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 E – 36-725-C-50

Tratamiento del traumatismo grave


del adulto en las primeras 24 horas
R. Jouffroy, O. Langeron, B. Riou, B. Vivien

Un traumatizado grave es un paciente que ha sufrido un traumatismo violento que


puede haberle provocado lesiones múltiples y/o que comprometen el pronóstico vital o
funcional. La atención prehospitalaria consiste, por una parte, en inmovilizar al paciente
para evitar la agravación de lesiones inestables, efectuar la primera evaluación de las
lesiones potenciales o comprobadas y corregir los parámetros vitales alterados y, por
otra, en trasladar al paciente al centro de salud más adecuado. Desde el ingreso en
el hospital, la conducta diagnóstica y terapéutica debe ser exhaustiva. Tras verificar las
medidas adoptadas en la fase prehospitalaria, en particular las vías de acceso vasculares
y el control de las vías respiratorias, de forma precoz se abre una vía de acceso central y se
efectúa una medición invasiva de la presión arterial. Las pruebas de laboratorio urgentes
son la determinación de la hemoglobinemia, la hemostasia y los gases en sangre. El
estudio por imagen inicial comprende una radiografía del tórax, una radiografía de
la pelvis y una ecografía FAST (focused assessment with sonography for traumas,
ecografía focalizada para traumatismo abdominal), que permiten tomar las decisiones
terapéuticas urgentes: drenaje torácico, arteriografía para embolización y laparotomía
para hemostasia. Después de corregir los parámetros vitales, la evaluación se completa
con una tomografía computarizada (TC) cerebral sin inyección de medio de contraste,
seguida de TC cervical y toracoabdominopélvica con inyección de medio de contraste y,
si es necesario, radiografías convencionales. Una nueva exploración física en el contexto
de la evaluación terciaria es indispensable para no pasar por alto otras lesiones. Para las
indicaciones del estudio por imagen y de la cirugía debe tenerse en cuenta la relación
riesgo/beneficio de cada acto. La monitorización y la acción terapéutica deben continuar
mientras se efectúan los estudios por imagen y durante los traslados de cualquier tipo.
El entrenamiento del equipo de traumatología es fundamental, ya que estos pacientes
deben ser atendidos en centros multidisciplinares que cuenten con los recursos técnicos
necesarios y con equipos experimentados en la difícil tarea del tratamiento hospitalario
de un paciente con traumatismo grave.
© 2016 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Traumatismo grave; Tomografía computarizada; Ecografía abdominal;


Radiografía del tórax; Criterios de gravedad; Escalas; Shock hemorrágico; Transfusión;
Control lesional

Plan ■ Evaluación secundaria 11


Exploración física completa 11
■ Introducción 2 Tomografía computarizada de todo el cuerpo 12
Angiografía y aortografía 13
■ Evaluación de la gravedad 2 Fibroendoscopia bronquial 14
Traumatismo grave: definición 2
■ Tratamiento hemodinámico 14
Escalas de gravedad 2
Escalas de triaje 3 Reseña sobre la fisiopatología del shock hemorrágico 14
Algoritmos de triaje 3 Monitorización hemodinámica 15
Expansión vascular 15
■ Ingreso del paciente con traumatismo grave 5 Vasopresores 15
Preparación del equipo 5 Objetivo de presión arterial 15
Atención inicial 6 Productos sanguíneos lábiles y adyuvantes
Tratamiento de las dificultades vitales 7 de la hemostasia 16
Pruebas de laboratorio 8 Tratamiento quirúrgico y concepto de control lesional 17
Sedación y analgesia 9
■ Evaluación terciaria 17
■ Evaluación inicial de las lesiones 9
■ Traslados intrahospitalarios 18
Exploración física 9
Estudio por imagen inicial 9

EMC - Anestesia-Reanimación 1
Volume 42 > n◦ 1 > febrero 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1280-4703(15)76023-8
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

■ Proceder del equipo 18 Cuadro 1.


■ Conclusión 19 Causas principales de fallecimientos evitables en los pacientes
con traumatismo grave (52 de 246 pacientes consecutivos falle-
cidos, es decir, el 21% de fallecimientos) a (según [3] ).
Causa evitable Número (%)

 Introducción Falta de indicación quirúrgica 25 (48%)


Demora considerable hasta la cirugía 21 (40%)
Los politraumatismos constituyen un serio problema de Error de reanimación 5 (10%)
salud pública. En términos de mortalidad, los traumatis- Lesión no diagnosticada 4 (8%)
mos representan la primera causa de fallecimiento en las a
La suma es superior al 100%, varias causas pueden estar presentes en
personas de menos de 40 años y la tercera sin distinción el mismo paciente.
de edad [1] . En términos de morbilidad, los traumatis-
por otra parte, a las distancias y las demoras para efec-
mos generan gastos en salud elevados y, en particular, el
tuar los traslados prehospitalarios según el lugar en que
traumatismo craneal, cuya incidencia en el paciente trau-
se haya producido el traumatismo. Por consiguiente, es
matizado grave se aproxima al 70% en algunos estudios [2] .
necesario contar con los medios apropiados para evaluar
Los gastos en salud más considerables que generan los
la gravedad del paciente. Con este objetivo se han creado
traumatismos son los que se producen a largo plazo, es
numerosas escalas e índices que, en realidad, no son una
decir, a escala individual, las secuelas personales, familia-
solución ideal, pues la mayoría no puede usarse in situ
res y sociales, en ocasiones gravosas y por lo general de
ante la ausencia de algunos datos, en particular, los que
duración prolongada.
surgen de una evaluación lesional precisa.
Si bien se reconoce que la atención hospitalaria inicial
de un paciente con traumatismo grave no admite demora
y se basa en un procedimiento diagnóstico y terapéutico  Evaluación de la gravedad
sumamente riguroso, esto a su vez implica que el trata-
miento prehospitalario también debe serlo y basarse en Traumatismo grave: definición
una evaluación inicial organizada y sistematizada. Este
rigor diagnóstico y terapéutico ha demostrado ser efi- Históricamente, el término «politraumatizado» se
caz en términos de reducción de morbimortalidad en los usaba para definir a «un paciente con dos o más lesiones,
pacientes traumatizados [3] . Aunque el factor tiempo es de las cuáles por lo menos una compromete el pronóstico
un elemento fundamental en la atención a estos pacien- vital». En realidad, esta definición carece de valor práctico
tes [4, 5] , lo esencial es el «uso correcto» de este tiempo tera- en la urgencia porque supone que la evaluación lesional
péutico, que prevalece y justifica la medicalización pre- ya ha sido efectuada. Por eso, en la fase inicial de la aten-
hospitalaria por equipos del servicio móvil de urgencia y ción al paciente, y sobre todo en la etapa prehospitalaria,
reanimación (SMUR) [6] . Así, por ejemplo, está claramente la preferencia actual es el concepto de traumatizado grave,
establecido que la monitorización y el tratamiento precoz es decir, «un paciente con al menos una lesión que com-
de las agresiones cerebrales secundarias de origen sisté- promete el pronóstico vital o funcional, o en el que el
mico (ACSOS) en los pacientes con traumatismo craneal mecanismo y/o la violencia del traumatismo conducen a
reducen la morbimortalidad de forma considerable [7, 8] . pensar que tales lesiones pueden estar presentes» [14] . Por
La evaluación inicial de la gravedad es por tanto un lo tanto, en la definición de un traumatismo grave es fun-
elemento fundamental del tratamiento inicial de los trau- damental incluir el concepto de mecanismo y violencia
matizados graves. Esto permite determinar cuáles son las de éste, al menos en la fase inicial de la evaluación. Por
medidas prehospitalarias necesarias y, sobre todo, el tras- ejemplo, una caída desde un tercer piso o un accidente en
lado del paciente hacia el centro asistencial más apto carretera con una energía cinética elevada, que no parece
para el tratamiento, que en estos pacientes presenta algu- haber provocado más que una fractura de tobillo, debe
nas particularidades respecto a los criterios diagnósticos considerarse sin embargo como un traumatismo grave
y terapéuticos que deben aplicarse en los traumatismos hasta demostrar lo contrario, es decir, hasta la realiza-
más graves. La necesidad de una evaluación lesional com- ción de la evaluación lesional completa. Por consiguiente,
pleta y rápida hace que resulte conveniente trasladar a el contexto y las circunstancias del traumatismo son ele-
estos pacientes a centros denominados «de referencia» mentos fundamentales que deben buscarse in situ, con el
que cuentan con recursos técnicos completos y un equipo objeto de evaluar la gravedad potencial y poder trasladar
multidisciplinar entrenado. Esto ha permitido disminuir al paciente al centro sanitario más adecuado [14, 15] .
el riesgo de fallecimiento en el 25% [9, 10] . La organización
del equipo médico y paramédico que recibe al paciente, Escalas de gravedad
con una estrategia diagnóstica y terapéutica perfecta-
Principios
mente preestablecida y rigurosa, es el punto clave del
tratamiento hospitalario [11] . Por lo tanto, la función de El primer objetivo de la evaluación de la gravedad de
los equipos móviles de asistencia médica de urgencia es un paciente traumatizado es predecir la mortalidad, y para
fundamental para dirigir a los pacientes a las estructuras ello se recurre a una o más escalas. En realidad, esto supone
sanitarias realmente aptas para la gravedad del trauma- más una aplicación sobre una población de pacientes que
tismo, si es necesario en helicóptero si el accidente se de una persona en particular. La definición de una pro-
produce, por ejemplo, en medio rural a distancia del cen- babilidad de supervivencia (Ps) permite predecir, para un
tro de traumatología de referencia. Por el contrario, el grupo de pacientes, el número de fallecimientos esperados
traslado de un paciente con traumatismo grave hacia un y compararlo con el número de fallecimientos reales [15] .
centro inadecuado para su tratamiento, que de forma Las escalas de gravedad son, por tanto, instrumentos
secundaria debe ser derivado hacia un centro especia- epidemiológicos que permiten comparar la eficacia de
lizado, aumenta el riesgo de fallecimiento de manera sistemas o de estructuras sanitarias o instrumentos de
significativa [12] , e incluso se ha demostrado que hasta investigación clínica, aunque presentan el gran inconve-
el 30% de los fallecimientos de pacientes traumatizados niente de que se calculan con posterioridad [15, 16] .
podrían ser evitables si se aplicara una estrategia adecuada
Principales escalas de gravedad
(Cuadro 1) [3, 13] .
Sin embargo, esta orientación no siempre es fácil. Por en traumatología
una parte, debido a la gran variabilidad de las lesiones, En traumatología, el método más utilizado y eficaz es
tanto en términos de localización como de gravedad, y, el conocido como TRISS (Trauma Related Injury Severity

2 EMC - Anestesia-Reanimación
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Score), que permite calcular la probabilidad de supervi- Cuadro 2.


