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Reflujo gastroesofágico
F. Zerbib, A. Berger

Resumen: El reflujo gastroesofágico (RGE) es una afección multifactorial, muy frecuente, que conlleva
unos costes sanitarios elevados. Su tratamiento depende de su presentación clínica. Los pacientes menores
de 50 años que presentan síntomas típicos sin signos de alarma pueden tratarse sin pruebas complemen-
tarias, en la mayoría de los casos con inhibidores de la bomba de protones. Si existen síntomas atípicos,
signos de alarma y/o resistencia al tratamiento médico empírico, está indicado realizar pruebas com-
plementarias (endoscopia esofagogastroduodenal, pH-metría, pH-impedanciometría) para confirmar el
diagnóstico y descartar posibles complicaciones (esofagitis, esófago de Barret). Las exploraciones pueden
dar lugar a la identificación de un RGE no ácido, cuyo tratamiento está mal codificado, o de un esófago
hipersensible. Las indicaciones quirúrgicas deben limitarse a los pacientes que presenten síntomas típicos
y cuya calidad de vida obligue a aplicar un tratamiento antisecretor continuo, los que presenten regur-
gitaciones molestas pese al tratamiento o en caso de reflujo no ácido o poco ácido que responda mal al
tratamiento médico. Algunos casos particulares (embarazo, ancianos, sobrepeso u obesidad) requieren
un tratamiento adaptado.
© 2022 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Esfínter esofágico inferior; Hernia hiatal; Bolsa ácida; Vaciamiento gástrico;
Vaciamiento esofágico; Endoscopia esofagogastroduodenal; pH-impedanciometría;
Inhibidores de la bomba de protones; Hipersensibilidad esofágica; Esófago de Barret; Funduplicatura

Plan  Introducción
■ Introducción 1 El reflujo gastroesofágico (RGE) corresponde al ascenso de una
■ Fisiopatología 1 parte del contenido gástrico hacia el esófago sin que exista nin-

gún esfuerzo de vómito. Este fenómeno, que es fisiológico en el
Cuándo pensar en el diagnóstico 2
período posprandial, se convierte en patológico cuando provoca
Ante síntomas digestivos más o menos sugestivos 2
síntomas más de dos veces por semana y/o cuando causa lesiones
Ante síntomas extradigestivos para los que una evaluación
mucosas esofágicas.
específica es negativa 2
En Francia, la prevalencia del RGE en la población general es
■ Actitud inicial 2 del 25-30% [1] y está en aumento. Los síntomas de RGE, a menudo
Proceso diagnóstico 2 crónicos, provocan muchas consultas, en particular en medicina
Primera línea de tratamiento 3 general, y un consumo considerable de fármacos debido a la alte-
■ Éxito del tratamiento de primera elección: qué hacer 4 ración de la calidad de vida que ocasionan [2] .
■ Fracaso del tratamiento de primera elección: qué hacer 4 El diagnóstico y el tratamiento del RGE están codificados. Los
Verificar la observancia del tratamiento 4 principales objetivos de este tratamiento son la mejoría de los
Reanudación de la evaluación diagnóstica 4 síntomas y la detección sistemática de las complicaciones, sobre
todo la aparición de un esófago de Barret (EB), que es un cuadro
■ Qué hacer en caso de reflujo gastroesofágico refractario 4 preneoplásico. La incidencia de aparición de un adenocarcinoma
Síntomas de reflujo refractarios 5 en el EB se estima en el 0,3% anual y está en constante aumento
Reflujo gastroesofágico refractario «verdadero» 5 en los países desarrollados.
■ Lugar de la cirugía 6
■ Tratamiento del reflujo gastroesofágico complicado 7
Esofagitis pépticas 7  Fisiopatología
Estenosis pépticas 7
Esófago de Barrett 7 El RGE es una enfermedad multifactorial [3] . Uno de los ele-
■ Casos particulares 7 mentos clave de la fisiopatología es la insuficiencia de la barrera
Reflujo gastroesofágico de la mujer embarazada 7 antirreflujo, que es la zona de alta presión situada en la unión eso-
Reflujo gastroesofágico y ancianos 8 fagogástrica y constituida principalmente por el esfínter esofágico
Reflujo gastroesofágico, sobrepeso y obesidad 8 inferior (EEI). Esta insuficiencia puede ser permanente (presión
Papel de Helicobacter pylori 8 del EEI constantemente inferior a 10 mmHg) u observarse sólo
■ Conclusión 9 durante las relajaciones transitorias del EEI fuera de las deglu-
ciones. La hernia hiatal, cuyo papel se consideraba menor en la

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Volume 26 > n◦ 2 > junio 2022
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http://dx.doi.org/10.1016/S1636-5410(22)46448-8
uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2022. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
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Hernia de hiato por deslizamiento Hernia de hiato paraesofágica Figura 1. Hernia hiatal por deslizamiento y her-
nia hiatal paraesofágica.

