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Cortesía en español:
Quería, querría, quisiera

K:
Muchos de nuestros oyentes nos han pedido que
habláramos un poco de las fórmulas de cortesía en
español. Es un tema muy amplio que no es posible cerrar
en un vídeo. Hoy queremos hacer una introducción al tema
y darte herramientas sencillas y fórmulas que puedes usar
en tu próxima conversación en español o en tu próximo
viaje a algún país de habla hispana.
M:
En cuanto a “quería, querría, quisiera”, haremos vídeos
específicos de cada una de dichas formas verbales. Los
haremos muy pronto. Mientras tanto, en el vídeo de hoy
aprenderás algunas de las fórmulas y expresiones útiles
para poder comunicarte en español con cortesía. Es decir,
aprenderás cómo hacer peticiones y cómo responder a las
peticiones de manera educada.

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K:
Los buenos modales son muy importantes en las
interacciones sociales y puedes aplicarlos en un sinfín de
situaciones: pedir favores, pedir permiso, pedir consejo y
opinión, hacer propuestas o sugerencias, expresar
afirmaciones y opiniones personales, expresar deseos o
demandas, así como muchos otros contextos en los que es
recomendable añadir un plus de cortesía.
M:
Saber expresarse con educación y cortesía es
importantísimo, así que para que no te pierdas ni un detalle
de este vídeo, recuerda que siempre puedes consultar la
transcripción, para escuchar y leer este podcast al mismo
tiempo. La puedes descargar en las notas del programa de
hoy o desde Gumroad.
K:
Bueno, me gustaría empezar el programa con un pequeño
guiño, con un pequeño toque simpático… porque he
encontrado un artículo de El Confidencial que se titula: “La
cortesía importa: el bar que cobra 7 euros por el café al
cliente maleducado”. Hemos hecho un pequeño resumen
del artículo para que veas el gran impacto que tienen los
buenos modales en las interacciones con otras personas.
El artículo comienza así:

“Los buenos modales quizá no estén demasiado de moda,


sobre todo en comercios y cafeterías donde las normas
básicas de urbanidad suelen relajarse, pero nada mejor
que apelar al bolsillo de los clientes para recuperarlos. Esta
fue la estrategia de un hostelero de la ciudad francesa de
Niza, quien estableció diferentes precios para el café en
función del grado de amabilidad que sus clientes
mantenían con el camarero. Si le piden “Un café” les

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costará 7€. Si le piden “Un café, por favor” les costará
4.25€. Mientras que si hacen su comanda con la fórmula
“Buenos días, un café, por favor”, el café les sale a 1.40€”.

M:
El propietario de la cafetería dijo:
“Al principio todo comenzó como una especie de broma
porque muchos clientes venían estresados a nuestro
establecimiento y, a veces, pedían el café con un tono
grosero”. El propietario habla en pasado porque, ahora, los
clientes incluso “son demasiado corteses y amables”.
K:
“La original idea tiene la pretensión de penalizar
económicamente a los clientes groseros que no hagan gala
de un lenguaje cortés. La campaña, que en un principio
sólo pretendía llamar la atención sobre el creciente desuso
de las fórmulas de cortesía con un tono humorístico, se ha
convertido en todo un fenómeno de marketing, a juzgar por
la viralidad que ha obtenido en las redes sociales, después
de que una periodista de Niza colgase una foto con los
distintos precios del café en su cuenta de Twitter”.
M:
“Las pretensiones del hostelero se cumplieron con creces y
la sonrisa ha vuelto a dibujarse en la cara de los
“estresados” clientes que, al menos de momento, dejan sus
problemas en la puerta de entrada al establecimiento para
disfrutar de un momento de relajación durante su descanso
para el café”.

