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Tratamiento Del Traumatismo Grave 24 H Iniciales PDF
Tratamiento Del Traumatismo Grave 24 H Iniciales PDF
EMC - Anestesia-Reanimación 1
Volume 42 > n◦ 1 > febrero 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S1280-4703(15)76023-8
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
2 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
EMC - Anestesia-Reanimación 3
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
Escala MGAP
1,00
60
50 46 % 0,75
Sensibilidad
Mortalidad (%)
40
0,50
30
20 0,25
9% Decisión urgente
10 Mortalidad
2% 0,00
0 0,00 0,25 0,50 0,75 1,00
3–17 18–22 23–29
Escala MGAP
A 1-Especificidad B
Figura 1.
A. Porcentaje de fallecimientos en función de la escala MGAP (mecanismo, Glasgow, edad, presión arterial).
B. Curvas ROC (receiving operating characteristics, característica operativa del receptor) de la escala MGAP, de gran valor para predecir
la mortalidad (área bajo la curva 0,90 [intervalo de confianza (IC) al 95%: 0,88-0,92]) que, al contrario, resulta inútil para predecir la
necesidad de recurrir a un procedimiento de urgencia en el momento del ingreso (laparotomía, toracotomía, embolización, cirugía de
urgencia < 3 h; área bajo la curva 0,53 [IC al 95%: 0,50-0,56]). La línea de puntos corresponde a la línea de identidad (ausencia de
capacidad discriminativa) (según [24, 25] ).
74 % 76 %
75 72 % 75 75
Mortalidad (%)
Mortalidad (%)
Mortalidad (%)
50 50 50
31 %
27 %
25 25 25
15 % 16 %
9%
7% 4% 5%
0 0 0
3 4–8 9–12 13–14 15 <65 65–90 >90 <80 80–90 >90
Escala de Glasgow A PAS (mmHg)
B SpO2 (%) C
Figura 2. Relación entre la mortalidad y algunas variables fisiológicas simples (según [25] ).
A. Escala de Glasgow.
B. Presión arterial sistólica (PAS).
C. Saturación de oxígeno (SpO2 ).
Surgeons [26] . Esta metodología tiene la ventaja de ser de supervivencia de los traumatizados, con una mayoría
mucho más médica y de aplicar un razonamiento estraté- de pacientes que presentan pronósticos de supervivencia
gico. intermedios (10% < Ps < 90%) y dos picos de pacientes
Aunque en Francia, por ejemplo, la aplicación de las con muy buen pronóstico (Ps ≥ 90%) o, por el contra-
escalas de triaje es mucho menor que en los países anglo- rio, con un pronóstico gravísimo (Ps ≤ 10%) [15] . Además,
sajones, debe señalarse sin embargo que el razonamiento no existe un conocimiento detallado y pragmático de las
prehospitalario de los médicos se aproxima al algoritmo relaciones entre algunas variables fisiológicas simples y
del American College of Surgeons. Durante mucho tiempo el pronóstico. Así, conceptos básicos como la relación
se consideró que la calidad del triaje mejoraba según la entre la presión arterial, la escala de Glasgow y la satura-
experiencia del médico, con lo cual el uso de las escalas ción periférica de oxígeno, por una parte, y la mortalidad,
de gravedad y/o de algoritmos era inútil. Sin embargo, esta por otra parte, no son suficientemente conocidas por los
afirmación no ha sido evaluada realmente en el sistema médicos en las fases prehospitalaria e intrahospitalaria
francés y se enfrenta a dos críticas principales. La primera (Fig. 2) [25] .
se refiere a la heterogeneidad de los médicos y a la fase
de aprendizaje inevitable durante su formación inicial y
el comienzo de su carrera profesional. La formalización Algoritmo de Vittel
de los procesos de triaje constituye, por consiguiente, una En el congreso de los servicios de atención médica
ayuda nada desdeñable, sobre todo con una cuantifica- de urgencia (SAMU) de Vittel en 2002 se propuso un
ción de la gravedad que contribuye a su formulación en un algoritmo de evaluación de la gravedad y de triaje pre-
lenguaje breve y accesible para todos, como lo demuestra, hospitalario, uno de cuyos valores principales es haber
por ejemplo, el uso generalizado de la escala de Glasgow. incorporado la reanimación prehospitalaria (Cuadro
La segunda crítica se refiere a la propia idoneidad de los 3) [14] . Más de 10 años después de su publicación, el
médicos en traumatología, respecto a la cual habría un «algoritmo de Vittel» se ha impuesto en la mayoría de
déficit de conocimientos bastante generalizado en cuando los médicos prehospitalarios y hospitalarios franceses para
a la apreciación global de la gravedad [14] . Esto se mani- definir qué paciente debe ser considerado como un trau-
fiesta en primer lugar por la identificación reciente de la matizado grave. Una prueba de la pertinencia de este
naturaleza bimodal de la distribución de la probabilidad algoritmo ha sido recientemente aportada por el estudio
4 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
Cuadro 3.
Criterios de Vittel: criterios de gravedad para el triaje de los
pacientes traumatizados (según [14] ) a .
Cinco etapas Criterios de gravedad
de evaluación
Variables Escala de Glasgow < 13
fisiológicas Presión arterial sistólica < 90 mmHg
Pulsioximetría < 90%
Elementos de Eyección de un vehículo
cinética Otro pasajero fallecido en el mismo vehículo
Caída > 6 m
Víctima proyectada o aplastada
Apreciación global (deformación del vehículo,
velocidad estimada, sin casco, sin cinturón de
seguridad)
Lesión por onda de choque
Figura 3. Emplazamiento del lugar de admisión de los
Lesiones Traumatismo penetrante de la cabeza, del pacientes con traumatismo grave (imagen del Hospital Pitié-
anatómicas cuello, del tórax, del abdomen, de la pelvis, Salpêtrière).
del brazo o del muslo
Volet costal
Quemadura grave, inhalación de humo
asociada Ingreso del paciente
Estallido de la pelvis
Sospecha de lesión medular con traumatismo grave
Amputación a la altura de la muñeca, del
tobillo o más arriba Preparación del equipo
Isquemia aguda de miembro
Reanimación Ventilación asistida
La regulación efectuada en el SAMU, basada en la eva-
prehospitalaria Expansión vascular > 1.000 ml de coloides luación del médico del SMUR en contacto directo con
Catecolaminas el paciente permite, por una parte, establecer cuál es la
Pantalón antishock inflado estructura hospitalaria apta para la atención del paciente
y, por otra parte, prevenir al equipo hospitalario sobre la
Contexto Edad > 65 años
Insuficiencia cardíaca o coronaria
llegada de éste. En consecuencia, dicho equipo se apresta
Insuficiencia respiratoria a preparar el material necesario para la rápida atención
Embarazo (segundo y tercer trimestres) al paciente y previene a los profesionales potencialmente
Trastorno de la crasis sanguínea útiles (cirujano, radiólogo, centro de transfusión sanguí-
nea, etc.) para esta situación. Los servicios hospitalarios
a
La presencia de un solo criterio basta para caracterizar la gravedad dedicados a la atención de los pacientes con traumatismo
del traumatismo, salvo en lo que se refiere al contexto, que se evalúa grave suelen contar con uno o más protocolos dirigidos a
en cada caso en particular. También se han definido criterios de grave-
dad extrema porque se asocian a una mortalidad muy elevada: presión preparar el material necesario y prevenir a los profesiona-
arterial sistólica < 65 mmHg: mortalidad = 65%; escala de Glasgow = 3: les que serán potencialmente necesarios en función de los
mortalidad = 62%; pulsioximetría < 80% o imposible de medir: morta- datos recibidos con relación a las características y la gra-
lidad = 76%. vedad del paciente traumatizado. Por último, con base en
la evaluación lesional y al modo de transporte prehospita-
lario, también puede ser necesaria la puesta en marcha de
FIRST (French Intensive care Recorded in Severe Trauma), algunas medidas técnicas específicas (circulación extracor-
primer trabajo multicéntrico francés de gran amplitud pórea) o de logística (preparación del helipuerto) (Fig. 3).
