercanas al 10% en la bolsa de Nueva York,
considerada una de las más importantes del mundo. En España, el
Ibex 35 ha experimentado perdidas aún mayores y, junto a Italia, es
de los países más dañados por la Covid-19.

Aunque, la bolsa de China se está recuperando ahora que la


epidemia del coronavirus está bajo control en el país asiático.

ENFRENTAMIENTO CONTRA EL GOBIERNO


El gobierno enfrenta varias disyuntivas simultáneas: volumen de
recursos movilizados para la ayuda (que depende a su vez de la
capacidad fiscal y la posibilidad de monetizar), secuencia y duración
de las medidas, y también el dilema de concentrar el apoyo sobre
las actividades (empleo) afectadas vs transferencias que actúen
como soporte del ingreso y la demanda.
A pesar de todos los esfuerzos dirigidos a contener los efectos
económicos y sociales más dañinos provocados por el coronavirus,
será imposible evitar consecuencias negativas en materia de
actividad económica y empleo. Un factor clave será la situación
sanitaria.

MEDIDAS TOMADAS POR LOS GOBIERNOS


Los gobiernos deberían asegurarse de que las personas tengan
dinero para seguir gastando, incluso si no están trabajando.

La dificultad para frenar la expansión de la epidemia ha obligado a


los gobiernos a aplicar medidas extraordinarias, como cerrar
edificios públicos, empresas y comercios, además de limitar la
movilidad.

Como consecuencia se ha reducido la producción, el consumo y el


turismo en la mayoría de países afectados. Y eso tiene
consecuencias económicas.
OTROS PAÍSES
En una situación como esta, los estados se ven obligados a inyectar
grandes cantidades de dinero para que el sistema siga funcionando:
por ejemplo, que las personas que se han quedado temporalmente
sin trabajo sigan cobrando para poder pagar las facturas, o que las
empresas que no pueden producir puedan pagar a sus
trabajadores.

Otros países, como Francia, han anunciado que se suspende el pago


del alquiler y de las facturas de la luz, gas o agua, mientras el propio
Estado se hará cargo de pagar los créditos bancarios de la gente
que no pueda asumirlos por culpa de la epidemia.

Distintos países y organizaciones internacionales han anunciado


respectivos paquetes de estímulo. El Fondo Monetario
Internacional (FMI) se mostró dispuesto a movilizar un billón de
dólares, mientras que los referentes a países europeos como
España, Inglaterra y Francia se cuentan en los miles de millones y
en ciertos casos, como el de Francia, incluyen la condonación de
alquileres y ciertos impuestos. El gobierno alemán liderado por
Ángela Merkel, por su parte, indicó que desembolsará “lo que sea
necesario” para paliar los efectos económicos de la pandemia.

La primera reacción macroeconómica importante fue la de la


Reserva Federal de EEUU, recortó 50 puntos básicos la tasa de
referencia dos semanas antes de la reunión en que debía decidir al
respecto. Además, el Congreso norteamericano aprobó un paquete
inmediato de USD 8.300 millones en medidas sanitarias, al que
podría seguir otro, más amplio, de ayuda a sectores económicos
especialmente afectados.

El gobierno de los Estados Unidos ya se ha mostrado a favor de


enviar dinero en efectivo a todos los contribuyentes del país para
de esa manera estimular la economía y evitar que un porcentaje
relevante de ciudadanos no logre afrontar sus gastos durante la
parálisis.

La crisis producida por el coronavirus también ha provocado un


descenso en la demanda de petróleo, ya que la actividad industrial
y doméstica se ha ralentizado en muchos países a causa de las
medidas de control.

Además de consumir menos combustible por la situación de


pandemia, hay otro factor que influye en el precio del petróleo: la
batalla interna entre Rusia y Arabia Saudí, que son los dos mayores
productores de petróleo del mundo.

Algunas medidas económicas que han tomado algunos países


frente a la pandemia:

Italia: Suspensión del pago de impuestos e hipotecas para las


pymes y los hogares.

EEUU: Redujo su tasa de interés a casi cero y un programa de


estímulo de US$ 700.000 millones
A la decisión de Italia de poner a todo el país en cuarentena -
además de una rápida propagación de la enfermedad en el resto de
Europa y Estados Unidos- se suma el desplome de los precios de
petróleo y la montaña rusa de las bolsas, haciendo que muchos
expertos consideren que una recesión económica global durante el
primer semestre de este año sea casi inminente.

