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Cirugía de las lesiones tendinosas


y ligamentarias del codo
G. Bacle, E. Marteau, J. Laulan

En las tendinopatías de los músculos epicondíleos, el dolor es el síntoma principal, mien-


tras que en las tendinopatías bicipitales y tricipitales, el inicio suele ser súbito, con ruptura
o, en la mayoría de los casos, con avulsión tendinosa, responsable de un déficit motor.
Mientras que la indicación quirúrgica es casi sistemática en las rupturas del bíceps o
del tríceps, en las epicondilalgias debe ser prudente y selectiva. El tratamiento quirúr-
gico de la «epicondilitis» se dirige sobre todo a la zona patológica del tendón. También
debe tener en cuenta una posible compresión nerviosa asociada, que puede ser del ramo
profundo del nervio radial a nivel lateral o del nervio cubital a nivel medial. Para las rup-
turas diagnosticadas precozmente, el tratamiento quirúrgico consiste en la reinserción
del tendón en posición anatómica y proporciona resultados fiables. En la práctica, las
lesiones ligamentarias del codo pueden encontrarse en dos situaciones: en un contexto
agudo de luxación, asociada en ocasiones a lesiones óseas, o en presencia de una ines-
tabilidad crónica. Tras una luxación del codo, una inestabilidad importante después de
la reducción puede justificar una reparación, incluso una reconstrucción del ligamento
colateral lateral. En las fracturas-luxaciones, la primera etapa del tratamiento se basa en
la reparación de las lesiones óseas (que no se describirá en este artículo), seguida de la
del ligamento colateral lateral. La inestabilidad crónica se relaciona en la mayoría de los
casos con una insuficiencia del complejo ligamentario lateral y requiere una reconstruc-
ción de su fascículo posterior por ligamentoplastia. Las inestabilidades crónicas en valgo,
por insuficiencia del ligamento colateral medial, son infrecuentes, salvo en la práctica de
los deportes de lanzamiento.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Epicondilalgias laterales; Epicondilalgias mediales;


Avulsión del tendón bicipital; Luxaciones del codo; Inestabilidad del codo;
Ligamentoplastia lateral del codo

Plan  Cirugía de las lesiones


■ Cirugía de las lesiones tendinosas 1 tendinosas
Epicondilalgias laterales 1
Epicondilalgias mediales 4 Epicondilalgias laterales
Tendinopatías del bíceps braquial 6 Reseña anatómica
Tendinopatías del tríceps 8

Los músculos epicondíleos laterales se originan de un
Cirugía de las lesiones ligamentarias del codo 8
tendón común (Fig. 1A) constituido, en sentido antero-
Elementos de anatomía y de biomecánica 8
posterior, por el extensor radial corto del carpo (ERCC),
Lesiones y su mecanismo 10
el extensor común de los dedos (ECD), el extensor del
Técnicas quirúrgicas 11
quinto dedo y el extensor cubital del carpo (ECC); el supi-
Indicaciones 14
nador constituye la porción distal y profunda del tendón
común. Hay que destacar la imbricación de las estructuras
tendinofibrosas: el tendón se inserta también en parte en
el ligamento colateral lateral (LCL) y el ligamento anular.
El ancóneo tiene una inserción más o menos indepen-
diente por detrás del tendón común. El extensor radial
largo del carpo (ERLC) envía fibras a la porción proximal
de la aponeurosis del ERCC, pero su inserción ósea no se
realiza directamente en el epicóndilo lateral.

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


Volume 7 > n◦ 1 > marzo 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S2211-033X(15)70123-4
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Vía lateral modificada

Vía de Kaplan

Figura 1. Vía de acceso y tratamiento de la epicondilalgia lateral. 1. Braquiorradial; 2. extensor radial largo del carpo; 3. tríceps braquial;
4. ancóneo; 5. extensor radial corto del carpo; 6. extensor de los dedos; 7. extensor cubital del carpo.
A. La vía de acceso pasa entre los extensores radiales largo y corto del carpo.
B. Abertura del intervalo entre los extensores radiales largo y corto del carpo para acceder a la arcada del extensor radial corto del carpo
y a los ramos de división del nervio radial.
C. Sección de la arcada del extensor radial corto del carpo, que permite acceder al supinador (este tiempo no se realiza si no hay síntomas
neurológicos).
D. Desinserción del extensor radial corto del carpo, con exposición de las lesiones en la cara profunda del tendón.
E. Después de la escisión de los tejidos patológicos y el reavivamiento óseo, el extensor radial corto del carpo se reinserta con un ligero
efecto de distensión (plastia en V-Y).

El ramo profundo del nervio radial (RPNR) cruza por Otras estructuras locales implicadas
debajo los músculos epicondíleos laterales. Su paso bajo Se trata, por una parte, de la articulación humerorra-
la arcada del supinador, o arcada de Fröhse, es bien dial, tanto a nivel de las estructuras periféricas (LCL,
conocido, pero también presenta unas relaciones casi ligamento anular), intraarticulares (sinoviales) o del car-
constantes con el borde medial, fibroso, del ERCC [1] . Este tílago [6–9] ; estas lesiones podrían ser secundarias a la
borde fibroso corresponde al límite medial de la aponeu- tendinopatía [5, 9, 10] y, por otra parte, del RPNR, cuya com-
rosis profunda del ERCC, que es una estructura gruesa presión provoca el síndrome del túnel radial [11, 12] . Esta
susceptible de sufrir modificaciones por los fenómenos compresión nerviosa también puede ser secundaria a la
crónicos simultáneos a la tendinopatía. tendinopatía [1, 5] .
La cara lateral de la articulación está inervada por el La columna vertebral cervical o un síndrome del desfi-
nervio radial. La inervación superficial procede del ramo ladero toracobraquial (SDTB) puede ser el origen del dolor
cutáneo lateral del nervio radial y depende de la raíz en la región lateral del codo [5] .
C6.

Conceptos fisiopatológicos Técnicas quirúrgicas


Tendinopatía En la práctica, los numerosos planteamientos fisiopato-
El término de epicondilitis es inadecuado, porque en lógicos han dado lugar a otras tantas técnicas quirúrgicas.
los estudios histológicos no se observan células inflama- Estas intervenciones pueden clasificarse en cuatro catego-
torias ni en la fase aguda ni en la crónica [2] . Se trata de rías.
un proceso degenerativo, que asocia microrrupturas del • Las intervenciones que se realizan directamente sobre
colágeno con un proceso cicatricial incompleto [3] . Tam- la zona patológica de la inserción tendinosa, basadas
bién existen anomalías de la unión hueso-tendón [4] . Las en la escisión de los tejidos cicatriciales, en la cara
lesiones predominan a nivel de la inserción del ERCC, profunda de la inserción del ERCC [3, 13] , que también
pero también afectan al ECD en un tercio de los casos [2] . puede efectuarse mediante artroscopia [14] . Se le pueden
Estas lesiones, tanto si actúan a través de las termi- asociar procedimientos a cielo abierto de reparación
naciones nerviosas libres como de mediadores locales, del tendón y la reinserción suele efectuarse tras reavi-
son señaladas por muchos autores como el origen del var el epicóndilo por decorticación y perforaciones [4, 13]
dolor [2, 3, 5] . e incluso mediante epicondilectomía parcial [15] . El

