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egresos de dinero que tiene una empresa en un período dado. Algunos ejemplos de ingresos son
los ingresos por venta, el cobro de deudas, alquileres, el cobro de préstamos, intereses, etc.
Ejemplos de egresos o salidas de dinero, son el pago de facturas, pago de impuestos, pago de
sueldos, préstamos, intereses, amortizaciones de deuda, servicios de agua o luz, etc. La diferencia
entre los ingresos y los egresos se conoce como saldo o flujo neto, por lo tanto constituye un
importante indicador de la liquidez de la empresa. Si el saldo es positivo significa que los ingresos
del período fueron mayores a los egresos (o gastos); si es negativo significa que los egresos fueron
mayores a los ingresos. El flujo de caja, reflejado de una manera sencilla en la planilla de la
imagen, es el tema que abordamos hoy en nuestros Conceptos de Economía.
El flujo de caja (Cash Flow, en inglés)se caracteriza por dar cuenta de lo que efectivamente ingresa
y egresa del negocio, como los ingresos por ventas o el pago de cuentas (egresos). En el Flujo de
Caja no se utilizan términos como “ganancias” o “pérdidas”, dado que no se relaciona con
el Estado de Resultados. Sin embargo, la importancia del Flujo de Caja es que nos permite conocer
en forma rápida la liquidez de la empresa, entregándonos una información clave que nos ayuda a
tomar decisiones tales como:
Para elaborar un Flujo de Caja debemos contar con la información sobre los ingresos y egresos de
la empresa. Esta información figura en los libros contables y es importante ordenarla de la manera
en que ilustra la planilla de cálculo adjunta porque nos permite conocer los saldos del
período (generalmente un mes) y proyectar los flujos de caja hacia el futuro. La importancia de
elaborar un Flujo de Caja Proyectado es que nos permite, por ejemplo:
anticiparnos a futuros déficit (o falta) de efectivo y, de ese modo, poder tomar la decisión
de buscar financiamiento oportunamente.
establecer una base sólida para sustentar el requerimiento de créditos, por ejemplo, al
presentarlo dentro de nuestro plan o proyecto de negocios.
Si tenemos saldos positivos acumulados en algunos períodos, parte de estos saldos los
podemos invertir en el Mercado de Capitales y así generar una fuente de ingresos
adicional al propio del giro del negocio. Este resultado se registra como intereses
ganados en una fila de los ingresos.
Asimismo, el adecuado registro de los ingresos y egresos nos permite determinar los costos fijos,
los costos variables y el margen de contribucion exigible al proceso productivo del negocio para
obtener el punto de equilibrio.
Como vemos, el Flujo de Caja es uno de los mejores aliados en cualquier proyecto de inversión. En
base a la información que nos entrega con el saldo neto, podemos tomar decisiones estratégicas
para el futuro.
Elaborar el estado del flujo de caja supone calcular la magnitud de liquidez disponible y
capacidad para generarla que disponemos, adquiriendo la información financiera necesaria para
conocer la salud financiera de nuestro negocio.
El flujo de caja o cash flow nos proporciona información sobre la salud financiera de nuestro
negocio y resulta imprescindible para una buena gestión de tesorería. Su objetivo es cuantificar las
salidas y entradas de caja en la empresa. Son los pagos que se han recibido ya, a diferencia de los
ingresos netos que incluyen los pagos que faltan por cobrar. Nos facilita información sobre el
estado de la empresa y nuestra capacidad de afrontar deudas, que es un elemento fundamental
para la tesorería de esta. Tener un alto beneficio neto no siempre conlleva tener disponibilidad de
efectivo.
Antes de empezar con nuestro análisis sobre el flujo de caja debemos identificar todos los puntos
de ingreso de dinero, ventas o préstamos de activo; además de localizar las salidas de capital ya
sea por salarios, compras, gastos de operación, etc. Esto nos facilita información sobre el estado
de la empresa y nuestra capacidad de afrontar deudas, que es un elemento fundamental para
la tesorería de esta.
El cash flow nos da una visión más real del estado financiero de la empresa ya que
amortizaciones y provisiones son costes que no conllevan salida de capital. Contablemente se
consideran una reducción del beneficio neto del ejercicio, pero no implica ningún desembolso de
efectivo. Por ello para calcular el flujo de caja debemos añadirlo y así dejar de considerarlos
costes.