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Pues, ya ves, campeón, la falta de modales te puede salir
muy cara. Pero no te preocupes porque hoy aprenderás
bastantes fórmulas de cortesía que te vendrán de perlas en
todas las conversaciones en español. Y eso es solo el
principio porque haremos más vídeos sobre este tema.
K:
Pues bien, vamos al grano. ¿Cómo pedir las cosas en
español sin parecer descortés o grosero?
M:
A los estudiantes de español siempre se les ha enseñado
que existen 3 formas verbales para hablar con educación:
quería, querría y quisiera. Sin embargo, la cortesía es un
tema mucho más amplio, y no se limita a estas 3 formas.
Además, “quería, querría y quisiera” no siempre son
intercambiables y no siempre implican el mismo grado de
cortesía.
K:
Exactamente. Pero, ¿por qué queremos dedicar varios
capítulos del podcast a la cortesía? Bueno, pues porque la
cortesía NO es una cosa excepcional, ni puntual. La
cortesía es una parte fundamental de los intercambios
comunicativos del día a día. La cortesía es la base de toda
interacción social, sirve para atenuar o suavizar tensiones y
posibles conflictos.
Porque dime, campeón… ¿qué es un acto comunicativo?
Es un intercambio lingüístico cuyo fin es, normalmente,
conseguir la cooperación de otra persona, conseguir algo.
Tal como hemos dicho antes: usamos el lenguaje para
pedir favores, pedir permiso, hacer propuestas, expresar
deseos o demandas, y si queremos que la otra persona
haga lo que le estemos pidiendo, tenemos que hacerlo de
manera educada, amable y no agresiva. Es decir, tenemos
que hacerlo con cortesía.

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M:
Como bien sabrás, el acto comunicativo consta de muchos
elementos, no solo de palabras. Hablamos de ello en
nuestro curso “Entender conversaciones en español”. El
intercambio comunicativo consta de muchos elementos:
palabras, tono de voz, intención del hablante, lenguaje
corporal, el grado de relación o familiaridad entre
hablantes, estatus social, diferencia de jerarquías…
K:
Hmm… en fin, hay muchas variables que afectan a cómo
se interpretan las palabras que pronunciamos.
M:
Bueno, tengas el nivel que tengas de español, sepas
muchas fórmulas de cortesía o ninguna, hay 3 palabras
que siempre deberían estar en tu arsenal: disculpe, por
favor y gracias. Incluso si tu nivel de español es limitado,
tienes un nivel principiante y construyes las frases
demasiado directas y contundentes, estas 3 palabras te
salvarán. Así que, recuerda: disculpe, por favor y gracias.
K:
Sí, este es el primer escalafón, el primer nivel en la escala
de cortesía: disculpe, por favor y gracias. Úsalas siempre
que puedas.
Pero, volviendo al título de este podcast: Quería, querría,
quisiera. Seguro que te estarás preguntando: ¿Por qué no
puedo usar el verbo “quiero”, en presente, cuando quiero
algo o cuando pido algo? ¿Por qué me enseñan que tengo
que usar quería, querría, quisiera?
Bueno, la razón es simple. Porque el tiempo presente es
muy directo. Y poner el verbo en imperfecto, condicional, o
subjuntivo introduce una “distancia” entre los hablantes.
Dicha distancia le resta exigencia al mensaje; suaviza y

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atenúa tus palabras. Por eso, nuestras palabras son
interpretadas como más educadas y mucho más cordiales.
M:
Esto es muy importante de entender. En español, el uso del
presente muchas veces implica un carácter impositivo,
como si fuera una orden o exigencia cuando expresas tus
deseos, peticiones o propuestas. Sin embargo, el uso del
imperfecto de indicativo, del condicional, o del imperfecto
de subjuntivo, es decir quería, querría o quisiera, suaviza la
exigencia de tu mensaje. Por tanto, se considera más
cortés.
K:
Es decir, es mejor que digas: “Quisiera una barra de pan,
por favor” y no “Quiero una barra de pan”.
M:
Bueno, pero ¿qué pasa si no dominas el uso ni del
imperfecto de indicativo, ni del imperfecto de subjuntivo, ni
del condicional? Lo más sencillo para ser cortés es
convertir tu frase afirmativa en una pregunta. Por ejemplo:
“Abre la ventana”; es un mensaje imperativo, muy agresivo.
Si lo conviertes en una pregunta y añades “por favor” al
final será percibido como mucho más cortés: “¿Puedes
abrir la ventana, por favor?”.
Así que, ya ves que de esta forma tan sencilla puedes
atenuar el impacto de tus peticiones.
K:
Convertir las frases en preguntas es un excelente recurso.
Veamos más ejemplos:
Pásame la sal. (orden) => MEJOR: “¿Puedes pasarme la
sal?” o “¿Me pasas la sal, por favor?”