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objetivo consiste en favorecer un proceso de cicatri- para el brazo. Siempre se utiliza un torniquete neumá-
zación de buena calidad a partir de los tejidos sanos tico, así como una pinza de coagulación bipolar y gafas
residuales [2] . de aumento.
• Las intervenciones dirigidas a reducir la tensión sobre
la inserción de los músculos epicondíleos y las estruc- Exposición
turas adyacentes tienen una acción indirecta. La simple El acceso entre el ERLC y el ERCC es una vía segura, que
desinserción de los epicondíleos laterales [16, 17] también permite exponer a la vez el RPNR y los músculos epicon-
puede efectuarse por vía percutánea [18] o mediante díleos [1, 12] . Pasa justo por delante del ERCC, por lo que
artroscopia, con un riesgo potencial de inestabilidad es ligeramente más anterior que la vía lateral clásica de
posterolateral si se efectúa una liberación dema- Kaplan, que no permite controlar correctamente el RPNR
siado extensa en sentido posterior [19] . La desinserción (Fig. 1A). La incisión cutánea mide 8-10 cm y se realiza
seguida de una reinserción con un ligero alargamiento con el codo semiflexionado y el antebrazo en pronación.
mediante sutura en V-Y parece proporcionar mejores Es posterolateral y ligeramente arciforme, rodeando el epi-
resultados y restituir una fuerza satisfactoria [20] . Otros cóndilo por detrás, en dirección a la estiloides radial. Los
autores también han propuesto una tenotomía aislada tejidos subcutáneos se disecan con prudencia para respe-
del supinador [10] o una fasciotomía profunda de los tar los posibles filetes nerviosos subcutáneos que cruzan
epicondíleos [15, 21] con resultados favorables. En cam- la vía de acceso.
bio, el alargamiento distal al antebrazo del tendón del El tiempo más difícil es la identificación del plano de
ERCC [22] es menos eficaz sobre el dolor y disminuye la disección entre el ERLC y el ERCC, porque requiere una
fuerza de forma considerable [5] . cierta experiencia. Hay que recordar que el ERLC es un
• Entre las intervenciones dirigidas a las estructuras arti- músculo que se inserta en el húmero (aspecto todavía
culares, se han propuesto: la escisión de un posible muscular, «rojo», a nivel del epicóndilo lateral), mientras
menisco [6] o de un pliegue sinovial [8] la sección o la que el ERCC es un músculo epicondíleo (aspecto ten-
resección parcial del ligamento anular [7] la escisión de dinoso «blanco», a nivel del epicóndilo). Por tanto, la
las lesiones cartilaginosas, e incluso la resección de la disección pasa entre la zona muscular, a nivel anterosu-
cabeza radial (CR). No hay argumentos objetivos que perior (ERLC), y la zona tendinosa, a nivel posteroinferior
permitan implicar directamente al LCL o al ligamento (ERCC). Sin embargo, este intersticio es difícil de identifi-
anular en la patogenia del dolor [13] ; en cambio, pue- car al nivel proximal, porque en esa zona el ERLC también
den sufrir lesiones secundarias debido a la inserción del envía fibras que se insertan en la fascia del ERCC.
ERCC o del supinador [10] . En la práctica, la localización del intervalo entre el
• Por último, las intervenciones con fines neurológicos, ERCC y el ERLC se realiza en la parte distal de la incisión,
que son de dos tipos: la denervación del epicóndilo a unos 6-8 cm en sentido distal respecto al epicóndilo, por
lateral [23] o la neurólisis aislada del RPNR [11, 12] . delante de una zona más fibrosa (proyección del tabique
intermuscular). Después de la incisión de la aponeurosis
antebraquial, el espacio correcto debe buscarse en la zona
Evolución espontánea de las epicondilalgias
muscular. Suele existir una rama vascular que sale a ese
y lugar de la cirugía nivel y que puede ayudar a localizarlo. Este intersticio es
Cuando no hay inflamación aguda local, el origen del un plano de disección natural que lleva directamente al
dolor no tiene una explicación clara [2] . En la mayoría de tejido adiposo satélite de los ramos de división del nervio
los casos, la tendinopatía se resuelve en 6-24 meses en el radial y a la arcada del ERCC (Fig. 1B). Si existen difi-
80-90% de los casos [2, 24] . Por otra parte, ningún trabajo ha cultades, se debe ampliar el acceso en sentido distal para
mostrado la utilidad de un tratamiento específico, tanto identificar el origen del tendón del ERCC, como recomien-
médico como quirúrgico [25] . dan Raimbeau et al [12] .
La epicondilalgia refractaria se considera en la actua-
lidad una patología regional en la que el primer Tiempos nerviosos (liberación del ramo profundo del
evento es la tendinopatía del ERCC. Las modificacio- nervio radial)
nes locorregionales que provoca este cuadro pueden Si está indicado realizar una neurólisis, es preferible
ocasionar manifestaciones articulares de contigüidad y efectuarla en este estadio y operar con lupas de aumento.
una irritación, e incluso una compresión secundaria del Hay que comenzar por la identificación de los ramos
RPNR [1, 5, 10] . La presencia de síntomas neurológicos es un de división (superficial y profunda) del nervio radial.
factor peyorativo [26] ; suele describirse en las formas que Suele ser necesario realizar la hemostasia (preferente-
no han respondido al tratamiento conservador. mente mediante ligadura) de las ramas vasculares que
Por lo tanto, la cirugía debe reservarse a las escasas for- cruzan anteriormente el RPNR (ramas transversales de la
mas refractarias que no hayan respondido al tratamiento arteria recurrente radial).
conservador y, sobre todo, al tiempo, después de una Después de haber identificado el RPNR y el ramo motor
selección cuidadosa del paciente (ausencia de problemas para el ERCC (en el 75% de los casos se origina del ramo
escalonados del miembro superior, de situación conflic- sensitivo del nervio radial, más distalmente), se puede
tiva, de beneficio primario o secundario evidente, etc.). seccionar la arcada fibrosa del ERCC y su aponeurosis
El tratamiento de la tendinopatía debe permitir supri- profunda, a menudo gruesa, para descomprimir el RPNR
mir la causa local del dolor, la tensión sobre el ligamento (Fig. 1C). En este estadio, puede ser necesario seccionar las
anular y la cápsula, y permitir la cicatrización de los teji- posibles expansiones fibrosas que se originan de la arcada
dos sanos residuales sobre un hueso reavivado. No hay del ERCC para que la liberación del RPNR sea satisfactoria.
argumentos científicos sugestivos de que el LCL o el liga- A continuación, se accede al borde proximal de la cabeza
mento anular puedan ser la causa directa de los síntomas superficial del supinador, unos milímetros en sentido dis-
y no hay motivos para actuar sobre ellos [13] . En cambio, la tal. Este borde puede seccionarse si es fibroso (arcada de
presencia de signos neurológicos asociados obliga a elimi- Fröhse), procurando respetar los ramos nerviosos para el
nar con certeza cualquier fuente de compresión sobre el supinador.
RPNR [1, 5] .
Tiempos tendinosos (tratamiento de la tendinopatía)
Como el borde anterior del ERCC se ha identificado gra-
Técnica preferida de los autores cias a la vía de acceso, la liberación se continúa en sentido
La intervención se realiza en la mayoría de las ocasiones proximal mediante la sección de las fibras del ERLC, que
mediante bloqueo axilar. El paciente se coloca en decúbito se inserta en la aponeurosis del ERCC, y por la sección de
supino, con el miembro superior apoyado en una mesa las adherencias fibrosas del ERCC con la cápsula anterior.

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A continuación, se desinserta el ERCC del epicóndilo del 81% [31] . Además, la repercusión funcional de las epi-
lateral (Fig. 1D). Las lesiones se localizan en la cara pro- trocleítis es menor que la de las epicondilitis laterales,
funda del tendón y se exponen en esta fase. La progresión tanto en términos de dolor como de función muscular [32] .
en sentido posterior depende de la extensión de las lesio- Por tanto, la cirugía de la epicondilalgia medial de origen
nes observadas y de la localización del dolor provocado tendinoso es excepcional.
preoperatorio.
Los tejidos patológicos del tendón y los posibles ente- Patologías asociadas
sofitos se escinden, y se reaviva el epicóndilo lateral con
En lo que respecta al tratamiento quirúrgico, el pro-
una pinza gubia. La liberación se completa en sentido dis-
blema principal de las epicondilalgias mediales es la
tal, procurando no lesionar el ligamento de la cápsula,
frecuencia de los trastornos asociados y la evaluación de
hasta un plano intermuscular, y se verifica que el ERCC se
su papel en los síntomas.
haya liberado suficientemente para lograr un ligero efecto
Existen signos irritativos en el territorio del NC en el
de distensión. Si el paciente no tenía dolor humerorradial
23-60% de los casos de las series quirúrgicas [27, 30, 33] . Esta
preoperatorio ni una ruptura total, los autores de este artí-
asociación sería un elemento de mal pronóstico [28, 30, 33] .
culo no exploran la articulación de forma sistemática. A
Sin embargo, en las series de Gabel [28] y de Vangsness [30]
continuación, el tendón se recoloca sobre el epicóndilo
no se había realizado un electromiograma (EMG) y el EMG
lateral, respetando su translación distal y se sutura en V-Y
era normal en el 93% de los casos de la serie de Kurvers [33] .
a las estructuras fibromusculares adyacentes (Fig. 1E).
Aquí surge la pregunta de si podría tratarse de síntomas
Cierre y postoperatorio en el territorio del tronco secundario anterointerno que
Después de comprobar la hemostasia, se introduce un pudieran englobarse en el cuadro de un SDTB más que de
drenaje aspirativo entre el ERLC y el ERCC. Hay que inten- un síndrome del túnel cubital (STC).
tar reconstruir un plano subcutáneo profundo a nivel del Los trabajadores que tienen una epicondilitis medial
epicóndilo lateral, que es muy superficial debido a la atro- presentan de forma significativa una prevalencia mayor
fia subcutánea secundaria a las infiltraciones. El vendaje de otros trastornos musculoesqueléticos del miembro
algodonoso, ligeramente compresivo, se deja colocado superior [31] . Este contexto de patologías escalonadas y de
24 horas. «disfunción musculotendinosa» también estaba presente
La muñeca se mantiene en posición neutra o en ligera en el 62% de los pacientes de Gabel y Morrey [28] . Por
extensión mediante una simple ortesis, que se deja colo- último, la asociación de un SDTB, de un STC y de una
cada durante 15 días, sobre todo con un fin antálgico. epicondilalgia medial es frecuente en los pacientes que
El codo se deja libre para evitar el riesgo de flexo. Si no refieren dolor del miembro superior relacionado con el
existen contraindicaciones, se prescriben antiinflamato- trabajo [34] .
rios no esteroideos (AINE) de forma sistemática. Después, En los deportistas, también se plantea el problema de
se comienzan la fisioterapia y una movilización progre- otras causas locales de dolor medial del codo, en parti-
siva. El trabajo de refuerzo muscular se inicia después de cular en los deportes de lanzamiento [35] . Se han descrito
3-4 semanas. La reanudación de la actividad profesional lesiones del ligamento colateral medial (LCM) y de la cara
no se plantea hasta después de un mes y medio, incluso medial de la articulación, asociadas con la tendinopa-
dos meses en caso de trabajo manual intenso. tía [27, 35] .
Por lo tanto, la decisión quirúrgica no puede tomarse
sin haber evaluado las patologías locales asociadas y sin
Epicondilalgias mediales haber explorado todo el miembro superior en busca, en
particular, de un SDTB que puede estar asociado o ser el
Son mucho menos frecuentes que las formas laterales y
único responsable de los síntomas de la cara medial del
sólo requieren cirugía en casos excepcionales.
codo.
Reseña anatómica
Técnicas quirúrgicas
Los músculos epicondíleos mediales también forman
Se basan en los datos fisiopatológicos, aunque debe
un tendón común, constituido de lateral a medial por el
saberse que no existe relación entre los hallazgos perope-
pronador redondo (PR), el flexor radial del carpo (FRC), el
ratorios y el resultado [28] . Se han propuesto tres tipos de
palmar largo (cuando está presente) y la cabeza humeral
técnicas, que pueden asociarse en mayor o menor medida.
del flexor cubital del carpo (FCC). La porción profunda del
• Tratamiento directo de la zona patológica. Se basa en
tendón está constituida por la cabeza humeral del flexor
la resección de los tejidos fibrocicatriciales entre el PR
superficial de los dedos.
y el FRC, asociada a un reavivamiento localizado del
A este nivel hay que destacar también la imbricación
epicóndilo medial y a la reparación del tendón [3, 28] .
con las estructuras capsuloligamentarias y la proximidad
Algunos autores realizan una desinserción amplia de
del nervio cubital (NC). La inervación superficial depende
los músculos epicondíleos para resecar los tejidos pato-
de los nervios cutáneos braquial y antebraquial mediales
lógicos y, después del reavivamiento óseo, el tendón se
y, desde el punto de vista radicular, sobre todo de la raíz
reinserta in situ [28, 30] .
T1.
• Efecto de distensión de los epicondíleos. Puede consistir
simplemente en la sección aislada del tendón común
Fisiopatología y evolución sin desbridamiento ni otro procedimiento [29, 33] o en la
La tendinopatía comenzaría por microlesiones en la desinserción y la liberación más o menos completa de
interfase entre el FRC y el PR [13, 27] . Este «núcleo» cicatricial los epicondíleos mediales sin reinserción [28] o con una
se encuentra en la intervención en la porción media del reinserción en V-Y.
tendón común, en la mayoría de los casos operados, como • Procedimientos con finalidad neurológica. A este nivel,
una zona grisácea de estructura heterogénea diferente a la se ha propuesto también la denervación, pero en la
estructura longitudinal bien diferenciada del tendón sano mayoría de los casos se realiza la liberación del NC, aso-
adyacente [27, 28] . La afectación del FCC es mucho menos ciada al procedimiento tendinoso. Según los estudios,
común [27, 28] . Las lesiones histológicas de la «epicondilitis» es preferible transponer el nervio a nivel submuscular
medial son superponibles a las que se observan en la cara o a nivel subcutáneo [27, 28, 30, 33, 36] .
lateral [3] . Algunos autores no observan diferencias tanto si se rea-
La tasa de fracaso del tratamiento conservador es del liza reinserción como si no [28] . La sección del tendón
5-15% [28–30] . Incluso en los trabajadores manuales, el pro- no provoca disminución de la fuerza, pero sólo pro-
nóstico es bueno, con una tasa de curación a los 3 años duce un 62,5% de buenos resultados [33] . Las técnicas que