El análisis de nuestro cash flow se verá determinado por el tipo de actividad que
desempeñemos. El estado de los flujos de efectivo está clasificado por actividades operativas, de
inversión o financieras. De este modo la información que proporcionamos a socios, accionistas,
gerentes, etc, es mucho más detallada.
Las operativas son aquellas que hacen referencia a las actividades principales del negocio.
Es decir, prestación de servicios y venta de bienes.
Un flujo de caja neto positivo nos señala que hemos ingresado más recursos de los que perdido. Al
medir la cantidad de efectivo un cash flow positivo indica que los activos corrientes de la empresa
van en aumento.
Una vez obtenido el beneficio bruto debemos calcular el beneficio antes de impuestos e intereses
(EBIT). Este se obtiene restando los gastos correspondientes a ventas y gastos amortizables,
además de añadir otro tipo de ingresos.
Una vez tengamos el Beneficio Neto, tenemos que calcular el Flujo de Caja restando y sumando
los apuntes contables devengados pero no materializados en entradas o salidas de capital.
Esto se hace sumando gastos contables que no hayan traído una salida de caja (amortizaciones o
cuentas por pagar a proveedores). También sumamos aquellos ingresos contables que no hayan
supuesto una entrada de capital (cuentas por cobrar u otros ingresos)
Flujo de caja = Beneficio Neto + Amortización + Provisiones + Cuentas por pagar – Cuentas por
cobrar
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Al igual que hemos visto con el tipo de actividades de la empresa, a la hora de clasificar el flujo de
caja, seguimos los mismos criterios:
Flujo de caja de operaciones (FCO): Entrada o salida de dinero a raíz de la propia dinámica
comercial del negocio
El flujo de caja de inversión (FCI) debido a una esperada entrada de dinero para nuestro
negocio por resultado de ventas o adquisiciones de activos no corrientes
El flujo de caja nos da información sobre la cantidad de efectivo disponible para satisfacer pagos a
inversores o el remanente para invertir, es decir, la cantidad disponible después de cubrir los
pagos obligatorios.
Una de las posibles soluciones a esta escasez de liquidez puede solucionarse eligiendo entre las
distintas fórmulas de financiación, Sin embargo, si nos encontramos con un saldo positivo nos
podemos plantear opciones de gestión de este activo corriente como puede ser el invertirlo ya sea
en nuestro negocio o en el Mercado de Capitales.
Sabiendo cómo interpretar el flujo de caja podemos obtener gran información sobre cómo llegar
a una buena proyección de futuro para nuestro negocio.
Un buen control de nuestro flujo de caja nos da gran información sobre nuestro estado financiero.
Nos puede solventar dudas sobre si debemos adquirir recursos adicionales o el impacto de un
proyecto en la salud del negocio. Un cash flow positivo nos indica mayor amplitud de
maniobra. A su vez, si es negativo, debemos plantearnos dónde está el déficit y cuáles pueden ser
las alternativas de decisión o financiación como por ejemplo el crowdlending o la anticipación y
financiación de facturas.
Además, un cash flow positivo es de gran atractivo para inversores, solicitud de préstamos o para
la seguridad de un acreedor al proporcionar ventas a crédito. Si vemos que nuestro flujo de caja es
negativo debemos saber qué hacer si nuestra cuenta amenaza con quedar en negativo .
La gestión de nuestro cash flow es de los componentes más elementales para un correcto análisis
financiero debido a la cantidad de información que podemos obtener a raíz de este.
Las proyecciones sobre nuestro cash flow nos ayudan a prever futuros inconvenientes u
obstáculos como la carencia de liquidez. Por ello se debe tener en cuenta para la toma de
decisiones, si entra dentro de tu especialidad te recomendamos dejarlo en las manos de un asesor
contable.
Para mantener una buena salud financiera es imprescindible un buen control del cash flow. Las
pequeñas y medianas empresas al prescindir de un departamento financiero deben apalancarse
en herramientas y soluciones que externalizan el análisis y control financiero. Finutive actúa como
un asesor financiero virtual y mantiene el flujo de caja bajo control, verás cómo las finanzas de tu
negocio se vuelven más eficientes.
