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Hermenéutica Filosófica

Primer parcial
Juan Pablo Vásquez Parra
Pontificia Universidad Javeriana

2). Ahora bien, argumente cómo “en la hermenéutica se configura una posibilidad
para ser-ahí de volverse y de ser entendedor de sí mismo” por el cual, “aunque
perdiéndose en sí mismo… la hermenéutica realiza su tarea sólo por vía de la
destrucción”.

Para desarrollar la argumentación del cómo se configura esa posibilidad, quisiera iniciar
diciendo que dentro de su idea de una hermenéutica filosófica de la facticidad, Heidegger
transforma rotundamente lo ontológico del sentido del ser en el interrogante central de su
filosofar. Que la vida fáctica procure comprenderse a sí misma de un modo preteórico, es
una cierta forma de ser en una peculiar relación con todas las otras cosas que son, y al
ocuparse de sí misma está presente esa comprensión de su propio ser; pero una
comprensión de carácter consciente y desde lo cotidiano.
Dentro de su programa filosófico, su hermenéutica se visualiza como: “una radicalización
de la tendencia interpretadora inherente al entender. La tarea de la hermenéutica elevada a
la filosofía no es la teoría de la interpretación, sino la interpretación por sí misma, en
función de una transparencia para sí misma de la existencia que ésta misma debe
conquistar…En la interpretación deben darse a conocer las estructuras de su ser”1.
Dentro de su función autoesclaradora hay que posibilitar que el ser-ahí tome su propio
rumbo hacia la autotransparencia, definida desde la interpretación. Para precisarlo, el
mismo Heidegger dice que: “la hermenéutica tiene la tarea de hacer accesible y de
comunicar a este ser-ahí su propia existencia en cada caso en su carácter de ser, y de
perseguir la autoalienación con la que el ser-ahí está castigado. En la hermenéutica se
configura una posibilidad para el ser-ahí de volverse y de ser entendedor de sí mismo”2
En estos términos, es necesario que el ser no se falle así mismo del ser-ahí, y así evitará el
malentenderse; de lo contrario, el ser humano inconscientemente se pierde, dejando su
interpretación en manos de la interpretación tradicional.
Para ir concluyendo, deseo citar que: “una hermenéutica crítica de la facticidad debe llamar
a la existencia en caso de volver a sí misma y a su posible libertad, de modo que su tarea
será desconstruir o destruir estas explicaciones tradicionales y ya no cuestionadas del ser-
ahí. Destrucción significa aquí un desmontar de la tradición, pero sólo en la medida en que
oculta el ser-ahí a sí mismo y suspende su necesidad de una apropiación de sí mismo” 3. Con
todos estos elementos, considero que se puede responder al interrogante del cómo se puede
configurar esa posibilidad.

1
Introducción a la hermenéutica filosófica. Jean Grondin. Herder. Barcelona 1999. P 146
2
Ibíd., p147
3
Ibíd., p147

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