vencia [17] . El método TRISS fue la base del estudio MTOS Escala MGAP (mecanismo, Glasgow, edad, presión arterial) a
(Major Trauma Outcome Study), que incluyó más de (según [24] ).
200.000 pacientes de 150 hospitales estadounidenses [18] . Variable Cociente de Cantidad de puntos
La TRISS se estableció a partir de la edad, de la naturaleza posibilidades
del traumatismo (cerrado o penetrante), de la RTS (Revi- (IC 95%)
sed Trauma Score) (calculada a partir de la presión arterial
sistólica, de la escala de Glasgow y de la frecuencia res- Escala de Glasgow 0,71 (0,68-0,74) Total de los puntos de
piratoria) y de las lesiones anatómicas evaluadas con la la escala de Glasgow
ISS (Injury Severity Score). La ISS se basa en un catálogo Presión arterial
revisado con regularidad de las lesiones anatómicas, que sistólica
incluye más de 2.000 lesiones con una puntuación de 1 > 120 mmHg 1 +5
(menor) a 6 (mortal de forma constante) [19] . 60-120 mmHg 2,7 (2,0-3,6) +3
Por consiguiente, para calcular la Ps con la TRISS es < 60 mmHg 5,4 (4,1-7,3) 0
necesario conocer y registrar todas las lesiones traumá-
Traumatismo cerrado 0,2 (0,1-0,4) +4
ticas, lo que descarta cualquier posibilidad de predicción
(frente a penetrante)
precoz, en particular prehospitalaria. En un hospital, estos
cálculos permiten un control de calidad en relación con Edad < 60 años 0,2 (0,1-0,3) +5
los fallecimientos. Además, para evaluar los resultados de IC 95%: intervalo de confianza al 95%.
una estructura se usan otros cálculos estadísticos: la pun- a
Una puntuación superior a 23 se asocia a menos del 5% de mortali-
tuación W representa la diferencia entre el porcentaje de dad.
supervivientes (o de muertos) previsto y real, mientras que en la calidad de los cuidados al saturar la disponibilidad
la puntuación Z determina si esta diferencia es significa- de los equipos y los recursos técnicos, causando un sobre-
tiva [20, 21] . La puntuación M analiza la comparabilidad de coste injustificado para la comunidad. El triaje por defecto
la serie estudiada con la del banco de datos en cuanto a se define por un destino en el que el nivel de cuidados dis-
la gravedad. Cuando la puntuación M es superior a 0,88, ponible es insuficiente para un tratamiento adecuado de
se considera que la serie estudiada tiene una gravedad las lesiones traumáticas de un paciente determinado, con
significativamente distinta a la de la base de datos. Enton- la consecuencia de un incremento de la mortalidad y/o
ces conviene usar una puntuación W ajustada (Ws) y una de la morbilidad. Debido a que la sensibilidad y la espe-
puntuación Z ajustada (Zs) para determinar si el porcen- cificidad son independientes de la prevalencia, se trata de
taje de supervivientes (o de muertos) es distinto o no al variables que en general se han usado para definir el triaje
de la base de datos [20, 21] . por defecto (1-sensibilidad) y por exceso (1-especificidad),
Sin embargo, se han formulado varias críticas sobre la lo que permite comprender la vinculación entre ambos.
validez de estas puntuaciones en la etapa prehospitala- Así, en la mayoría de los estudios se recomienda un obje-
ria, sobre todo por el hecho de que fueron establecidas a tivo de triaje por defecto inferior al 5-10%, lo que autoriza
partir de bases de datos antiguas y para pacientes trauma- un triaje por exceso del 25-50%. Sin embargo, cabe señalar
tizados tratados en un sistema no medicalizado. Además, que estas variables deben interpretarse según el criterio
estas puntuaciones han sido construidas para predecir la de valoración que se considere, que puede ser la grave-
supervivencia o el fallecimiento y hay datos muy valio- dad del traumatismo (usualmente definida por una ISS
sos poco o nada accesibles a estos métodos: duración de superior a 15) o la mortalidad. Está claro que si como cri-
la estancia en el hospital, frecuencia de las complicacio- terio de valoración se considera la mortalidad, el triaje por
nes graves, coste de los cuidados necesarios, morbilidad y defecto debe ser inferior al 5%. Además, en todas las deci-
discapacidad postraumática, etc. siones prehospitalarias siempre se privilegia el triaje por
defecto [25] .
Escalas de triaje
Escala MGAP (mecanismo, Glasgow, edad,
Principio presión arterial)
El segundo objetivo de las escalas de gravedad es el
Las debilidades de la RTS, así como del triaje-RTS
triaje de los pacientes: triaje prehospitalario para evaluar
(T-RTS), han conducido a proponer una nueva escala
la necesidad de recurrir a una ambulancia de reanimación
denominada MGAP, calculada a partir del conjunto de
o trasladar al paciente a un centro de referencia que dis-
variables disponibles en la etapa prehospitalaria y que no
ponga de recursos técnicos de tipo multidisciplinar, pero
se limita sólo a las variables fisiológicas (Cuadro 2) [24] . En
también triaje hospitalario para evaluar la necesidad de
esta escala se tienen en cuenta el mecanismo del trau-
recurrir a un equipo especializado o a la sala de reani-
matismo (cerrado o penetrante), la escala de Glasgow, la
mación de urgencias vitales [14] . Escalas como la RTS han
edad y la presión arterial. El umbral ha sido establecido
sido validadas en este campo, sobre todo en Norteamé-
con un objetivo claro de triaje por defecto inferior al 5%.
rica, pues permiten decidir en el momento si el paciente
Si se fija este objetivo, el índice de triaje por exceso de
debe ser trasladado sin dudar a un centro de traumato-
la MGAP es mejor que los índices de la RTS y del T-RTS
logía. Sin embargo, a pesar de su aparente eficacia, estas
y se aproxima al de la TRISS, inalcanzable en la etapa
escalas de triaje no carecen de defectos: así, puede consta-
prehospitalaria. Sobre todo, más que un enfoque dico-
tarse que no se tienen en cuenta el mecanismo lesional y
tómico, siempre muy reduccionista, este sistema permite
el contexto del paciente, cuando éstos influyen de forma
una gradación del riesgo de mortalidad particularmente
significativa sobre el pronóstico [22, 23] .
interesante: paciente de alto riesgo, de riesgo intermedio
y de bajo riesgo de mortalidad (Fig. 1) [25] .
Triaje por exceso o por defecto
Aunque una organización óptima del sistema de cui-
dados prehospitalarios dirige a la mayor cantidad de Algoritmos de triaje
pacientes más graves hacia el centro de referencia, sin
sobrecargarlo de pacientes de menor gravedad, debe
Concepto
saberse sin embargo que un triaje por exceso y un triaje Los límites de estas escalas de gravedad para efectuar
por defecto son inevitables [24] . El primero se define por un un triaje han conducido a proponer no una puntuación,
destino en el que el nivel de cuidados disponible excede el sino algoritmos de análisis por etapas sucesivas, de los
requerido para la atención del paciente. Esto puede influir cuales el más conocido es el del American College of

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Escala MGAP
1,00
60

50 46 % 0,75

Sensibilidad
Mortalidad (%)
40
0,50
30

20 0,25
9% Decisión urgente
10 Mortalidad
2% 0,00
0 0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
3–17 18–22 23–29
Escala MGAP
A 1-Especificidad B

Figura 1.
A. Porcentaje de fallecimientos en función de la escala MGAP (mecanismo, Glasgow, edad, presión arterial).
B. Curvas ROC (receiving operating characteristics, característica operativa del receptor) de la escala MGAP, de gran valor para predecir
la mortalidad (área bajo la curva 0,90 [intervalo de confianza (IC) al 95%: 0,88-0,92]) que, al contrario, resulta inútil para predecir la
necesidad de recurrir a un procedimiento de urgencia en el momento del ingreso (laparotomía, toracotomía, embolización, cirugía de
urgencia < 3 h; área bajo la curva 0,53 [IC al 95%: 0,50-0,56]). La línea de puntos corresponde a la línea de identidad (ausencia de
capacidad discriminativa) (según [24, 25] ).

74 % 76 %
75 72 % 75 75

Mortalidad (%)
Mortalidad (%)
Mortalidad (%)

50 50 50

31 %
27 %
25 25 25
15 % 16 %
9%
7% 4% 5%
0 0 0
3 4–8 9–12 13–14 15 <65 65–90 >90 <80 80–90 >90
Escala de Glasgow A PAS (mmHg)
B SpO2 (%) C

Figura 2. Relación entre la mortalidad y algunas variables fisiológicas simples (según [25] ).
A. Escala de Glasgow.
B. Presión arterial sistólica (PAS).
C. Saturación de oxígeno (SpO2 ).

Surgeons [26] . Esta metodología tiene la ventaja de ser de supervivencia de los traumatizados, con una mayoría
mucho más médica y de aplicar un razonamiento estraté- de pacientes que presentan pronósticos de supervivencia
gico. intermedios (10% < Ps < 90%) y dos picos de pacientes
Aunque en Francia, por ejemplo, la aplicación de las con muy buen pronóstico (Ps ≥ 90%) o, por el contra-
escalas de triaje es mucho menor que en los países anglo- rio, con un pronóstico gravísimo (Ps ≤ 10%) [15] . Además,
sajones, debe señalarse sin embargo que el razonamiento no existe un conocimiento detallado y pragmático de las
prehospitalario de los médicos se aproxima al algoritmo relaciones entre algunas variables fisiológicas simples y
del American College of Surgeons. Durante mucho tiempo el pronóstico. Así, conceptos básicos como la relación
se consideró que la calidad del triaje mejoraba según la entre la presión arterial, la escala de Glasgow y la satura-
experiencia del médico, con lo cual el uso de las escalas ción periférica de oxígeno, por una parte, y la mortalidad,
de gravedad y/o de algoritmos era inútil. Sin embargo, esta por otra parte, no son suficientemente conocidas por los
afirmación no ha sido evaluada realmente en el sistema médicos en las fases prehospitalaria e intrahospitalaria
francés y se enfrenta a dos críticas principales. La primera (Fig. 2) [25] .
se refiere a la heterogeneidad de los médicos y a la fase
de aprendizaje inevitable durante su formación inicial y
el comienzo de su carrera profesional. La formalización Algoritmo de Vittel
de los procesos de triaje constituye, por consiguiente, una En el congreso de los servicios de atención médica
ayuda nada desdeñable, sobre todo con una cuantifica- de urgencia (SAMU) de Vittel en 2002 se propuso un
ción de la gravedad que contribuye a su formulación en un algoritmo de evaluación de la gravedad y de triaje pre-
lenguaje breve y accesible para todos, como lo demuestra, hospitalario, uno de cuyos valores principales es haber
por ejemplo, el uso generalizado de la escala de Glasgow. incorporado la reanimación prehospitalaria (Cuadro
La segunda crítica se refiere a la propia idoneidad de los 3) [14] . Más de 10 años después de su publicación, el
médicos en traumatología, respecto a la cual habría un «algoritmo de Vittel» se ha impuesto en la mayoría de
déficit de conocimientos bastante generalizado en cuando los médicos prehospitalarios y hospitalarios franceses para
a la apreciación global de la gravedad [14] . Esto se mani- definir qué paciente debe ser considerado como un trau-
fiesta en primer lugar por la identificación reciente de la matizado grave. Una prueba de la pertinencia de este
naturaleza bimodal de la distribución de la probabilidad algoritmo ha sido recientemente aportada por el estudio

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Cuadro 3.
Criterios de Vittel: criterios de gravedad para el triaje de los
pacientes traumatizados (según [14] ) a .
Cinco etapas Criterios de gravedad
de evaluación
Variables Escala de Glasgow < 13
fisiológicas Presión arterial sistólica < 90 mmHg
Pulsioximetría < 90%
Elementos de Eyección de un vehículo
cinética Otro pasajero fallecido en el mismo vehículo
Caída > 6 m
Víctima proyectada o aplastada
Apreciación global (deformación del vehículo,
velocidad estimada, sin casco, sin cinturón de
seguridad)
Lesión por onda de choque
Figura 3. Emplazamiento del lugar de admisión de los
Lesiones Traumatismo penetrante de la cabeza, del pacientes con traumatismo grave (imagen del Hospital Pitié-
anatómicas cuello, del tórax, del abdomen, de la pelvis, Salpêtrière).
del brazo o del muslo
Volet costal
Quemadura grave, inhalación de humo
asociada  Ingreso del paciente
Estallido de la pelvis
Sospecha de lesión medular con traumatismo grave
Amputación a la altura de la muñeca, del
tobillo o más arriba Preparación del equipo
Isquemia aguda de miembro
Reanimación Ventilación asistida
La regulación efectuada en el SAMU, basada en la eva-
prehospitalaria Expansión vascular > 1.000 ml de coloides luación del médico del SMUR en contacto directo con
Catecolaminas el paciente permite, por una parte, establecer cuál es la
Pantalón antishock inflado estructura hospitalaria apta para la atención del paciente
y, por otra parte, prevenir al equipo hospitalario sobre la
Contexto Edad > 65 años
Insuficiencia cardíaca o coronaria
llegada de éste. En consecuencia, dicho equipo se apresta
Insuficiencia respiratoria a preparar el material necesario para la rápida atención
Embarazo (segundo y tercer trimestres) al paciente y previene a los profesionales potencialmente
Trastorno de la crasis sanguínea útiles (cirujano, radiólogo, centro de transfusión sanguí-
nea, etc.) para esta situación. Los servicios hospitalarios
a
La presencia de un solo criterio basta para caracterizar la gravedad dedicados a la atención de los pacientes con traumatismo
del traumatismo, salvo en lo que se refiere al contexto, que se evalúa grave suelen contar con uno o más protocolos dirigidos a
en cada caso en particular. También se han definido criterios de grave-
dad extrema porque se asocian a una mortalidad muy elevada: presión preparar el material necesario y prevenir a los profesiona-
arterial sistólica < 65 mmHg: mortalidad = 65%; escala de Glasgow = 3: les que serán potencialmente necesarios en función de los
mortalidad = 62%; pulsioximetría < 80% o imposible de medir: morta- datos recibidos con relación a las características y la gra-
lidad = 76%. vedad del paciente traumatizado. Por último, con base en
la evaluación lesional y al modo de transporte prehospita-
lario, también puede ser necesaria la puesta en marcha de
FIRST (French Intensive care Recorded in Severe Trauma), algunas medidas técnicas específicas (circulación extracor-
primer trabajo multicéntrico francés de gran amplitud pórea) o de logística (preparación del helipuerto) (Fig. 3).
en el que se evaluó la atención prehospitalaria de los Al contrario que en el caso del ingreso «clásico», en el
pacientes con traumatismo grave [6] . En el estudio, el que el tratamiento se instaura después de las exploracio-
tratamiento prehospitalario de estos pacientes por un nes clínicas y complementarias, la atención a un paciente
equipo móvil de urgencia y reanimación, comparado con traumatismo grave exige iniciar las acciones terapéu-
con otro no medicalizado efectuado por un equipo de ticas de forma simultánea con la evaluación clínica y
bomberos, se asocia a una reducción significativa de la las pruebas complementarias. Esta estrategia supone por
mortalidad a 30 días (cociente de posibilidades [OR, odds tanto un trabajo de equipo con un médico «supervisor»
ratio]: 0,55; intervalo de confianza [IC] [95%]: 0,32-0,94; encargado de recibir los datos pertinentes, efectuar una
p = 0,03). síntesis rápida y adoptar las decisiones terapéuticas. Aun-
que suele admitirse que las decisiones deben ser tomadas
por una sola persona, ésta ha de estar preparada para
Reglas simples considerar los datos relativos a la evolución del paciente,
Las características principales del paciente con trauma- proporcionados por los profesionales que han estado par-
tismo grave pueden resumirse así: ticipando en la asistencia inicial, a efectos de lograr que el
• la gravedad de las lesiones no se suma, sino que se paciente obtenga los mayores beneficios. En este contexto
multiplica por potenciación de sus respectivas conse- de urgencia, la función de los profesionales actuantes en
cuencias; la etapa prehospitalaria es poner en marcha las acciones
• la subestimación de la gravedad de las lesiones es terapéuticas (por ejemplo, crear una vía de acceso vas-
una situación engañosa diagnóstica y terapéutica cular) y confirmar el cumplimiento de las tareas que les
clásica; fueron encomendadas o prevenir sobre cualquier dificul-
• el desconocimiento de algunas lesiones puede tener tad para llevarlas a cabo. Los datos deben transmitirse de
serias consecuencias vitales o funcionales; forma simple, breve y concisa para evitar confusiones o
• el tiempo perdido no se recupera; incomprensión por parte del equipo (por ejemplo, debido
• algunas asociaciones lesionales pueden necesitar trata- a ruidos en la línea de comunicación). Para solicitar datos
mientos contradictorios, y esto impone una prioriza- a los participantes ajenos al equipo (por ejemplo, al radió-
ción de acciones con elecciones estratégicas que pueden logo) también debe usarse un lenguaje simple, a lo sumo
ser difíciles. de forma binaria: ¿hay o no un derrame peritoneal?

