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Lesiones recientes de los tendones


flexores de los dedos
C. Taleb, P. Liverneaux

El tratamiento de las lesiones recientes de los tendones flexores de los dedos es difícil. A
pesar de los progresos constantes en la precisión del diagnóstico, las técnicas de sutura y
los protocolos de rehabilitación funcional, no existe un consenso sobre su reparación. Sin
embargo, la mayoría de los autores admiten algunas reglas, como el tratamiento urgente
y la movilización precoz. En cambio, otros son objeto de discusión, como la elección de
la vía de acceso, del hilo y de la técnica de sutura o del protocolo de rehabilitación. En
este artículo se revisan las distintas técnicas y alternativas posibles.
© 2016 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Tendones flexores; Kleinert; Duran; Strickland; Tsuge; Kessler; Tang

Plan proximal del radio y de la membrana interósea, y en oca-


siones en la apófisis coronoides mediante una inserción
■ Reseña anatómica 1 accesoria.
Anatomía descriptiva 1 Estos tres cuerpos musculares movilizan nueve tendo-
Nutrición tendinosa 2 nes: dos para cada dedo largo (profundo y superficial) y
Sistema de polea 2 uno para el pulgar. La inervación procede de los nervios

mediano y cubital: el nervio mediano para los flexores
Fisiología de la cicatrización tendinosa 3
superficiales, los flexores profundos del índice, del cora-
■ Principios generales de reparación de los tendones zón y del flexor largo del pulgar, y el nervio cubital para
flexores 3 los flexores profundos del anular y del meñique. Exis-
■ Lesiones tendinosas en la zona 1 5 ten variaciones anatómicas: conexiones intertendinosas,
■ Lesiones tendinosas en la zona 2 6 músculos tendinosos supernumerarios (músculo de Gant-
zer), ausencia de flexor superficial del 5.◦ radio [2, 3] . La
■ Lesiones tendinosas en las zonas 3-4-5 7 ausencia congénita del flexor superficial plantea un pro-
■ Rehabilitación postoperatoria 7 blema práctico durante la sección del flexor profundo del
■ Conclusión 9 5.◦ radio: un fracaso de reparación del tendón flexor pro-
fundo impide cualquier flexión activa.
La estructura anatómica del aparato flexor varía desde
su inserción distal hasta su inserción proximal. Verdan
 Reseña anatómica y Michon han propuesto una clasificación topográfica
(Fig. 1) en cinco zonas anatómicas y terapéuticas [4] . La
Anatomía descriptiva zona 1 corresponde a la inserción distal del flexor pro-
fundo. Es extratecal y sólo contiene un tendón. La zona 2
El aparato flexor extrínseco de la mano consta de tres corresponde al canal digital. Es intratecal y contiene los
cuerpos musculares situados en el antebrazo: el flexor pro- dos tendones flexores superficial y profundo. Es una zona
fundo, el flexor superficial y el flexor largo del pulgar [1] . crucial, porque está poco vascularizada. El tendón del
El flexor profundo se inserta en el cúbito y en la mem- flexor profundo pasa a través de las dos bandeletas del
brana interósea. Se divide en dos vientres musculares, tendón del flexor superficial en una zona denominada
uno para el índice y otro para los tres radios cubitales, quiasma de Camper. La zona 3 corresponde al paso de
por lo que interviene en la independencia de la pinza los tendones flexores en la palma de la mano. A ese nivel
pulgar-índice. El flexor superficial se inserta mediante se encuentran los músculos lumbricales, que se extien-
dos vientres musculares en el epicóndilo medial y el den desde la cara radial de los tendones flexores hasta el
radio. Estos dos vientres se unen mediante una arcada aparato extensor. La zona 4 corresponde al túnel carpiano.
fibrosa en el tercio medio del antebrazo. El flexor largo Los nueve tendones flexores, intra y extrasinoviales, están
del pulgar se inserta siempre en la cara palmar del tercio dispuestos en tres capas:

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Volume 8 > n◦ 4 > diciembre 2016
http://dx.doi.org/10.1016/S2211-033X(16)80744-6
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Zona 1

Zona 2

Zona T 1

Zona T 2 Zona 3

Zona T 3

Zona T 4 Zona 4

Figura 2. Representación esquemática de las vainas tendino-


Zona T 5 Zona 5 sas. Obsérvese la prolongación de las vainas digitales del pulgar y
del meñique hasta la muñeca. La comunicación de estas dos vai-
nas al nivel carpiano explica los cuadros de flemones en reloj de
Figura 1. Clasificación topográfica de Verdan. Las reparacio- arena. 1. Vaina tendinosa (abierta); 2. tendón del flexor profundo
nes tendinosas son más difíciles en la zona 2, que está mal (flexor digitorum profundus); 3. tendón del flexor superficial
vascularizada y es exigua. (flexor digitorum superficialis); 4. vaina tendinosa alrededor del
flexor largo del pulgar (flexor pollicis longus); 5. tendón del fle-
• superficial, por la que discurren los tendones flexores xor radial del carpo (flexor carpi radialis); 6. tendón del flexor
superficiales del corazón y del anular; largo del pulgar (flexor pollicis longus); 7. vaina tendinosa digital;
• intermedia, por la que discurren los tendones de los 8. vaina tendinosa común; 9. tendón de los flexores superficial y
flexores superficiales del índice y del meñique; profundo de los dedos.
• profunda, por la que discurren los tendones flexores
profundos y el flexor largo del pulgar.
La zona 5 en el antebrazo corresponde a la unión mio-
tendinosa.
Se debe recordar que la zona 2 («tierra de nadie» de
Bunnell) es la más complicada de reparar, debido, por una
parte, a su escasa vascularización, que puede dar lugar a
rupturas y, por otra parte, a su pequeño volumen, que
puede provocar adherencias.

