Está en la página 1de 32

Control 12

GUERRA CONTRA ESPAÑA Y GOBIERNO DE BALTA; GUERRA DEL PACIFICO

1. Gobierno de Miguel de San Román (1862-1863)


Obras: • Gozó del apoyo de Castilla.
– Oficialización del Sol como unidad monetaria.
– Implantación del sistema métrico decimal de pesos y medidas. * San Román muere y es reemplazado en el cargo
de presidente por Juan Antonio Pezet (1863-1865).

2. Gobierno de Pezet (1863-1866)


Factores:
a) Vigencia de actitudes imperialistas en Europa. Se utiliza la fuerza para resolver los problemas.
b) Falta de relaciones diplomáticas entre Perú y España. Además queda pendiente el problema de la deuda de la
Independencia.
C) El atractivo del guano
Hechos durante el gobierno de Pezet
– Se adquirió el Monitor Huáscar.
– Expedición científica del Almirante Luis Hernández Pinzón. (Resolución, Triunfo, Covadonga, Vencedora). –
Incidente en la hacienda Talambo (Lambayeque).
– Actitud de Eusebio Salazar y Mazarredo.
– Ocupación de las islas de Chincha (abril, 1864). – Segundo Congreso Americano.
– Llegada de una armada de guerra española (Blanca, Berenguela, Villa de Madrid).
– Pinzón es reemplazado por José Manuel Pareja.

Tratado de Vivanco-Pareja: (27 de enero de 1865)


Contenido:
1. Gobierno peruano recibe al Comisario regio.
2. Perú paga la deuda de la Independencia.
3. Perú paga los gastos de la Armada española.
4. España retiene las islas Chincha hasta el cumplimiento de las anteriores condiciones.

Una de las causas de los problemas económicos del país tuvo que ver con “la cuestión española”, que afectó al
Perú entre 1863 y 1866. En abril de 1864, una escuadra militar española, que había venido como escolta de una
expedición científica, capturó las islas guaneras frente a Chincha, arguyendo la inacción de la justicia peruana
frente al incidente de la hacienda Talambo (donde, el año anterior, un trabajador español de la colonia vasca fue
asesinado y otros cuatro quedaron heridos, en una agresión presuntamente promovida por el hacendado) y las
deudas impagas que el Estado peruano arrastraba con la Real Hacienda española desde épocas anteriores a la
independencia. Con ello se rompió la tregua que desde 1826 habían mantenido el Perú y España respecto de la
guerra de independencia. Las negociaciones para resolver el conflicto fueron largas y tensas, en vista de la
intransigencia de los funcionarios de la corte de Isabel II, quienes querían “poner en su sitio” a su antigua colonia,
a la que hasta el momento no habían reconocido como una nación independiente, y de la falta de consenso dentro
de la élite peruana respecto de la decisión a adoptar frente a la agresión.

Tratado de Vivanco-Pareja: (27 de enero de 1865)

Primer Gobierno de Mariano Ignacio Prado (1865-1868) –


Toma el poder como dictador.
– Declara la nulidad del Tratado Vivanco-Pareja y la Guerra a España.
– Cuádruple Alianza: Perú, Chile, Ecuador, Bolivia.
– Acciones: Al mando de la escuadra chilena está Williams Rebolledo y de la escuadra peruana, Manuel Villar. La
escuadra aliada al mando de Villar.
1. Chile captura la Covadonga, Pareja se suicida y es reemplazado por Castro Méndez Núñez.
2. Combate de Abtao (7 de febrero de 1866) victoria de la Cuádruple Alianza.
3. Bombardeo de Valparaíso.
4. Combate del Callao o Combate del Dos de Mayo (2 de mayo de 1866). Donde muere José Gálvez. Los españoles
se retiran. – La paz definitiva se da trece años después con el acta del París. – Continúa la dictadura de Mariano
Ignacio Prado. – Constitución de 1867, rige hasta 1868, cuando se decide retornar a la de 1860. – Revoluciones
contra Prado.

3. Castilla fue reemplazado como presidente por el general Miguel de San Román en 1862, mientras ganaba
impulso la construcción de ferrocarriles como medio para alcanzar el desarrollo. San Román falleció en el cargo en
abril de 1863 y le sucedió otro general, el vicepresidente Juan Antonio Pezet (1863-1865). Éste inmediatamente
debió hacer frente a una crisis internacional cuando España, después de la muerte de dos de sus ciudadanos en
una hacienda norteña, intentó tomar como indemnización las ricas islas guaneras de Chincha. Los peruanos,
Castilla entre ellos, naturalmente se sintieron ultrajados por esta afrenta a su soberanía nacional, pero Pezet
prefirió capitular a las demandas hispanas ante la amenaza del bombardeo del Callao por una flota española que
había sido enviada al Pacífico en 1865.

Esta capitulación hizo que el coronel Mariano Ignacio Prado (1865-1868), un liberal, derrocara a Pezet y tomara el
poder. Prado organizó una defensa eficaz contra la agresión española reforzando las baterías de artillería en el
Callao y forjando una alianza defensiva con Chile, Ecuador y Bolivia. Después de bombardear Valparaíso, la flota
española fue repelida con una andanada de artillería al atacar el Callao, haciendo que España se retirara del
Pacífico llevándose de las islas un cargamento sustancial de guano. Todo el episodio resultó enormemente
costoso y una mayor hemorragia para el tesoro ya apremiado del Perú, forzando al gobierno a tomar prestado
aún más dinero en el extranjero, garantizado con unas reservas guaneras cada vez más exiguas.

4. ----
5. La Crisis Económica de 1868-1878

Gobierno de José Balta (1868-1872) Es una etapa de aparente dinamismo, pero en ella se inicia la crisis económica
previa a la Guerra con Chile. El conflicto con España provocó múltiples gastos y el precio del guano cae en Europa.
El salitre es el nuevo fertilizante.

Política económica Contrato Dreyfus: Contrato suscrito en París con la casa Dreyfus el 5 de julio de 1869. El
encargado de llevarlo a cabo fue el Ministro de Hacienda peruano Nicolás de Piérola. Recién en noviembre de 1870
fue aprobado por el Congreso Peruan

Objetivos:

a) Quitar el monopolio de la venta del guano a los consignatarios.

b) Conseguir rentas más permanentes, para expandir su política de obras públicas.

c) Sanear la deuda externa.

Condiciones:

a) Se vende a la Casa Dreyfus dos millones de toneladas de guano.

b) La casa Dreyfus pagaría 2 000 000 de soles anticipados y mensualidades de 700. 000 soles.

c) La Casa paga los servicios de la deuda externa peruana (5 000 000 de soles).

Consecuencias:
a) Se pone fin al sistema de consignatarios.

b) El gobierno pide anticipos para impulsar la política ferrocarrilera y se incrementa la deuda externa, lo que
determina, a la larga, la Crisis Fiscal. Construcción de Ferrocarriles Lima-La Oroya (inicio); Arequipa-Puno;
MollendoArequipa; Eten-Ferreñafe. Lima-Chancay; Pisco-Ica; Ilo-Moquegua.

• A cargo de Henry Meiggs Modernización de Lima

a) Derribo de las murallas coloniales para la expansión de la ciudad (H. Meiggs).

b) Construcción de la carretera Lima-Callao.

c) Construcción del Hospital 2 de Mayo.

d) Construcción del Puente Balta (sobre el río Rímac).

e) Construcción del Parque de la Exposición.

f) Construcción del muelle del Callao.

g) Creación de la provincia litoral de Tarapacá. h) Creación del puerto de Mollendo.

Surgimiento del Partido Civil (1871) Primer Partido Político Líder: Manuel Pardo y Lavalle Surge como reacción
contra el militarismo precedente. Sus miembros formaban parte de los grupos que nacen a partir de la prosperidad
del guano (ex consignatarios) y de la naciente agricultura de exportación. Proponen una política pragmática que se
refleja en la realización de obras públicas, la moralización del Estado y en el impulso a la educación. Programa: –
Gobieno civil – Educación – Ferrocarriles Otros miembros: José Antonio de Lavalle y Miguel Grau.

EL GUANO

A. Arrendamiento: Siendo presidente A. Gamarra en 1840 arrendó yacimientos de guano a Francisco Quiroz
por el pago de cantidad de 1000 pesos.
B. Venta Directa: En 1841 ante la falta de Posters se hizo un nuevo arreglo con la Casa Quiroz. Allier, el
Estado vende el producto sobre la base de una comisión y de una participación en las utilidades. Más tarde
este modelo fue cancelado.
C. Primer Gobierno de Ramón Castilla C. Consignación: (1847) por este sistema el Estado peruano conserva
la propiedad del guano hasta el momento de su venta en el mercado internacional, mientras que el
consignado percibía por su participación una comisión sobre el producto bruto de las ventas. El arreglo se
hizo con la Casa Gibbs hasta 1861. En este año, Castilla dio la venta del guano a consignatarios nacionales
D. El Monopolio: (1869) se firmó el Contrato Dreyfus para cancelar la deuda externa y eliminar a los
consignatarios.

6. Pardo logró ganar las elecciones de abril-mayo de 1872. Antes de la transferencia del poder hubo, en los
últimos días de julio, un frustrado intento de los militares por impedirla. Fue la rebelión de los coroneles (y
hermanos) Gutiérrez dirigida por el ministro de Guerra, Tomás Gutiérrez, quien fue proclamado efímeramente Jefe
Supremo de la República. Sin el apoyo de la Marina, que cerró filas con los civilistas, y con la hostilidad de las
clases populares limeñas y chalacas, la rebelión fracasó y sus líderes, exterminados a palos por la plebe,
terminaron colgados de las torres de la Catedral de Lima

Golpe de Estado: Los Hermanos Gutiérrez Ante el triunfo del Partido Civil, se rebelan los cuatro hermanos Gutiérrez
(Marcelino, Marceliano, Silvestre y Tomás). Querían impedir que los civiles lleguen al poder. Toman prisionero a Balta
y Tomás queda como presidente. El pueblo se rebela matando a todos los hermanos menos a Marcelino. La revolución
de los Gutiérrez El 22 de julio de 1872 se produjo el golpe militar. En junio, Balta había cerrado El Comercio, declarado
partidario de Pardo. Los coroneles Tomás, Silvestre, Marceliano y Marcelino Gutiérrez habían sido protegidos del
presidente José Balta, quien había nombrado ministro de guerra a Tomás Gutiérrez, poco antes del golpe. Apresaron al
presidente Balta y se intentó capturar al presidente electo Manuel Pardo, quien se refugió en la fragata
Independencia. El 25 de julio comenzó la reacción popular contra el golpe. El 26, Silvestre Gutiérrez murió en un
tiroteo en la estación de Sanjuán de Dios y sus seguidores asesinaron al presidente Balta en prisión. Los Gutiérrez
huyeron, Tomás fue apresado cuando huía disfrazado, fue muerto a pesar de los esfuerzos de los civilistas por
protegerlo y su cadáver colgado de un farol en la plaza de armas. Al día siguiente, los cuerpos de Tomás y Silvestre
Gutiérrez fueron colgados de las torres de la catedral y posteriormente se trajo el cadáver de Marceliano, quien había
muerto en el Callao combatiendo a los opositores del golpe. El único que escapó fue Marcelino Gutiérrez. El congreso
tomó el control y El Comercio reapareció el 27 de julio.

Pardo obtuvo una aplastante victoria en las elecciones de 1871-1872, pero un golpe militar en contra de Balta,
organizado por el general Tomás Gutiérrez, ministro de guerra, y sus hermanos Marceliano y Silvestre, le impidió
asumir el cargo. Lo notable del caso no fue la respuesta algo predecible de algunos elementos de las fuerzas armadas,
sino el hecho de que el intento de golpe en contra del popular Pardo desató una orgía de motines en el pueblo limeño.
En pocos momentos Balta fue arrestado y luego asesinado por sus guardias; Pardo fue rescatado del buque de guerra
Huáscar, comandado por un oficial naval ampliamente respetado llamado Miguel Grau; y Tomás Gutiérrez fue
capturado y linchado por una enfurecida turba de ciudadanos que acto seguido mutiló su cuerpo. No contenta con
esto, la multitud colgó los cuerpos desnudos de Tomás y Silvestre de las torres gemelas de la catedral. Luego, después
de decapitarlos, los amotinados incineraron los cuerpos caídos, junto con el de Marceliano, en una gran urna frente a
la catedral. El salvajismo de los motines y su horrendo final han sido interpretados de diversos maneras. Los
observadores civilistas lo vieron románticamente como un heroico y espontáneo levantamiento popular en defensa
del gobierno civil y la democracia electoral. En realidad Giesecke (1978) reunió evidencias considerables de que se
trató de un movimiento más organizado y dirigido, conformado por elementos de la desposeída clase artesana,
arruinada por dos décadas de comercio libre radical. Al final, el abortado golpe desacreditó aún más a las fuerzas
armadas y legitimó el naciente movimiento civilista de Pardo

7. 8
Primer Gobierno de Mariano Ignacio Prado (1865-1868) –
Toma el poder como dictador.
– Declara la nulidad del Tratado Vivanco-Pareja y la Guerra a España
8. 9
Gobierno del Coronel José Balta (1868-1872) Las comisiones electorales de 1868 arrojaron a la historia la victoria
militarista de Balta, frente a la derrota civil de Manuel Toribio Ureta

Contrato Dreyfus Gestionado por el Ministro de Economía, Nicolás de Piérola. La casa judíofrancesa DREYFUS
HNOS. entrega capitales al gobierno peruano a cambio de los derechos de comercialización del guano. Esto
significó la liquidación del sistema de consignaciones, provocando la reacción de la aristocracia nacional (1869).
Gran parte de los fondos provenientes del contrato fueron invertidos en obras públicas, sobre todo ferroviarias
(ENRIQUE MEIGG)
La política ferroviaria y la oligarquía terrateniente Los ferrocarriles, dado el sistema económico y la intención con
la que fueron construidos, en lugar de ser las vías que permitan el desarrollo de la producción, que vincularan a los
pueblos incrementando los mercados con los propios productos del interior, se convierten en conductos del
desangramiento de las riquezas del país. Todos eran transversales y unían los puertos del litoral con los centros de
producción de materias primas: el del norte para el algodón y el azúcar; el del centro para la plata, el cobre y otros
minerales, y el ferrocarril del sur para las lanas. Quedaba así establecido, como dice Heraclio Bonilla, un sistema
eficiente de explotación que permitía a las clases propietarias aprovechar la apertura del mercado internacional.
También la ferroviarización daba acceso a los comerciantes monopolistas a los mercados del interior, donde
colocaban sus productos con menores costos. De otro lado, la política ferroviaria, cuando Manuel Prado llegó al
poder en 1872, contribuyó a aumentar la deuda externa a 35 millones de libras esterlinas, cuya sola amortización
demandaba dos millones y medio, suma que, señala Bonilla, equivalía a la totalidad del presupuesto nacional.
Finalmente, la falaz bonanza que trajo consigo el guano produjo el surgimiento de una nueva oligarquía
sustentada en la Hacienda Pública y en la especulación, así como la acentuación de las diferencias regionales con
la primacía del carácter costeño de la vida republicana y, de manera indirecta, el robustecimiento del
gamonalismo andino.