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Atención inicial éstas son requeridas para efectuar una expansión vascular
rápida y/o una transfusión masiva, el dispositivo médico
Admisión del paciente debe ser de calibre elevado y longitud reducida, lo que
El médico que supervisa la admisión y la atención ini- corresponde a un catéter periférico corto de 14 o 16 G. Al
cial al paciente recibe del equipo actuante en la etapa respecto, según la ley de Poiseuille, el flujo es proporcio-
prehospitalaria el conjunto de los datos anamnésicos, nal al diámetro de la vía e inversamente proporcional a la
clínicos y terapéuticos. La admisión del paciente se pro- longitud del dispositivo, lo que explica por qué un catéter
duce en un lugar específico y lo suficientemente amplio venoso central «clásico» no es lo mejor para efectuar una
como para permitir la circulación libre y simultánea de los expansión vascular masiva debido a su gran longitud y su
diversos profesionales requeridos. Esta exigencia es fun- calibre reducido. Sin embargo, algunos modelos (catéte-
damental para que de forma concomitante sea posible res centrales multivías, una de ellas de 14 G, catéteres de
visualizar las lesiones, instaurar los primeros tratamien- diálisis, etc.) permiten hacer una expansión vascular y/o
tos de urgencia y efectuar las pruebas complementarias una transfusión masiva.
iniciales que orientarán las medidas terapéuticas. Si es necesaria la administración de catecolaminas, una
En algunos casos, desde la llegada del paciente hay exigencia habitual en el paciente con traumatismo grave,
que tomar una decisión importante, o confirmarla si es indispensable canalizar una vía central. Para adminis-
ya fue considerada en la etapa prehospitalaria: trasladar trar las catecolaminas se prefiere un catéter multivía (dos
al paciente de inmediato al quirófano sin efectuar nin- vías como mínimo) en una vena independiente de las
guna evaluación complementaria. Esto sucede cuando el otras perfusiones. El sitio de inserción de este catéter cen-
estado hemodinámico es crítico a pesar de la reanima- tral es primordial: debe ser de fácil acceso, exponer a un
ción prehospitalaria: la causa de la dificultad circulatoria bajo índice de complicaciones y ser accesible a una com-
es evidente y accesible a un procedimiento de hemosta- presión manual externa si se produjera un hematoma. Por
sia quirúrgica (por ejemplo, un traumatismo penetrante lo tanto, en el paciente traumatizado debe preferirse la vía
debido a una herida por arma de fuego, un arma blanca femoral por su asociación a un muy bajo índice de com-
o un objeto contundente) o se trata de un daño tisu- plicaciones [27] . Además, el sitio venoso central femoral
lar considerable (amputación de un miembro, etc.). Por permite efectuar al mismo tiempo la monitorización con-
el contrario, ante un traumatismo cerrado, el origen de tinua invasiva de la presión con un catéter arterial y, por
la dificultad circulatoria rara vez es evidente y, por con- tanto, la determinación de urgencia de los parámetros bio-
siguiente, antes de trasladar al paciente al quirófano lógicos. La vía subclavia está contraindicada debido a una
(llegado el caso), la evaluación lesional y una reanimación incidencia elevada (14%) de complicaciones graves, bási-
inicial casi siempre son necesarias. camente neumo y/o hemotórax. La vía yugular interna
La reanimación no debe interrumpirse mientras se pro- es posible, pero supone una movilización cervical, incon-
duce la transmisión de datos entre el médico del SMUR y veniente en el paciente con un traumatismo cerrado o
el supervisor en el hospital. En primer lugar, se retira el col- penetrante de la región cervical.
chón de vacío y se traslada al paciente a la camilla. Esto
Presión arterial invasiva
debe efectuarse manteniendo recto el eje cabeza-cuello-
tronco pero sin tracción axial, sobre todo del cuello, pues Debe colocarse lo antes posible un catéter arterial radial
podría movilizarse una fractura de la columna cervical. o femoral para efectuar una monitorización invasiva de
Lo ideal es que el paciente tenga un collar cervical, que en la presión arterial. Esto es prioritario porque la presión
general se coloca durante el acondicionamiento prehos- arterial cruenta permite, por una parte, la monitorización
pitalario. Desde luego, este traslado no debe practicarse fiable y continua de la presión arterial y, por otra parte,
de forma precipitada, sino con la precaución de prote- tomar de manera fácil y rápida las muestras de sangre
ger la monitorización, las vías venosas o la intubación necesarias para los análisis biológicos, en particular los
traqueal. correspondientes a la evaluación inicial. En caso de ines-
tabilidad hemodinámica, el acceso a la vía arterial radial
Acondicionamiento del paciente suele ser más difícil y por tanto de práctica más prolon-
gada, por lo que debe privilegiarse la vía femoral. Lo ideal
en los primeros 15 minutos es colocar el catéter arterial femoral al mismo tiempo que
Después de trasladar al paciente a la camilla, las accio- el catéter venoso femoral central.
nes siguientes deben efectuarse de forma ideal a los
10-15 minutos del ingreso en el hospital. Es preferible Oxigenación y ventilación
hacer los primeros estudios por imagen durante esos En el paciente no intubado y con ventilación espontá-
primeros 15 minutos sin movilizar al paciente: ecogra- nea, la administración de oxígeno se verifica o se aplica en
fía FAST (focused assessment with sonography for trauma, función de la saturación arterial de oxígeno medida por
ecografía focalizada para traumatismo abdominal), radio- pulsioximetría. Ante una dificultad respiratoria evidente,
grafías torácica y pélvica. Para más claridad, se expondrán la intubación traqueal debe decidirse sin demora, a menos
en un párrafo específico sobre la evaluación lesional ini- que se imponga otra medida inmediata (descompresión
cial. de un neumotórax a tensión). En el paciente intubado
Monitorización y ventilado en la etapa prehospitalaria hay que verificar
la eficacia de la ventilación (posición de la sonda, intu-
Desde la llegada del paciente debe colocarse de
bación, capnografía, etc.) para, si es necesario, adaptar
inmediato una monitorización no invasiva: electrocar-
los diversos parámetros ventilatorios (modo ventilatorio,
dioscopio, saturación arterial de oxígeno medida por
FiO2 [fracción inspirada de oxígeno], frecuencia, volumen
pulsioximetría (SpO2 ), medida del dióxido de carbono
corriente, etc.).
(CO2 ) al final de la espiración (EtCO2 ) en el paciente
intubado-ventilado; la medida de la presión arterial no Analgesia y sedación
invasiva es temporal hasta la colocación de una medición
Las modalidades de la analgesia y de la sedación se opti-
invasiva.
mizan según el estado clínico del paciente (cf infra).
Vías de acceso vascular
En primer lugar, hay que verificar el estado funcio- Sonda gástrica
nal de las vías venosas (periféricas y/o centrales), incluso Se coloca una sonda gástrica si no ha sido colocada en la
de forma intraósea, abiertas en la etapa prehospitalaria. etapa prehospitalaria. La vía nasal está contraindicada en
Por lo general, es necesario instaurar rápidamente una o caso de traumatismo craneal o maxilofacial por el riesgo
más vías de acceso adicionales, periféricas y/o centrales. Si de crear un trayecto aberrante.

6 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

Monitorización de la temperatura
100
La monitorización continua de la temperatura se efec-
túa con una sonda térmica esofágica, vesical o rectal.
75
Valoración biológica

Mortalidad (%)
La valoración biológica completa se efectúa desde la
admisión del paciente (cf infra). Por costumbre y facilidad, 50
las muestras se obtienen de la vía arterial tras la instaura-
ción de la monitorización invasiva de la presión arterial. 25
Sin embargo, una dificultad técnica de este procedimiento
puede retrasar de manera considerable la práctica de las
pruebas de laboratorio. Se recomienda tomar la mayoría 0
< 32 32–33 33–34 > 34
de las muestras (es decir, las que no necesariamente deben Temperatura (°C)
ser de sangre arterial como, por ejemplo, para el estudio
de los gases de la sangre) a partir de una punción venosa
clásica con torniquete. Figura 4. Relación entre la temperatura central y la mortalidad
en los pacientes con traumatismo grave (según [34] ).
Admisión administrativa
La admisión administrativa implica la verificación de
la identidad del paciente, un requisito indispensable para Cuadro 4.
identificar las pruebas complementarias, en particular bio- Evaluación aproximada del volumen de sangre perdido durante
lógicas y de estudio por imagen, los pedidos de productos las primeras 6 horas postraumáticas en diversas fracturas
sanguíneos, etc. En ausencia de identidad, al paciente se lo (según [35] ).
admite como X a efectos de crear un primer registro admi- Fractura Volumen de sangre (ml)
nistrativo, que deberá regularizarse en cuanto sea posible.
Costilla 125
Otros procedimientos Vértebra, radio/cúbito 250
También deben efectuarse de inmediato otros procedi- Húmero 500
mientos, menos urgentes pero sin embargo indispensa- Tibia 1.000
bles, sobre todo para no pasarlos por alto: Fémur 2.000
• limpieza y protección con apósitos (incluso provisorios) Pelvis 500-5.000
de las heridas y excoriaciones cutáneas, sobre todo en
presencia de hemorragia activa para limitar las pérdi- el paciente traumatizado (Fig. 4) porque agrava el estado
das sanguíneas. Con el mismo fin hay que suturar o hemodinámico y perturba la hemostasia [34] . Por lo tanto,
grapar una herida hemorrágica del cuero cabelludo, ya es preciso colocar una sonda térmica rectal o esofágica.
que las pérdidas sanguíneas en esta zona pueden ser Las fuentes principales de hemorragia mayor son el
abundantes; abdomen, el retroperitoneo y el tórax. Sin embargo,
• verificación del estado del paciente respecto a la pre- no deben subestimarse hemorragias aparentemente de
vención del tétanos y, si es necesario, administración menor importancia: heridas del cuero cabelludo, epistaxis
de seroterapia y/o vacunación antitetánica; y fracturas cerradas (fémur) o abiertas (heridas arteriales y
• en el paciente inconsciente, oclusión de los ojos des- venosas) que justifican la aplicación de apósitos compresi-
pués de verificar que no usa lentes de contacto y de vos, grapas o, si es necesario, un torniquete (Cuadro 4) [35] .
instilar un colirio antiséptico; En lo que se refiere de manera más específica a las fracturas
• profilaxis antibiótica (amoxicilina-ácido clavulánico en de la pelvis, la colocación precoz de dispositivos de con-
ausencia de alergia a los betalactámicos) con dosis tención (cinturón pélvico, fijador externo de tipo pinza
iniciales que, en el paciente traumatizado, deben ser pélvica, etc.) puede ser muy útil para limitar el desarrollo
superiores a las usuales [28] ; de un hematoma pélvico y/o retroperitoneal [36] .
• realización de un electrocardiograma (ECG). La dificultad circulatoria del paciente traumatizado
grave puede deberse a otras causas, algunas veces aso-
ciadas a la hemorragia. Así, los traumatismos craneales
Tratamiento de las dificultades vitales rara vez producen dificultad circulatoria y, en este caso,
La insuficiencia circulatoria aguda, la insuficiencia res- se trata sobre todo de lesiones del tronco cerebral. Por el
piratoria aguda y el coma son las tres dificultades vitales contrario, las lesiones medulares altas pueden provocar
más frecuentes en el paciente con traumatismo grave [29] . hipotensión arterial por vasoplejía («shock espinal»). En
El tratamiento de estas dificultades vitales debe instau- el 19% de los casos, la dificultad circulatoria se debe a una
rarse de forma completa durante las fases de admisión del compresión intratorácica por neumotórax y/o hemotórax
paciente y de evaluación lesional. a tensión o, más rara vez, a un hemopericardio que pro-
voca un taponamiento cardíaco [30] . El shock cardiogénico
por contusión miocárdica es excepcional en el paciente
Dificultad circulatoria traumatizado (menos del 1% de los casos) [37] .
La mayoría de las veces, la dificultad circulatoria está La monitorización hemodinámica en la fase inicial de
relacionada con una hipovolemia (el 80% de los casos), la atención al paciente con traumatismo grave se limita
básicamente de origen hemorrágico [30] . En los pacien- a la medición invasiva de la presión arterial, teniendo en
tes traumatizados graves de menos de 45 años, el shock cuenta los datos de la curva de presión arterial, sobre todo
hemorrágico es la primera causa de fallecimiento (alrede- la variación de la presión arterial sistólica con la ventila-
dor del 30% de los casos) en las 24 horas siguientes y puede ción mecánica. Además, también la monitorización del
asociarse a un síndrome de insuficiencia multivisceral [31] . EtCO2 puede ser muy útil, ya que correlaciona con el
En este sentido, cabe señalar que algunas escalas de grave- estado hemodinámico del paciente en ausencia de modi-
dad o de triaje (RTS, T-RTS, MGAP) permiten predecir un ficaciones de los parámetros ventilatorios [30] .
shock hemorrágico en el paciente traumatizado grave [32] . En el paciente con traumatismo grave y shock hemorrá-
La expansión masiva del volumen vascular, para que sea gico, un objetivo de presión arterial sistólica de 80-
eficaz, necesita un acelerador de perfusión provisto de una 90 mmHg (presión arterial media [PAM] de 60-65 mmHg)
alarma de detección de aire (riesgo de embolia gaseosa), es aceptable, siempre que no se asocie un traumatismo
forzosamente acoplado a un calentador eficaz [33] . Al res- craneal grave, ya que permite limitar de forma directa la
pecto, la hipotermia es un factor de riesgo principal en hemorragia y de forma indirecta la expansión vascular,