en el que se evaluó la atención prehospitalaria de los Al contrario que en el caso del ingreso «clásico», en el
pacientes con traumatismo grave [6] . En el estudio, el que el tratamiento se instaura después de las exploracio-
tratamiento prehospitalario de estos pacientes por un nes clínicas y complementarias, la atención a un paciente
equipo móvil de urgencia y reanimación, comparado con traumatismo grave exige iniciar las acciones terapéu-
con otro no medicalizado efectuado por un equipo de ticas de forma simultánea con la evaluación clínica y
bomberos, se asocia a una reducción significativa de la las pruebas complementarias. Esta estrategia supone por
mortalidad a 30 días (cociente de posibilidades [OR, odds tanto un trabajo de equipo con un médico «supervisor»
ratio]: 0,55; intervalo de confianza [IC] [95%]: 0,32-0,94; encargado de recibir los datos pertinentes, efectuar una
p = 0,03). síntesis rápida y adoptar las decisiones terapéuticas. Aun-
que suele admitirse que las decisiones deben ser tomadas
por una sola persona, ésta ha de estar preparada para
Reglas simples considerar los datos relativos a la evolución del paciente,
Las características principales del paciente con trauma- proporcionados por los profesionales que han estado par-
tismo grave pueden resumirse así: ticipando en la asistencia inicial, a efectos de lograr que el
• la gravedad de las lesiones no se suma, sino que se paciente obtenga los mayores beneficios. En este contexto
multiplica por potenciación de sus respectivas conse- de urgencia, la función de los profesionales actuantes en
cuencias; la etapa prehospitalaria es poner en marcha las acciones
• la subestimación de la gravedad de las lesiones es terapéuticas (por ejemplo, crear una vía de acceso vas-
una situación engañosa diagnóstica y terapéutica cular) y confirmar el cumplimiento de las tareas que les
clásica; fueron encomendadas o prevenir sobre cualquier dificul-
• el desconocimiento de algunas lesiones puede tener tad para llevarlas a cabo. Los datos deben transmitirse de
serias consecuencias vitales o funcionales; forma simple, breve y concisa para evitar confusiones o
• el tiempo perdido no se recupera; incomprensión por parte del equipo (por ejemplo, debido
• algunas asociaciones lesionales pueden necesitar trata- a ruidos en la línea de comunicación). Para solicitar datos
mientos contradictorios, y esto impone una prioriza- a los participantes ajenos al equipo (por ejemplo, al radió-
ción de acciones con elecciones estratégicas que pueden logo) también debe usarse un lenguaje simple, a lo sumo
ser difíciles. de forma binaria: ¿hay o no un derrame peritoneal?
EMC - Anestesia-Reanimación 5
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
Atención inicial éstas son requeridas para efectuar una expansión vascular
rápida y/o una transfusión masiva, el dispositivo médico
Admisión del paciente debe ser de calibre elevado y longitud reducida, lo que
El médico que supervisa la admisión y la atención ini- corresponde a un catéter periférico corto de 14 o 16 G. Al
cial al paciente recibe del equipo actuante en la etapa respecto, según la ley de Poiseuille, el flujo es proporcio-
prehospitalaria el conjunto de los datos anamnésicos, nal al diámetro de la vía e inversamente proporcional a la
clínicos y terapéuticos. La admisión del paciente se pro- longitud del dispositivo, lo que explica por qué un catéter
duce en un lugar específico y lo suficientemente amplio venoso central «clásico» no es lo mejor para efectuar una
como para permitir la circulación libre y simultánea de los expansión vascular masiva debido a su gran longitud y su
diversos profesionales requeridos. Esta exigencia es fun- calibre reducido. Sin embargo, algunos modelos (catéte-
damental para que de forma concomitante sea posible res centrales multivías, una de ellas de 14 G, catéteres de
visualizar las lesiones, instaurar los primeros tratamien- diálisis, etc.) permiten hacer una expansión vascular y/o
tos de urgencia y efectuar las pruebas complementarias una transfusión masiva.
iniciales que orientarán las medidas terapéuticas. Si es necesaria la administración de catecolaminas, una
En algunos casos, desde la llegada del paciente hay exigencia habitual en el paciente con traumatismo grave,
que tomar una decisión importante, o confirmarla si es indispensable canalizar una vía central. Para adminis-
ya fue considerada en la etapa prehospitalaria: trasladar trar las catecolaminas se prefiere un catéter multivía (dos
al paciente de inmediato al quirófano sin efectuar nin- vías como mínimo) en una vena independiente de las
guna evaluación complementaria. Esto sucede cuando el otras perfusiones. El sitio de inserción de este catéter cen-
estado hemodinámico es crítico a pesar de la reanima- tral es primordial: debe ser de fácil acceso, exponer a un
ción prehospitalaria: la causa de la dificultad circulatoria bajo índice de complicaciones y ser accesible a una com-
es evidente y accesible a un procedimiento de hemosta- presión manual externa si se produjera un hematoma. Por
sia quirúrgica (por ejemplo, un traumatismo penetrante lo tanto, en el paciente traumatizado debe preferirse la vía
debido a una herida por arma de fuego, un arma blanca femoral por su asociación a un muy bajo índice de com-
o un objeto contundente) o se trata de un daño tisu- plicaciones [27] . Además, el sitio venoso central femoral
lar considerable (amputación de un miembro, etc.). Por permite efectuar al mismo tiempo la monitorización con-
el contrario, ante un traumatismo cerrado, el origen de tinua invasiva de la presión con un catéter arterial y, por
la dificultad circulatoria rara vez es evidente y, por con- tanto, la determinación de urgencia de los parámetros bio-
siguiente, antes de trasladar al paciente al quirófano lógicos. La vía subclavia está contraindicada debido a una
(llegado el caso), la evaluación lesional y una reanimación incidencia elevada (14%) de complicaciones graves, bási-
inicial casi siempre son necesarias. camente neumo y/o hemotórax. La vía yugular interna
La reanimación no debe interrumpirse mientras se pro- es posible, pero supone una movilización cervical, incon-
duce la transmisión de datos entre el médico del SMUR y veniente en el paciente con un traumatismo cerrado o
el supervisor en el hospital. En primer lugar, se retira el col- penetrante de la región cervical.
chón de vacío y se traslada al paciente a la camilla. Esto
Presión arterial invasiva
debe efectuarse manteniendo recto el eje cabeza-cuello-
tronco pero sin tracción axial, sobre todo del cuello, pues Debe colocarse lo antes posible un catéter arterial radial
podría movilizarse una fractura de la columna cervical. o femoral para efectuar una monitorización invasiva de
Lo ideal es que el paciente tenga un collar cervical, que en la presión arterial. Esto es prioritario porque la presión
general se coloca durante el acondicionamiento prehos- arterial cruenta permite, por una parte, la monitorización
pitalario. Desde luego, este traslado no debe practicarse fiable y continua de la presión arterial y, por otra parte,
de forma precipitada, sino con la precaución de prote- tomar de manera fácil y rápida las muestras de sangre
ger la monitorización, las vías venosas o la intubación necesarias para los análisis biológicos, en particular los
traqueal. correspondientes a la evaluación inicial. En caso de ines-
tabilidad hemodinámica, el acceso a la vía arterial radial
Acondicionamiento del paciente suele ser más difícil y por tanto de práctica más prolon-
gada, por lo que debe privilegiarse la vía femoral. Lo ideal
en los primeros 15 minutos es colocar el catéter arterial femoral al mismo tiempo que
Después de trasladar al paciente a la camilla, las accio- el catéter venoso femoral central.