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Saca la basura. (orden) => MEJOR: “¿Puedes sacar la
basura?” o “¿Sacas la basura, por favor?”
M:
También hay otros verbos con los que puedes expresar tus
necesidades o deseos. Los más típicos son: querer, poder,
gustar, molestar, importar, etc.
K:
Empecemos por el primer verbo, el verbo QUERER.
Porque es un verbo que parece más lógico de usar cuando
“queremos algo”, ¿verdad? Imagínate que quieres tomar un
café. Entonces puedes expresarlo de varias maneras:
“Quiero un café” - suena como una orden, es agresivo y se
considera descortés, grosero.
“Quiero un café, por favor” - con el “por favor” has
suavizado el mensaje, pero sigue siendo un poco brusco y
desagradable.
M:
Para expresar deseos con el verbo QUERER, es mejor
usar el imperfecto, el condicional o el subjuntivo: “Quisiera
un café, por favor”, “Querría un café, por favor” o “Quería
un café, por favor”. También tienes la opción que hemos
visto antes, es decir puedes formular una pregunta: “¿Me
pones un café, por favor?”.
K:
El segundo verbo es PODER. Para expresar peticiones lo
puedes usar en presente o en condicional, por ejemplo:
“Hace mucho calor. ¿Puedes abrir la ventana, por favor?”.
“Hace mucho calor. ¿Podrías abrir la ventana, por favor?”.

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M:
Estos ejemplos se usan en situaciones informales. En
situaciones formales solo deberías cambiar el TÚ por el
USTED:
“Disculpe, ¿puede abrir la ventana, por favor?”.
“Disculpe, ¿podría abrir la ventana, por favor?”.
K:
Los siguientes verbos de esta lista son: gustar, molestar e
importar. Los 3 se conjugan igual que el verbo gustar, es
decir, dichos verbos se conjugan siempre con un
pronombre personal átono, complemento indirecto: me
molesta, te molesta, le molesta, nos molesta, os molesta,
les molesta.
M:
La fórmula de cortesía con estos verbos es: VERBO +
ACCIÓN, es decir: “¿te importaría…?”, “¿te molestaría…?”,
“¿te gustaría…?” Veamos cómo puedes hacer peticiones
con estos verbos en situaciones informales:
“¿Te importaría decirme qué hora es?”.
“¿Te importaría si cojo tu coche?”.
“¿Te molestaría si pongo la televisión?”.
“¿Te molestaría si fumo?”.
K:
Y las mismas frases las puedes usar en un contexto formal,
usando el tratamiento de USTED:
“¿Le importaría decirme qué hora es?”.
“¿Le importaría si cojo su coche?”.
“¿Le molestaría si pongo la televisión?”.