El flujo de caja es un informe financiero para ordenar los ingresos y egresos de efectivo que tiene
la empresa durante un tiempo definido, es decir, ayuda a conocer la liquidez de tu negocio.
Si no eres una experta en números, puede resultar algo complejo, por eso aquí te dejaré algunas
pautas, que puedes seguir para armarlo tu sola:
Debes contar con toda la información contable de tu negocio, balance general y estado de
resultados.
Esa información te dará el saldo inicial, punto de partida del flujo. Defines un periodo a
analizar.
Al tener todos esos registros, se calcula la diferencia entre los ingresos totales y gastos o
egresos totales, junto con el monto inicial.
También se puede hacer un flujo de caja proyectado, que te permite estimar números a futuro, y
así anticiparse a algún déficit que pueda haber, o estimar una ganancia extra que puede ser
planificada como inversión.
Si quieres hacer tu propio flujo, aquí te dejo un documento que puede guiarte con más detalle. Y
puedes descargar el excel adjunto que te servirá de plantilla para realizar tu propio flujo.
El flujo de caja hace referencia a las salidas y entradas netas de dinero que tiene una empresa o
proyecto en un período determinado.
Los flujos de caja facilitan información acerca de la capacidad de la empresa para pagar sus
deudas. Por ello, resulta una información indispensable para conocer el estado de la empresa. Es
una buena herramienta para medir el nivel de liquidez de una empresa.
Definición de solvencia
La diferencia de los ingresos y los gastos, es decir, al resultado de restar a los ingresos que tiene la
empresa, los gastos a los que tiene que hacer lo llamamos ‘flujo de caja neto’. Los flujos de caja
son cruciales para la supervivencia de una entidad, aportan información muy importante de la
empresa, pues indica si ésta se encuentra en una situación sana económicamente.
Si una empresa o una persona no tiene suficiente dinero en efectivo para apoyar su negocio, se
dice que es insolvente. Ser insolvente durante bastante tiempo puede llevar a la bancarrota y al
cierre del negocio.
El flujo de caja neto son los pagos que se han recibido ya, a diferencia de los ingresos netos, que
incluyen las cuentas por cobrar y otros elementos por los que no se ha recibido realmente el
pagos. El flujo de caja se utiliza para evaluar la calidad de los ingresos de una empresa, es decir, su
habilidad para generar dinero, lo que puede indicar si la empresa está en condiciones de
permanecer solvente.
Si nos encontramos con un flujo de caja neto positivo significa que nuestros ingresos han sido
mayores que los gastos que hayamos tenido que hacer frente. Y, por el contrario, si el flujo de caja
es negativo significa que hemos gastado más de lo que hemos ingresado.
Al empresario siempre le conviene tener un flujo de caja positivo pues tendrá a más personas
interesadas en comprar parte de su negocio, bancos que estén dispuestos a darle crédito en el
supuesto de que le haga falta, acreedores que estén dispuestos a darle mercancía por adelantado.
Algunos ejemplos de ingresos son el dinero obtenido por ventas, el cobro por alquileres o el cobro
de deudas. Y algunos ejemplos de gastos pueden ser el alquiler del lugar de trabajo, salarios de
trabajadores y compra de materias primas.
Los flujos de caja son muy utilizados para analizar la viabilidad de proyectos. Son la base para el
cálculo de los ratios Valor actual Neto (VAN) y la Tasa interna de retono (TIR).
Solvencia es la capacidad de una persona física o jurídica para hacer frente a sus obligaciones
financieras.
Es decir, su capacidad para devolver actualmente o en el futuro las deudas que ha contraído o que
planea contraer.
Mientras que la liquidez suele expresar la capacidad de las empresas para hacer frente a las
obligaciones financieras a corto plazo, la solvencia financiera mide su habilidad para satisfacer sus
obligaciones a un plazo más largo.
En las finanzas personales, la solvencia suele venir dada por la posible morosidad de la persona
con respecto a sus deudas presentes y por su nivel de ingresos. Es importante también destacar
que en ocasiones los avales son confundidos con la solvencia, cuando en realidad se trata de dos
conceptos diferentes. Esto se debe a que, si bien su utilización tiene un efecto positivo sobre la
viabilidad de la inversión, no aporta ninguna información sobre la solvencia del deudor, ya que
solamente añade una seguridad adicional en caso de impago pero no informa al acreedor sobre la
posibilidad de que este supuesto se acabe produciendo.