Diaphragme

Estómago

fisiopatología del RGE, se ha vuelto a poner en el primer plano, es postural (desencadenamiento o agravación de los síntomas por
debido principalmente a que modifica la posición de la bolsa el decúbito o la anteflexión) y se produce después de las comidas.
ácida [4–8] . La hernia hiatal por deslizamiento (ascenso de la unión El diagnóstico de RGE puede plantearse en presencia de sínto-
esofagogástrica hacia el tórax) es la que expone al riesgo de RGE. mas digestivos menos específicos: dolor epigástrico, sensación de
En la hernia hiatal paraesofágica, el cardias está en su sitio y los quemazón esofágica no ascendente, eructos o incluso disfagia.
síntomas más frecuentes son la tos y el dolor torácico (Fig. 1).
En los últimos 10 años, se ha sugerido el papel de la «bolsa
ácida» gástrica. Se trata de una colección de líquido ácido gástrico Ante síntomas extradigestivos para los que
situado al nivel del cardias no tamponada por los alimentos en
el período posprandial. Persiste incluso a veces en caso de trata-
una evaluación específica es negativa
miento con inhibidores de la bomba de protones (IBP). Los reflujos Aunque el papel del RGE está ampliamente sobreestimado en
ácidos se producen a partir de esta bolsa ácida subcardial. En caso estas situaciones, sigue siendo la causa posible de algunos sín-
de hernia hiatal, la bolsa ácida se sitúa en el tórax y los reflujos áci- tomas otorrinolaringológicos (ORL), pulmonares o cardíacos, e
dos son mucho más numerosos. Los otros factores implicados en incluso de trastornos del sueño, sobre todo cuando se asocian los
el RGE son abdominales y esofágicos. La hiperpresión abdominal signos típicos:
(en particular la inducida por una sobrecarga ponderal abdominal) • las manifestaciones ORL son una disfonía, parestesias o sensa-
aumenta el gradiente de presión abdominotorácico y favorece la ción de quemazón faríngea, laringitis aguda o crónica y otalgia
aparición de reflujo. La capacidad de la mucosa esofágica de resistir en particular derecha, sin explicación infecciosa, alérgica o neo-
a la agresión acidopéptica interviene en la aparición de lesiones plásica;
mucosas (esofagitis) y probablemente también de síntomas: los • una tos crónica o posprandial o un cuadro de asma, especial-
elementos clave son la calidad del peristaltismo esofágico (que mente nocturno, difícil de controlar, se asocian a menudo a un
«caza» el reflujo ácido y disminuye el tiempo de contacto con RGE [9] . Alrededor del 20% de los casos de tos crónica con eva-
la mucosa: es el vaciamiento esofágico), así como de la capa de luación neumológica normal podrían estar relacionados con un
moco y el trofismo de la mucosa (vascularización, permeabilidad RGE [9] ;
del epitelio). Cada vez se insiste más en la hipersensibilidad esofá- • dolor torácico constrictivo, de características anginosas con una
gica a los reflujos ácidos o no ácidos, que aumenta la probabilidad evaluación cardiológica exhaustiva negativa;
de síntomas durante los episodios de RGE. Esta hipersensibilidad • un sueño de mala calidad, no reparador, podría estar relacio-
esofágica está en el primer plano en los trastornos funcionales nado con un RGE nocturno responsable de una sucesión de
esofágicos. microdespertares nocturnos.

 Cuándo pensar  Actitud inicial


en el diagnóstico
Consta de una discusión diagnóstica y de la administración de
El diagnóstico de RGE debe plantearse en dos tipos de circuns- un primer tratamiento.
tancias.

Proceso diagnóstico
Ante síntomas digestivos más o menos
Depende de los síntomas del paciente, de su edad y de la posible
sugestivos presencia de signos de alarma.
El síntoma digestivo es típico de un RGE cuando el paciente
describe una «pirosis», definida como una sensación de quema- En caso de síntomas digestivos típicos (pirosis,
zón originada en el epigastrio, que asciende a continuación por regurgitaciones)
detrás del esternón y/o «regurgitaciones ácidas» que correspon-
den al ascenso del contenido gástrico a lo largo del esófago hasta En este caso, el diagnóstico de RGE se establece clínicamente
la faringe y en ausencia de esfuerzos de vómitos y de náuseas. Estos desde la anamnesis, pero la existencia de síntomas de alarma, así
dos síntomas son muy específicos y su asociación es casi patogno- como la edad del paciente pueden indicar la realización de pruebas
mónica del RGE. La sintomatología es aún más sugestiva cuando complementarias (Fig. 2).

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Síntomas digestivos
típicos (pirosis,
“ Punto importante
regurgitaciones)
Exploraciones funcionales esofágicas
Las exploraciones funcionales se basan en la pH-metría
Signos de alarma : esofágica de 24 horas o en la pH-impedanciometría, que
Adelgazamiento, es la única técnica que permite la detección de un RGE
palidez, disfagia, etcétera. líquido o gaseoso, no ácido o poco ácido.
La pH-metría debe efectuarse de forma ambulatoria y des-
pués de suspender cualquier tratamiento antisecretor (se
No Sí recomienda suspender los IBP 10 días antes de realizar la
exploración). En la actualidad, existen dos técnicas de pH-
metría: la pH-metría alámbrica de 24 horas, durante la que
el pH esofágico se mide con un catéter introducido por vía
nasal y conectado a un registrador externo, y la pH-metría
Edad <50 años Edad >50 años inalámbrica de 48, e incluso 96 horas (sistema Bravo),
durante la que el pH esofágico se mide con ayuda de una
cápsula adherida al esófago y en la que los datos se trans-
Tratamiento miten a un registrador externo por telemetría. Este tipo
sintomático de 4 Gastroscopia antes de de registro, aún muy poco difundido, ofrece dos ventajas:
semanas sin cualquier tratamiento una mejor tolerabilidad, y por tanto una mejor aceptabili-
exploración previa
dad, y un mejor rendimiento diagnóstico relacionado con
la duración más larga del registro.
Figura 2. Árbol de decisiones. Diagnóstico y tratamiento que debe
adoptarse ante los síntomas digestivos típicos del reflujo gastroesofágico. La pH-impedanciometría esofágica permite detectar los
episodios de reflujo líquidos y/o gaseosos y clasificarlos en
episodios ácidos o no ácidos gracias a la pH-metría com-
binada. Se realiza de forma ambulatoria, con un catéter
introducido en el esófago por vía transnasal y conectado
Síntomas atípicos digestivos
o extradigestivos a una carcasa externa de registro.
La concordancia temporal entre los síntomas percibidos
por el paciente y los episodios de reflujo registrados se
Gastroscopia antes de analiza como durante la pH-metría: durante el registro,
cualquier tratamiento (sobre todo el paciente indica la aparición de síntomas con un botón
si el paciente tiene signos de alarma) situado en el aparato de grabación.

Lesiones de esofagitis ?
Primera línea de tratamiento
Se basa en una prescripción farmacológica asociada a reglas
Sí No higienicodietéticas. El objetivo del tratamiento es aliviar los sín-
tomas y disminuir su impacto sobre la calidad de vida.