Obras de Balta:
– Derrumbó las murallas para modernizar Lima.
– Se dio la construcción del puente Balta sobre el río Rímac.
– Se construyó el Palacio de la Exposición (actual Museo de Arte), donde se exhibió el reloj de 11 m de altura que
diseñó Pedro Ruiz Gallo.
– Se dio la creación del barrio La Victoria (terreno que perteneció a Victoria de Echenique).
– Se creó la Escuela de Agricultura (1869), hoy Universidad Nacional Agraria.
– Se construyó la carretera Lima-Huacho. – Se creó el pueblo de Ancón y la provincia de Tarapacá.
– Se dio la construcción del Ferrocarril Lima-La Oroya.

11 - LA GUERRA CON CHILE (1879-1883)

La guerra del guano y el salitre fue una guerra financiada por el capitalismo inglés en favor de Chile, para que el Perú
pierda sus reservas salitreras y se anule todo proyecto de desarrollo nacional. El “Proyecto Civilista” de Manuel Pardo
y Lavalle contemplaba la ampliación de un aparato productivo basado en la agroexportación y la minería. Para hacer
realidad este proyecto, se planteó el control del salitre de Tarapacá por el estado peruano, entrando en conflicto con
intereses anglochilenos, como los Gibbs, que ya habían invertido en las salitreras de Tarapacá. Mariano Ignacio Prado
fue elegido presidente en 1876. Llevaba ya tres años de gestión cuando Chile declaró la guerra al Perú. Si bien Prado
había recibido de los civilistas un país abrumado por la crisis económica, no esperaba que ésta se viese agravada por
un conflicto con un país que, en ese entonces, ni siquiera era limítrofe con el nuestro. La ingrata sorpresa de la
guerra no sólo se debió a factores que escapaban al control del Perú, sino sobre todo a errores cometidos por los
distintos gobiernos peruanos desde la época del guano: mala administración económica, diplomacia débil y con poca
visión de la compleja política sudamericana, y por último, abandono de la defensa nacional. Es importante analizar
los acontecimientos que se presentaban en esta unidad de manera crítica y mesurada, de modo que no obtengamos
como resultado una visión pesimista ni revanchista de las cosas. El objetivo de esta unidad es que conozcas las
causas, los principales sucesos y las consecuencias de la guerra y de la reconstrucción nacional; que recuerdes a los
personajes que lucharon heroicamente en defensa del país, pero sobre todo, que entiendas las características de la
política peruana de esta época.

Chile y Bolivia firmaron un tratado secreto en 1872 sobre límites fronterizos. En la franja costeña que correspondía a
Bolivia se encontraban importantes yacimientos de salitre, que continuaban en el Sur del Perú, y que eran
explotados por capitalistas chilenos e ingleses. En 1874, se acordó que Bolivia no aumentaría por 25 años los
impuestos de salitre; este tratado no fue ratificado por el Congreso boliviano, el que, en cambio, decidió un nuevo
impuesto de 10 centavos por quintal. Esta decisión llevó al gobierno chileno a invadir militarmente el territorio
boliviano, donde se encontraban dichos yacimientos (Antofagasta). El Perú había firmado en 1873 un tratado
defensivo secreto con Bolivia; en busca de un acuerdo de paz viaja a Chile José Antonio de Lavalle, pero no se logra.
El Congreso chileno declara la guerra al Perú (05/04/1789). La causa real y directa de la guerra fue el territorio
salitrero de Tarapacá.

PRESIDENTES: Perú: Mariano Ignacio Prado. Bolivia: Hilarión Daza. Chile: Aníbal Pinto. Campaña Marítima (1879)
Buques Peruanos “Independencia” (Fragata blindada); “Huáscar”, “Manco Cápac” y “Atahualpa” (Monitores);
“Unión” (Corbeta); “Pilcomayo” (Cañonera); “Oroya”, “Chalaco” y “Limeña” (Transportes). Buques Chilenos
“Cochrane” y “Blanco Encalada” (Acorazados); “Chacabuco”, “O’Higgins” (Corbetas) “Esmeralda”, “Covadonga”,
“Magallanes”, “Abtao”, etc.
Combate de Chipana o Loa Fue la primera acción naval de la guerra del Pacífico, el 12 de abril de 1879, en el que
hubo un breve tiroteo entre el buque chileno “Magallanes” y los barcos peruanos “La Unión” y “Pilcomayo”.

Combate de Iquique (Mayo 21): Naves peruanas “Huáscar”, comandada por Miguel Grau, y la “Independencia” por
More, frente a naves chilenas que adoptan una posición defensiva; la “Covadonga” va al Sur, perseguida por la
“Independencia” que choca contra un arrecife; el “Huáscar” usa su espolón y hunde a la Esmeralda, al mando de
Arturo Prat. Hasta el mes de Octubre la presencia peruana se mantenía agresiva

Combate de Angamos (Octubre 8) en el “Huáscar”, Miguel Grau, frente a los buques chilenos “Blanco Encalada”,
“O’Higgins”, “Cochrane”, “Covadonga”, “Matías Cousiño” y “Loa”, que lo rodearon y capturaron. Los oficiales
peruanos fueron Miguel Grau, Diego Ferré, Melitón Carbajal, Melitón Rodríguez, Enrique Palacios y Pedro Gárezon,
quien ordenó abrir las válvulas y hundirlo R E V I 119 El tratado permite la anexión chilena de Tarapacá y la ocupación
por 10 años de Tacna y Arica, al término de los cuales habría un plebiscito que decidiría la nacionalidad de los
territorios. Las tropas chilenas desocupan Lima (23/10/1883) y todo el sur del Perú hasta el límite de Tacna.
Consecuencia de la guerra – 15 000 vidas perdidas en 4 años de guerra. – Pérdida del salitre y territorio de Tarapacá.
– Ruina de la agricultura, industria y comercio. – Crisis fiscal y ruina del crédito exterior. – Pérdida de la escuadra. –
Reaparición del militarismo. Explicación a la derrota Desde este punto podemos analizar brevemente las causas de la
derrota peruana. El Perú era un país en donde las economías regionales eran autónomas y rivales entre sí. El sur,
tradicionalmente, por siglos, había sido una unidad económica consolidada. La región central más dinámica giraba
alrededor de la producción minera de Cerro de Pasco. El Norte comerciaba básicamente con Guayaquil y
Centroamérica. Lima, sede del gobierno, miraba más hacia el Pacífico que al interior del país, de tal suerte que era
imposible hablar de una conciencia nacional en aquel entonces. Más propio sería mencionar la existencia de zonas
autónomas. En consecuencia, en un país desintegrado no se podía esperar actitudes nacionalistas. Por eso Francisco
Bolognesi nunca recibió el auxilio que esperaba en el morro de Arica. Por eso, en la ocupación chilena de Lima y del
Norte, las principales familias dieron cupos al chileno Patricio Lynch para que no sean destruidas sus propiedades.
Arequipa no envió una bala porque las diferencias regionales pesaban más que cualquier guerra externa, por ello
Cáceres no recibió la ayuda prometida. Ante el avance de las tropas chilenas al norte, los hacendados de esa región
proclamaron presidente a Miguel Iglesias, quien no tuvo ningún cargo de conciencia para firmar el Tratado de Ancón
y en consecuencia ceder Tacna, Arica y Tarapacá. En suma, la guerra de 1879 “sorprende” al Perú impreparado para
una contienda militar y en medio de la bancarrota económica. La República, a pesar de las constituciones, no había
logrado organizarse adecuadamente, ni había sabido administrar su pobreza inicial ni la inmensa riqueza que
significó el guano y el salitre; no supo dar las medidas indispensables para integrar la población andina a la nación
peruana y más bien despilfarró cuantiosos ingresos, dando una falsa sensación de prosperidad y debilitando las
energías y capacidades para manejar con cautela nuestros recursos. Así pues, la miopía de los gobernantes de
entonces, su inoperante diplomacia, el nefasto caudillismo militar, la desintegración de nuestra sociedad, el mal uso
de las rentas del guano, el abuso de los empréstitos y su irresponsable aplicación derrochando los ingresos del
estado hasta la exageración, nos explican con mayor objetividad, las causas de la derrota en la Guerra del Pacifico

2° Gobierno de Mariano Ignacio Prado (1876 -1879) - Llega al poder tras vencer a Nicolás Piérola en las urnas
internas del Partido Civil. Apoyado por Manuel Pardo y Lavalle. Dicho partido presento dos candidatos. No tuvieron
competidores. - Impulso las contribuciones particulares. - Gravo con impuestos a las minas. · En 1877, Piérola se
subleva en Moquegua. Fue derrotado en la Batalla de Yacango huyendo a Chile. Los pierolistas en Lima, tomaron el
Huáscar y tras recoger a su líder, se enfrentaron a los barcos ingleses Sha y Amethis en el combate de Pacocha. Luego
entregaron el Huáscar en Arequipa. · EI16 de noviembre de 1878 fue asesinado Manuel Pardo y Lavalle ingresando al
congreso. Era en ese tiempo el Presidente del Senado
12

Segundo gobierno de Mariano Ignacio Prado (1876-1879)

– Sus obras están destinadas a sacar al país de la bancarrota.

– Gravó con impuestos a las minas.

– Impulsó contribuciones a particulares.

– Fracasó el pedido de un nuevo préstamo a Inglaterra.

• Se produce el asesinato de Manuel Pardo y Lavalle, el 16 de noviembre de 1878. Era por aquel entonces
presidente del Senado y fue asesinado al ingresar al local del Congreso. Piérola se subleva contra el gobierno en
Moquegua y es derrotado en la batalla de Yacango en 1877, luego de lo cual huye a Chile. En Lima los pierolistas
toman el monitor Huáscar (declarado buque pirata) y van a buscar a su líder al sur. De regreso a Lima se enfrentan
a los barcos ingleses “Sha” y “Amethis” en el combate de “Pacocha”, venciendo Piérola, quien arriba al Callao
donde no encuentra apoyo popular.
Control 11
1
El Primer Militarismo Fue el período comprendido entre 1827 a 1872 y se caracterizó por un acentuado caudillaje
militar. esto debido a la crisis por la que pasaba la élite peruana, producto de su ambivalencia en la guerra de la
Independencia y el quiebre de sus bases económicas. de esta forma el escenario político cayó en manos de
caudillos militares, en su mayoría los que destacaron en la batalla de Ayacucho. Los caudillos representaron
intereses regionales de hacendados y comerciantes a los que dispensaban favores y atención. Sin embargo, para
estos caudillos, resultaba muy difícil su dominio personal debido a las altas traiciones. En este tiempo se dio una
constante lucha ideológica entre liberales y conservadores que nos llevaría a la creación de seis constituciones.

LA GUERRA A MUERTE".- Salaverry procedió de manera drástica al afrontar la guerra, que llamó "segunda guerra
de la Independencia". Con fecha 7 de julio de 1835, lanzó su famoso decreto de guerra a muerte contra Santa
Cruz, su ejército y cuantos lo auxiliaran y declaró beneméri to de la patria a quien matara a un boliviano y, además,
exento del pago de cinco años de contribución…¿Qué tenía eso de extraño, si antes, en la simple guerra civil
contra Orbegoso, cuéntase que prometió que "haría clarines con las canillas de sus enemigos"? Luego procedió
violentamente a requisar hombres y recursos así como las armas de los particulares, llamó a las filas a to dos los
ciudadanos de 15 a 40 años bajo pena de muer te y alis tó a los escla vos (28 de agosto). Formó un ejército,
magníficamente vestido, según cuenta una tradición que evoca, en cambio, la pobre za de la época; y bien fre
nado pues to que la ma yor trans gresión era penada con el fusilamiento. Ejército rápidamente disciplinado y, sin
embargo, entusiasta. La escuadra lo apoyaba, condenando a Santa Cruz y a Orbegoso a una gue rra de fensiva. En
el Ca llao, caso para ob te ner re cursos o para evitar que los castillos fueran el fo co de re vo luciones, se vendió a
la artille ría de bronce exis ten te allí; Sala verry, por lo demás, tenía el dominio del mar. Para hacer cartuchos
fueron entonces usados hasta papeles del Archivo Nacional. ¡Simbólico episodio

Gobierno de Felipe Santiago Salaverry (1835-1836) Tomó el poder por Golpe de Estado al derrocar a Orbegoso el
22 de febrero de 1835. Obras:
a) Creó una comisión llamada “La Acordada”.
b) Combatió el contrabando.
c) Debeló a los montoneros dirigidos por León Escobar.
Guerra contra Bolivia:
a) Antecedentes. Por reunión realizada en Chuquisaca, Santa Cruz se unió a Gamarra, pacto que después revocó
para unirse con Orbegoso, quien le era más útil a sus planes federativos.
b) Ante la traición de Santa Cruz, Gamarra se unió con Salaverry.
c) Principales Batallas:
Batalla de Yanacocha (13 agosto 1835) Las tropas de Santa Cruz al mando de Braun y Ballivián vencen a Gamarra
en esta acción (Cusco).
Batalla de Uchumayo (4 febrero 1836) Salaverry vence a las tropas bolivianas dirigidas por Ballivián (Arequipa).
Batalla de Socabaya (7 febrero 1836) Santa Cruz derrota a Salaverry, quien más tarde es fusilado en Arequipa el 18
de febrero de 1836. Asesinado el presidente más joven que ha tenido el Perú, Santa Cruz procedió a formar su
anhelado plan de gobierno, La Confederación Peruano-Boliviana. Mientras tanto, Agustín Gamarra propició la
caída de Santa Cruz desde Chile. Andrés de Santa Cruz Nació en Bolivia el 5 de diciembre de 1792. Cursó estudios
en La Paz y en el Cusco. Se incorporó en las filas del libertador José de San Martín. Posteriormente fue nombrado
jefe del ejército peruano y su misión fue liberar el Alto Perú. Intervino en las batallas de Junín y Ayacucho y Simón
Bolívar le concedió la Presidencia del Consejo de Gobierno del Perú que acababa de lograr su independencia. En
1829 fue llamado a ocupa la Presidencia de Bolivia, función que desempeñó acertadamente; pero su ideal político
era formar la Confederación Peruano-Boliviana para que juntos, los dos países, formasen un poderoso Estado en
América de Sur. Santa Cruz logró su propósito; pero no por mucho tiempo, pues Chile y Argentina declararon la
guerra a la Confederación. Un ejército chileno-peruano derrotó a Santa Cruz en la batalla de Yungay (1839). Luego
fue desterrado a Europa.
2
SENTIMIENTOS NACIONALES Y COSTEÑOS EN LA PROPAGANDA CONTRA SANTA CRUZ.- No solo la fascinación
personal del caudillo limeño entusiasmaba a sus partidarios. Vibraba en ellos el sentimiento nacional, herido por la
invasión y acicateado por el tradicional desdén a los bolivianos; y también sentimientos regionalistas costeños,
capitalinos o norteños. Ingeniosa expresión de esta actitud fueron las letrillas de Felipe Pardo y Aliaga publicadas
en periódicos eventuales como El Coco de Santa Cruz, del que aparecieron seis números entre setiembre y
diciembre de 1835 y al que acompaña ron otras hojas como El Conquistador Ridículo y Para Muchachos (1). Entre
las letrillas de Pardo estuvieron varias, reproducidas por el autor del presente libro en su obra juvenil La Iniciación
de la República (Lima, 1929), entre ellas la siguientes
Duer me la ca ci ca, el pe cho sú bi to pavor la in fla ma: em pie za a temblar su le ch