Nutrición tendinosa
La nutrición tendinosa procede de dos fuentes: el
líquido sinovial que circula por la vaina digital y el sistema
microvascular de los vínculos.
Las vainas digitales rodean los tendones flexores de los
tres dedos centrales desde la articulación interfalángica
distal hasta la zona del pliegue palmar distal (Fig. 2). Al
nivel del pulgar y del meñique, la vaina se extiende desde
la articulación interfalángica (distal) hasta la muñeca.
Estas dos vainas radial y cubital pueden comunicarse y
dar lugar a los flemones en reloj de arena. Cada vaina está Figura 3. Representación esquemática de las inserciones y
constituida por una lámina visceral y otra parietal, lo que de la vascularización tendinosas. Cada tendón recibe su vas-
crea un espacio virtual de nutrición y de deslizamiento. cularización de dos vínculos (uno corto y uno largo). FDS:
De forma parecida a una jeringa y su émbolo, el desplaza- flexor digitorum superficialis; FDP: flexor digitorum pronfundus.
miento de los tendones flexores profundo y superficial en 1. Rama para el vínculo corto; 2. rama para el vínculo largo;
el canal digital moviliza la circulación del líquido sinovial 3. arteria digital común; 4. vínculo corto; 5. vínculo largo.
y favorece la nutrición tendinosa. Entre los vínculos se encuentran zonas pauci o avascu-
Los vínculos, dos cortos y uno largo, se fijan a la cara lares, sobre todo en la cara palmar del tendón.
dorsal del tendón flexor (Fig. 3). Los vínculos cortos están
destinados uno a la inserción del flexor profundo y el
otro a la del flexor superficial. El vínculo largo se extiende Sistema de polea
desde el flexor superficial al flexor profundo. La vasculari-
zación de los vínculos proviene de arterias retrotendinosas En la zona 2 durante su paso por el canal digital, los ten-
procedentes de las arterias colaterales digitales mediante dones flexores están apoyados sobre el esqueleto óseo por
arcadas anastomóticas metafisarias. un sistema de poleas que se oponen al efecto de cuerda de

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Figura 5. Representación esquemática del bloqueo intratendi-