¿Síntomas digestivos Reglas higienicodietéticas


sugestivos de RGE en
Entre las reglas higienicodietéticas que suelen proponerse, sólo
segundo plano?
la sobreelevación de la cabecera de la cama alrededor de 45 y el
respeto de un intervalo mínimo de 3 horas entre la cena y la hora
de acostarse tienen una eficacia demostrada, aunque modesta. En
Tratamiento del RGE Sí No pacientes con sobrepeso (y, sobre todo, con obesidad), también
debe recomendarse la pérdida de peso. Las otras medidas (aban-
donar el alcohol y el tabaco) son recomendaciones de tipo más
pH-metría o una general [10] .
pH-impedanciometría
Interrupción de fármacos perjudiciales
Figura 3. Árbol de decisiones. Diagnóstico y tratamiento que debe Algunos fármacos pueden modificar la presión del EEI o retrasar
adoptarse ante los síntomas digestivos atípicos o no digestivos. RGE: el vaciamiento gástrico y favorecer el RGE (Cuadro 1). La interrup-
reflujo gastroesofágico. ción de la posible toma de derivados nitrados y de antagonistas
del calcio, que puede ser útil, debe plantearse en función de su
indicación.
En caso de síntomas digestivos menos típicos
o de síntomas extradigestivos Fármacos de primera elección
Aunque, en la práctica, muchos médicos prescriben un tra- Varias clases terapéuticas son potencialmente útiles (Cuadro 2).
tamiento empírico antirreflujo, en esta situación, es preferible La elección terapéutica depende de frecuencia y de la gravedad de
asegurarse de que el paciente presenta de forma indudable un los síntomas.
RGE. Por tanto, es necesario realizar una endoscopia esofagogas- Los IBP suelen ser el tratamiento de primera elección sin diferen-
troduodenal que podrá demostrar el RGE en presencia de esofagitis cias importantes de eficacia y de tolerabilidad entre los distintos
péptica. En ocasiones, se realizan exploraciones funcionales. El IBP [11, 12] . La Agence Française de Sécurité Sanitaire des Produits
algoritmo de decisiones se resume en la Figura 3. de Santé precisó las modalidades de utilización en 2007 (Cuadro

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3). El tratamiento mediante IBP debe tomarse por la mañana en denal, debe efectuarse preferentemente después de interrumpir
ayunas, 30-60 minutos antes del desayuno, para obtener una bio- el tratamiento con IBP para buscar una esofagitis. El reflujo se
disponibilidad óptima y un mejor bloqueo de la secreción gástrica confirma en caso de esofagitis moderada o grave (grado C/D de
ácida [13] . En caso de síntomas de predominio nocturno, se pueden Los Ángeles), de estenosis péptica o de EB de al menos 1 cm
tomar por la noche, 30 minutos antes de la cena. demostrado histológicamente [15] . Cuando la endoscopia esofago-
Los antiácidos y los alginatos pueden ser útiles para aliviar gastroduodenal es normal, está indicado realizar una pH-metría
síntomas puntuales. Los procinéticos no tienen un lugar en el o una pH-impedanciometría esofágica (después de interrumpir el
tratamiento del RGE. tratamiento con IBP durante 10 días).
La pH-metría detecta los episodios de reflujo ácidos (disminu-
ciones del pH esofágico por debajo de 4). Se considera patológica
 Éxito del tratamiento cuando el porcentaje de tiempo de registro durante el que el
pH esofágico es menor de 4 supera el 6% del tiempo total y/o
de primera elección: qué hacer cuando existe una relación temporal significativa (índice sinto-
mático mayor del 50%, probabilidad de asociación sintomática
Cuando se observa una mejoría sintomática después de 4 sema- mayor del 95%) entre los síntomas percibidos por el paciente y
nas de tratamiento, la lógica es animar al paciente a tomar un los episodios de reflujo ácido. La pH-metría esofágica sin trata-
tratamiento a demanda, únicamente durante los períodos sinto- miento permite de este modo determinar si el paciente tiene un
máticos (Cuadro 3). Esta actitud disminuye la toma de fármacos, reflujo ácido patológico, una hipersensibilidad al reflujo o una
que se reducen en promedio a 1 de cada 3 días. Sin embargo, algu- pirosis funcional (Fig. 4). La pH-impedanciometría permite docu-
nos pacientes son dependientes de un tratamiento continuo. En mentar un reflujo patológico, con independencia de cuál sea su
este caso, se puede proponer una intervención quirúrgica. naturaleza, ácida, no ácida o mixta.
El interés de la pH-impedanciometría es evidente sobre todo
cuando fracasa una primera línea de tratamiento con IBP en un
 Fracaso del tratamiento paciente que tenga un RGE previamente documentado (esofagitis
en la endoscopia, reflujo ácido patológico en la pH-metría). En
de primera elección: qué hacer los pacientes que toman IBP, el análisis de la impedancia aumenta
el rendimiento diagnóstico un 30-40% respecto a la pH-metría
Verificar la observancia del tratamiento exclusiva. En cambio, en los pacientes que no han tomado IBP, la
Es importante verificar en primer lugar la observancia del tra- aportación de la impedancia es menor (10%) respecto a la de la
tamiento, pero también comprobar que los IBP se han tomado pH-metría exclusiva, porque los síntomas se relacionan en primer
adecuadamente por la mañana en ayunas (mejor biodisponibili- lugar con los RGE ácidos que detecta la pH-metría [15] .
dad). En caso contrario, hay que recomendarlo. Varios estudios
han demostrado que el 25-47% de los pacientes tenían una obser-
vancia del tratamiento escasa o moderada (tratamiento efectivo  Qué hacer en caso de reflujo
de menos del 80% de la dosis prescrita) [14] .
gastroesofágico refractario
Reanudación de la evaluación diagnóstica Se deben diferenciar los síntomas de reflujo refractarios (RGE no
documentado) del auténtico RGE refractario que puede definirse
El fracaso del tratamiento de primera línea bien tomado obliga como un RGE demostrado (por endoscopia y/o pH-metría) que
a realizar una evaluación complementaria si el RGE no se ha
demostrado previamente (la primera causa de fracaso del trata-
miento del RGE es la ausencia de RGE). Esto sucede en particular Cuadro 3.
cuando el paciente refería síntomas típicos de RGE sin signos de Tratamiento sintomático del reflujo gastroesofágico sin esofagitis [11] .
alarma. Si no se ha realizado una endoscopia esofagogastroduo-
Tratamiento inicial
Síntomas típicos y espaciados Tratamiento de acción rápida:
Cuadro 1. (frecuencia inferior a 1/semana) antiácidos, alginatos o anti-H2
Fármacos que disminuyen la presión del esfínter esofágico inferior (EEI) o No usar IBP como primera
que retrasan el vaciamiento gástrico. elección