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“¿Le molestaría si fumo?”.
M:
En todas estas frases hemos usado el condicional, pero
también puedes usar el PRESENTE:
“¿Te importa decirme qué hora es?” (informal), “¿Le
importa decirme qué hora es?” (formal).
“¿Te molesta si fumo?” (informal), “¿Le molesta si fumo?”
(formal).
K:
La fórmula: “te gustaría + acción” se usa más bien para
hacer propuestas con actitud educada y amable. Por
ejemplo:
“¿Te gustaría ir al cine esta tarde?”, “¿Te gustaría comer
algo?”, ¿Te gustaría dar una vuelta?”
M:
Bueno, campeón, hemos visto cómo hacer preguntas,
peticiones y sugerencias de manera educada. Veamos
ahora cómo responder con cortesía. Las respuestas
afirmativas, por ejemplo, son:
—Sí, claro.
—Sí, con mucho gusto.
—Sí, cómo no.
—Por supuesto.
—Claro que sí.
K:
Y algunas respuestas negativas:
—Lamentablemente, no puedo.

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—Desgraciadamente, no puedo.
—Lo siento, no puedo.
—Me gustaría, pero no puedo ahora mismo.
M:
¿Qué tal vas, campeón? Ya sé que es bastante
información, pero no te preocupes porque puedes volver a
ver el vídeo tantas veces como necesites para asimilar
todos los conceptos. De hecho, te lo recomendamos
encarecidamente, porque “la repetición es la clave”.
Resumamos lo que has aprendido hasta ahora. Has
aprendido las 3 palabras fundamentales que te salvarán en
cada situación: disculpe, por favor y gracias.
K:
También has aprendido que usar el PRESENTE no
siempre es lo idóneo, porque resulta demasiado directo. Es
mejor usar imperfecto, condicional, o imperfecto de
subjuntivo. Pero si no los dominas, simplemente puedes
convertir tu frase afirmativa en una pregunta y añadir un
“por favor” al final.
M:
El tercer recurso que has aprendido son los verbos: querer,
poder, importar, molestar y gustar.
K:
Otro recurso que puedes usar para mostrar una actitud
más cortés, y que hemos mencionado de pasada, es el uso
de Usted.
M:
El uso de Usted resulta más cortés porque introduce una
“distancia” entre los interlocutores. Al igual que ocurre con
el tiempo PRESENTE, tutear a alguien que no conocemos

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puede resultar menos cortés. Fíjate en este ejemplo: entras
en un bar y le dices al camarero “Ponme un bocadillo de
calamares”. Esta frase sería interpretada como muy
grosera. Porque le estás dando una orden y además le
tratas de TÚ, cuando no hay ningún grado de familiaridad
entre vosotros. Mejor sería que dijeras: “Póngame un
bocadillo de calamares, por favor”.
K:
Bueno, usemos este ejemplo para crear una “escala de
cortesía”, desde lo menos cortés hasta lo más educado y
cortés:
“Ponme un bocadillo de calamares” (una orden, descortés).
“Póngame un bocadillo de calamares” (sigue siendo una
orden, aunque con el uso de Usted).
M:
“Póngame un bocadillo de calamares, por favor”
(aceptable). Es lo mismo que “¿Me pone un bocadillo de
calamares?”.
El siguiente nivel es: “¿Me pone un bocadillo de calamares,
por favor?” = “¿Me pondría un bocadillo de calamares?” (es
bastante educado, y es lo que los nativos usan más).
K:
El siguiente nivel es: “¿Me pondría un bocadillo de
calamares, por favor?” = “¿Podría ponerme un bocadillo de
calamares?” (es muy cortés).
Y en el nivel más cortés tenemos: “¿Podría ponerme un
bocadillo de calamares, por favor?”.
M:
Campeón, ten en cuenta que la frase con más dosis de
cortesía no siempre es la mejor. Depende del contexto, de
la situación, de a quién estás hablando… Especialmente en

