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Huiracocha (dios)

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Apu Qun Tiqsi Wiraqucha


Huiracocha,1 Wiraqocha, Viracocha, o Wiracocha, también llamado el dios de los
báculos o de las varas, es una divinidad del cielo que abarca la idea andina de un
general "Dios Creador". Se cree que interviene en tiempos de crisis pero también es
visto como un héroe cultural.2 Los aspectos que se superponen en el panteón
superior que consiste de Wiracocha, Punchao, Inti, e Illapa, podrían derivarse de
una sola entidad del dios del cielo y la tormenta. Algunas veces los aspectos
tienen diferencias suficientes para adorarlos en una manera separada.3

Huiracocha es considerado el más destacado entre los dioses andinos y su figura es


la central de la Portada del Sol de Tiwanaku. Es posible que su gran difusión se
debiera a que los evangelizadores católicos buscaban un nombre para explicar a la
gente indígena el concepto de dios. Además, añadieron a su nombre otras palabras a
fin de recalcar su calidad de ser supremo, y de este modo se formó el nombre en
quechua de: Apu Qun Tiksi Wiraqucha.4

Índice
1 Etimología
1.1 Teonimia
2 Visiones sobre Huiracocha
2.1 Según los cronistas
2.1.1 Pedro Sarmiento de Gamboa
2.1.2 Juan de Betanzos
2.1.3 Más información
2.2 Según la visión andina
2.2.1 Manuscrito de Huarochirí
2.2.2 Guamán Poma
2.2.3 Más información
3 La llegada de los españoles
3.1 Conversión al cristianismo
4 Doctrina
5 Al respecto
6 Véase también
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Etimología
Cuando los primeros cronistas llegaron a América, el español estaba en plena
evolución y su alfabeto aún carecía de normativa. En tales casos, era común el uso
tanto de la "v" como de la "u" para representar indistintamente la vocal [u] y a la
semiconsonante [w], hoy representadas como u o hu. Por tal motivo fue transcrito
por los españoles como Viracocha, aunque también algunos escribieron, Huiracocha y
Wiracocha. Otras versiones fueron Ticci, Tiqsi o Tiksi.

Según el cronista español Pedro Sarmiento de Gamboa, Wiracocha significa “grasa o


espuma del mar” porque cuando el Dios salió del Lago Titicaca con sus criados,
fueron caminando sobre las aguas como espuma.5 Esto apoya la hipótesis que
"Wiracocha" resulta de la combinación de wira y qucha. En quechua, qucha es
'extensión de agua' mientras wira significa "grasa, grasoso".6

Los datos lingüísticos, históricos y arqueológicos indican que el término Wiraqucha


corresponde a la quechuización del término aymara Wilaquta (de wila: sangre y quta:
lago), debido a los sacrificios de camélidos que eran celebrados por sociedades
pre-incas de habla aymara, alrededor del Titicaca. En tales sacrificios el lago
quedaba teñido con la sangre de los animales sacrificados.7
Teonimia
El lingüista peruano Alfredo Torero plantea que 'wira' es metátesis de 'wari' = Sol
en pano; por otro lado, 'qucha' es lago en cualquier variante del quechua. De modo
que Wira qucha significa "Sol del lago".8

Visiones sobre Huiracocha


Varias crónicas y mitos describen a Huiracocha como “el Hacedor,” un dios distante
y poderoso, pero otros hablan sobre el aspecto del “héroe mítico” y las aventuras y
peregrinaciones de él.9

Según los cronistas


Pedro Sarmiento de Gamboa
En la historia del explorador e historiador Pedro Sarmiento de Gamboa, hay varias
descripciones de la creación del mundo por Wiracocha. En el principio, existe uno
que se llama Wiracocha Pachayachachic. Después de crear el mundo oscuro, nacen unos
hombres gigantes. Cuando estos gigantes se rebelan y desobedecen sus órdenes,
Wiracocha Pachayachachic los convierte en piedra y causa una inundación gigante que
cubre la tierra. Algunas de las naciones, además de Cuzco, dicen que algunas
personas sobrevivieron. En la fábula de la segunda edad, Wiracocha Pachayachachic
salva a tres personas, uno de los cuales es nombrado Taguapácac y lleva a sus
nuevos criados a un lago en Collao y la isla Titicaca. Crea la luna, el sol y las
estrellas. Cuando Taguapaca le desobedece, él es arrastrado hasta el fondo del lago
y transformado en estatua de sal. Después, los dos criados tomaron dos caminos
diferentes, uno a través de la cordillera al mar del sur y el otro a través de los
Andes. Wiracocha toma el camino entre sus criados. Mientras caminan, ellos pueblan
la tierra y crean las naciones andinas. Cuando Wiracocha llega en la región de
Charcas, la gente allí trata de matarlo. Él hace que un fuego caiga del cielo y
muchos mueren. Wiracocha apaga el fuego con su bastón y, luego, las personas lo
adoran. Sarmiento de Gamboa también describe que hay otros cuentos sobre la
creación de Wiracocha. Otro dice que Wiracocha fue creado cerca de Titicaca y
después él hizo a los hombres y gigantes a su semejanza para poblar la tierra.
Todos tienen la misma lengua materna, pero pasado un tiempo no pueden comunicarse.
Después de crear el mundo y la gente, Wiracocha continúa su viaje para realizar
milagros e instruir a sus criados.5

Juan de Betanzos
La historia de Juan de Betanzos es muy similar del mito de Pedro Sarmiento de
Gamboa. Huiracocha emerge del lago Titicaca y crea una raza de hombre. Pero sus
criaturas lo enfurecen y entonces los transforma en piedra. Después crea el sol,
las estrellas, y la luna. Otra vez, hace hombres y crea las varias provincias del
Perú. Forma diferentes linajes de la humanidad y da a cada grupo una diferente
ropa, lenguaje, canción, sistema agrícola y religión. Envía algunos hombres a las
montañas, los ríos, y las cuevas. Manda que dos de los hombres tomen una ruta
específica para poblar la tierra. Ellos toman el mismo camino que los criados en el
relato de Pedro Sarmiento de Gamboa.9 Huiracocha toma el Camino Real que va a la
sierra, hacia una región que se llama Caxamalca. Encuentra un grupo de gente que no
lo reconoce y entonces tratan de matarlo. Huiracocha causa que se caiga fuego del
cielo y por lo tanto la gente tiene miedo de morir. Él les dice que es su Dios, el
creador, y ellos empiezan a adorarlo. Continúa su viaje, al llegar a Cusco y unirse
a los dos hombres que envió antes. Juntos desaparecen sobre el mar.10

Más información
Los cronistas señalan que Tiqsi Wiracocha vino de Tiahuanaco y creó unos seres a su
semejanza. Algunas versiones mencionan que él hizo el mundo; que en su peregrinaje
llegó a Cacha donde sus habitantes trataron de matarlo: él se arrodilló, levantó
las manos al cielo e hizo bajar de lo alto un fuego que abrasó la comarca. Luego
siguió su camino y llegó al mar, donde se encontró con sus servidores y se embarcó
con ellos.
Según la visión andina
Manuscrito de Huarochirí
La identidad de Huiracocha está combinada con la del dios Cuniraya en el primer
capítulo del Manuscrito de Huarochirí. La adición del nombre de Huiracocha para
adorar ese ídolo muestra que fue invocado y respetado.