Fármacos usuales que Fármacos usuales que retrasan el Síntomas típicos y frecuentes IBP a mitad de dosis (salvo
disminuyen la presión del EEI vaciamiento gástrico (frecuencia superior a 1/semana) omeprazol en dosis completa)
durante 4 semanas
Antagonistas colinérgicos Antagonistas colinérgicos Tratamiento a largo plazo
Teofilina Clonidina
Morfina Morfina Inicialmente Prueba de tratamiento con IBP a
Dopamina Dopamina demanda
Antagonistas del calcio Antagonistas del calcio Si recaídas frecuentes o precoces al Tratamiento de mantenimiento
Derivados nitratos Litio dejar el tratamiento con IBP a mitad de dosis o en
Diazepam Nicotina dosis completa (se debe buscar la
Barbitúricos Progesterona dosis mínima eficaz)
Progesterona
IBP: inhibidores de la bomba de protones.

Cuadro 2.
Diferentes tratamientos farmacológicos del reflujo gastroesofágico y sus mecanismos de acción.
Mecanismo de acción Ejemplos
Antiácidos Neutralización del contenido ácido Hidróxido de magnesio/hidróxido de aluminio
Anti-H2 Inhibición de la secreción gástrica ácida Cimetidina, ranitidina, famotidina
Inhibidores de la bomba de Inhibición de la secreción gástrica ácida Esomeprazol, pantoprazol, lansoprazol,
protones (eficacia superior a los anti-H2) rabeprazol, omeprazol
Alginatos Limitación de la extensión de los reflujos Bicarbonato sódico/alginato sódico
hacia la parte superior del esófago

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Endoscopia pH-metría

Esofagitis grado CD Normal Exposición Exposición


EB >1 cm Esofagitis A/B ácida elevada ácida normal
Estenosis péptica

Asociación de Asociación de
síntomas de síntomas de
reflujo positiva reflujo negativa

RGE patológico Hipersensibilidad al reflujo Ausencia de reflujo

Figura 4. Definiciones de las diferentes formas de reflujo en función de los resultados de la endoscopia y de la pH-metría esofágica realizada sin tratamiento.
RGE: reflujo gastroesofágico; EB: esófago de Barret.

un aumento de la percepción esofágica a los estímulos y podría

“ Punto importante exacerbar los síntomas. Asimismo, hay que tener en cuenta la coe-
xistencia de trastornos funcionales digestivos, que se asocian con
mucha frecuencia a los síntomas de reflujo, que son un factor
principal de fracaso del tratamiento con IBP [17] . La relación entre
Endoscopia digestiva alta
los trastornos funcionales digestivos y el carácter refractario de
La endoscopia esofagogastroduodenal permite confirmar los síntomas de reflujo es probablemente una hipersensibilidad
el diagnóstico de RGE cuando muestra las lesiones de eso- visceral subyacente.
fagitis, erosivas o ulceradas (como mínimo una esofagitis
de grado B según la clasificación de Los Ángeles, con ulce-
raciones de más de 5 mm o confluentes/circunferenciales). Reflujo gastroesofágico refractario
Como máximo, la exploración puede establecer el «verdadero»
diagnóstico de EB o de estenosis péptica que son complica-
El RGE se ha documentado previamente por una esofagitis sig-
ciones del RGE. Si no existen erosiones, un eritema mucoso
nificativa (al menos grado B), la presencia de EB o de una estenosis
es una anomalía insuficiente para permitir el diagnóstico péptica, o una pH-metría esofágica (exposición ácida total >6%).
positivo de RGE (variabilidad interobservador elevada para En algunos casos, se ha demostrado la persistencia de un RGE
este criterio, ausencia de correlación del eritema con unas patológico pese al tratamiento.
anomalías histológicas significativas). • Si persiste un reflujo ácido pese al tratamiento con IBP, se
Por el contrario, una endoscopia normal no permite des- puede cambiar de IBP (variabilidad individual debida en parte
cartar el diagnóstico de RGE, pues la esofagitis sólo está al polimorfismo genético de las enzimas del citocromo P450) o
presente en el 30-50% de los casos. distribuir la misma dosis de IBP por la mañana y la noche, o bien
realizar una prueba terapéutica con IBP en dosis doble. La adi-
ción de alginatos puede ser útil basándose en la hipótesis de que
el mal control de la exposición ácida esofágica se relacione con
sigue siendo sintomático y molesto, a pesar de un tratamiento una bolsa ácida inmediatamente subcardial [16] . La introducción
con IBP en doble dosis diaria durante 8-12 semanas [16] . de procinéticos (domperidona o metoclopramida) sólo se plan-
tea cuando el paciente presenta una gastroparesia documentada
o cuando refiere síntomas sugestivos de un retraso del vacia-
Síntomas de reflujo refractarios miento. Los inhibidores de relajaciones transitorias del esfínter
esofágico inferior, como los agonistas de los receptores del ácido
Los síntomas de reflujo refractarios puede que no tengan una gamma-aminobutírico-B (GABA-B), como el baclofeno, son una
relación directa con un RGE; en este caso, las exploraciones rela- alternativa terapéutica interesante en estos pacientes que tie-
cionadas no encuentran ni esofagitis ni reflujo ácido patológico nen un reflujo persistente pese al tratamiento con IBP, pero en
en la pH-metría. Puede tratarse de manifestaciones funcionales la actualidad ninguna molécula ha demostrado su eficacia con
esofágicas como la hipersensibilidad al reflujo, una pirosis funcio- una tolerabilidad aceptable (efectos neurológicos centrales).
nal y un síndrome de rumiación. La ausencia de RGE comprobado • En los pacientes que toman IBP y que siguen presentando
explica el fracaso de los IBP. La pirosis se califica como funcional molestias por regurgitaciones aunque se haya controlado la
porque la exposición esofágica ácida es normal en la pH-metría. pirosis, puede que persista una insuficiencia importante de
No existe reflujo no o poco ácido ni concordancia entre los su barrera antirreflujo, a menudo relacionada con una her-
episodios de pirosis y los episodios de reflujo fisiológico en la pH- nia hiatal. Es necesario descartar un trastorno motor esofágico
impedanciometría. En la hipersensibilidad al reflujo, la exposición grave, como una acalasia del esófago. La existencia de disfa-
ácida es normal, pero existe una correlación entre los episodios de gia o de dolor torácico durante la ingesta de alimentos tiene
reflujo (fisiológicos) que se producen y los síntomas referidos por un valor orientativo. La manometría esofágica establece el
el paciente [15] . La hipersensibilidad podría verse favorecida por diagnóstico al caracterizar el trastorno motor que requiere un
un aumento de la permeabilidad esofágica, consecuencia a su vez tratamiento específico. Si no existen trastornos motores esofági-
de un estrés crónico. Por tanto, el tratamiento tiene como fina- cos significativos, estos pacientes son buenos candidatos a una
lidad actuar sobre la sensibilidad esofágica, con la prescripción funduplicatura quirúrgica [15] .
en dosis bajas, no antidepresivas, de antidepresivos tricíclicos o • El reflujo «biliar» es diferente del reflujo «no ácido». Los reflu-
de inhibidores de la recaptación de serotonina (prescripción fuera jos biliares son en realidad duodenogastroesofágicos y en la
de las indicaciones autorizadas). Los pacientes que tengan pato- mayoría de los casos son ácidos en ausencia de gastrectomía
logías esofágicas funcionales tienen más trastornos psicológicos previa. Los reflujos duodenogástricos sólo suponen el 10-15%
que los que responden a los IBP. El estrés psicológico se asocia a de los reflujos no ácidos y los síntomas que siente el paciente