EMC - Anestesia-Reanimación 7
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

una situación que favorece la hemodilución y prolonga

Pacientes en estado de shock (%)


la hemorragia [38] . Por el contrario, ante un traumatismo 100
craneal grave, el objetivo de presión arterial sistólica
debe ser más elevado, de 110-120 mmHg, lo que corres- 75
ponde a una PAM superior o igual a 80 mmHg [38, 39] . En
este sentido, la hipotensión arterial es la más desfavo-
50
rable de las ACSOS después de un traumatismo craneal
grave. En estos pacientes, el objetivo de presión arterial
se establece entonces para mantener una presión de per- 25
fusión cerebral (PPC) al menos superior a 70 mmHg. Por
analogía, ahora estas recomendaciones se aplican a los
0
traumatismos medulares con el fin de evitar las agresiones < 20 % 20–30 % > 30 %
medulares secundarias de origen sistémico (AMSOS) [38, 40] . Hematocrito (%)

Dificultad respiratoria Figura 5. Porcentaje de traumatizados graves (n = 109) en


Por lo general, la dificultad respiratoria impone la intu- estado de shock hemorrágico al ingresar al hospital en función
bación traqueal inmediata y ventilación mecánica. Sin del hematocrito (según [46] ).
embargo, un simple drenaje torácico puede bastar si la
dificultad respiratoria se debe a un neumotórax y/o un En el paciente traumatizado consciente es necesario
hemotórax. En un paciente con traumatismo torácico, buscar signos clínicos de una lesión medular: paraplejía,
la dificultad respiratoria y circulatoria que se manifiesta tetraplejía, hipotonía del esfínter anal. El paciente trauma-
inmediatamente después de la ventilación artificial debe tizado inconsciente debe considerarse como un lesionado
hacer pensar en particular en un neumotórax a tensión medular hasta que se demuestre lo contrario y, por tanto,
que necesita una punción descompresiva de urgencia, una la inmovilización debe ser completa (colchón de vacío,
maniobra de rescate que debe ir seguida por la colocación collar cervical rígido) y efectuarse en la etapa prehospita-
de un drenaje torácico. laria [40] .
En realidad, las indicaciones de la intubación traqueal
y de la ventilación mecánica son sumamente amplias en
el paciente con traumatismo grave. Las razones son no Pruebas de laboratorio
demorar la evaluación lesional y hacer que el tratamiento
sea más soportable para el paciente y más eficiente para el Aunque por lo general la evaluación biológica exhaus-
equipo de salud. En la práctica, estas indicaciones princi- tiva se efectúa desde el ingreso del paciente con
pales se basan en la dificultad circulatoria y/o respiratoria traumatismo grave, cabe señalar que pocas pruebas de
y/o neurológica (escala de Glasgow ≤ 8), la presencia laboratorio son realmente urgentes en el contexto de la
de lesiones traumáticas dolorosas o que necesitan una atención al paciente a su llegada al hospital.
intervención quirúrgica urgente (fracturas abiertas) y, en
ocasiones, la agitación del paciente por cualquier causa Grupo sanguíneo
(traumatismo craneal, intoxicación alcohólica asociada,
La determinación del grupo sanguíneo ABO y del fac-
etc.).
tor Rh, así como la búsqueda de aglutininas irregulares,
Las indicaciones de la ventilación no invasiva en el
demora alrededor de 30-60 minutos, pero no son necesa-
paciente traumatizado se limitan al traumatismo torácico
rias para iniciar una transfusión masiva. Cada servicio de
cerrado aislado, idealmente en asociación a una analgesia
urgencias debe tener un procedimiento escrito y elabo-
peridural torácica, lo que en la práctica representa una
rado en conjunto con el centro de transfusión sanguínea
situación relativamente infrecuente en el paciente con
para hacer posible no sólo la determinación rápida del
traumatismo grave [41, 42] .
grupo sanguíneo ABO y el factor Rh, sino también el ini-
Los objetivos ventilatorios principales son la normo-
cio de la transfusión antes de conocer el resultado de las
xia y la normocapnia, sobre todo en el paciente con
aglutininas irregulares.
traumatismo craneal. En el contexto del traumatismo
torácico, en el que la distensibilidad pulmonar se altera
con frecuencia, por analogía con el síndrome de dificultad Hemoglobina y hematocrito
respiratoria aguda (SDRA) del adulto, se recomienda man-
La determinación de la hemoglobina (o del hemato-
tener un valor máximo de presión de meseta inferior a
crito) se solicita sin demora a efectos de decidir o no la
27 cmH2 O [43] . Para obtener una perfecta adaptación ven-
transfusión. Es por tanto necesario contar con un aparato
tilatoria y limitar lo mejor posible los esfuerzos de la tos,
que permita medir de forma instantánea la hemoglobina
también deletéreos en el paciente con traumatismo cra-
o, en su defecto, un microhematocrito. El índice de hemo-
neal, la curarización puede ser necesaria para optimizar la
globina (o el hematocrito) en el momento de la admisión
sedación-analgesia [44] .
expresa la gravedad del shock hemorrágico (Fig. 5) [46] .
Hay dos factores que explican la estrecha relación entre
Dificultad neurológica el descenso del índice de hemoglobina y la magnitud de
El diagnóstico de una dificultad neurológica sólo la hemorragia:
puede efectuarse después de que se hayan corregido las • el volumen de la expansión vascular prehospitalaria, en
dificultades circulatorias y ventilatorias. La evaluación general necesaria para mantener la presión arterial;
neurológica inicial se basa en la exploración física y la • la pérdida sanguínea inicial, antes de cualquier expan-
escala de Glasgow posteriores a la reanimación, pero sión volémica, que agrava el efecto de dilución de la
la sedación hace que esta escala sea ininterpretable. La expansión. Así, en un paciente con una masa sanguínea
exploración física es insuficiente, de modo que la tomo- de 5 litros y una pérdida del 50% antes de la expansión
grafía computarizada (TC) cerebral siempre es necesaria vascular prehospitalaria, el hematocrito disminuye del
(cf infra). Cuando la escala de Glasgow es inferior o igual 40 al 20% con una expansión de 2,5 litros, sin contar
a 8, la intubación traqueal y la ventilación mecánica la prosecución de la hemorragia. El objetivo corriente
son inevitables. En el paciente con traumatismo craneal, de la concentración de hemoglobina (> 7 g/dl) suele
inconsciente y/o sedado, el Doppler transcraneal puede aumentar en traumatología (± 9-10 g/dl), ya sea debido
efectuarse desde el ingreso para identificar de forma pre- a la intensidad de la hemorragia y la necesidad de anti-
coz un bajo flujo sanguíneo cerebral [45] . ciparse o bien a un traumatismo craneal grave [38, 47] .

8 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

Hemostasia antes de que la intubación traqueal sea difícil o imposible,


como en algunos traumatismos cervicales [56] .
La hemostasia también es fundamental (índice de pro-
Ante un paciente con un traumatismo grave, se consi-
trombina [IP], fibrinógeno) porque sus anomalías, sin
dera en principio que tiene el «estómago lleno» y, por
una corrección rápida, pueden agravar las hemorragias,
tanto, está expuesto al riesgo de broncoaspiración. Por
en particular intracraneales [48] . Además, algunas lesiones
consiguiente, se requiere una intubación con inducción
traumáticas pueden causar una fibrinólisis considerable
en secuencia rápida (ISR), pero adaptada al contexto trau-
(por orden de frecuencia: hematoma retroperitoneal, con-
mático [44] . Así, la especificidad principal de la ISR en el
tusión cerebral [sobre todo por traumatismo penetrante],
paciente con traumatismo grave es la necesidad de efec-
contusión pulmonar grave). Es probable que la influencia
tuar una estabilización manual en línea para limitar la
del hematocrito en la formación del trombo exija aumen-
movilidad cervical en el momento de la laringoscopia.
tar los umbrales transfusionales que suelen considerarse
Para ello se retira la parte anterior del collar cervical.
en cirugía programada [49] . Los objetivos en términos de
La segunda especificidad se refiere a la compresión cri-
hemostasia (fibrinógeno > 1,5-2,0 g/l; IP > 50%; plaque-
coidea o maniobra de Sellick: esto expone al riesgo de
tas > 50 g/l) deben ser más altos si la intensidad de la
desplazamiento de una lesión vertebral cervical inestable,
hemorragia necesita una anticipación y/o en presencia de
con la amenaza inherente de agravación de las lesiones
un traumatismo craneal grave.
medulares. Por esta razón, se considera que la compre-
sión cricoidea está contraindicada cuando se sospecha
Gasometría arterial una lesión vertebral cervical [44] .
La gasometría arterial también debe efectuarse con rapi- En general, los pacientes traumatizados graves tienen
dez, sobre todo en un paciente con traumatismo craneal, una dificultad circulatoria, por lo que los medicamentos
para corregir las hipoxemias y las hiper/hipocapnias. para la ISR no deben tener efectos hemodinámicos dele-
téreos. Los hipnóticos recomendados son el etomidato
Calcio ionizado (0,3-0,5 mg/kg) y la ketamina (2-3 mg/kg) porque tienen
la ventaja de preservar el equilibrio hemodinámico en
Medir el calcio ionizado es útil debido a la frecuente estos pacientes que a menudo sufren hipovolemia. Por
hipocalcemia por dilución y/o a las consecuencias de la el contrario, el tiopental y el propofol están contrain-
transfusión masiva [50, 51] . Debido a que el calcio es un dicados porque disminuyen la presión arterial y el flujo
cofactor de la hemostasia e influye en la contractilidad cardíaco, más aún en el paciente hipovolémico [44] . La
miocárdica y el tono vascular, en el paciente con shock succinilcolina (1 mg/kg) es el curare de referencia para la
hemorrágico se recomienda mantener una concentración ISR debido a su efecto rápido (±1 min) y su duración de
de calcio ionizado superior a 0,9 mmol/l [38] . acción breve (7-10 min), de modo que permite reanudar la
ventilación espontánea en caso de intubación difícil. Sin
Otras pruebas de laboratorio embargo, está contraindicada en caso de lesión muscular
extensa (síndrome de aplastamiento), de hiperpotasemia
Las otras pruebas de laboratorio suelen ser útiles, pero
(aumento de la potasemia en 0,5-1 mmol/l después de
rara vez ayudan a tomar decisiones terapéuticas urgen-
la inyección de succinilcolina) y de síndrome de dener-
tes. Sin embargo, la troponina cardíaca debe medirse de
vación extenso (paraplejía o tetraplejía) más allá de las
forma sistemática: aunque en general un aumento escaso
48 horas. Tras una ISR con etomidato-succinilcolina o
y transitorio suele deberse al shock hemorrágico [52] , a un
ketamina-succinilcolina, la sedación de mantenimiento
traumatismo craneal o a una contusión miocárdica [53, 54] ,
debe ser precoz, por lo general con midazolam-sufentanilo
un aumento considerable y prolongado hace pensar, en
administrados con jeringa eléctrica.
cambio, en la presencia de lesiones coronarias que justifi-
can la práctica de una coronariografía [55] .

 Evaluación inicial
Sedación y analgesia de las lesiones
En caso de pacientes traumatizados que son llevados a
la sala de reanimación con ventilación espontánea, suele Exploración física
recomendarse una valoración de la dosis de morfina nece-
La exploración física del paciente con traumatismo
saria para controlar el dolor, que en general comienza en
grave es difícil. Muchos la consideran de escaso valor para
la etapa prehospitalaria [44] . Al respecto, cabe señalar que
el diagnóstico de hemoperitoneo [57] . En cambio, sí es útil
la morfina es el único agente analgésico opioide que se
una exploración física más específica, enfocada en el exa-
recomienda para el paciente con ventilación espontánea.
men neurológico, la auscultación del tórax, la palpación
En realidad, la mayoría de los pacientes con trauma-
de los pulsos distales (mejor completada con Doppler en
tismo grave necesita analgesia-sedación con intubación y
ausencia de pulsos), el examen óseo (sobre todo del tórax,
ventilación controlada, que casi siempre se instaura en
la columna lumbar, la pelvis, los miembros) y tactos pél-
la fase prehospitalaria. En el caso de un paciente que
vicos.
ingresa en la sala de reanimación sin intubación, hay
que plantearse de inmediato la conveniencia o la posi-
bilidad de mantenerlo o no con ventilación espontánea. Estudio por imagen inicial
En este sentido, en el paciente con traumatismo grave
las indicaciones de analgesia-sedación con intubación y El estudio por imagen inicial se dirige a determinar la
ventilación controlada son amplias. El objetivo es no necesidad de una intervención urgente (drenaje torácico,
demorar la evaluación lesional y hacer que el tratamiento laparotomía o toracotomía para hemostasia, emboliza-
sea más soportable para el paciente y más eficiente para el ción en caso de traumatismo de la pelvis) (Cuadro
equipo de salud. Esta conducta es la regla en un paciente 5) [21] . También se efectúa para verificar que las acciones
traumatizado con mucho dolor (fracturas múltiples, etc.) prehospitalarias (intubación traqueal, drenaje torácico),
y/o agitado (traumatismo craneal, intoxicación alcohó- practicadas en condiciones más difíciles que en el hospi-
lica asociada, etc.). Asimismo, hay situaciones en las que tal, se han realizado de forma correcta. Deben solicitarse
la analgesia-sedación con intubación y ventilación con- tres estudios lo antes posible: radiografía anteroposterior
trolada debe anticiparse: necesidad de una intervención del tórax, anteroposterior de la pelvis y ecografía abdo-
quirúrgica urgente que de todos modos debe efectuarse minal (Fig. 6). Los tres procedimientos se realizan sin
con anestesia general, protección de las vías respiratorias demora, con el paciente en la camilla y sin movilizarlo.