El mito que sigue explica las hazañas de Cuniraya Viracocha y la manera en que él
engaña a la huaca Cavillaca: Todos los huacos la deseaban pero ella nunca se había
acostado con ninguno. Un día, Cuniraya Huiracocha se transformó en un pájaro y
plantó su germen masculino en una fruta. Cavillaca comió la fruta y se quedó
embarazada sin haber tenido relaciones sexuales. Cuando ella intentó de identificar
al padre de su hijo, Cuniraya Wiracocha apareció como un pobre mendigo y trató de
recuperar a su hijo. Cavillaca no le creyó y salió corriendo hacia el mar, donde
ella y su hijo se transformaron en islas. Cuniraya Wiracocha intentó encontrarla y
le pidió ayuda a varios animales, pero llegó demasiado tarde. Al llegar al mar,
violó a la hija más joven de Pachacamac, otra deidad. Cuando la madre trató de
castigarlo, él se escapó. Vagando por la tierra, Wiracocha es conocido por engañar
a los hombres.11

Guamán Poma
En la obra Nueva Corónica de Guamán Poma de Ayala, el nombre de Huiracocha aparece
como Uari Uircocha runa para referirse a la primera generación de los indios. El
texto declara que “estos dichos indios se llamaron Uari Uiracocha runa porque
descendieron de los dichos españoles.”12 El cuento conecta el linaje de los indos
con el linaje de los españoles porque todos descendieron de Adán, Eva y Noé. Ellos
adoraban al Dios, el creador, y no a los ídolos, demonios o huacas. A través del
tiempo, la gente perdió “la fe y esperanza de Dios y la letra y mandamiento de todo
perdieron”12 pero el cuento afirma que ellos tenían “una sombrilla y luz de
conocimiento del creador y hacedor del mundo.”12 Las personas que siguieron no
tuvieron una variación de “Huiracocha” como una parte de su nombre.12

Más información
En el Cusco antiguo, se le dio gran importancia al ser "el que envió a Manco Cápac
y Mama Ocllo a fundar una ciudad". Con el paso de los años se fue olvidando el
culto a este dios, y se le dio más importancia al dios Sol (Inti), hasta el reinado
de Yahuar Huaca ('[el que] llora sangre'), que mandó a construir el templo de
Wiracocha en la ciudad del Cusco, ya que Sinchi Roca en su reinado bautizó a
akamama como qusqu (Cusco).

La llegada de los españoles


Los cronistas dan varios pedazos de evidencia en cuanto a por qué los españoles se
llamaban Viracocha.

Los españoles tenían una apariencia similar a Huiracocha según las descripciones de
varias fuentes.9
Pedro Sarmiento de Gamboa relata que Huiracocha “fue un hombre de mediana estatura,
blanco y vestido de una ropa blanca a manera de alba ceñida por el cuerpo, y traía
un báculo y libro en las manos.”5
Juan de Betanzos lo describe como “un hombre alto de cuerpo y que tenía una
vestidura blanca que le daba hasta los pies que traía ceñida; y que traía el
cabello corto y una corona hecha en la cabeza a manera de sacerdote...traía en las
manos cierta cosa que a ellos les parece el día de hoy como estos breviarios que
los sacerdotes traían en las manos”10
Pedro Cieza de León describe a Huiracocha como “un hombre blanco de crecido
cuerpo”13
Titu Cusi Yupanqui Inca describe las barbas coloradas de los españoles, los
animales con herraduras de plata, la lengua escrita, y el ruido de sus arcabuces
que los conecta con el dios del Trueno, Illapa. Entonces supone que eran enviados
por Ticsi Wiracocha. Con el descubrimiento que los españoles eran mortales, Titu
Cusi revela que ellos eran mandados por el demonio.914
Los españoles llegaron del mar, de la manera que Huiracocha y sus criados partieron
según ejemplos en la mitología. Huiracocha tiene un origen marítimo.9
Según Fioravanti, la dirección del camino de los españoles, que comienza en el mar
y va de norte a sur, es la inversa de la dirección que Huiracocha y sus criados (o
hijos en algunos versiones) tomaron.9
Según Garcilaso de la Vega, Inca Huiracocha, el líder del pueblo incaico que tenía
este título de Huiracocha como un símbolo de su poder y relación con el dios
altísimo, entregó una profecía en la que se declaró que un día los Incas perdería
su “idolatría y su imperio”15 a las manos de una gente de una tierra lejana.
Conversión al cristianismo
Los crónicas revelan que el proceso de evangelización hizo que los relatos sobre la
identidad de Huiracocha variase:

Bartolomé de las Casas dice que Viracocha significa “creador de todas las cosas”6
Juan de Betanzos confirma este cuando dice que “Wiracocha quiere decir y podremos
tener que dice dios”10
Polo, Sarmiento, Blas Valera y José de Acosta también ven a Huiracocha como un
creador6
Guamán Poma, el cronista indígena, considera que “Wiracocha” significa “creador”12
Algunos autores como Garcilaso de la Vega, Juan de Betanzos, y Pedro de Quiroga
revelan que Huiracocha no fue el nombre original de “dios” y demuestran una
perplejidad antes el significado.6 Según Garcilaso el nombre de Dios en el lenguaje
general de Perú fue “Pachacamac” y no Wiracocha.15 Pero los intérpretes españoles
atribuyeron la identidad del creador supremo a Wiracocha durante las primeras
décadas de la colonización.6

Según Antoinette Molinié Fioravanti, los españoles llamaron a Huiracocha el “dios


creador” para “luchar contra el politeísmo que representa el culto a las Huacas,
las múltiples divinidades locales a las cuales se atacaron los extirpadores de
idolatría. Además la creencia andina en un dios supremo servía a demostrar que la
revelación de un dios único y universal era “natural” para la condición humana”9

Los intelectuales cristianos, San Agustín y también Tomás de Aquino, sostuvieron


que los filósofos de todas las naciones habían obtenido un conocimiento de la
existencia de un Dios supremo. Pero, el filósofo medieval de Europa creaba que sin
el auxilio de la Revelación, la gente no puede logar una sabiduría de verdades más
grandes como “La Trinidad.”6

Según César Itier, la decisión de usar “Dios” por “Huiracocha” representa el primer
paso en la evangelización de los inca.6 Hay varios argumentos en favor de esta
estrategia:

Era ineficaz a explicar el “Dios” español porque la gente indígena no entendían el


concepto
Nombrar a Huiracocha como “Dios” facilitaba la sustitución de la concepción
autóctona de la divinidad por la concepción cristiana.6
Pero hay razones también que otros, como las cronistas indígenas de Garcilaso de la
Vega y Guamán Poma, pusieron una énfasis en la cultura monoteísta de los Inca.
Según Itier, los autores quisieron mostrar que el conocimiento de un dios creador
representa una “evangelización prehispánica frustrada”6 que habían tenido pasos al
conocimiento del Dios cristiano y también que los reyes filósofos como Inca
Pachacuti habían encontrado al Dios desde la “filosofía natural.”6

Doctrina
En el Tahuantinsuyo, el culto a Huiracocha fue muy restringido, pues aparte del
templo de Quisuar Cancha eran pocos los santuarios dedicados en su honor y todos
estaban localizados en la zona del Cusco. Su imagen se encontraba también en el
Coricancha, y según los cronistas existía cierta rivalidad entre el culto a
Huiracocha y el culto a Inti, el dios sol.