3. Andrés de Santa Cruz Nació en Bolivia el 5 de diciembre de 1792. Cursó estudios en La Paz y en el Cusco. Se
incorporó en las filas del libertador José de San Martín. Posteriormente fue nombrado jefe del ejército peruano y
su misión fue liberar el Alto Perú. Intervino en las batallas de Junín y Ayacucho y Simón Bolívar le concedió la
Presidencia del Consejo de Gobierno del Perú que acababa de lograr su independencia. En 1829 fue llamado a
ocupa la Presidencia de Bolivia, función que desempeñó acertadamente; pero su ideal político era formar la
Confederación Peruano-Boliviana para que juntos, los dos países, formasen un poderoso Estado en América de
Sur. Santa Cruz logró su propósito; pero no por mucho tiempo, pues Chile y Argentina declararon la guerra a la
Confederación. Un ejército chileno-peruano derrotó a Santa Cruz en la batalla de Yungay (1839). Luego fue
desterrado a Europa.

Gobierno de Luis José de Orbegoso (1833-1835) Elegido presidente por la Convención Nacional, logró frustrar los
planes opositorios de Gamarra. Ésta promovió y apoyó la sublevación del General Pedro Bermúdez (1834). Ésta va
a ser la primera Guerra Civil del Perú Republicano. Con el apoyo de los autoritaristas, Bermúdez logra algunos
éxitos iniciales: Batalla de Cangallo, Domingo Nieto vence a Miguel de San Román (aliado de Gamarra); batalla de
Huaylalucho, Pedro Bermúdez derrota a Orbegoso, siendo tomado prisionero cerca a Huancavelica. Se encontraba
a punto de darse la batalla final, cuando Bermúdez fue sacado del mando por uno de sus propios generales: José
Rufino Echenique, el cual pacta la paz con Orbegoso. Este acuerdo de paz es conocido como “El Abrazo de
Maquinguayo” (24/4/1834). Gamarra huyó a Bolivia buscando la ayuda del presidente Santa Cruz. – Se promulgó
la Constitución Liberal de 1834. – Fundó la Beneficencia Pública de Lima. Sublevación de Felipe Santiago Salaverry
(1835-1836) Se sublevó en el Callao (Real Felipe), aprovechando un viaje de Orbegoso a Arequipa. Destituyó a
Manuel Salazar y Baquíjano, quien estaba al mando, y se proclamó Jefe Supremo de la República. Es considerado
el presidente más joven del Perú. Ante la sublevación de Salaverry, Orbegoso huyó a Bolivia, donde se alió con
Santa Cruz.
Éste vio aquí la oportunidad de realizar su sueño de unir al Perú y Bolivia; Gamarra se encontraba también en
Bolivia, pero cuando Santa Cruz pactó con Orbegoso regresó al Perú y se puso de lado de Salaverry. Así, quedaron
dos bandos: Santa Cruz y Orbegoso que pretendían unir el Perú y Bolivia; contra Salaverry y Gamarra que se
oponían a dicha confederación. – Santa Cruz derrota a Gamarra en Yanacocha (Cusco-13 de agosto de 1835). –
Salaverry derrota a Ballivián (General de Santa Cruz) en Uchumayo (Arequipa- 3 de febrero de 1836). – Santa Cruz
derrota a Salaverry en Socabaya (7 de febrero de 1836) – El 18 de febrero de 1836, Salaverry es fusilado en
Arequipa.

La Confederación Perú Boliviana (1836-1839) Desterrado Gamarra y fusilado Salaverry, Santa Cruz pudo realizar su
proyecto: unir a Perú y a Bolivia bajo su gobierno. El Perú fue dividido en dos estados: el Estado Nor-Peruano, con
capital en Lima, y el Estado SurPeruano, con capital en Arequipa. También estaba el Estado Boliviano, con capital
en la Paz. Cada estado convocó a una asamblea, en la que cada uno designó a un presidente y decidió integrar con
los otros dos una confederación. – Estado Nor-Peruano: Huaura (1836) (Presidente: Luis José de Orbegoso).
Conformado por los departamentos de Amazonas, Junín, Lima y La Libertad. – Estado Sur - Peruano: Sicuani (1836)
(Presidente: Ramón Herrera). Lo conformaron los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno. – Estado
Boliviano: Tapacari (1836) (Presidente: Miguel de Velasco). – El 28 de octubre de 1836, Santa Cruz firmó un
Supremo Decreto creando la Confederación Perú-Bolivia (Pacto de Tacna). – El establecimiento definitivo de la
confederación se consolidó en el Congreso de Tacna. En este congreso se estableció: – Cada estado tendría un
gobierno propio, pero sujeto en lo militar, diplomático y económico al gobierno del Supremo Protector. – Santa
Cruz fue elegido Supremo Protector de la Confederación, por diez años prorrogables. – La Constitución de la
Confederación fue proclamada en Tacna (9 de mayo de 1837). Se acordó un gobierno central, un congreso general
y un poder judicial.

Obras administrativas de Santa Cruz


– Promulgó un Código Civil Penal (napoleónico).
– Promulgó un nuevo Reglamento de comercio.
– Se reformó el sistema de Aduanas.
– Se declararon puertos libres a Arica, Callao, Paita y Cobija.
– Implantó los servicios de Administración Pública.

El establecimiento de la Confederación era favorable al Perú y Bolivia y más aún a Bolivia, pues este país nació,
enclavado en los Andes, sin comunicación directa con el mar. La separación del Alto Perú rompió la unidad
geográfica, económica e histórica que siempre hubo entre esa región y el sur del Perú, llamado en los tiempos
coloniales el Bajo Perú. Internacionalmente, la Confederación era necesaria para el equilibrio continental y fue
bien recibida por los Estados Americanos. Chile fue el único país que se sintió alarmado por el establecimiento de
la Confederación. El primer ministro chileno don Diego Portales era quien dirigía la política del gobierno del
presidente general Joaquín Prieto. Portales consideró que la formación de un gran Estado al norte de su país,
impediría en el futuro realizar sus planes expansionistas y buscó pretexto para destruir la Confederación,
interesando en el asunto a la Argentina. Fue una política netamente antiperuana.

El pretexto para la intervención chilena la dio el mismo Santa Cruz al proteger al general chileno Ramón Freyre,
enemigo del presidente Prieto, quien armó en el Perú una expedición para combatirlo, pero al llegar a Chile fue
apresado. El ministro Portales acusó a Santa Cruz de perturbar la paz y tranquilidad de su país e hizo que el
Congreso declarara la guerra al Perú (28 de diciembre de 1826). Pero antes había enviado al Callao a sus dos
pequeños buques de guerra, que en un acto de piratería, en plena paz, se apoderaron de los buques de la
escuadra peruana. Luego Chile consiguió que Argentina declarara la guerra a la Confederación, siendo los
argentinos derrotados por los bolivianos.

El gobierno chileno envió al Perú dos expediciones llamadas restauradoras. La primera al mando del marino Blanco
Encalada, desembarcó en Quilca y ocupó Arequipa, pero fue rodeada por el ejército de Santa Cruz, debiendo
capitular. Se firmó el Tratado de Paucarpata (17 de noviembre de 1837), por el cual se retiraba la expedición, los
dos países quedaban en paz; y Chile devolvía los barcos apresados en el Callao El gobierno chileno desaprobó el
Tratado de Paucarpata y envió una segunda: "Expedición Restauradora", al mando del general Manuel Bulnes, en
la que venían muchos militares y civiles peruanos deportados por Santa Cruz impulsados por el odio a este caudillo
y en actitud de estrechez mental sobre los intereses del Perú; entre ellos, los generales Gamarra, Vivanco y La
Fuente. La expedición desembarcó en Ancón y ocupó Lima, pero como en la capital el sentimiento público era
hostil a los restauradores, el ejército expedicionario se retiró al Callejón de Huaylas, aprovechando de que el norte
se había separado de la Confederación.
Ahí fue a buscarlos el mariscal Santa Cruz al mando de su ejército, pero fue lamentablemente derrotado en la
batalla de Yungay (20 de enero de 1839), obligado a retirarse y a huir del Perú. La unión del Perú y Bolivia había
fracasado por obra de Chile.
Los historiadores chilenos han expuesto el punto de vista de Portales: la Confederación rompía el equilibrio
sudamericano y las ambiciones de Santa Cruz eran un peligro para la independencia de Chile. Sin embargo, no
todos ellos parecieran conformarse con las apreciaciones del ministro, que exponen como opiniones suyas, sin
pronunciarse en definitiva. La Confederación como posibilidad no pasa de ser una elucubración, que no cabe en el
criterio histórico. En los hechos reales se percibe que el esfuerzo del protector tenía mucho de artificial. Basta
mirar el cuadro descompuesto de las luchas políticas y militares desde la independencia, para comprender que la
situación era caótica y que en los años que precedieron a la Confederación la confusión era extrema, al punto de
ser imposible captar una línea evolutiva de alguna claridad. En un momento hubo siete presidentes en el Perú. La
presencia victoriosa de Santa Cruz, no obstante el poder de las armas, no logró aunar a los peruanos, porque el
choque de los caudillos, los grupos y los regionalismos no podían ceder. Buena prueba es la colaboración con Chile
de Gamarra, Gutiérrez de la Fuente, Vivanco, Castilla y la gente que lo seguía. Antes que el ejército restaurador
comandado por Manuel Bulnes desembarcase en Ancón, los generales Nieto y Orbegoso levantaban al Estado
Norperuano contra la Confederación, habiendo sido Orbegoso el respaldo seguro de Santa Cruz y de su creación.
Bolivia tampoco era un terreno seguro, porque subsistían círculos adversos al mariscal de Zepita y la unión con el
Perú suscitaba muchas aprensiones. Se sospechaba la preferencia de Santa Cruz por el Perú y se confiaba más en
el destino propio del altiplano. Cuando el Protector cayó derrotado en Yungay en 1839 el triunfo chileno fue
celebrado en Bolivia con actos públicos, Santa Cruz fue declarado “insigne traidor” y hasta su familia fue
amenazada. Los grandes colaboradores de la víspera entonces se alinearon como enemigos acérrimos: Velasco,
Ballivián, Olañeta, Linares, Urcullo y Buitrago. La Confederación era una ficción. El gran error de Portales fue lanzar
una guerra contra una entidad que se desmoronaría más temprano que tarde.” De: Chile y Perú: la historia que
nos une y nos separa, 1535-1883, Santiago: Editorial Universitaria,

10- Segundo Gobierno de Agustín Gamarra (1839 - 1841) Convocó a un congreso constituyente en Huancayo, el
que elaboró la constitución de 1839 de carácter autoritario. En elecciones generales, es elegido
constitucionalmente en 1839. Invade Bolivia con el objeto de hacer una confederación “a la peruana”. Fue
derrotado y muerto en la batalla de Ingavi (Bolivia, 1849) por el jefe boliviano José Ballivián.

Segundo Gobierno de Agustín Gamarra (1839-1841)


1. Antecedentes

Al caer la Confederación, el general don Agustín Gamarra se hizo cargo de la presidencia en forma provisoria,
primero, hasta que en 1840 fue ratificado en su nombramiento, asumiendo por segunda vez el gobierno.

2. Obras

a) Constitución de Huancayo de 1839.

• Denominación: Constitución Centrista.

• Modelo: Conservadora

• Número: Quinta

• Características:

– El período presidencial sería de seis años.


– Se suprimió el cargo de vicepresidente.
– Se crea el Consejo de Estado como un organismo asesor del gobierno.
– El senado queda compuesto por veintiún miembros.

b) Se produjo la fundación del b) Se produjo la fundación del colegio Nuestra Señora de Guadalupe el 14 de
noviembre de 1840 (fundadores Nicolás Rodrigo y Domingo Elías).
c) Apareció el diario El Comercio el 4 de mayo de 1839 por iniciativa de Manuel Arrunátegui. d) Se produce el inicio
de la navegación a vapor prosperando la empresa del norteamericano Wiliam Wheelwright.

e) Se inicia la corriente costumbrista (Felipe Pardo y Aliaga y Manuel Ascencio Segura).

Invasión a Bolivia

• Pretexto: Ante el intento de Santa Cruz de volver a tomar el poder en Bolivia decidió la invasión.

• Mientras tanto en Bolivia gobernaba Miguel Velazco, quien sería derrocado por José Ballivián, con el apoyo de
Gamarra.

• Este último trató de aprovechar la situación y anexar Bolivia al Perú, entonces Ballivián nos declara la guerra y se
dio la batalla de Ingavi (18 de noviembre de 1841), produciéndose la muerte de Gama rra.

La guerra con Bolivia Ante los hechos desatados en Ingavi es apresado Ramón Castilla y los bolivianos invaden el
Perú, tomando Moquegua, Tacna, y Arica, mientras tomaba el mando el presidente del Consejo de Estado, Manuel
Menéndez. La guerra termina tras la firma del Tratado de Puno el 7 de junio de 1842, hecho entre el presidente de
Bolivia, José Ballivián y el general Antonio Gutiérrez de la Fuente.