nes siguientes deben efectuarse de forma ideal a los
10-15 minutos del ingreso en el hospital. Es preferible Oxigenación y ventilación
hacer los primeros estudios por imagen durante esos En el paciente no intubado y con ventilación espontá-
primeros 15 minutos sin movilizar al paciente: ecogra- nea, la administración de oxígeno se verifica o se aplica en
fía FAST (focused assessment with sonography for trauma, función de la saturación arterial de oxígeno medida por
ecografía focalizada para traumatismo abdominal), radio- pulsioximetría. Ante una dificultad respiratoria evidente,
grafías torácica y pélvica. Para más claridad, se expondrán la intubación traqueal debe decidirse sin demora, a menos
en un párrafo específico sobre la evaluación lesional ini- que se imponga otra medida inmediata (descompresión
cial. de un neumotórax a tensión). En el paciente intubado
Monitorización y ventilado en la etapa prehospitalaria hay que verificar
la eficacia de la ventilación (posición de la sonda, intu-
Desde la llegada del paciente debe colocarse de
bación, capnografía, etc.) para, si es necesario, adaptar
inmediato una monitorización no invasiva: electrocar-
los diversos parámetros ventilatorios (modo ventilatorio,
dioscopio, saturación arterial de oxígeno medida por
FiO2 [fracción inspirada de oxígeno], frecuencia, volumen
pulsioximetría (SpO2 ), medida del dióxido de carbono
corriente, etc.).
(CO2 ) al final de la espiración (EtCO2 ) en el paciente
intubado-ventilado; la medida de la presión arterial no Analgesia y sedación
invasiva es temporal hasta la colocación de una medición
Las modalidades de la analgesia y de la sedación se opti-
invasiva.
mizan según el estado clínico del paciente (cf infra).
Vías de acceso vascular
En primer lugar, hay que verificar el estado funcio- Sonda gástrica
nal de las vías venosas (periféricas y/o centrales), incluso Se coloca una sonda gástrica si no ha sido colocada en la
de forma intraósea, abiertas en la etapa prehospitalaria. etapa prehospitalaria. La vía nasal está contraindicada en
Por lo general, es necesario instaurar rápidamente una o caso de traumatismo craneal o maxilofacial por el riesgo
más vías de acceso adicionales, periféricas y/o centrales. Si de crear un trayecto aberrante.
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Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
Monitorización de la temperatura
100
La monitorización continua de la temperatura se efec-
túa con una sonda térmica esofágica, vesical o rectal.
75
Valoración biológica
Mortalidad (%)
La valoración biológica completa se efectúa desde la
admisión del paciente (cf infra). Por costumbre y facilidad, 50
las muestras se obtienen de la vía arterial tras la instaura-
ción de la monitorización invasiva de la presión arterial. 25
Sin embargo, una dificultad técnica de este procedimiento
puede retrasar de manera considerable la práctica de las
pruebas de laboratorio. Se recomienda tomar la mayoría 0
< 32 32–33 33–34 > 34
de las muestras (es decir, las que no necesariamente deben Temperatura (°C)
ser de sangre arterial como, por ejemplo, para el estudio
de los gases de la sangre) a partir de una punción venosa
clásica con torniquete. Figura 4. Relación entre la temperatura central y la mortalidad
en los pacientes con traumatismo grave (según [34] ).
Admisión administrativa
La admisión administrativa implica la verificación de
la identidad del paciente, un requisito indispensable para Cuadro 4.
identificar las pruebas complementarias, en particular bio- Evaluación aproximada del volumen de sangre perdido durante
lógicas y de estudio por imagen, los pedidos de productos las primeras 6 horas postraumáticas en diversas fracturas
sanguíneos, etc. En ausencia de identidad, al paciente se lo (según [35] ).
admite como X a efectos de crear un primer registro admi- Fractura Volumen de sangre (ml)
nistrativo, que deberá regularizarse en cuanto sea posible.
Costilla 125
Otros procedimientos Vértebra, radio/cúbito 250
También deben efectuarse de inmediato otros procedi- Húmero 500
mientos, menos urgentes pero sin embargo indispensa- Tibia 1.000
bles, sobre todo para no pasarlos por alto: Fémur 2.000
• limpieza y protección con apósitos (incluso provisorios) Pelvis 500-5.000
de las heridas y excoriaciones cutáneas, sobre todo en
presencia de hemorragia activa para limitar las pérdi- el paciente traumatizado (Fig. 4) porque agrava el estado
das sanguíneas. Con el mismo fin hay que suturar o hemodinámico y perturba la hemostasia [34] . Por lo tanto,
grapar una herida hemorrágica del cuero cabelludo, ya es preciso colocar una sonda térmica rectal o esofágica.
que las pérdidas sanguíneas en esta zona pueden ser Las fuentes principales de hemorragia mayor son el
abundantes; abdomen, el retroperitoneo y el tórax. Sin embargo,
• verificación del estado del paciente respecto a la pre- no deben subestimarse hemorragias aparentemente de
vención del tétanos y, si es necesario, administración menor importancia: heridas del cuero cabelludo, epistaxis
de seroterapia y/o vacunación antitetánica; y fracturas cerradas (fémur) o abiertas (heridas arteriales y
• en el paciente inconsciente, oclusión de los ojos des- venosas) que justifican la aplicación de apósitos compresi-
pués de verificar que no usa lentes de contacto y de vos, grapas o, si es necesario, un torniquete (Cuadro 4) [35] .
instilar un colirio antiséptico; En lo que se refiere de manera más específica a las fracturas
• profilaxis antibiótica (amoxicilina-ácido clavulánico en de la pelvis, la colocación precoz de dispositivos de con-
ausencia de alergia a los betalactámicos) con dosis tención (cinturón pélvico, fijador externo de tipo pinza
iniciales que, en el paciente traumatizado, deben ser pélvica, etc.) puede ser muy útil para limitar el desarrollo
superiores a las usuales [28] ; de un hematoma pélvico y/o retroperitoneal [36] .
• realización de un electrocardiograma (ECG). La dificultad circulatoria del paciente traumatizado
grave puede deberse a otras causas, algunas veces aso-
ciadas a la hemorragia. Así, los traumatismos craneales
Tratamiento de las dificultades vitales rara vez producen dificultad circulatoria y, en este caso,
La insuficiencia circulatoria aguda, la insuficiencia res- se trata sobre todo de lesiones del tronco cerebral. Por el
piratoria aguda y el coma son las tres dificultades vitales contrario, las lesiones medulares altas pueden provocar
más frecuentes en el paciente con traumatismo grave [29] . hipotensión arterial por vasoplejía («shock espinal»). En
El tratamiento de estas dificultades vitales debe instau- el 19% de los casos, la dificultad circulatoria se debe a una
rarse de forma completa durante las fases de admisión del compresión intratorácica por neumotórax y/o hemotórax
paciente y de evaluación lesional. a tensión o, más rara vez, a un hemopericardio que pro-
voca un taponamiento cardíaco [30] . El shock cardiogénico
por contusión miocárdica es excepcional en el paciente
Dificultad circulatoria traumatizado (menos del 1% de los casos) [37] .
