Dígase a sí mismo "Estoy teniendo un flashback". Los flashbacks te llevan a
una parte atemporal de la psique que se vive como indefensión, desesperanza y estar rodeado de peligro al igual que lo estuviste durante los abusos. Los sentimientos y sensaciones que está experimentando son recuerdos del pasado que no pueden dañarte ahora. Recuérdese a sí mismo "Siento miedo pero no estoy en peligro". Estoy a salvo, aquí y ahora en el presente. Recuerde que ahora está en la seguridad del presente, muy lejos del peligro del pasado. Posea su derecho/necesidad de tener límites. Recuérdese que no tiene que permitir a nadie maltratarle; es libre de abandonar situaciones peligrosas y protestar ante comportamientos injustos. Háblele a su niño interior reafirmándole. El niño dentro de usted necesita saber que le quiere incondicionalmente, que él/ ella puede acudir a usted a por consuelo y protección cuando se sienta perdido y asustado. Destruya el pensamiento eterno. Durante la infancia, el miedo y el abandono se sienten interminables, un futuro más seguro era inimaginable. Recuerde que este flashback pasará como siempre lo ha hecho antes. Recuérdese que está en un cuerpo adulto. Con aliados, habilidades y recursos para protegerle que nunca tuvo de niño. (Sentirse pequeño y frágil es síntoma de flashback). Vuelva a sentirse a gusto en su cuerpo. El miedo le lanza a la preocupación "cabezona", o a sentirse atontado y desconectar. Con tranquilidad, pídale a su cuerpo que se relaje. Sienta cada uno de sus grupos musculares y con suavidad anímelos a relajarse. Los músculos contraídos le envían al cerebro señales falsas de peligro. Respire profundamente y despacio. Aguantar la respiración también es señal de peligro. Baje el ritmo. Acelerarse desencadena una respuesta de huida en el cerebro Encuentre un lugar seguro. Donde relajarse y calmarse. Envuélvase en una manta, agarre un cojín o un peluche, túmbese en la cama o la bañera, eche una siesta. [E]Sienta el miedo en su cuerpo sin reaccionar a él. El miedo es sólo una energía en su cuerpo. No le puede dañar si no huye de él. Resista la catastrofización y drastificación de su Crítico Interno. Utilice la parada de pensamiento para detener las exageraciones interminables de peligro de su crítico interno, y su constante planificación para controlar lo incontrolable. Niéguese a avergonzarse, odiarse o abandonarse a sí mismo. Canalice la ira del auto ataque en decir NO a la auto crítica injusta de su Crítico Interno. Utilice la sustitución de pensamiento y la corrección de pensamiento para reemplazar pensamientos negativos con una lista memorizada de sus cualidades y logros. Permítase el duelo. Los flashbacks son oportunidades para deshacerse de sentimientos antiguos no expresados de miedo, dolor y abandono. Admita y calme las experiencias pasadas de indefensión y desesperanza de su niño interno. Vivir el duelo de manera saludable puede convertir sus lágrimas en auto compasión y su ira en auto protección. Cultive relaciones seguras y busque apoyo. Tómese tiempo a solas cuando lo necesite, pero no deje que la vergüenza le aísle. Sentir vergüenza no significa que usted sea vergonzoso. Informe a sus allegados sobre sus flashbacks y pídales que le ayuden a hablar y sentirlos hasta que se calme. Aprenda a identificar los tipos de desencadenantes que le llevan a tener un flashback. Evite gente que no le hace sentir seguro, lugares, actividades y procesos mentales dolorosos. Practique un mantenimiento preventivo con estos pasos cuando las situaciones desencadenantes sean inevitables. Averigüe a qué está retrocediendo mentalmente con su flashback. Los flashbacks son oportunidades para descubrir, admitir y curar sus heridas de abusos pasados y abandono. También señalan cuáles son sus necesidades de desarrollo que aún no se han cubierto y le pueden dotar de motivación para conseguirlas. Sea paciente con un proceso lento de recuperación. Lleva tiempo deshacerse del estado de pánico presente, y un tiempo considerable hacer que se reduzcan gradualmente en el futuro la intensidad, duración y frecuencia de los flashbacks. La recuperación real es gradual y progresiva (normalmente, dos pasos adelante y uno hacia atrás), no una fantasía de alcanzar la salvación. No se fustigue por tener un flashback.