11-

Gobierno de Felipe Santiago Salaverry (1835-1836)

Tomó el poder por Golpe de Estado al derrocar a Orbegoso el 22 de febrero de 1835.

Obras:

a) Creó una comisión llamada “La Acordada”.

b) Combatió el contrabando.

c) Debeló a los montoneros dirigidos por León Escobar. Guerra contra Bolivia:

a) Antecedentes. Por reunión realizada en Chuquisaca, Santa Cruz se unió a Gamarra, pacto que después revocó
para unirse con Orbegoso, quien le era más útil a sus planes federativos.

b) Ante la traición de Santa Cruz, Gamarra se unió con Salaverry.

c) Principales Batallas:

Batalla de Yanacocha (13 agosto 1835) Las tropas de Santa Cruz al mando de Braun y Ballivián vencen a Gamarra
en esta acción (Cusco).

Batalla de Uchumayo (4 febrero 1836) Salaverry vence a las tropas bolivianas dirigidas por Ballivián (Arequipa).

Batalla de Socabaya (7 febrero 1836) Santa Cruz derrota a Salaverry, quien más tarde es fusilado en Arequipa el 18
de febrero de 1836. Asesinado el presidente más joven que ha tenido el Perú, Santa Cruz procedió a formar su
anhelado plan de gobierno, La Confederación Peruano-Boliviana. Mientras tanto, Agustín Gamarra propició la
caída de Santa Cruz desde Chile

la Presidencia de Bolivia, función que desempeñó acertadamente; pero su ideal político era formar la
Confederación Peruano-Boliviana para que juntos, los dos países, formasen un poderoso Estado en América de
Sur. Santa Cruz logró su propósito; pero no por mucho tiempo, pues Chile y Argentina declararon la guerra a la
Confederación. Un ejército chileno-peruano derrotó a Santa Cruz en la batalla de Yungay (1839). Luego fue
desterrado a Europa.

12

Dos caudillos sobresalen políticamente en las revueltas de las décadas de 1820 y 1830: el General conservador
Agustín Gamarra del Cuzco, y su amigo de la infancia y posterior archirrival, el general Andrés de Santa Cruz.
Ambos llegaron a ser presidentes del Perú, Gamarra gobernó entre 1829 y 1833, y nuevamente de 1839 a 1841 y
Santa Cruz lo hizo brevemente a comienzos de la década de 1820 y posteriormente fue el creador de la efímera
Confederación Perú-Boliviana y su presidente entre 1836 y 1839 (y de Bolivia entre 1829 y 1839). Ambos caudillos
combatieron bajo el mando de Bolívar en las guerras de independencia y participaron en las innumerables intrigas
que caracterizaron la política de la temprana república.

Aunque existía una racionalidad esencial para la reconstitución de las fronteras geográficas, culturales y
económicas del viejo virreinato (el Alto y el Bajo Perú), el destino de la Confederación probablemente estaba
impregnado desde el principio por una serie de intereses nacionales e internacionales que jugaban en su contra. El
principal de ellos lo constituían los conservadores nacionales, quienes criticaron el intento de imponerle al país la
agenda librecambista del sur. Aún cuando Lima siguiera siendo la capital, a muchos peruanos les irritaba aceptar a
un boliviano como su presidente. Tal vez más importante fue el hecho de que la unificación de los dos países
andinos amenazaba con alterar el equilibrio geopolítico del poder en la costa oeste, en contra de Argentina y Chile.
Este último país en particular, veía la Confederación no solamente como una amenaza militar, sino también como
un reto a su hegemonía comercial postindependentista en el océano Pacífico. En consecuencia, Chile y Argentina
(Rosas era antiliberal) declararon la guerra a la Confederación en 1836-1837. A una fallida invasión inicial por parte
de Chile en 1837 le siguió otra en 1838, respaldada por un gran contingente de exiliados peruanos, entre ellos el
general conservador Agustín Gamarra, así como algunos liberales que se oponían al estilo autocrático de Santa
Cruz. En enero de 1839, el ejército de Santa Cruz fue aplastado en la Batalla de Yungay, poniendo así fin a la
confederación

13

Más allá del conflicto entre Iglesia y Estado después de 1824, en este periodo sobresale el debate respecto al tipo
de política a seguir en el comercio: liberal o proteccionista. Del lado del libre comercio estaban, entre otras, los
generales Orbegoso, Vivanco, Santa Cruz, caudillos liberales que representaban las aspiraciones librecambistas del
regionalismo sureño. Sin embargo, ellos fueron derrotados por un grupo de nacionalistas conservadores mejor
organizados, conformado por hacendados aristócratas, monopolistas del consulado y productores de la sierra pero
con su centro en Lima y el norte. Dirigidos por los generales Gamarra, La Fuente, Salaverry y otros, estos
nacionalistas conservadores lograron establecer una serie de regímenes proteccionistas en Lima que tuvieron la
primacía hasta comienzos de la década de 1850

Batallas: – Portada de Guía (Lima - 2/8/1838): Gamarra y Bulnes derrotan a Orbegoso. – Buín (Ancash–6/1/1839):
Santa Cruz enfrenta a la 2.a expedición restauradora, sin resultados definitivos para ningún bando. – Yungay
(20/1/1839): Los restauradores con el apoyo de Ramón Castilla, derrotaron definitivamente a Santa Cruz. – En
febrero de 1839, es disuelta la confederación. Santa Cruz trató de volver al poder en Bolivia, pero se sublevaron
contra él los generales bolivianos Velasco y Ballivián. Derrotado, se refugió en el Ecuador.

GéNESIS DE LA CON FE DE RA CIÓN PE RÚ-BO LI VIA NA.- Para jus ti fi car la intervención del presidente de Bo li via,
An drés Santa Cruz, en los asun tos del Perú con el ob je to de formar la Con fe de ra ción Perú-boliviana pu die ron
invo car se tres clases de razones: razones permanen tes, ra zones per so na les y razones in me dia tas. Las
razones permanentes eran de carácter geográfico, histórico, económico y antropológico. Ambos, Perú y Bo livia
coparticipan en las hoyas del Titicaca y de Ma dre de Dios, pese a la inseparable unidad física de cada una de ellas.
La cuenca oriental del lago Titicaca es boliviana, y la occidental, peruana; el río Tahuamanu, boliviano en parte, es
peruano desde Santa Rosa, y el Madre de Dios es peruano también desde Puer to Pardo. La cordillera de los
Andes, al descender desde la altiplanicie de Bolivia (llamada tradicionalmente Alto Perú) hasta el Bajo Perú, hace
menos estériles a las tierras con forme avanza hacia el nor te de Po to sí hasta la raya de Vilcanota. En el litoral los
puertos propicios para el alto llano de La Paz desde el punto de vista geográfico-económico (y sin entrar en
consideraciones políticas que tendrían que tomar en cuenta factores históricos y, sobre todo la vo untad de la
población) se hallan en la zo na de Ari ca. Antropológicamente los quechuas, que constituyen la mayoría de la
población indígena del Perú, son hermanos de los aymaras que forman la mayoría de la población indígena de
Bolivia. Los vínculos entre ellos son tan remo tos que van mucho más allá en el tiempo, más atrás del común
imperio inca y se ha llegado a hablar de un antiquísimo imperio aymara o paleoquechua llamado de Tiahuanaco;
por lo menos hubo entonces intenso contacto cultural. Toda la región del sur del Perú y Bo livia forman juntas el
área cultural pre hispánica que se ha dado en llamar de los "Andes centrales". Hay quechuas en ciertas re giones
del sur de Bo livia como hay aymaras en algunas re giones no solo del sur sino también del centro y del nor te del
Perú. Acaso el dialec to "cauqui" de Yauyos sea un nexo filológico entre los dos idiomas, quechua y aymara. Tan
solo porque la capital del Virreinato del Perú, Lima, hallábase muy distante, fue creada en la época colonial la
Audiencia de Charcas. Las más valiosas encomiendas del Virreinato del Perú estuvie ron en el te rri to rio del Collao
y Charcas, así como su más legenda ria riqueza, la de las minas de Po to sí. Cuando se tra tó de se gregar al Al to
del Bajo Pe rú, el vi rrey don Manuel Gui rior se opuso y resultan pro fé ticas las palabras de su carta de 20 de ma
yo de 1778: "El reino del Perú, Bajo y Al to, no admite división perpetua, estando sus provincias enlazadas unas
con otras, se pondría una piedra de escándalo y emulación". Efectivamente, la segregación de las provincias del
Alto Perú o Audiencia de Charcas y su incorporación al Virreinato de Buenos Aires contribuyó a la decadencia del
Virreinato del Perú en el siglo XVIII. Al producirse la sublevación de Túpac Amaru, no solo se conmovió el sur del Pe
rú, sino también el norte del Al to Perú. Lo mismo ocu rrió con la sublevación de 1814, llamada de Pu macahua, en
el Cuzco. El avance de los argentinos en el te rri to rio al to-peruano suscitó el alzamiento de Zela en Tacna. A fines
del período colonial, cuando Abascal gobernaba el Pe rú, de hecho, la Audiencia de Charcas fue reincorporada al Vi
rreina to de Lima, y siguió la suer te de los realistas que continua ron bajo las órdenes del virrey La Serna. El Al to
Perú estu vo separado del Perú solo cuarenta años. En la Asamblea que decidió la creación de la Re pública de
Bolivia hubo, como se ha vis to, un partido favorable a la unión con el Pe rú. No siempre sobre la base de las
audiencias surgieron Repúblicas, como el caso del Cuzco y Guadalajara lo prueba. En los pri me ros años de la Re
pú bli ca ocu rrió todo lo que acla ra do queda: las ins truc cio nes unio nis tas del can ci ller pe rua no Pando al p
ple ni po ten cia rio Ortiz de Ze va llos y el tra ta do fir ma do por este en 1826 co mo pró lo go de una aglu ti na
ción po lí ti ca más vas ta; las pre ten sio nes de Bo li via sobre Arica; los planes ab sor cio nis tas de Ga ma rra evi
den cia dos en la in va sión de 1828; el motín del ge ne ral Loayza en la Paz, de ca rác ter pe rua nis ta; el fra ca so
de la pe rua ni za ción de Bo li via en 1829 al ser ele gi do Santa Cruz como presidente; el acuerdo de Ga ma rra, La
Fuen te y San ta Cruz para for mar una fe de ra ción de tres Es ta dos a base de las dos Re pú bli cas, en la época en
que se cons ti tu yeron un triun vi ra to contra La Mar; la inter de pen den cia en la po lí ti ca de am bos paí ses, evi
den cia da por las re la cio nes en tre Ga ma rra y Santa Cruz, de 1829 a 1833. To do ello se ba sa ba no en ca pri
chos o en intereses men gua dos úni ca men te sino en cir cuns tan cias pree xis tentes. No provenía tam po co de
meras razones históri cas. Bo li via era, en verdad, un país in com ple to, me di te rrá neo, que si con ti nua ba ais la
do po día temer a la Ar gen ti na, a Chile o al Pe rú. Los de par ta men tos del sur del Perú es ta ban, por otra par te,
se pa ra dos del norte por el de sier to de Islay y por las se rra nías de Aya cu cho, Huan ca ve lica y Apurímac, sin re
la ción in me dia ta por la au sen cia de ca minos, de te lé grafos, de va po res. En cam bio, hacían un trá fi co cons
tan te con Bo li via. Así el ves ti do de los ha bi tan tes de La Paz prove nía de te las del Cuz co y de Pu no. La ex por
ta ción de la co ca de La Paz se rea li za ba ge ne ralmen te so bre el sur del Pe rú. Arica era un puer to de trán si to
para Bo li via, un as cen sor que co nec ta ba el al ti pla no con el mar. La ex por ta ción de vinos de Mo que gua
tenía por prin ci pal mer ca do, al bo li via no. Lo mismo ocurría con las ex por ta cio nes de Are qui pa y Abancay.
Mu chos hom bres del sur del Perú habían hecho sus es tu dios en la docta Chu qui sa ca. Ade más, como el Bra sil
y Ar gen ti na es ta ban en vís pe ra de al can zar un po de río sin gu lar, como el res ta ble ci miento de la Gran Co
lom bia era un he cho siem pre po si ble, y co mo Chi le se or ga ni za ba pa ra lue go ad qui rir la supre ma cía en el
Sur Pa cí fi co de América, la Confe de ra ción Pe rú-bo li via na pare cía al ta men te conve nien te, desde el punto
de vista del equi li brio con ti nen tal.
Razones personales: Santa Cruz no era un extranjero en el Perú. Fundador de la Independencia, combatiente en
las batallas de Pichincha, Zepita, y Junín, había mandado largo tiempo ejérci tos peruanos; y en el escala fón del
Perú te nía el máximo grado, el de gran ma riscal. Algo más: había sido presidente provisional del Pe rú en 1826
en ausencia de Bo lívar, y en 1827 después de la caída del régimen vitalicio, y ese mismo año había sido también
candidato a la Presidencia del Perú. Hombres prominentes de este país, como Luna Pizarro, antiguo enemigo suyo,
creían conve nien tes e inevitables la administración de Santa Cruz y la unión con Bo livia; y ese era el con
vencimien to de un pode ro so núcleo de diputados de la Con vención Nacional de 1834, como ya los debates
sobre la Carta política y la Ley de Pedidos de Auxilio lo demuestra.

Razones inmedia tas: la anarquía que es ta ba ge ne ra li zán do se en el Perú podía exten der se fá cil men te a
Bo li via. Sa la verry era un pe li gro para la Re pú bli ca del Al ti pla no. Los nombres de Na va rino y Am be res y la
de cla ra ción de In gla terra en no viem bre de 1783, que jus ti fi có la interven ción de Fran cia por el "sis te ma
des truc tor de todo orden pú bli co" allí crea do, fue ron mencio na dos como pre ce den tes europeos de la in je
rencia bo li via na en los asuntos del Perú

La muerte de Gamarra. El 18 de noviembre de 1841 se llevó a cabo en territorio boliviano la batalla de Ingavi.
Tras la derrota peruana, los bolivianos capturaron 3.250 hombres, entre los cuales se encontraba Ramón
Castilla, además de 8 piezas de artillería, 3.400 fusiles y 290 lanzas. Esta pintura anónima es una representación
de los últimos momentos del presidente peruano Agustín Gamarra, quien murió en el campo de batalla durante
el enfrentamiento

14

El Primer Militarismo Fue el período comprendido entre 1827 a 1872 y se caracterizó por un acentuado caudillaje
militar. esto debido a la crisis por la que pasaba la élite peruana, producto de su ambivalencia en la guerra de la
Independencia y el quiebre de sus bases económicas. de esta forma el escenario político cayó en manos de
caudillos militares, en su mayoría los que destacaron en la batalla de Ayacucho. Los caudillos representaron
intereses regionales de hacendados y comerciantes a los que dispensaban favores y atención. Sin embargo, para
estos caudillos, resultaba muy difícil su dominio personal debido a las altas traiciones. En este tiempo se dio una
constante lucha ideológica entre liberales y conservadores que nos llevaría a la creación de seis constituciones

En general, los conservadores proponían un Estado centralizado fuerte, políticas comerciales proteccionistas y el
mantenimiento de la configuración corporativa de la sociedad. Eran antiextranjeros, cayendo a menudo en la
xenofobia al mismo tiempo que criticaban la inclinación liberal a la importación de ideas e ideologías extranjeras.
Por otro lado, los liberales favorecían un Estado menos centralizado y a menudo federal, el recorte de los poderes
del Ejecutivo, el comercio libre y la restricción de los derechos corporativos, y ocasionalmente eran anticlericales.
Sin embargo, ninguno de los bandos propuso cambios drásticos a la América Latina postindependentista, ya que
compartían la idea de una «soberanía aristocrática» que encarnaba su visión esencialmente jerárquica, racista y
elitista de la organización social.

