Está en la página 1de 4

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

Escuela Profesional de Derecho

INFORME:

“EL DOLO”

PRESENTADO POR:

BERNAOLA ORIHUELA, PAVEL

ASIGNATURA:
RESPONSABILIDAD CIVIL

DOCENTE RESPONSABLE:
Mag. CARLOS HUMBERTO VASQUEZ RAMOS

CICLO
XII CICLO

LIMA, PERÚ

2019
Introducción

En el presente informe se desarrollará la valoración de la conducta humana


es un aspecto relevante en todo el derecho. Las actitudes humanas, su
justificación y especialmente la subjetividad desarrollada en la estructura del
acto jurídico (y en los hechos) condicionan las consecuencias jurídicas.
Inicialmente, los límites entre las justificaciones subjetivas y la ilicitud en sí
misma no eran nítidos. Sólo la evolución jurisprudencial y una adecuada
delimitación jurídica fueron marcando la precisión de esos contornos
necesarios. La justificación más evidente se inicia en el derecho de daños de
la mano de reproches a conductas graves, intencionales o en los que existe
un evidente deprecio por los intereses ajenos.

El fundamento ético de la reprobación de daños intencionales (dolo) no


requiere de desarrollos profundos. Las conductas culpables justificantes del
debido resarcimiento, en algunos casos, suelen no ser claras, ya que las
pautas de conductas y los deberes de diligencia, cuidado y previsión suelen
tener matices y diversos puntos de vista. Las circunstancias de tiempo,
modo, lugar y persona tienen impacto relevante. Lo intencional, en cambio,
es siempre más simple. El proceso valorativo interno del agente puede ser
difícil de probar; pero, una vez probado, la consecuencia jurídica suele ser
más simple a analizar.

pág. 2
DOLO

En el dolo el deudor sabe, es consciente de la existencia de una obligación


cuya ejecución debe realizar, pero no lo hace. Y es consciente también de
este incumplimiento. No hay negligencia hay intencionalidad. Es peor
comportamiento que se puede esperar de un obligado. Pero es la mejor
demostración de su pobreza espiritual, de su formación ética, de
resquebrajamiento de su tabla de valores. El dolo y la mala fe están
hermanados, compenetrados recíprocamente.

Con esta conducta detestable determinante del dolo, el deudor puede


obtener algún beneficio, pero también puede no tenerlo: Tales circunstancias
en nada cambia la naturaleza jurídica del dolo.

El dolo contractual (que no se debe confundir con el dolo en la formación del


negocio y del contrato) en cuanto consiste en el perverso propósito (mala fe
objetiva) de no cumplir, es por ello, tratado con mayor rigor que la culpa
contractual: el mismo da lugar siempre a responsabilidad del deudor, a
condición de que, sin embargo, el acreedor de la prueba correspondiente; y
puede darla con cualquier medida con tal que sea prueba específica y
positiva del dolo, como causa del daño.

La noción del dolo coincide con la voluntad del sujeto de causar el daño,
procede con dolo quien deliberadamente no ejecuta la obligación, es por ello
que se puede decir que deliberadamente quiere decir conscientemente,
voluntariamente, en suma intencionalmente.

Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta


estas consecuencias también al momento del incumplimiento.

El dolo también impone al agente indemnizar las consecuencias previsibles


al momento del incumplimiento del contrato.
pág. 3
El dolo impone indemnizar consecuencias previsibles al momento de la
celebración y del incumplimiento. Esta mayor extensión se justifica en la clara
intención de incumplir: lo hace responsable de lo que conoce e
intencionalmente realiza.

El dolo, incluso, también permite reclamar no sólo las consecuencias


inmediatas (que naturalmente son previsibles con un sentido lógico de
razonabilidad y usualmente derivan directamente del incumplimiento), sino
las consecuencias mediatas que pueden preverse (aun cuando
correspondan a una conexión con un acontecimiento distinto al mero
incumplimiento). El estándar de reparación del daño contractual se estructura
sobre la base de las consecuencias previsibles (inmediatas o mediatas). Esta
cuestión tiene aplicación en la conexidad contractual y en otras formas de
vinculación contractual (dependencia funcional).

pág. 4

También podría gustarte