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B
Figura 2. Exposición del tendón de los músculos epi- Figura 3. Cirugía de las epicondilalgias mediales.
condíleos mediales. 1. Filetes nerviosos superficiales (nervio A. La fascia superficial de los músculos epicondíleos mediales
cutáneo antebraquial medial); 2. lacertus fibrosus; 3. nervio se levanta, lo que permite exponer la zona patológica entre el
mediano; 4. músculo braquial; 5. nervio cubital; 6. músculo trí- pronador redondo y el flexor radial del carpo.
ceps; 7. tabique intermuscular medial; 8. músculos epicondíleos B. Después de la escisión de las lesiones, el reavivamiento óseo
mediales. y la sutura, la plastia se vuelve a fijar en posición o se sutura a
los tejidos subcutáneos después de la transposición del nervio
realizan una distensión de los músculos epicondíleos cubital.
mediales conllevan un riesgo de valgo [27] . El factor pro-
nóstico principal es la afectación asociada o no del
NC [28, 33] . En el postoperatorio, si no se ha realizado un proce-
dimiento sobre el NC, se puede prescribir un cabestrillo
Técnica preferida de los autores antálgico durante varios días. Si no, es preferible realizar
En caso de tendinopatía aislada, el tratamiento se limita una movilización inmediata para evitar las adheren-
a la zona patológica, localizada a nivel de la unión PR-FRC. cias del NC. El trabajo contra resistencia en flexión
En caso de neuropatía cubital comprobada, el NC debe ser de la muñeca y en pronación se comienza después de
el elemento central del tratamiento [28] . Después de haber 6 semanas [30] .
realizado intervenciones que asociaban desinserción y
transposición submuscular del NC, los autores de este artí-
culo prefieren en la actualidad asociar un procedimiento Conclusiones
dirigido a los músculos epicondíleos y la transposición
subcutánea del NC, cuyo postoperatorio es más sencillo. Después de descartar el dolor de otro origen, las indica-
El paciente se coloca en decúbito supino, se realiza un ciones quirúrgicas de la tendinopatía son excepcionales.
bloqueo axilar y se aplica un torniquete neumático. El El período transcurrido antes de la obtención del resul-
miembro superior se apoya en una mesa para el brazo, tado óptimo puede ser prolongado, de 8-12 meses [28, 30] .
con el hombro en rotación externa. La incisión es arci- Si en la misma intervención se trata una neuropa-
forme, de 10-12 cm de longitud, por detrás del epicóndilo tía cubital verdadera por transposición subcutánea, el
medial y centrada en el surco epitrocleoolecraniano por- resultado suele ser bueno, salvo en caso de SDTB
que, si fuese necesario transponer el nervio, se realizará asociado [36] .
a distancia de la cicatriz cutánea. Los tejidos subcutáneos
se disecan de forma cuidadosa, con tijeras, para conservar
los filetes nerviosos superficiales. Después, la movilización
del colgajo cutaneoadiposo anterior permite exponer la
“ Punto importante
fascia superficial de los músculos epicondíleos (Fig. 2). Se
trata de un plano celuloadiposo fácil de disecar. Tendinopatías de los músculos epicondíleos
En lugar de incidir longitudinalmente la fascia para • En las epicondilalgias de origen tendinoso, las
exponer las lesiones tendinosas [27] o de desinsertar toda indicaciones quirúrgicas son:
la masa de músculos epicondíleos, los autores de este artí-
◦ raras en la cara lateral;
culo prefieren levantar una fina lámina aponeurótica a
partir de la fascia superficial de dichos músculos (Fig. 3A). ◦ excepcionales en la cara medial.
Si no existe una afectación asociada del NC, la fascia se
• La evaluación clínica del paciente y de las pato-
recoloca y se sutura in situ; en caso contrario, servirá de logías asociadas es fundamental en el tratamiento.
plastia de estabilización del NC [37] . Por otra parte, este • Se trata de una afectación primaria de la inser-
método permite exponer la zona patológica, que se puede ción tendinosa; el tratamiento:
tratar a continuación de forma selectiva: escisión de los ◦ consiste en la escisión de los tejidos patológi-
tejidos fibrocicatriciales y aproximación de las fibras sanas cos;
adyacentes con varios puntos de hilo reabsorbible tras el ◦ debe permitir una cicatrización normal de los
reavivamiento localizado del epicóndilo con una pinza tejidos sanos residuales sobre un hueso reavi-
gubia (Fig. 3B).
vado.
Si existe una afectación asociada del NC, la incisión
• En la cara lateral, puede ser útil la disminución
se amplía en sentido proximal para liberar el nervio. La
parte distal del tabique intermuscular medial se reseca sis- de los fenómenos de tensión sobre las estructuras
temáticamente. Después, el NC se transpone por delante capsuloligamentarias
de la fascia, que se fija a continuación a nivel subcutá- • Una compresión nerviosa, tanto del RPNR a
neo. De este modo, el nervio se apoya en un plano de nivel lateral como del NC a nivel medial, debe
deslizamiento, no cruento y separado de los procesos cica- tratarse en la misma intervención.
triciales.