Existen diversas formas de medirla, los conocidos como ratios de solvencia son los más utilizados
para calcular la solvencia de una empresa. Además, existen muchos otras formas de valorarla, que
complementan a estos ratios.
En el caso de las finanzas empresariales es común la utilización de ratios, como son los ratios de
solvencia, entre los que destaca el ratio de deuda (total deuda/total activos) y el ratio de
apalancamiento (total activos/patrimonio neto). Asimismo, es importante tener en cuenta
la liquidez, que de forma coloquial podríamos decir que mide la solvencia a corto plazo. Existen
varios ratios de liquidez, el ratio más utilizado es el de liquidez corriente, que mide la relación
entre los activos corrientes y el pasivo de una empresa.
En el caso de las grandes empresas y los Estados, suele ser medida por agencias de calificación,
que estudian una serie de parámetros normalizados para finalmente pronunciarse sobre la
solvencia del deudor en cuestión. En base a este análisis determinan la calidad crediticia, es decir,
la calidad de la deuda de la empresa o país correspondientes.
Estas agencias emplean escalas de calificación que puntúan gradualmente a los estados y las
empresas, primero separan entre grado de inversión y alto rendimiento desde la imposibilidad de
hacer frente a sus deudas (lo que coloquialmente se denomina «bono basura«) hasta la máxima
calificación (la cual suele llamarse “triple A” en las grandes agencias).
Esto a su vez tiene una gran repercusión en la facilidad de las empresas y estados para financiarse,
ya que los más solventes podrán ofrecer intereses más bajos al no tener problemas para atraer
inversores conservadores aversos al riesgo. Por el contrario, los países y empresas con menor
calificación crediticia no podrán ofrecer seguridad a los inversores, y tratarán de atraer a los más
arriesgados ofreciéndoles rentabilidades más altas. Este diferencial entre los intereses de un activo
financiero sujeto a riesgo y otro libre de él es lo que comúnmente conocemos como “prima de
riesgo”, y se encuentra por lo tanto ligado directamente a la solvencia.
Diferencia entre ingreso y cobro
Rubén Capilla
Lectura: 2 min
Por otro lado, un cobro significa una entrada de dinero en caja por la venta de un bien o la
prestación de un servicio y se contabiliza en el balance de situación. Cuando hablamos de cobro
estamos hablando en términos financieros.
Es muy importante diferenciar estos conceptos para llevar una correcta contabilidad empresarial.
Ejemplo
Vamos a ver un ejemplo sencillo para dejar claro el significado de ingreso y cobro:
Una empresa de material electrónico vende diez ordenadores al precio de 750 €. A partir de aquí,
podemos encontrarnos en dos situaciones, que el cobro sea aplazado o al contado. Si se produce
un cobro aplazado, esta venta supondrá un ingreso por valor de 7500 €. Por lo tanto, producirá un
aumento de su patrimonio. Ahora bien, al ser aplazado significa que probablemente lo cobre a 30,
60 o 90 días, dependiendo del acuerdo con el cliente. Es por ello que no se trata de un cobro sino
de un ingreso. Si la venta tiene lugar cerca del cierre del ejercicio, es posible que el cobro de los
7500€ se produzca al año siguiente. Cuando el cliente finalmente pague por la compra de los
ordenadores podemos decir que se ha producido el cobro porque ha habido una entrada de caja,
es decir, un aumento en la tesorería de la empresa.
Resumiendo, un ingreso no significa que la empresa cobre por el bien o servicio prestado,
únicamente se realizará el apunte contable correspondiente, pero no en calidad de cobro -a no ser
que fuera al contado- mientras que un cobro se produce cuando la empresa cobra -valga la
redundancia- por el bien o servicio prestado, ya sea en dinero efectivo, en cheque o mediante una
transferencia bancaria.
Diferencia entre gasto y pago
Rubén Capilla
Lectura: 2 min
Un pago es el abono de una cantidad de dinero destinada a extinguir una obligación. Mientras
que el gasto es voluntario, ya que podemos consumir o no, el pago es aquella cantidad de
dinero que va a sufragar una obligación.