EMC - Anestesia-Reanimación 9
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

Examen Decisión

Radiografía
del tórax

Drenaje
torácico

Neumotórax y/o
hemotórax

Ecografía
abdominal

Laparotomía

Hemoperitoneo

Radiografía de
la pelvis

Arteriografía
y embolización

Estallido de la pelvis
+ shock hemorrágico

Figura 6. Principios de la evaluación lesional inicial tras la admisión de un paciente con traumatismo grave.

Cuadro 5. es correcta la posición de la intubación traqueal, de los


Decisiones urgentes tomadas y pertinencia de estas decisiones drenajes o de los catéteres colocados en la fase prehospi-
durante la evaluación lesional inicial de pacientes traumatizados talaria.
graves (n = 400) a .
Decisiones Decisiones Radiografía de la pelvis
tomadas pertinentes
En la radiografía anteroposterior de la pelvis se buscan
Radiografía del tórax 78 (19%) 78 (100%) lesiones óseas para evaluar la gravedad de una fractura,
Ecografía abdominal 48 (12%) 47 (98%) la amplitud de los desplazamientos y el riesgo hemorrá-
Radiografía de la pelvis 8 (2%) 5 (62%) gico [58] . Esta radiografía tiene dos objetivos: por una parte,
a
ante una fractura del marco obturador en el varón, debe
Esta evaluación incluye una radiografía del tórax (decisión de dre-
sospecharse una lesión de la uretra, lo que contrain-
naje torácico y/o toracotomía para hemostasia), una radiografía de la
pelvis (decisión de embolización) y una ecografía abdominal (decisión dica la colocación de un catéter a través de la uretra
de laparotomía) (según [21] ). (riesgo de agravación de las lesiones de la uretra durante
el cateterismo) y privilegia la colocación de un caté-
ter suprapúbico; por otra parte, en un paciente con
Radiografía del tórax un traumatismo grave y shock hemorrágico sin etiolo-
La radiografía anteroposterior del tórax suele ser de baja gía evidente, en particular abdominotorácica, pero con
calidad, pero a menudo basta para establecer la presen- una fractura grave de la pelvis, permite proponer una
cia de un neumotórax y/o un hemotórax que exige un arteriografía para embolización de una lesión vascular
drenaje torácico de urgencia. Puede verificarse también si hemorrágica [21, 59] .

10 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

Ecografía FAST exploración abdominal permite tomar la decisión de efec-


tuar una laparotomía. Por último, cabe señalar que en las
La ecografía FAST, inicialmente descrita para la explo-
publicaciones hay estudios con resultados discordantes en
ración abdominal y pericárdica [60] , y a la que hoy se
términos de sensibilidad y especificidad de la ecografía
asocia la exploración pleuropulmonar, se ha convertido
FAST en el paciente traumatizado. Esto se atribuye a cri-
en referencia del estudio por imagen inicial en la sala de
terios de valoración distintos, a variaciones en el tiempo
reanimación del paciente con traumatismo grave. Se efec-
transcurrido hasta la práctica de la exploración y a compa-
túa con un ecógrafo bidimensional y un transductor de
raciones con las técnicas de referencia, que difieren según
2-5 MHz, con el paciente en decúbito supino y, si es posi-
los estudios [72] .
ble, con la vejiga llena [61] . La eficacia de esta ecografía
depende de la disponibilidad inmediata y permanente del
ecógrafo, de un ecografista cualificado y de la repetición Otras exploraciones
del estudio a corto plazo, por ejemplo, en el caso de una Ecocardiografía transesofágica
modificación hemodinámica. La ecocardiografía transesofágica (ETE) en la sala de
Ecografía abdominopélvica reanimación de urgencia suele formar parte de la evalua-
Se exploran la pelvis y los hipocondrios derecho e ción inicial porque puede proporcionar datos esenciales e
izquierdo en busca de un derrame intraperitoneal, detec- inaccesibles a una ecografía externa transtorácica [73] . Así,
table a partir de un volumen de 150-250 ml, incluso con en pacientes con estado de shock grave y/o traumatismo
el fin de cuantificar de forma aproximada su magnitud. del tórax, la ETE permite buscar un derrame pericárdico
La sensibilidad del examen aumenta cuando el volumen (hemopericardio), evaluar su repercusión hemodinámica
es mayor (el 97% con un derrame de 600 ml) [62] . En situa- (taponamiento), evaluar sin demora la volemia del trau-
ción de urgencia, la precisión diagnóstica del origen de matizado, buscar una contusión miocárdica y una ruptura
este hemoperitoneo (esplénico, hepático, otro) es insufi- del istmo aórtico [54, 74] e incluso embolias gaseosas sis-
ciente (diagnóstico positivo en alrededor del 50% de los témicas en las contusiones pulmonares graves [75] . Sin
casos), pero el diagnóstico preciso no es necesario para embargo, la ETE no puede considerarse de forma sistemá-
proponer la cirugía. En este sentido, la decisión de practi- tica como un método de primera elección en el paciente
car una laparotomía depende básicamente del resultado con traumatismo grave.
de la ecografía abdominal. Así, se ha demostrado que Doppler transcraneal
esta evaluación inicial abreviada era particularmente per- En el paciente con traumatismo craneal, inconsciente
tinente para tomar una decisión urgente tras el ingreso y/o sedado, el Doppler transcraneal suele formar parte de
del paciente con traumatismo grave (Cuadro 5) [21] . La la evaluación inicial para identificar de manera precoz un
ecografía abdominal ha sustituido a la punción-diálisis bajo flujo sanguíneo cerebral [45] .
peritoneal para el diagnóstico de un hemoperitoneo en
la sala de reanimación. Ecografía vascular
Inmediatamente después de la evaluación inicial, la
Ecografía pericárdica
ecografía puede ser útil para guiar la colocación de catéte-
En el mismo tiempo que la ecografía abdominal, la res femorales a efectos de limitar el número de punciones
exploración del pericardio por vía subcostal permite, y sus consecuencias deletéreas, lo que permite ganar
en caso de inestabilidad hemodinámica, detectar un tiempo en la obtención de una vía vascular central efi-
derrame pericárdico [63] . Tiene una sensibilidad y una caz [76] .
especificidad diagnóstica excelente, del 96-100% según
los estudios [60, 64, 65] , pero ambas pueden alterarse de Tomografía computarizada cerebral
forma notable por la presencia de un derrame pleu- La tomografía computarizada (TC), en particular cere-
ral izquierdo [66] . Por último, la exploración pericárdica bral, es muy discutible en la evaluación inicial del paciente
mediante ecografía puede resultar imposible en el 1-4% con traumatismo grave. Debe sopesarse la relativa infre-
de los casos [63] . cuencia de las urgencias neuroquirúrgicas (el 2,5% de los
casos) en comparación con la frecuencia de las laparoto-
Ecografía pleuropulmonar
mías y toracotomías con fines de hemostasia (21%), como
Como complemento de la ecografía FAST en sentido bien se señala en el estudio de Thomason et al [77] . Ade-
estricto, en el paciente con traumatismo grave suele más, para la TC hay que trasladar al paciente al servicio
efectuarse una exploración pleuropulmonar, que permite de radiología, lo que sólo es posible si se encuentra estable.
buscar elementos a favor de un derrame pleural o un Por último, procedimientos de urgencia como un drenaje
neumotórax. El derrame se manifiesta por una imagen torácico o una vía central son, por lo general, mucho más
anecogénica o hipoecogénica posterior por encima del difíciles de realizar con el paciente en el tomógrafo que
diafragma, entre las hojas parietal y visceral de la pleura, en la sala de reanimación.
con una variación de la distancia interpleural durante la
respiración [67] . En cambio, la presencia de aire en la parte
anterior del tórax se caracteriza por la desaparición del
deslizamiento pleural y de las «colas de cometa» (líneas  Evaluación secundaria
transversales, salidas de la línea pleural, que atraviesan
toda la ventana ecográfica sin ser interrumpidas por nin- Una vez finalizada la evaluación inicial, y después
guna estructura), y la presencia del «punto pulmonar» de practicar una o varias intervenciones urgentes, se
(aparición fugaz de una semiología pulmonar normal, con emprende la evaluación clínica y complementaria com-
el transductor fijo, cuando el pulmón alcanza la pared pleta.
torácica en inspiración). La ecografía pleuropulmonar es
más sensible que la radiografía torácica para la detec- Exploración física completa
ción del neumotórax anterior [67] . La sensibilidad y la
especificidad de la exploración pleuropulmonar mediante La exploración física consiste en el examen minucioso
ecografía son buenas, del 84-97% y del 100%, respectiva- del paciente traumatizado de la cabeza a los pies. En
mente [60, 67–70] . En el 0,5-1% de los casos, la exploración este estadio deben diagnosticarse o al menos sospecharse
pleuropulmonar es imposible por vía anterior debido a la lesiones mínimas pero con riesgo de secuelas funcionales
presencia de un enfisema subcutáneo [71] . mayores: lesiones de las manos y de los pies, de las arti-
En resumen, la ecografía FAST debe considerarse como culaciones (rodillas), de los órganos genitales y del recto,
un método de detección esencial en el paciente con trau- de los ojos, de la piel (en particular de la espalda y el piso
matismo grave, ya que a partir de los resultados de la pélvico), etc.

EMC - Anestesia-Reanimación 11
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

A B

C D

E F
Figura 7. Importancia de la tomografía computarizada en la evaluación lesional secundaria de un paciente con traumatismo grave.
A. Hematoma extradural izquierdo con efecto de masa y enclavamiento cerebral.
B. Hemotórax traumático y contusión pulmonar.
C. Fractura esplénica.
D. Fractura de una vértebra dorsal con fragmento óseo en el conducto vertebral.
E. Hematoma retroperitoneal que rechaza el riñón izquierdo.
F. Traumatismo hepático grave con demostración de una hemorragia activa dentro de un hematoma subcapsular.

Tomografía computarizada mental en la evaluación lesional secundaria. Se trata de


una TC de todo el cuerpo que permite confirmar y com-
de todo el cuerpo pletar el estudio por imagen iniciado tras el ingreso del
Aunque la práctica de una TC, incluso cerebral, no se paciente (radiografías y ecografía FAST) (Fig. 7) [78] . Con las
contempla en el contexto de la evaluación inicial del TC helicoidales más rápidas es posible obtener los cortes
paciente con traumatismo grave, ocupa un lugar funda- necesarios en pocos minutos [79] .