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Tendinopatías del bíceps braquial movilizado en parte [59] o en su totalidad [38, 60] . Es pre-
ferible utilizar el tendón en lugar de la fascia lata, y se
Las tendinopatías que afectan al tendón distal del puede realizar bajo anestesia locorregional si se usa el
bíceps son infrecuentes [38, 39] . Pueden producir dos cua- FRC [60] . También se ha propuesto el uso de un aloinjerto
dros: un cuadro doloroso, que suele asociarse a una de tendón de Aquiles con éxito [61] .
ruptura parcial, o un cuadro deficitario relacionado con
Empleo de una o dos vías de acceso
una ruptura total.
La ruptura se manifiesta por una pérdida de fuerza de Las reinserciones se efectuaban inicialmente por una
flexión del 20-30% y una pérdida de fuerza en supinación única vía de acceso. Sin embargo, se han descrito varios
del 40-50% [40, 41] . Las molestias son moderadas y afectan casos de parálisis radial por lesión del RPNR [50] . En rea-
sobre todo a pacientes jóvenes, trabajadores manuales, lidad, este riesgo existe sobre todo si se realiza una
con una gran demanda funcional [38, 40] . Se sabe con cer- fijación transósea que requiera una exposición impor-
teza que la reinserción anatómica del tendón proporciona tante [55] . Las lesiones del nervio musculocutáneo, del
mejores resultados sobre la fuerza y la resistencia que el tronco del nervio mediano o del nervio interóseo ante-
tratamiento conservador [40–42] . rior son mucho menos frecuentes [38] . Sin embargo, estas
complicaciones son excepcionales con una técnica cuida-
dosa, como lo atestiguan las publicaciones de los últimos
Fisiopatología años [38, 54, 55] .
El tendón distal está constituido por dos fascículos y se La vía posterior aislada sólo se puede utilizar para las
inserta en la porción posterior de la tuberosidad. La cara rupturas parciales [44] , pero la reparación por esta vía es
anterior del tendón, que rodea al radio contactando con técnicamente difícil y se debe tener la certeza absoluta de
él, está separada por una bolsa serosa. Esta porción ven- que la lesión es parcial. La vía anterior parece preferible
tral, profunda, está sometida a tensiones de compresión y incluso para las rupturas parciales [60, 62] .
a fuerzas de cizallamiento, y está mal vascularizada [43] . Las Debido a las parálisis radiales que se han descrito tras
lesiones degenerativas se producen a este nivel, a la altura usar una vía anterior única, Boyd y Anderson han pro-
del borde anterior de la tuberosidad [44, 45] . Es frecuente que puesto la utilización de dos vías combinadas [50] . Este
exista una bursitis asociada [45, 46] . Las rupturas suelen pro- doble acceso no protege por completo de una afectación
ducirse durante solicitaciones mínimas y es probable que radial, al menos transitoria [63] , e incluso diferida [64] . En
lo hagan en un tendón debilitado [43–45, 47] . especial, expone al riesgo de osificaciones, con una posible
limitación de la pronosupinación, e incluso de sinostosis
Técnicas de reinserción del tendón distal radiocubital proximal [48, 63, 65, 66] . Varios autores han pro-
puesto modificaciones de la exposición posterior [41, 42] ,
del bíceps
pero no suprimen por completo la aparición de osifica-
Hay que valorar tres aspectos: el sitio de fijación del ciones [65] . Es probable que este riesgo disminuya con los
tendón, el método de fijación y la vía de acceso. AINE, lo que justifica su uso sistemático si no existen con-
Sitio de fijación traindicaciones.
La fijación extraanatómica, mediante tenodesis sobre
el tendón del músculo braquial, carece de interés, porque Indicaciones
no restablece la función de supinación del bíceps y per- Dependen esencialmente del tipo de lesión y del tiempo
mite la persistencia de una disminución importante de transcurrido, pero también de la edad.
la fuerza de flexión [48, 49] . La fijación del tendón sobre la
Rupturas parciales
tuberosidad es el único método que restituye la fuerza de
supinación [50] . Para las rupturas parciales recientes, muchos autores
recomiendan, al menos en un primer momento, el tra-
Métodos de fijación y de reparación tamiento conservador basado en una inmovilización con
• Para los casos recientes (hasta 4 semanas), puede rea- férula, el reposo y la rehabilitación [38, 46, 60] . Las indicacio-
lizarse la reinserción directa del tendón sobre la nes de reparación quirúrgica se reservan a las rupturas
tuberosidad. En realidad, esta reinserción directa, sin parciales crónicas con persistencia de dolor [38, 60] . Sin
injerto interpuesto, puede efectuarse hasta 6-8 semanas embargo, los fracasos del tratamiento conservador son
después, incluso más [51, 52] . Se pueden utilizar dos méto- frecuentes [62] y existe un riesgo de ruptura total secunda-
dos principales. ria [44] . En pacientes jóvenes con una demanda funcional
◦ La fijación transósea consiste en realizar una ventana importante, las indicaciones de reparación quirúrgica
unicortical en la tuberosidad, por la que se pasa el deben ser amplias [44] .
tendón en el que previamente se ha colocado un hilo Rupturas completas
de sutura. Se realizan dos orificios, bien en la corti-
Las rupturas completas y recientes deben repararse en
cal opuesta [50] , o bien detrás de la tuberosidad [41] , lo
los pacientes activos de cualquier edad [38, 60] . En cambio,
que permite pasar los dos extremos de los hilos, cuyo
los pacientes ancianos con una escasa demanda funcional
nudo se apoyará en el puente óseo. Ésta es la téc- y sedentarios recuperan una buena función sin reinser-
nica más sólida in vitro y la que probablemente sea ción del tendón, simplemente con rehabilitación [38, 48] .
preferible cuando el hueso tiene mala calidad [53] . No existe un consenso sobre el tratamiento de las rup-
◦ La fijación también puede realizarse con anclajes turas completas antiguas. Los resultados funcionales son
(tipo Mitek de 2,9 mm). Ha demostrado una solidez menos buenos [52] y las indicaciones quirúrgicas menos
suficiente in vitro [53] y en los últimos años se han frecuentes. Sin embargo, la reparación está indicada en los
descrito muchos casos de fijación mediante ancla- pacientes jóvenes que tengan una demanda física impor-
jes con éxito [38, 52, 54–56] . Esta técnica requiere menos tante y en quienes persistan las molestias funcionales. En
disección de los tejidos alrededor de la tuberosi- ocasiones, puede estar indicado realizar una exploración
dad y puede realizarse usando únicamente la vía quirúrgica en los pacientes con dolor contante que pueda
anterior. También se han descrito fijaciones con un deberse a una irritación persistente del nervio musculocu-
«endobotón» [39] . táneo [52] .
• Para los casos antiguos, la retracción musculotendi-
nosa obliga a utilizar un injerto interpuesto para la
fijación sobre la tuberosidad. Este injerto puede ser de
Técnica preferida de los autores
fascia lata, reforzado en ocasiones con un material sin- A la vista del escaso beneficio funcional que apor-
tético [47, 57] , el tendón del semitendinoso [58] o el FRC tan las fijaciones extraanatómicas [48, 49] , los autores

6 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo  E – 44-315

Figura 5. Técnica de fijación del tendón sobre la tuberosidad


bicipital.
A. Después de la colocación de dos anclajes y del reavivamiento
de la tuberosidad, los hilos se pasan por el tendón, que se ha
Figura 4. Exposición del tendón y de la tuberosidad bicipital. desciende hasta contactar con la tuberosidad antes de anudar
1. Músculo braquial; 2. bíceps (expansión seccionada); 3. nervio los hilos.
radial; 4. nervio cutáneo antebraquial lateral; 5. tuberosidad bici- B. Después, los hilos se pasan a lo largo de los bordes del tendón
pital; 6. braquiorradial; 7. nervio mediano; 8. tendón de los y se vuelven a anudar.
músculos epicondíleos mediales; 9. pronador redondo (recha-
zado); 10. arteria recurrente radial anterior ligada; 11. arteria tuberosidad y evitar cualquier separación en el momento
radial; 12. flexor radial del carpo. de apretar los nudos [38] . Luego, los hilos se pasan a lo
largo del borde correspondiente del tendón y se vuelven
de este artículo consideran que la intervención sólo
a anudar (Fig. 5B).
está justificada para fijar el tendón en la tuberosidad
Si se requiere un acceso posterior complementario, se
bicipital.
debe procurar no lesionar el periostio del cúbito [48] para
Para las rupturas recientes disminuir el riesgo de osificaciones. En lugar de la vía de
El uso de un acceso anterior aislado, asociado a una Boyd clásica, es preferible pasar entre los músculos para
fijación anatómica del tendón con dos anclajes, es una téc- no tener que desinsertarlos [41, 54, 65] . Para ello, se utiliza un
nica segura y eficaz [38] . Sólo si existen problemas (hueso disector o una pinza roma, que se pasa de delante hacia
frágil, fijación defectuosa), se tomará durante la interven- atrás, lo que permite identificar el acceso posterior y rea-
ción la decisión de usar una vía posterior complementaria lizar una disección limitada según la técnica de Morrey
para realizar una fijación transósea «de rescate». et al [41] . Los autores de este artículo prefieren identificar
La vía de acceso anterior corresponde a la porción proxi- previamente el intervalo entre el ancóneo y el ECC. El
mal de la vía de Henry. El paciente se coloca en decúbito antebrazo se coloca en pronación completa para realizar
supino, con el miembro superior apoyado en una mesa la ventana en la tuberosidad y, después, en ligera supina-
para el brazo. Se utiliza un torniquete neumático si la ción para efectuar los dos orificios de salida de los hilos por
morfología del paciente lo permite. La incisión cutánea detrás del borde dorsal de la tuberosidad. A continuación,
en S o en bayoneta comienza en el surco bicipital medial, los hilos se pasan por los túneles y se suturan apoyándose
se separa lateralmente en el pliegue de flexión y después en el puente óseo.
desciende a lo largo del borde medial del braquiorradial. Si no existen contraindicaciones, se prescribe un tra-
Las venas superficiales se rechazan, tras lo que se identi- tamiento con AINE de forma sistemática. El codo se
fica el nervio cutáneo antebraquial lateral, que se controla inmoviliza a 90◦ de flexión, con el antebrazo en pro-
con lazos vasculares y se individualiza hasta su salida nosupinación neutra, durante 6 semanas. A partir de las
en el borde lateral del tendón bicipital. A continuación, 3 semanas, se pueden comenzar la flexión y la pronosu-
se libera el extremo distal del tendón, cuya retracción pinación pasivas. Después de 10 semanas, la recuperación
depende del tiempo de evolución y de la ruptura o no de la extensión activa se realiza con incrementos de 20◦
de la expansión bicipital. El tendón debe alcanzar a la por semana y debe ser completa a las 10 semanas. La fle-
tuberosidad del codo a 60◦ de flexión [60] . xión activa se comienza a las 8 semanas y el trabajo de
El antebrazo se coloca en supinación completa para des- refuerzo muscular se inicia a las 12 semanas [60] .
plazar la tuberosidad hacia delante. Ésta se expone entre
el braquiorradial a nivel lateral y el PR, que se rechaza Para las rupturas antiguas
en sentido medial con la arteria radial (Fig. 4). Con el fin La liberación del tendón y del músculo es una etapa
de limitar el riesgo de lesión del RPNR, el codo se sitúa en importante. Se debe liberar el nervio musculocutáneo y
ligera flexión para disminuir la tensión sobre el nervio, los tallar el tendón en la fibrosis, liberar las adherencias entre
vasos recurrentes radiales se ligan para mejorar la exposi- el bíceps y el braquial, realizar incisiones en la fascia mus-
ción y no se debe utilizar un separador contraacodado [38] . cular y, con una pinza fijada sobre el tendón, imprimir
Después de la escisión de los tejidos residuales y del una tracción distal prolongada para descender progresiva-
periostio, se realiza un simple reavivamiento superficial mente el bíceps [52, 60] . Después de realizar una liberación
de la tuberosidad para no debilitar la cortical y por tanto, amplia, si es indispensable emplear un injerto, los autores
la fijación de los anclajes. A continuación, se insertan dos de este artículo utilizan la mitad radial del FRC. La fijación
anclajes en la tuberosidad bicipital, uno proximal y otro del injerto se realiza por vía anterior, según una técnica de
distal, con una separación correspondiente a la anchura Levy et al modificada [59] .
del tendón (Fig. 5A). Después, el codo se coloca a 90◦ de El injerto se pliega sobre sí mismo y se fija primero
flexión y se fija el tendón ayudándose de una pinza para con dos anclajes sobre la tuberosidad reavivada. Después,
descenderlo adecuadamente hasta que contacte con la los dos extremos del injerto se suturan en el tendón

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7


E – 44-315  Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo

bicipital, manteniendo el codo a 90◦ de flexión y en supi-


Figura 6. Técnica de sutura
nación [59, 60] . La sutura se realiza con hilo no reabsorbible
de una avulsión reciente del
fuerte, que también sirve para reforzar la parte interpuesta
tendón tricipital. El hilo se
del tendón [59] . El postoperatorio es similar al de las rup-
pasa por el tendón según una
turas recientes.
sutura de tipo Bunnell y por
Para las rupturas parciales dos túneles intraóseos en el
Es preferible completar la desinserción del tendón y olécranon.
tratarla como una ruptura completa para obtener una cica-
trización de buena calidad y limitar el riesgo de secuela
dolorosa [47] .