La mayoría de las veces, la dificultad circulatoria está La monitorización hemodinámica en la fase inicial de
relacionada con una hipovolemia (el 80% de los casos), la atención al paciente con traumatismo grave se limita
básicamente de origen hemorrágico [30] . En los pacien- a la medición invasiva de la presión arterial, teniendo en
tes traumatizados graves de menos de 45 años, el shock cuenta los datos de la curva de presión arterial, sobre todo
hemorrágico es la primera causa de fallecimiento (alrede- la variación de la presión arterial sistólica con la ventila-
dor del 30% de los casos) en las 24 horas siguientes y puede ción mecánica. Además, también la monitorización del
asociarse a un síndrome de insuficiencia multivisceral [31] . EtCO2 puede ser muy útil, ya que correlaciona con el
En este sentido, cabe señalar que algunas escalas de grave- estado hemodinámico del paciente en ausencia de modi-
dad o de triaje (RTS, T-RTS, MGAP) permiten predecir un ficaciones de los parámetros ventilatorios [30] .
shock hemorrágico en el paciente traumatizado grave [32] . En el paciente con traumatismo grave y shock hemorrá-
La expansión masiva del volumen vascular, para que sea gico, un objetivo de presión arterial sistólica de 80-
eficaz, necesita un acelerador de perfusión provisto de una 90 mmHg (presión arterial media [PAM] de 60-65 mmHg)
alarma de detección de aire (riesgo de embolia gaseosa), es aceptable, siempre que no se asocie un traumatismo
forzosamente acoplado a un calentador eficaz [33] . Al res- craneal grave, ya que permite limitar de forma directa la
pecto, la hipotermia es un factor de riesgo principal en hemorragia y de forma indirecta la expansión vascular,
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Evaluación inicial
Sedación y analgesia de las lesiones
En caso de pacientes traumatizados que son llevados a
la sala de reanimación con ventilación espontánea, suele Exploración física
recomendarse una valoración de la dosis de morfina nece-
La exploración física del paciente con traumatismo
saria para controlar el dolor, que en general comienza en
grave es difícil. Muchos la consideran de escaso valor para
la etapa prehospitalaria [44] . Al respecto, cabe señalar que
el diagnóstico de hemoperitoneo [57] . En cambio, sí es útil
la morfina es el único agente analgésico opioide que se
una exploración física más específica, enfocada en el exa-
recomienda para el paciente con ventilación espontánea.
men neurológico, la auscultación del tórax, la palpación
En realidad, la mayoría de los pacientes con trauma-
de los pulsos distales (mejor completada con Doppler en
tismo grave necesita analgesia-sedación con intubación y
ausencia de pulsos), el examen óseo (sobre todo del tórax,
ventilación controlada, que casi siempre se instaura en
la columna lumbar, la pelvis, los miembros) y tactos pél-
la fase prehospitalaria. En el caso de un paciente que
vicos.
ingresa en la sala de reanimación sin intubación, hay
que plantearse de inmediato la conveniencia o la posi-
bilidad de mantenerlo o no con ventilación espontánea. Estudio por imagen inicial
En este sentido, en el paciente con traumatismo grave
las indicaciones de analgesia-sedación con intubación y El estudio por imagen inicial se dirige a determinar la
ventilación controlada son amplias. El objetivo es no necesidad de una intervención urgente (drenaje torácico,
demorar la evaluación lesional y hacer que el tratamiento laparotomía o toracotomía para hemostasia, emboliza-
sea más soportable para el paciente y más eficiente para el ción en caso de traumatismo de la pelvis) (Cuadro
equipo de salud. Esta conducta es la regla en un paciente 5) [21] . También se efectúa para verificar que las acciones
traumatizado con mucho dolor (fracturas múltiples, etc.) prehospitalarias (intubación traqueal, drenaje torácico),
y/o agitado (traumatismo craneal, intoxicación alcohó- practicadas en condiciones más difíciles que en el hospi-
lica asociada, etc.). Asimismo, hay situaciones en las que tal, se han realizado de forma correcta. Deben solicitarse
la analgesia-sedación con intubación y ventilación con- tres estudios lo antes posible: radiografía anteroposterior
trolada debe anticiparse: necesidad de una intervención del tórax, anteroposterior de la pelvis y ecografía abdo-
quirúrgica urgente que de todos modos debe efectuarse minal (Fig. 6). Los tres procedimientos se realizan sin
con anestesia general, protección de las vías respiratorias demora, con el paciente en la camilla y sin movilizarlo.
EMC - Anestesia-Reanimación 9
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Examen Decisión
Radiografía
del tórax
Drenaje
torácico
Neumotórax y/o
hemotórax
Ecografía
abdominal
Laparotomía
Hemoperitoneo
Radiografía de
la pelvis
Arteriografía
y embolización
Estallido de la pelvis
+ shock hemorrágico
Figura 6. Principios de la evaluación lesional inicial tras la admisión de un paciente con traumatismo grave.
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A B
C D
E F
Figura 7. Importancia de la tomografía computarizada en la evaluación lesional secundaria de un paciente con traumatismo grave.
A. Hematoma extradural izquierdo con efecto de masa y enclavamiento cerebral.
B. Hemotórax traumático y contusión pulmonar.
C. Fractura esplénica.
D. Fractura de una vértebra dorsal con fragmento óseo en el conducto vertebral.
E. Hematoma retroperitoneal que rechaza el riñón izquierdo.
F. Traumatismo hepático grave con demostración de una hemorragia activa dentro de un hematoma subcapsular.
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Tomografía computarizada de la cabeza (lo más grave), así como lesiones del páncreas [89] . La TC
y del macizo facial también es indispensable para establecer la gradación de
las lesiones del hígado y del bazo, lo que condiciona las
La evaluación comienza con una TC de la cabeza indicaciones de un posible tratamiento no quirúrgico.
sin inyección de medio de contraste, pues una capta- Gracias a la inyección de medio de contraste, en ocasio-
ción meníngea de contraste podría interpretarse de forma nes la TC permite visualizar una hemorragia activa y, de
errónea como una hemorragia meníngea. Permite el diag- forma consecutiva, facilitar la indicación quirúrgica o de
nóstico de las lesiones cerebrales, muy frecuentes en los radiología intervencionista para embolización [90, 91] . Por
pacientes con traumatismo grave, en particular las inu- último, las ventanas óseas permiten diagnosticar las lesio-
suales urgencias neuroquirúrgicas (2,5% de los casos), nes de la columna vertebral en su conjunto, incluida la
básicamente representadas por los hematomas extradu- unión craneocervical, de la pelvis y de forma ocasional de
rales y por algunos hematomas subdurales con gran los miembros [85] . La calidad de las imágenes en cortes y
efecto de masa [77] . También hace posible el diagnóstico en reconstrucciones tridimensionales con los tomógrafos
de las contusiones y hematomas intracerebrales, de una más recientes, ha hecho posible la supresión de la eva-
hemorragia meníngea difusa o ventricular y de signos de luación radiológica estándar de la columna vertebral y
hipertensión intracraneal (HIC), lo que orienta el trata- la pelvis. La práctica de estas radiografías convenciona-
miento y, sobre todo, la indicación de una monitorización les para definir la estrategia quirúrgica ortopédica es hoy
de la presión intracraneal (PIC). Por último, facilita la excepcional (Fig. 8).
demostración de lesiones óseas: fracturas de la bóveda,
fracturas con fragmentos, fracturas de la base del cráneo
con brecha osteomeníngea, neumocefalia. La TC cere-
Tomografía computarizada en la evaluación
bral, que antes estaba indicada sólo para los pacientes que primaria
habían sufrido un traumatismo craneal «grave», ahora es Aunque la secuencia usual de los cortes (TC craneocere-
sistemática en cualquier paciente con traumatismo grave. bral sin inyección, cervical, torácica, abdominal y pélvica
En este sentido, muchos de estos pacientes asistidos en con inyección de medio de contraste) ha cambiado poco
la fase prehospitalaria por un equipo de SMUR llegan a la en los últimos 15 años, la mejor calidad de la tomogra-
sala de reanimación intubados y ventilados con sedación- fía helicoidal multicorte ha permitido reducir el tiempo
analgesia, lo que no permite aplicar la escala de Glasgow. de realización del estudio de todo el cuerpo a algunos
Además, está bien demostrada la utilidad de la TC cere- minutos [79] , cuando antes se necesitaban 20 minutos de
bral precoz en traumatizados craneales con una escala de promedio [92] . Este adelanto tecnológico ha conducido a
Glasgow de más de 8 puntos, pero en los que se considera algunos equipos a trasladar a los pacientes con trauma-
que el traumatismo craneal ha sido violento. Así, a partir tismo grave directamente a la sala de TC desde su ingreso
de 1.138 pacientes con traumatismo craneal y un examen en el hospital [93, 94] . Sin embargo, los estudios que deter-
neurológico normal, Rizzo et al han observado lesiones minaron la indicación de la TC como primera elección
en la TC cerebral en el 25% de los casos [80] . Si es nece- fueron realizados en centros con una organización espe-
sario se efectúan reconstrucciones del macizo facial, en cífica, en particular referida a la disponibilidad de un
ocasiones tridimensionales, en función de la presencia de tomógrafo exclusivo e instalado en el área de reanimación
lesiones óseas y/o de los tejidos blandos visualizados en de urgencia. En realidad, la estrategia de estos equipos
cortes horizontales [81] . no es distinta a la de otros centros en lo que se refiere
a un paciente con inestabilidad hemodinámica, en el que
siempre prevalece la reanimación circulatoria sobre la TC.