Huiracocha al igual que otras deidades, fue nómada16 y tenía un compañero alado, el
pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor de la actualidad y del futuro,
representado en mitos orales como un picaflor de alas de oro (Quri qinqi).

Se da al dios todopoderoso la facultad de dirigir la construcción de todo lo


visible e invisible.

Comienza su obra en el mundo de los antiguos (ñawpa pacha) tallando en la piedra


las figuras de los dos primeros seres humanos, de los primeros hombres y mujeres
que van a ser los cimientos de su trabajo. Estas estatuas las va situando
Huiracocha en los sitios correspondientes y, a medida que les da nombre, se animan
y toman vida en la oscuridad del mundo primigenio (ñaupa pacha), porque todavía no
se ha ocupado el dios de dar la luz a la Tierra, solamente iluminada por el
resplandor del Tití, un puma salvaje y ardiente que vive en la cima del mundo,
seguramente el jaguar que se entremezcla con otros animales en las representaciones
totémicas del Imperio inca y de las culturas preincas anteriores.

Este mundo de aquí o Kay Pacha, todavía está en tinieblas porque Huiracocha
posterga todo su labor de erección de un mundo completo, al nacimiento de los seres
humanos que van a disfrutar de él.

Satisfecho con los humanos, el dios prosiguió su proyecto, ahora poniendo en su


lugar a sus hijos el Sol (Inti), a la Luna (Mama Quilla), y a las estrellas
infinitas, hasta cubrir toda la bóveda celestial con sus luces.

Después, Huiracocha se dirige al norte para, desde allí, llamar a su lado a las
criaturas que él acaba de dotar con vida propia.

Al partir de Tiahuanaco, Tiqsi Huiracocha había delegado las tareas secundarias de


la creación en sus dos ayudantes, Tocapu Huiracocha e Imaymana Huiracocha, quienes
emprenden inmediatamente las rutas del este y del oeste de los Andes, para a su
paso por tan largos caminos dar vida y nombre a todas las plantas y a todos los
animales que van haciendo aparecer sobre la faz de la tierra, en una hermosa misión
auxiliar y complementaria de la realizada antes por su dios y señor Huiracocha,
misión que terminan junto a la orilla del mar, para después perderse regiamente en
sus aguas, una vez cumplida la tarea ordenada por el dios creador principal del
universo de los incas y preincas al parecer desde la época de Caral.

Debido a este principal icono de la mitología inca, en el quechua moderno, sobre


todo en los Andes centrales, es un tratamiento de respeto (como señor).

Al respecto
Wiraqocha. Mit. Rel. Dios supremo de la mitología tawantinsuyana, representado por
un personaje de raza blanca, de luengas barbas.17
Wiracocha |wiraqucha|. Dios que adoraban los indios; y de ahí, por cosa divina,
llamaban a los españoles hijos de aquel Dios18
Wiraqucha el dios creador y civilizador del mundo andino. Españoles que vinieron al
Perú, quienes recibieron este nombre, por creerlos emisarios de la divinidad
principal.19
Huiracocha /wiraqucha/, término aculturado que designaba a los españoles.
Huiracocha, la deidad sureña asimilada por los incas y/o españoles a los demás
héroes culturales andinos, probablemente con propósitos de subyugación espiritual
(cf. con Cuniraya Huiracocha).20
Véase también
Religión incaica
Historia de Bolivia
Historia del Ecuador
Historia del Perú
Referencias
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estudio andinos) Lima (2011) ISBN 978-9972-623-70-7
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Sarmiento de Gamboa, Pedro, and Ángel Rosenblat. Historia De Los Incas. 3. ed. /
edición y nota preliminar de Angel Rosenblat. ed. Buenos Aires : Emecé, 1947,
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Rodolfo Cerrón-Palomino, Las lenguas de los incas: el puquina, el aimara y el
quechua
Alfredo Torero. Cuestiones de lingüistica e historia andinas Compilación Tomo I
Huacho -Perú (2011) ISBN 978-612-00-0650-4
Molinié-Fioravanti, Antoinette. "El Regreso De Viracocha." Bulletin de l'Institut
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Versión bilingüe quechua-castellano de José María Arguedas, edición y estudio al
cuidado de José Ignacio Úzquiza González, and José María Arguedas. El Manuscrito De
Huarochirí : Libro Sagrado De Los Andes Peruanos.Web.
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Diccionario quechua español-quechua. Municipalidad del Cusco (1995)
Arte y vocabvlario en la lengva general del Perv.. Anónimo, edición supervisada
por R. Cerrón Palomino. PUCP (2014)
Diccionario Runa simi- Español. Abdón Yaranga Valderrama BNP ( 2003)
Ritos y tradiciones de Huarochirí. Gerald Taylor ( editor, revisor) 820011)
Bibliografía
Rostworowski de Diez Canseco, María: Estructuras andinas del poder / Ideología
religiosa y política. (1988) IEP Instituto de estudios peruanos. Lima, 3.ª edición.
Espinoza Soriano, Waldemar: Los Incas / Econonomía sociedad y estado en la era del
Tahuantinsuyo (1987) Amaru editores. Lima primera edición.
Armas Asín, Fernando: Wiracocha, pastoral católica y mitología del Titicaca
Consideraciones desde la mitografía y la andinística. Anuario de Historia de la
Iglesia, 11 (2002), pp. 191-213.
Enlaces externos
Wiracocha (Dios), pacha (mundo) y runa (hombre) en la cultura prehispánica
(incaica). María Luisa Rivara de Tuesta, Profesora Emérita UNMSM
Huiracocha o Wiracocha Historiaperuana.pe
HISTORIA DE WIRACOCHA Biografia.org
Wiracocha Dios andino Detiahuanaco.com
El dios más antiguo de América BBC Mundo.com (2003)
El Regreso de Viracocha Antoinette Molinié (1987)
Los dioses en la mitología andina Francisco Aliaga (1987)
El felino, el mundo subterráneo y el rito de fertilidad: tres elementos principales
de la ideología andina (1993)
Tres usos de la mitlogía andina: Wiracocha-Tunupa, la no explotación del cerro rico
en potosí y tata santiago (2007)
El icono religioso más antiguo del continente americanoPachacútec
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Para otros usos de este término, véase Pachacútec (desambiguación).
Pachacútec
Pacha Kutiy Inqa Yupanki
Inca del Tahuantinsuyo
PachacutecIXinca.jpg
9° Cápac Inca
1438 - 1471
Predecesor Huiracocha Inca
Sucesor Túpac Inca Yupanqui