noso del hilo. El punto se denomina «apoyado»; cuando la hebra
transversal pasa por delante de la hebra longitudinal, el tensado
del hilo bloquea las fibras tendinosas e impide que la sutura se
Figura 4. Representación esquemática de las poleas digita- afloje.
les. Las poleas A2 y A4 se fijan al esqueleto óseo; son las más
importantes mecánicamente.
riesgos infecciosos. La reparación debe ser lo bastante
arco durante la flexión de las cadenas digitales. Los dedos resistente para comenzar una rehabilitación precoz y res-
largos cuentan con cinco poleas anulares numeradas A1, petar el principio de la reparación «todo en un tiempo con
A2, A3, A4 y A5, y tres poleas cruciformes numeradas C1, movilización precoz». La reparación debe ser lo menos
C2 y C3. El pulgar tiene tres, que son dos poleas anulares y voluminosa posible para evitar las adherencias intrateca-
una polea oblicua, numeradas T1, T2 y T3. Las poleas anu- les y debe respetar la vascularización tendinosa con el
lares son impares y se fijan en las placas palmares. Su papel fin de impedir el riesgo de ruptura tendinosa isquémica
mecánico es secundario, mientras que las poleas anulares secundaria. Tres elementos principales intervienen en la
son pares, se fijan al esqueleto óseo y poseen una acción calidad de la reparación tendinosa: el tipo de hilo utili-
primordial en el mantenimiento de los tendones durante zado, el número de hebras longitudinales intratendinosas,
el enrollamiento del dedo. Las poleas cruciformes permi- del que depende la solidez de la reparación, así como la
ten la acción coordinada de las poleas anulares por efecto hermeticidad de la sutura, de la que depende la calidad
acordeón durante los movimientos de flexión/extensión del deslizamiento de la reparación.
(Fig. 4). El hilo ideal debe ser resistente, fácil de manipular y pro-
vocar la menor reacción tisular posible una vez colocado.
Se utilizan distintos hilos en función de las costumbres del
 Fisiología cirujano: reabsorbibles o no, trenzados o no, en bucle o
no. Los más usados son el nailon (Ethilon), el polipro-
de la cicatrización tendinosa pileno (Prolene) y el poliglicólido-trimetileno (PDS). El
FiberWire, más reciente, es apreciado por su rugosidad,
La cicatrización tendinosa se descompone en dos pro- que proporcionaría un mejor anclaje intratendinoso. Sus
cesos simultáneos: intrínseco y extrínseco. Cada uno detractores le critican que aumenta la fase inflamatoria
de estos procesos evoluciona en tres fases solapadas de la cicatrización tendinosa y, por tanto, el riesgo de
sucesivas. Después de una fase de invasión macrofágica adherencias [10] . El diámetro del hilo depende de la zona
inflamatoria que dura varias horas, la fase de invasión tendinosa que se va a reparar, de la edad del paciente y
fibroblástica de producción aleatoria de fibras de colá- del número de hebras utilizadas para la sutura. En el ante-
geno dura alrededor de 6 semanas. Después, la fase de brazo y la muñeca, en la mayoría de los casos se usa un
reorganización fibrilar con maduración y diferenciación hilo 3/0, mientras que en el canal digital se prefiere un 4/0.
de la cicatriz en tejido tendinoso dura varios meses [5] . La Un hilo 5/0, e incluso 6/0 se prefiere para la reparación de
cicatrización intrínseca garantiza la solidez de la super- la vaina tendinosa o para la reparación del propio ten-
ficie de sección entre los dos muñones tendinosos y la dón en los niños. Cuanto mayor es el número de hebras
técnica de reparación tendinosa debe respetarla. La cica- intratendinosas, más puede disminuirse el diámetro del
trización extrínseca puede evolucionar hacia la aparición hilo. De este modo, una reparación con cuatro hebras
de adherencias tendinosas en la vaina digital, y la técnica intratendinosas de diámetro 4/0 es tan resistente como
de reparación tendinosa debe ser hermética para evitarlas. una reparación con dos hebras intratendinosas de diáme-
Distintos factores exteriores influyen en la cicatrización tro 3/0 [11] .
tendinosa: el hilo utilizado para la reparación, el tipo de En la práctica, se utiliza preferentemente un hilo reab-
sutura y el tipo de movilización digital postoperatoria. sorbible en bucle no trenzado de PDS 4/0 para las
Algunos agentes farmacológicos (5- fluorouracilo, factores reparaciones en la zonas 2 y 3 en los adultos, cuya reabsor-
de crecimiento VEGF, TGF, IGF1, etc.) y algunos facto- ción se obtiene en 6-8 semanas [10] . Su solidez es suficiente
res físicos (campos eléctricos, ultrasonidos) tienen efectos para permitir una rehabilitación precoz [12] . En las zonas 4
beneficiosos sobre la cicatrización, pero su utilización clí- y 5, es preferible usar un hilo reabsorbible no trenzado de
nica es escasa [6–9] . PDS 3/0.
Se han descrito muchos puntos para reparar las lesiones
de los tendones flexores de los dedos. La resistencia de la
reparación depende directamente del número de hebras
 Principios generales intratendinosas y del modo en el que el punto se aprieta
de reparación al nivel intratendinoso (Fig. 5). En un estudio reciente en
el que se compararon distintas formas de realizar el punto
de los tendones flexores de Kessler en las que se variaban el número de pasadas
intratendinosas y el número de bloqueos intratendino-
Las lesiones de los tendones flexores de los dedos sos, los resultados muestran claramente que la resistencia
deben tratarse de forma urgente, idealmente en las 48 mecánica de la reparación aumenta cuando se incre-
horas posteriores al traumatismo, para limitar los ries- menta el número de pasadas intratendinosas. En cambio,
gos de retracción del muñón tendinoso proximal y los cuando el número de bloqueos intratendinosos es mayor,

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Figura 6. Representación esquemática de los principales pun-


tos según Kessler (A), Strickland (B) y Tsuge (C). En los dos
primeros casos, el nudo es intratendinoso; en el último caso,
es extratendinoso. Para los dos primeros casos, las molestias
durante el deslizamiento en la vaina son escasas, pero el nudo
puede interferir con la cicatrización intrínseca.

no hay un aumento significativo de la resistencia mecá-


nica [13] . Las técnicas más clásicas son (Fig. 6):
• con dos hebras intratendinosas, el punto original de
Kessler, el punto original de Tsuge, el punto de Bunnell;
• con cuatro hebras intratendinosas, el punto doble de
Kessler, el punto doble de Tsuge (Fig. 7), el punto de Figura 7. Principio de la reparación tendinosa según Tsuge,
Strickland, el punto cruzado de MacLarney [14] y, más con un hilo en bucle. La ventaja es que su escaso volumen per-
recientemente, el punto de «U-Tang» [15] ; mite duplicarlo o incluso triplicarlo.
• con seis hebras intratendinosas, el punto de Lim/Tsai [16]
y el punto modificado de Tang «M-Tang» [17] .
Dependiendo de si se escogen cuatro o seis hebras, se
han descrito preferentemente dos puntos: el punto modi-
ficado de Tang «M-Tang» y el punto de MacLarney. El
punto modificado de Tang, que sólo requiere dos hilos
en bucle, permite obtener una resistencia elevada con
seis hebras intratendinosas y un volumen moderado, con
sólo dos nudos de bloqueo (Fig. 8). Se puede asociar al
punto principal un afrontamiento de los bordes tendino-
sos mediante una sutura continua peritendinosa (Fig. 9).
El punto descrito por MacLarney es un punto cruzado
con cuatro hebras (Fig. 10). Suele tomarse como punto
de referencia en los estudios comparativos con las nuevas
técnicas de reparación tendinosa. Se trata de un punto
cuadrado con cuatro hebras intratendinosas cruzadas que
se fijan con un único nudo extra o intratendinoso. Aun-
que proporciona una resistencia mecánica importante, el
cruzamiento de las hebras disminuye el deslizamiento y
puede alterar el ajuste de la tensión de la reparación.
Con independencia de cuál sea la técnica de reparación,
el anclaje tendinoso del hilo debe respetar ciertas reglas:
• debe estar a una distancia adecuada de la zona de sec-
ción tendinosa. Si está demasiado cerca, no engloba
suficiente tejido tendinoso y si está demasiado lejos,
un efecto acordeón puede hacer que la reparación sea
demasiado voluminosa. La distancia de anclaje ideal es
a 7-10 mm de la zona de sección [17] ;
• la sutura debe quedar apretada, es decir, que las hebras
longitudinales deben cruzar a las hebras transversa- Figura 8. Representación esquemática de distintos métodos
les. El objetivo es limitar el deslizamiento del hilo en de suturas peritendinosas por sutura continua simple (A), sutura
el interior del tendón por efecto de «hilo de cortar continua bloqueada (B), sutura continua cruzada (C) y sutura
mantequilla»; cruzada bloqueada (D). La sutura peritendinosa garantiza la her-
• la tensión ejercida al apretar el nudo debe evitar meticidad de la reparación tendinosa.
que se cree una separación entre los dos muñones

