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El documento define el daño ambiental como cualquier acción u omisión que altere el equilibrio de los ecosistemas. El daño puede ser individual o colectivo, causado por un solo sujeto o por múltiples agentes. El daño ambiental colectivo se refiere a cualquier alteración que modifique negativamente el ambiente o sus recursos. Aunque la protección del ambiente debería ser superior dado que es de todos, a veces no se protege adecuadamente debido a que los intereses individuales no son suficientes. Enfocarse en el daño colectivo
El documento define el daño ambiental como cualquier acción u omisión que altere el equilibrio de los ecosistemas. El daño puede ser individual o colectivo, causado por un solo sujeto o por múltiples agentes. El daño ambiental colectivo se refiere a cualquier alteración que modifique negativamente el ambiente o sus recursos. Aunque la protección del ambiente debería ser superior dado que es de todos, a veces no se protege adecuadamente debido a que los intereses individuales no son suficientes. Enfocarse en el daño colectivo
El documento define el daño ambiental como cualquier acción u omisión que altere el equilibrio de los ecosistemas. El daño puede ser individual o colectivo, causado por un solo sujeto o por múltiples agentes. El daño ambiental colectivo se refiere a cualquier alteración que modifique negativamente el ambiente o sus recursos. Aunque la protección del ambiente debería ser superior dado que es de todos, a veces no se protege adecuadamente debido a que los intereses individuales no son suficientes. Enfocarse en el daño colectivo
Daño ambiental es toda acción, omisión, comportamiento u acto ejercido
por un sujeto físico o jurídico, público o privado, que altere, menoscabe, trastorne, disminuya o ponga en peligro inminente y significativo, algún elemento constitutivo del concepto ambiente, rompiéndose con ello el equilibrio propio y natural de los ecosistemas.
Esa conducta humana, activa u omisiva, puede ser voluntaria o
involuntaria, dolosa o culposa, lícita o ilícita. A la vez puede ser realizada por el sujeto actuando por si, o por encargo de otro, ya sea persona física o jurídica, pública o privada.
El hecho dañoso puede ser individual o colectivo, tanto desde un punto de
vista del sujeto o sujetos activos que lo producen, como por parte del o los sujetos pasivos que sufren las consecuencias del mismo. De esta manera, el daño ambiental puede ser generado por un único sujeto, (físico o jurídico) o bien, por una pluralidad de agentes, siendo por lo general de difícil determinación el grado de responsabilidad de cada uno de ellos.
La nueva ley General del ambiente, define el daño ambiental colectivo
como “toda alteración relevante que modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas o los bienes o valores colectivos.”
El ambiente es común, público, de todos. El interés público que existe
para su protección representa la suma del interés de cada particular, con lo cual su protección debería ser superior. Sin embargo en la práctica se da la paradoja de que lo que es de todos, a veces es como si fuese de nadie, pues los particulares aisladamente no reúnen suficiente interés para su cuidado, situación conocida hasta hace poco como intereses difusos y actualmente traducida, luego de nuestra reforma constitucional, como intereses colectivos.
Si bien el régimen de responsabilidad civil, así como las normas civiles
preventivas, otorgan un medio de prevención y reparación muy útil e idóneo para numerosos casos, éste otras veces resulta insuficiente para obtener un resultado con alcance satisfactorio y adecuado, de cara a la defensa de los bienes ambientales colectivos.
Concentrarnos en el daño colectivo, nos permite prevenir y evitar en
muchos casos, el daño ambiental civil, para el cual es presupuesto necesario un daño en la persona o sus bienes. Nos permite adelantar un paso muy importante en la línea de reclamos y mejora notablemente las oportunidades de prevención.
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