Tomografía computarizada cervical, Por lo tanto, sería prudente mantener la estrategia de
torácica, abdominal y pélvica asistencia en el hospital con base en los otros estudios
A continuación, el examen se completa con una TC (radiografías del tórax y de la pelvis, ecografía FAST) en
cervical, torácica, abdominal y pélvica con inyección de la sala de reanimación, antes de llevar a un paciente con
medio de contraste, lo que permite hacer una angio-TC traumatismo grave a la sala de TC, sobre todo teniendo
por reconstrucción. El estudio cervical comienza en la en cuenta que no es posible predecir de forma correcta la
base del cráneo para detectar las excepcionales diseccio- necesidad de una acción muy urgente (drenaje, laparoto-
nes postraumáticas de los troncos supraaórticos (arterias mía) sólo a partir de los datos clínicos disponibles en el
carótidas y vertebrales) en su porción intracraneal [82, 83] . momento del ingreso del paciente [21] .
El estudio torácico permite un diagnóstico más preciso de
un derrame pleural o una acumulación de aire (el 10-20%
de los neumotórax traumáticos no se ven en la radio- Angiografía y aortografía
grafía anteroposterior del tórax) y de lesiones parietales En primer lugar, cabe señalar que la arteriografía para
(el 50% de éstas no se ven en la radiografía anteroposte- embolización en los traumatismos abdominopélvicos y,
rior del tórax) [80, 84] . Permite determinar la magnitud de con más razón, la aortografía para colocar una endopró-
una contusión pulmonar, diagnosticar un neumomedias- tesis en caso de ruptura ístmica aórtica son tratamientos
tino (signo probable de una ruptura traqueobronquial o que necesitan un soporte médico-técnico y un equipo de
esofágica) o un hemomediastino (signo probable de una radiología intervencionista sumamente especializados y
ruptura subadventicial de la aorta, de una fractura de disponibles las 24 horas, lo que sólo existe en un número
la columna vertebral o del esternón) y, llegado el caso, restringido de centros de traumatología.
controlar la posición y la eficacia de los drenajes torá-
cicos [85, 86] . Por último, la angio-TC torácica facilita la
búsqueda de lesiones de los grandes vasos intratoráci-
Angiografía
cos, en particular una ruptura ístmica aórtica [87] , que en La angiografía solía ser el método clave para el diagnós-
la radiografía de tórax pueden pasar inadvertidas [88] . El tico de urgencia de las lesiones vasculares en los pacientes
estudio abdominopélvico permite diagnosticar un hemo- con traumatismo grave. En realidad, con los rendimien-
peritoneo, un neumoperitoneo (indicio de lesión de un tos diagnósticos de los tomógrafos multicortes de última
órgano hueco) o un hematoma retroperitoneal, lo cual generación, el interés de la angiografía en la actualidad
evita una laparotomía inútil y sobre todo peligrosa en es únicamente terapéutico. Así, una fractura de la pel-
un paciente con shock hemorrágico. Asimismo, permite vis asociada a un estado de shock, con una ecografía
completar los datos ecográficos relativos a los órganos abdominal poco contributiva y/o una hemorragia activa
macizos al revelar una fractura, un hematoma subcapsular visualizada en la TC y en ausencia de hemorragia intra-
o una contusión del bazo (lo más frecuente) y/o del hígado torácica, constituye una indicación formal de angiografía
EMC - Anestesia-Reanimación 13
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
A B
Figura 8. Valor de la tomografía computarizada en la evaluación osteoarticular de un paciente con traumatismo grave.
A. Imagen de reconstrucción del macizo facial y de la columna cervical: fractura parietooccipital izquierda.
B. Imagen de reconstrucción de un traumatismo de la pelvis: fractura ilioisquiopúbica derecha, fractura ilíaca izquierda, separación
sacroilíaca izquierda.
a efectos de realizar una embolización [59] . Esto permite la fibroaspiración permite desobstruir el árbol traqueo-
efectuar la hemostasia de las heridas arteriales de la pel- bronquial de secreciones y coágulos y limitar el desarrollo
vis menor (la hemostasia quirúrgica es aleatoria) y de las de atelectasias.
heridas de las arterias lumbares. Las embolizaciones sue- En conclusión, la evaluación lesional completa y las
len ser bilaterales en razón de la riqueza anastomótica intervenciones quirúrgicas de urgencia resultantes deben
pélvica. El índice de éxito de esta técnica es particular- completarse a más tardar dentro de las 24 horas siguien-
mente elevado, del 90-100% en algunas series [95] , y más tes al ingreso del paciente en el centro de traumatología.
eficaz cuando se efectúa de forma precoz tras el ingreso del Aunque algunas exploraciones y/o procedimientos qui-
paciente: la mortalidad es del 17% si el lapso es inferior rúrgicos complementarios pueden diferirse, lo ideal es
a 3 horas y del 75% si supera las 3 horas [96] . Desde hace planificarlos en las primeras 24 horas. El caso típico es el
algunos años, las indicaciones de estas embolizaciones se tratamiento quirúrgico de los traumatismos maxilofacia-
han extendido a algunas lesiones hepáticas y esplénicas les y de los traumatismos de la pelvis.
postraumáticas, ya sea como alternativa o asociadas a un
tratamiento quirúrgico [97, 98] .
Aortografía
Tratamiento
La aortografía, que ya no se practica con objetivo diag-
hemodinámico
nóstico ante la sospecha de lesiones de los grandes vasos
intratorácicos, también debido a los rendimientos de la
Reseña sobre la fisiopatología del shock
TC multicorte de última generación, se ha desarrollado, hemorrágico
por el contrario, en sentido terapéutico en los últimos
10 años. Los adelantos de la radiografía intervencionista En la fase inicial del tratamiento, la hipotensión arterial
permiten colocar una endoprótesis en caso de ruptura íst- del paciente con traumatismo grave suele ser la expresión
mica aórtica, lo que constituye una alternativa terapéutica de una hipovolemia por hemorragia. De forma reciente se
a la clásica reparación quirúrgica con circulación extra- han formulado recomendaciones relativas al tratamiento
corpórea, una intervención no exenta de complicaciones, del shock hemorrágico de origen traumático [38] . Aunque
sobre todo en lo que se refiere a trastornos de la hemostasia los medios y los métodos para controlar la hemorra-
y que, en consecuencia, está contraindicada en presencia gia deben discutirse en equipo, se ha establecido que el
de algunas lesiones traumáticas asociadas, en primer lugar tiempo transcurrido entre el traumatismo y el control de
el traumatismo craneal [99, 100] . la hemorragia debe ser lo más corto posible para evitar
mantener la coagulopatía que, en el paciente con trauma-
tismo grave, es multifactorial.