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Tipo I Tipo II Tipo III

Figura 11. Clasificación de las lesiones en «dedo de jersey»


según Leddy y Packer. Cuanto más retraído está el muñón ten-
dinoso, mayor es el riesgo de desvascularización y de fracaso de
la reparación.

en la zona 1, un punto «M-Tang» para las reparaciones


tendinosas en la zona 2 y un punto Tsuge doble para las
reparaciones en las zonas 3, 4 y 5.
El tratamiento de las lesiones de los tendones flexores
depende de la zona anatómica afectada según la topogra-
Figura 9. Principio de la reparación tendinosa según Tang fía propuesta por Verdan.
modificado. La ventaja es que es posible utilizar seis hebras intra-
tendinosas y dos nudos extratendinosos.
 Lesiones tendinosas
en la zona 1
Las lesiones de los tendones flexores de los dedos en
la zona 1 sólo afectan al flexor profundo, entre su inser-
ción distal en la falange distal y la inserción distal del
flexor superficial en la falange media (Fig. 11). Su pro-
nóstico se considera mejor que el de las lesiones en la
zona 2, sobre todo porque la interfalángica distal está poco
implicada en el arco de movilidad global de la cadena digi-
tal [21, 22] . Dependiendo de que la lesión sea cerrada («dedo
de jersey») o abierta, se pueden proponer distintas téc-
nicas de reparación, equivalentes a una reinserción ósea.
Se distinguen las reparaciones con fijación externa y las
reparaciones con fijación interna.
Figura 10. Principio de la reparación tendinosa según MacLar-
Bunnell, Jennings y Brunelli han descrito las tres técni-
ney. El cruzamiento de las hebras intratendinosas aumenta la
cas principales con fijación externa.
estabilidad de la reparación tendinosa. El punto puede realizarse
La técnica de pull-out (Fig. 12), descrita en 1940 por Bun-
dos veces para aumentar la resistencia mecánica de la repara-
nell [23] , ha sido la primera que se ha utilizado. Se trata de
ción. La reparación puede completarse con una sutura continua
una sutura exteriorizada al nivel proximal y distal y apo-
peritendinosa.
yada sobre la placa ungueal, por lo que recibe el nombre de
pull-out. Inicialmente, se trataba de un hilo de acero que
se pasaba desde el muñón proximal al muñón distal y que
tendinosos, con un riesgo de que se debilite la cicatriza- se exteriorizaba tras su paso transóseo por la falange distal
ción y la reparación. La tensión del apriete es difícil de antes de apretarse sobre la placa ungueal directamente o
evaluar de forma peroperatoria. Algunos trabajos han mediante un botón de plástico. La sutura intratendinosa
demostrado que se debía «sobretensar» la sutura un en cruceta permitía una buena sujeción tendinosa.
10% respecto a la tensión ideal para compensar el tono Jennings modificó la técnica de pull-out de Bunnell [24]
muscular abolido por la anestesia y la posible distensión asociando un sistema de arpón al hilo metálico: el barb-
secundaria de la reparación [18, 19] . Para evitar este pro- wire. La fijación por cruzamiento del hilo en el muñón
blema y conservar el tono muscular, algunos autores tendinoso proximal se ha abandonado, sustituyéndola
realizan la reparación con anestesia local pura, según por un arpón que se apoya en el muñón proximal. El hilo
la técnica de cirugía con el paciente completamente fijado al arpón se exterioriza al nivel distal y se aprieta
despierto o wide awake surgery [20] . sobre la placa ungueal con una bola de plomo.
En la práctica, se utiliza preferentemente un semipunto Por último, Brunelli ha propuesto una técnica con
de Kessler apretado en un anclaje para las reparaciones exteriorización pulpar [25] . Este autor asocia a la fijación