Más allá del conflicto entre Iglesia y Estado después de 1824, en este periodo sobresale el debate respecto al tipo
de política a seguir en el comercio: liberal o proteccionista. Del lado del libre comercio estaban, entre otras, los
generales Orbegoso, Vivanco, Santa Cruz, caudillos liberales que representaban las aspiraciones librecambistas del
regionalismo sureño. Sin embargo, ellos fueron derrotados por un grupo de nacionalistas conservadores mejor
organizados, conformado por hacendados aristócratas, monopolistas del consulado y productores de la sierra pero
con su centro en Lima y el norte. Dirigidos por los generales Gamarra, La Fuente, Salaverry y otros, estos
nacionalistas conservadores lograron establecer una serie de regímenes proteccionistas en Lima que tuvieron la
primacía hasta comienzos de la década de 1850.

Segundo Debate Político (1825-1839) Debate en torno a las características del gobierno I. Autoritarios • Proponen
el origen y el robustecimiento del principio de autoridad y paz. • La acción del ejecutivo debe ser la más enérgica.
• El ejecutivo debe dominar al parlamento. • Representantes: José María Pando, Agustín Gamarra, Benito Lazo y
Felipe Pardo y Aliaga. II. Liberales • Proponen un gobierno con respecto a la Ley, la Constitución y la Libertad del
individuo. • El parlamento debe dominar al ejecutivo. • Representantes: Luna Pizarro, González Vigil y Lorenzo de
Vidaurre.

Segundo Debate Doctrinario Este debate es considerado el inicio del segundo ciclo doctrinario, que se prolongará
hasta los gobiernos de Castilla. Autoritaristas: (apoyaban a Gamarra) postulan un estado conservador con un
régimen presidencialista. – José María de Pando. – Felipe Pardo y Aliaga. Liberales: (oposición a Gamarra) postulan
un estado liberal con un régimen parlamentarista. – Lorenzo de Vidaurre. – Francisco de Paula Gonzáles Vigil: “Yo

debo acusar... yo acuso”

Debate político o tercer ciclo doctrinario (1840-1860) Antecedentes Durante los gobiernos de Castilla, el país vivió
uno de los momentos más ricos de su historia política y doctrina. Liberales y conservadores intentaban difundir sus
propuestas y aplicarlo al modelo Constitucional. De esta manera se dio el tercer ciclo doctrinar

Ideología conservadora Dirigida por Bartolomé Herrera, buscó promover la reconstrucción de la legitimidad
política perdida, el respeto por la autoridad y la vuelta a la unidad nacional. Para ello, Herrera argumentó que la
fuente del poder político provenía de Dios (providencialismo autoritario), además sustentó la tesis de la
“Soberanía de la inteligencia” por la cual el derecho de gobernar y de dictar las leyes debía ser ejercido por
aquellos a los que la naturaleza hubiera asignado como los más capaces. La capacidad, para Herrera, era producto
de la inteligencia, el saber y la moralidad. Estuvo en contra del voto de los analfabetos. Sus ideas fueron difundidas
desde el Convictorio de San Carlos y el periódico El Comercio. Ideología liberal Fue difundida desde el Colegio
Guadalupe, dirigido por el pedagogo Sebastián Lorente, quien intentaba formar una nueva generación de jóvenes
liberales. Los más connotados fueron los jóvenes cajamarquinos: Pedro y José Gálvez, quienes negaron que la
capacidad fuera el origen del derecho; además la aptitud para elegir no depende del conocimientos de la escritura,
ya que todo individuo tiene capacidad para algo: y aunque así no fuera no se puede declarar a los menos capaces
absolutamente incapaces y a los más capaces absolutamente capaces. En resumen, los liberales alegaron que el
origen del derecho no estaba en la capacidad de ejercerlo, sino en su libertad y que era más grave que los capaces,
de antemano, decidieran por todos. El órgano difusor fue el periódico el Correo Peruano y un gran defensor fue
Benito Lazo.

Gobierno de José Rufino Echenique (1851-1855) “

Se dio el tercer debate doctrinario: Conservadores (Bartolomé Herrera) y liberales (los hermanos Gálvez).
15

– Estado Nor-Peruano: Huaura (1836) (Presidente: Luis José de Orbegoso ). Conformado por los departamentos
de Amazonas, Junín, Lima y La Libertad. – Estado Sur - Peruano: Sicuani (1836) (Presidente: Ramón Herrera). Lo
conformaron los departamentos de Arequipa, Ayacucho, Cusco y Puno. – Estado Boliviano: Tapacari (1836)
(Presidente: Miguel de Velasco). – El 28 de octubre de 1836, Santa Cruz firmó un Supremo Decreto creando la
Confederación Perú-Bolivia (Pacto de Tacna). – El establecimiento definitivo de la confederación se consolidó en el
Congreso de Tacna. En este congreso se estableció: – Cada estado tendría un gobierno propio, pero sujeto en lo
militar, diplomático y económico al gobierno del Supremo Protector. – Santa Cruz fue elegido Supremo Protector
de la Confederación, por diez años prorrogables. – La Constitución de la Confederación fue proclamada en Tacna
(9 de mayo de 1837). Se acordó un gobierno central, un congreso general y un poder judicial.

16

La Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), diseñada por el general Andrés de Santa Cruz, un boliviano que
presidió Bolivia entre 1829 y 1839, constituye un caso ilustrativo. Santa Cruz dirigió brevemente el incipiente
gobierno peruano después de que Bolívar se retirase a Colombia en 1826, en los caóticos días posteriores a la
independencia. Una década más tarde vio la oportunidad de llevar a cabo el sueño bolivariano de unir ambos
países, aprovechando las constantes guerras civiles que habían debilitado al Estado peruano. En los Andes del
sur contó con un fuerte respaldo de los liberales, que hacía tiempo esperaban reconstituir los históricos vínculos
comerciales con La Paz. Invadiendo el Perú y aliándose de forma oportunista con una u otra de las facciones, Santa
Cruz logró capturar Lima y unir ambos países en una confederación en 1836.

El proyecto de la Confederación Perú-Boliviana Una de las cosas que la república había de establecer eran los
confines territoriales. ¿Qué territorios iba a comprender la nueva república? Según la doctrina del uti possidetis,
Perú debía heredar los límites de lo que fuera el virreinato de Lima en 1810. Pero esos límites eran vagos y fueron
por largo tiempo motivo de controversia y de guerras (hasta 1998, el Perú arrastró una disputa de límites con
Ecuador en la Amazonía). El problema se agravó cuando, inspirados en el propio pensamiento bolivariano, hubo
proyectos de fusionar países, a fin de garantizar la independencia sobre la base de naciones más extensas:
“aunque no ande, caballo grande”. Fue en ese contexto que surgió, primero, el conflicto con la Gran Colombia por
la posesión de Guayaquil y la Amazonía, y luego la cuestión de la Confederación Perú-Boliviana. Luego de la salida
de Bolívar, se eligió como presidente de la república a un general de la órbita del libertador caraqueño, José de La
Mar. Este se encontraba en esos momentos en Guayaquil, como gobernador, y su elección fue una solución de
compromiso para evitar tener que decidir entre uno de los tres temibles caudillos del sur: los generales Santa Cruz,
Agustín Gamarra y Gutiérrez de La Fuente……….

17

PORTALES ANTE LA CONFEDERACIÓN. LA "SEGUNDA INDEPENDENCIA DE CHILE". "DEBEMOS DOMINAR PARA


SIEMPRE EN EL PACÍFICO".- El omnipotente ministro chileno Diego Portales, en una carta desde Santiago el 10 de
setiembre de 1836 a Manuel Blanco Encalada, jefe de las fuerzas navales y militares que iban a expedicionar sobre
el Perú, explicó claramente su actitud ante la Confederación Perú-Boliviana. Dijo allí: "Va usted, en realidad, a
conseguir con el triunfo de sus armas la segunda independencia de Chile… La posición de Chile frente a la
Confederación Perú-boliviana es insos te nible. No puede ser to lerada ni por el pueblo ni por el Gobierno, porque
ello equivaldría a su suicidio. No podemos mirar sin inquietud y la ma yor alarma la exis tencia de dos pueblos
confederados y que, a la larga por la comunidad de origen, lengua, hábitos, religión, ideas, costumbres, formarán,
como es natural, un solo núcleo. Unidos estos dos Estados aún cuando no sea más que momentáneamen te, serán
siempre más que Chile en todo orden de cuestiones y circunstancias. En el supuesto que prevaleciera la
Confederación en su actual organización y ella fuera dirigida por un hombre menos capaz que Santa Cruz, la
existencia de Chile se vería comprometida. Si por acaso, a la falta de una au to ri dad fuer te en la Con fe deración
se siguiera en ella un pe ríodo de guerras intestinas que fuese obra del caudillaje y no tuviere por fin la disolución
de la Confederación, todavía esta, en plena anarquía, sería más poderosa que la República. Santa Cruz está
persuadido de esa verdad…". "El éxi to de Santa Cruz consis te en no dar ocasión a una gue rra an tes que su poder
se haya afirmado y entrará en las más humillan tes transacciones para evitar los efec tos de una campaña, porque
sabe que ella despertará los sentimientos nacionalistas que ha dominado. La Confederación debe desaparecer
para siempre jamás del escenario de América. Por su extensión geográfica; por su mayor población blanca; por las
riquezas conjuntas del Perú y Bolivia apenas explotadas ahora; por el dominio que la nueva organización trataría
de ejercer en el Pacífico, arrebatándonoslo; por el ma yor núme ro también de gen te ilustrada de raza blanca muy
vinculada a la familia de España que se encuentran en Lima; por la ma yor in te ligencia de sus hombres públicos, si
bien de menos carácter que los chilenos; por todas estas razones la Confederación ahogaría a Chile antes de muy
poco. Cree el Gobierno, y es te es un juicio también mío, que Chile se ría o una dependencia de la Con fe deración,
como lo es hoy el Perú, o bien la repulsa a la obra ideada con tanta in te ligencia por Santa Cruz debe ser absoluta.
La conquista de Chile por Santa Cruz no se hará por las armas en caso de ser Chile vencido en la campaña que
usted mandará. Todavía le conservará su independencia política. Pero intrigará en los partidos, avivando los odios
de los parciales de O’Higgins y Freire, echándolos unos contra otros; indisponiéndonos a nosotros con nuestro
partido, haciéndonos víctimas de miles de odiosas intrigas. Cuando la descomposición social haya llegado a su
grado más culminante, Santa Cruz se hará sentir. Seremos entonces suyos. Las cosas caminan a ese estado. Los
chilenos que vi ven en Lima están siendo víctimas de los influjos de Santa Cruz…". "Debemos dominar para
siempre en el Pacífico, esta debe ser su máxima ahora y ojalá la de Chile para siempre" (Epistolario de don Diego
Portales, Santiago, 1837, Vol. III, pp. 452-454).