12 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

Tomografía computarizada de la cabeza (lo más grave), así como lesiones del páncreas [89] . La TC
y del macizo facial también es indispensable para establecer la gradación de
las lesiones del hígado y del bazo, lo que condiciona las
La evaluación comienza con una TC de la cabeza indicaciones de un posible tratamiento no quirúrgico.
sin inyección de medio de contraste, pues una capta- Gracias a la inyección de medio de contraste, en ocasio-
ción meníngea de contraste podría interpretarse de forma nes la TC permite visualizar una hemorragia activa y, de
errónea como una hemorragia meníngea. Permite el diag- forma consecutiva, facilitar la indicación quirúrgica o de
nóstico de las lesiones cerebrales, muy frecuentes en los radiología intervencionista para embolización [90, 91] . Por
pacientes con traumatismo grave, en particular las inu- último, las ventanas óseas permiten diagnosticar las lesio-
suales urgencias neuroquirúrgicas (2,5% de los casos), nes de la columna vertebral en su conjunto, incluida la
básicamente representadas por los hematomas extradu- unión craneocervical, de la pelvis y de forma ocasional de
rales y por algunos hematomas subdurales con gran los miembros [85] . La calidad de las imágenes en cortes y
efecto de masa [77] . También hace posible el diagnóstico en reconstrucciones tridimensionales con los tomógrafos
de las contusiones y hematomas intracerebrales, de una más recientes, ha hecho posible la supresión de la eva-
hemorragia meníngea difusa o ventricular y de signos de luación radiológica estándar de la columna vertebral y
hipertensión intracraneal (HIC), lo que orienta el trata- la pelvis. La práctica de estas radiografías convenciona-
miento y, sobre todo, la indicación de una monitorización les para definir la estrategia quirúrgica ortopédica es hoy
de la presión intracraneal (PIC). Por último, facilita la excepcional (Fig. 8).
demostración de lesiones óseas: fracturas de la bóveda,
fracturas con fragmentos, fracturas de la base del cráneo
con brecha osteomeníngea, neumocefalia. La TC cere-
Tomografía computarizada en la evaluación
bral, que antes estaba indicada sólo para los pacientes que primaria
habían sufrido un traumatismo craneal «grave», ahora es Aunque la secuencia usual de los cortes (TC craneocere-
sistemática en cualquier paciente con traumatismo grave. bral sin inyección, cervical, torácica, abdominal y pélvica
En este sentido, muchos de estos pacientes asistidos en con inyección de medio de contraste) ha cambiado poco
la fase prehospitalaria por un equipo de SMUR llegan a la en los últimos 15 años, la mejor calidad de la tomogra-
sala de reanimación intubados y ventilados con sedación- fía helicoidal multicorte ha permitido reducir el tiempo
analgesia, lo que no permite aplicar la escala de Glasgow. de realización del estudio de todo el cuerpo a algunos
Además, está bien demostrada la utilidad de la TC cere- minutos [79] , cuando antes se necesitaban 20 minutos de
bral precoz en traumatizados craneales con una escala de promedio [92] . Este adelanto tecnológico ha conducido a
Glasgow de más de 8 puntos, pero en los que se considera algunos equipos a trasladar a los pacientes con trauma-
que el traumatismo craneal ha sido violento. Así, a partir tismo grave directamente a la sala de TC desde su ingreso
de 1.138 pacientes con traumatismo craneal y un examen en el hospital [93, 94] . Sin embargo, los estudios que deter-
neurológico normal, Rizzo et al han observado lesiones minaron la indicación de la TC como primera elección
en la TC cerebral en el 25% de los casos [80] . Si es nece- fueron realizados en centros con una organización espe-
sario se efectúan reconstrucciones del macizo facial, en cífica, en particular referida a la disponibilidad de un
ocasiones tridimensionales, en función de la presencia de tomógrafo exclusivo e instalado en el área de reanimación
lesiones óseas y/o de los tejidos blandos visualizados en de urgencia. En realidad, la estrategia de estos equipos
cortes horizontales [81] . no es distinta a la de otros centros en lo que se refiere
a un paciente con inestabilidad hemodinámica, en el que
siempre prevalece la reanimación circulatoria sobre la TC.
Tomografía computarizada cervical, Por lo tanto, sería prudente mantener la estrategia de
torácica, abdominal y pélvica asistencia en el hospital con base en los otros estudios
A continuación, el examen se completa con una TC (radiografías del tórax y de la pelvis, ecografía FAST) en
cervical, torácica, abdominal y pélvica con inyección de la sala de reanimación, antes de llevar a un paciente con
medio de contraste, lo que permite hacer una angio-TC traumatismo grave a la sala de TC, sobre todo teniendo
por reconstrucción. El estudio cervical comienza en la en cuenta que no es posible predecir de forma correcta la
base del cráneo para detectar las excepcionales diseccio- necesidad de una acción muy urgente (drenaje, laparoto-
nes postraumáticas de los troncos supraaórticos (arterias mía) sólo a partir de los datos clínicos disponibles en el
carótidas y vertebrales) en su porción intracraneal [82, 83] . momento del ingreso del paciente [21] .
El estudio torácico permite un diagnóstico más preciso de
un derrame pleural o una acumulación de aire (el 10-20%
de los neumotórax traumáticos no se ven en la radio- Angiografía y aortografía
grafía anteroposterior del tórax) y de lesiones parietales En primer lugar, cabe señalar que la arteriografía para
(el 50% de éstas no se ven en la radiografía anteroposte- embolización en los traumatismos abdominopélvicos y,
rior del tórax) [80, 84] . Permite determinar la magnitud de con más razón, la aortografía para colocar una endopró-
una contusión pulmonar, diagnosticar un neumomedias- tesis en caso de ruptura ístmica aórtica son tratamientos
tino (signo probable de una ruptura traqueobronquial o que necesitan un soporte médico-técnico y un equipo de
esofágica) o un hemomediastino (signo probable de una radiología intervencionista sumamente especializados y
ruptura subadventicial de la aorta, de una fractura de disponibles las 24 horas, lo que sólo existe en un número
la columna vertebral o del esternón) y, llegado el caso, restringido de centros de traumatología.
controlar la posición y la eficacia de los drenajes torá-
cicos [85, 86] . Por último, la angio-TC torácica facilita la
búsqueda de lesiones de los grandes vasos intratoráci-
Angiografía
cos, en particular una ruptura ístmica aórtica [87] , que en La angiografía solía ser el método clave para el diagnós-
la radiografía de tórax pueden pasar inadvertidas [88] . El tico de urgencia de las lesiones vasculares en los pacientes
estudio abdominopélvico permite diagnosticar un hemo- con traumatismo grave. En realidad, con los rendimien-
peritoneo, un neumoperitoneo (indicio de lesión de un tos diagnósticos de los tomógrafos multicortes de última
órgano hueco) o un hematoma retroperitoneal, lo cual generación, el interés de la angiografía en la actualidad
evita una laparotomía inútil y sobre todo peligrosa en es únicamente terapéutico. Así, una fractura de la pel-
un paciente con shock hemorrágico. Asimismo, permite vis asociada a un estado de shock, con una ecografía
completar los datos ecográficos relativos a los órganos abdominal poco contributiva y/o una hemorragia activa
macizos al revelar una fractura, un hematoma subcapsular visualizada en la TC y en ausencia de hemorragia intra-
o una contusión del bazo (lo más frecuente) y/o del hígado torácica, constituye una indicación formal de angiografía

EMC - Anestesia-Reanimación 13
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

A B
Figura 8. Valor de la tomografía computarizada en la evaluación osteoarticular de un paciente con traumatismo grave.
A. Imagen de reconstrucción del macizo facial y de la columna cervical: fractura parietooccipital izquierda.
B. Imagen de reconstrucción de un traumatismo de la pelvis: fractura ilioisquiopúbica derecha, fractura ilíaca izquierda, separación
sacroilíaca izquierda.

a efectos de realizar una embolización [59] . Esto permite la fibroaspiración permite desobstruir el árbol traqueo-
efectuar la hemostasia de las heridas arteriales de la pel- bronquial de secreciones y coágulos y limitar el desarrollo
vis menor (la hemostasia quirúrgica es aleatoria) y de las de atelectasias.
heridas de las arterias lumbares. Las embolizaciones sue- En conclusión, la evaluación lesional completa y las
len ser bilaterales en razón de la riqueza anastomótica intervenciones quirúrgicas de urgencia resultantes deben
pélvica. El índice de éxito de esta técnica es particular- completarse a más tardar dentro de las 24 horas siguien-
mente elevado, del 90-100% en algunas series [95] , y más tes al ingreso del paciente en el centro de traumatología.
eficaz cuando se efectúa de forma precoz tras el ingreso del Aunque algunas exploraciones y/o procedimientos qui-
paciente: la mortalidad es del 17% si el lapso es inferior rúrgicos complementarios pueden diferirse, lo ideal es
a 3 horas y del 75% si supera las 3 horas [96] . Desde hace planificarlos en las primeras 24 horas. El caso típico es el
algunos años, las indicaciones de estas embolizaciones se tratamiento quirúrgico de los traumatismos maxilofacia-
han extendido a algunas lesiones hepáticas y esplénicas les y de los traumatismos de la pelvis.
postraumáticas, ya sea como alternativa o asociadas a un
tratamiento quirúrgico [97, 98] .

Aortografía
 Tratamiento
La aortografía, que ya no se practica con objetivo diag-
hemodinámico
nóstico ante la sospecha de lesiones de los grandes vasos
intratorácicos, también debido a los rendimientos de la
Reseña sobre la fisiopatología del shock
TC multicorte de última generación, se ha desarrollado, hemorrágico
por el contrario, en sentido terapéutico en los últimos
10 años. Los adelantos de la radiografía intervencionista En la fase inicial del tratamiento, la hipotensión arterial
permiten colocar una endoprótesis en caso de ruptura íst- del paciente con traumatismo grave suele ser la expresión
mica aórtica, lo que constituye una alternativa terapéutica de una hipovolemia por hemorragia. De forma reciente se
a la clásica reparación quirúrgica con circulación extra- han formulado recomendaciones relativas al tratamiento
corpórea, una intervención no exenta de complicaciones, del shock hemorrágico de origen traumático [38] . Aunque
sobre todo en lo que se refiere a trastornos de la hemostasia los medios y los métodos para controlar la hemorra-
y que, en consecuencia, está contraindicada en presencia gia deben discutirse en equipo, se ha establecido que el
de algunas lesiones traumáticas asociadas, en primer lugar tiempo transcurrido entre el traumatismo y el control de
el traumatismo craneal [99, 100] . la hemorragia debe ser lo más corto posible para evitar
mantener la coagulopatía que, en el paciente con trauma-
tismo grave, es multifactorial.
Fibroendoscopia bronquial En la fase inicial del shock hemorrágico, la frecuen-
cia cardíaca y la presión arterial suelen ser los únicos
Las indicaciones de la fibroendoscopia bronquial son parámetros accesibles a la monitorización hemodinámica.
amplias en el paciente que ha sufrido un traumatismo Aunque la taquicardia en un paciente lúcido es un indicio
torácico. Este examen debería ser sistemático en un más precoz de la disminución del retorno venoso que la
paciente intubado y ventilado, ya que, en este sentido, presión arterial, en parte puede estar influida por la ansie-
permite diagnosticar hemorragias intrabronquiales deri- dad o el dolor [29] . Además, se señala que una bradicardia
vadas de una contusión pulmonar, así como rupturas paradójica es indicio de una hemorragia masiva y rápida
traqueobronquiales que, en ausencia de diagnóstico, pue- (> 50% de la volemia) y constituye un signo de alarma
den revelarse de forma tardía [101] . Además, en presencia de ante un paro cardíaco por hipovolemia [102] .
broncoaspiración, muy frecuente en caso de alteraciones En el paciente no anestesiado, la hipovolemia es com-
de la conciencia antes del control de las vías respiratorias, pensada por el sistema simpático y así se mantiene la

14 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

presión arterial, aun cuando la pérdida sanguínea sea de féricas y/o centrales (cf supra). Para mejorar la eficacia,
hasta del 30-40% del volumen sanguíneo total. Por el es necesario usar un acelerador de perfusión provisto
contrario, en el paciente sedado y sin dolor gracias a los de una alarma de detección de aire (riesgo de embolia
analgésicos, la supresión del tono simpático puede reve- gaseosa), forzosamente acoplado a un calentador de alto
lar una hipovolemia manifiesta, incluso con una pérdida rendimiento [33] . En este sentido, la hipotermia, la acido-
sanguínea «moderada» de alrededor del 20% de la masa sis y la coagulopatía constituyen la tríada letal o círculo
sanguínea. Esto fue puesto claramente de manifiesto en vicioso del shock hemorrágico, que es uno de los princi-
1975 por Vatner y Braunwald en un estudio en animales, pales factores de riesgo de mortalidad en el paciente con
en el que los autores demostraron que la disminución de traumatismo grave [34, 38] .
la presión arterial en el animal anestesiado correlacionaba Los cristaloides se recomiendan como primera elección
directamente con la pérdida sanguínea [103] . En este caso, en el tratamiento del shock hemorrágico del paciente con
la administración de vasopresores permite restaurar una traumatismo grave (grado 1B) y las soluciones hipertóni-
presión arterial adecuada que contrarresta los efectos de cas se proponen como alternativa (grado 2B), mientras
los agentes de la anestesia. que los coloides pueden prescribirse si se respetan los lími-
La propia fisiopatología del shock hemorrágico evolu- tes de utilización en los pacientes hemodinámicamente
ciona con rapidez desde las primeras horas siguientes a inestables (grado 2C) [38] . Los productos sanguíneos lábi-
su tratamiento. Así, la relación presión arterial/volemia les no deben usarse como agentes de expansión vascular,
se altera a modo de histéresis si el shock hemorrágico aunque, en definitiva, contribuyen a este objetivo. Los
es considerable y/o prolongado: la expansión, volumen estudios realizados con relación al volumen «óptimo» de
por volumen, no permite compensar las pérdidas san- expansión vascular que debe administrarse al paciente
guíneas [104] . Además, el shock hemorrágico traumático traumatizado no han permitido formular una recomen-
también origina fenómenos de isquemia-reperfusión, de dación unívoca [108–110] . Una conducta restrictiva permite
activación de la coagulación y del complemento, de trans- evitar la hemodilución y sus consecuencias deletéreas
locaciones bacterianas, etc., que en pocas horas conducen sobre la hemostasia [38] y el aumento de la liberación de
a un síndrome inflamatorio de respuesta sistémica (SIRS) los mediadores de la inflamación [111, 112] , pero el defecto
grave, con un cuadro hemodinámico similar al de la sep- de expansión vascular se acompaña de un defecto de per-
sis, que se expresa por vasodilatación periférica (que, en fusión tisular [108] igualmente deletéreo. En el adulto se ha
particular, explica el fenómeno de histéresis) y alteración propuesto un valor de expansión vascular de 1.000 ml y
de las funciones cardíacas sistólica y diastólica [30, 105, 106] . recurrir a los agentes vasopresores sólo si no se alcanza el
Por último, en el aspecto biológico se ha observado una objetivo de presión arterial [14] .
depresión de la respuesta a la prueba de estimulación con
hormona adrenocorticótropa (ACTH) en los pacientes que
se encuentran en estado de shock hemorrágico, asociada Vasopresores
a una alteración de la respuesta a los vasopresores. Esta
La reanimación de los pacientes con traumatismo grave
última respuesta se restaura mediante una suplementa-
se ha modificado mucho en los últimos años con el uso
ción con hidrocortisona [107] .
cada vez más frecuente de las catecolaminas vasopreso-
ras [113] . Se admite que este recurso a los vasopresores debe
Monitorización hemodinámica ser precoz durante el shock hemorrágico, ya que la expan-
sión vascular masiva se asocia al desarrollo del síndrome
En la fase inicial del shock hemorrágico del paciente de insuficiencia multivisceral precoz en el paciente con
con traumatismo grave, la presión arterial es el parámetro traumatismo grave [31] . En un estudio con animales se
hemodinámico principal que permite guiar la reani- ha observado que el uso precoz de vasopresores se aso-
mación circulatoria, lo que justifica la monitorización cia a una reducción de la mortalidad en caso de shock
continua por vía invasiva lo antes posible. Sin embargo, la hemorrágico [114] . Esta observación no debe hacer olvidar
evolución rápida de la fisiopatología del shock hemorrá- que el primer tratamiento de la hipovolemia del shock
gico durante su tratamiento, en particular con la aparición hemorrágico es la expansión vascular, ya que el uso pri-
de vasoplejía y disfunción cardíaca, ambas en relación mario de los vasopresores antes de la expansión vascular, o
con el SIRS, impone en un segundo tiempo no basarse simplemente en presencia de una hipovolemia insuficien-
sólo en los elementos simples de la monitorización (como, temente corregida, produce efectos secundarios graves
por ejemplo, únicamente en la presión arterial). Es conve- (por ejemplo, necrosis tubular renal y sufrimiento visce-
niente entonces evaluar de la forma más precisa posible la ral) [115] . El vasopresor de elección en este contexto es la
volemia y la función cardíaca con diversas técnicas de exa- noradrenalina, por sus propiedades ␣1 y débilmente ␤1-
men y/o de monitorización hemodinámica, recurriendo adrenérgicas, que permiten restaurar el gasto cardíaco [114] .
a variables clínicas de gran valor (diuresis) y a variables Un agente inótropo como la adrenalina es necesario en
biológicas (pH, lactatos). En la práctica, la elección de la caso de disfunción cardíaca asociada y en presencia de
técnica de monitorización hemodinámica, directa o indi- una contusión ventricular derecha o pulmonar grave.
recta, invasiva o no, no es unánime y depende sobre todo
de la preferencia de los equipos: termodilución transpul-
monar, análisis de la onda de pulso, Doppler esofágico, Objetivo de presión arterial
ecocardiografía transtorácica o transesofágica, delta-PP
El objetivo de la expansión vascular es corregir la
(variación en la presión del pulso), etc. Sin embargo, este
hipovolemia inducida por la pérdida sanguínea y resta-
punto de vista no se detallará en este artículo.
blecer una perfusión suficiente de los órganos vitales. Sin
embargo, la restauración de una presión arterial excesiva
Expansión vascular puede contribuir a aumentar la hemorragia si ésta no fue
controlada [116] . El objetivo inicial de la reanimación circu-
La prioridad terapéutica ante un shock hemorrágico latoria del paciente con traumatismo grave es, por tanto,
es la recuperación de una perfusión tisular adecuada controlar lo antes posible la hemorragia y mantener una
mediante el aumento del retorno venoso y la restauración presión arterial «suficiente» para limitar las hipoperfusio-
de la presión arterial, pero cabe señalar que ésta sólo puede nes tisulares, sin pretender «normalizarla».
ser eficaz si se asocia un control adecuado de la hemorragia En trabajos experimentales a partir de un modelo de
(apósitos, cirugía para hemostasia, embolización, etc.) shock hemorrágico por perforación de la aorta, se ha
La expansión vascular depende de la instauración de demostrado que la rehemorragia se producía con una
una o más vías de acceso fiables y de buen calibre, peri- PAM de 60-65 mmHg [117] . Entre los numerosos estudios