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Figura 13. Representación esquemática de las distintas vías


de acceso. En la zona 2, se usan preferentemente las incisio-
Figura 12. Representación esquemática de distintos métodos nes mediolaterales, porque limitan las adherencias cicatriciales al
de reinserción tendinosa en la zona 1: por pull-out simple (A), nivel de la reparación tendinosa.
pull-out y barbwire (B) y microanclaje (C). Se puede asociar una
reparación con anclaje a un pull-out.  Lesiones tendinosas
en la zona 2
un afrontamiento de los bordes tendinosos mediante
una sutura continua peritendinosa. Brunelli permite una La zona 2 de Verdan es la parte del canal digital com-
movilización precoz activa. prendida entre la inserción terminal del flexor superficial
Estas técnicas por exteriorización de la fijación tienen y el fondo de saco proximal de la vaina tendinosa. Engloba
como inconvenientes un riesgo infeccioso y un riesgo a la vez al flexor profundo y al flexor superficial, por lo que
estético por distrofia ungueal. En una serie, se ha descrito ambos tendones pueden seccionarse accidentalmente.
un 65% de complicaciones [26] . Esta zona tiene una particularidad triple: proximidad de
La aparición de los anclajes miniaturizados ha permi- los pedículos vasculonerviosos y, por tanto, riesgo de lesio-
tido mejorar los resultados clínicos de las reparaciones nes asociadas, espacio inextensible con riesgo de conflicto
tendinosas en la zona 1 [27, 28] . El tamaño de los ancla- entre la reparación y las paredes del canal digital, así como
jes disponibles actualmente en el mercado permite una escasa vascularización tendinosa con riesgo de ruptura
reinserción en la falange distal sin protrusión dorsal ni secundaria por necrosis de la zona reparada.
distrofia ungueal, a condición de respetar las indicacio- La reparación de las lesiones tendinosas en la zona 2
nes y la técnica de colocación. La resistencia mecánica es debe tener en cuenta tres requisitos: limitar el riesgo de
suficiente, a condición de que la orientación del anclaje rigidez por adherencia cicatricial, recuperar los muñones
sea retrógrada y con una oblicuidad de 45◦ para limitar el tendinosos a menudo retraídos y preservar el sistema de
riesgo de arrancamiento [29] . Entre los inconvenientes de poleas.
los anclajes, pueden citarse el riesgo de protrusión sobre La elección del acceso cutáneo es primordial para limi-
la cara dorsal, de distrofia ungueal, de granuloma infla- tar las adherencias cicatriciales al nivel del canal digital.
matorio y de destrucción ósea [30, 31] . Hay dos tipos de incisión a los que se debe dar priori-
Con independencia de cuál sea la técnica de reparación dad: un acceso según Brüner o un acceso por incisiones
escogida, externa o interna, conviene proceder a apretar mediolaterales (Fig. 13). Estos dos accesos evitan las inci-
el hilo con control del sitio de sutura, porque una tensión siones perpendiculares en los pliegues de flexión digitales,
excesiva podría provocar un efecto de cuadriga (cuando que provocan una brida cicatricial en flexo. Las inci-
la movilidad de un tendón flexor se reduce, la de los otros siones según la técnica de Brüner pasan oblicuamente
flexores profundos también disminuye). En un estudio en de un pliegue de flexión al otro sin perpendicular a los
el que se ha comparado la fijación interna y externa, no pliegues de flexión. Las incisiones mediolaterales pasan
se ha observado una diferencia significativa en términos alternativamente del borde mediolateral cubital al borde
de fuerza ni de movilidad, aunque había una ventaja a mediolateral radial atravesando el dedo por los pliegues
favor de los anclajes, que proporcionaban resultados más de flexión. Dependiendo de la lesión inicial, se combinan
rápidos [32] . Algunos autores combinan ambos tipos de los dos tipos de incisión, evitando pasar por la vertical del
fijación [33] . canal digital para limitar la creación de nuevas adheren-
En la práctica, la elección del tipo de reparación cias cicatriciales a su nivel.
depende principalmente del tamaño del fragmento Debido a que las lesiones tendinosas en la zona 2 se
óseo avulsionado. Si no existe avulsión ósea o si el producen a menudo con la mano cerrada, por ejemplo,
tamaño del fragmento óseo es demasiado pequeño para por un cuchillo sujeto con la mano, a menudo existe
permitir la osteosíntesis, está indicado realizar una rein- una separación entre la lesión cutánea y la lesión tendi-
serción mediante anclaje (preferentemente reabsorbible) nosa, debido a que el muñón proximal puede retraerse
o mediante pull-out. Si el fragmento óseo es suficiente para hasta el túnel carpiano. Una lesión en la zona 2 de
estabilizarlo mediante atornillado o miniplaca, está indi- un dedo largo puede requerir una contraincisión proxi-
cado realizar la osteosíntesis, porque es más estable. mal al nivel del túnel carpiano para recuperar el muñón