18 A HIS TO RIO GRA FÍA CHI LE NA, BO LI VIA NA Y PE RUA NA AN TE LA CON FE DE RA CIÓN PE RÚ-BO LI VIA NA.-
La his to rio grafía chilena es casi unánime en su juicio ad verso a ella, con lo cual revela una vez más, la solidez de
su espíritu nacional. La única excepción está representada por Benjamín Vicuña Mackenna en su libro D. Diego
Portales (Valparaíso, 1863), y en escri tos dispersos, todos ellos an te rio res a la gue rra de 1879. Al examinar en la
obra mencionada las causas de la guerra entre Chile y la Confederación, Vicuña Mackenna calificó el episodio de la
invasión del general Ramón Freire a su patria como un pretexto para desencadenar hostilidades; no consideró
motivo suficiente la abrogación del tratado de comercio de 1835; y, en cuanto a la usurpación del Pe rú por
Santa Cruz y a la necesidad aducida de restablecer el "equilibrio ameri cano", los rechazó como motivos
legítimos. "La guerra, entonces (llegó a exclamar Vicu ña Mackenna); no solo era injusta sino injustificable; no
solo era impopular sino funesta a la República. Si más tarde y es to no debe echarse al olvido, a nosotros mismos
nos ha saludado casi en nuestra cuna el estruendo de aquella, despertándonos con cánticos de glo ria que le die
ron un prestigio heroico, la historia no se deja deslumbrar con el entusiasmo fácil del corazón si no que,
deponiendo odios y pre dilecciones, levanta el ve lo de la verdad que no tiene fe cha ni épocas y le cuenta a sus
con temporáneos tal cual la concibe en su conciencia, porque, después de to do, la glo ria no es el de re cho, el éxi
to no es la justicia, la pre ca ria suer te de las armas, en fin, no es la eterna ra zón de los pueblos". Pero esta
posición, como queda dicho, ha sido aislada. Débese a Sotomayor Valdés, en su magistral libro acerca de la
administración Prieto y en su trabajo, no menos notable, sobre la Primera Expedición Restauradora, una admirable
exposición sobre la época en sus aspectos políticos y militares con majestuosa sobriedad clásica. Joven aún,
Gonzalo Bulnes escribió sobre las causas de la gue rra y en 1878 acerca de la campaña de 1838 con madu rez en el
juicio, talen to en el relato de las operaciones y movimientos militares, prolijidad para utilizar archivos oficiales y el
de su familia, cla ri dad de juicio cuando no lo enturbiaban el acendrado amor patrio y, en este caso, el orgullo de
su nombre. Bulnes y Sotomayor Valdés crearon una robusta tradición historiográfica, excepcional entre todos los
países de Hispanoamérica cuyas proyecciones llegan hasta la época actual. Francisco Encina, en su Historia de
Chile no solo afirma lo que rei te radamen te se adujo en su patria contra Santa Cruz sino llega a sos te ner que
estadistas e his to riadores no sospecharon siquiera el peligro verdadero que el Protector de la Confederación
implicaba, pues pretendía nada menos que conquistar el continente sudamericano. Y Ernes to Ba rros Jarpa ha
dado a un libro sobre las gue rras de 1838 y 1839, repitiendo una frase de Portales, el título de la Se gun da in de
pen den cia de Chile. La historiografía boliviana se presenta, en cambio, muy dividida. Algunos autores como José
Manuel Cortés (En sa yo histó ri co de Bo li via, La Paz, 1861), elo gian a Santa Cruz, presidente de Bolivia y
censuran al Pro tec tor de la Con fe deración. Pe dro Kramer B., en su libro His toria de Bo li via (La Paz, 1894), ha
llegado a decir: "La Con fe deración, tal como la implan tó Santa Cruz, era completamente desventajosa para
Bolivia: 1° Porque su representación en la Dieta era absorbida por la representación doble del Perú; 2° Porque
entre ambos pueblos había antagonismo de sentimientos imposibles de modificar; 3° Porque en todos sus actos
demostró Santa Cruz completa predilección por el Perú aun en contra de los intereses bolivianos". Otros
historiadores de ese país, sin llegar a un juicio se ve ro, creen que el plan fue demasiado vas to, supe rior a las
posibilidades del caudillo y a las circunstancias (Alcides Arguedas, Los cau di llos letra dos, Barcelona, 1922;
Alfonso Crespo, San ta Cruz, el cón dor in dio, México, 1966). Una excepción a to do pun to de vista nacionalista es
la Julio Alber to D’Avis S., en su obra El Es ta do bo li via no y la unidad pe rua na (Cochabamba, 1944). En ella hay
una franca actitud fa vo rable a la fusión entre los dos pueblos no solo en la época de Santa Cruz sino en la
actualidad y en el futu ro, sobre la base de la geografía, la historia y las necesidades de los venideros tiempos. Al
conmemorarse el 23 de diciembre de 1965 el cen te na rio de la muer te del Pro tec tor de la Confederación, él ha
recibido homenajes plenos de orgullo nacional. Los historiadores peruanos también han presentado, como
frecuentemente ocurre, desunión. En el período inmediatamente posterior a la batalla de Yungay, predominó, sin
coacciones oficiales, la idea de que la Confederación había sido una invasión extranjera y una tiranía. Mariano
Felipe Paz Soldán, con su enorme aporte documental, ratificó esta tesis. Pero la guerra con Chile de 1879 a 1883
ayudó a un actitud muy distinta. El elo gio del plan con fe deral tu vo su voce ro elocuen te y enér gi co en Jo sé de
la Riva-Agüe ro y Osma cuando hi zo la crítica del ya mencionado historiador Mariano Felipe Paz Soldán en La his
to ria en el Pe rú (Lima 1910) y cuando, más tarde, complementó su actitud unionista Perú-boliviana en trabajos
tan sustanciosos como "Los dos Pe rúes" (El Comercio, 6 de agos to de 1942)(1) . En un plano independiente,
Nemesio Vargas se mostró en actitud beligerante antichilena y moderadamente a favor de Santa Cruz. Llegó a
escribir de la siguiente manera: "Chile envidiaba la suerte de Perú y tramó una confabulación con ayuda de unos
malos patriotas y a fin de deshacerse de la canalla de su país ideó una invasión normanda lanzándolos a nuestra
tierra para esclavizarla a la aduana de Valparaíso" (His to ria del Perú in de pen dien te, Vol. IX, p. 32). Julián
Santisteban Ochoa, investigador cuzqueño prematuramente desaparecido, indicó una historiografía regionalista
de exaltación sudperuana. El autor del presente libro ha querido tomar en diversas oportunidades una posición
objetiva, estrictamente analítica y a ella intenta corresponder la valoración de las probabilidades histó ricas de la
Confederación Perú-boliviana que viene a continuación.

19

Primera Expedición “Restauradora” (1837) – Participan varios peruanos enemigos de Santa Cruz y de la
Confederación Castilla: Gamarra, Vivanco, Gutiérrez de la Fuente, etc. – Comandada por Manuel Blanco Encalada,
esta expedición desembarcó en Arequipa, pero fue rodeada por el ejército de Santa Cruz en “Paucarpata, donde se
les obligó a rendirse y a firmar el tratado de Paucarpata (17 de noviembre de 1837). Poco después, el congreso
chileno se negaría a reconocer dicho tratado. Segunda Expedición “Restauradora” (1838-1839) – Comandada por
Manuel Bulnes, secundado por Agustín Gamarra. – En pleno estado de guerra, el Norte rompió con la
confederación, proclamando presidente a Orbegoso (29 de julio de 1838). Sin embargo, Orbegoso se negó a unirse
con el ejercito restaurador. Batallas: – Portada de Guía (Lima - 2/8/1838): Gamarra y Bulnes derrotan a Orbegoso.
– Buín (Ancash–6/1/1839): Santa Cruz enfrenta a la 2.a expedición restauradora, sin resultados definitivos para
ningún bando. – Yungay (20/1/1839): Los restauradores con el apoyo de Ramón Castilla, derrotaron
definitivamente a Santa Cruz. – En febrero de 1839, es disuelta la confederación. Santa Cruz trató de volver al
poder en Bolivia, pero se sublevaron contra él los generales bolivianos Velasco y Ballivián. Derrotado, se refugió en
el Ecuador
Control 10

Gobierno de Luis José Orbegoso (1833-1835) Al terminar su período presidencial Gamarra convocó a elecciones,
se presentaron Pedro Bermúdez (candidato oficial), Luis José de Orbegoso y Domingo Nieto. La Convención
Nacional, encargada de reformar la Constitución de 1828, proclamó a Orbegoso, como nuevo presidente del Perú

Primera Guerra Civil Bajo el pretexto de que la elección de Orbegoso era ilegal, Pedro Bermúdez se subleva con
el apoyo de Rufino Echenique. Apoyo a Bermúdez Tanto Gamarra como La Mariscala apoyaron a Bermúdez,
mientras que el pueblo, luchó por Orbegoso; de esta manera se da la batalla de Huaylacucho (Huancavelica)
logrando la victoria Bermúdez.

El abrazo de Maquinhuayo

Fastidiado hasta lo infinito Echenique entendió que no sería posible estabilizar al país; decidió apresar a Bermúdez
y pactar con Orbegoso, logrando la firma de la paz, cerca de Jauja.

Constitución de 1834 Fue promulgada por la Convención Nacional, era la cuarta que se redactaba en el Perú en
once años y la tercera de tipo liberal. Por esta Constitución se establecen las Municipalidades, se hace obligatorio
el juicio de residencia, los nombramientos de altos cargos en el ejército serían ratificados por el Congreso y se
suprime la vicepresidencia de la República.

Final del Gobierno Después del fracaso de la Guerra Civil, Gamarra se dirige a Bolivia y desde allí conspiró contra
Orbegoso; mientras Santa Cruz hacía lo mismo en el sur, Orbegoso decidió marchar a esa zona, por ese motivo
quedó en el mando Salazar y Baquíjano, quien fue derrocado por Salaverry la noche del 22 de febrero de 1835
basándose en la acefalía en que había quedado el poder por el viaje del presidente.

Batalla de Socabaya (7 febrero 1836) Santa Cruz derrota a Salaverry, quien más tarde es fusilado en Arequipa el
18 de febrero de 1836. Asesinado el presidente más joven que ha tenido el Perú, Santa Cruz procedió a formar su
anhelado plan de gobierno, La Confederación Peruano-Boliviana. Mientras tanto, Agustín Gamarra propició la
caída de Santa Cruz desde Chile.

Yungay (20/1/1839): Los restauradores con el apoyo de Ramón Castilla, derrotaron definitivamente a Santa Cruz.
– En febrero de 1839, es disuelta la confederación. Santa Cruz trató de volver al poder en Bolivia, pero se
sublevaron contra él los generales bolivianos Velasco y Ballivián. Derrotado, se refugió en el Ecuador.

Tal vez más importante fue el hecho de que la unificación de los dos países andinos amenazaba con alterar el
equilibrio geopolítico del poder en la costa oeste, en contra de Argentina y Chile. Este último país en particular,
veía la Confederación no solamente como una amenaza militar, sino también como un reto a su hegemonía
comercial postindependentista en el océano Pacífico. En consecuencia, Chile y Argentina (Rosas era antiliberal)
declararon la guerra a la Confederación en 1836-1837. A una fallida invasión inicial por parte de Chile en 1837 le
siguió otra en 1838, respaldada por un gran contingente de exiliados peruanos, entre ellos el general conservador
Agustín Gamarra, así como algunos liberales que se oponían al estilo autocrático de Santa Cruz. En enero de 1839,
el ejército de Santa Cruz fue aplastado en la Batalla de Yungay, poniendo así fin a la confederación. Con el colapso
de la Confederación, el conservador Gamarra recuperó la presidencia (1839-1841) e impuso otra constitución
centralista y antiextranjera más (la sexta desde la independencia). Sin embargo, fue muerto en combate mientras
invadía Bolivia en 1841, originando otra guerra civil y la desintegración política del Perú entre 1841 y 1845. En
1844, hasta cuatro caudillos de distintas partes del país pretendían la presidencia.
3

Gobierno de Agustín Gamarra (1829-1833) Lo primero que hizo Gamarra, una vez en el poder, fue poner fin a la
guerra con la Gran Colombia con la firma del Armisticio de Piura (10 de julio de 1829). Gamarra tuvo que enfrentar
una grave crisis económica y una permanente inestabilidad política. Fue importante la presencia de su esposa
doña Francisca Zubiaga de Gamarra (Doña Pancha, La Mariscala). El 22 de setiembre de 1829 se firmó el Tratado
Larrea-Gual: La Gran Colombia renuncia a sus pretensiones sobre Tumbes, Jaén y Maynas, territorios que
pertenecen al Perú. El Perú desiste de reclamar Guayaquil; se arregla el problema limítrofe con la Gran Colombia.
Más adelante, al disolverse la Gran Colombia (1830), se firmará el primer acuerdo limítrofe con el Ecuador: El
tratado Pando– Novoa (1832). Primer presidente en terminar su periodo presidencial.

Obras: – Se creó el departamento de Amazonas. – Se creó el puerto de Cerro Azul (Cañete). – Fundó la Maternidad
de Lima. – Fundó escuelas primarias. – Inició la explotación de la minería en Tarapacá.

Se promulgó una Ley de reforma militar. – Creación de la Dirección General de Aduanas. – Se declaró obligatorio el
uso de la moneda peruana. – Hubo conflictos con Bolivia y se firmaron los tratados de Tiquina y Arequipa (1831).
Segundo Debate Doctrinario Este debate es considerado el inicio del segundo ciclo doctrinario, que se prolongará
hasta los gobiernos de Castilla. Autoritaristas: (apoyaban a Gamarra) postulan un estado conservador con un
régimen presidencialista. – José María de Pando. – Felipe Pardo y Aliaga. Liberales: (oposición a Gamarra) postulan
un estado liberal con un régimen parlamentarista. – Lorenzo de Vidaurre. – Francisco de Paula Gonzáles Vigil: “Yo
debo acusar... yo acuso”

Presidentes del Primer Militarismo (1827- 1872) Gobierno de José de la Mar (1827-1829)

Gobierno de José de la Mar (1827-1829) Fue elegido por el segundo Congreso Constituyente , presidido por el
liberal Francisco Javier de Luna Pizarro, quien se opuso a las conspiraciones de Andrés Santa Cr uz. Tuvo que
enfrentar también la oposición de caudillos autoritarios como Gamarra y Gutiérrez de la Fuente. La Mar fue el
primer presidente constitucional del Perú. – Aprobó la Constitución Liberal de 1828. – Acabó con la resistencia de
los comuneros iquichanos de Huanta

Guerra con la Gran Colombia (1828-1829)

– Hostilidad anti-Bolívar en el Perú.

– Desconfianza de Bolívar hacia el gobierno peruano.

– Intervención de Gamarra en Bolivia (1828) contra el gobierno de Antonio José de Sucre, provocando su caída
(tratado de Piquiza). En respuesta, Bolívar le declaró la guerra al Perú, so pretexto de reclamar los territorios de
Tumbes, Jaén y Maynas.

La Guerra: 1. Campaña marítima: La armada peruana, al mando del Almirante Jorge M. Güise, obtuvo las victorias
de Malpelo y Cruces; bloqueó la costa de la Gran Colombia y tomó Guayaquil. Güise en la fragata Presidente murió
en el asalto a Guayaquil y fue reemplazado por José Boterín.

2. Campaña terrestre: Los peruanos son derrotados en Saraguro y Portete de Tarqui (27 de febrero de
1829), donde la división del general Plaza es sorprendida y derrotada por los colombianos. Se firmó el
Convenio de Girón (1 de marzo de 1829), entre José Luis de Orbegoso y Sucre. Hubo rechazo general a su
contenido, se pronunciaron a favor de la continuación de la guerra.
3. El general Agustín Gamarra derrocó a La Mar (acantonado en Piura) y lo deportó a Costa Rica (7 de junio
de 1829) y se convierte en presidente del Perú.
Segundo Debate Político (1825-1839) Debate en torno a las características del gobierno I.

Autoritarios

• Proponen el origen y el robustecimiento del principio de autoridad y paz.

• La acción del ejecutivo debe ser la más enérgica.

• El ejecutivo debe dominar al parlamento.

• Representantes: José María Pando, Agustín Gamarra, Benito Lazo y Felipe Pardo y Aliaga.

II. Liberales

• Proponen un gobierno con respecto a la Ley, la Constitución y la Libertad del individuo.

• El parlamento debe dominar al ejecutivo.

• Representantes: Luna Pizarro, González Vigil y Lorenzo de Vidaurre.