Una voz de alerta que ha comenzado a extenderse entre la mayor


parte de los economistas e inversores, especialmente ahora que los
casos de contagiados están aumentando velozmente.

La Reserva Federal de Estados Unidos anunció este miércoles que la


actividad económica se “contrajo profundamente” en todo el país
en medio del confinamiento para luchar contra la pandemia de
coronavirus.

EN ARGENTINA
El Gobierno evalúa aplicar medidas similares a las que se utilizaron
en 2009, durante la crisis de la gripe A, entre las que figuran: la
ayuda para el pago de salarios.

"Estamos trabajando sobre dos o tres herramientas conocidas que


se aplicaron en el 2009 cuando fue la gripe A. Una son los Repros
cuando el estado ayudaba en el pago de salarios. Tenemos los
procedimientos preventivos de crisis que se usaron bastante el año
pasado. Y para aquellos casos que no haya solución tenemos el
seguro de desempleo ampliado", afirmó el funcionario.
Partiendo del déficit primario de 0,4% en 2019 si repetimos la
experiencia de 2009 el déficit primario se iría al 2,5% del PIB sin
ningún tipo de paquete de alivio. Si le agregamos medidas como las
que se planean tomar en los países más desarrollados que se
estima tendrán un impacto fiscal de 2 puntos del PIB entonces
estaríamos hablando de un déficit primario de 4,5% del PIB en el
mejor de los casos.

Luego de esas declaraciones, las urgencias en Argentina cambiaron


en apenas unos días, la reestructuración de la deuda le cedió su rol
protagónico a la cuarentena total. El Gobierno busca proteger a los
sectores más afectados para frenar la recesión.

En tan solo dos o tres semanas las urgencias del Gobierno


cambiaron: hasta hace algunos días, ponerle punto final a la
reestructuración de la deuda era el desafío principal. Las drásticas
medidas de protección adoptadas en la mayoría de los países a raíz
del coronavirus así como también su propagación en Argentina
tendrán un impacto muy severo sobre la economía. Este nuevo
escenario llevó al Poder Ejecutivo a decretar la cuarentena total y a
formular medidas económicas de emergencia, pateando por
completo el tablero las prioridades.

Se reconoció que hubo una demora inicial en la reacción del


gobierno esbozada al comienzo de marzo, hasta que finalmente se
adoptaron las medidas frontales para evitar la propagación
exponencial de los casos. Al recorrer este giro en U en sus medidas
sanitarias, Argentina se aproxima a las posiciones que adoptaron
otros países de la región.
La explicación e información regular del plan sanitario y de cada
fase según evolucione la crisis ayudará a la comprensión de la
población en general. La mayor información contribuye a llevar
tranquilidad a la población y despejar incertidumbres aún dentro
de la complejidad de la situación.

En este sentido, el Gobierno dispuso una serie de medidas para


atender a la emergencia. Por un lado, reforzando los ingresos de la
base de la pirámide, de la misma manera que se hizo con los bonos
otorgados a fin de año y con el cambio en la movilidad jubilatoria. Y
fundamentalmente, para el caso de los beneficiarios de la AUH,
garantizando un ingreso mínimo en los hogares con trabajadores
informales. Aun quedando pendientes las medidas paliativas para
los que trabajan por cuenta propia.

Asimismo, esbozó medidas dirigidas a dar alivio al sector


productivo. Entre ellas, nuevas líneas de crédito a tasas negativas,
que apuntan a financiar capital de trabajo y evitar un mayor
resentimiento en la cadena de pagos. Adicionalmente, la eximición
del pago de contribuciones patronales para los sectores declarados
en emergencia y ampliación de los REPRO (subsidios para hacer
frente al pago de sueldos) para evitar despidos masivos. Sin
embargo, quedan sin cubrirse muchos reclamos pendientes, como
son la postergación del pago de algunos impuestos, empezando por
las contribuciones patronales.

Hoy tenemos un cierre total de la economía por un período no


menor a los 14 días. Todo esto me lleva a pensar que el impacto
económico será mucho peor que en 2009.
Dado que el mercado de capitales está prácticamente cerrado no es
muy descabellado imaginar que la totalidad del déficit se financie
con recursos del BCRA. Financiar 4,5% del PIB con emisión no es
tarea fácil sobre todo cuando la economía ya se encuentra en un
proceso de desmonetización y un ratio de base monetaria a PIB de
6,5% (en 2008 la base monetaria representaba el 8,7% del PIB y no
había cepo cambiario). Si suponemos que el proceso de
desmonetización se frena (o sea que la demanda de dinero se
mantiene) entonces estaríamos hablando de una tasa de inflación
de 100%. Si la demanda de dinero se cae entonces corremos el
riesgo de caer en una hiperinflación.