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proximal. El muñón tendinoso puede continuar retrayén- Las lesiones tendinosas parciales en la zona 2 pueden
dose entre el momento del traumatismo y la reparación si provocar un bloqueo en la vaina sinovial por un callo cica-
el paciente sigue solicitando su dedo en flexión. Se acon- tricial hipertrófico. Las actitudes de los diversos autores
seja una inmovilización en flexión de la muñeca y de son discordantes. Algunos recomiendan no realizar nin-
los dedos mediante una férula dorsal antes de la inter- guna reparación de las lesiones que afectan hasta a un
vención, así como evitar la evaluación tendinosa activa 60%, e incluso al 75% del cuerpo tendinoso, sobre todo en
durante la exploración física. En la fase peroperatoria, no los niños [39] . Otros, por el contrario, recomiendan reparar
se debe recuperar el muñón proximal con una pinza para la lesión parcial mediante una sutura continua o con un
no crear lesiones tisulares al nivel de la zona de sección punto cuadrado. Es preferible realizar una resección tan-
tendinosa. Para no pinzar el muñón proximal, pueden gencial cuando la sección es menor del 50% de la zona
emplearse dos técnicas: el «ordeño» y la utilización de un de sección del tendón, y una sutura mediante un punto
drenaje. El ordeño consiste en comprimir el antebrazo cuadrado cuando la sección es superior al 50% [40] .
para empujar el muñón proximal en sentido distal. La Cuando existen lesiones asociadas, su reparación es
maniobra del ordeño puede ser insuficiente. En este caso, indisociable de la de los tendones flexores, en un orden
se puede colocar un drenaje en el canal digital a partir de lógico. La estabilización ósea es la primera etapa, seguida
la zona de lesión y después empujarlo en sentido proximal de la reparación tendinosa, y después de las anastomosis
hasta contactar con el muñón proximal, lo que indica la microquirúrgicas vasculares y nerviosas, para finalizar con
zona de retracción del muñón. A continuación, se realiza la cobertura cutánea. La osteosíntesis debe ser estable para
una contraincisión en esta zona para recuperar el muñón permitir la movilización precoz. Una posible exposición
proximal, tras haberlo fijado al drenaje con un punto tran- de la reparación tendinosa por una pérdida de sustancia
sitorio (o, mejor, definitivo), traccionando de él en sentido cutánea debe cubrirse, si es preciso mediante un colgajo
distal. local. La rehabilitación se difiere cuando se ha realizado
Cuando la reparación tendinosa es prominente y entra una reparación microquirúrgica, sobre todo nerviosa, para
en conflicto con el sistema de poleas, está indicado realizar evitar solicitarla.
una sección parcial o total de las poleas. Las principa-
les poleas que deben respetarse son las poleas A2 y A4,
que se fijan en la falange proximal y la falange interme-
dia, respectivamente. Desempeñan un papel primordial  Lesiones tendinosas
en la flexión completa y de la flexión contra resisten-
cia de la cadena digital. Cuando existe un conflicto, está
en las zonas 3-4-5
indicado realizar plastias de ampliación de las poleas
La reparación de las lesiones de los tendones flexores en
mediante resección parcial, incisión lateral o incisión
la zona 3, en la palma, suele plantear pocos problemas de
medial. Muchos autores coinciden en señalar que es posi-
volumen excesivo o de adherencias. En caso de conflicto,
ble incidir la polea A2 justo en los dos tercios de su
la polea A1 puede abrirse, como en la cirugía del dedo en
longitud y la polea A4 en toda su longitud si las otras
resorte.
poleas están intactas [34] . Según Lalonde, la realización de
La reparación de las lesiones de los tendones flexores
la reparación tendinosa bajo anestesia local pura permite
en la zona 4, en el túnel carpiano, requiere una sección
evaluar la reparación tendinosa solicitando al paciente
del retináculo de los flexores para poder acceder al aparato
que realice una flexión activa peroperatoria. La abertura
tendinoso y proteger el nervio mediano y el arco palmar
de las poleas se efectúa a demanda, dependiendo de los
superficial.
conflictos entre los tendones reparados y las poleas [35] .
La reparación de las lesiones de los tendones superfi-
Se utiliza preferentemente la plastia en omega [36] Con-
ciales en la zona 5, reunidos en láminas tendinosas en
siste en realizar una incisión lateral subperióstica en un
el antebrazo, plantea el problema de la identificación de
lado de la polea para ampliar el espacio existente bajo
los muñones proximales y distales cuando se lesionan
ella. Algunos autores han mostrado que era posible incidir
varios tendones. Suele tratarse de lesiones multitisulares
la polea a ambos lados para aumentar aún más el espa-
que entran en el marco de las lesiones tendinonervio-
cio [37] . Cuando estas poleas están totalmente rotas, se
sas y vasculares en la muñeca, en su grado máximo con
deben reparar e incluso reconstruirlas de urgencia.
una hemisección anterior en la muñeca [41] . Cuando se
Las opiniones respecto a la vaina digital son divergen-
trata de un intento de suicidio, es obligatorio realizar un
tes. Algunos autores recomiendan un cierre de la vaina
tratamiento psiquiátrico.
mediante sutura para favorecer la nutrición intratecal [38]
del tendón mediante una sutura continua de PDS 5/0 o
6/0, mientras otros consideran que no es de interés [12] .
Parece preferible no obstinarse en volver a cerrar la vaina
digital para volver a rodear los muñones tendinosos repa-
 Rehabilitación
rados, ni, al contrario, realizar una resección extensa para postoperatoria
exponerlos.
Respecto a la reparación del flexor superficial, la primera La rehabilitación postoperatoria es un elemento esen-
regla que debe respetarse consiste en reparar las lesiones cial para lograr un buen resultado funcional tras la
del flexor superficial, porque proporciona, por una parte, reparación quirúrgica de las lesiones recientes de los ten-
independencia funcional y fuerza al dedo y, por otra parte, dones flexores de los dedos. La rehabilitación es difícil,
la vascularización de todo el aparato flexor a través de los porque debe tener en cuenta dos objetivos contrapuestos:
vínculos. La reparación tendinosa consiste en un punto en por una parte, prevenir las adherencias tendinosas causan-
U de PDS 4/0, e incluso de un punto cuadrado según la téc- tes de limitación de la movilidad y, por otra parte, evitar el
nica de Kessler. La sutura suele ser difícil debido al aspecto riesgo de ruptura precoz. Todos los protocolos de rehabili-
aplanado de las bandeletas tendinosas en la zona 2. La tación recomiendan la movilización precoz, pero existen
segunda regla que debe respetarse es la de favorecer el diferencias en cuanto al momento en el que comienza la
deslizamiento adecuado y sin tensiones de la reparación movilización activa y pasiva. Se considera movilización
en el canal digital. De este modo, cuando la reparación precoz toda aquella que comienza antes de la 1.a semana
de los tendones flexores superficial y profundo provoca postoperatoria, idealmente entre el 2.◦ y el 4.◦ día, es
un bloqueo en el canal digital a pesar de una plastia de decir, antes del inicio de la fase de síntesis intratendinosa
ampliación de la polea, no queda otra solución que sacri- de colágeno. Se han descrito cuatro métodos principales
ficar una bandeleta de flexor superficial resecándola hasta de rehabilitación: inmovilización completa, protocolo de
el quiasma tendinoso. Kleinert, protocolo de Duran y protocolo de Strickland.