Gobierno de Agustín Gamarra (1829-1833) 1. Antecedentes Ingresó al poder por golpe de Estado, al derrocar a La Mar
con la ayuda de Gutiérrez de la Fuente, quien en Lima deponía al vicepresidente Manuel Salazar y Baquíjano. 2.
Características Durante sus cuatro años de gobierno, Gamarra quiso fortalecer al Estado mediante un régimen
autoritario, pero no estaban dadas las condiciones políticas para cimentarlo. 3. Obra administrativa Creó el
departamento de Amazonas, dio la Ley de Prohibiciones (comercio), fundó la Maternidad de Lima, creó la Dirección
General de Aduanas, rebajó el impuesto a la minería, inició la explotación del salitre en Tarapacá; y abrió El Ateneo del
Perú. 4. Aspecto internacional • Terminó la guerra con la Gran Colombia mediante la firma del armisticio de Piura
(10-4-1829) y la firma del Tratado LarreaGual (22-9-1829) por el cual Perú conservó Jaén y Maynas, pero perdió
definitivamente Guayaquil. • Confrontaciones con Bolivia. Gamarra y Santa Cruz siempre buscaban lo mismo: unificar
Perú y Bolivia. Pero cada uno de ellos deseaba ser el jefe de la Confederación, la confrontación entre estos caudillos
casi precipita una guerra. Se hicieron varias negociaciones como el Tratado de Tiquina (25 de agosto de 1831) y el de
Arequipa (8 de noviembre 1831). • Se produce el nacimiento de Ecuador. Perú firma el Tratado Pando-Novoa (13-7-
1832), por el cual “mientras se celebra un Convenio sobre arreglo de límites entre los dos Estados, se reconocían y
respetaban las fronteras de ese momento.

EL TRATADO DE GUAYAQUIL Y LA FRONTERA ENTRE EL PERÚ Y COLOMBIA.- En las conferencias de Guayaquil en 1829,
Gual plan teó an te La rrea la solución de la cuestión de lími tes y tomó como base los que tuvie ron los extinguidos Vi
rreina tos de Nueva Granada y el Pe rú, o sea que revivió la fórmula de Joaquín Mosquera, agregando que podían
hacerse concesiones recíprocas de pequeños territorios que contribuyeran a fijar la línea divisoria de una manera más
natural y exacta; una comisión con individuos de ambas Repúblicas debía recorrer, rectificar y fijar dicha línea. Si
hubiera discordancia en la comisión, el asunto sería sometido a la decisión de un gobierno amigo. Ese fue el tex to de
los artículos que llega ron a ser incluidos en el tratado. En lo que res pec ta a las fronteras entre el Perú y Co lom bia,
Larrea había re ci bi do ins truc ciones de de fen der el prin ci pio de la po se sión actual o de so me ter la de ci sión del
asun to a una co mi sión que de bía nom brar se al efec to. Al apar tar se de ellas y al acep tar la lí nea di vi so ria de los
dos virrei na tos (evi tan do se ña lar la fecha de 1809 in di ca da en el convenio de Girón) pa ra mo di fi car la con las va
ria cio nes que las partes acor da ran entre sí, intro du jo en el tra ta do de 1829 un prin ci pio de tran sac ción entre
tres ele men tos: los tí tu los jurí di cos, el mante ni mien to de las po se sio nes de los Es ta dos y la na tu ra li dad de
los lí mi tes. En todo ca so, no se tra ta ba de una fór mu la mi nu cio sa que se ña la ra los hi tos de la fron te ra. En su
ofi cio de 23 de se tiem bre de 1829, al re mi tir al Mi nis terio de Re la cio nes Exte rio res el proto co lo de las
conferencias, La rrea afir mó: "La base dada por mí es ge ne ral o in de ter mi na da, ad mi tien do por tanto cual quie
ra discu sión que pueda sernos favo ra ble y que dan do so me ti da la de ci sión de los puntos controverti dos a este
res pec to a un go bier no ár bi tro". En su cambio de ideas con Gual, La rrea ex pre só como opinión par ti cu lar que la
línea de fron tera debía prin ci piar desde el río Tumbes "to man do desde él una dia go nal hasta el Chinchi pe y con ti
nuar con sus aguas hasta el Ma ra ñón". Con el mismo ca rác ter per so nal men cio nó es ta fór mu la en el oficio ya ci
ta do. Creyó, dado su des co no ci mien to de la región, defender con ella los intereses del Perú. La co mi sión di plo má
ti ca del Congreso en su dic ta men sobre el trata do (14 de oc tu bre de 1829) adop tó la misma opinión y el mo ti vo
por el cual lo hi zo se ha lla en las si guien tes pa la bras: "Si, co mo es na tu ral, se ti ra se de Tum bes di cha lí nea por
las cer ca nías de Lo ja hasta la con fluen cia del río Chin chi pe con el Ma ra ñón re sul ta ría que, a más de te ner bien
mar ca dos los lin de ros y capaz de defen der se de todo gé ne ro de in cur sio nes, que da rían al Perú los me jo res y
más vas tos te rri to rios de Jaén y May nas, no ce dien do de la pri me ra más que la ca pi tal que es de nin gu na im por
tan cia y de la se gun da unas pe que ñas re duc cio nes a la iz quier da del Ma ra ñón com pen sán do se estas ce sio
nes con otras si no su pe rio res, al me nos no to ria men te iguales e intere san tes". El dic ta men in cu rría en error
geográ fi co porque la ca pi tal de Jaén no se cedía con for me a es te pro yec to de línea, ni era cier to tam po co que
las re duc ciones del nor te de May nas fue sen pe que ñas y me nos pre cia bles. Pe ro ello no al te ra la bue na fe de la
afir ma ción sus tan cial de que debían quedar para el Pe rú "los me jo res y más vas tos te rrito rios de Jaén y May
nas", mo ti vo de que el tra ta do fuese apro ba do. El Perú dio por perdido Guayaquil, al que hubiera tenido derecho
en el caso de mantenerse estrictamente los límites de los virreinatos. En suma, el tratado de 1829 no fijó línea alguna
de fron te ra sino señaló un mé to do para trazarla, tomando como base de referencia las antiguas fronteras
virreinales con pequeñas modificaciones facultativas sujetas a las conveniencias de los Estados y a las características
de la geografía y que venían a depender de la vo luntad de cualquiera de las par tes, pues delegados de ellas debían
hacer la demarcación. Si uno de los dos países se negaba a dichas modificaciones, debía ve nir el arbitraje de un
gobierno amigo y mientras se preparaba este laudo, el tratado quedaba condenado al incumplimien to. No hubo
alusión alguna en el tratado o en las con fe rencias de Guayaquil al propósi to de Colombia de no permitir que el Pe
rú siguiera en posesión de Maynas, Jaén o Tumbes.

5- La República del Perú fue creada en virtud de la libre determinación popular, complementada por los títulos
coloniales. Estos principios funcionaron en forma tal, que la República heredó por actos solemnes de la población, el
territorio del Virreinato del mismo nombre, como estaba constituido al producirse la independencia dentro de los
límites jurisdiccionales de las Audiencias de Lima y Cuzco. El principio que complementó al de la libre determinación, o
sea, el de los títulos coloniales, que se aplicó en forma análoga en las demás Repúblicas americanas, recibió el nombre
de uti possidetis. Fue el reconocimiento de un estado posesorio preexistente cuyo hito cronológico se halló en el
año de 181O, en que empezaron los movimientos separatistas en América.

El compromiso de esta población mayoritaria con la nueva realidad política era ambiguo. Parece que era algo más
firme en el norte que en el sur. En los años finales de la década de 1820 se produjeron varias sublevaciones
campesinas en contra del régimen republicano, reclamando los rebeldes los fueros y jerarquías que el régimen
colonial, mal que bien, les había concedido. La más prolongada fue la de los indios iquichanos, quienes mantuvieron
la zona norte del departamento de Ayacucho fuera del control de la república hasta 1830 y episódicamente en
ocasiones posteriores, que se han prolongado hasta el siglo XX

7 Agustín Gamarra, quien logró llevar a cabo la hercúlea tarea de ocupar la presidencia dos veces (1829-1833 y 1839-
1841) y completar un gobierno de cuatro años, durante lo que esencialmente fue la época de «la puerta giratoria
presidencial». El éxito de los conservadores en ganar y conservar el poder durante buena parte de este periodo se
debió a su base estratégica en y alrededor de la capital, el centro nervioso histórico de la política, la administración y
las finanzas nacionales.

Presidentes del Primer Militarismo (1827- 1872) Gobierno de José de la Mar (1827-1829)
1. Gobierno de José de la Mar (1827-1829) Antecedentes Luego del retiro de las tropas colombianas, quedó
en el mandó el general Santa Cruz, quién convocó al segundo Congreso, el 4 de junio de 1827. Bajo la influencia de
Luna Pizarro, el Congreso proclamó presidente a José de la Mar, en contra de las aspiraciones de caudillos
militares como Andrés de Santa Cruz, Agustín Gamarra y Gutiérrez de la Fuente. 2. Características Se caracterizó
por realizar una administración moderada. A fines de 1827, tuvo que hacer frente a una sublevación indígena en
Iquicha (Huanta-Ayacucho), quienes pedían el retorno de la Monarquía. También elaboró una Nueva Constitución,
la misma que fue promulgada en 1828, formulada en base al modelo norteamericano y caracterizándose por ser
de tendencia liberal; por ejemplo, estableció un período presidencial de cuatro años. 3. Aspecto internacional •
Intervención en Bolivia debido al peligro que significaba el gobierno de Sucre, para el Perú, por su intento de
separar la Región Sur; Agustín Gamarra invadió Bolivia y logró la destitución de Sucre mediante la firma del
Tratado de Piquiza (6-7-1828). • Guerra con la Gran Colombia
Causas: • Los reclamos que hacía Bolívar sobre Tumbes, Jaén y Maynas. • El odio de Bolívar hacia el Perú por el
rechazo a la Constitución Vitalicia. • Expulsión del cónsul colombiano en el Perú Cristóbal Armero. • El desaire que
recibió el ministro peruano, José Villa, en la Gran Colombia

Acciones * Campaña marítima: Dirigida por Jorge Guisse, se tomó Guayaquil y vencimos en Malpelo. * Campaña
terrestre. Dirigida por José La Mar, fuimos derrotados en Saraguro y Portete de Tarqui, por las tropas dirigidas por
Sucre. * Convenio de Girón: (28-2-1829) fueron representantes peruanos: A. Gamarra y Orbegoso, por este
Convenio, Perú desocupa. Guayaquil y Loja reduce sus tropas en la frontera Norte

9 Gobierno de José de la Mar (1827-1829)

Se caracterizó por realizar una administración moderada. A fines de 1827, tuvo que hacer frente a una sublevación
indígena en Iquicha (Huanta-Ayacucho), quienes pedían el retorno de la Monarquía. También elaboró una Nueva
Constitución, la misma que fue promulgada en 1828, formulada en base al modelo norteamericano y
caracterizándose por ser de tendencia liberal; por ejemplo, estableció un período presidencial de cuatro años.

10

Primer Congreso Peruano (1822-1825)

.a Primera Junta Gubernativa (setiembre, 1822-febrero, 1823)

2.o Gobierno de José de la Riva Agüero (febrero, 1823-junio, 1823) Primer presidente del Perú

3.o Gobierno de Torre Tagle (junio, 1823-febrero, 1824) b. El 12 de noviembre de 1823 se promulga la 1.a
Constitución del Perú y se reafirma a Torre Tagle en la presidencia.

El 9 de diciembre de 1826 Santa Cruz promulgó la Constitución Vitalicia, sin embargo, la constitución es rechazada
y Santa Cruz fue obligado a convocar un segundo Congreso Constituyente

En este tiempo se dio una constante lucha ideológica entre liberales y conservadores que nos llevaría a la creación
de seis constituciones.

Presidentes del Primer Militarismo (1827- 1872) Gobierno de José de la Mar (1827-1829)

Se caracterizó por realizar una administración moderada. A fines de 1827, tuvo que hacer frente a una sublevación
indígena en Iquicha (Huanta-Ayacucho), quienes pedían el retorno de la Monarquía. También elaboró una Nueva
Constitución, la misma que fue promulgada en 1828, formulada en base al modelo norteamericano y
caracterizándose por ser de tendencia liberal; por ejemplo, estableció un período presidencial de cuatro año

11

Segundo Debate Político (1825-1839) Debate en torno a las características del gobierno I. Autoritarios •
Proponen el origen y el robustecimiento del principio de autoridad y paz. • La acción del ejecutivo debe ser la más
enérgica. • El ejecutivo debe dominar al parlamento. • Representantes: José María Pando, Agustín Gamarra,
Benito Lazo y Felipe Pardo y Aliaga. II. Liberales • Proponen un gobierno con respecto a la Ley, la Constitución y la
Libertad del individuo. • El parlamento debe dominar al ejecutivo. • Representantes: Luna Piza

13

Gobierno de Luis José Orbegoso (1833-1835)

Primera Guerra Civil Bajo el pretexto de que la elección de Orbegoso era ilegal, Pedro Bermúdez se subleva con el
apoyo de Rufino Echenique

El abrazo de Maquinhuayo Fastidiado hasta lo infinito Echenique entendió que no sería posible estabilizar al país;
decidió apresar a Bermúdez y pactar con Orbegoso, logrando la firma de la paz, cerca de Jauja.

14 Gobierno de José de la Mar (1827-1829)

Intervención en Bolivia debido al peligro que significaba el gobierno de Sucre, para el Perú, por su intento de
separar la Región Sur; Agustín Gamarra invadió Bolivia y logró la destitución de Sucre mediante la firma del
Tratado de Piquiza (6-7-1828). • Guerra con la Gran Colombia

14

Autoritarios • Proponen el origen y el robustecimiento del principio de autoridad y paz. • La acción del ejecutivo
debe ser la más enérgica. • El ejecutivo debe dominar al parlamento. • Representantes: José María Pando, Agustín
Gamarra, Benito Lazo y Felipe Pardo y Aliag

Prueba de entrada 17/06/2019

61

En el tiempo del inca en el callao, la papa era el pan de la gente. : que en el altiplano la papa era una comida
abundante y comun.

62

Ayllu: un grupo familiar que poseía tierra y bienes común grupo humano que poseía un antepasado común

63

El ideal andino significa que el único núcleo humano principal ocupado un inicio y disponía de colonias de gente
propia distribuidas en otros pisos. De este modo el ideal andino era la complementación económica al interior del
grupo :que en los andes la gente estaba distribuida buscando al acceso a la diversidad ecológica

64

La relación Huáscar Atahualpa :

Jefes de dos panacas enemigas ; hermanos enemigos;jefe del sur y norte del tahuantisuy; madres eran rivales :

65
El rendimiento de mi encomienda se debía a mi capacidad para organizar el trabajo de mis indios: los indios era de
su propiedad y los vendia como esclavos

66

Estilo alfarero desarrolla en el valle del Urubamba previo a la aparición de los inca Killke

67

La época del guano: creo una ilusión de progreso que se desvaneció

68

El control vertical de los pisos ecológicos en el incario servía para : poder acceder a productos de diferentes
zonas ecologica

68

El Gobierno de Luis M. Sánchez Cerro (1931 - 1933)

 Gobierno represivo y dictatorial, persiguiendo a Haya de la Torre


 Sublevación del comandante Gustavo Jiménez en Cajamarca, y en 1932 la revolución aprista en Trujillo y
Huaraz.