Tendinopatías del tríceps


Las avulsiones o las rupturas del tendón del tríceps son
infrecuentes (1-2% de todas las rupturas tendinosas) y, en
ocasiones, se pasan por alto inicialmente [67] . La lesión más
habitual es una avulsión de la inserción en el olécranon,
cuyo tratamiento quirúrgico precoz proporciona buenos
resultados en la mayoría de los casos [68] .

Lesiones
En la mayoría de los pacientes, la lesión se localiza a
nivel de la inserción tendinosa [68, 69] . Puede ser parcial,
con conservación de la extensión contra resistencia [68, 70] .
En la mayoría de las ocasiones, se trata de una avulsión
completa que puede llegar a desprender un fragmento
óseo superficial del olécranon [47, 70] . La extensión contra Si los tejidos parecen de mala calidad, la sutura se puede
resistencia [71] , incluso simplemente contra la gravedad, es reforzar con un injerto tendinoso de palmar largo o de
imposible [72] . plantar delgado [71, 72] .
En menos ocasiones, se han descrito rupturas en la En el postoperatorio, es preferible una inmovilización
unión tendinomuscular [72, 73] o del propio tendón [74, 75] . de 3-4 semanas con una férula a 30-45◦ de flexión. No
La resonancia magnética (RM) puede ser útil para precisar se debe realizar una extensión contra resistencia antes de
la localización y la extensión de la lesión, en particular en 6 semanas.
las rupturas parciales [68] .
Técnica de reparación de las rupturas
Circunstancias y factores favorecedores antiguas
La ruptura suele producirse durante una contracción Para las rupturas vistas de forma secundaria, la repa-
excéntrica del tríceps [67, 68] . Por ejemplo, puede observarse ración aún puede proporcionar buenos resultados, pero
tras una caída sobre la mano, en ocasiones con una frac- son menos constantes [47] . Cuando la retracción está cons-
tura asociada de la CR [76] . tituida, es indispensable utilizar un injerto interpuesto
Suelen encontrarse factores favorecedores: físicos, por (Fig. 7A). La práctica totalidad de los autores utilizan un
aplicación de cargas repetidas (halterofilia, culturismo); autoinjerto tendinoso [71] . También se ha propuesto el uso
locales (bursitis e inyecciones de corticoides); metabólicos de un aloinjerto de tendón de Aquiles con éxito [47, 78] . Se
u hormonales (insuficiencia renal con hiperparatiroi- puede utilizar el ancóneo para reforzar y proteger la repa-
dismo secundario, diabetes, anabolizantes) [67, 68, 75] . La ración distal del tríceps [69] . La rotación del ancóneo se
asociación de varios de estos factores es frecuente [72] . puede realizar alrededor de su inserción cubital después
de liberar su inserción humeral [47, 78] , o bien alrededor de
Indicaciones terapéuticas un eje horizontal después de la liberación de su inserción
Para las rupturas parciales, el tratamiento conservador cubital y de la ligadura de la rama recurrente de la arteria
suele permitir una cicatrización sin déficit funcional [68, 70] . interósea posterior [79] (Fig. 7B).
La reparación sólo está justificada secundariamente si los Si la ruptura antigua se localiza en el tendón o en la
síntomas persisten (dolor y debilidad residual) [68] . Para las unión musculotendinosa, se puede utilizar una plastia de
rupturas completas recientes, el tratamiento quirúrgico acortamiento. Puede ser una plastia por desdoblamiento
precoz proporciona buenos resultados en la mayoría de y avance [73] o una simple plastia en V-Y, asociada a un
los casos [68] y la indicación quirúrgica es sistemática. En refuerzo mediante injerto tendinoso de palmar menor o
las rupturas antiguas, la reparación puede estar indicada de plantar delgado [72] .
si existen molestias funcionales persistentes [73] .

Técnicas de reparación de las rupturas  Cirugía de las lesiones


recientes
La reparación siempre es posible en las tres primeras
ligamentarias del codo
semanas después de la ruptura [67] . En caso de avulsión, la
fijación en el tendón se realiza con un hilo resistente no
Elementos de anatomía
reabsorbible, mediante una sutura de tipo Bunnell o Krac- y de biomecánica
kow [47, 71] . La fijación en el olécranon se puede realizar con
túneles transóseos [47, 70, 76] , con un colgajo de periostio [70]
Factores de estabilidad del codo (Fig. 8A, B)
o con anclajes [77] . En opinión de los autores de este artí- El codo es una articulación muy congruente. La esta-
culo, la técnica de fijación con túneles en el olécranon es bilidad está asegurada en un 50% por las superficies
la más fiable (Fig. 6). En las rupturas más proximales, intra- articulares (humerocubital y humerorradial) y en otro
tendinosas o en la unión musculotendinosa, la reparación 50% por las estructuras capsuloligamentarias y musculo-
se efectúa mediante la sutura directa de los dos extremos. tendinosas [80–82] .

8 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo  E – 44-315

Figura 7. Técnica de reparación de una ruptura antigua del


tendón tricipital. 1. Ancóneo; 2. supinador; 3. rama recurrente de
la arteria interósea posterior.
Figura 8. Anatomía de las principales estructuras osteoarticu-
A. Utilización de un injerto óseo que se pasa por túneles intraó-
lares y ligamentarias del codo.
seos.
A. Cara lateral y ligamento colateral lateral (LCL). 1. Epicóndilo
B. El ancóneo se bascula en sentido proximal, después de ligar
lateral; 2. LCL, fascículo posterior (o LCL cubital); 3. cápsula arti-
la rama recurrente de la arteria interósea posterior, tras lo que se
cular; 4. olécranon; 5. LCL, fascículo anterolateral (o LCL radial);
sutura al tendón.
6. ligamento anular; 7. ligamento accesorio.
B. Cara medial y ligamento colateral medial (LCM). 1. LCM,
fascículo anterior; 2. apófisis coronoides; 3. tubérculo sublime;

“ Punto importante 4. epicóndilo medial; 5. LCM, fascículo posterior; 6. LCM, fascí-


culo transverso; 7. olécranon.

coronoides se ha demostrado claramente y se debe con-


Tendinopatías distales del bíceps y del trí- servar al menos en un 50% para que la articulación
ceps humerocubital sea estable [85, 86] .
• Las rupturas parciales se diagnostican mediante La articulación humerorradial y la cápsula anterior
RM. La cirugía sólo está indicada si persiste el dolor son estabilizadores pasivos secundarios. Aunque la CR
después del tratamiento ortopédico. tiene un papel secundario frente a las tensiones en valgo
• Si el diagnóstico de ruptura completa se realiza respecto al LCM y a la coronoides, si se produce una
fractura-luxación, debe reconstruirse o reemplazarse para
precozmente, la cirugía está indicada casi siempre
restituir la estabilidad [87] .
y permite una reinserción anatómica del tendón.
• La fijación del tendón bicipital por vía anterior
Complejo ligamentario lateral
y asegurada con dos anclajes es un método fia-
ble y seguro, siempre que se emplee una técnica
cuidadosa. Está constituido por el LCL y el ligamento anular, que
• La fijación del tendón tricipital se garantiza son los estabilizadores primarios de la cara lateral (Fig. 8A).
Los estabilizadores secundarios son las estructuras óseas
mejor mediante unos túneles intraóseos en el olé-
laterales y los músculos epicondíleos laterales con su fascia
cranon. y sus tabiques intermusculares [88] .
• En las rupturas antiguas, la cirugía está indicada La inserción proximal del LCL está situada sobre el
si persisten las molestias funcionales y si se requiere eje de flexión-extensión y su tensión es constante a lo
un injerto tendinoso interpuesto. largo del movimiento [80] . El fascículo posterior o hume-
rocubital del LCL, individualizado por Morrey y An [89] ,
Las tres estructuras pasivas principales de estabilización sería uno de los principales estabilizadores pasivos [82] . Sin
son la articulación humerocubital, el fascículo anterior del embargo, en realidad, actúa conjuntamente con las estruc-
LCM y el fascículo humerocubital del LCL [83] . El papel turas circundantes para oponerse a las tensiones en varo,
relativo de estas estructuras varía en función de las ten- en supinación y a la inestabilidad posterolateral. Es el
siones y con la posición del codo, así como con el grado componente más posterior del LCL, dispuesto desde la
de pronosupinación para el plano lateral [83, 84] . parte distal del epicóndilo lateral a la cresta supinadora
del cúbito y su longitud media es de 46 mm; cuando pasa
Estructuras osteoarticulares sobre el ligamento anular, está estrechamente relacionado
con él y ambos actúan de forma conjunta [90] .
La articulación humerocubital desempeña un papel
importante en la estabilidades sagital, frontal y rotato-
ria [84] . La apófisis coronoides y la CR, por su efecto de
Ligamento colateral medial
tope anterior, tienen un papel importante en la estabi- El LCM (Fig. 8B) se opone a las tensiones el valgo y en
lidad sagital del codo [85] . La importancia de la apófisis rotación interna [88] . En extensión, la estabilidad frente a