1° Inca del Tahuantinsuyo


1438 - 1471
Predecesor (Creación del Tahuantinsuyo)
Sucesor Túpac Inca Yupanqui
Información personal
Nacimiento Alrededor de 1400
Palacio de Cusicancha, Cuzco
Fallecimiento Alrededor de 1471
Palacio de Patallacta, Cuzco
Familia
Dinastía Hanan Cuzco
Padre Huiracocha Inca
Madre Mama Runto
Consorte Mama Anahuarque
Descendencia Túpac Inca Yupanqui
[editar datos en Wikidata]
Pachacútec (quechua: Pacha Kutiy Inqa Yupanki; «Inca del cambio del rumbo de la
tierra, digno de estima»),n 1 hijo del Inca Huiracocha (Wiracocha o Viracocha), fue
el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de un simple curacazgo a
un gran imperio: el Tahuantinsuyo. Aunque no había sido designado como sucesor por
su padre Huiracocha Inca, dirigió una defensa militar ante el belicoso ejército
chanca mientras que este y su hijo Inca Urco habían huido del señorío. La victoria
sobre los chancas hizo que Huiracocha Inca lo reconociera como su sucesor alrededor
de 1438.

Como parte de su visión de estadista y caudillo guerrero conquistó muchas etnias y


estados, destacando su conquista del Collao que acrecentó el prestigio de los incas
y particularmente de Pachacútec, quien por la notable expansión de sus dominios fue
considerado un excepcional líder, dando vida a historias épicas e himnos gloriosos
en tributo a sus hazañas. Numerosos curacas no dudaban en reconocer sus destrezas e
identificarlo como "hijo del Sol". Mientras aún vivía, su hijo y sucesor Túpac
Yupanqui derrotó al señorío Chimú y continuó con la expansión del Tahuantinsuyo.
Además de conquistador, guerrero y emperador, diversas crónicas afirman que fue
también un gran administrador, planificador, filósofo, observador de la psicología
humana y carismático general.n 2

Pachacútec es el primer inca del cual se encuentran referencias históricas que


corroboran su existencia, por cual es reconocido como el "primer inca histórico",
sin embargo, la relevancia de su figura y legado, así como el de su denominación,
lleva a pensar a varios estudiosos que tiene una importancia mucho mayor que la de
solo un personaje, llegando a representar el inicio de toda una época de transición
y reestructuración para la sociedad inca, etapa de cambios que continuaría
posterior a su muerte en 1471, por su hijo Túpac Yupanqui y su nieto Huayna Cápac.

Índice
1 Biografía
1.1 Origen
1.2 Conflicto con los chancas
1.3 Ceñimiento de la mascaipacha
1.4 Gobierno (1438-1471)
1.4.1 Inicio de la expansión imperial
1.4.2 Primera expedición conquistadora
1.4.3 Expedición hacia el Collasuyo
1.4.4 Expediciones encargadas por Pachacútec
1.4.4.1 Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo
1.4.4.2 Expediciones al mando de Túpac Yupanqui
1.4.5 Consolidación imperial y renovación del Cuzco
1.5 Muerte y sucesión
2 Obras
2.1 Transformación del Reino a Imperio
2.2 Sistema de mitimaes y quechuización
2.3 Arquitectura y urbanismo
3 Legado
4 Véase también
5 Notas
6 Referencias
7 Bibliografía
8 Enlaces externos
Biografía
Origen
Fue hijo del inca Huiracocha Inca y de Mama Runto, siendo su nombre original Cusi
Yupanqui. Nació en el Cuzco, en el palacio de Cusicancha, fronterizo al templo del
Coricancha. Su ayo Micuymana fue quien le enseñó historia, leyes y lengua, así como
el manejo de los quipus. Desde muy joven fue admirado por los nobles incas, pues
tenía la valentía, inteligencia y madurez que tanto le hacía falta a su hermano
Inca Urco (quien había sido nombrado como sucesor de Huiracocha Inca), del mismo
modo mostraba aptitudes para el gobierno y las conquistas, que de igual modo
carecía su hermano.12

Se dice que los nobles incas aconsejaron a Huiracocha que nombrara como su heredero
a Pachacútec, pero Huiracocha se había encariñado tanto con Inca Urco que siempre
lo prefería ante cualquiera otra persona. Cuando Huiracocha decidió retirarse al
valle de Yucay, envió la borla o mascapaicha (símbolo del poder real inca) a Urco,
que asumió así como correinante de la Confederación Cuzqueña. Sin embargo, Urco, en
vez de cumplir su función política, cayó en la holganza y pasó el tiempo en
diversiones y vicios.3

Conflicto con los chancas

La guerra de los incas contra los chancas ha sido considerada como el episodio
fundamental de la organización del Tahuantinsuyo. Su recuerdo inspiró muchas formas
de representación artística. La ilustración muestra un soldado chanca atacando a
soldado inca (detalle de la pintura de Juan Bravo).
Artículo principal: Guerra Inca-Chanca
Hacia 1430 se produjo la invasión de los chancas. Se hallaban estos ya en
Vilcaconga, cuando enviaron sus emisarios a Cuzco para exigir la rendición a
Huiracocha Inca. Éste, ya anciano y temeroso del poderío de los invasores,
respondió que estaba de acuerdo con someterse y que deseaba entrevistarse con el
jefe chanca. Acto seguido, Huiracocha y su hijo Inca Urco huyeron del Cuzco y se
refugiaron en el fuerte de Caquia Xaquixahuana, 4n 3 ante la sorpresa de la etnia
inca, que depositó entonces su esperanza en el joven príncipe Cusi Yupanqui, que
recibió el apoyo de los generales Vicaquirao y Apo Mayta para organizar la defensa
de Cuzco.5n 4

Cusi Yupanqui pidió a su padre que regresara a encabezar la defensa de Cuzco, pero
al recibir su negativa, hizo un llamado general a las etnias vecinas para resistir
juntos a la amenaza Chanca. Los Canas fueron los únicos que se aliaron a los incas,
mientras que por otro lado, los Ayamarcas fueron los únicos que apoyaron a los
Chancas; las demás etnias esperaron a ver el bando sobre el que se inclinaría la
victoria para unírseles a el.6

La primera batalla fue en Cuzco, donde los soldados del ejército inca vencieron
favorecidos por las etnias espectadoras, que se les unieron en cuanto empezaron a
ganar. Luego, en Ichubamba, la victoria Inca se acentuó, dando origen a la leyenda
de los soldados de piedra.7

Una vez derrotados los Chancas, los incas alistaron las celebraciones en Cuzco a
las cuales Huiracocha fue invitado por Pachacútec; sin embargo, Huiracocha se negó
a recoger el fruto de la victoria, pues consideraba que ello debía hacerlo Urco,
por ser el correinante al momento de la invasión chanca. Obviamente, ni Pachacútec
ni nadie quiso recibir a Urco. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño
ejército y marchó a Cuzco para derrocar a Pachacútec pero este, hábilmente
preparado, lo derrotó.8 Inca Urco fue herido de una pedrada en la garganta, siendo
capturado y descuartizado. Sus restos fueron arrojados al río Tambo.9 Mientras que
Huiracocha regresó a su refugio campestre de Calca y no quiso volver a vivir en el
Cuzco.