Fibroendoscopia bronquial En la fase inicial del shock hemorrágico, la frecuen-
cia cardíaca y la presión arterial suelen ser los únicos
Las indicaciones de la fibroendoscopia bronquial son parámetros accesibles a la monitorización hemodinámica.
amplias en el paciente que ha sufrido un traumatismo Aunque la taquicardia en un paciente lúcido es un indicio
torácico. Este examen debería ser sistemático en un más precoz de la disminución del retorno venoso que la
paciente intubado y ventilado, ya que, en este sentido, presión arterial, en parte puede estar influida por la ansie-
permite diagnosticar hemorragias intrabronquiales deri- dad o el dolor [29] . Además, se señala que una bradicardia
vadas de una contusión pulmonar, así como rupturas paradójica es indicio de una hemorragia masiva y rápida
traqueobronquiales que, en ausencia de diagnóstico, pue- (> 50% de la volemia) y constituye un signo de alarma
den revelarse de forma tardía [101] . Además, en presencia de ante un paro cardíaco por hipovolemia [102] .
broncoaspiración, muy frecuente en caso de alteraciones En el paciente no anestesiado, la hipovolemia es com-
de la conciencia antes del control de las vías respiratorias, pensada por el sistema simpático y así se mantiene la
14 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
presión arterial, aun cuando la pérdida sanguínea sea de féricas y/o centrales (cf supra). Para mejorar la eficacia,
hasta del 30-40% del volumen sanguíneo total. Por el es necesario usar un acelerador de perfusión provisto
contrario, en el paciente sedado y sin dolor gracias a los de una alarma de detección de aire (riesgo de embolia
analgésicos, la supresión del tono simpático puede reve- gaseosa), forzosamente acoplado a un calentador de alto
lar una hipovolemia manifiesta, incluso con una pérdida rendimiento [33] . En este sentido, la hipotermia, la acido-
sanguínea «moderada» de alrededor del 20% de la masa sis y la coagulopatía constituyen la tríada letal o círculo
sanguínea. Esto fue puesto claramente de manifiesto en vicioso del shock hemorrágico, que es uno de los princi-
1975 por Vatner y Braunwald en un estudio en animales, pales factores de riesgo de mortalidad en el paciente con
en el que los autores demostraron que la disminución de traumatismo grave [34, 38] .
la presión arterial en el animal anestesiado correlacionaba Los cristaloides se recomiendan como primera elección
directamente con la pérdida sanguínea [103] . En este caso, en el tratamiento del shock hemorrágico del paciente con
la administración de vasopresores permite restaurar una traumatismo grave (grado 1B) y las soluciones hipertóni-
presión arterial adecuada que contrarresta los efectos de cas se proponen como alternativa (grado 2B), mientras
los agentes de la anestesia. que los coloides pueden prescribirse si se respetan los lími-
La propia fisiopatología del shock hemorrágico evolu- tes de utilización en los pacientes hemodinámicamente
ciona con rapidez desde las primeras horas siguientes a inestables (grado 2C) [38] . Los productos sanguíneos lábi-
su tratamiento. Así, la relación presión arterial/volemia les no deben usarse como agentes de expansión vascular,
se altera a modo de histéresis si el shock hemorrágico aunque, en definitiva, contribuyen a este objetivo. Los
es considerable y/o prolongado: la expansión, volumen estudios realizados con relación al volumen «óptimo» de
por volumen, no permite compensar las pérdidas san- expansión vascular que debe administrarse al paciente
guíneas [104] . Además, el shock hemorrágico traumático traumatizado no han permitido formular una recomen-
también origina fenómenos de isquemia-reperfusión, de dación unívoca [108–110] . Una conducta restrictiva permite
activación de la coagulación y del complemento, de trans- evitar la hemodilución y sus consecuencias deletéreas
locaciones bacterianas, etc., que en pocas horas conducen sobre la hemostasia [38] y el aumento de la liberación de
a un síndrome inflamatorio de respuesta sistémica (SIRS) los mediadores de la inflamación [111, 112] , pero el defecto
grave, con un cuadro hemodinámico similar al de la sep- de expansión vascular se acompaña de un defecto de per-
sis, que se expresa por vasodilatación periférica (que, en fusión tisular [108] igualmente deletéreo. En el adulto se ha
particular, explica el fenómeno de histéresis) y alteración propuesto un valor de expansión vascular de 1.000 ml y
de las funciones cardíacas sistólica y diastólica [30, 105, 106] . recurrir a los agentes vasopresores sólo si no se alcanza el
Por último, en el aspecto biológico se ha observado una objetivo de presión arterial [14] .
depresión de la respuesta a la prueba de estimulación con
hormona adrenocorticótropa (ACTH) en los pacientes que
se encuentran en estado de shock hemorrágico, asociada Vasopresores
a una alteración de la respuesta a los vasopresores. Esta
La reanimación de los pacientes con traumatismo grave
última respuesta se restaura mediante una suplementa-
se ha modificado mucho en los últimos años con el uso
ción con hidrocortisona [107] .
cada vez más frecuente de las catecolaminas vasopreso-
ras [113] . Se admite que este recurso a los vasopresores debe
Monitorización hemodinámica ser precoz durante el shock hemorrágico, ya que la expan-
sión vascular masiva se asocia al desarrollo del síndrome
En la fase inicial del shock hemorrágico del paciente de insuficiencia multivisceral precoz en el paciente con
con traumatismo grave, la presión arterial es el parámetro traumatismo grave [31] . En un estudio con animales se
hemodinámico principal que permite guiar la reani- ha observado que el uso precoz de vasopresores se aso-
mación circulatoria, lo que justifica la monitorización cia a una reducción de la mortalidad en caso de shock
continua por vía invasiva lo antes posible. Sin embargo, la hemorrágico [114] . Esta observación no debe hacer olvidar
evolución rápida de la fisiopatología del shock hemorrá- que el primer tratamiento de la hipovolemia del shock
gico durante su tratamiento, en particular con la aparición hemorrágico es la expansión vascular, ya que el uso pri-
de vasoplejía y disfunción cardíaca, ambas en relación mario de los vasopresores antes de la expansión vascular, o
con el SIRS, impone en un segundo tiempo no basarse simplemente en presencia de una hipovolemia insuficien-
sólo en los elementos simples de la monitorización (como, temente corregida, produce efectos secundarios graves
por ejemplo, únicamente en la presión arterial). Es conve- (por ejemplo, necrosis tubular renal y sufrimiento visce-
niente entonces evaluar de la forma más precisa posible la ral) [115] . El vasopresor de elección en este contexto es la
volemia y la función cardíaca con diversas técnicas de exa- noradrenalina, por sus propiedades ␣1 y débilmente 1-
men y/o de monitorización hemodinámica, recurriendo adrenérgicas, que permiten restaurar el gasto cardíaco [114] .
a variables clínicas de gran valor (diuresis) y a variables Un agente inótropo como la adrenalina es necesario en
biológicas (pH, lactatos). En la práctica, la elección de la caso de disfunción cardíaca asociada y en presencia de
técnica de monitorización hemodinámica, directa o indi- una contusión ventricular derecha o pulmonar grave.
recta, invasiva o no, no es unánime y depende sobre todo
de la preferencia de los equipos: termodilución transpul-
monar, análisis de la onda de pulso, Doppler esofágico, Objetivo de presión arterial
ecocardiografía transtorácica o transesofágica, delta-PP
El objetivo de la expansión vascular es corregir la
(variación en la presión del pulso), etc. Sin embargo, este
hipovolemia inducida por la pérdida sanguínea y resta-
punto de vista no se detallará en este artículo.
blecer una perfusión suficiente de los órganos vitales. Sin
embargo, la restauración de una presión arterial excesiva
Expansión vascular puede contribuir a aumentar la hemorragia si ésta no fue
controlada [116] . El objetivo inicial de la reanimación circu-
La prioridad terapéutica ante un shock hemorrágico latoria del paciente con traumatismo grave es, por tanto,
es la recuperación de una perfusión tisular adecuada controlar lo antes posible la hemorragia y mantener una
mediante el aumento del retorno venoso y la restauración presión arterial «suficiente» para limitar las hipoperfusio-
de la presión arterial, pero cabe señalar que ésta sólo puede nes tisulares, sin pretender «normalizarla».