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7


E – 44-388  Lesiones recientes de los tendones flexores de los dedos

La implicación del paciente y su comprensión adecuada


del protocolo de rehabilitación son primordiales.
La inmovilización completa es una solución que se
emplea cuando el paciente no puede colaborar por diver-
sos motivos, sobre todo su edad (niños menores de
10 años) o su estado cognitivo (trastornos psiquiátri-
cos). El principio consiste en limitar al máximo el riesgo
de movimiento forzado intempestivo inmovilizando el
miembro lesionado en una contención circular inamo-
vible. Durante las tres primeras semanas, la reparación
tendinosa se protege mediante un yeso o una resina ante-
braquiopalmar (e incluso braquio-antebraquiopalmar en
los niños), con la muñeca a 30◦ de flexión, las arti-
culaciones metacarpofalángicas a 70◦ de flexión y las
articulaciones interfalángicas proximales y distales a 30◦
de flexión. A partir de la 3.a semana, la muñeca se coloca
en posición recta, pero se mantiene una inmovilización
estricta. Hasta la 6.a semana y tras retirar la inmoviliza-
ción, no se empieza la rehabilitación activa, comenzando
por la recuperación del flexo inducido por la inmovili-
zación estricta. En general, en los niños la recuperación
es fácil. En resumen, la inmovilización estricta sólo debe
proponerse de forma excepcional debido al gran riesgo de
aparición de adherencias.
El protocolo de rehabilitación descrito por Kleinert [42]
es una técnica semiactiva en la que se utiliza un retroceso
pasivo en flexión. Mediante una férula dorsal, se mantiene
la muñeca a 45◦ de flexión y las articulaciones metacarpo-
falángicas a 50◦ de flexión. El dedo operado se mantiene
Figura 14. Representación esquemática de la rehabilitación
flexionado, distendiendo la reparación tendinosa con una
según el principio de la «colocación mantenida» de Strickland.
cuerda elástica fijada a la uña. Durante las tres primeras
semanas, la rehabilitación consiste en movimientos de
extensión activa o ayudada por la otra mano hasta el tope
de la férula. Estos ejercicios deben realizarse varias veces desde los primeros días del postoperatorio y tras la dis-
al día con regularidad. A partir de la tercera semana, la minución del edema, mediante varias sesiones al día.
muñeca se coloca en posición recta, continuando los ejer- El masajista-kinesiterapeuta moviliza los dedos de forma
cicios de extensión activa protegida. Al cabo de un mes, pasiva y progresiva en flexión y la muñeca en extensión de
se puede comenzar la rehabilitación activa en flexión, pri- 30◦ . El paciente debe mantener esta posición realizando
mero ayudada y después pura. Los masajes cicatriciales y la contracción muscular más débil posible. El ritmo pro-
las ortesis estáticas de extensión progresiva se dirigen a medio es de 10 ejercicios por hora. Fuera de las sesiones
evitar la actitud frecuente en flexo. Este protocolo de reha- de rehabilitación, el paciente utiliza una ortesis dorsal que
bilitación tiene el inconveniente de provocar un flexo que inmoviliza la muñeca en flexión a 20◦ , las articulaciones
suele ser difícil de reducir. Debe reservarse a los pacientes metacarpofalángicas a 50◦ y las interfalángicas proxima-
que no puedan acceder a un masajista-kinesiterapeuta con les y distales rectas. A partir de la 4.a semana, la muñeca
facilidad y cuya observancia sería dudosa. se coloca en posición recta y se permite la movilización
El protocolo de rehabilitación según Duran [43] es una activa ayudada contra resistencia.
técnica semiactiva inmediata. Una buena observancia y El principio de la «colocación mantenida» parece dar
una comprensión adecuada del protocolo de rehabilita- mejores resultados, menos rupturas secundarias y menos
ción por el paciente son indispensables, para evitar el rigideces que los otros protocolos de rehabilitación [45] .
riesgo de causar una ruptura de la reparación. Durante Se ha demostrado de forma significativa que la movili-
las tres primeras semanas, mediante una férula dorsal ter- zación precoz limita las adherencias intratecales, tal vez
moformada se inmoviliza la muñeca en flexión a 30◦ , porque una movilización pasiva de 4 mm entre los fle-
las articulaciones metacarpofalángicas a 70◦ de flexión xores profundo y superficial sería suficiente para limitar
y las articulaciones interfalángicas proximales y distales las adherencias [43] . Parece que la carga en tracción es lo
a 20◦ de flexión. Durante las tres primeras semanas, los que favorecería la lucha contra las adherencias. La movi-
ejercicios consisten en realizar movimientos de flexión lización pasiva puede provocar un efecto de acordeón,
pasiva del dedo lesionado, con retorno activo a la exten- mientras que una flexión activa controlada provoca una
sión contra el tope de la férula. El paciente repite estos movilización tendinosa más eficiente [46] . Aún está por
ejercicios varias veces al día en su domicilio (idealmente, definir la carga que debe utilizarse.
10 repeticiones por hora). Se completan mediante sesio- Recientemente, algunos autores han recomendado la
nes con un masajista-kinesiterapeuta, para garantizar una movilización activa completa. Se permite al paciente que
observancia adecuada y para comenzar una movilización realice una flexión activa a partir del 2.◦ día de posto-
pasiva en flexión-extensión sin férula. A partir de la ter- peratorio hasta los 45◦ sin oposición [20] . Según muchos
cera semana, se comienza la movilización activa ayudada autores, el pronóstico y la elección de la rehabilitación
con prudencia. Consiste en asociar flexión digital activa dependen de la calidad y de la resistencia de la reparación
suave con un retorno a la extensión activa. A partir de peroperatoria. Tang recomienda evaluar de forma perope-
la sexta semana, la férula sólo se usa por la noche, aún ratoria la flexión-extensión pasiva completa repetida. Si se
durante otras dos semanas. En este estadio, la rehabilita- produce la más mínima dehiscencia de la reparación ten-
ción con el masajista-kinesiterapeuta tiene como objetivo dinosa durante esta prueba, debe reforzarse la sutura [47] .
favorecer el trabajo analítico de los flexores profundo y Cuando se asocian reparaciones vasculonerviosas a
superficial contra resistencia progresiva y, después, recu- la reparación tendinosa, el protocolo de rehabilitación
perar pasivamente las amplitudes de la cadena digital. se comienza 2 semanas después de una inmovilización
El protocolo de Strickland [44] se basa en el principio estricta en distensión de las reparaciones microquirúrgi-
denominado «colocación mantenida» (Fig. 14). Se aplica cas.