Ceñimiento de la mascaipacha

El noveno Inca: Pachacútec; dibujo de Felipe Guamán Poma de Ayala (coloreado) en


Nueva crónica y buen gobierno (1615)
.

Al morir Inca Urco, Cusi Yupanqui fue el único candidato para asumir el gobierno de
la confederación cuzqueña. Se iniciaron los preparativos para la ceremonia en la
que el príncipe se ceñiría la mascapaicha. A solicitud de Cusi, una comitiva de
orejones se dirigió a Calca en busca de Huiracocha Inca para solicitar y rogar que
fuera al Cuzco a entregar la mascapaicha al nuevo líder; de ese modo enmendaría la
deshonra de haber abandonado la capital en pleno conflicto contra los Chancas.10

"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde Huiracocha Inca
estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a que viesen en qué era
servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca Inca los viese delante de sí y
tan gran multitud de señores y de tanto poder, holgose mucho de ello (...). Después
de repartirles vasos de chicha y porciones de coca, levantose en pie Huiracocha
Inca y considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto le
amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello les animase.
Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les agradecía lo que por él y
por su hijo habían hecho, y que ya sabían (...) que él hasta allí había sido señor
del Cuzco, y que se había salido de él por causas que para ello le movieron; y que
de allí en adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del
Cuzco".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.

Torre y monumento al Inca Pachacutec en el Cuzco, de varios pisos de altura, y un


museo en su interior.
Numerosas llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad del Cuzco
desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. Del Anti se traían
innumerables cestas de coca, hierbas y resinas aromáticas; de los Yungas, por su
parte, llegaban conchas utilizadas en los sacrificios, así como pimientos y rocotos
rojos que serían empleados para sazonar el banquete real.10

Conforme se aproximaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles confederados


invitados hacían su ingreso en la capital con gran fastuosidad rodeados por su
séquito. Cada uno de los visitantes traía hermosos regalos en señal de
reconocimiento, entre los que podían observarse vistosas andas, queros decorados,
suaves mantas, metales preciosos y exóticas plumerías. 11

Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados por el willac
umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de cien
niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha, el propio Inca Huiracocha
procedió a colocar la borla real en la cabeza del joven Cusi Yupanqui, nombrándolo
de allí en adelante, como Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, «hijo del
Sol que transforma el mundo».12

Una vez investido como Inca, Pachacútec determinó que fuera su padre Huiracocha el
primero en rendirle homenaje. Para ello el viejo Inca debió beber una olla llena de
chicha hasta dejarla vacía. Sin ninguna objeción, Huiracocha cumplió lo ordenado y,
al terminar, se inclinó pidiendo perdón por haber abandonado el Cuzco en plena
guerra. Pachacútec, respetando siempre el rango del anciano, y a la vez como hijo,
lo ayudó a incorporarse inmediatamente.13

Gobierno (1438-1471)

Retrato de Pachacútec por la "escuela cusqueña", siglo XVI.


Según la información recogida por varios cronistas, los historiadores aceptan
comúnmente que el gobierno de Pachacútec se inició alrededor del año 1438 y terminó
con su muerte alrededor del año 1471.14 Durante su gobierno, consolidó el Curacazgo
Inca frente a amenazas de pueblos locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo,
iniciando una época imperial para los incas. Realizó varias expediciones
conquistadoras y encargó otras a su hermano e hijo respectivamente. Por todo esto,
su gobierno es reconocido como uno de los más exitosos en la historia de la América
precolombina.

Inicio de la expansión imperial


Al igual que sus antecesores, la primera actividad que debió realizar el nuevo Inca
fue enfrentar una rebelión, esta vez organizada por los descendientes ayarmacas de
Tocay Cápac. Una encarnizada batalla se llevó a cabo en Huanancancha, pero la
superioridad del ejército inca dio la victoria a Pachacútec, quien, decidido a
aniquilar definitivamente a los insurrectos, asoló los pueblos enemigos diezmando
gran parte de su población. Después de esta derrota, el peligroso curacazgo de los
ayarmacas no volvería a recuperar su antiguo poderío. El sinchi ayarmaca fue
conducido como prisionero al Cuzco, donde pasó el resto de sus días encerrado en
prisión.15

Durante los primeros meses de su gobierno, Pachacútec tuvo que someter a varios
sinchis vecinos del Cuzco: Páucar Ancho y Tocari Topa de Ollantaytambo; Ascaguana y
Urcocona de Huacara; y Alcapariguana de Toguaro. A diferencia de las guerras
realizadas en los reinados anteriores, estas campañas militares representaban un
verdadero esfuerzo por consolidar una unidad territorial, un predominio de los
cusqueños sobre sus comarcanos. Las numerosas guerras que sostendría en el futuro
le permitirían adquirir una enorme extensión territorial.16

Primera expedición conquistadora

El Templo del Sol de Vilcashuamán, mandado a construir por Pachacútec. Actualmente


bajo la iglesia erigida durante la conquista española.
Dominados los curacas vecinos, Pachacútec decidió organizar una expedición hacia
los antiguos territorios chancas. Al mando de más de 40.000 hombres, transportado
en andas, el Inca se dirigió hacia el río Apurímac. Al llegar a Curahuasi, a 26
leguas del Cuzco, entregó una palla del Cuzco al jefe o sinchi chanca Túpac Uasco.
Con este acto, Pachacútec logró la adhesión del sinchi. La expedición continuó
hacia Andahuaylas, donde, tras una reunión del consejo de orejones, se resolvió
avanzar hacia el territorio de los soras. La resistencia ofrecida por los sinchis
Guacralla, de Soras, y Puxayco, de Chalco, fue desbaratada con facilidad.17 Los
soras y rucanas huyeron hacia las proximidades del río Vilcas y se refugiaron en un
peñón.18

Pachacútec estableció su cuartel en Soras y permaneció allí todo el invierno, pues


las lluvias le impedían continuar. Pasado el invierno, salieron dos ejércitos
incas: el uno al mando de Cápac Yupanqui (hermano del Inca), que se dirigió hacia
la costa para conquistar el señorío de Chincha; y el otro al mando de Apo Mayta,
para cercar a los soras y los vilcas refugiados en el peñón de Vilcas. Sobre estas
campañas militares llevadas a cabo por los generales de Pachacútec, existe mucha
confusión entre los cronistas, y no es posible hacer una correlación cronológica de
los hechos.19

Después de permanecer algún tiempo en Soras, Pachacútec levantó su cuartel general


y se desplazó hacia Huamanga, conquistando todos los pueblos visitados en el
trayecto. El siguiente objetivo fue Vilcashuamán, un centro importante de la
región. Cuando llegó a este lugar, Pachacútec mandó construir un Templo del Sol y
varias edificaciones. De esta manera, el asentamiento se convirtió en un importante
centro administrativo.20