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Figura 5. Tratamiento quirúrgico por fundupli-


catura de Nissen.

se relacionan más en última instancia con el reflujo ácido con- • aquéllos cuya pirosis está bien controlada con IBP a costa de un
comitante que con el reflujo biliar [18] . tratamiento diario debido a una recidiva rápida de los síntomas
al interrumpir el tratamiento;
• aquéllos en quienes la pirosis responde bien a los IBP, pero en
quienes persisten regurgitaciones molestas.
“ Punto importante La cirugía se plantea en los pacientes que responden mal al tra-
tamiento médico [19, 20] . Sin embargo, el fracaso del tratamiento
médico también es un factor de fracaso del tratamiento quirúr-
Hernia hiatal gico, y se requiere una selección rigurosa de los pacientes, que
La hernia hiatal es la protrusión, permanente o intermi- permita identificar a aquéllos en quienes los síntomas tienen una
tente, de una parte del estómago en el tórax a través del relación clara con un RGE mal controlado. Si se cumple esta con-
hiato esofágico del diafragma. Se distinguen tres tipos de dición, la cirugía puede ofrecer buenos resultados, aunque sean
hernia hiatal: inferiores (dos tercios de los pacientes) a los obtenidos cuando el
• la hernia hiatal por deslizamiento (más del 85% de los tratamiento médico produce una mejoría significativa (alrededor
del 90%) [21] .
casos), en la que el cardias es intratorácico;
Se requiere una manometría esofágica previa para descartar un
• la hernia hiatal paraesofágica, en la que la tuberosidad
trastorno motor esofágico que aumenta el riesgo de disfagia pos-
mayor forma una bolsa intratorácica, paraesofágica, mien- toperatoria.
tras que el cardias se mantiene en posición intraabdominal; Los resultados de la cirugía se han evaluado sobre todo en los
• la hernia hiatal mixta. primeros 8-10 años de postoperatorio. Por tanto, no es posible
La hernia hiatal por deslizamiento es un factor agravante asegurar al paciente que la cirugía le protegerá definitivamente de
del RGE, pero su presencia no es necesaria ni suficiente un RGE.
para el diagnóstico. En caso de hernia hiatal, varios facto- En la discusión de la estrategia terapéutica, también hay que
res contribuyen a la aparición de RGE: disminución de la tener en cuenta los efectos secundarios, en ocasiones graves,
presión del EEI proporcional al tamaño de la hernia hiatal, del tratamiento quirúrgico (disfagia, distensión abdominal pos-
prandial muy molesta, que refleja una retención gaseosa en la
aumento de la frecuencia de las relajaciones transitorias
tuberosidad mayor o síndrome de distensión por gas, imposibili-
del EEI, acortamiento de la longitud del segmento eso-
dad de eructar o de vomitar, flatulencias excesivas). Su prevalencia
fágico abdominal, ampliación del orificio esofágico del parece menos elevada con la intervención de Toupet que con la
diafragma, situación cardial o supracardial de la bolsa de Nissen. Las secuelas postoperatorias también pueden ser una
ácida. diarrea motora secundaria a un traumatismo vagal peroperatorio.
Los resultados globales de la cirugía se han reevaluado en un
ensayo multicéntrico internacional, en el que han participado
centros expertos, que ha comparado la eficacia y la tolerabilidad
del tratamiento quirúrgico por funduplicatura completa de tipo
 Lugar de la cirugía Nissen con un tratamiento mediante IBP a largo plazo en 554
pacientes con RGE demostrado y que respondieron al tratamiento
El principio del tratamiento quirúrgico consiste en restable- con IBP. El ensayo no mostró diferencias significativas en cuanto
cer, por una parte, una zona de alta presión al nivel de la a la remisión de los síntomas (92% con IBP frente al 85% tras
unión esofagogástrica y, por otra parte, un segmento de esófago cirugía) ni sobre los efectos secundarios, con un seguimiento de 5
intraabdominal. La intervención quirúrgica de referencia es la años [22] .
funduplicatura completa de Nissen (Fig. 5) que permite un buen La mayoría de las técnicas de funduplicatura endoscópica eva-
control del RGE. Algunos equipos se contentan con una hemifun- luadas hasta el momento han culminado en fracasos técnicos y
duplicatura posterior (intervención de Toupet). sintomáticos. Sólo el sistema Esophyx, que permite la realización
En caso de RGE ácido, la opción quirúrgica se plantea en dos de una funduplicatura endoscópica, está aún en fase de evalua-
tipos de pacientes: ción. La implantación de un marcapasos del cardias [23] o de un