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 9


E – 44-315  Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo

las tensiones en valgo se logra simultáneamente por el Mecanismos lesionales


LCM, la cápsula y las superficies articulares. En flexión, el
La luxación del codo se debería a una combinación de
principal estabilizador frente a las tensiones en valgo es el
compresión axial y de supinación asociada a una ten-
fascículo anterior del LCM [84, 89] .
sión en valgo durante una caída, mientras el codo se
Este fascículo es la parte mejor individualizada y fun-
flexiona [82, 92] . Por tanto, la mayoría de las luxaciones pro-
cionalmente más importante del LCM: es la principal
vocarían una ruptura en primer lugar del LCL, con una
estructura que se opone a las tensiones en valgo [88, 89] . La
progresión de las lesiones de lateral a medial, por supina-
inserción proximal está situada en la parte distal y ante-
ción. La última lesión sería la del LCM y de los músculos
rior del epicóndilo medial. Su longitud media es de 27 mm
epicondíleos laterales [82] . Este mecanismo lesional podría
y se inserta en la cara medial de la apófisis coronoides, a
explicar que la inestabilidad posterolateral sea la más fre-
nivel del tubérculo sublime.
cuente y que la mayoría de las luxaciones recidivantes se
puedan tratar con éxito simplemente mediante la recons-
trucción del plano lateral [82, 92] .
Estabilizadores dinámicos
Por tanto, con este mecanismo, el LCM podría no lesio-
Los músculos epicondíleos, laterales y mediales, son narse o podría cicatrizar con más facilidad [82, 93] , lo que
estabilizadores dinámicos de la articulación [82, 83] . Los explicaría que los problemas de inestabilidad en valgo
epicondíleos laterales intervienen en la estabilidad poste- sean menos frecuentes, salvo en los deportes de lanza-
rolateral y en varo [88] . El FCC es el principal estabilizador miento. Además, en las fracturas-luxaciones, las lesiones
medial [91] . del LCM serían menos frecuentes que en las luxaciones
puras, porque una parte de la fuerza lesional se disipa en
las lesiones óseas y el desplazamiento es menor, de modo
Lesiones y su mecanismo que se respeta el LCM [82] .
Un análisis de grabaciones en vídeo de luxaciones
in vivo que se ha publicado recientemente ha demos-
trado que, en la mayoría de las ocasiones, se producen

“ Punto importante en extensión, de modo que el mecanismo lesional


asocia además un valgo, una fuerza axial y supina-
ción progresiva [94] . Por tanto, algunas luxaciones podrían
deberse a un mecanismo en valgo, sobre un codo
Mecanismos lesionales y sus consecuencias
en extensión y con una ruptura en primer lugar del
• La mayoría de las lesiones comenzarían por una
LCM [94] .
lesión del LCL y progresarían por supinación de Las lesiones mediales también pueden producirse en
lateral a medial; la última lesión sería la del LCM y ausencia de luxación [95] . Estas lesiones traumáticas agu-
de los epicondíleos mediales. das pueden ser responsables de una desinserción proximal
• Sin embargo, algunas luxaciones podrían del LCM asociada a lesiones proximales de los músculos
deberse a un mecanismo en valgo, sobre un codo epicondíleos mediales y provocar una inestabilidad sinto-
en extensión y con una ruptura en primer lugar mática en valgo. En la práctica, la inestabilidad crónica
del LCM. en valgo se debe en la mayoría de los casos a micro-
• En caso de luxación aislada del codo (sin frac- traumatismos repetidos, en particular en los deportes de
lanzamiento [87] .
tura), a pesar de unas lesiones ligamentarias
constantes, la congruencia articular hace que la
Lesiones
inestabilidad tras la reducción sea infrecuente, lo
que permite una rehabilitación precoz. En las luxaciones aisladas, los ligamentos colatera-
• Si existen lesiones óseas asociadas, afectan les siempre se lesionan [96] . Aunque desde un punto
de vista experimental el fascículo anterior del LCM
esencialmente a la cabeza radial o a la apófisis
podría respetarse [82] , también suele estar lesionado [96, 97] .
coronoides; cuando estas dos fracturas se aso- La lesión de los ligamentos consiste en una disten-
cian a la luxación, la lesión constituye una «tríada sión o una ruptura completa o, en la mayoría de
terrible». Comprometen la estabilidad de origen los casos, en una avulsión de su inserción proximal,
osteoarticular y empeoran el pronóstico. que puede asociarse a una desinserción más o menos
• La restauración de la estabilidad se basa en pri- amplia de los músculos epicondíleos [93, 96–99] . En los codos
mer lugar en la reparación de las lesiones óseas muy inestables tras la reducción, la inserción proxi-
y en la reinserción (o, en ocasiones, en la liga- mal de los músculos epicondíleos laterales y mediales
mentoplastia) del LCL. La reparación del LCM sólo suele estar lesionada [82, 96, 97] . Asimismo, la aparición de
está indicada en caso de inestabilidad persistente. una inestabilidad posterolateral requiere también las
lesiones de la inserción de los músculos epicondíleos
En ocasiones, se debe asociar un fijador externo
laterales [99] .
articulado. Las lesiones óseas asociadas pueden afectar a la CR y a la
• En las formas crónicas, la inestabilidad se apófisis coronoides; la asociación de la luxación con una
relaciona en la mayoría de los casos con una insufi- fractura de la CR y de la coronoides constituye la «tríada
ciencia del plano lateral. El tratamiento se basa en terrible».
la ligamentoplastia del fascículo posterior (hume- Comprometen la estabilidad de origen osteoarticular y
rocubital) del LCL. transforman el pronóstico, con un riesgo mayor de ines-
• La inestabilidad crónica en valgo es mucho más tabilidad persistente, de rigidez y de aparición de procesos
infrecuente. Se puede observar después de un degenerativos [100] .
traumatismo agudo aislado en valgo, pero en la Se sabe que las fracturas que desprenden una porción
importante de la apófisis coronoides (es decir, los tipos 2
mayoría de los casos es secundaria a una afecta-
y, sobre todo, 3 de la clasificación de Regan y Morrey [86] )
ción microtraumática en un deportista (deportes son un factor de inestabilidad, tanto por la supresión del
de lanzamiento). En ambos casos, la ligamento- tope coronoideo como por la incompetencia indirecta del
plastia medial proporciona mejores resultados que LCM [93, 101] . Sin embargo, en las tríadas terribles, en la
la reparación simple. mayoría de los casos existe un pequeño fragmento, tipo 1
o tipo 2 de pequeño tamaño; las fracturas de tipo 1 son

10 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo  E – 44-315

más bien un reflejo de la importancia de las lesiones cap-


suloligamentarias que un factor de inestabilidad por sí
mismas [85, 102] .
Aunque, experimentalmente, el papel de la CR es secun-
dario al del LCM, en la práctica, la síntesis o la sustitución
de la CR permite restituir la estabilidad en valgo [93] . En
presencia de lesiones del complejo ligamentario lateral,
la resección de la CR aumenta el varo y la inestabilidad
posterolateral. La sustitución de la CR mejora la estabili-
dad pero, desde el punto de vista experimental, ésta sólo
se recupera por completo si se repara también el plano Figura 9. Vía de Cadenat o de Kocher. Vista posterolateral de
lateral [83, 103] . un codo con el trazado (en color azul) de la vía de acceso. La
Por último, una lesión del LCL también puede asociarse exposición pasa entre los músculos ancóneo y extensor cubi-
a una fractura anteromedial de la apófisis coronoides. Esta tal del carpo. Puede ampliarse tanto en sentido proximal, a lo
entidad, descrita recientemente [104] , expone a la inesta- largo de la columna lateral del húmero, como en sentido distal
bilidad rotatoria posteromedial en varo y a la artrosis a lo largo del cúbito, para tratar las posibles lesiones asocia-
secundaria. La presencia de una fractura parcelar de la das. 1. Tríceps; 2. ancóneo; 3. extensor radial largo del carpo;
coronoides con respeto de la CR debe hacer pensar en este 4. extensor radial corto del carpo; 5. extensor común de los
cuadro [104] . dedos; 6. extensor cubital del carpo.

de inserción epicondílea del LCL suelen ser visibles de


Técnicas quirúrgicas entrada, debido a las lesiones extensas de las estructuras
laterales [97] .
Cara lateral
Reparación del ligamento colateral lateral
y de los músculos epicondíleos laterales (Fig. 10)
Está indicada en las lesiones agudas inestables y con-
“ Punto importante siste, en la mayoría de los casos, en reinsertar el origen del
LCL en su inserción ósea. La fijación de la inserción pro-
ximal del LCL se realiza mediante túneles transóseos [99]
Tratamiento de las lesiones ligamentarias o con anclajes [105] . Es probable que la realización de los
laterales túneles sea la alternativa de elección, pues permite una
• La vía de acceso posterolateral pasa entre el sutura apoyada en un puente óseo en la cara posterior de la
ancóneo y el ECC, y asciende a lo largo de columna lateral [84, 99] . La reparación finaliza con la sutura
la columna lateral del húmero. Esta vía puede de los músculos epicondíleos laterales a las estructuras
ampliarse para permitir la exposición y la repara- adyacentes.
En las lesiones crónicas, la reparación directa pocas
ción de la mayoría de las lesiones asociadas.
veces puede realizarse y sus resultados son menos buenos
• En las lesiones agudas, el objetivo es reinsertar
que los de la ligamentoplastia.
el origen proximal del ligamento colateral radial
(LCR), bien mediante túneles transóseos, o bien Reconstrucción del ligamento colateral lateral
mediante anclajes, así como reparar las lesiones mediante injerto tendinoso
de los músculos epicondíleos laterales.
• Si existe una lesión ligamentaria lateral no repa- La ligamentoplastia tiene como finalidad reconstruir el
fascículo posterior (humerocubital) del LCL para oponerse
rable o en un contexto de inestabilidad crónica, la
a la rotación externa del cúbito sobre la tróclea y a la sublu-
ligamentoplastia proporciona mejores resultados xación posterior secundaria de la CR [82, 106] . Para ello, se
que la reparación simple. pueden utilizar varias técnicas.
• En la técnica original, el injerto se pasa por los O’Driscoll ha descrito la ligamentoplastia tradicio-
túneles óseos cubital y humerales. La fijación pro- nal [107] (Fig. 11). El injerto que se emplea con más
ximal también puede lograrse con un túnel ciego frecuencia es el tendón del palmar largo; si no está pre-
(técnica de amarre o docking technique). sente, se pueden utilizar otros tendones (porción lateral
del tendón tricipital, grácil, etc.). En la técnica original,
el tendón se pasa por un túnel óseo cubital y dos túneles
humerales.
La tensión de la ligamentoplastia se ajusta con el codo
Los dos orificios del túnel cubital se realizan con una
a 30-40◦ de flexión y con el antebrazo en pronación. En
broca de 3,2 mm (Fig. 11A). El orificio distal está en con-
un contexto agudo (lesión asociada del LCM), se debe
tacto con el tubérculo de la cresta supinadora y el otro está
procurar no tensar demasiado la ligamentoplastia lateral.
situado cerca de la base del ligamento anular, para dejar
Vía de acceso (Fig. 9) un puente óseo suficiente, de alrededor de 1,5 cm.
La vía de acceso lateral es la de Cadenat (o Kocher de Se pasa un hilo por el túnel cubital y se anuda sobre
los anglosajones). Esta vía pasa entre el ancóneo y el ECC, sí mismo (Fig. 11B); se utiliza para identificar el punto
y asciende a lo largo de la columna lateral del húmero. isométrico en la porción distal y anterior del epicón-
Esta vía posterolateral, ampliada, permite la exposición dilo lateral. El orificio distal se realiza sobre este punto
y la reparación de la porción proximal del cúbito, de isométrico, con una broca de 4,5 mm, y a partir de él
la CR y del complejo ligamentario lateral [84] . El ancó- se efectúan dos túneles divergentes, con una broca de
neo se rechaza hacia atrás, mientras que la inserción 3,2 mm, dejando un puente óseo en la porción dorsolate-
del ECC y de los epicondíleos laterales se libera hacia ral del epicóndilo lateral, sobre el que se apoyará el injerto
delante para exponer el epicóndilo y el LCR. Después, la (Fig. 11C). El tendón, después de haber colocado un hilo
cápsula se incide longitudinalmente, en el borde poste- en uno de sus extremos, se pasa por el túnel cubital y se
rior del fascículo humerocubital, respetando el ligamento sutura sobre sí mismo.
anular. A continuación, se pasa por el orificio correspondiente
En la práctica, en las lesiones agudas (luxaciones inesta- al punto isométrico, y después sobre el puente óseo y por
bles y fracturas-luxaciones), tras la abertura de los tejidos el segundo túnel para recuperarlo por el orificio inicial.
superficiales, la articulación humerorradial y la zona Después de tensar el injerto, con el codo mantenido a 30