Una vez dominada toda la región de los chancas y sus confederados, se emprendió el
regreso a tierras cusqueñas. Antes de llegar a la capital, el Inca debió someter a
los sinchis Ocacique y Otaguasi, señores del pueblo de Acos, localizado a diez
leguas del Cuzco. Como represalia por haber sido herido en la cabeza durante el
enfrentamiento, Pachacútec desterró a los sobrevivientes y los reubicó en los
términos de Huamanga, donde está hoy el pueblo de Acos.21

Expedición hacia el Collasuyo


Habían pasado aproximadamente diez años desde la coronación de Pachacútec, cuando
el viejo Inca Huiracocha moría en su residencia de Calca. En honor a su rango,
Pachacútec organizó un solemne entierro. El cuerpo del Inca difunto fue paseado en
andas por el Cuzco portando sus armas e insignias reales. El cortejo fúnebre se
desplazaba acompasado por el lento retumbar de los tambores, cuyo sonido marcaba el
paso de decenas de guerreros.22

Al poco tiempo, Pachacútec reinició su campaña militar expansionista, enviando un


grupo de soldados al mando de Apo Conde Mayta hacia la frontera con los collas,
poderoso grupo que tenía como señor a Chuchi Cápac, también conocido como el Colla
Cápac. No tardó Pachacútec en unirse a estas tropas de avanzada, ingresando en
tierras enemigas hasta llegar al pie del Vilcanota.23

Enterado el Colla Cápac de la incursión inca en sus territorios, se dirigió con sus
ejércitos al pueblo de Ayaviri para esperar a los cuzqueños. Al llegar a esta
localidad, Pachacútec pudo comprobar que no se produciría un sometimiento pacífico,
por lo que se entabló una larga batalla. A medida que la lucha se prolongaba
temiendo ser derrotados, los collas se replegaron hacia Pucará, hasta donde fueron
perseguidos por los incas. En Pucará se libró un segundo enfrentamiento del que no
solamente salieron victoriosos los cusqueños, sino que lograron tomar prisionero al
poderoso Colla Cápac. Una vez asegurado el triunfo, Pachacútec se dirigió a Hatun
Colla, morada del curaca derrotado, donde permaneció hasta que todos los pueblos
subordinados se acercaron a rendirle obediencia.24
Tras pequeñas luchas con los pobladores de Juli y los pacasas, Pachacútec consiguió
dominar todo el Collao,25 dejando allí guarniciones y un gobernador general. Su
siguiente destino fue el territorio de Condesuyos: sus conquistas le llevaron por
Arequipa y Camaná. Terminado esto, regresó al Cuzco por Chumbivilcas.26

Ocurrieron también sublevaciones de algunos pueblos sometidos. Estando en el pueblo


de Cuyos, Pachácútec fue víctima de un atentado contra su vida. Un ollero se le
acercó y le dio un fuerte golpe en la cabeza, dejándolo herido, aunque no de
gravedad. El agresor fue apresado y bajo tortura confesó haber actuado por orden de
los curacas o caciques de Cuyos. Estos fueron apresados y ejecutados. El pueblo de
Cuyos fue arrasado. Otro acontecimiento importante que ocurrió en esta época fue el
nacimiento del príncipe Túpac Yupanqui, hijo de la coya Mama Anahuarque.27 28

Expediciones encargadas por Pachacútec

Pachacútec fue, además del iniciador de la expansión inca, el gran reformador de la


organización política del Cuzco incaico.
Tras la victoria sobre chancas y collas, las obligaciones legislativas y
administrativas de Pachacútec lo retuvieron en el Cuzco, por lo que tuvo que
encargar a sus subordinados las siguientes expediciones conquistadoras del Imperio
Inca, mientras él se encargaba de la remodelación del Cuzco y la consolidación del
gobierno imperial.29

La primera de dichas expediciones fue encargada a su hermano Cápac Yupanqui hacia


territorios del Chinchaysuyo, y las demás a su hijo y sucesor Túpac Yupanqui tanto
al norte como al sur del imperio. Con estas conquistas, el Tahuantinsuyo llegaría
cerca de su máxima expansión y mejor consolidación.

Expedición de Cápac Yupanqui al Chinchaysuyo


La conquista del Chinchaysuyo o las provincias del norte fue encomendada al general
Cápac Yupanqui, que ya se había destacado en la conquista del señorío costeño de
Chincha. Contaba con la colaboración de los guerreros chancas, al mando de Anco
Huallu.30

El ejército de Cápac Yupanqui marchó hacia el norte, siguiendo la ruta de


Andahuaylas. Asediaron la fortaleza de Urcocollac, al norte de Huamanga, donde se
habían refugiado un grupo de lugareños reacios a la dominación inca. Pero dos
ataques sucesivos de los cuzqueños fracasaron estrepitosamente. Hasta que un tercer
ataque, encomendado a los chancas, logró tomar la fortaleza. Esto provocó los celos
de los cuzqueños, que temieron que los chancas se envalentonaran y se rebelaran
contra su autoridad, por lo que informaron del hecho a Pachacútec. Por lo pronto,
continuaron juntos con la campaña conquistadora.31

El siguiente rival del ejército inca fue la nación huanca, del valle del Mantaro
(Jauja). Cápac Yupanqui les ofreció la paz a cambio de someterse, pero los huancas
se negaron y resistieron con valor. Finalmente fueron derrotados, aunque el general
inca se mostró magnánimo y liberó a los prisioneros, así como prohibió a sus tropas
dedicarse al pillaje.32

Luego, el ejército inca sometió Yauyos, Huarochirí y Canta (Atavillos). Prosiguió


su avance hacia Bombón, donde se halla la laguna de Junín (donde no encontraron
resistencia y se limitaron a cosechar los sembríos abandonados); y hacia Tarma
(cuyos habitantes, al verse en inferioridad militar, se sometieron).33

Estando en camino hacia el norte, a la región de Huaylas (actual Áncash), Cápac


Yupanqui recibió la respuesta de Pachacútec con respecto a los chancas: la orden
era que los exterminara a todos. Los chancas se enteraron del mensaje y a
medianoche levantaron su campamento y huyeron para internarse en la región
selvática, donde provenían sus ancestros.34

En Huaylas, Cápac Yupanqui, derrotó a los grupos étnicos confederados de huaylas,


pincos, piscopampas, huaris y conchucos, no sin antes construir el tambo militar de
Maraycalle. Luego de que el inca derrotara a una facción sureste, avanzó en
dirección norte hacia el río Yanamayo, donde fue atacado y obligado a retroceder a
un lugar elevado. Eligió las alturas de Yauya por su ubicación estratégica, donde
construyó un tambo militar. Desde este punto, dirigió los asedios a todas los
centros poblados de la región. Los confederados tuvieron ventajas sobre los
cusqueños debido a la ubicación elevada de sus fortalezas que las hacían
inexpugnables. Luego de medio año de batallas, los incas lograron derrotar a los
rebeldes.35

En persecución de los chancas, Cápac Yupanqui llegó cerca de Cajamarca, capital de