BONOS DEL GOBIERNO


El gobierno dispuso una serie de medidas económicas y sociales
destinadas a paliar la crisis provocada por la llegada de la
pandemia. Un bono especial para jubilados con haberes mínimos y
beneficiarios de ciertos programas sociales, aumento (por única
vez, revisable) de la AUH; en el plano económico, reducción de
aportes patronales para sectores afectados, ampliación del
programa REPRO, ampliación de los gastos de capital del
presupuesto, apoyo para construcción y reparación de viviendas,
líneas crediticias “blandas” y aceleración del pago de reintegros a la
exportación, entre las principales.

Lo importante es entender que no se trata de medidas que buscan


reactivar la economía. El objetivo es minimizar el impacto recesivo
del coronavirus sobre la agudización de la pobreza y evitar quiebres
y despidos masivos, afectando las capacidades productivas de la
economía, provocando consecuencias en el mediano y largo plazo.

OBJETIVO DEL GOBIERNO


Lo importante es entender que no se trata de medidas que buscan
reactivar la economía. El objetivo es minimizar el impacto recesivo
del coronavirus sobre la agudización de la pobreza y evitar quiebres
y despidos masivos, afectando las capacidades productivas de la
economía, provocando consecuencias en el mediano y largo plazo

CUARENTENA OBLIGATORIA
El presidente Alberto Fernández emitió un decreto prohibiendo a
toda la ciudadanía abandonar sus hogares con la excepción de salir
a comprar alimentos o medicinas. De modo que, la persona que no
pueda explicar la razón de estar en la calle se verá sometida a las
sanciones que el código penal prevé, advirtió.

Fernández reconoció que necesariamente habrá una lentitud


económica pero llamó a la "tranquilidad" a los sectores informales
y los autónomos, para quienes el gobierno anunciará.

CONSECUENCIAS
El shock sobre la oferta se da por dos motivos. Uno es que el miedo
al contagio y las medidas implementadas por parte Gobierno
limitan la capacidad de las personas de concurrir a sus puestos de
trabajo, frenando la actividad. La consecuencia inmediata es que la
producción se va a ralentizar.

La merma en la producción se extenderá a todas las actividades que


no quedaron exceptuadas del cumplimiento del aislamiento social
(a modo de ejemplo, la industria automotriz, textil, muebles, entre
otras). La actividad también se verá resentida en aquellos servicios
que no pueden ser perfectamente sustituidos por el teletrabajo. En
cuanto a la caída de la demanda interna, la peor parte se la llevarán
las actividades que fueron declaradas en emergencia: cines,
teatros, restaurantes, turismo, transporte de pasajeros y hoteles.
Aunque obviamente, la mayoría de los sectores asimilará, en menor
o mayor medida, el cese de la actividad.

Y, mientras más tiempo se tarde en volver a la rutina normal,


mayor será el impacto sobre la producción de bienes y servicios.
Sin embargo, para el 40% o más de los argentinos que dependen de
la economía informal, esta cuarentana será un durísimo golpe,
despidos, descuentos, o dejar de cobrar el día (más allá de las
ayudas que el gobierno anunció). Lo mismo para quienes tienen
comercios o PyMes considerados "no esenciales" -que deberán
permanecer cerrados.

El plan del gobierno no contempla a más del 50% de los jóvenes, los
que trabajan con monotributo, en negro y en estas condiciones.

¿Resultarán eficaces las medidas tomadas por el


gobierno?
Es imposible responder la pregunta en la medida que se desconoce
cuál habrá de ser el curso de la epidemia. Pero sí resulta
comprensible su dirección: hay medidas específicamente dirigidas a
atender actividades afectadas, facilidades crediticias y otras
destinadas a sostener alivio a la población más vulnerable
impactadas por la retracción del empleo informal. El bono adicional
para jubilados ubicados en la pensión mínima despierta dudas en el
contexto de la crisis del COVID-19. Se entiende la preocupación por
dirigir recursos en población de bajos recursos y la intención de
sostener el consumo.

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