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Reflujo gastroesofágico  E – 4-0450

Cuadro 4. Cuadro 5.
Clasificación de las esofagitis de Los Ángeles. Tratamiento del reflujo gastroesofágico complicado con esofagitis [11] .
Grado A Una o varias lesiones mucosas (pérdida de sustancia) Esofagitis leve
menores de 5 mm
Tratamiento de cicatrización IBP a mitad de dosis durante 4
Grado B Una o varias lesiones mucosas (pérdida de sustancia) semanas
mayores de 5 mm, que no se extienden entre las crestas de Si persisten los síntomas, IBP en
dos pliegues mucosos adyacentes dosis completa
Grado C Una o varias lesiones mucosas que se prolongan en Prevención de las recidivas IBP en la dosis mínima eficaz si
continuidad entre las crestas de dos o varios pliegues recaídas frecuentes
mucosos, pero que ocupan menos del 75% de la
Esofagitis grave
circunferencia
Tratamiento de cicatrización IBP en dosis completa 8 semanas
Grado D Una o varias lesiones mucosas que ocupan más del 75% de
la circunferencia Prevención de las recidivas IBP a largo plazo en la dosis
mínima eficaz

esfínter magnético [24] son nuevas perspectivas terapéuticas, que IBP: inhibidores de la bomba de protones.
también están en fase de evaluación.
des, incisión). No se han evaluado en estudios comparativos y su
elección se basa en la experiencia local del equipo de endosco-
 Tratamiento del reflujo pia y en el aspecto morfológico de la estenosis. Se recomienda
tomar tratamiento con IBP a largo plazo para reducir el riesgo de
gastroesofágico complicado recidivas [26] .

Esofagitis pépticas
Esófago de Barrett
En el 30-40% de los casos, el RGE se complica con una esofagi-
tis, pero ésta es grave (pérdida de sustancia circunferencial) sólo El EB corresponde a una metaplasia de la mucosa esofágica
en menos del 10% de los pacientes, que suelen ser ancianos mayo- (plana estratificada) en mucosa glandular de tipo intestinal [27] .
res de 65 años [25] . En cambio, no existe una correlación entre la Existen metaplasias cardiales o fúndicas de la mucosa esofágica,
gravedad y/o la frecuencia de los síntomas de RGE y la gravedad pero que no exponen a un riesgo de degeneración y no corres-
de la afectación mucosa esofágica. ponden a la definición del EB. El EB se puede denominar «larga»,
El tratamiento de la esofagitis depende de la gravedad de la circular, en manguito o segmentaria en una o varias lengüetas a
afectación mucosa, evaluada con la clasificación de Los Ángeles lo largo de más de 3 cm de altura, o corta si la mucosa metaplásica
(Cuadros 4 y 5), validada y reproducible. La esofagitis se consi- se extiende a lo largo de menos de 3 cm. El EB expone a un riesgo
dera grave sobre todo en función del carácter circunferencial de de degeneración en adenocarcinoma, pero este riesgo es bajo, del
la afectación. orden del 0,1-0,3% anual. Sin embargo, esto justifica una vigilan-
En la esofagitis no grave, se debe administrar un tratamiento ini- cia periódica para detectar la evolución hacia una displasia de bajo
cial con IBP en dosis estándar durante 4 semanas. En la esofagitis grado, de alto grado o un cáncer:
grave, se debe prescribir un tratamiento inicial con IBP en dosis • EB no displásicos: cada 3-5 años, según la longitud del EB;
doble durante 8 semanas. Es necesario realizar un control endos- • displasia de bajo grado confirmada: vigilancia cada 6-12 meses
cópico después del tratamiento para verificar la cicatrización de en un centro experto;
las lesiones mucosas y descartar la presencia de islas de metapla- • displasia de alto grado: se requiere una segunda endoscopia en
sia intestinal (EB). A continuación, se propone un tratamiento un centro experto 1-3 meses después de la optimización de un
diario a largo plazo con IBP en dosis simple a los pacientes con posible tratamiento con IBP, para confirmar histológicamente
esofagitis inicialmente grave para prevenir las recidivas. Desde el la lesión y establecer un esquema planimétrico fechado de las
punto de vista evolutivo, la esofagitis recidiva en más del 90% de anomalías histológicas. El protocolo planimétrico se ve facili-
los casos en el año posterior a la interrupción del tratamiento que tado por las técnicas de realce con contraste y debe constar de
permitió su cicatrización. Además, expone al riesgo de hemorragia biopsias cada 2 cm. En caso de lesión en relieve visible, se rea-
digestiva y de estenosis péptica. lizará una resección endoscópica, seguida en ocasiones de un
tratamiento de erradicación endoscópico del EB con radiofre-
cuencia.
Estenosis pépticas
Las estenosis esofágicas (a excepción de los tumores) suelen
provocar una reducción de la calidad de vida de los pacientes,  Casos particulares
con disfagia, desnutrición y, en ocasiones, trastornos respirato-
rios relacionados con la inhalación del contenido esofágico. Las Reflujo gastroesofágico de la mujer
estenosis de origen péptico son las más corrientes y representan embarazada
el 60-70% de los casos. Las estenosis pueden considerarse simples
(cortas, focales, rectilíneas) o complejas (más de 2 cm de longitud, Los síntomas de RGE son muy frecuentes; su frecuencia y grave-
irregulares, angulosas). Siempre es necesario realizar biopsias múl- dad aumentan durante la gestación [28] . El 30-80% de las mujeres
tiples de las estenosis. Los resultados del tratamiento endoscópico embarazadas refieren un RGE, favorecido por distintos mecanis-
son mejores en las estenosis simples. Sólo las estenosis sintomáti- mos; en primer lugar, la disminución de la presión del EEI y el
cas requieren un tratamiento, que se basa en la dilatación. En la enlentecimiento del tránsito gastrointestinal, secundarios a las
actualidad, la dilatación se realiza con control endoscópico y, en modificaciones hormonales de la gestación y, a continuación, el
ocasiones, radiológico, bien con dilatadores o, con más frecuen- aumento de la presión intraabdominal secundario al desarrollo
cia, con un balón hidrostático. La elección de la técnica se basa del útero grávido.
en la experiencia del cirujano. La opacificación radiológica pre- Algunos factores predisponen a las mujeres a desarrollar un RGE
via no es indispensable, pero puede ser útil en caso de estenosis durante su gestación: la presencia de un RGE antes del embarazo,
no franqueable o compleja. Por lo general, se requieren 1-3 sesio- una edad materna elevada, la importancia de la ganancia de peso
nes de dilatación para obtener un resultado funcional duradero. durante la gestación.
Se puede considerar que una estenosis sintomática que recidiva El RGE suele manifestarse por síntomas típicos (pirosis, regur-
después de cinco sesiones de dilatación endoscópica es una este- gitaciones) y se agrava a menudo tras las comidas y al acostarse.
nosis refractaria. En esta situación, se pueden proponer diversas Las complicaciones del RGE son raras en las mujeres embarazadas,
técnicas endoscópicas (endoprótesis, inyección local de corticoi- porque el reflujo suele ser de corta duración. Por tanto, frente a