Guzmango Cápac, el señor de los cajamarcas. Este se alió con el Chimú Cápac, señor
de los chimúes de la costa, y enfrentó a los incas. Pero Cápac Yupanqui, apelando a
la astucia, apresó a los dos señores, y derrotó finalmente a los ejércitos aliados.
El botín que recogieron los incas fue fabuloso. Enorgullecido Cápac Yupanqui, llegó
a decir que había adquirido mayores trofeos que su hermano el Inca. Este desliz,
sumado al hecho de que se había extralimitado en muchas de sus funciones,
determinaron que Pachacútec lo condenara a la pena capital. Cápac Yupanqui murió
ahorcado, aunque no se ha determinado si le aplicaron la pena o se autoeliminó.36

Expediciones al mando de Túpac Yupanqui


Hacia 1460, cuando Pachacútec tenía 60 años de edad y casi 30 de reinado, nombró
como correinante a su hijo Amaru Inca Yupanqui. Pero este se mostró más apegado a
las actividades pacíficas, en una época en que se forjaba el imperio incaico a base
de conquistas militares. Su carencia de cualidades militares se hizo evidente
cuando se le encargó la represión de una rebelión de los collas. Ello provocó las
críticas de los nobles, por lo que Pachacútec decidió separar a Amaru del
correinado. En su lugar fue elegido el príncipe Túpac Yupanqui, que por entonces
tenía 18 años de edad.37

Túpac Yupanqui era lo contrario de su hermano. Ya desde temprana edad demostró


grandes dotes de guerrero. De inmediato, encabezó una expedición militar al
Chinchaysuyo para anexar más territorios. El mando efectivo lo tenían tres
generales, Tilca Yupanqui, Auqui Yupanqui y Túpac Cápac, todos hijos de
Pachacútec.38

Si bien la región entre el Cuzco y Cajamarca ya había sido anexada al imperio,


quedaban todavía focos aislados de resistencia. Uno tras otro, Túpac Yupanqui los
fue reduciendo. Llegado a Cajamarca, donde estableció su cuartel, dirigió sus miras
hacia el reino chimú. Sabiendo que era difícil atacar Chan Chan, la capital chimú,
por los arenales de la costa, elaboró una certera estrategia: bajar por las
quebradas andinas y cortar el suministro de agua de la ciudad, desviando el curso
de las torrenteras. Como Chan Chan se encontraba en medio del desierto, no tardó
muchos días en anunciar su rendición.39

Luego, Túpac Yupanqui se dirigió a la conquista de los chachapoyas, gente guerrera


que le opuso tenaz resistencia, pero que terminaron por ser sometidos. En otra
salida, Túpac Yupanqui marchó a la conquista de Cutervo, Huambo, Chota, llegando
posiblemente hasta Huancabamba.40

Terminada la primera expedición al norte, Túpac Yupanqui volvió al Cusco con


numeroso botín y llevando a muchos orfebres y artesanos chimúes, para que enseñaran
esas artes en la capital. Descansó ahí dos años, y enseguida salió nuevamente hacia
el norte.41 Conquistó a los guayacondos, los bracamoros, los paltas, los cañaris.
Llegó así hasta la tierra de Quito-Carangue. Fundó Tumibamba (donde nació su hijo,
el futuro inca Huayna Cápac) y edificó la fortaleza de Quinche en las cercanías de
Quito. Habían transcurrido cuatro años desde que dejara el Cuzco, pero pese a que
era requerido en la capital, inició otra campaña de conquista en el norte, en la
costa del actual Ecuador, entre Manta y Guayaquil, donde derrotó a los chonos,
huancavilcas, punaeños y paches.42

Los pueblos costeros de Manta eran expertos navegantes, que se adentraban en el mar
en balsas de madera. Túpac Yupanqui se enteró a través de ellos de la existencia de
unas misteriosas islas llamadas Auachumbi y Ninachumbi, rebosantes de riquezas.
Entusiasmado por esta noticia, el joven inca organizó una nutrida flota de balsas,
que partió desde Manta a descubrir dichas islas.43 Las crónicas de Pedro Sarmiento
de Gamboa y Miguel Cabello Balboa relatan el éxito de esta expedición. A las
misteriosas islas a las que arribó Túpac Yupanqui se las ha querido identificar con
las islas Galápagos, la isla de Pascua e incluso la lejana Polinesia.44

Victorioso y con abundante botín, Túpac Yupanqui emprendió el retornó al Cuzco, del
cual había estado ausente durante seis años. Su padre, el ya anciano inca
Pachacútec, salió a recibirle en Vilcaconga. Ambos entraron triunfantes en la
capital imperial, en medio de gritos de júbilo de la gente.45

Consolidación imperial y renovación del Cuzco


Mientras su hijo Túpac Yupanqui se encargaba de las expediciones conquistadoras,
Pachacútec se encargó y continuó con las remodelaciones de la capital del imperio:
la ciudad del Cuzco. Al haber aumentado la población de la capital, las demandas de
viviendas, alimentos y necesidades primarias también aumentaron, por lo cual
Pachacútec emprendió una serie de obras constructivas y agrícolas: la formación de
nuevos barrios, su distribución en solares y el levantamiento de nuevas plazas y
canchas; el Inca hizo despoblar varias áreas alrededor del Cuzco para que fueran
utilizadas como sementeras, reubicando a sus ocupantes en zonas con clima similar.
Del mismo modo, se intensificó la producción agrícola gracias a la creación de
canales en la ciudad del Cuzco, a la mejor distribución de aguas, a los nuevos
sistemas de almacenamiento y construcción de andenes.46

Ilustración de la crónica de Martín de Murúa que muestra al inca Pachacútec en el


Coricancha.
Puede considerarse su primera gran obra arquitectónica la reedificación del Templo
del Sol o Inticancha: la edificación humilde de sus antepasados se transformó en un
templo repleto de riquezas; se refaccionó la estructura con bloques líticos
obtenidos desde las canteras de Salu, a cinco leguas del Cuzco; por toda la nueva
suntuosidad del palacio pasó a ser conocido como Coricancha (Cerco de oro).

"Y visto por él (Pachacútec) el sitio donde a él mejor le pareció que la casa debía
se edificada, mandó que allí fuese traído un cordel, y siéndole traído,
levantáronse del lugar donde estaban él y los suyos, y siendo ya en el sitio donde
había de ser la casa edificada, él mismo por sus manos con el cordel midió y trazó
la Casa del Sol; y habiéndola trazado, partió de allí con los suyos y fue a un
pueblo que dicen Sallo, que es casi cinco leguas de esta ciudad, que es donde se
sacan las canteras, y midió las piedras para el edificio de esta casa, y así
medidas, de los pueblos comarcamos pusieron las piedras que les fue señaladas y las
que fueron bastantes para el edificio de esta casa (...) así como el Inca Yanqui la
había trazado e imaginado".
Tomado de Suma y narración de los Incas, del cronista Juan de Betanzos.
Otro de los cambios más importantes realizados por Pachacuti fue la división del
creciente imperio en cuatro suyos, teniendo como centro la ciudad del Cuzco
(ombligo del mundo); al este el Antisuyo, al oeste el Contisuyo, al norte el
Chinchaysuyo y al sur el Collasuyo.