Un gasto significa una disminución del patrimonio por la compra de un bien o la demanda de un
servicio. Se contabiliza en la cuenta de resultados. Cuando hablamos de gasto estamos hablando
en términos económicos.
Por otro lado, un pago significa una salida de dinero de caja por la compra de un bien o la
demanda de un servicio. Se contabiliza en el balance de situación. Cuando hablamos de pago
estamos hablando en términos financieros.
Es muy importante diferenciar estos conceptos para llevar una correcta contabilidad empresarial.
Ejemplo
Una empresa de juguetes compra 1000 kg de plástico a un proveedor para fabricar un nuevo
juguete infantil a un precio de 1 €/kg. A partir de aquí, podemos encontrarnos en dos situaciones,
que el pago sea aplazado o al contado. Si se produce un pago aplazado, esta compra supondrá un
gasto por valor de 1000 €. Por lo tanto, producirá una disminución de su patrimonio. Ahora bien, la
compra a plazo significa que probablemente lo pague a 30, 60 o 90 días, dependiendo del acuerdo
con el proveedor. Es por ello que no se trata de un pago sino de un gasto. Si la compra tiene
lugar cerca del cierre del ejercicio, es posible que el pago de los 1000€ se produzca al año
siguiente. Cuando la empresa de juguetes finalmente pague por la compra del plástico podemos
decir que se ha producido el pago porque ha habido una salida de caja, es decir, una disminución
en la tesorería de la empresa.
Resumiendo, un gasto no significa que la empresa pague por el bien o servicio adquirido,
únicamente se realizará el apunte contable correspondiente, pero no en calidad de pago -a no ser
que fuera al contado- mientras que un pago se produce cuando la empresa paga -valga la
redundancia- por el bien o servicio adquirido, ya sea en dinero efectivo, en cheque o mediante una
transferencia bancaria.
Andrés Sevilla
Lectura: 4 min
Es muy frecuente oír hablar de los términos bruto y neto, tanto cuando hablamos de salarios,
como cuando analizamos la cuenta de resultados de una empresa o cuando nos dicen un dato
macroeconómico.
El bruto y el neto miden la misma magnitud, pero son diferentes conceptos y hay que saber
distinguirlos para que no haya ninguna confusión. Los dos conceptos son expresiones cuantitativas
utilizadas para el cálculo de magnitudes económicas.
La diferencia entre bruto y neto que debemos tener clara es que una cantidad neta es la cantidad
final que queda después de haber realizado algún cambio a la cantidad bruta, en la mayoría de los
casos tras haber realizado algún tipo de descuento (que generalmente son impuestos):
De forma independiente podríamos definir bruto como la cantidad total resultado de alguna
actividad, como por ejemplo el salario bruto, las ventas brutas o el producto interior bruto. El
neto en cambio, es la cuantía final que queda como resultado de haberle aplicado un descuento a
algo bruto, de los anteriores ejemplos nos quedaría el salario neto, las ventas netas y el producto
interior neto.
Vamos a ver los casos más comunes donde se utilizan expresiones brutas y netas.
Para comprender la estructura de una nómina es esencial conocer la diferencia entre los
conceptos de salario bruto y salario neto. Sobre todo a la hora de negociar nuestro salario y
calcular cuánto dinero vamos a cobrar a final de mes.
El salario neto o líquido es la cuantía monetaria que percibe el trabajador, es decir, el dinero que
recibe en su cuenta una vez descontados los impuestos y las cotizaciones a la Seguridad Social. El
salario bruto en cambio, es la cuantía total antes de que se apliquen esas retenciones.
Cuando analizamos la cuenta de resultados de una empresa también nos encontramos con los
términos bruto y neto.
En el caso del margen bruto y el margen neto ocurre exactamente lo mismo, dado que el margen
bruto es el beneficio bruto dividido entre las ventas y el margen neto es el beneficio neto dividido
también entre las ventas. El margen neto será igual al margen bruto descontando los impuestos,
los intereses, la depreciación y los gastos generales de la empresa. El margen se utiliza para
conocer el porcentaje de beneficio que tenemos de cada producto o servicio que hemos vendido.
Otro ejemplo serían las ventas netas, que son el resultado de restar las devoluciones,
bonificaciones, rebajas y descuentos a las ventas brutas.