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situaciones coloquiales, el exceso de cortesía puede
resultar demasiado presuntuoso, pedante o altivo. La mejor
opción para ti es:
“Me pone un bocadillo de calamares, ¿por favor?” o “Me
pondría un bocadillo de calamares, ¿por favor?”.
K:
Y, por supuesto, hay que tener en cuenta una cosa.
Cuando el grado de relación o familiaridad entre los
hablantes es grande, se puede usar perfectamente el
PRESENTE. Porque hay confianza, hay familiaridad o
amistad. Imagínate que Mauro me pregunta: “¿Qué te
apetece para cenar?”. Yo puedo responder perfectamente:
“Quiero una ensalada de aguacate”. Así, tal cual. Porque
hay confianza y cordialidad entre nosotros, y porque
acompaño a mi respuesta con una gran sonrisa. Por lo que
Mauro no interpretaría mi respuesta como una orden.
M:
Por supuesto, Karo podría no usar el presente y también su
respuesta sería correcta, a pesar del alto grado de
familiaridad. Karo podría decir:
Querría una ensalada de aguacate, porfa.
Quisiera una ensalada de aguacate, porfa.
K:
O también: “Me gustaría una ensalada de aguacate”. Y si
termino la frase con un “por favor” entonces ya eso está
súper bien.
Y muy importante el lenguaje corporal, el tono de voz, una
sonrisa… Todo esto influye en si se interpreta nuestra
actitud como educada o, por el contrario, descortés.
Bueno, pues hasta aquí el podcast de hoy. Recuerda: la
repetición es la clave, así que vuelve a ver el vídeo varias

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veces y consulta la transcripción para asimilar bien las
nuevas fórmulas.
M:
El tema, como ves, es extenso y no lo hemos cubierto todo.
Muy pronto vamos a hacer unos vídeos específicos del
“quería”, “querría” y “quisiera” pero, mientras tanto, pon en
práctica todo lo que hemos enseñado hoy.
Y, como siempre, no puede faltar un poco de motivación
para ti, para que puedas cargar las pilas para toda la
semana. La cita de esta semana es:
“Progresar lentamente es mejor que no progresar nada”.
K:
Algunas personas abandonan sus metas debido a un lento
progreso, pero no se dan cuenta de que, aunque sea lento,
ES PROGRESO. Como dice Tony Robbins:

“No importa cuántos errores cometas, o cuán


lento sea tu progreso, siempre estarás delante
de aquellos que no lo intentan”.

Sí, querido oyente, aunque tus pasos sean pequeños o tu


progreso lento, continúa avanzando, y pronto alcanzarás tu
meta: hablar español como un nativo. Es posible, lo puedes
lograr, ¡yo creo en ti, campeón!
Progresar lentamente es mejor que no progresar nada. Es
curioso, pero a veces, un pequeño paso en la dirección
correcta termina siendo el paso más grande hacia tu meta.
Así que, sigue adelante, ve de puntillas si es necesario,
avanza, aunque sea un milímetro, pero avanza.

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M:
Y hasta aquí el programa de hoy. Campeón, nos vemos
dentro de un mes. Nos volveremos a ver en septiembre.
K:
Sí, todos vamos de vacaciones, así que cerramos el
chiringuito para poder recargar las pilas.
M:
Te deseamos unas estupendas vacaciones. Eso es lo más
importante. Disfruta al máximo, y métele caña a todo eso
que siempre quieres hacer, pero que normalmente no
puedes hacer. Espero que disfrutes tanto que recuerdes
estas vacaciones durante muchísimos años.
Y, si quieres más materiales en español, te invito a que
visites nuestro blog; arriba del todo tienes las pestañitas, y
una de ellas se llama “Recursos”
(espanolautomatico.com/recursos). Allí encontrarás
muchísimo material con el que puedes estudiar este
verano: libros, freebies, cursos como el curso gratuito de
las “7 Leyes para hablar español con fluidez” y mucho
más…
K:
Yo también me uno a las palabras de Mauro y te deseo que
tengas unas estupendísimas vacaciones, pero que no te
olvides del todo del español. Disfruta de la naturaleza, pasa
algún tiempo con tu familia y amigos, recarga las pilas. Te
deseo que pases unas vacaciones maravillosas en agosto
y, ¡no te olvides del protector solar!
M:
Eso, ¡pásatelo genial! Nos vemos en septiembre.
K:
Nos vemos en septiembre.

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