EMC - Anestesia-Reanimación 15
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

clínicos en los que se ha evaluado la eficacia de una rea- 9-10 g/dl, a pesar de la ausencia de prueba científica [38] .
nimación hipotensiva en el shock hemorrágico, hay que Sin embargo, en la práctica corriente numerosos equipos
citar el trabajo de Dutton et al [118] , en el que no se observó usan un umbral de 9-10 g/dl, simplemente por antici-
ninguna diferencia de mortalidad entre la expansión vas- pación, debido a la dinámica de la hemorragia y del
cular con objetivo de hipotensión (PAM = 70 mmHg) o tiempo necesario para la entrega de los CE [120] . Por último,
de normotensión (PAM > 100 mmHg). Aun cuando este se recuerda el papel hemostático de los glóbulos rojos
estudio presenta sesgos metodológicos (bajo número de en la formación del trombo [49] que, en presencia de
pacientes, objetivos tensionales superados en el grupo una hemorragia activa, también impone maximizar los
de hipotensión, etc.), se demuestra que una reanimación umbrales transfusionales corrientes.
hipotensiva no agravaría el pronóstico en los pacientes
con shock hemorrágico de etiología traumática. Las últi- Plasmas frescos congelados
mas recomendaciones europeas relativas al tratamiento
La administración de plasmas frescos congelados (PFC)
del shock hemorrágico postraumático se refieren a un
solía recomendarse para mantener un IP superior al 40%,
objetivo de PAS de 80-90 mmHg (PAM de 60-65 mmHg)
un tiempo de tromboplastina parcial activada de 1,5
hasta la realización de la hemostasia [38] .
veces inferior al valor de control, o después de la trans-
Por el contrario, en el paciente con traumatismo cra-
fusión de diez unidades de concentrados de eritrocitos,
neal y shock hemorrágico, la hipotensión arterial y la
o incluso de forma sistemática en caso de hemorra-
hipoxia son las dos ACSOS más graves en términos
gia masiva y/o de coagulopatía asociada [121] . Desde la
de pronóstico [7] . Al respecto, la PPC, definida como la
publicación de estudios retrospectivos, sobre todo en trau-
diferencia entre la PAM y la PIC, disminuye ante una
matología de guerra, en los que se demostró un aumento
elevación de la PIC (edema cerebral), sobre todo cuando
de la supervivencia de los pacientes que habían recibido
se asocia hipotensión arterial. En ausencia de técnica
una transfusión con una relación PFC/CE elevada [122–124] ,
de monitorización y de control inmediato de la PIC en
numerosos equipos tienden a usar una relación PFC/CE de
el paciente con traumatismo craneal grave, la recupe-
1/2, o incluso 1/1. Sin embargo, el beneficio de una trans-
ración de una PPC adecuada (≥ 70 mmHg) se basa, por
fusión con una relación PFC/CE de 1/1 es controvertido
tanto, en la restauración obligatoria de la PAM. En la
según las publicaciones [125] . Las recomendaciones euro-
práctica, una PAS de 110-120 mmHg (PAM ≥ 80 mmHg)
peas de 2013 proponen, en caso de hemorragia activa, la
sería entonces un objetivo hemodinámico esencial en el
administración precoz de PFC con una relación PFC/CE
paciente con traumatismo craneal, incluso en presencia
de 1/2 como mínimo, posteriormente adaptada en fun-
de shock hemorrágico [38] . Desde luego, para ello es nece-
ción del número de CE transfundidos y las pruebas de
sario recurrir de forma precoz a los agentes vasopresores
hemostasia [38] .
(noradrenalina en particular), ya que la expansión por sí
sola no permite alcanzar este objetivo. La monitorización
cerebral multimodal debe instaurarse lo antes posible, de Concentrados de plaquetas
forma conjunta con la monitorización hemodinámica sis- Como la caída de las plaquetas, que en el shock
témica, a efectos de permitir la optimización de la PPC del hemorrágico es por lo general más tardía que la de la
paciente con traumatismo craneal grave. hemoglobina y de los factores de la coagulación, la trans-
fusión de plaquetas suele efectuarse en un segundo tiempo
y depende de los resultados de las pruebas de labora-
Productos sanguíneos lábiles torio. El umbral transfusional usual para las plaquetas
y adyuvantes de la hemostasia en el paciente traumatizado es de 50×109 /l, o incluso
100×109 /l en caso de hemorragia activa o de traumatismo
Observancia de las procedimientos craneal asociado, por analogía con las recomendaciones
transfusionales relativas a la neurocirugía [38] . Un concentrado plaqueta-
rio estándar contiene alrededor de 7,5×1010 plaquetas y
La urgencia de la transfusión de productos sanguíneos
permite aumentar el recuento plaquetario de 5 a 10×109 /l
lábiles al paciente con traumatismo grave (al igual que
en un paciente de 70 kg. Por último, de momento no se
en obstetricia, cirugía vascular, cirugía digestiva hemorrá-
conoce el valor umbral para los pacientes con una altera-
gica, etc.) ha hecho necesaria una jerarquización de sus
ción adquirida de las funciones plaquetarias (insuficiencia
modalidades de prescripción: urgencias vitales inmedia-
renal) o de origen terapéutico (antiagregantes plaqueta-
tas, urgencias vitales y urgencias relativas [119] . Por una
rios).
parte, esta jerarquización ha permitido armonizar la
comunicación entre el médico prescriptor y el médico del
centro transfusional y, por otra parte, mejorar los circuitos Fibrinógeno
de distribución de los productos sanguíneos lábiles, con El fibrinógeno suele considerarse como el factor de la
la reducción de los plazos de entrega. En este sentido, el coagulación que primero disminuye en caso de shock
corolario de la urgencia está representado por la supresión hemorrágico [126] . Se ha demostrado que la administra-
de algunos dispositivos de seguridad de aplicación usual ción precoz de fibrinógeno permite corregir las pruebas
en los procedimientos modelos de transfusión [120] . Ade- de coagulación y reducir o evitar la transfusión de PFC y
más, aunque los umbrales transfusionales generalmente plaquetas [127–129] . Además, se señala que los PFC sólo con-
aceptados también se aplican a las situaciones de urgen- tienen 0,5 g/200 ml de fibrinógeno de promedio. En la
cia, la dinámica del caso (hemorragia activa o controlada práctica, las recomendaciones europeas de 2013 se refie-
de forma insuficiente, tiempo necesario para obtener los ren a la administración de 50 mg/kg (3-4 g) de fibrinógeno
resultados de las pruebas de laboratorio, tiempo necesa- en caso de hemorragia mayor asociada a una concentra-
rio para conseguir los productos sanguíneos) necesita la ción de fibrinógeno inferior a 1,5 o 2 g/l [38] . Cabe señalar
maximización de los objetivos con una anticipación de que este umbral es mayor que el de las recomendaciones
los pedidos de productos sanguíneos lábiles. de 2007, en las que se consideraba un umbral de 1 g/l de
fibrinógeno.
Concentrados de eritrocitos
Respecto a la transfusión de concentrados de eritroci-
Calcio
tos (CE), las recomendaciones europeas de 2013 señalan En el shock hemorrágico de etiología traumática se pro-
un umbral transfusional de 7-9 g/dl en caso de shock duce una hipocalcemia ionizada precoz, en relación con
hemorrágico traumático. En los pacientes con trauma- la hemodilución inducida por los coloides [56] y, en algún
tismo craneal se considera a menudo un umbral de caso, secundaria a un anticoagulante, como el citrato,

16 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

presente en algunas bolsas de productos sanguíneos lábi- olvidar que las intervenciones con objetivo de hemostasia
les [121] . Ahora bien, por una parte, el calcio está implicado son prioritarias. Así, se ha demostrado que en los pacientes
en la cascada de la coagulación y, por otra parte, es necesa- con traumatismo grave en estado de shock, las indica-
rio para la contractilidad cardíaca y el tono vascular. Por ciones de una cirugía para hemostasia abdominal y/o
lo tanto, en caso de shock hemorrágico se recomienda torácica (21%) son 8,5 veces más frecuentes que las indi-
mantener una concentración de calcio ionizado superior caciones neuroquirúrgicas (2,5%) [77] . En segundo lugar,
a 0,9 mmol/l [38] . algunas lesiones asociadas pueden contraindicar las inter-
venciones quirúrgicas. Así, por ejemplo, una cirugía de
Factor VII activado recombinante la columna vertebral está contraindicada en un paciente
con una contusión pulmonar grave. Asimismo, en pre-
El factor VII activado recombinante (rFVIIa) es un tra-
sencia de un traumatismo craneal grave, una cirugía con
tamiento de segunda elección en el shock hemorrágico
circulación extracorpórea por ruptura del istmo aórtico
por traumatismo. Se prescribe en caso de traumatismo
suele diferirse o sustituirse, si es posible, por una técnica
cerrado, tras el fracaso del tratamiento convencional (ciru-
endovascular. En tercer lugar, antes de una intervención
gía, radiología intervencionista), para la optimización
quirúrgica prolongada (columna vertebral y/o múltiples
de la coagulación (hematocrito > 24%, plaquetas > 50 g/l,
fracturas distales), conviene preguntarse si la evaluación
fibrinógeno > 1,5-2 g/l) y la corrección de una acidosis
lesional ha sido suficiente y si la monitorización de la PIC
grave, de una hipotermia profunda y de una hipocalce-
es o no necesaria en presencia de un traumatismo craneal
mia [38, 130] . La dosis recomendada es de 200 ␮g/kg, que
grave.
corresponde a la dosis inicial del estudio aleatorizado de
referencia, en el que se demostró la eficacia del rFVIIa en
los traumatismos cerrados para reducir de forma significa- Principio del control lesional
tiva la transfusión sanguínea y el porcentaje de pacientes Uno de los conceptos más útiles para el tratamiento
que necesitan una transfusión masiva [131] . Sin embargo, de los traumatizados más graves es el de control lesional
el rFVIIa no debe considerarse como un tratamiento de (damage control) [135] . Este concepto, inicialmente desarro-
sustitución, pues las concentraciones de factor VII obteni- llado por la Marina de Estados Unidos, ha sido aplicado
das son muy superiores a las fisiológicas. Debido a que su a la cirugía de guerra y a los pacientes con traumatismos
acción procoagulante está vinculada a una síntesis asom- hepáticos graves [136, 137] . El principio de un tratamiento
brosa de trombina que permite la formación del coágulo, quirúrgico no se basa en un restablecimiento anató-
la cuestión de la dosis óptima está en suspenso, en la mico, sino en el fisiológico (hemodinámico), mediante
medida en que el factor rFVIIa expone de forma exponen- una intervención lo más rápida posible (laparotomía
cial a un riesgo trombógeno y que dosis inferiores quizá abreviada) con técnicas rudimentarias pero eficaces (tapo-
permitirían obtener resultados similares con disminución namiento), asociadas a un tratamiento incompleto de
de dicho riesgo. las lesiones que no plantea un problema inmediato de
hemostasia. Esta conducta se asocia a una reducción de
Antifibrinolíticos la mortalidad de los pacientes más graves [136, 137] . Aunque
Los antifibrinolíticos se administran a menudo de no se ha realizado ningún estudio de gran magnitud en
forma sistemática en el shock hemorrágico, por extra- este aspecto, sería lógico extender estos principios al tra-
polación a partir de los resultados obtenidos con estas tamiento global de los traumatizados más graves. Así, los
moléculas en términos de reducción de la hemorragia principios del control lesional pueden resumirse en cuatro
en cirugía programada. En un solo estudio aleatorizado reglas [138] :
de gran magnitud se ha demostrado una reducción sig- • prioridad absoluta a la hemostasia (cirugía y/o radiolo-
nificativa de la mortalidad tras la administración de un gía intervencionista);
antifibrinolítico (ácido tranexámico, 1 g en inyección • a esta prioridad absoluta, integración de la reanima-
intravenosa lenta de 10 minutos) en pacientes traumati- ción para corregir las alteraciones hemodinámicas y la
zados con hemorragia o riesgo de hemorragia activa [132] . hemostasia y, por consiguiente, evitar sus consecuen-
En este trabajo, la reducción de la mortalidad se obtenía cias deletéreas;
sólo en caso de administración precoz antes de la tercera • objetivo quirúrgico limitado en un primer tiempo
hora, pero una administración más tardía se asociaba a (laparotomía abreviada, tracción ortopédica simple,
un aumento de la mortalidad [133] . Aunque este estudio fijadores externos), con renuncia al tratamiento qui-
fue criticado desde el punto de vista metodológico, bási- rúrgico completo e ideal inmediato, y reintervención
camente debido a la escasa gravedad de los pacientes y a distancia una vez controladas la hemorragia y sus
la baja calidad de los cuidados en salud de los países que consecuencias;
participaron en el estudio [134] , la administración profilác- • ante un paciente inestable, contraindicación en la fase
tica de ácido tranexámico es un tratamiento que tiende inicial de cualquier intervención sin objetivo de hemos-
a ser cada vez más sistemático en el shock hemorrágico tasia.
de origen traumático, tanto en fase prehospitalaria como Evidentemente, para aplicar esta estrategia se nece-
intrahospitalaria. Además, junto a esta prescripción pro- sita una gran experiencia y un enfoque multidisciplinar,
filáctica, se recuerda que la administración curativa de un compartiendo la base de conocimientos comunes entre
antifibrinolítico está perfectamente indicada en presencia los profesionales que participan en el tratamiento del
de una auténtica fibrinólisis, documentada en el aspecto paciente con traumatismo grave.
biológico y/o a partir de un tromboelastograma [38] .

