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Investigación Previa “Células sanguíneas”

Cruz Muñoz Salvador Alejandro

Toribio Santibáñez Daniela

608 31/01/2019

La sangre está constituida por un líquido denominado plasma y tres clases de


células, cada una de las cuales desempeña una función específica.

Principalmente existen 3 tipos:

-Glóbulos blancos o leucocitos: Son las


unidades móviles del sistema de defensa
de los vertebrados. Los hay de diferentes
tipos y el número o proporción en que se
encuentran en la sangre depende del tipo
de elemento patógeno al que han de hacer
frente.

Los tipos de leucocito (Fig.1) son los granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y


basófilos), los monocitos y los linfocitos (células T y células B).

-Glóbulos rojos o eritrocitos: ​Son las células más abundantes en la sangre.


Contienen en su interior hemoglobina, una proteína que se combina con O2 y con
CO2 con facilidad y que es llamada pigmento. La principal función de estas
células es respiratoria: transportan O2 de los órganos respiratorio a los
tejidos y CO2 en sentido contrario. En los mamíferos su forma es plana y
esférica con un agujero en el centro como una dona y de color rojo (Fig. 2). ​Los
eritrocitos tienen una membrana muy flexible, por lo que pueden penetrar en
capilares cuyo diámetro es inferior al suyo propio. El diámetro de los
eritrocitos de mamíferos es de 8 µm.
-Plaquetas (Fig. 3) o trombocitos: Las plaquetas o trombocitos son pequeños
fragmentos citoplasmáticos, irregulares, carentes de núcleo que curan heridas,
de 2-3 µm de diámetro,1​ derivados de la fragmentación de sus células
precursoras, los megacariocitos; la vida media de una plaqueta oscila entre 8 y
11 días. Las plaquetas desempeñan un papel fundamental en la hemostasia y son
una fuente natural de factores de crecimiento. Estas circulan en la sangre de
todos los mamíferos y están
involucradas en la hemostasia,
iniciando la formación de coágulos
o trombos. Si el número de
plaquetas es demasiado bajo, puede
ocasionar una hemorragia excesiva.
Por otra parte si el número de
plaquetas es demasiado alto,
pueden formarse coágulos
sanguíneos y ocasionar trombosis,
los cuales pueden obstruir los
vasos sanguíneos y ocasionar un
accidente cerebro vascular,
infarto agudo de miocardio,
embolismo pulmonar y el bloqueo de
vasos sanguíneos en cualquier otra
parte del cuerpo, como en las extremidades superiores e inferiores.

Formación de células sanguíneas.


Los glóbulos rojos (eritrocitos), la mayor parte de los glóbulos blancos
(leucocitos) y las plaquetas se producen en la médula ósea (Fig. 4), que es el
tejido blanco graso que se encuentra en las cavidades de los huesos. Dos tipos
de glóbulos blancos, las células T y las células B (los linfocitos T y los
linfocitos B), también se producen en los ganglios linfáticos y en el bazo, y
las células T se producen y maduran en una glándula llamada timo.

Dentro de la médula ósea, todas las células sanguíneas (glóbulos sanguíneos) se


originan a partir de un mismo tipo de célula no especializada denominada célula
madre (o célula progenitora). Cuando la célula progenitora o célula madre se
divide, inicialmente da origen a glóbulos rojos inmaduros, a glóbulos blancos
inmaduros o a células productoras de plaquetas. Las células inmaduras se
dividen, continúan madurando y se convierten finalmente en glóbulos rojos
(eritrocitos), glóbulos blancos (leucocitos) o plaquetas (trombocitos) maduros.

La velocidad con que se producen las células sanguíneas se controla en función


de las necesidades del organismo. Las células sanguíneas normales duran un
tiempo limitado (que puede ir desde unas pocas horas hasta unos pocos días para
los glóbulos blancos, hasta 10 días
para las plaquetas y hasta 120 días
para los glóbulos rojos) y deben ser
reemplazadas constantemente. Ciertos
trastornos pueden desencadenar una
producción adicional de células
sanguíneas. Cuando el contenido de
oxígeno en los tejidos del organismo es
bajo o cuando el número de glóbulos
rojos (eritrocitos) disminuye, los
riñones producen y liberan
eritropoyetina, una hormona que
estimula a la médula ósea para producir
más glóbulos rojos. En respuesta a las
infecciones, la médula ósea produce y
libera más glóbulos blancos
(leucocitos). También tiene la
capacidad de producir y liberar más plaquetas como respuesta a un sangrado.

Bibliografía
¿Qué son las células sanguíneas?. (2019). Retrieved from
https://www.fcarreras.org/es/que-son-las-celulas-sanguineas_1592

Tomé, C. (2019). Células sanguíneas. Retrieved from


https://culturacientifica.com/2017/12/05/sistemas-circulatorios-celulas-sanguineas/

Formación de las células sanguíneas. (2019). Retrieved from


https://www.merckmanuals.com/es-us/hogar/trastornos-de-la-sangre/biolog%C3%ADa-de-la-sa
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