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 11


E – 44-315  Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo

Figura 10. Técnica de reparación de las


lesiones ligamentarias y musculares late-
rales.
A. El ligamento colateral radial se sutura
con un hilo no reabsorbible cuyos extre-
mos se pasan por dos túneles realizados
en el epicóndilo lateral y que se anudan
entre sí sobre el puente óseo que queda
entre ambos túneles.
B. Después, los músculos epicondíleos se
reinsertan en su zona de inserción, se
reparan y se suturan a los músculos adya-
centes.

Figura 11. Técnica de O’Driscoll de


ligamentoplastia del fascículo posterior
del ligamento colateral lateral.
A. Realización del túnel cubital, comen-
zando por el orificio distal. 1. Epicóndilo
lateral; 2. tubérculo de la cresta supina-
dora.
B. Búsqueda del punto isométrico a nivel
del epicóndilo lateral. La tensión del hilo
debe ser constante durante la moviliza-
ción del codo en flexión-extensión.
C. Túneles humerales y trayecto del
injerto tendinoso.
D. Tensado y sutura de la plastia, con el
antebrazo en pronación.

o 40◦ de flexión y el antebrazo en pronación, el injerto


se sutura sobre sí mismo (Fig. 11D). En la mayoría de
los casos, el tendón es lo bastante largo para recubrir la
ligamentoplastia en su parte libre.
Después, la cápsula se sutura sobre el injerto.
La porción proximal del injerto también se puede fijar
en el epicóndilo lateral según la técnica de amarre (docking
technique) descrita inicialmente para la ligamentoplastia
del LCM (cf infra). El túnel cubital es idéntico [108] . En la
práctica, se realiza un túnel humeral ciego de 4-5 mm de
diámetro y de 15 mm de profundidad en el epicóndilo,
a nivel del punto isométrico. A partir del fondo, se reali-
zan dos túneles de 1,5-2 mm, divergentes, para dejar un
puente óseo de más de 1 cm en la cara dorsal de la columna
lateral (Fig. 12).
Los autores de este artículo utilizan la técnica original Figura 12. Variante de la fijación proximal. La fijación hume-
de O’Driscoll, pero Jones et al han demostrado recien- ral de la ligamentoplastia lateral se puede realizar utilizando la
temente que la técnica de amarre también podía ser técnica de amarre (docking technique), descrita inicialmente para
eficaz [108] . La ventaja de esta última consiste en garanti- la ligamentoplastia medial (cf Fig. 15).
zar que la ligamentoplastia tenga un doble fascículo en su
porción libre, en particular si el injerto tendinoso es corto.
En el postoperatorio, el codo se inmoviliza a 90◦ de fle-
xión mediante una férula braquiopalmar durante un total semanas, durante las cuales se comienza la movilización
de 6 semanas. Las tres primeras semanas, la inmoviliza- en flexión-extensión sin supinación, ni tensiones en varo
ción es estricta, en pronación del antebrazo. Después, se y sin tratar de alcanzar la extensión completa; la prono-
utiliza una férula en pronosupinación neutra otras tres supinación se rehabilita a 90◦ de flexión [106] .

12 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo  E – 44-315

Figura 13. Técnica de reparación del ligamento colateral


medial. Se realizan dos túneles partiendo de la zona de avulsión
del ligamento colateral medial (LCM), hasta llegar al borde proxi-
mal del epicóndilo medial, procurando conservar un puente óseo
suficiente entre sus dos extremos. Después, se realiza una sutura
de tipo Krackow en el LCM; los extremos del hilo se pasan por los
túneles y se anudan entre sí sobre el puente óseo. A continuación,
se realiza la fijación y reparación de los músculos epicondíleos
mediales.

Cara medial
Vía de acceso
El acceso cutáneo medial es longitudinal, centrado en Figura 14. Ligamentoplastia del fascículo anterior del liga-
el surco epitrocleoolecraniano. La disección de los tejidos mento colateral medial según la técnica de Jobe et al [109] .
subcutáneos debe ser cuidadosa para conservar los ramos A. Túnel cubital y túneles humerales.
superficiales del nervio cutáneo antebraquial medial. B. Ligamentoplastia en posición. Obsérvese que se ha asociado
En profundidad, en lugar de la vía de acceso tra- una transposición del nervio cubital.
dicional [109] , se debe dar prioridad a la vía de acceso
anteromedial de Hochkiss, que pasa entre el FRC (o el
palmar largo cuando está presente) y la cabeza humeral respecto a la fijación proximal o a la fijación distal del
del FCC [98, 110] , pero sin desinsertar los músculos epitro- trasplante tendinoso. La fijación distal del injerto se rea-
cleares, según el acceso de división muscular descrito por liza en primer lugar. Se efectúa mediante un túnel distal
Smith et al [111] , que es más seguro y menos invasivo. La transversal cuyos orificios están situados a ambos lados
identificación del intervalo es más fácil en la porción dis- del tubérculo sublime o coronoideo del cúbito [109, 113] , con
tal de la incisión y también pueden emplearse para ello anclajes insertados en el tubérculo sublime [105] , o con un
los vasos que perforan el tabique existente entre los mús- endobotón, apoyado en el extremo distal de un túnel ver-
culos [110] . Presenta la ventaja de pasar por una zona de tical [112] . En este último caso, se efectúa un orificio de 5
inervación neutra entre el nervio mediano por delante y mm a nivel del tubérculo sublime y un orificio distal de
el NC por detrás. Además, permite exponer directamente 4 mm a través del que se pasará el endobotón. La fijación
el fascículo anterior del LCM, que está justo bajo la parte proximal se efectúa con dos túneles divergentes a partir
anterior del FCC [88] . La zona de seguridad llega hasta 1 cm del punto isométrico [109] , con un túnel ciego [113] , o con
más allá del tubérculo coronoideo [111] . Este acceso, menos anclajes.
traumático para los músculos epicondíleos mediales, se La técnica originaria de ligamentoplastia, descrita por
asocia a una morbilidad menor y evita la movilización Jobe et al [109] , asocia un túnel distal horizontal y dos
sistemática del NC [111, 112] . túneles proximales divergentes de 3,2 mm de diámetro
Sin embargo, si se prevé una transposición anterior del (Fig. 14). El injerto tendinoso se pasa a modo de número 8,
nervio, en primer lugar hay que preparar la plastia de esta- creando un ligamento con dos fascículos (two-strands liga-
bilización a partir de la fascia superficial de la inserción de ment). Después de la fijación distal, se identifica el punto
los músculos epitrocleares como ya se ha indicado en el isométrico óptimo, a cuyo nivel se realiza un único orificio
tratamiento quirúrgico de las tendinopatías de los epicon- y dos túneles divergentes proximales que permiten dejar
díleos mediales (Fig. 3). un puente óseo sobre el que se suturan los dos extremos
Reparación del ligamento colateral medial del injerto entre sí.
y de los músculos epicondíleos mediales La técnica de amarre (docking technique) [113] aporta una
Al igual que en la cara lateral, la lesión consiste en la modificación respecto al método de fijación proximal
mayoría de los casos en una avulsión proximal del LCM (Fig. 15). Al igual que en la técnica de Jobe, se realiza un
y de los músculos epicondíleos mediales [95] . La fijación túnel horizontal, paralelo a la interlínea, a nivel del tubér-
del LCM se realiza mediante anclajes o con una sutura culo sublime del cúbito, entre dos orificios de 3,2 mm de
apoyada sobre un puente óseo. En este caso, se pasa un diámetro, separados 1,5 cm (Fig. 15A). El orificio posterior
hilo por los bordes del LCM; cada uno de los dos hilos debe realizarse con prudencia, porque está cerca del NC. A
se pasa por un túnel de 1,5-2 mm de diámetro, dejando continuación, se pasa un hilo por el túnel para identificar
un puente óseo, sobre el que se anudan los hilos entre sí el punto isométrico a nivel de la inserción proximal del
(Fig. 13). La intervención se finaliza por la fijación y la LCM nativo. Después, se efectúa un túnel ciego de 4 mm
sutura de los músculos epicondíleos mediales. de diámetro en la superficie anteroinferior de la epitróclea,
En este contexto traumático agudo o semiagudo, suele a nivel del punto más isométrico, con una profundidad
estar indicado realizar la transposición anterior del NC [95] . de alrededor de 1,5 cm en el eje del epicóndilo medial
(Fig. 15B). Este orificio no perfora la cortical opuesta, en la
Reconstrucción del ligamento colateral medial que se realizan dos orificios de 1,5-2 mm, que desembocan
La reconstrucción se basa en la ligamentoplastia del fas- en el túnel ciego (Fig. 15C); los orificios están separados
cículo anterior del LCM. Se han descrito distintas técnicas 1 cm para dejar un puente óseo en el que se apoyará la

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 13


E – 44-315  Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo

Figura 15. Técnica de amarre (docking technique).


