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GUTIERREZ HERNÁNDEZ

ASHLEY
N° 311162819
TEXTOS FILOSÓFICOS 7
JUSTO SIERRA “MAESTRO DE AMÉRICA”

INTRODUCCIÓN

“Cultivar voluntades para cosechar egoísmos sería la bancarrota de la pedagogía”,

esta frase llamó mi atención del discurso pronunciado por Justo Sierra “Maestro de

América” en la inauguración de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad

Autónoma de México el 22 de septiembre de 1910, en donde realiza el estrepitoso

y a la vez virtuoso recorrido que dio lugar a la creación de la Universidad Autónoma

de México.

Durante su argumento proclamó momentos históricos de nuestro país, sin embargo,

al hablar del cambio de la escuela verbalizante para dar paso a la escuela científica,

argumentando, que el individuo, concibe su carácter mediante los conceptos

sociales, culturales, ideológicos y académicos. Además, de adoptar la postura de

“la verdad se va definiendo, búscala” reflejó con ello una plenitud y madurez

cognitiva adquirida con los años, además de una perspectiva diferente en el ámbito

educativo.

A partir de esta filosofía del Maestro de América surge la idea de mi ensayo en

donde analizo y hago la comparación con la política educativa actual en México

tomando en cuenta mi punto de vista como futura docente.

Justo Sierra nació en la ciudad de Campeche en el año de 1848. En dicha ciudad

realizó sus primeros estudios y más tarde se trasladó al Distrito Federal en el año

de 1871 se recibió de abogado.

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Desempeñó importantes puestos políticos, fue diputado al Congreso de la Unión,

Magistrado de la Suprema Corte de Justicia, Subsecretario de Instrucción Pública y

Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes de 1905 a 1911, años claves para la

cultura y la filosofía en México, ya que en 1910 participó en la fundación de la

Universidad Nacional. Nombrado ministro plenipotenciario en España, falleció en

Madrid en el año de 1912.

Literato, historiador y periodista, así como poseedor de un pensamiento filosófico

que llevó a la práctica, su obra es sumamente amplia. En ella se reúnen artículos

de periodismo, ensayos literarios, estudios de historia, entre otros.

Por mencionar algunas: Historia de la antigüedad, texto de historia en la Escuela

Nacional Preparatoria, su ensayo México social y político (apuntes para un libro) y

Evolución política del pueblo mexicano.

El maestro Justo Sierra demuestra la evolución de su pensamiento al afirmar en el

discurso de inauguración que, la tarea de la Universidad no debe consistir,

solamente, en producir ciencia, sino que debe atender y estar unida con los

problemas que se presenten en su contexto social además de permitir edificar su

conocimiento otorgando las herramientas necesarias para ello, es decir, tomando

en cuenta el constructivismo, teoría en la cual está basada la actual política

educativa en nuestro país.

Por lo cual al hablar de política vienen a mi mente las palabras regla, gobierno,

dirigente, corrupción, nepotismo, venta de humo y promesas que se quedan en eso,


al pensar en educación surgen, niños, presente, futuro, esperanza, estancamiento,

estrategias, técnicas, libertad.

Sin embargo, al juntarlas no embonan, al menos en México, ya que falta ese sentido

que realmente logre una conexión que exponga lo que debe ser una “política

educativa”.

Entiéndase por ella “conjunto de fines, principios y directrices que orientan la acción

educativa del Estado, así como de las comunidades Autónomas y Municipios de

acuerdo con la política general de los gobiernos respectivos en el marco de la

Constitución, tratará del perfeccionamiento del hombre y de la igualdad de

oportunidades reconocido en la Constitución y leyes que la desarrollan”.

En lectura se escucha idóneo para efectuar el desarrollo educativo, cultural y social

de nuestro país, sin embargo, los resultados son distintos a los esperados ya que

se ejecutan acciones para remediar el problema inmediato sin observar el origen de

éste, lo cual repercute en los individuos y por ende en su calidad de vida.

Con esta visión se establece un enfoque mediático con el nuevo modelo educativo,

detonando “aparentemente” una visión moderna de lo que hoy en día representa el

proceso enseñanza – aprendizaje.

Tomando en cuenta la formación y participación de los alumnos, los docentes,

directivos y padres de familia, añadiendo además que la interacción será horizontal,

es decir, de forma equitativa entre las partes antes mencionadas.


Todo lo anterior endulza y embellece mis sentidos de la vista y el oído, incluso puedo

pensar en recobrar la esperanza aniquilada y pérdida en algún punto de la

democracia, pero la realidad es que una vez más es la misma faramalla de siempre,

como dirían los romanos “al pueblo pan y circo”, pues te exponen un proyecto

constructivista, que renueve las ganas de estudiar, de asistir a las aulas, de conocer

nuevos contenidos, diferentes maneras de exportar el conocimiento, que en otras

palabras es obtener un aprendizaje significativo.

Pero cabe que con los tan promocionados saberes, por ejemplo, hoy manejan el

estandarte de “los niños deben aprender a aprender” (¡ojo! Eso es lo que hoy se

está manejando o al menos se intenta) pero no toman en cuenta los contextos en

los que se desarrollan los individuos.

Asumen que es lo mismo aprender en un medio urbano que en uno rural, que si vas

comido o no, que si vas en silla de ruedas, que si tienes algún trastorno o no; cuando

la realidad a lo largo de la historia se ha encargado de repetirnos una y otra vez,

que las bases no son las mismas, que aunque la forma va a ser igual el fondo no lo

es, pues los recursos con los que se cuentan son diferentes, las situaciones que se

viven son distintas, los anhelos que vislumbran tienen otro enfoque; por todo esto

las estrategias deben ser diversas para lograr el objetivo deseado, sin embargo,

solo se toman en cuenta las técnicas.

Es decir, solo van en busca del resultado inmediato que les asegure votos

electorales para su partido, sin importar las consecuencias que provocan en el

desarrollo educativo, social, cultural y económico de los ciudadanos mexicanos.


BIBLIOGRAFÍA

-Zea, Leopoldo, “El positivismo en México”, Fondo de cultura económica, México,

1986.

- Sierra, Justo, “La educación nacional”, Obras completas VIII, UNAM, México, 1984.

-Sierra, Justo. La evolución política del pueblo mexicano, UNAM, México 1948.

- Rovira Gaspar, María del Carmen, “Una aproximación a la historia de las ideas

filosóficas en México. Siglo XIX y principios del XX”., UNAM, México, 2011.

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