8 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Lesiones recientes de los tendones flexores de los dedos  E – 44-388

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La movilización precoz es el único de los principios de
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reparación de las lesiones recientes de los tendones flexo-
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produzcan avances a partir de la bioingeniería, como los xor digitorum profundus lacerations using varying suture
tejidos de interfase para limitar las adherencias o matri- sizes: a comparative biomechanical study. J Hand Surg [Am]
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• La zona 2 es una zona crítica a la hora de repa-
[14] McLarney E, Hoffman H, Wolfe SW. Biomechanical analysis
rarla debido a su escasa vascularización (riesgo de of the cruciate four-strand flexor tendon repair. J Hand Surg
ruptura) y a su pequeño volumen (riesgo de adhe- [Am] 1999;24:295–301.
rencias). [15] Cao Y, Tang JB. Biomechanical evaluation of a four-strand
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• Las poleas anulares pares (A2 y A4) se fijan al [16] Hoffmann GL, Büchler U, Vögelin E. Clinical results of flexor
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esqueleto y mantienen los tendones durante el nique compared with a two-strand technique. J Hand Surg
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• Tres elementos intervienen en la calidad de la [17] Wang B, Xie RG, Tang JB. Biomechanical analysis of a modi-
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número de hebras longitudinales intratendinosas, 2003;38:347–50.
del que depende la solidez, así como la hermetici- [18] Kim JB, de Wit T, Hovius SE, McGrouther DA, Walbeehm
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dad de la sutura, de la que depende la calidad del Hand Surg [Eur] 2012;34:497–502.
deslizamiento. [19] Lee SK, Goldstein RY, Zingman A, Terranova C, Nasser P,
• La aparición de los anclajes miniaturizados ha Hausman MR. The effects of core suture purchase on the
permitido mejorar los resultados clínicos de las biomechanical characteristics of a multistrand locking fle-
reparaciones tendinosas en la zona 1. xor tendon repair: a cadaveric study. J Hand Surg [Am]
• En la zona 2, la rehabilitación postoperato- 2010;35:1165–71.
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C. Taleb, MD.
P. Liverneaux, MD, PhD (philippe.liverneaux@chru-strasbourg.fr).
Service de chirurgie de la main, SOS main, CCOM, Hôpital universitaire de Strasbourg, FMTS, Université de Strasbourg, Icube CNRS 7357,
10, avenue Baumann, 67400 Illkirch, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Taleb C, Liverneaux P. Lesiones recientes de los tendones flexores
de los dedos. EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 2016;8(4):1-10 [Artículo E – 44-388].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
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