Tratamiento quirúrgico y concepto  Evaluación terciaria


de control lesional La asistencia médica inicial al paciente con un trauma-
tismo grave se caracteriza por la rapidez de ejecución y las
Concepto elecciones estratégicas que privilegian el tratamiento de
Los pacientes con traumatismo grave suelen necesitar las lesiones que comprometen el pronóstico vital. En este
tratamiento quirúrgico, aunque sólo sea por la frecuen- contexto, algunas lesiones traumáticas «menores» pueden
cia de las lesiones ortopédicas. Hay algunos principios pasar inadvertidas en las evaluaciones primaria y secun-
que merecen destacarse. En primer lugar, varias inter- daria iniciales, pero manifestarse por complicaciones o
venciones quirúrgicas pueden ser necesarias de forma secuelas considerables, fuentes de discapacidades múlti-
simultánea, lo que impone elecciones estratégicas, sin ples, física y/o psicológicas.

EMC - Anestesia-Reanimación 17
E – 36-725-C-50  Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas

Cuadro 6. Al volver el paciente de un examen o una intervención


Principales lesiones traumáticas usualmente «olvidadas» en la debe efectuarse una nueva evaluación clínica y biológica:
evaluación de un paciente con traumatismo grave. el médico verifica la estabilidad cardiovascular, ventila-
Lesiones oculares (uso de lentes de contacto) toria y neurológica, el personal de enfermería verifica en
Lesiones abdominales no hemorrágicas particular las vías venosas y arteriales, los sistemas de dre-
Lesiones de los órganos genitales externos naje, los catéteres traqueal, térmico y gástrico, los apósi-
Lesiones perineales tos, etc. Se solicita una nueva radiografía de tórax y, si son
Rupturas rectales (traumatismo de la pelvis) necesarias, otras pruebas de laboratorio (determinación
Lesiones ligamentosas de la rodilla inmediata del hematocrito o de la hemoglobina, hemo-
Lesiones de las extremidades (manos, pies) grama, hemostasia, gasometría arterial, ionograma). Por
último, se vuelven a colocar los dispositivos de monitori-
Por consiguiente, la evaluación terciaria es indispensa- zación o terapéuticos que hayan sido interrumpidos para
ble para buscar posibles lesiones inadvertidas (Cuadro 6). el traslado (monitorización de la PIC, manta térmica, etc.).
Es necesario volver a examinar al paciente de forma minu-
ciosa, por ejemplo, luego de las primeras 24 horas al salir
del área de reanimación de urgencia para ingresar a la uni-  Proceder del equipo
dad de cuidados intensivos. Algunos autores recomiendan
la práctica de gammagrafías óseas para identificar lesiones Las condiciones de urgencia a veces extremas y la
ortopédicas inadvertidas en el examen inicial [139] . cantidad de profesionales alrededor de un paciente trau-
En esta evaluación terciaria conviene recabar antece- matizado grave pueden alterar de forma considerable la
dentes precisos del paciente, ya que podrían haber sido calidad y la rapidez de la atención. Los equipos multidis-
soslayados en la fase inicial, sobre todo respecto a tra- ciplinares que participan en la asistencia a estos pacientes
tamientos medicamentosos prolongados y al consumo deben reflexionar muy bien respecto a la organización
de tabaco, alcohol, drogas, etc. [23] . La interconsulta con adecuada para optimizar las acciones [141] . Los puntos de
el psiquiatra es fundamental para la atención futura al vista siguientes serían particularmente importantes, sin
paciente traumatizado en el contexto de una tentativa olvidar que pueden ser necesarias algunas modificacio-
de suicidio. Por último, esta evaluación es la ocasión nes en función de las condiciones locales. La distribución
para averiguar las condiciones de cobertura social del de las tareas debe estar clara para el equipo en su con-
paciente y redactar el certificado médico inicial descrip- junto (médicos, personal de enfermería, ayudantes de
tivo de las lesiones iniciales, un documento básico para enfermería) antes de la llegada del paciente. Un médico
la compensación financiera y las posibles coberturas por (y uno solo) debe cumplir la función de líder y tomar
las aseguradoras (accidente en la vía pública, accidente de todas las decisiones, coordinando en tiempo y espacio a
trabajo, etc.). Es también el momento para dar a la familia todos los participantes médicos (anestesistas, cirujanos de
una información más detallada, que pudo haber sido muy diversas especialidades, radiólogos) y paramédicos (perso-
breve al principio, en la que se han de tener en cuenta nal de enfermería, técnicos radiólogos, camilleros). Este
los riesgos de complicaciones secundarias y las posibles médico es el que imparte las órdenes importantes y el que
secuelas. recibe todos los datos. La especialidad del médico respon-
sable (anestesista, especialista en reanimación, cirujano,
médico de urgencias) es un elemento secundario, siempre
que tenga una formación suficiente en traumatología y
 Traslados que domine las técnicas de reanimación. Así, por ejemplo,
en Estados Unidos se trata más bien de un cirujano, en Bél-
intrahospitalarios gica, de un especialista en reanimación, y en Francia, de
un anestesista-reanimador. En este país, a raíz de los cur-
El paciente traumatizado debe ser trasladado cada vez sos de formación actual, el anestesista-reanimador sería el
que se revele necesaria la práctica de una exploración más apto para esta tarea. Además, puede conducir la rea-
complementaria o una intervención (cirugía, radiología nimación inicial y la reanimación per y postoperatoria, y
intervencionista). Estos traslados suponen riesgos nada a menudo está bien preparado para definir, como árbitro
desdeñables (hipoperfusión cerebral, hipoxemia, parada neutro, las prioridades de estudio por imagen y de inter-
cardiocirculatoria, etc.) y debe evaluarse bien la relación vención entre varias especialidades quirúrgicas. Debido a
riesgo/beneficio del examen y el momento en que éste la importancia de la reanimación en el manejo de los trau-
puede efectuarse de manera óptima, así como el estado matismos cerrados, que son los más frecuentes en Europa
del paciente, sobre todo en los aspectos ventilatorio y (80-90%), la elección del anestesista-reanimador es lógica.
hemodinámico. Durante los traslados es preciso continuar Por el contrario, debido a la importancia de la cirugía en
las maniobras de reanimación y en general implican el el caso de los traumatismos penetrantes, que son los más
acompañamiento de una parte del equipo (médico, per- frecuentes en Estados Unidos (70-90%), es más lógica la
sonal de enfermería). En el transcurso del traslado y de la elección del cirujano.
práctica de la exploración el paciente está bajo la respon- El paciente traumatizado suele ser ingresado en centros
sabilidad de este equipo [140] . en los que hay otras tareas que realizar (sala de recupe-
Antes del traslado, el equipo debe poner al paciente ración postanestésica, servicio de admisión de urgencias).
traumatizado en condiciones de forma minuciosa: colo- Por lo tanto, es indispensable que no todo el equipo se
cación de una ventilación de traslado con autonomía de focalice en el este paciente, sino que una parte se ocupe de
oxígeno y batería suficiente, previendo la posibilidad de los otros pacientes que necesitan cuidados y vigilancia. El
ventilación manual, de un registro gráfico (presión arte- papel de los auxiliares de enfermería y otros empleados del
rial cruenta, ECG, SpO2 , EtCO2 ), verificación de las vías hospital en el servicio de admisión no debe subestimarse
venosas y arteriales, reserva de productos de expansión porque puede ser crucial (llevar y traer solicitudes de exá-
vascular y de medicamentos vasoconstrictores, previsión menes urgentes, búsqueda de radiografías o de productos
de la analgesia, la sedación y la inmovilización, manejo sanguíneos, traslados en camilla, etc.). Hay que evacuar a
del drenaje torácico, etc. los espectadores inútiles (o encargarles alguna tarea), ya
Antes de salir de la sala de reanimación de urgencia hay que la aglutinación de las personas en torno al paciente
que asegurarse de que no se producirán demoras en la es perjudicial para una visión clara de la situación. En
práctica del examen o la intervención (ascensor prepa- condiciones de urgencia o de estrés, hay que evitar las
rado, quirófano o sala de radiología disponible, equipo críticas fuertes y en voz alta (salvo en caso de riesgo vital):
listo para el transporte en camilla, etc.). la atención debe analizarse fríamente y la actitud de cada

18 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas  E – 36-725-C-50

uno debe evaluarse de forma constructiva para mejorar pacientes traumatizados graves a estos centros, ya que la
las prácticas. Desde luego, debe contarse con personal atención de éstos no se improvisa y debe preverse para
formado de manera específica, permanente y con fun- evitar fallecimientos o secuelas injustificadas.
ciones precisas. Un equipo formado por personal médico
y paramédico debe estar disponible las 24 horas, debido
a la tendencia elevada del ingreso de los traumatizados  Bibliografía
durante la noche.
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intervencionista, TC, centro de transfusión, laboratorios epidemiology in low-intensity warfare: Israel Defense Forces’
multidisciplinares de urgencia). Esta competencia sólo experience. Injury 2001;32:1–3.
puede adquirirse cuando estos equipos reciben un número [6] Yeguiayan JM, Garrigue D, Binquet C, Jacquot C, Duranteau
elevado de traumatizados, lo que justifica que los pacien- J, Martin C, et al. Medical pre-hospital management reduces
tes con traumatismo grave sean trasladados a tales centros, mortality in severe blunt trauma: a prospective epidemiological
bien equipados desde el punto de vista humano y técnico study. Crit Care 2011;15:R34.
[7] Chesnut RM, Marshall LF, Klauber MR, Blunt BA, Baldwin
y, por consiguiente, poco numerosos. Este agrupamiento
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sospecharse una lesión de la columna vertebral y center: a propensity-adjusted survival analysis of the impact on
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R. Jouffroy, Praticien hospitalier.


SAMU de Paris, Service d’anesthésie-réanimation, Centre hospitalier universitaire Necker–Enfants-malades, Université Paris-Descartes, 149,
rue de Sèvres, 75730 Paris cedex 15, France.
O. Langeron, Professeur des Universités, praticien hospitalier.
Département d’anesthésie-réanimation, Centre hospitalier universitaire La Pitié-Salpêtrière, Université Pierre-et-Marie-Curie, 47, boulevard
de l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.
B. Riou, Professeur des Universités, praticien hospitalier, chef de service.
Service d’accueil des urgences, Centre hospitalier universitaire La Pitié-Salpêtrière, Université Pierre-et-Marie-Curie, 47, boulevard de
l’Hôpital, 75651 Paris cedex 13, France.
B. Vivien, Professeur des Universités, praticien hospitalier (benoit.vivien@nck.aphp.fr).
SAMU de Paris, Service d’anesthésie-réanimation, Centre hospitalier universitaire Necker–Enfants-malades, Université Paris-Descartes, 149,
rue de Sèvres, 75730 Paris cedex 15, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Jouffroy R, Langeron O, Riou B, Vivien B. Tratamiento del
traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas. EMC - Anestesia-Reanimación 2016;42(1):1-22 [Artículo E – 36-725-C-50].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

22 EMC - Anestesia-Reanimación

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