ser eficaz si se asocia un control adecuado de la hemorragia En trabajos experimentales a partir de un modelo de
(apósitos, cirugía para hemostasia, embolización, etc.) shock hemorrágico por perforación de la aorta, se ha
La expansión vascular depende de la instauración de demostrado que la rehemorragia se producía con una
una o más vías de acceso fiables y de buen calibre, peri- PAM de 60-65 mmHg [117] . Entre los numerosos estudios
EMC - Anestesia-Reanimación 15
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
clínicos en los que se ha evaluado la eficacia de una rea- 9-10 g/dl, a pesar de la ausencia de prueba científica [38] .
nimación hipotensiva en el shock hemorrágico, hay que Sin embargo, en la práctica corriente numerosos equipos
citar el trabajo de Dutton et al [118] , en el que no se observó usan un umbral de 9-10 g/dl, simplemente por antici-
ninguna diferencia de mortalidad entre la expansión vas- pación, debido a la dinámica de la hemorragia y del
cular con objetivo de hipotensión (PAM = 70 mmHg) o tiempo necesario para la entrega de los CE [120] . Por último,
de normotensión (PAM > 100 mmHg). Aun cuando este se recuerda el papel hemostático de los glóbulos rojos
estudio presenta sesgos metodológicos (bajo número de en la formación del trombo [49] que, en presencia de
pacientes, objetivos tensionales superados en el grupo una hemorragia activa, también impone maximizar los
de hipotensión, etc.), se demuestra que una reanimación umbrales transfusionales corrientes.
hipotensiva no agravaría el pronóstico en los pacientes
con shock hemorrágico de etiología traumática. Las últi- Plasmas frescos congelados
mas recomendaciones europeas relativas al tratamiento
La administración de plasmas frescos congelados (PFC)
del shock hemorrágico postraumático se refieren a un
solía recomendarse para mantener un IP superior al 40%,
objetivo de PAS de 80-90 mmHg (PAM de 60-65 mmHg)
un tiempo de tromboplastina parcial activada de 1,5
hasta la realización de la hemostasia [38] .
veces inferior al valor de control, o después de la trans-
Por el contrario, en el paciente con traumatismo cra-
fusión de diez unidades de concentrados de eritrocitos,
neal y shock hemorrágico, la hipotensión arterial y la
o incluso de forma sistemática en caso de hemorra-
hipoxia son las dos ACSOS más graves en términos
gia masiva y/o de coagulopatía asociada [121] . Desde la
de pronóstico [7] . Al respecto, la PPC, definida como la
publicación de estudios retrospectivos, sobre todo en trau-
diferencia entre la PAM y la PIC, disminuye ante una
matología de guerra, en los que se demostró un aumento
elevación de la PIC (edema cerebral), sobre todo cuando
de la supervivencia de los pacientes que habían recibido
se asocia hipotensión arterial. En ausencia de técnica
una transfusión con una relación PFC/CE elevada [122–124] ,
de monitorización y de control inmediato de la PIC en
numerosos equipos tienden a usar una relación PFC/CE de
el paciente con traumatismo craneal grave, la recupe-
1/2, o incluso 1/1. Sin embargo, el beneficio de una trans-
ración de una PPC adecuada (≥ 70 mmHg) se basa, por
fusión con una relación PFC/CE de 1/1 es controvertido
tanto, en la restauración obligatoria de la PAM. En la
según las publicaciones [125] . Las recomendaciones euro-
práctica, una PAS de 110-120 mmHg (PAM ≥ 80 mmHg)
peas de 2013 proponen, en caso de hemorragia activa, la
sería entonces un objetivo hemodinámico esencial en el
administración precoz de PFC con una relación PFC/CE
paciente con traumatismo craneal, incluso en presencia
de 1/2 como mínimo, posteriormente adaptada en fun-
de shock hemorrágico [38] . Desde luego, para ello es nece-
ción del número de CE transfundidos y las pruebas de
sario recurrir de forma precoz a los agentes vasopresores
hemostasia [38] .
(noradrenalina en particular), ya que la expansión por sí
sola no permite alcanzar este objetivo. La monitorización
cerebral multimodal debe instaurarse lo antes posible, de Concentrados de plaquetas
forma conjunta con la monitorización hemodinámica sis- Como la caída de las plaquetas, que en el shock
témica, a efectos de permitir la optimización de la PPC del hemorrágico es por lo general más tardía que la de la
paciente con traumatismo craneal grave. hemoglobina y de los factores de la coagulación, la trans-
fusión de plaquetas suele efectuarse en un segundo tiempo
y depende de los resultados de las pruebas de labora-
Productos sanguíneos lábiles torio. El umbral transfusional usual para las plaquetas
y adyuvantes de la hemostasia en el paciente traumatizado es de 50×109 /l, o incluso
100×109 /l en caso de hemorragia activa o de traumatismo
Observancia de las procedimientos craneal asociado, por analogía con las recomendaciones
transfusionales relativas a la neurocirugía [38] . Un concentrado plaqueta-
rio estándar contiene alrededor de 7,5×1010 plaquetas y
La urgencia de la transfusión de productos sanguíneos
permite aumentar el recuento plaquetario de 5 a 10×109 /l
lábiles al paciente con traumatismo grave (al igual que
en un paciente de 70 kg. Por último, de momento no se
en obstetricia, cirugía vascular, cirugía digestiva hemorrá-
conoce el valor umbral para los pacientes con una altera-
gica, etc.) ha hecho necesaria una jerarquización de sus
ción adquirida de las funciones plaquetarias (insuficiencia
modalidades de prescripción: urgencias vitales inmedia-
renal) o de origen terapéutico (antiagregantes plaqueta-
tas, urgencias vitales y urgencias relativas [119] . Por una
rios).
parte, esta jerarquización ha permitido armonizar la
comunicación entre el médico prescriptor y el médico del
centro transfusional y, por otra parte, mejorar los circuitos Fibrinógeno
de distribución de los productos sanguíneos lábiles, con El fibrinógeno suele considerarse como el factor de la
la reducción de los plazos de entrega. En este sentido, el coagulación que primero disminuye en caso de shock
corolario de la urgencia está representado por la supresión hemorrágico [126] . Se ha demostrado que la administra-
de algunos dispositivos de seguridad de aplicación usual ción precoz de fibrinógeno permite corregir las pruebas
en los procedimientos modelos de transfusión [120] . Ade- de coagulación y reducir o evitar la transfusión de PFC y
más, aunque los umbrales transfusionales generalmente plaquetas [127–129] . Además, se señala que los PFC sólo con-
aceptados también se aplican a las situaciones de urgen- tienen 0,5 g/200 ml de fibrinógeno de promedio. En la
cia, la dinámica del caso (hemorragia activa o controlada práctica, las recomendaciones europeas de 2013 se refie-
de forma insuficiente, tiempo necesario para obtener los ren a la administración de 50 mg/kg (3-4 g) de fibrinógeno
resultados de las pruebas de laboratorio, tiempo necesa- en caso de hemorragia mayor asociada a una concentra-
rio para conseguir los productos sanguíneos) necesita la ción de fibrinógeno inferior a 1,5 o 2 g/l [38] . Cabe señalar
maximización de los objetivos con una anticipación de que este umbral es mayor que el de las recomendaciones
los pedidos de productos sanguíneos lábiles. de 2007, en las que se consideraba un umbral de 1 g/l de
fibrinógeno.