A. Realización del túnel cubital e identificación del punto isométrico óptimo.
B. Realización de un túnel ciego en el eje del epicóndilo medial.
C. Realización de dos pequeños túneles que desembocan en el túnel ciego y paso del injerto por el túnel cubital después de haber suturado
uno de sus extremos.
D. El extremo suturado del injerto se coloca en el túnel humeral y, después, el otro se secciona a una longitud adecuada después de haber
tensado el injerto.
E. Después de suturar el segundo extremo, también se pasa por el túnel humeral y los hilos de los dos extremos se anudan entre sí, tras
ajustar la tensión de la ligamentoplastia.

sutura. Un extremo del injerto se prepara con una sutura movilización en flexión-extensión sin pronación, ni ten-
de Krackow y se pasa por el túnel del cúbito (que es el vér- siones en valgo; la pronosupinación se rehabilita a 90◦ de
tice del bucle tendinoso) y después por el túnel ciego del flexión.
epicóndilo medial. El otro extremo del bucle tendinoso se
acorta a demanda para que la tensión del injerto sea satis-
factoria (Fig. 15D); a continuación, se le pasa una sutura de Indicaciones
tipo Krackow y se introduce en el túnel ciego después de
haber recuperado el hilo por el segundo orificio. Después, Situaciones clínicas agudas (Figs. 16 y 17)
los hilos de los dos extremos se anudan entre sí, sobre el Después de una luxación aislada, sin fractura, la con-
puente óseo, tras tensar el injerto (Fig. 15E). gruencia articular garantiza la estabilidad y permite en la
El estudio experimental de Armstrong et al ha demos- mayoría de las ocasiones que los ligamentos y los tejidos
trado que la mejor de las ligamentoplastias no alcanza blandos adyacentes cicatricen, y la inestabilidad residual
la resistencia del fascículo anterior del LCM nativo [112] . es infrecuente [87, 99] . En la práctica, la reducción debe rea-
La técnica de amarre (docking technique) proporciona el lizarse bajo anestesia para evaluar la estabilidad del codo
mejor resultado, sustituyendo en ocasiones la fijación en tras la reducción. En la mayoría de los casos, el codo es
el cúbito por un endobotón. Los tornillos de interferencia estable tras la reducción, lo que permite una rehabilita-
deben evitarse, porque son difíciles de colocar y deterio- ción precoz, o diferida 3 semanas si el codo se subluxa al
ran el injerto. La fijación con anclajes se asociaría a una final de la extensión. En este caso, la reparación sistemá-
tasa de fracasos mayor [114] . Los autores de este artículo tica de uno de los ligamentos no proporciona beneficios,
utilizan un túnel óseo para la fijación distal (cubital) y e incluso parece exponer a un riesgo mayor de rigidez [96] .
la técnica de amarre para la fijación proximal del injerto, La rehabilitación inicial se realiza preferentemente en
porque está validada en la literatura y en su experiencia. decúbito supino, con el miembro superior en posición
En todos los casos, la fijación del injerto se realiza sobreelevada para disminuir el riesgo de decoaptación del
manteniendo el antebrazo en supinación completa y el codo [115] .
codo en ligero varo después de haber verificado que la En cambio, si se produce una recidiva de la luxa-
tensión de la ligamentoplastia sea correcta en toda la ción al sobrepasar los 30-40◦ de flexión, es necesario
flexión-extensión [113] . un procedimiento de estabilización [98, 116] . En la mayo-
En el postoperatorio, el codo se inmoviliza a 90◦ de fle- ría de los casos, la reparación del plano ligamentario y
xión mediante una férula braquiopalmar durante un total de los músculos epicondíleos laterales resuelve el pro-
de 6 semanas. Las tres primeras semanas, la inmoviliza- blema. En caso de lesión completa o de mala calidad
ción es estricta, con el antebrazo en supinación. Después, del plano lateral, es preferible realizar una ligamento-
se utiliza una férula en pronosupinación neutra durante plastia [117] . Hay que procurar no tensar demasiado la
otras tres semanas, durante las cuales se comienza la reconstrucción para no inducir una desestabilización

14 EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo  E – 44-315

Figura 16. Árbol de decisiones. Tratamiento de las


Luxación aislada del codo lesiones ligamentarias en las luxaciones aisladas del
codo. LCR: ligamento colateral radial; LCM: ligamento
colateral medial; BP: braquiopalmar.
Reducción bajo anestesia y
evaluación de la estabilidad del codo

Inestable si Inestable al final


Estable
flexión > 30-40° de la extensión

Movilización precoz Reparación del LCR Férula BP 3 semanas


(radiografía el 8.º-10.º día) (o reconstrucción) (radiografía el 8.º-10.º día)

Estable Inestable

Reparación del LCM


(o reconstrucción)

Férula BP 6 semanas :
- inmovilización estricta
3 semanas Estable Inestable
- después movilización
protegida

Fijador externo articulado

En la mayoría de las ocasiones, el LCM no se ha reparado


Fractura-luxación del codo
y la rehabilitación inicial debe evitar la pronación y las
(tríada terrible) tensiones en valgo [101] .
Las fracturas de la CR deben tratarse obligatoriamente
mediante osteosíntesis o por sustitución protésica; se debe
asociar en todos los casos la reinserción o reconstrucción
Osteosíntesis de las lesiones óseas y
del LCL [85, 103] . En las fracturas-luxaciones que asocian una
reparación (o reconstrucción) del LCR Férula
fractura compleja de la CR y una fractura de tipo I de la
coronoides, el estudio experimental de Beingessner et al
muestra que si el codo queda inestable después de la colo-
Inestable si cación de la prótesis de CR y la reparación del plano
Estable
flexión > 30-40° lateral, es preferible actuar sobre el LCM en vez de sobre
la coronoides [102] . En las fracturas de tipo 2, es preferible
reparar la coronoides, aunque sólo sea para proteger la
Reparación del LCM cicatrización ligamentaria [101] .
(o reconstrucción) Si persiste la inestabilidad, también se realiza la repa-
ración del plano ligamentario medial [118] . En ocasiones,
Férula BP 6 semanas :
puede ser necesario colocar un fijador externo articulado
- inmovilización estricta
3 semanas Estable Inestable si, después de la reparación de todas las estructuras lesio-
- después movilización nadas, siempre existe una inestabilidad importante o si se
protegida, 3 semanas ha realizado un tratamiento diferido [84, 118] .

Fijador externo articulado Formas crónicas


En este caso, la inestabilidad se relaciona en la mayoría
Figura 17. Árbol de decisiones. Tratamiento de las lesiones de las ocasiones con una insuficiencia del plano late-
ligamentarias en las fracturas-luxaciones. LCR: ligamento colate- ral. La manifestación más frecuente es una inestabilidad
ral radial; LCM: ligamento colateral medial; BP: braquiopalmar. posterolateral, pero también puede tratarse de luxaciones
recidivantes [82, 92] . El tratamiento se basa en la ligamento-
plastia del fascículo humerocubital del LCL que, de forma
medial con un valgo excesivo y una rotación interna [101] . secundaria, proporciona mejores resultados que la repara-
Las indicaciones para reparar también el plano medial son ción simple [116, 117] .
infrecuentes [82, 97] . La inestabilidad en valgo es mucho más infrecuente.
En los deportistas, en las lesiones agudas del plano En pacientes no deportistas, con una demanda funcio-
interno, la reparación directa del LCM y de los múscu- nal moderada, la cirugía sólo está indicada si existen
los epicondíleos mediales proporciona buenos resultados síntomas persistentes después de una rehabilitación pro-
y permite en la mayoría de los casos reanudar la práctica longada [114, 119] . En cambio, la inestabilidad medial de
deportiva [95] . origen microtraumático, en los deportistas sintomáticos
Después de una fractura-luxación, con fractura de la CR con una gran demanda funcional, puede justificar una
y/o de la apófisis coronoides, la restauración de la esta- reconstrucción del LCM [109] . En estos casos, la recons-
bilidad se basa en primer lugar en la reparación de las trucción mediante ligamentoplastia del fascículo anterior
lesiones óseas y en la reinserción del plano ligamentario del LCM también proporciona mejores resultados que la
lateral [82, 85, 93, 97, 100, 103] . reparación simple [114, 120] .

EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 15


E – 44-315  Cirugía de las lesiones tendinosas y ligamentarias del codo

También puede observarse una inestabilidad tras la [24] Gabel GT. Acute and chronic tendinopathies at the elbow.
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E. Marteau, Chirurgien orthopédiste, praticien hospitalier.
J. Laulan, Chirurgien orthopédiste, praticien hospitalier (j.laulan@chu-tours.fr).
Unité de chirurgie de la main, Services de chirurgie orthopédique et traumatologique 1 et 2, Hôpital Trousseau, Centre hospitalier
universitaire de Tours, 37044 Tours cedex.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Bacle G, Marteau E, Laulan J. Cirugía de las lesiones tendinosas y
ligamentarias del codo. EMC - Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 2015;7(1):1-18 [Artículo E – 44-315].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

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