Datos macroeconómicos
Peso
En el peso de los productos también se utilizan estos términos. El peso bruto generalmente es
igual al peso neto del producto más el peso del embalaje o envase.
Casos excepcionales
Como hemos visto, el neto es siempre la base de lo que estamos midiendo, el corazón del
producto. El bruto es simplemente el resultado de añadirle impuestos a esa base. Según la Real
Academia Española (RAE), en una cantidad de dinero, el bruto es aquello que no ha
experimentado retención o descuento alguno. Sin embargo, existe un caso excepcional, como es el
caso de los precios al consumidor.
En el caso de los precios, el valor neto es mayor que el valor bruto. Dado que el precio neto es el
que paga el consumidor final, precio que incluye los impuestos. Por ejemplo, cuando un
empresario fija el precio de un producto, establece el precio al que debe venderlo para cubrir sus
costes y tener algo de beneficio, a este precio se conoce como precio bruto. Después le añade los
impuestos (IVA en este caso), dando como valor final el precio neto.
Precio neto = Precio bruto + impuestos (IVA)
Bruto Neto
La cantidad total de ventas sin realizar ningún Ventas brutas – devoluciones – bonificaciones –
Ventas
ajuste rebajas – descuentos
Producto Valor de los bienes y servicios finales producidos PIB – coste materias primas – coste servicios –
Interior por un país depreciaciones
Lectura: 3 min
Todas las magnitudes económicas pueden ser expresadas en términos reales o nominales. Es
importante conocer la diferencia para que no nos engañen al dar una noticia. Para explicarlo se
va a seguir el ejemplo de la diferencia de incremento del PIB nominal o real.
En general las magnitudes nominales son aquellas que están en «bruto». Claro que, la inflación
también es importante. Precisamente, las magnitudes reales lo que hacen es restar a la magnitud
nominal, el efecto de la inflación.
Cuando se habla en términos reales, se refiere a precios del año base. Es decir, se fija un año
determinado como referencia y se toman los precios del año base de los productos a estudiar. De
esta forma se excluye en los estudios el efecto de la inflación. El proceso para convertir un valor
nominal a términos reales se denomina precisamente ajuste por inflación. Y gracias a este ajuste,
los valores reales son una excelente medida del poder adquisitivo neto, sin importar los cambios
de precios a lo largo del tiempo.
Esto es de gran importancia. Supongamos que en las noticias oímos que la economía está
creciendo a un nivel del 2% anual, es decir, el PIB crece al 2%. En este caso debemos preguntarnos:
¿Es un dato real o nominal?
Si un dato es real, estará excluido el aumento de precios, dado que se valora todo a precios del
año tomado como base, por lo tanto, sólo estaremos haciendo referencia a la cantidad de
unidades finales vendidas, sin tener en cuenta la variación de precios. De ahí que se llame real,
dado que observamos el crecimiento físico en si.
Luego, debemos entender que si la economía crece a un 2% en términos nominales, pero a su vez
los precios aumentan un 3%, en realidad la economía esta decreciendo un 1%. En el país se
venden menos productos finales a un precio más caro, por lo que en realidad hay un retroceso y
las personas son capaces de comprar menos cosas con la misma cantidad de dinero.
Es importante mencionar que este método (restar porcentajes) solo es válido si se trata de
porcentajes pequeños. En caso de ser porcentajes mayores habrá que utilizar otros cálculos.
Diferencia entre valor real, valor nominal y precio de mercado
Es importante distinguir entre valor real, valor nominal y precio de mercado. Dependiendo de la
diferencia que exista entre este precio pagado y el valor nominal que se atribuyó a este activo
diremos que se habrá pagado por encima del valor nominal (sobre la par), por debajo de valor
nominal (bajo la par), o siendo exactamente igual al valor nominal (a la par).
Por ejemplo, la acción de una empresa que fue emitida con un valor nominal de 5 euros y en el
mercado se vende o transfiere por 6 euros, tendrá esta última cantidad como precio de mercado.
Sin embargo, el precio real puede ser otro completamente diferente. Por ejemplo, si la empresa
prevé un aumento de beneficios en los próximos años debido a una innovación, que no está
recogida en el precio, el valor real de la acción (valor intrínseco) puede ser 7 euros.