Concentrados de eritrocitos
Respecto a la transfusión de concentrados de eritroci-
Calcio
tos (CE), las recomendaciones europeas de 2013 señalan En el shock hemorrágico de etiología traumática se pro-
un umbral transfusional de 7-9 g/dl en caso de shock duce una hipocalcemia ionizada precoz, en relación con
hemorrágico traumático. En los pacientes con trauma- la hemodilución inducida por los coloides [56] y, en algún
tismo craneal se considera a menudo un umbral de caso, secundaria a un anticoagulante, como el citrato,
16 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
presente en algunas bolsas de productos sanguíneos lábi- olvidar que las intervenciones con objetivo de hemostasia
les [121] . Ahora bien, por una parte, el calcio está implicado son prioritarias. Así, se ha demostrado que en los pacientes
en la cascada de la coagulación y, por otra parte, es necesa- con traumatismo grave en estado de shock, las indica-
rio para la contractilidad cardíaca y el tono vascular. Por ciones de una cirugía para hemostasia abdominal y/o
lo tanto, en caso de shock hemorrágico se recomienda torácica (21%) son 8,5 veces más frecuentes que las indi-
mantener una concentración de calcio ionizado superior caciones neuroquirúrgicas (2,5%) [77] . En segundo lugar,
a 0,9 mmol/l [38] . algunas lesiones asociadas pueden contraindicar las inter-
venciones quirúrgicas. Así, por ejemplo, una cirugía de
Factor VII activado recombinante la columna vertebral está contraindicada en un paciente
con una contusión pulmonar grave. Asimismo, en pre-
El factor VII activado recombinante (rFVIIa) es un tra-
sencia de un traumatismo craneal grave, una cirugía con
tamiento de segunda elección en el shock hemorrágico
circulación extracorpórea por ruptura del istmo aórtico
por traumatismo. Se prescribe en caso de traumatismo
suele diferirse o sustituirse, si es posible, por una técnica
cerrado, tras el fracaso del tratamiento convencional (ciru-
endovascular. En tercer lugar, antes de una intervención
gía, radiología intervencionista), para la optimización
quirúrgica prolongada (columna vertebral y/o múltiples
de la coagulación (hematocrito > 24%, plaquetas > 50 g/l,
fracturas distales), conviene preguntarse si la evaluación
fibrinógeno > 1,5-2 g/l) y la corrección de una acidosis
lesional ha sido suficiente y si la monitorización de la PIC
grave, de una hipotermia profunda y de una hipocalce-
es o no necesaria en presencia de un traumatismo craneal
mia [38, 130] . La dosis recomendada es de 200 g/kg, que
grave.
corresponde a la dosis inicial del estudio aleatorizado de
referencia, en el que se demostró la eficacia del rFVIIa en
los traumatismos cerrados para reducir de forma significa- Principio del control lesional
tiva la transfusión sanguínea y el porcentaje de pacientes Uno de los conceptos más útiles para el tratamiento
que necesitan una transfusión masiva [131] . Sin embargo, de los traumatizados más graves es el de control lesional
el rFVIIa no debe considerarse como un tratamiento de (damage control) [135] . Este concepto, inicialmente desarro-
sustitución, pues las concentraciones de factor VII obteni- llado por la Marina de Estados Unidos, ha sido aplicado
das son muy superiores a las fisiológicas. Debido a que su a la cirugía de guerra y a los pacientes con traumatismos
acción procoagulante está vinculada a una síntesis asom- hepáticos graves [136, 137] . El principio de un tratamiento
brosa de trombina que permite la formación del coágulo, quirúrgico no se basa en un restablecimiento anató-
la cuestión de la dosis óptima está en suspenso, en la mico, sino en el fisiológico (hemodinámico), mediante
medida en que el factor rFVIIa expone de forma exponen- una intervención lo más rápida posible (laparotomía
cial a un riesgo trombógeno y que dosis inferiores quizá abreviada) con técnicas rudimentarias pero eficaces (tapo-
permitirían obtener resultados similares con disminución namiento), asociadas a un tratamiento incompleto de
de dicho riesgo. las lesiones que no plantea un problema inmediato de
hemostasia. Esta conducta se asocia a una reducción de
Antifibrinolíticos la mortalidad de los pacientes más graves [136, 137] . Aunque
Los antifibrinolíticos se administran a menudo de no se ha realizado ningún estudio de gran magnitud en
forma sistemática en el shock hemorrágico, por extra- este aspecto, sería lógico extender estos principios al tra-
polación a partir de los resultados obtenidos con estas tamiento global de los traumatizados más graves. Así, los
moléculas en términos de reducción de la hemorragia principios del control lesional pueden resumirse en cuatro
en cirugía programada. En un solo estudio aleatorizado reglas [138] :
de gran magnitud se ha demostrado una reducción sig- • prioridad absoluta a la hemostasia (cirugía y/o radiolo-
nificativa de la mortalidad tras la administración de un gía intervencionista);
antifibrinolítico (ácido tranexámico, 1 g en inyección • a esta prioridad absoluta, integración de la reanima-
intravenosa lenta de 10 minutos) en pacientes traumati- ción para corregir las alteraciones hemodinámicas y la
zados con hemorragia o riesgo de hemorragia activa [132] . hemostasia y, por consiguiente, evitar sus consecuen-
En este trabajo, la reducción de la mortalidad se obtenía cias deletéreas;
sólo en caso de administración precoz antes de la tercera • objetivo quirúrgico limitado en un primer tiempo
hora, pero una administración más tardía se asociaba a (laparotomía abreviada, tracción ortopédica simple,
un aumento de la mortalidad [133] . Aunque este estudio fijadores externos), con renuncia al tratamiento qui-
fue criticado desde el punto de vista metodológico, bási- rúrgico completo e ideal inmediato, y reintervención
camente debido a la escasa gravedad de los pacientes y a distancia una vez controladas la hemorragia y sus
la baja calidad de los cuidados en salud de los países que consecuencias;
participaron en el estudio [134] , la administración profilác- • ante un paciente inestable, contraindicación en la fase
tica de ácido tranexámico es un tratamiento que tiende inicial de cualquier intervención sin objetivo de hemos-
a ser cada vez más sistemático en el shock hemorrágico tasia.
de origen traumático, tanto en fase prehospitalaria como Evidentemente, para aplicar esta estrategia se nece-
intrahospitalaria. Además, junto a esta prescripción pro- sita una gran experiencia y un enfoque multidisciplinar,
filáctica, se recuerda que la administración curativa de un compartiendo la base de conocimientos comunes entre
antifibrinolítico está perfectamente indicada en presencia los profesionales que participan en el tratamiento del
de una auténtica fibrinólisis, documentada en el aspecto paciente con traumatismo grave.
biológico y/o a partir de un tromboelastograma [38] .
EMC - Anestesia-Reanimación 17
E – 36-725-C-50 Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas
18 EMC - Anestesia-Reanimación
Tratamiento del traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas E – 36-725-C-50
uno debe evaluarse de forma constructiva para mejorar pacientes traumatizados graves a estos centros, ya que la
las prácticas. Desde luego, debe contarse con personal atención de éstos no se improvisa y debe preverse para
formado de manera específica, permanente y con fun- evitar fallecimientos o secuelas injustificadas.
ciones precisas. Un equipo formado por personal médico
y paramédico debe estar disponible las 24 horas, debido
a la tendencia elevada del ingreso de los traumatizados Bibliografía
durante la noche.
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puede adquirirse cuando estos equipos reciben un número [6] Yeguiayan JM, Garrigue D, Binquet C, Jacquot C, Duranteau
elevado de traumatizados, lo que justifica que los pacien- J, Martin C, et al. Medical pre-hospital management reduces
tes con traumatismo grave sean trasladados a tales centros, mortality in severe blunt trauma: a prospective epidemiological
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Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Jouffroy R, Langeron O, Riou B, Vivien B. Tratamiento del
traumatismo grave del adulto en las primeras 24 horas. EMC - Anestesia-Reanimación 2016;42(1):1-22 [Artículo E – 36-725-C-50].
Disponibles en www.em-consulte.com/es
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complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico
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