Muerte y sucesión
Pachacútec no tuvo ninguna duda de que el joven Túpac Yupanqui era el más
capacitado de sus hijos para sucederlo en el poder (dibujo de Martín de Murúa).
Murió naturalmente en pleno apogeo del imperio, fue reconocido y valorado como el
más grande Sapa Inca por sus contribuciones a la expansión y consolidación del
naciente Imperio inca. Su momia fue llevada en su tiana o asiento, cargada por los
grandes señores hasta la plaza Aucaypata, donde se le rindió homenaje. Las exequias
reales se iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútec y Huiracocha
Inca, su padre. El fallecido soberano fue vestido con suntuosas mantas y adornos de
oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de armas. Finalmente, su
momia fue colocada en el centro de Tococache (actual barrio de San Blas, en Cuzco)
en un templo dedicado al trueno que él mismo mandó a edificar.

La sucesión en el mando del Imperio inca, fue asumida por su hijo, Túpac Inca
Yupanqui, con quien había co-gobernado durante los últimos años y quien había
demostrado una gran destreza guerrera y conquistadora en las expediciones que
Pachacútec le había encargado tanto hacia el norte como hacia el sur del territorio
imperial. De este modo, sin ninguna objeción, Túpac Yupanqui se ceñiría la
mascaipacha y asumiría por completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y
exequias reales de su padre.

Obras
Transformación del Reino a Imperio
Gracias a Pachacútec, los dominios del incario dejaron de constituir un simple
reino para conformar el Tahuantinsuyo, un Estado que logró dominar y controlar
política, militar y económicamente a otros estados y cacicazgos ubicados en las
proximidades de los Andes. Esta transformación devino de las victorias obtenidas
ante varios estados que rodeaban inicialmente el reino inca: principalmente la
confederación chanca y el señorío de los Ayamarca.

Sistema de mitimaes y quechuización


También se debió a Pachacútec la implantación del sistema de mitmakuna o mitimaes
-traslados- en todo el Tahuantinsuyo. Estos eran grupos humanos desplazados por el
Estado a cualquier punto conquistado por el incario a fin de cumplir tareas
específicas que vertebraran y cohesionaran el imperio. Los mitimaes colonizaban,
llevaban consigo las técnicas y modos de producción cusqueños, enseñaban las leyes
y costumbres y divulgaban la religión de los incas. También realizaban una labor de
control de las poblaciones recién incorporadas al Tahuantinsuyo. Su función era de
producir los elementos básicos que cubriesen las necesidades de los súbditos y la
de reproducir los rasgos culturales con el objetivo de quechuizar a los recién
incorporados.47

Arquitectura y urbanismo

Monumento a Pachacútec en Aguas Calientes, cerca a Machu Picchu en Perú.


Desde el punto de vista de los logros urbanísticos y arquitectónicos, Pachacútec
mandó canalizar los ríos Saphy y Tullumayo, que frecuentemente anegaba la ciudad
del Sol, Cuzco.

Asimismo reedificó y ornamentó con grandes riquezas el santuario del Inticancha o


recinto del Sol, cuyo nombre hizo cambiar por el de Coricancha, que significa
"recinto de oro".48El primer emperador inca restauró el palacio de Pomamarca o
Ciudad del Puma, y el de Patallacta, donde falleció, en Carmenca. Finalmente,
planificó la construcción del templo-fortaleza de Sacsayhuamán, ubicada al norte de
la ciudad del Cuzco, la misma que empezó a levantar su hijo Túpac Yupanqui y
concluyó su nieto Huayna Cápac, padre de Huáscar y Atahualpa. Algunos historiadores
le atribuyen también el arreglo del Acllahuasi en Cuzco, y la planificación y
construcción de la ciudadela de Machu Picchu.

Legado
La figura de Pachacútec, dada la implicancia y connotación de su título en quechua:
el que transforma el mundo, ha sido objeto de innumerables discusiones de acuerdo a
la visión mítica e idealista que se tiene sobre él y la consolidación del Imperio
inca, para la visión andina.49

Otros historiadores recalcan su figura histórica y tienden a considerarlo como una


de las principales figuras en el desarrollo de las civilizaciones precolombinas
como, por ejemplo, diría de él el historiador británico Clements R. Markham: «El
más grande hombre que la raza aborigen de América haya producido»;50 otros
historiadores y cronistas comparan su figura con la de un Carlomagno americano,
haciendo referencia a la expansión del Estado Inca y la consolidación del imperio
que logró; e incluso a la de Solón, recalcando los dotes de legislador y estadista
que se cuenta tuvo Pachacútec.

«Con sus medidas dio unidad geográfica e idiomática, iniciando la uniformidad que
permitió más tarde la formación del Perú actual.»
Tomado de "Historia del Tahuantinsuyo", historiadora María Rostworowski.

Detalle central del mural de la "historia del Qosqo" por Juan Bravo, para la
municipalidad del Cuzco; el mural tiene como eje y figura central a Pachacútec,
como reconocimiento de ser el iniciador de la expansión inca, la organización del
Tahuantinsuyo y el legado dado que perdura hasta la actualidad.
El compositor peruano José María Valle Riestra (1858) compuso el poema sinfónico
Pachacutec: fantasía incaica, en honor al inmortal inca.

Véase también
Inca
Imperio incaico
Leyenda de los soldados Pururauca
Inca Urco
Chanca

Predecesor:
Huiracocha Inca 9°
Cápac Inca
Dinastía Hanan Cuzco
Pachacutec.jpg
1438 - 1471 Sucesor:
Túpac Yupanqui
Predecesor:
(Creación del Tahuantinsuyo) 1°
Inca del Tahuantinsuyo

1438 - 1471 Sucesor:


Túpac Yupanqui
Notas
El vocablo quechua pacha kutiy resulta muy complejo en cuanto a su traducción y
connotación, puede traducirse al español como: «[cambio, transformación,
revolución] (del rumbo) de la [tierra, mundo, universo]»; sin embargo, cualquier
traducción deja de lado la implicación connotativa que pudo tener el término
durante el Incario, implicación tan profunda que incluso ha llevado a sospechar a
ciertos historiadores que Pachacútec no fue necesariamente una persona, sino una
transformación profunda en la organización del Estado.
Como por ejemplo, cuenta Juan de Betanzos en su Suma y Narración de los Incas
(1551) que Pachacútec fue un «joven integro, muy virtuoso, muy amigo de hacer el
bien a los pobres».
Caquia Xaquixahuana o Jaquijahuana se halla a 25 km al oeste del Cuzco.
Esta es la versión de Juan de Betanzos (1551), que es la más aceptada, al
coincidir con la crónica de Miguel Cabello Valboa (1583) y las más depuradas
cronologías. Otra versión menos creíble figura en los Comentarios Reales de los
Incas del Inca Garcilaso de la Vega, que afirma que el inca fugitivo fue el anciano
Yahuar Huácac y que el príncipe que asumió la defensa del Cuzco fue su hijo Hatun
Topa, llamado después Huiracocha.

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