Obras:

– Se establece el voto de la mujer para elecciones municipales.

– Se establece la Ley de divorcios.

– Se promulga la Constitución de 1933 de carácter liberal, parlamentarista y descentralista. –

Esta ley otorgaba la mayoría de edad a los 21 años.

– El Congreso Constituyente estuvo presidido por Clemente Revilla e integrado por José Matías Manzanilla, Víctor
Andrés Belaúnde y Luis Alberto Sánchez.

– Creó el Banco Industrial.

– Inició la construcción de la Carretera Central. –

Decretó el pago de salario a los obreros por el día 1º de mayo.

– Llega la “Misión Kemmerer” para tratar de solucionar la crisis económica.

– Se produjo el conflicto con Colombia por la ocupación de Leticia y el Trapecio Amazónico

La situación económica se empezó a recuperar a mediados de la década del treinta gracias a la diversidad de las
materias primas exportadas, algunas de las cuales vieron recuperarse sus precios, y cuando algunas exportaciones,
como el algodón, empezaron a crecer, superando incluso en importancia a otros productos como el azúcar, cuya
demanda internacional se redujo drásticamente. Sin embargo, el crecimiento de la posdepresión nunca llegó a los
niveles de crecimiento de la época de comienzosde siglo. Otro factor en la estabilización de la economía fue la
labor de la misión norteamericana presidida por el profesor universitario Edwin W. Kemmerer, quien ya había
actuado en Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, y que trabajó en el Perú durante el año de 1931. Kemmerer hizo
una serie de propuestas sobre regulaciones y reformas bancarias, presupuestales, de política monetaria, de
aduanas y de impuestos. De sus varias recomendaciones solo algunas fueron adoptadas, como la regulación
bancaria, que llevó a la aparición de la Superintendencia de Banca y Seguros, y la constitución de un Banco Central
de Reserva con cierta autonomía.

La junta de Samanez Ocampo también recibió a la misión Kemmerer en marzo de 1931. En un mes, la misión
había diseñado un programa de ajuste y reforma para el alicaído sistema fiscal y financiero del país . El plan
recomendaba la contracción crediticia y monetaria, reservas elevadas en el Banco Central y la liquidación de varios
bancos grandes. Otras recomendaciones para la reforma incluían la banca, el presupuesto, el abandono del patrón
de oro, el código tributario (para que incluyera impuestos a la renta y a las propiedades), el código de aduanas y la
deuda. La junta adoptó rápidamente el plan, en principio con la esperanza de que las recomendaciones
restaurarían la confianza en la economía, pero su implementación resultó extremadamente desigual. Para
empezar, el régimen se negó a aplicar las recomendaciones dirigidas al sector agroexportador, que respaldaba con
fuerza al gobierno.

70

El desafío populista, 1919-1945

Augusto B. Leguía fue el capitalista por excelencia de comienzos del siglo XX, un hombre que alcanzó su alta
investidura por sus propios méritos y esfuerzo. Su genio empresarial lo llevó a los círculos de negocios de la élite.
Provenía de una familia de clase media modesta, pero con buenas conexiones en la costa norte. Educado en una
escuela comercial británica en Valparaíso, Chile, Leguía dejó su primera huella en el mundo empresarial como
agente y administrador de la New York Life Insurance Company. A partir de esta temprana conexión con los
intereses económicos británicos y estadounidenses, adquirió una duradera fe en lo que un historiador llamó «el
efecto de demostración extranjero». Así, él creía firmemente que la vía peruana al desarrollo estaba ligada a su
habilidad para atraer capitales, tecnología, mercados y conocimiento empresarial de los países avanzados de
Occidente, una «perspectiva modernizadora» que configuraría su carrera política

El indigenismo y la rebelión india

Si el programa de Leguía estuvo dirigido políticamente —por lo menos inicialmente— a las clases media y obrera,
también alcanzó por el momento al campesinado indígena y a sus defensores. Del mismo modo en que había
respondido favorablemente a las demandas de los trabajadores en 1919, el nuevo presidente reaccionó
positivamente al creciente descontento indio en los Andes del sur y su resonancia entre los intelectuales urbanos
del movimiento indigenista. Como vimos, el precio de la lana se había derrumbado después de 1917, luego de un
auge sin precedentes antes y durante la guerra. Por ejemplo, los precios pagados por la lana de oveja peruana de
primer nivel cayeron de 50,5 peniques la libra en 1918, a 39,5 peniques en 1920 y a 11,5 en 1921. Este desplome
de los precios tuvo un nocivo impacto en el ingreso de los campesinos y de los terratenientes del sur, donde la
producción y la exportación lanera constituían el motor principal del crecimiento económico.

Mariátegui, Haya y la Nueva Izquierda

Con el exilio del activista Haya en 1923, el liderazgo de la izquierda peruana y su centro de gravedad intelectual
pasaron a la figura de José Carlos Mariátegui, quien acababa de regresar de un exilio de cuatro años en Europa. En
1919 había aceptado un estipendio del gobierno para viajar al extranjero, una medida tomada por Leguía
ostensiblemente para retirar a uno de los críticos más prominentes de su nuevo gobierno. París fue la primera
parada de Mariátegui, donde quedó embriagado con su contacto inicial con la cultura y la política europeas de ese
entonces.

La debilidad económica y el inicio de la depresión

La muerte alcanzó a Mariátegui casi cuatro meses antes de que los militares derribaran a Leguía en agosto de
1930. La causa fundamental de la caída del dictador era el estado sumamente precario y vulnerable de la
economía peruana en 1929, cuando la bolsa de valores estadounidense colapsó, desatando así una depresión
mundial. Tras el fuerte endeudamiento externo contraído por Leguía para financiar su Patria Nueva, la «danza de
los millones» del Perú llegó a su abrupto fin.

Un examen sectorial de la economía durante el Oncenio revela aún más la naturaleza artificial de la
aparente prosperidad del país en ese entonces. El sector agroexportador, la clave del crecimiento desde 1900,
perdió impulso después de la Primera Guerra Mundial. Al mismo tiempo, el sector minero, aunque progresaba, fue
tomado casi íntegramente por las compañías extranjeras de modo que las utilidades eran remitidas al extranjero,
permaneciendo bajo el valor de retorno y, por lo tanto, también la reinversión y la acumulación de capital. Por su
parte, los productos agroexportadores tales como el azúcar, el algodón y la lana —puntales del crecimiento
impulsado por las exportaciones entre 1900 y 1920—, se estancaron durante la década de 1920 y brindaron poca
reinversión con la cual sustentar la demanda interna.

El fin de la “patria nueva”

La caída de Leguía fue tan dramática como su ascenso. Su obstinado propósito de mantener un nuevo
periodo presidencial terminó con su encarcelamiento en la Penitenciaria de Lima y su fallecimiento en una clínica
de Bellavista. El régimen de Leguía se derrumbó poco después del levantamiento del teniente coronel Luis M.
Sánchez Cerro, quien se sublevó en agosto de 1930 al mando de las guarniciones de Arequipa y Puno y formó una
efímera Junta de Gobierno militar que rigió el país por seis meses, hasta febrero de 1931. Luego del
levantamiento, turbas en Lima atacaron las casas de Leguía y de sus principales colaboradores, las que acabaron
saqueadas

La crisis y la política de masas

La crisis mundial de 1929 marcó el inicio del fin para el gobierno de Leguía. Esta crisis afectó gravemente a
las exportaciones peruanas, cuyo valor se redujo dramáticamente (cobre, 69%; lanas, 50%; algodón, 42%; y azúcar,
22%), así como también se replegaron las inversiones en el Perú de capitales norteamericanos y británicos. En
1929, las exportaciones peruanas consistían sobre todo en productos mineros: cobre, petróleo, plomo, zinc, plata
y oro, que representaban el 67% del total, y exportaciones agrícolas, como el azúcar, el algodón y las lanas, que
representaban el tercio restante. Asimismo, en este periodo empezaron a sentirse las consecuencias de los
empréstitos y del crecimiento del gasto fiscal sobre esta base, que había ido acumulando Leguía. Al producirse el
cierre del crédito exterior y el decaimiento del comercio externo, el presupuesto no pudo ser mantenido,
debiendo suspenderse varias obras públicas. El caso más dramático de una institución empresarial que sucumbió
con la crisis del 29 fue la quiebra del Banco del Perú y Londres

En las elecciones de 1931 se enfrentaron básicamente el candidato del Partido Aprista Peruano, Víctor Raúl Haya
de la Torre, y Sánchez Cerro, tras el cual se había formado la Unión Revolucionaria . Esta contienda fue
probablemente la primera en que participaban activamente las masas populares y se utilizaron métodos masivos y
novedosos de propaganda y proselitismo, como mítines y afiches. Otros dos candidatos de menor convocatoria
fueron Arturo Osores, quien encabezó una Coalición Nacional, y el ex embajador del Perú en Brasil, José María de
la Jara y Ureta, que dirigió la Acción Republicana, donde se congregaron algunos sectores de la aristocracia. El
Partido Comunista se aisló, siguiendo los dictados de la política soviética denominada “clase contra clase”, para
promover una supuesta inminente revolución liderada por obreros industriales y para enfrentarse con los partidos
como el APRA, que eran considerados pequeño burgueses y colaboradores de la derecha. En un país donde el
proletariado era todavía incipiente y las clases medias urbanas habían irrumpido masivamente, el discurso
comunista condenó a ese partido a convertirse en una secta.
EL TerCer mILITArIsmO.- El Perú ha tenido tres tipos de militarismo: el primero después de la victoria, en los
años que siguieron a la batalla de Ayacucho en 1824 y el segundo después de la derrota cuando terminó la
guerra con Chile en 1883 y duró hasta 1895. El tercero surgió bajo la invocación de la defensa social de 1930 a
1939 y fue resucitado en 1948-1956 y con otras características en 1962-1963 y en 1968-1980. Este tercer tipo de
militarismo, cuyos atisbos ya aparecieron en 1914, surge del vacío político, ante la impotencia de las agrupaciones
partidarias tradicionales frente a los peligros que según se alega, asechan al Estado y a la nació n. Las clases
socialmente dominantes, lejos de enfrentarse a él como lo hicieron en la época agónica del primer militarismo
(1872) y en las postrimerías del segundo (1894-1895), lo auspician y se amparan bajo su protección, si bien esta
actitud quedó reducida al pasivo conformismo en el primer brote de este tercer militarismo (1962-1963). De todas
las irrupciones de él ninguna tan obvia, tan caída por su propio peso como la de 1930. En su colapso el régimen
legista, después de once años de omnímoda existencia, arrastró consigo no solo a los partidos que lánguidamente
lo habían acompañado, sino a la estructura hasta entonces vigente en el Poder Legislativo, parte del Poder Judicial,
las universidades, un gran sector de la burocracia, hasta el Arzobispado de Lima. Los once años transcurridos y una
propaganda adversa muy activa habían liquidado a los partidos anteriores a 1919. Al lado de la crisis política
interna actuaba como protagonista principal en la escena del país la crisis económica, fruto en parte de factores
endógenos y predominantemente de una situación mundial y a ella se agregó una aguda crisis social. El tercer
militarismo, con todos sus defectos, empezó por ser en agosto de 1930 un factor de estabilidad nacional. Se
estudiará en seguida cómo resultó ungido en una proceso electoral en 1931 y cómo se vinculó a una de las etapas
más tormentosas de la historia peruana dentro de la que se hizo más notorio otro de los fenómenos descollantes a
medida que el siglo XX fue avanzando: el despertar de las clases populares y el crecimiento de las clases medias. La
aristocracia plutocrática tradicional (que consigue eliminar a los nuevos enriquecidos legistas mediante la política
de sanciones y al amparo de la depresión mundial) solo atina, además, a defenderse primero detrás del Gobierno
fuerte; si bien la prosperidad que se inicia mundialmente con el fin de esa depresión económica en 1933 se
acentúa durante la guerra mundial de 1939 a 1945 y revive con la guerra de Corea, permite que las filas de esa
plutocracia se ensanchen con gentes favorecidas entre otras cosas, por el desarrollo bancario, por el repunte de la
agricultura, de la minería, del comercio y de la industria, por el aumento en el valor de la propiedad urbana y por
los negocios con el Estado

Primer simulacro

161 Krystoff Makowsky, ha realizado criticas a lo hallazgos que realizo Ruth shady en caral. Dicha critica atribuye a
la arquitectura ceremonial de caral, más bien, aduciendo la ausencia de áreas residenciales.

162 El antiguo hombre de paijan se caracterizó por ser cazador, recolector y pescador.

163 los hombres de chivateros y pacaicasa se ubican, respectivamente, en lima y Ayacucho

164 Los restos de lauricocha, descubiertos por augusto cardich., corresponden a paleolito superior

165 por su conocimientos astronómicos :los sacerdotes chavin ejercieron influencia y poder

166 la conquista fue para nuestra nacionalidad un hecho capital, quizás más aún que la emancipación en sí misma.
Sobre sus consecuencias tremendas o benéficas está el hecho fatal, ineludible, fundamental de la conquista en sí,
con sus caracteres de aluvión. Aluvión la conquista en efecto y también comienzo de la siembra: la cosecha recién
esta viniendo, va a venir con la nacionalidad integral.jorge Basadre – multitud, la ciudad y el campo en la historia
del peru.

167 las líneas de nazca un calendario astronómico agrícola

168 anterior al wari, en Ayacucho se desarrolló la cultura huarpa que tuvo como centro urbano más importante
Nahimpuqui

169 las culturas pan peruanas han recibido la categoría de horizaontes, mientras que las de solo influencia
regional han sido ubicadas en intermedios
170 En su momento de mayor desarrollo, los incas lograron dominar gran parte del espacio andino, sometiendo a
muchas de las culturas que se encontraban en los Andes. Para lograr este dominio, ellos debieron utilizar diversas
estrategias, como establecer alianzas con otros pueblos, con el objetivo de expandirse. buscaban el apoyo de los
pueblos para derrocar a los señores locales

171 la victoria cuzqueña sobre la cultura chanca fue mérito del inca parachute en 1438.

172 ichmay,chancay y tallanes : etnias costeñas sometidas imperio incaico

173 El tahuantisuyo se fue estructurando como estado luego de un proceso que se manifestó en la agrupación de
ayllus confederación de tribus y guerras de expansión

También podría gustarte