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E – 4-0450  Reflujo gastroesofágico

Cuadro 6.
Fármacos del reflujo gastroesofágico y gestación.
Fármacos Gestación Lactancia
Antiácidos
Con contenido de aluminio Riesgo bajo, absorción mínima Riesgo bajo para todos
Con contenido de calcio cálcico Riesgo bajo, absorción mínima
Con contenido de magnesio Riesgo bajo, absorción mínima
Trisilicatos de magnesio Deben evitarse a largo plazo o en dosis
Bicarbonato sódico altas
No seguro, alcalosis
Sucralfato Riesgo bajo Riesgo desconocido
Anti-H2
Cimetidina Riesgo bajo Compatible
Ranitidina Riesgo bajo Probablemente compatible
Otros Pocos datos, probablemente seguros Probablemente compatible
Inhibidores de la bomba de protones
Esomeprazol Datos limitados, riesgo bajo No hay datos en el ser humano,
Lansoprazol Datos limitados, riesgo bajo potencialmente tóxico salvo el
Omeprazol Riesgo para animales, riesgo bajo para el omeprazol o datos limitados:
Pantoprazol ser humano potencialmente tóxico
Rabeprazol Datos limitados, riesgo bajo
Datos limitados, riesgo bajo
Procinéticos: metoclopramida Riesgo bajo Datos limitados: potencialmente tóxico

los síntomas típicos, si no hay síntomas de gravedad, pocas veces con un IMC normal [30, 31] . Este mayor riesgo se explica por varios
es necesario realizar pruebas complementarias. factores fisiopatológicos. El aumento del perímetro abdominal es
Desde el punto de vista terapéutico, si los síntomas son mode- un factor de riesgo clave, con independencia del IMC.
rados, además de las medidas higienicodietéticas clásicas, los Se ha observado un aumento de la tasa de esofagitis grave, de EB
antiácidos y los alginatos están desprovistos de efectos tera- o de adenocarcinoma de esófago en algunas series, pero no se ha
tógenos. Si la eficacia es insuficiente, se puede proponer un encontrado en metaanálisis. Estas divergencias entre los estudios
tratamiento con anti-H2, pues muchos estudios han demostrado pueden estar relacionadas con el hecho de no tener en cuenta de
la ausencia de efectos perjudiciales durante la gestación de la cime- forma constante la importancia de la masa grasa abdominal [32] .
tidina y de la ranitidina. Sólo en un estudio se describió un riesgo La expansión de este tejido adiposo visceral abdominal se asocia a
mayor de partos prematuros. La utilización de IBP se desacon- una elevación de la concentración sanguínea de ciertas citocinas
seja, porque ningún estudio clínico ha evaluado específicamente proinflamatorias (interleucina 6 [IL-6], factor de necrosis tumoral)
los efectos de los IBP en las mujeres embarazadas con RGE. Sin que favorecen la aparición de lesiones inflamatorias esofágicas.
embargo, los datos de farmacovigilancia disponibles subrayan que La importancia de la grasa visceral abdominal (y no de la grasa
el riesgo de malformaciones fetales o de abortos no es diferente subcutánea) se asociaría a un aumento del riesgo de EB [32, 33] .
al estimado en las mujeres que no toman IBP [29] . En el Cuadro Desde el punto de vista terapéutico, la pérdida de peso es crucial
6 se presentan todos los fármacos utilizados en caso de RGE y su y permite mejorar los síntomas de RGE. La estrategia farmacoló-
efecto perjudicial o no durante la gestación y la lactancia. gica es similar a la adoptada en las personas con un IMC normal
y no se requiere ningún aumento de las dosis, a pesar de un volu-
men de distribución más elevado. El tratamiento quirúrgico con
Reflujo gastroesofágico y ancianos funduplicatura suele ser ineficaz [34] . Cuando se opta por una ciru-
El RGE es más frecuente en las personas mayores de 65 años gía bariátrica, debe tener en cuenta el riesgo de RGE. Entre las
que en las más jóvenes. Esta mayor frecuencia se explica por las distintas técnicas, la derivación gástrica parece la solución más
modificaciones fisiológicas del tracto digestivo alto relacionadas adecuada al permitir una pérdida de peso significativa sin favore-
con la edad. En cambio, la secreción gástrica ácida es normal en cer el RGE [35] . El riesgo de RGE tras una gastrectomía longitudinal
más del 80% de los ancianos. Estas modificaciones favorecen la (gastrectomía en manga o sleeve gastrectomy) es bien conocido en
aparición de un RGE más grave y poco sintomático. La toma de la actualidad.
fármacos, frecuente en los ancianos, puede ser un factor de riesgo
adicional. La presencia más frecuente de hernia hiatal (existente
en el 50% de las mujeres mayores de 60 años) altera el vaciamiento Papel de Helicobacter pylori
esofágico durante los episodios de RGE.
Por tanto, en la etapa diagnóstica, la endoscopia esofagogastro- Varios estudios epidemiológicos han demostrado una tasa de
duodenal es siempre necesaria debido al mayor riesgo de lesiones infección por H. pylori más baja en los pacientes con RGE que en
esofágicas graves o de complicaciones. los controles (39% frente al 50%), así como una asociación nega-
El tratamiento debe tener en cuenta las enfermedades con- tiva entre la prevalencia de la infección por H. pylori y la gravedad
currentes y los tratamientos farmacológicos activos. La toma de del RGE, por una parte, y la incidencia de sus complicaciones
un anticoagulante o de un antiagregante favorece la aparición de (como el EB o el adenocarcinoma), por otra.
una hemorragia digestiva en caso de esofagitis. En pacientes tra- En cambio, en los pacientes con RGE, la presencia de H. pylori
tados con clopidogrel, debe preferirse la toma de pantoprazol o no se correlaciona con la gravedad del reflujo ácido o la eficacia
de rabeprazol a la de otro IBP para evitar una competición en el del tratamiento [36] .
citocromo CYP2C19 del metabolismo hepático de los fármacos, La erradicación de H. pylori no aporta ningún beneficio clínico
que puede alterar el efecto antiagregante del clopidogrel. en el RGE y puede incluso disminuir la eficacia de los antisecre-
tores, pues la inhibición de la secreción ácida gástrica durante el
tratamiento con IBP es más marcada en los pacientes infectados
Reflujo gastroesofágico, sobrepeso que en los no infectados. El efecto sintomático del tratamiento
farmacológico antirreflujo podría ser también más rápido. Por el
y obesidad contrario, la erradicación de H. pylori no agrava ni los síntomas de
La prevalencia del RGE aumenta con el índice de masa corpo- RGE ni el propio reflujo, y podría incluso disminuir la frecuencia
ral (IMC), con un riesgo relativo de 2,5-4 respecto a las personas de las recidivas sintomáticas de RGE [37, 38] .

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 Conclusión [17] Zerbib F, Belhocine K, Simon M, Capdepont M, Mion F, Bruley des


Varannes S. Clinical, but not esophageal pH-impedance, profiles predict
El tratamiento del RGE depende principalmente de su pre- response to proton pump inhibitors in gastroesophageal reflux disease. Gut
sentación clínica. La mayoría de los pacientes no requieren 2012;61:501–6.
[18] Sifrim D, Acid. weakly acidic and non-acid gastroesophageal reflux: dif-
pruebas complementarias y responden al tratamiento médico.
ferences, prevalence, and clinical relevance. Eur J Gastroenterol Hepatol
Sin embargo, en las demás situaciones, la realización de pruebas 2004;16:823–30.
complementarias está justificada para confirmar el diagnóstico y [19] Mainie I, Tutuian R, Agrawal A, Adams D, Castell DO. Combined mul-
descartar las complicaciones como la esofagitis o el EB, que requie- tichannel intraluminal impedance-pH monitoring to select patients with
ren un tratamiento particular. La resistencia al tratamiento es una persistent gastroesophageal reflux for laparoscopic Nissen fundoplication.
situación difícil que requiere una evaluación clínica rigurosa y Br J Surg 2006;93:1483–7.
pruebas complementarias coherentes. En lo que respecta a la ciru- [20] Broeders JA, Bredenoord AJ, Hazebroek EJ, Broeders IA, Gooszen HG,
gía, los candidatos deben seleccionarse con prudencia, para que Smout AJ. Effects of anti-reflux surgery on weakly acidic reflux and
el resultado funcional no sea mediocre. belching. Gut 2011;60:435–41.
[21] Spechler SJ, Hunter JG, Jones KM, Lee R, Smith BR, Mashimo H, et al.
Randomized trial of medical versus surgical treatment for refractory heart-
Agradecimientos: Este texto es una revisión del texto publicado en 2015 en burn. N Engl J Med 2019;381:1513–23.
el tratado EMC sobre medicina Akos de A. Gautier, A. Zalar y P. Ducrotté, en el [22] Galmiche JP, Hatlebakk J, Attwood S, Ell C, Fiocca R, Eklund S.
que se inspiró en gran medida. Laparoscopic antireflux surgery versus esomeprazole treatment for chro-
nic GERD: the LOTUS randomized clinical trial. JAMA 2011;305:
1969–77.
[23] Rodriguez L, Rodriguez P, Gomez B, Ayala JC, Oksenberg D, Perez-
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F. Zerbib, Médecin hospitalier, professeur des Universités (frank.zerbib@chu-bordeaux.fr).


A. Berger, Chef de Clinique – Assistant.
Service d’hépatogastroentérologie et oncologie digestive, CHU de Bordeaux, Centre médicochirurgical Magellan, avenue de Magellan, 33600 Pessac, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Zerbib F, Berger A. Reflujo gastroesofágico. EMC - Tratado de medicina 2022;23(2):1-9
[Artículo E – 4-0450].

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