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ENTREGABLE FINAL

LEXICOLOGIA Y ARGUMENTACION JURIDICA

FRANCISCO PLATA GARCIA

LETICIA MARTINEZ MENDEZ

UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE MEXICO


Jaime Cárdenas García señala: “para algunos, argumentar es una actividad
lingüística, y un argumento producto de esa actividad.
Para otros, la conclusión de un razonamiento es un argumento”.1 ¿Qué es
argumentar? ¿Para qué argumentar? Como ya se dijo, algunas personas piensan
que argumentar es, simplemente, exponer sus opiniones subjetivas, sus prejuicios.
Ciertamente y de forma similar a lo que pasa en la argumentación práctica y
cotidiana, en la argumentación jurídica se genera legitimidad por el mismo proceso
dialéctico de argumentar y contra argumentar.
La argumentación es una plataforma común de acuerdo para una parte de la
humanidad. Por ello, a la interrogante de para qué argumentar, se respondería de
esta forma: Se argumenta para resolver de forma legítima nuestras diferencias.

Para argumentar es importante tener en cuenta que es tener una buena razón. De
las cuales hay varios tipos, la razón instrumental cual va dirigido al objetivo donde
los medios no importan. Los contenidos tienen que ver con los fines del derecho y
los principios jurídicos previstos en las constituciones.
También se habla sobre el que la argumentación no es necesaria al usarla solo en
el litigio, sino se puede hacer en todos los medios ocupados para el derecho.
Las razones anteriores y otras que se podrían esgrimir muestran que la
Argumentación es un elemento clave en la concepción del derecho.
Ya que se están continuamente elaborando razones .

LA RETORICA

Como tal, la retórica, por un lado, teoriza sobre la utilización del lenguaje, ya sea
de manera oral, frente a un auditorio, ya de manera escrita, en un texto, y, por el
otro, establece el conjunto de técnicas y procedimientos de aplicación práctica que
otorgan al discurso belleza y elocuencia, así como capacidad de persuasión. Las
cuales se pueden representar por escrito así mismo de forma oral.

Se originó en la Antigua Grecia como el arte de expresarse de manera adecuada


para persuadir al interlocutor. Se ocupó en principio de la lengua hablada, para
luego pasar también a la lengua escrita.
Durante la Edad Media, la retórica fue enseñada en las escuelas entre las
principales disciplinas de conocimiento, junto a la gramática y la lógica.

Hoy en día, la retórica tiene aplicación en diversos campos, como la literatura, la


filosofía, la política, la publicidad, el periodismo, la educación o el derecho.
Por otra parte, retórica también puede emplearse con connotaciones despectivas,
para señalar un uso impropio o inoportuno de este arte: “El discurso de los
políticos es pura retórica”.

LAS FALACIAS

Una falacia es un razonamiento no válido o incorrecto pero con apariencia de


razonamiento correcto.
Es un razonamiento engañoso o erróneo (falaz), pero que pretende ser
convincente o persuasivo. Todas las falacias son razonamiento que vulneran
alguna regla lógica. Así, por ejemplo, se argumenta de una manera falaz cuando
en vez de presentar razones adecuadas en contra de la posición que defiende una
persona, se la ataca y desacredita: se va contra la persona sin rebatir lo que dice o
afirma. No debemos confundir validez y verdad, como ya hemos visto y las
falacias se caracterizan porque algo falla en el razonamiento mismo, es decir, o
falla la forma y falla el contenido o significado de los argumentos supuestamente
lógicos o válidos. Así son algunos casos el problema es la ambigüedad de algunos
términos, que nos permitía utilizarlos con dos sentidos distintos en distintas
premisas, con lo que al final llegábamos a una conclusión disparatada. Otras
veces, en cambio, lo que están mal son las premisas (partimos de premisas falsas
que nos parecen verdaderas). Finalmente, hay veces en que lo que está mal es la
relación misma entre las premisas (que no es lógica).
Las falacias argumentativas constituyen uno de los principales errores a la hora de
desarrollar un texto argumentativo. Se presentan como aparentes argumentos
pero su validez es débil o nula, así mismo, incurren en la descalificación o el
engaño. En concreto, las falacias argumentativas fracturan el proceso
argumentativo a través del error o una información falsa.
Algunas de las falacias más frecuentes son:
Ataque directo. Busca descalificar u ofender al contendor con enunciados
contrarios o inconsecuentes frente a lo que se defiende, de esta manera se desvía
la comprobación argumentativa hacia la ofensa, por ejemplo:
No estás autorizado para hablar sobre el cuidado de los niños porque no tienes
hijos.

Apelar a la misericordia. Intenta persuadir a partir de razones conmovedoras, pero


no consecuentes con lo que se está argumentando, por ejemplo:

Profesor necesito de su ayuda para pasar esta asignatura, ya que si la pierdo mis
papás no me pagarán el próximo semestre.
CONCLUSIONES

Argumentación jurídica es que los abogados deben dar razones en apoyo a sus
decisiones o a sus afirmaciones con fundamentos e interpretaciones lógicas, en
cualquier área del Derecho, no es sólo aprender a argumentar de manera general,
sino, por cada área, porque cada una es diferente, no es lo mismo argumentar en
materia civil, que en el área fiscal, ya que los momentos son diferentes en los
cuales puede aplicar de manera correcta la argumentación ya que cada área
presenta sus restricciones, que reglas se mantienen fijas sin la opción de alguna
controversia, esto en base a lo que se esté tratando. Por lo tanto como estudiantes
de Derecho, es de gran importancia que no solo se quede con la formación
teórica, sino más bien el aprender a aplicar esa teoría en casos ya que la
educación se ha centrado en que el estudiante aprenda lo que dicen las leyes;
también es necesario que se use ese conocimiento para presentar los argumentos
y alegatos a través del planteamiento de posibles casos para que de esta manera
se formen abogados integrales.

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