Flujo de caja operativo (FCO)
Lectura: 2 min
El flujo de caja operativo (FCO) es la cantidad de dinero en efectivo que genera una empresa a
través de sus operaciones y el ejercicio de su actividad.
Este flujo permite valorar y cuantificar las entradas y salidas de dinero mediante las actividades de
explotación, siendo difícil poderlo manipular.
Este término se puede asociar a la utilidad contable, sin embargo, no es lo mismo. En el cálculo del
flujo de caja operativo no se incluyen los costes de financiación. A su vez, en éste mismo, se
incluye la depreciación al final en su cálculo, a diferencia de la utilidad contable, dónde no se
incluye. Por ejemplo, dentro de la categoría del flujo de caja operativo, podemos incluir a los
ingresos por ventas, gastos de personal o a los proveedores.
5. Pagos por asuntos extrajudiciales, donaciones a organizaciones sin ánimo de lucro y los
reembolsos de los clientes.
Forma de cálculo
El flujo de caja operativo se calcula de la siguiente forma:
Supongamos que extraemos los siguientes datos financieros de una empresa X en el año 2014:
EBIT= 15.000 €
Amortización= 1.500 €
Impuestos= 1.000 €
Lectura: 2 min
El flujo de caja financiero (FCF) se define como la circulación de efectivo que muestra las
entradas y salidas de capital de una empresa fruto de su actividad económica.
También se define como la suma del flujo de caja económico, dónde se puede comprobar la
rentabilidad de un proyecto, pero sin tener en cuenta la financiación, y el financiamiento neto,
donde sí se incorpora la financiación.
4. Amortización de inmovilizado
8. Pérdidas por operaciones en instrumentos financieros como deuda a corto plazo y créditos
y todo tipo de instrumentos financieros en los que la empresa invierte sus excesos de
tesorería para rentabilizar su liquidez.
Vamos a ver un ejemplo sencillo acerca de cómo calcular el flujo de caja financiero.
Flujo de caja de inversión (FCI)
Lectura: 3 min
El flujo de caja de inversión (FCI), es la variación de capital procedente de la diferencia entre las
entradas y salidas de efectivo procedentes de inversiones en instrumentos financieros,
generalmente deuda a corto plazo y fácilmente convertible en liquidez, gastos de capital
asociados a las inversiones, compra de maquinaria, edificios, inversiones y adquisiciones.
Para construir un proyecto de inversión y calcular su flujo de caja, se debe tener en cuenta los
siguientes aspectos:
Evaluación de un proyecto
Los dos indicadores económicos más usados por los expertos financieros para la valoración de un
proyecto de inversión son el VAN y la TIR.
El VAN se basa en la circunstancia de que el valor del dinero cambia con el paso del tiempo.
Existiendo una inflación muy pequeña, un euro hoy puede hacer comprar menos que un euro hace
un año. El VAN permite saber en términos de euros de hoy el valor total de un proyecto que se
extenderá por varios meses o años, y que puede combinar flujos positivos y negativos.
A su vez, el VAN permite decidir si un proyecto es rentable (VAN mayor a 0), no es rentable (VAN
menor que 0) o indistinto (VAN = 0), en base a la tasa que se ha tomado como referencia.
VAN>0 ; rentable
VAN=0 ; indiferencia
VAN<0 ; no rentable
Por otro lado, la TIR determina cuál es la tasa de descuento que hace que el VAN de un proyecto
sea igual a cero y se expresa como porcentaje. Es la tasa de interés máxima a la que es posible
endeudarse para financiar el proyecto sin incurrir en pérdidas.
Ejemplo
Veamos un ejemplo del cálculo del VAN y la TIR y los flujos de caja de inversión.
En la tabla adjunta hemos calculado el valor actual neto del proyecto de inversión (VAN) a través
de la siguiente fórmula
De dónde,
Por otro lado, si queremos calcular la TIR para ver si es superior a la tasa de descuento del sector,
calculada en el ejemplo por un valor del 10%, igualaremos el valor actual neto a cero para ver si el
proyecto es interesante.
VAN = 0
Si despejamos ie, obtenemos el tipo de interés representado por la tir, esto es la rentabilidad
expresada en porcentaje de la inversión.
En muchas ocasiones, se utiliza la herramienta Excel para calcular la tasa interna de retorno por la
rapidez y facilidad a la hora de evaluar proyectos de inversión: